MARZO- 2019

Manos Quietas
Manos Quietas
 LAS PALABRAS NO VIven soLAS
Columna por: Ana Patricia Ramírez Martínez
“U
n condescendiente “corazoncitos”
evidenció, a principios de este
sexenio, el machismo de la cuarta
transformación. Andrés Manuel López Obra-
dor, presidente electo de México, utilizó la ex-
presión “no voy a hablar de eso, corazoncitos”
para responder a las reporteras que le cuestio-
naron el tema de incomodidad de la semana: la
licencia otorgada por el Senado a Manuel Ve-
lasco para volver como gobernador de Chiapas.
Este suceso ocasionó (aún genera) la división
de opiniones. Por un lado, muchos manifiestan
su molestia sobre las denotaciones
de sexismo y falta de respeto a
las mujeres periodistas; mien-
tras que, otros se quejan de la
gran relevancia que ha reci-
bido el comentario del presi-
dente electo, a comparación de
temas prioritarios en el país.
Error. No se priorizan proble-
máticas, pero resulta indis-
pensable señalar que el futuro
mandatario más importante
de México normaliza el lenguaje
sexista en un país donde el 66 por ciento
de mujeres ha vivido acoso y violencia, en un en-
torno donde se cometen 7 feminicidios por día,
como informan el INEGI (Instituto Nacional de
Estadística y Geografía) y la ONU (Organiza-
ción de las Naciones Unidas), respectivamente.
Sin embargo, la situación se enfrenta con el
nulo reconocimiento del sexismo en el lengua-
je y sus usos. Actualmente es un debate aca-
démico hablar de palabras relacionadas con el
machismo, la misoginia, o demás. Incluso, la
Manos Quietas
misma Real Academia Española (RAE) censu-
ró el lenguaje incluyente en 2012, y lo ha he-
cho por varias ocasiones en los últimos años.
Pero, aceptado o no por las grandes instituciones,
socialmente no podemos negar que vivimos un
sexismo lingüístico. Un leguaje que falsamente
engloba lo femenino en lo masculino, desde he-
chos sencillos como decir “todos”, a pesar de que
la presencia mayoritaria sea femenina. Un len-
guaje que muestra a la mujer como propiedad
del hombre, por ejemplo, la definición de “rei-
na” es “esposa del rey”, mientras que dicho se-
ñalamiento no existe para este último concepto.
El sexismo lingüístico, forma parte
de las causas que generan el entor-
no brutal para el desenvolvimiento
de una mujer en México, está la-
tente en las 66 de cada 100 muje-
res víctimas de violencia y acoso 2
documentadas por el INEGI; en
los 60 mil delitos sexuales regis-
trados por la Comisión Ejecutiva
de Atención a Víctimas; en las 8
mil 459 desaparecidas en los últi-
mos años, como informa Red TDT.
“El lenguaje es relevante porque cons-
truye la forma en la que se entiende el
mundo”, dijo hace unos años Arelis Gar-
cía López, orientadora dirigente del Cen-
tro de Psicoterapia Familiar Aregarlop.
Y el presidente electo, los gobernadores, los
funcionarios que están a más de 100 días
en un nuevo periodo en sus funciones, de-
ben tener claro que nuestra forma de en-
tender el mundo debe cambiar. Que las pa-
labras también tienen usos y contextos,
muchas veces violentos, inseguros y difíciles.
 Miles de mujeres marchan y
colocan antimonumenta en
el #8M
Nota por:Ana Patricia Ramírez Martínez

