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Sobre la imaginación histórica de Robin George Collingwood

Robin George Collingwood nació el 22 de febrero de 1889 en


Cartmel Fell, Inglaterra.

Fue hijo de William Gershom Collingwood y hasta la edad de los


trece años estuvo en casa teniendo a su padre como maestro.

En 1908 ganó una beca para la Universidad de Oxford, en 1912


obtuvo su Bachelor of Arts. En 1915 recibió su título de Master of
Arts por la Universidad de St. Andrews

Presto servicios en la primera guerra mundial desde 1915 a 1918,


en una sección de la División de Inteligencia del Almirantazgo en
Londres.

Murió el 9 de enero de 1943

Contra las ideas positivistas y la historia de recorta y pega, así


como la autoridad y la memoria.

De acuerdo con Collingwood, la filosofía de la historia no consiste


en especular sobre el curso de los acontecimientos históricos, ni en
el intento de formular y justificar generalizaciones históricas sobre
las que se pueda cimentar las predicciones de acontecimientos
futuros. La filosofía de la historia es en puridad una tentativa de
elucidar la esencia específica del pensamiento y conocimientos
históricos, en definitiva un esfuerzo por responder qué es la historia.

La concepción de Collingwood sobre el conocimiento histórico se


puede fundamentar en tres preguntas básicas: ¿cómo podemos
conocer lo que sucedió en el pasado? ¿cómo podemos conocer por
qué sucedió? y ¿de que nos sirve conocer el pasado?

En esta exposición sólo se contestará la primera pregunta.

¿cómo podemos conocer lo que sucedió en el pasado?

Collingwood responde a esta pregunta mostrando que la historia es


la reconstrucción imaginativa de los hechos del pasado.
Para explicar el pasado Collingwood nos dice que es necesario
hacer una distinción interna y externa de los hechos históricos. La
teoría interna-externa de Collinwood también le brinda las
herramientas para limitar la esfera del pensamiento histórico, pues
una acontecimiento histórico forzosamente debe tener estas dos
características.

Las externas son todas aquellas cosas que pertenecen y se pueden


describir del acontecimiento. Por ejemplo: Pedro de Alvarado y sus
hombres atacando indígenas en el Templo Mayor. Por interior del
acontecimiento, nos referimos a lo que se puede describir en
términos de pensamiento, por ejemplo: por qué se tomó la decisión
de atacar a los indígenas en el Templo Mayor.

Para construir la distinción externa de los hechos históricos,


Collingwood propone comenzar por cubrir los blancos del pasado
por medio de la interpolación. A esto es a lo que se denomina
historia constructiva.

Sin embargo, antes de continuar sobre la interpolación debemos


decir que el historiador en todo momento es su propia autoridad,
pues están sujetas a su veredicto todos aquellos documentos y
libros que consulta.

La imagen que trace del asunto, aunque consista parcialmente en


exposiciones sacadas de las autoridades, consiste también, y cada
vez más a medida que aumente su capacidad como historiador, en
afirmaciones a las cuales llega por inferencia a partir de aquellas
que están de acuerdo con su propio criterio, sus propias reglas de
método y sus propios cánones de pertinencia. A esto es lo que
Collingwood le llama la teoría del sentido común y es el primer
punto para formar el conocimiento del pasado que involucra para el
autor una veracidad histórica.

El segundo punto para llegar a la verdad histórica, y conocer lo que


sucedió en el pasado es la interpolación de los acontecimientos., la
cual tiene dos características:
- No es arbitraria, puesto que se construye con base a los
testimonios históricos (autoridades o fuentes)
- Es esencialmente imaginada.
Para Collingwood la imaginación no es en sí misma real o ficticia,
que sea o no real o ficticia depende de lo que se imagine.
La imaginación según Collinwood puede ser de tres tipos: histórica,
caprichos y arbitraria o perceptual.

La imaginación histórica tiene la función de imaginar el pasado que


no es un objeto posible de percepción, puesto que no existe, sino
que puede convertirse, a través de esta actividad, en objeto de
nuestro pensamiento.

La imagen que el historiador hace de su tema es como una red


constituida imaginativamente entre ciertos puntos. Y si los puntos
son abundantes y los hilos se han construido con cuidado , la
imagen entera se verificará constantemente por referencia de datos.

Los puntos, es decir las fuentes seleccionadas, son responsabilidad


del historiador.

La labor del historiador y el novelista es parecida, sin embargo, el


historiador está sujeto a tres reglas :

la imagen debe estar localizada en el espacio y tiempo


debe ser coherente entre sus puntos
debe estar vinculada con el testimonio histórico, sujeto a una
prueba histórica

Por ejemplo:
En el caso de la matanza del Templo mayor 20 de mayo de 1520,
llegada de Cortés el 30 de junio de 1520.

Esta reconstrucción del pasado responde al presente de cada


historiador pues el es la autoridad y dota de históricos a los
acontecimiento.

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