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jurídico municipal en
Paraguay
PROGRAMA DE FORTALECIMIENTO
MUNICIPAL DE LA COOPERACIÓN
ESPAÑOLA EN PARAGUAY
VALENTIN MERINO ESTRADA- ENRIQUE RIERA ESCUDERO
RAFAEL SALGADO GIMENO- - ENRIQUE SOSA ARRUA
noviembre 2010
ABREVIATURAS
I. INTRODUCCIÓN
1. La Ley Orgánica Municipal y la organización del Estado
paraguayo
2. Estructura del análisis
3. Referencias al caso español
II. ANALISIS
1
3.1. La Junta Municipal y el Intendente
3.2. Ordenanzas Municipales
3.3. Novedades y cuestiones que plantea el diseño
institucional del gobierno municipal.
ANEXO I
LA LEGISLACION ESPAÑOLA EN MATERIA DE ORDENACIÓN
DEL TERRITORIO Y URBANISMO
ANEXO II
FORMAS DE GESTIÓN DE LOS SERVICIOS PÚBLICOS LOCALES
ANEXO III
LAS MANCOMUNIDADES EN EL RÉGIMEN LOCAL ESPAÑOL
ANEXO IV
LOS EMPLEADOS PÚBLICOS EN LAS ENTIDADES LOCALES
ESPAÑOLAS
ANEXO V
LA ESTRUCTURA DE LOS INGRESOS DE LOS AYUNTAMIENTOS
ESPAÑOLES
2
ANEXO VI
LOS PRESUPUESTOS GENERALES DE LOS AYUNTAMIENTOS
ESPAÑOLES
ANEXO VII
3
ABREVIATURAS
4
I. INTRODUCCIÓN
5
ley. Este aspecto es fundamental porque establece, por un lado
las responsabilidades de las autoridades municipales y, por el
otro, los derechos exigibles por los ciudadanos justificado la
existencia de los municipios como administraciones
autónomas. Esto confirma la efectiva implementación de un
Estado Paraguayo unitario, indivisible y descentralizado, tal
como proclama la Constitución Nacional de la República del
Paraguay (en adelante Constitución Nacional o CN) en su
primer artículo.
• El segundo eje aborda los principios rectores de las relaciones
interinstitucionales, que hacen efectivo el funcionamiento de
este Estado descentralizado, tanto en el ejercicio de
competencias compartidas como de los mecanismos de
delegación de competencias estatales en las municipalidades.
• En el tercer eje se analiza el gobierno municipal, desde el
punto de vista de las relaciones internas de los órganos de
gobierno municipal, para profundizar su funcionamiento
institucional.
• El cuarto eje comprende la gestión municipal en lo que se
relaciona con la aplicación de normas nacionales en materia de
personal público municipal, contrataciones públicas,
administración tributaria y financiera y régimen de bienes, así
como la Policía e inspección Municipal que son necesarias para
hacer efectiva y eficiente estas competencias municipales.
• Por último, en el quinto eje se trata un punto esencial en
cuanto a la legitimidad democrática de todas las
Administraciones Públicas y que se refiere a la más importante
razón de ser de las mismas: estar al servicio del ciudadano. El
ciudadano no solo ha de entenderse como un elemento pasivo
en las relaciones con las municipalidades, sino como un
elemento activo que puede reclamar a su Municipio la
prestación de los servicios, defenderse ante un mal
funcionamiento de “lo público”, y que puede participar en la
gestión de los servicios. Por ello dentro de este eje se estudia la
relación del ciudadano-contribuyente con el municipio y, la
participación ciudadana.
6
como una opción diferente, que en muchos casos ya sea por
tradición, cultura o cualquier otro factor, puede no ser aplicable en
Paraguay.
Para facilitar la lectura del texto, la mayor parte de las
referencias al caso español se han agrupado en anexos al final del
mismo.
II. ANALISIS
7
La LOM no establece con claridad si se trata de competencias
exclusivas o de competencias compartidas con otras instituciones.
Tampoco realiza una diferenciación de competencias o servicios
mínimos de acuerdo a los grupos o categorías de municipalidades.
El art. 12 de la LOM consagra un principio básico que limita y
condiciona el ejercicio de estas competencias, al disponer que “las
municipalidades no estarán obligadas a la prestación de servicios que
estén a cargo del Gobierno Central mientras no sean transferidos los
recursos de acuerdo a convenios de delegación de competencias”.
Esta disposición responde a un antiguo anhelo de las
autoridades locales, que sostenían la imposibilidad de cumplimiento
de las tareas asignadas por leyes o disposiciones administrativas
transfiriendo competencias, sin recursos para hacer frente a ellas. Es
una importante limitación que evita imposiciones, y está orientada a
la necesidad de acordar voluntades entre instituciones para discutir
cómo, cuándo y por qué se le asignan nuevas funciones a las
municipalidades, dentro de la gama de los servicios públicos debidos
a los ciudadanos.