E l pasado viernes 8 de marzo, se llevó a cabo Espacios que en las últimas semanas han perdi-
la marcha por el Día Internacional de la do el presupuesto por parte del gobierno federal.
Mujer en distintas partes del mundo para
exigir un alto contra la violencia que viven las mu- En esta edición, ocurrieron dos formas de manifes-
jeres en diversos ámbitos. En el caso de la Ciudad tación que caracterizaron la marcha: el primero, la
de México, se convocó a los contingentes desde las colocación de la antimonumenta contra los femi-
cuatro de la tarde en el Ángel de nicidios frente al Palacio de Bellas Artes durante
la Independencia para salir el transcurso del #8M por una
hacia el Zócalo capitalino. colectiva anónima feminista y
que durante las últimas se-
Los contingentes fue- manas ha sido cuidada día
ron encabezados y noche por brigadas de
por las madres de mujeres para evitar su
3 desaparecidas y retiro; y segundo, la jo-
asesinadas, segui- ven que subió a la esta-
das del separatista tua de Madero en su ca-
radical y posterior- bello que se encuentra
mente los mixtos, afuera del Palacio para
donde se aceptó la colocar un pañuelo ver-
presencia de hom- de como señal del abor-
bres y mujeres trans. to seguro, legal y gratuito.

Asimismo, reclamaron Ante lo primero, apenas

la importancia del aborto
seguro, legal y gratuito en todo el país para evi-
tar más muertes clandestinas en la precariedad
debido a la penalización que existe por esta prác-
tica (con excepción de la Ciudad de México).
También solicitaron incremento de recursos a
programas sociales como estancias infantiles y
refugios para mujeres que enfrentan violencia.
hace un par de días que Clau-
dia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la CDMX
ha manifestado que la antimonumenta no
será retirada con el fin de mantener el mensa-
je que desean comunicar desde su colocación.
Finamente la marcha entró por Madero tras años
de no hacerlo y concluyó con un mitin en el Zócalo .

Manos Quietas

L
as pioneras lucharon,
nos abrieron una estre-
cha vereda, nos mostra-
ron el camino hacia la foto-
grafía, que no sería fácil, nos
tocó enfrentar la violencia en-
crudecida, un contexto hostil
para quienes nos dedicamos al
periodismo. Las nuevas foto-
periodistas comparten esta
certeza de que esta es una de
las profesiones más hermosas
que existen y saben que esta-
mos trabajando juntas para
que esa vereda ahora sea un
camino seguro, sin acoso, sin
violencias y en el que podrán
nadar las nuevas generacio-
nes que vienen empujando
como un río caudaloso y fuer-
te. Que se desbordará con lo
mejor que tienen, su talento”.
“
Ser mujer fotoperiodista
en México no es fácil, no
lo ha sido y no lo será”
afirmó la fotoperiodista Yaz-
mín Ortega con un pañuelo
verde atado a su cuello en la
inauguración de la exposi-
ción fotográfica LA mirada,
LA cámara, LA fotografía
desde Nosotras, que muestra
el trabajo de cincuenta y nue-
ve fotoperiodistas mexicanas.
NOSOTRAS TAMBIÉN PODEMOS
Crónica por: Sonia Sauza López
En esta exposición hay imágenes
llenas de tesitura, belleza e inspi-
ración que muestran fragmentos
de este país visto a través de los
ojos de las mujeres que lo han re-
tratado durante casi cuatro déca-
das. Piezas de su trabajo cotidiano
que merecen ser vistas. Lo invisi-
ble a los ojos es la historia muda
oculta detrás de cada imagen, la
carga que las autoras tuvieron que
soportar –junto con los pesados
juegos de lentes, tipos de cámaras
y tripiés- por atreverse a andar
caminos que les tenían negados,
por obstinarse ellas también en
combinar técnicas de luces y
sombras para retratar universos.
Pasando por fotografías de Elsa
Medina, Sáshenka Gutiérrez Va-
lerio, Gladys Serrano, y otras 56
artistas, resulta evidente que de-
trás de estas imágenes hay his-
torias de violencias sutiles nor-
malizadas en las redacciones de
los medios donde trabajaron.
Ese historial compartido por to-
das de “dejar pasar” constantes
cuestionamientos por ser mu-
jeres y dedicarse a la fotografía;
los comportamientos, acosos e
insultos en la sala de redacción
o el cuarto de revelado; los co-
mentarios del “elige si quieres
tener una familia normal o irte
de enviada a la selva por tiem-
po indefinido”; esas órdenes de
Manos Quietas
trabajo que había que pelear
porque no eras considerada lo
suficientemente fuerte o valien-
te o dura o macha para lograrlo;
ese reproche por el embarazo o
por “estar en tus días” como si
fueras incapaz para cumplir una
asignación; ese único camino
posible de optar por la soltería si
quieres llegar a ser alguien; esa
precariedad laboral asumida por
la pasión del oficio; esas micro-
violencias que –dicen ellas- “vi-
vimos y seguimos viviendo hasta
que alguien, alguna de nosotras,
o todas, levantamos la mano
para denunciar y decir ‘ya basta’”.
4
Después de un pequeño reco-
rrido, entre fotos colgadas en las
rejas de Chapultepec y la crea-
ción de nuevas imágenes, toma-
ron la palabra las autoras de es-
tas fotografías para decir: “esta
exposición refleja que, a pesar
de todo y con todo, nos abri-
mos paso. Que si volviéramos
a nacer volveríamos elegir car-
gar estos lentes y estas cámaras.”
Imágenes dotadas de técnica,
talento y belleza, nacidas de la
necesidad creativa y del com-
promiso por comunicar respon-
sablemente, son parte de esta
singular exposición. Cada ima-
gen nace de un par de ojos que
tienen nombre, una voz propia
y una voz de alianza colectiva.
“los siete meses se mancharon de sangre”
Entrevista por: Esperanza Díaz

Manos Quietas
A
penas la luz iluminaba su rostro, un des-
tello fugaz le inundaba los ojos gracias a
las lágrimas que apenas se le formaban.
Sin embargo, tenía la mirada perdida en la leja-
nía, aunque parpadeaba rápidamente para con-
tener el llanto, se esforzaba, aunque no lo sufi-
ciente, porque pequeñas gotas escurrían de sus
ojos y mojaban esas pestañas largas. Los ocula-
res color marrón sobresalían, es un hecho, con
ellos penetraba a quien la mirara; estos reflecta-
ban algo profundo, un sentimiento vacío dentro
de un alma amorosa y al mismo tiempo carente.
Quiso guardar el anonimato y dijo lla-
marse “Tamara”, ella se embarazó a los 28
años, en la actualidad tiene 30 y han pasa-
do cerca de dos años después de la muerte
de su primogénita, a quien llamó Fernanda.
La lucha inquebrantable
“Lo único que sentí era dolor, en ese mo-
mento estaba en shock, no me caía el vein-
te que mi hija estaba muerta adentro de mí.
Sentí todo, dolor físico, porque tu cuerpo
ya quería desechar al bebé, dolor emocio-
nal, porque la perdí; no sabía qué pensar”.
Manos Quietas
Según el sitio web Medline plus en español-la
cual es una página de los Institutos Nacionales
de la Salud para pacientes, familiares y amigos
y es producida por la Biblioteca Nacional de
Medicina de los Estados Unidos-, un aborto
espontáneo es el deceso del bebé antes de la se-
mana 20 de embarazo. Sin embargo, la pérdida 6
del embarazo después de 20 semanas, se deno-
mina muerte fetal. Algunos síntomas de ame-
naza de aborto son: el sangrado vaginal durante
las primeras 20 semanas y cólicos vaginales.
El embarazo de Tamara, no fue sencillo des-
de el inicio. “Fue una bebé planeada, desea-
da, pero llegó muy rápido” dijo con antela-
ción. Según sus palabras, sufrió de sangrados
en los primeros días, estos se mantuvieron
constantes hasta el segundo mes, “mi esposo
Didier me inyectaba una sustancia muy espe-
sa, no recuerdo el nombre del medicamento”.
Por el sexto mes, tuvo su primera amenaza de
aborto, “La bebé se me quería venir y no sabía
por qué. Fui al hospital de siempre, se llama Po-
liclínica Lucano, pero no me pasaron el número
de mi doctora, disque por políticas de seguri-
dad, pero ¿cómo?, no entendí tal respuesta. La
doctora en turno mencionó que me tenía que ir
 para el Hospital Belisario Domínguez, pero ahí
fue peor; los médicos no me quisieron atender,
fueron groseros, y yo no era la única que espera-
ba. Entonces una señora me dijo que me fuera
porque ahí dejan morir a la mamás y a los bebés”.
Una patadita desde el corazón
“Después de haber pasado por el Hospital Beli-