Junto a este principio esencial conviene recordar lo dispuesto
en el art. 177 de la Constitución Nacional, que obliga a las
municipalidades, y a todo el sector público a sujetarse a los Planes
Nacionales de Desarrollo. Esta disposición también es coherente con
el carácter unitario del Estado, y con las disposiciones de la ley que
faculta a los gobiernos locales a elaborar y ejecutar planes locales,
pero en coordinación con los nacionales. No debe soslayarse además,
el rol asignado al Gobierno Departamental en el art. 163 de la CN, de
coordinar la acción departamental, organizar los servicios del
departamento, y de elaborar el Plan de Desarrollo Departamental, lo
cual exige un relacionamiento fluido con las municipalidades.
Pero, lo importante, del listado de funciones enumeradas en el
mencionado art. 12, es que abre grandes posibilidades de futuro,
para construir un proceso gradual y conjunto de desarrollo, en el que
las municipalidades pueden llegar a asumir un papel irremplazable en
la implementación de los planes por su cercanía a los ciudadanos.
En este contexto, un aspecto destacable de la nueva ley, es que
además de las funciones propias enumeradas en el art. 12, posibilita
a las municipalidades asumir el ejercicio de competencias nacionales
o departamentales, mediante convenios de delegación (art. 16). En
estos convenios debe constar su alcance, contenido, condiciones y
duración de éste, así como el control que se reserve la administración
delegante, los casos de resolución del convenio, y los recursos que
transfiera la administración delegante a la municipalidad. Los
convenios deben estar suscriptos por los representantes de la
administración delegante y por el Intendente, y deben ser aprobados
por la Junta Municipal.
8
A continuación, se realiza un estudio de algunas de las
competencias enumeradas en la ley, que se enfatizan en el análisis,
atendiendo a su importancia cualitativa y conforme a las
preocupaciones planteadas a partir de la misma.
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i. La elaboración de planes (locales) de salud.
ii. La elaboración y ejecución de planes de salud
reproductiva y sexual.
iii. La organización y coordinación de los Consejos Locales de
Salud.
iv. La promoción de la educación sanitaria.
v. La participación en los planes y estrategias nacionales de
salud y evaluación de la ejecución del Plan Nacional de
Salud, además de la promoción de la salud y prevención
de enfermedades, con el MSPBS.
vi. La prestación de servicios de salud. Esta disposición debe
ser debidamente reglamentada y delimitada en su justa
medida, pues así como esta escrita, puede ser exigida por
los ciudadanos a cualquiera de los Intendentes del país,
con el consiguiente riesgo de defraudar las expectativas o
incumplir la ley, por falta de respuestas a los reclamos
ciudadanos, con perjuicio para todos.
Estas competencias en salud parecen estar orientadas a su
aplicación dentro del límite geográfico de su distrito y referidos a la
atención primaria de la salud (consultas y atenciones), enfocados
además a las tareas preventivas.
Y abren un camino de futuro, pues si bien en la actualidad las
municipalidades carecen de recursos propios para desarrollarlas en
términos eficientes, marcan un derrotero hacia la descentralización de
los servicios de salud en toda la Republica. Para ello es necesario,
que en el desarrollo del proceso se haga una clara distinción entre
los diferentes niveles de responsabilidades.
Estas competencias y visión descentralizadora, concuerdan con
lo establecido en la Ley Nº 1.032/96 que establece el Sistema
Nacional de Salud.
Conclusiones
• La ley no hace distinciones e impone a las municipalidades la
obligación de “prestar servicios de salud”, pero la interpretación
razonable es que los nuevos servicios de salud no pueden ser
prestados hasta tanto reciban los recursos y tengan la
capacidad de asumirlos (art. 12 primer y segundo párrafo).
Este articulo más bien, abre un amplio ámbito de posibilidades
jurídicas de actuación en materia de salud.
• Atendiendo al art. 13 de la ley, el ejercicio de las competencias
en materia de salud debe realizarse de conformidad con la
legislación aplicable, en este caso con la Ley N° 1.032/96 que
establece el Sistema Nacional de Salud.
10
• Otra condición establecida en el precitado art. 13 de la nueva
ley, es la obligación de coordinar el ejercicio de las
competencias con el Ministerio de Salud y con el Gobierno
Departamental. La rectoría y superintendencia en la materia
corresponderá en todo caso al MSPBS. Al Gobierno
Departamental le corresponde coordinar la acción
departamental con las actividades del Gobierno Central, “…en
especial lo relacionado con las oficinas de carácter nacional del
departamento, primordialmente en el ámbito de la salud y en el
de la educación” (art. 163.3 de la CN);
• Para que la municipalidad proyecte el funcionamiento de
centros de salud u hospitales municipales, debe contar con la
habilitación correspondiente del MSPBS. Es recomendable, que
esta habilitación sea parte de un acuerdo mayor que debe
plasmarse en un convenio.