sario Domínguez, nos dirigimos al de Perinato-
logía, ahí me vendaron la panza, tanto de arriba
como de abajo, me inyectaron algo en el sue-
ro y la doctora me dijo
que ya estaba mejor mi
bebé”, tomó una bocana-
da de aire, tenía las pier-
nas cruzadas, su sonrisa
no cambiaba, pero de-
trás de ella había una he-
rida abierta, punzante.
“Posterior de esos mo-
mentos, los meses si-
guientes transcurrieron
con normalidad. De
7 hecho estábamos muy
contentos porque mi
esposo escuchaba el co-
razón de mi hija y am-
bos llorábamos. En los
ultrasonidos se veían
pequeñas pataditas; a veces Didier ponía can-
ciones de Metallica y mi hija comenzaba a mo-
verse. Era muy chistoso, si me enojaba yo con
su papá, ella también y no se movía cuando él le
hablaba. Todo lo que yo sentía se lo transmitía”.
Un sentimiento roto
Durante el séptimo mes, Tamara cambió de clí-
nica, Los Reyes se llama, la peor decisión, “ahí
se portaron como basura” dice con los dientes
apretados, aprieta sus piernas para que no se
le quiebre la voz. Resulta paradójico porque
sus ojos estaban desorbitados, pero el sem-
blante sereno y oscurecido por unos instantes.
Ella continúo, “el 27 de Junio como a las 9 de
la noche, tembló aquí en la Ciudad de México
y estaba tranquilizando a mi hija, porque co-
menzó a dar vueltas dentro de mi vientre. Lle-
gó mi esposo y ella ya no se movía, Didier le
ponía su música, pero Fernanda sólo recarga-
ba su cabeza en mi panza”, la voz de Tamara se
iba convirtiendo en un susurro, las lágrimas le
anegaban el rostro después de aquél recuerdo.
“Como a la 1 de la mañana comenzaron las
contracciones; a las 2
me levanté, porque no
aguantaba los dolores,
no podía estar parada
ni acostada. Mi marido
quería llamar a una am-
bulancia, pero le dije que
no y me metió al carro.
Después de tomar boca-
nadas de aire, su voz ya
no se quebró. “Arriba-
mos y la recepcionista
anunció que me senta-
ra, nos esperamos hasta
las 3:40 am, cuando la
doctora me pasó; sacó el
aparatito para escuchar
el latido de mi bebé,
pero no lo hallaba, co-
mencé a gritar, Didier sacó una imagen de la
Virgen de Guadalupe y me la puso en la panza,
él me dijo que sí tenían que encontrar el latido”.
“La doctora expresó que me esperara hasta las
9 de la mañana o 12 de la tarde para que me hi-
cieran el ultrasonido, porque a esas horas de la
madrugada no había nada que hacer. Entre más
horas transcurrían, comencé a sangrar y el dolor
era muy insoportable. Me habían puesto suero,
pero lo quité y me lastimé el nervio de la mano.
Pasó el tiempo y me pasaron a la sala, al acostar-
me y ver a mi hija, vimos que ya estaba muerta”.

Manos Quietas
 La luz en el cielo de madre es el mismo y es la pérdida de un
ser amado y esperado. Fue un golpe fuerte
ver mi panza sin ella, pero mi familia siem-
“Posteriormente le hablé a mi papá, tuve que
pre estuvo conmigo en todo momento”, aque-
avisarle sobre mi bebé. Después del ultraso-
llas palabras hicieron derramar las últimas
nido, nuevamente me trasladaron a la clínica
lágrimas de Tamara, su rostro reflejaba sere-
para llevarme al cuarto. Como a las 11:30, su-
nidad, ella se limpiaba cada gota de sus ojos.
bió otra doctora con su asistente, a los pocos
minutos me hizo el tacto y no estaba dilatan-
“Ya no pensamos en el futuro, ahora vivimos el
do; la médica me dijo que tuve que haber pa-
presente, pero sé que el amor a mi bebé no puede
sado desde mi llegada, sino, fallecería junto a
sustituirse con otra cosa, por lo tanto, una parte 8
mi hija. Entré al quirófano y recuerdo que en-
de mi esposo y mía se nos fue al cielo”, concluyó.
traron muchas enfermeras y doctores, comen-
cé a llorar muy feo, de ahí ya no supe nada”.

Ella sostenía aquel pensamiento como sí no lo

quisiera soltar, era paradójico porque se no-
taba que lo quería dejar escapar, pero algo la
apresaba. En ese momento prosiguió: “Cuan-
do desperté no me habían terminado de co-
ser, me dolía porque ya se me estaba pasando
la anestesia, pregunté por mi bebé, pero no
me la dejaron ver, sólo alcancé a verla envuel-
ta en una sabanita azul, la tenían en una es-
quina. El único recuerdo físico de mi hija, fue
un pequeño mechón de cabello levantado, el
cual sobresalía de aquéllas sábanas”, finalizó.

“A veces las personas me dicen que due-

le más perder a un niño de nueve años que a
un bebé que no nació, pero ¿cómo?, el amor

Manos Quietas
 Un día (sin) co
Reportaje por: Es

Manos Quietas
on nosotras
stefania Morales

Manos Quietas
 E
ste 8 de marzo se conmemoró el Día tal hecho, se tienen otros registros de
11 Internacional de la Mujer.Esta fecha no movilizaciones por y para mu-
jeres en otras partes del mundo.
es fiesta, es lucha; es con motivo de la
masacre de la que fueron víctimas decenas de mu- El primer precedente histórico del que se tie-
ne registro, según la ONU, fue en Chicago
jeres costureras que pedían a sus patrones mejores
en 1909 Chicago, donde un grupo de muje-
condiciones de trabajo. Dicen que el fuego que en- res socialistas se reunieron para proclamar
cendieron dentro del sótano donde ellas trabaja- el día de la mujer.
ban encerradas era color de color morado, quizás
Otra fecha importante es, coincidente-
por los pigmentos de las telas que había, y desde mente, el 8 de marzo de 1910, las mujeres
entonces ese color se asocia con la lucha feminista. españolas consiguieron acceder a la ense-
ñanza superior en igualdad de condiciones
que los hombres.
Otros orígenes
En otras partes del mundo occidental se tie-
ne registro de mujeres organizadas para
El origen de este día se le atribuye formal-
pedir la paz en contextos de Guerra, como
mente a las mujeres costureras de Nueva
en la Primera Guerra Mundial, Revolución
York en 1911 que fueron asesinadas con
Rusa y otros momentos bélicos.
un incendio provocado por los dueños del
negocio. Sin embargo, antes de este fa-