• Los planes municipales estarán sujetos a los planes nacionales,
art. 177 CN y al art. 12.7. i) de la LOM, por lo que para su
elaboración, se tienen que establecer mecanismo para su
coordinación. Además, debe coordinarse la planificación
municipal con el Plan de Desarrollo Departamental cuya
elaboración se encuentra a cargo del Gobierno Departamental
(art. 163 .2 de la CN).
• Por otra parte, los convenios de delegación suponen la
necesidad de transferencias de fondos del Estado a las
municipalidades, durante el período de vigencia de los mismos.
Por tanto, en lo que se refiere a la Administración Central,
deberá ajustarse a la Ley de Administración Financiera y a la
Ley del Presupuesto de Gastos de la Nación, con el fin de
posibilitar la transferencia efectiva de los fondos.
• El convenio de delegación, cuando requiera la disponibilidad de
recursos humanos, deberá establecer el sistema de traslado
del personal (comisionamiento temporal, traslado), conforme a
la legislación aplicable (Ley de Presupuesto, Ley de la Función
Pública). Además, deben respetarse los derechos adquiridos por
los funcionarios y los aportes a las cajas de jubilaciones (las
pensiones son distintas según de donde provenga sus aportes).
• En el convenio, en cuanto requiera aporte de bienes materiales,
debe definir el régimen de uso (comodato o donación), siendo
la donación la mejor opción para los bienes muebles.
• Deberán también tenerse en consideración los antecedentes y
experiencias de descentralización de salud por parte del MSPBS
con las municipalidades, que fueron realizados con anterioridad
a la vigencia de esta ley.
• Por otro lado, es necesario precisar las responsabilidades que
tendrán los consejos locales de salud y las municipalidades en
11
este nuevo marco, especialmente en la prestación de servicios
de salud y de las municipalidades.
• En lo que se refiere a la parte formal, se requiere un convenio
previo entre la administración delegante y cada municipalidad,
firmado por el Intendente y aprobado por la Junta Municipal,
de conformidad con el art. 16 de la LOM.
• Por tanto, el convenio de delegación, además de tener el
contenido establecido en el art. 16, debe precisar todo lo que se
refiere al régimen de bienes, finanzas y personal.
• Se recomienda la redacción de un convenio marco elaborado
entre el Ministerio de la Salud y las asociaciones representantes
de las municipalidades, al que se podrán ir adhiriendo las
municipalidades con las matizaciones que se requieran,
estableciendo el régimen del personal y de los bienes afectos al
servicio.1
• La delegación debe contemplar un sistema de financiación y
sostenibilidad de los servicios de salud municipales, para poder
mantener la gratuidad de salud, que hoy es uno de los ejes de
la política oficial del gobierno.
• Por último, se recomienda revisar competencias compartidas
con el INAN que depende del MSPBS.
1
En España, la Ley de Procedimiento Administrativo Común en su art. 6
dispone que: Los instrumentos de formalización de los convenios deberán
especificar, cuando así proceda:
a) Los órganos que celebran el convenio y la capacidad jurídica con la que actúa
cada una de las partes.
c) Su financiación.
d) Las actuaciones que se acuerden desarrollar para su cumplimiento.
e) La necesidad o no de establecer una organización para su gestión.
f) El plazo de vigencia, lo que no impedirá su prórroga si así lo acuerdan las
partes firmantes del convenio.
g) La extinción por causa distinta a la prevista en el apartado anterior, así como
la forma de terminar las actuaciones en curso para el supuesto de extinción.
12
Estado y las Comunidades Autónomas (desde ahora CC.AA.) en
materia de “actividades o instalaciones culturales y deportivas”. Y en
materia de instalaciones educativas la competencia municipal es de
carácter complementario, estando obligados al sostenimiento de los
centros docentes públicos de enseñanza primaria y a la cesión de
suelo para la construcción de centros de enseñanza secundaria. Y en
lo que se refiere a la actividad educativa municipal es voluntaria,
centrándose principalmente en la educación preescolar (guarderías)
y actividades extraescolares. Pero en lo que se refiere a los
programas educativos y expedición de títulos escolares les
corresponde esta competencia principalmente a las Comunidades
Autónomas. (arts. 25.2 y 28 de la Ley Reguladora de las Bases de
Régimen Local –desde ahora LRBRL-).
En estas materias, lo importante es deslindar el campo de
actuación entre los distintos gobiernos y evitar duplicidades o
carencias.