Manos Quietas
Pero no es hasta 1994 que se declara ofi-
cialmente el día Internacional de la Mujer
hasta que Estados Unidos lo reconoce a nivel mundial.
¿Cómo se organiza una
marcha feminista?
De últimos años hasta la actualidad se pide
que las marchas se dividan en dos partes:
la “separatista” y la mixta.
Debido a que las exigencias feministas son ha-
cia y por las mujeres se plantea que en el
inicio de la concentración vayan solamen-
te mujeres, de manera separada de los
hombres. En este año en México, por
ejemplo, se instalaron las madres de las
desaparecidas en México, una cifra que se ac-
tualiza todos los días por lo espeluznante
de la situación.
Hacia atrás de ella se convoca a otras or-
ganizaciones de mujeres en las que
constantemente se está vigilando que nin-
gún hombre se integre. Esto incluye a los
acompañantes personales, como papás, pa-
rejas, hermanos, amigos y también a los
periodistas hombres. En distintas partes del
mundo, incluyendo México, ya ha habido
enfrentamientos por reporteros que no han
Manos Quietas
conocido y/o respetado este principio que
se ha acordado. Esto no incluye a niños y be-
bés; muchas mujeres asisten a este evento
en compañía de sus hijos e hijas, por
lo simbólico y también por necesidad.
Detrás del contingente separatista pue-
den marchar los hombres interesados en
acompañar el movimiento. 12
No hay un reglamento de carácter legal
que obligue a las personas a respetar estos
acuerdos. En algunos entrevistas, orga-
nizadoras comentan que esta exigencia
principal es muy importante porque es un
cumplimiento directo en el que pueden
colaborar los hombres.
¿Cómo pueden apoyar ellos?
Más que marchar, gritar, hablar, en ge-
neral se pide a los hombres que quieran
colaborar con la causa: escuchar. Escu-
char lo que tengan que decir las mujeres a su
alrededor, tanto en lo profesional como
en lo personal y replantear las violencias
misóginas que han reproducido contra las
mujeres. Esto no solo lo pueden hacer el 8
 de marzo, se extiende la invi-
tación a que lo hagan siempre. “También se marcha por las que ya no es-
tán” es una de los consignas que se leen en
las pancartas de la marcha. Por las que
¿Por qué la huelga ya no están, por las que asesinaron,
feminista? secuestraron, desaparecieron, golpea-
ron, por las que están atrapadas, por las que
Aunque parezca que ya no se encierra a tienen miedo, por las que denuncian y no es-
mujeres para quemarlas, alrededor del cuchan, por cada mujer en el mundo, el 8
mundo siguen ocurriendo violencias de de marzo es un día sin y con nosotras.
género: Violencias económicas, físicas,
sexuales, emocionales contra uno de los
grupos más vulnerables de la historia.
Por eso este 8 de marzo pasado se convo-
có a una huelga multitudinaria, que incluya
las labores de trabajo, limpieza, cuidado, edu-
cativas, incluso de consumo. Aunque, en
teoría podría parecer una “contradicción”
por lo que lucha el movimiento feminista,
en realidad las participantes lo consideran
una acción radical, acompañada de muchas
exigencias urgentes para mejorar el ni-
vel de vida de las mujeres en todo el mundo.

Esta convocatoria se inicia en países eu-

ropeos, principalmente y organizaciones
mexicanas han reconocido que este escena-
rio no es tan factible en un país con niveles
de violencia tan alarmantes, pero aún así,
tan solo el planteamiento de “un día sin
13
nosotras” visibilizaría las labores importan-
tes que realizan las mujeres en lo cotidiano
y que no se reconocen..

Manos Quietas
 ¿A dónde van las trabajadoras
sin cleo?
Artículo por: Ana Patricia Ramírez Martínez

E
n un breve vistazo a la realidad de las 2.3 envolver su trabajo, donde les recuerdan la impor-
millones de empleadas del hogar en Méxi- tancia de tener un salario justo y horas de descanso,
co registradas por el INEGI en 2016, Cleo donde les enseñan que identificarse con una pelí-
(protagonista de Roma) quedará como una más cula no es significado de que la cosas deban ser así.
de las mujeres que laboran hasta 12 horas al día,
“Nos identificamos con Cleo, pero no queremos
en la mayoría de las ocasiones, sin prestaciones
ser como ella”, dice en entrevista Marcelina Bau-
de ley, bajo malos tratos, salarios insuficientes, tista, la fundadora del SINACTRAHO y CACEH
discriminación, acoso y calumnias de robo. (Centro de Apoyo y Capacitación para Emplea-
das del Hogar). Y es que su lucha como trabaja-
Sin embargo, la tras el éxito de Roma y la aparente doras por reivindicar su imagen ha permaneci-
reflexión de la situación que viven las trabajadoras do con y sin Cuarón, con y sin cualquier película.
del hogar, la emoción por la película comienza a Las trabajadoras del hogar aún tienen espacios de los
desaparecer y con ello, es im- que apropiarse y por los cuales impo-
portante cuestionar si también nerse a favor de sus derechos. Tal vez
la visibilización de los entor- para algunos todo haya quedado en
nos violentos donde todavía Roma pero para las mujeres en este
trabajan millones de mujeres. ámbito aún hay acciones que conti-
nuarán mejorando su labor de años. 14
Roma pudo cambiar el panorama
por unos momentos, pero no solu-
cionó en lo más mínimo que mu-
jeres como María de la Luz Padua
sean despedidas por desaparición
de unos lápices en la antigua casa
donde trabajaba. Sin embargo,
actualmente es secretaria general
del Sindicato Nacional de Traba-
jadores y Trabajadoras del Hogar (SINACTRAHO).

Y son organizaciones como el SINACTRAHO que

asesoran, orientan y capacitan a las empleadas del
hogar, las que verdaderamente continúan con ac-
ciones que favorezcan a las mujeres en este tipo
de trabajos, más allá de lo que el fenómeno llama-
do Roma y la imagen de Yalitza pudieron hacer.

¿A dónde van las trabajadoras sin Cleo? A los sindi-

catos, a los centros de capacitación como estos donde
las orientan e integran en espacios dignos para des-

Manos Quietas
 RETUMBA LA TIERRA

Crónica por: Estefanía Morales Romero

S
Ciudad de México, marzo 2019.
obre el asfalto ardiente de la avenida más
importante de municipio de Ecatepec 15
mujeres jóvenes caminan cansadas, com-
partiendo su botella de agua, con paleaca-
tes morados y verdes amarrados en sus manos.
Todas son diferentes, unas más altas que otras,
unas con más miopía que las demás, desde dife-
rentes partes de la Ciudad de México y de la per-
fileria se reúnen en el centro de Ecatepec para
asistir juntas a marcha convocada en el centro de
la ciudad por el día internacional de la mujer.
que estaban ahí sin respetar el vagón exclusivo, se
fueron sin que les indicara. Los que quedaron, basto
con los gritos de las mujeres para que se retiraran.
Ya no había miedo, ya no había pista, aunque
la ciudad de México también tiene registros
preocupantes de violencia contra mujeres,
las que venían del Estado de México, respira-
ban con tranquilidad y suspiraban. “Ya lle-
gamos a donde si nos matan, a alguien le im-
porta” comenta una con tono de burla algo
que podría ser tan cierto como horroroso.

Aunque empieza a las 4 pm, las jóve- Pero ya no están en tierra enemiga, o al menos eso
nes creen que aunque tarde, llegarán en parece el 8 e marzo, donde las avenidas grandes
combi y posteriormente en el metrobus. como Insurgentes se pintan de morado y verde,
los colores de la lucha feminista en todo el mundo.
Suben 15 a esa camioneta larga pintada de blanco,
y atraviesan la autopista México-Pachuca donde se
No saben su nombre, pero se responde en-
tiene registro que han ocurrido secuestros, desapa-
tre ellas, se saludan mientras se dirigen al
riciones y feminicidios. “Sino estuviera con ustedes,
no habría forma de que estuviera aquí” comenta una mismo lugar, al Ángel de la Independen-
chica. Una señora, que venía en el transporte antes cia donde ya hay miles de mujeres reunidas.
de que ellas subieran, le contesta “Ay mija, si fue-
15
ra opción yo tampoco lo tomaría, pero aquí vivo” Parece que el asfalto ya no es lo que calien-
ta la tierra, sino los pesados pasos de mu-
Todas se ríen nerviosamente, luego contarían que jeres y niñas que no le dejan ni un cachi-
querían esconder la incomodidad de saber que to de calle al miedo, a la incertidumbre.
ellas estaban ahí por elección y no por necesidad
como muchas mujeres en Ecatepec, uno de los Empiezan a llenar cada metro cuadrado con
lugares más mortales para ser mujer en México.
dolor y gritos, también con risas y abrazos, al
reconocer a una vieja conocida entre la gente.
El plan es subir al metro Indios Verdes, pero jus-
to en el momento se decide tomar el metrobus
que haría casi el mismo camino que el metro. Y retumba la tierra bajo sus pies y pa-
rece que al menos hoy, el 8 de mar-
“Desde que me desperté, estoy cruzando la ciu- zo, hay cosas más fuertes que el sol.
dad” comenta una joven estudiante de Antro-
pología de la UNAM quien viene desde Naucal-
pan para acompañar la marcha desde el norte.