Las atribuciones específicas en materia de educación incluidas
en la nueva LOM, art. 12.8, son las siguientes:
a) Prestar servicios de educación. Este punto es central, pues al
igual que en el tema salud, esta ley habla en términos amplios
y genéricos de “prestar servicios”, por tanto, se debe precisar a
que prestaciones se refiere. La prestación que debe hacerse
conforme a la demanda local, de manera planificada y siempre
dentro del marco de las políticas publicas del Ministerio de
Educación y Cultura (desde ahora MEC). Además, para el
funcionamiento de los locales de instrucción pública se
necesitaran de las correspondientes autorizaciones oficiales a
los efectos que los cursos prestados sean reconocidos por el
MEC, y permitan a los alumnos tener títulos válidos para
encarar estudios superiores. Es necesaria una profundización en
las experiencias descentralizadoras del ministerio del ramo y en
los trabajos conjuntos con la comunidad docente, las
asociaciones de padres y autoridades locales para el
sostenimiento del sistema de educación.
b) La elaboración de planes municipales de educación.
c) La estimulación de acciones de promoción educativa comunal.
d) La construcción, mejoramiento y mantenimiento de locales
educativos, incluyendo equipamiento, mobiliario, insumos y
suministros. Este inciso debe ser discutido, reglamentado o, en
su defecto concertado con las autoridades del MEC pues puede
significar una importante cantidad de recursos que la mayoría
de los municipios no dispone. Además, se debe precisar con
claridad a que nos referimos con “insumos y suministros”, pues
podría ser interpretado como la provisión de útiles escolares
13
(que hoy son proveídos por el Gobierno Nacional) o el “vaso de
leche” (que son financiados por las Gobernaciones).
e) El fomento de la cultura, el deporte y el turismo.
f) La promoción de la conciencia cívica y la solidaridad de la
población para su participación en actividades de interés
comunal, educación cívica local.
Conclusiones
• Al igual que se señaló en el caso de las funciones relativas a
salud, la ley no hace distinciones e impone a las
municipalidades la obligación de “prestar servicios de
educación”. También en este caso, la interpretación razonable
es que los nuevos servicios de educación no pueden ser
prestados por las municipalidades hasta tanto reciban los
recursos y tengan la capacidad de asumirlos (LOM art. 12
primer párrafo). Este articulo más bien, abre un amplio ámbito
de actuación en materia de educación.
• De acuerdo con el art. 13 de la LOM, el ejercicio de las
competencias en materia de educación debe realizarse de
conformidad con la legislación aplicable, en este caso con la Ley
General de Educación. Además, debe coordinarse
necesariamente con el MEC y con el Gobierno Departamental,
correspondiendo la rectoría a la instancia nacional en todos los
casos y la coordinación de la acción departamental a la
Gobernación. Debe tomarse en cuenta la sujeción de los planes
municipales a los planes nacionales de conformidad al art. 177
de la CN, y la necesidad de su armonización con el Plan de
Desarrollo Departamental, art. 163 de la CN.
• En lo que respecta a la administración de locales escolares para
impartir educación formal, existen dos posibilidades: (i) que las
municipalidades habiliten nuevos locales escolares municipales,
en cuyo caso no necesitan suscribir un convenio de delegación,
pero sí la habilitación correspondiente del Ministerio, debiendo
afrontar la municipalidad los gastos del funcionamiento con sus
recursos; (ii) que se hagan cargo de escuelas nacionales, en
cuyo caso, necesitan suscribir convenios de delegación con el
MEC, y recibir las correspondientes transferencias
presupuestaras del Gobierno Central.
• El convenio de colaboración será tramitado y deberá regular
además de lo dispuesto por el art. 16, los restantes términos
comentados en referencia a los convenios de delegación en
materia de salud.
14
1.3. Medio ambiente.
La participación de las municipalidades en materia de ambiente
está consagrada en la propia CN “con arreglo a la ley” (art.168.1). En
la nueva LOM, art. 12.4, se detallan las competencias en la materia,
en los siguientes términos:
a) la preservación, conservación, recomposición y mejoramiento
de los recursos naturales significativos.
b) la regulación y fiscalización de estándares y patrones que
garanticen la calidad ambiental del municipio.
c) la fiscalización del cumplimiento de las normas ambientales
nacionales, previo convenio con las autoridades nacionales
competentes.
d) el establecimiento de un régimen local de servidumbre y de
delimitación de las riberas de los ríos, lagos y arroyos.
Prácticamente, todas estas competencias son compartidas con
el Gobierno Nacional, específicamente con la Secretaría del Ambiente
(desde ahora SEAM), conforme a la legislación nacional aplicable.
Ello implica, cuanto menos, la necesidad de coordinar las acciones a
encarar.
En el caso de la fiscalización del cumplimiento de las normas
nacionales, más que la coordinación, se requiere indefectiblemente la
firma de un convenio con la SEAM. Para este caso, se prevé además
la posibilidad de cobrar una tasa ambiental a los destinatarios del
servicio de fiscalización sobre la base de la Ordenanza que se dicte.