En el Metrobús ya no hay señoras que comentan en

voz alta que están ahí por necesidad y no por elec-
ción. Al ver subir al grupo grande mujeres entrar a
la sección de adelante del transporte, los hombres

Manos Quietas
 Una brecha irrompible
Columna por: Sonia Sauza López

“
Carnales, el futuro es femenino...” esas fue-
ron las palabras de Rubén Albarrán, vocalis-
ta de Café Tacvba, en su actuación en el festi-
val Vive Latino, sin embargo, al menos en dicho
escenario, tal parece que aceptar a las mujeres no
es algo que se encuentre en la agenda. Y no sólo
en el escenario, la participación femenina de-
trás de los escenarios, en los tan famosos crews
o sujetando una cámara sigue siendo casi nula.
Con más de 50 bandas y 12 horas de música con-
tinuas se llevó a cabo la vigésima edición de dicho
festival. Sin embargo, la participación femeni-
na en el las tarimas del foro sol en donde se lleva
a cabo el evento de rock más importante de Lati-
noamérica es, como mencionó
el portal feminista chileno SO-
MOSRUIDOSA, menor al 6%.
El mismo portal chileno ha ana-
lizado por tres años consecutivos
diferentes festivales en América
Latina, y se encontraron con que
más de 3000 mil artistas y bandas,
donde la participación de muje-
res (solistas y bandas de mujeres)
no supera el 10% de los números artísticos en cada
uno de los tres años analizados: 9,1% en 2016, 10%
en 2017 y 10,1% en 2018, manteniéndose constante
a través de los tres años. Si incluimos las bandas mix-
tas (que tienen al menos una mujer en el grupo) esta
cifra sube a casi un cuarto de los números artísticos:
23,1% en 2016, 21,7% en 2017 y 23,9% (entonces sí,
la presencia masculina en un acto es “necesaria”)
En la primera mitad del 2018, se ven algunos de
estos mismos festivales en el grupo de los cinco
primeros en participación de mujeres (solistas o
bandas de mujeres): Ceremonia (México) con un
29%, Cumbre del Rock (Chile) con un 23,8%, Co-
munite (México) con un 21.1%, Bahidorá (México)
con un 20.5% y NRMAL (México) con un 22.7%.
Sin embargo, y sin menospreciar el trabajo de es-
tos nuevos festivales, la asistencia a ellos es mucho
menos a otros eventos. Al Ceremonia del año 2018
asistieron alrededor de 15 mil personas contra las
135 mil que se reunieron en el Foro Sol para el “fes-
tival de rock más importante de Latinoamérica”.
Sabemos que aún queda un camino largo por re-
correr en cuanto a la brecha
de género en el ámbito labo-
ral, cual sea que hablemos, sin
embargo, en un ambiente que 16
se jacta de ser incluyente, tole-
rante y demás buenos adjetivos
calificativos las mujeres aún tie-
nen que luchar para ser vistas y
escuchadas sin que un hom-
bre tenga que estar a su lado.

Esto evidencia nuevamente la significativa disparidad

en representación de géneros en el escenario: siete a
ocho de cada 10 números artísticos en los carteles de
los festivales de la región han sido hombres solistas
o bandas de hombres durante los tres últimos años.

Manos Quietas
Manos Quietas