En cuanto a la competencia de delimitación de las riberas de
ríos, lagos y arroyos, es necesariamente compartida, no solo con la
SEAM en su carácter de autoridad de aplicación de la Ley N°
3.239/07 de Recursos Hídricos, sino también con otros municipios,
pues los ríos y grandes lagos casi siempre afectan al territorio de
más de un municipio y, además, en el caso de los ríos internacionales
hay normas expresas de navegación que son administradas por la
Prefectura General Naval.
Conclusiones
• Las funciones de fiscalización de las normas nacionales se
ejercerán previo convenio de la delegación (arts. 161 y 12 de
la LOM). por lo que no se pueden imponer a las municipalidades
sin financiación suficiente.
• De conformidad con el art. 13 de la ley, el ejercicio de las
competencias en materia de ambiente debe ejercerse con
arreglo a las diversas leyes ambientales, y tomando en cuenta
las competencias de la SEAM como autoridad de aplicación de
varias de esas leyes. Por ello, se requiere necesariamente de
15
una coordinación con dicha autoridad ambiental, más aún por
las características de un ambiente cada vez más integrado por
cuencas, parques nacionales, zonas de bosques protegidos,
humedales, etc., que afectan a más de un municipio. Además,
debe tomarse en cuenta la sujeción de los planes municipales
en esta materia a los planes nacionales de conformidad al art.
177 de la CN y la necesidad de armonizarlos con el Plan de
Desarrollo Departamental de acuerdo al art. 163 de la CN.
16
Por otro lado está previsto en la LOM en su art. 166, la
creación de un Fondo Especial para la Pavimentación, Desagüe
Pluvial y Alcantarillado Sanitario, mediante la contribución especial
de todos los propietarios de inmuebles, en el equivalente a un 10 por
100 adicional al moto del Impuesto Inmobiliario, y la contribución
especial de los propietarios de rodados en el equivalente al 10 por
100 adicional a la patente de rodados. También se financiará con
otros recursos locales, como los fondos propios de las municipales,
royalties y compensaciones provenientes de las binacionales Itaipú y
Yacyretá y empréstitos.
Es decir, que la nueva ley, consciente del déficit estructural de
las ciudades en estas materias, reconoció la competencia de los
Intendentes, para resolver estos problemas reclamados diariamente
por los ciudadanos, y estableció los mecanismos legales, para
constituir un fondo que permita financiar estas obras. Es necesario
reglamentar las disposiciones para evitar errores en la interpretación,
que lleven a abusos y al desvío de los recursos, que están
expresamente establecidos para inversión en dichas obras, y no para
trabajos comunes, y mucho menos para el pago de gastos corrientes.
Si las contribuciones especiales, y el Fondo Especial antedicho
están destinados a la de las obras de inversión. La LOM en su art.
158.l), dispone el pago de tasa por la prestación de los servicios de
aprovisionamiento de agua, alcantarillado sanitario y desagüe pluvial,
siempre que no se hallen a cargo de otros organismos. Tasas, cuyo
monto no puede sobrepasar el coste de los servicios efectivamente
prestados (art. 162 de la LOM).4
Conclusiones
• En el caso del desagüe pluvial es un servicio de titularidad de
las municipalidades. Por tanto, puede prestarse sin necesidad
de un convenio de delegación con el Gobierno Nacional.
• Se recomienda elaborar una Ordenanza tipo,5 que desarrolle la
regulación sobre el funcionamiento y financiación del Fondo
Especial, y la exigencia de contribuciones especiales y el monto
de las tasas de conservación de los servicios.6
4
De conformidad con el R. Decreto Legislativo 2/2004 reguladora de las Haciendas
Locales (españolas), en su art. 24.2 para la determinación del importe de las tasa
se tomarán en consideración los costes directos e indirectos, inclusivo los de
carácter financiero… y, en su caso, los necesarios para garantizar el mantenimiento
y un desarrollo razonable del servicio o actividad.
5
Ordenanza que serviría de modelo para aquellas municipalidades que quisieran
adoptarlas con los ajustes que estimen.
6
El antedicho R. D. Legislativo 2/2004 en su art. 16 establece que las ordenanzas
fiscales contendrán: a) La determinación del hecho imponible, sujeto pasivo,
responsables, exenciones, reducciones y bonificaciones, base imponible y
liquidable, tipo de gravamen o cuota tributaria, período impositivo y devengo.
b) Los regímenes de declaración y de ingreso.
17
• En caso de alcantarillado sanitario y agua potable, para que las
municipalidades presten el servicio, se recomienda la firma de
un convenio con el Estado a través del órgano que ejerce la
representación del titular del servicio, el MOPC, de conformidad
a Ley Nº 1614 de Agua Potable y Alcantarillado De este modo, las
municipalidades quedarán habilitadas a cobrar una tarifa a los usuarios
por la prestación de dichos servicios. El régimen de tarifas estará sujeto
a las disposiciones establecidas por el ERSSAN en su carácter de ente
regulador
• Al momento de definir las responsabilidades de la municipalidad
en la prestación del servicio de agua potable y alcantarillado
sanitario, se debe tener en cuenta cual es el rol que pretende
asumir en dichos servicios. Si el gobierno local pretende ser
solo prestador, deberá solicitar un permiso al Estado, pero si
pretende ejercer la titularidad en nombre y representación del
Estado, debe firmar un convenio mediante el cual éste delegue
dicha competencia.
• En todos los casos, las municipalidades deben coordinar sus
planes y proyectos de prestación del servicio de agua potable y
alcantarillado sanitario con el MOPC, como organismo
encargado de ejercer las funciones del titular, y con el ERSSAN
como ente regulador. Esta labor es fundamental, para no
superponer sus actuaciones con las que están desarrollando los
actuales prestadores del servicio, Empresa de Servicios
Sanitarios del Paraguay S.A. (en adelante ESSAP), Juntas de
Saneamiento, empresas privadas de aguatería). Además, deben
articular sus planes y acciones con los Gobiernos
Departamentales, a quienes corresponde participar en la
organización de los servicios departamentales, entre ellos, el
servicio de agua potable, de acuerdo al art. 163 de la CN.
• Si las municipalidades pretenden contratar a empresas privadas
para la prestación de servicios de agua potable y alcantarillado
sanitario, deben recibir previamente la delegación del ejercicio
de la competencia por parte del titular. Para ello, es preciso
suscribir los convenios pertinentes con el MOPC en el marco de
las reglas técnicas del ente regulador. Lo mismo cabe decir si
la municipalidad pretende otorgar permisos a las Juntas de
Saneamiento.
1.5. Mantenimiento de caminos rurales.
El art. 12.2.l) recoge dentro de las funciones municipales en
materia de infraestructuras públicas y servicios, “la construcción,
equipamiento y mantenimiento de los caminos vecinales rurales y
otras vías de comunicación que no estén a cargo de otros organismos
públicos”.
18
La competencia para el mantenimiento de caminos rurales la
tiene el MOPC. Por lo tanto, para que las municipalidades ejerzan
dicha competencia es preciso que reciban previamente la delegación
del ejercicio de la competencia de aquel, mediante la firma del
convenio pertinente.
Una novedad destacable es la establecida en el art. 169, el cual
dispone que la conservación de las vías de tránsito no-pavimentadas
“será efectuada por la Municipalidad y el costo de ella será cubierto
con la contribución especial establecida por Ordenanza…”, lo que
permite a las municipalidades cobrar una contribución por el
mantenimiento de vías pavimentadas y no pavimentadas, ampliando
lo establecido en la anterior Ley Orgánica Municipal, que solo
posibilitaba el cobro de contribuciones por mantenimiento de vías
pavimentadas. Las municipalidades solo podrán cobrar esta
contribución en el caso que ejerzan efectivamente las competencias
en la materia, en virtud de los correspondientes convenios con el
MOPC.
Conclusiones
• La competencia para el mantenimiento de caminos rurales la
tiene el MOPC. Por lo tanto, para que las municipalidades
ejerzan dicha competencia es preciso que reciban previamente
la delegación del ejercicio de la competencia de aquel,
mediante la firma del convenio pertinente.
• La conservación de los caminos rurales puede financiarse por
contribuciones especiales, siempre que se haya firmado tal
convenio de delegación.
• Es recomendable además revisar las experiencias anteriores del
MOPC con las municipalidades en esta materia, evaluando si es
necesario incorporar ajustes a los convenios ya
implementados.
• Por otra parte, es preciso dar intervención al Gobierno
Departamental, para la coordinación de los planes y acciones en
esta materia, de conformidad a lo dispuesto en el art. 163 de la
CN.
19
c) La participación en la formulación de la política y estrategia
nacional, regional y local de desarrollo económico, social,
ambiental;
d) El desarrollo de planes y programas de empleo en coordinación
con las autoridades nacionales competentes, a fin de encausar
la oferta y demanda de mano de obra y fomentar el empleo.
Del articulado precedentemente mencionado se advierte por un
lado, la función de planificación del desarrollo otorgada a las
municipalidades, y por el otro, una función de asistencia técnica y de
promoción de emprendimientos y empresas.
La LOM, en su art. 224, marca dos líneas obligatorias de
planificación de la actividad municipal de gran interés. El sistema de
planificación del municipio constará como mínimo de dos
instrumentos: a) Plan de Desarrollo Sustentable del municipio y, b)
el Plan de Ordenamiento Urbano y Territorial (en adelante POUT)
Según el art. 225 de la Ley, el Plan de Desarrollo Sustentable
(desde ahora PDS) es un instrumento técnico y de gestión municipal
en la que se define los objetivos, líneas estratégicas, programas y
proyectos en los ámbitos social, económico, ambiental, institucional y
de infraestructura orientado a lograr la equidad social, el crecimiento
y la sustentabilidad ecológica en el municipio.
Este Plan, que tiene por finalidad el desarrollo urbano y rural
sustentable, constará de: un plan social, un plan económico y un plan
ambiental, y los planes operativos y de inversión de la municipalidad
deberán responder (es decir ajustarse) al mismo
Otro aspecto importante es que la Administración Central, las
entidades descentralizadas y las gobernaciones, coordinarán con las
municipalidades sus planes y estrategias, para armonizarlas con sus
Planes de Desarrollo municipales. Y no hay que olvidar que el Plan
Nacional de Desarrollo es obligatorio para todo el sector público.
Además de las funciones de planificación y de promoción, la ley
otorga a las municipalidades la función de “ejecutar proyectos”
municipales de desarrollo, lo cual abriría la posibilidad de participar
activamente en determinados programas de desarrollo productivo,
yendo más allá de la función de fomento.
Estas funciones ofrecen notables posibilidades de futuro para
que las municipalidades lleguen a desempeñar un papel importante
en el desarrollo económico y la creación de empleo. Este criterio
parte de una visión más moderna de los gobiernos locales, que
fueron visto tradicionalmente solo como prestadores de servicios
públicos, olvidando que además deben ser gestores del desarrollo de
sus comunidades.
20
Conclusiones
• La LOM permite y obliga la elaboración y la ejecución de
programas de desarrollo por parte de las municipalidades.
• Los planes están subordinados a los Planes Nacionales y
Departamentales de Desarrollo y exigen labores de
coordinación.
• Es necesario profundizar el análisis sobre el alcance de los
conceptos de promoción y fomento del desarrollo, así como el
de ejecución de proyectos, aclarando en qué medida las
municipalidades pueden participar en la actividad económica en
competencia con el sector privado.
• Es recomendable estudiar la posibilidad de elaborar
instrumentos que regulen las distintas formas de gestión de
los proyectos municipales, (cooperativas, fundaciones,
sociedades, etc.), pues existen pocos antecedentes de estas
formas jurídicas desde la óptica municipal que instrumenten la
colaboración público-privada.
• Convendría estudiar la posibilidad de dictar Ordenanzas que
fomenten la iniciativa privada para dar apoyo a los
emprendedores y a las políticas sociales de empleo. Estas
Ordenanzas permitirían, que el sector privado presente
proyectos a su costa y luego en el proceso publico de
participación, se les reconocerían una puntuación a su favor
por la presentación de la iniciativa.
• Es necesario trabajar seriamente, con un fuerte apoyo técnico
desde el sector público y privado, en la capacitación de los
actores municipales y en la preparación de los diferentes planes
locales exigidos por la ley, no solo para el cumplimiento de la
misma, sino sobre todo, para incorporar la cultura de la
planificación y del desarrollo integral de las ciudades y
territorios del Paraguay.
• Es recomendable potenciar la articulación de las
municipalidades y los Planes de Desarrollo municipal con el
Gobierno Departamental en el proceso de elaboración e
implementación del Plan de Desarrollo Departamental.
21
d) Normativa sobre construcciones e instalaciones;
e) El régimen de los conjuntos habitacionales y propiedad
horizontal;
f) La expropiación para la ejecución de los planes de desarrollo
urbano.
Esta relación no es exhaustiva, pues en esta misma materia, la
citada disposición se refiere también a las competencias en materia
de reglamentación de uso y ocupación del suelo, y publicidad en la
vía pública, entre otras cuestiones. No obstante, al igual que el
régimen de loteamiento inmobiliario, y el de las construcciones
públicas y privadas, son competencias que cabe considerar
implícitamente contenidas en el epígrafe a), es decir en el POUT,
como es habitual en estos planes, y como de hecho la propia LOM
contempla para los mismos, tal como se describe a continuación.
1.7.1 El Plan de Ordenamiento Urbano y Territorial
De acuerdo al art. 226 de la ley, el POUT es un instrumento
técnico y de gestión municipal, donde se definen los objetivos y
estrategias territoriales en concordancia con el Plan de Desarrollo
Sustentable. Y tiene por finalidad orientar el uso y ocupación del
territorio en el área urbana y rural del municipio para conciliarlos con
su soporte natural.
Tal como se señaló en el apartado dedicado a “Desarrollo
Productivo”, y en particular a los Planes de Desarrollo Sustentable, el
art. 224 de la LOM obliga a las municipalidades a establecer un
sistema de planificación, que contará como mínimo de dos
instrumentos el PDS y el POUT, planes que deben estar coordinados
entre si
El POUT, contendrá como mínimo:
i. La delimitación de las áreas urbana y rural;
ii. la zonificación del territorio por usos a los que se puede
destinar, según criterios de compatibilidad, optimización de
interacciones y condicionamientos ecológicos del medio natural;
iii. el régimen de fraccionamiento y de loteamiento inmobiliario
para cada zona;
iv. el régimen de construcciones;
v. el sistema vial; y,
vi. el sistema de infraestructura y servicios básicos.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que la aprobación del
POUT se encuentra sujeta a la Evaluación de Impacto Ambiental
22
(desde ahora EVIA)7 prevista en la Ley Nº 294/93 de Evaluación de
Impacto Ambiental, art. 7, inciso a)8 en los supuestos previsto por
su Decreto Reglamentario 14.281/1996 en su art. 5.19.
Es preciso aclarar que el EVIA es un “conjunto de
procedimientos”, tal como dice la definición de la ley y, el Estudio de
Impacto Ambiental (EIA), es solo uno de los instrumentos del proceso
del EVIA.
En lo que se refiere a la tramitación para la aprobación de los
POUTs, es necesario hacer unas consideraciones previas, que aclaren
suficientemente si se requiere o no la aprobación del mismo por el
Servicio Nacional de Catastro (desde ahora SNC), como institución
encargada de establecer las normas técnicas para los trabajos
catastrales.
Por una parte, el POUT no es un “trabajo catastral”; por otra, la
delimitación de áreas urbanas no requiere exactamente la aprobación
del SNC. En realidad, lo que dice la ley es que a) el SNC deberá dictar
normas técnicas para las delimitaciones de áreas urbanas (DAU); y b)
la Intendencia está obligada a remitir el proyecto de Ordenanza de
DAU al SNC, para que éste simplemente verifique el cumplimiento de
dichas normas. En consecuencia, para poder aplicar la analogía, sería
7
Evaluación de impacto ambiental (EVIA): Es un instrumento de política
ambiental, formado por un conjunto de procedimientos capaces de asegurar, desde
el inicio del proceso, un examen sistemático de los impactos ambientales de una
acción propuesta (proyecto, programa, plan o política) y de sus alternativas.
Estudio de Impacto Ambiental (EIA): Es uno de los instrumentos del proceso de
evaluación de impacto ambiental, consistente en un documento técnico-científico de
análisis de los métodos, procesos, obras y actividades capaces de causar
significativa degradación ambiental, puesto a consideración de la autoridad
competente con el propósito de decidir sobre la Declaración de Impacto Ambiental
8
Ley Nº 294/93 en su Artículo 7° - Se requerirá EVALUACION DE IMPACTO
AMBIENTAL para los siguientes proyectos de obras o actividades públicas o
privadas. a) Los asentamientos humanos, las colonizaciones y las urbanizaciones,
sus planes directores y reguladores.
9
Decreto Reglamentario Nº 14.281/1996. Artículo 5°.- Son actividades sujetas a la
EVIA y consecuente presentación del Estudio de Impacto Ambiental (desde ahora
EIA) y su respectivo relatorio de Impacto Ambiental (desde ahora RIMA), como
requisito indispensable para su ejecución, las siguientes: 1) Los asentamientos
humanos, las colonizaciones y las urbanizaciones, sus planes directores y
reguladores. Estarán sujetos al EVIA los desarrollos urbanísticos, con una
población propuesta superior a 2.500 habitantes o con una extensión de más de
20 hás., o menores a éstos cuando estén situados en áreas de interés ambiental.
- Desarrollos turísticos que ocupen áreas superiores a las diez (10) hectáreas o
menores, si contempla construcciones superiores a 5.000 m2.
- Asentamientos humanos organizados en colonias, conforme a la intensidad del
uso de la tierra que se proyecta desarrollar.
- A los proyectos menores que los citados arriba podrá exigírseles un EIA o la
aplicación de medidas mitigadoras y compensatorias a criterio de la Dirección de
Ordenación Ambiental.
23
necesario en primer lugar, que hubiera también unas normas técnicas
del SNC para la elaboración de los POUTs, cuestión de viabilidad y
legalidad muy discutible, que atenta tanto contra la autonomía
municipal, ya que las competencias urbanísticas, a diferencia de
otros países que son compartidas, son exclusivas de las
municipalidades en Paraguay.
No obstante, es cierto que existe una ambigüedad o equívoco
en la ley en esta materia, cuya fuente principal es el hecho de que
la DAU aparece regulada bajo dos mecanismos: por una parte, en el
marco del POUT aparece la “delimitación de las áreas urbana y rural”,
como primer componente (art. 226.a); y por otra parte, aparece de
forma autónoma, en capítulo aparte (Cap. II, arts. 232 y 233), la
“delimitación de las áreas urbanas” (DAU). Obviamente, ambos
procesos corresponden técnicamente a un mismo contenido, lo que
sin embargo no implica que los dos procesos tengan una misma
tramitación ni finalidad. Una interpretación posible y razonable, de
este posible equívoco sería:
• Por una parte, está claro que la DAU no requiere previa
elaboración de un POUT, pues aunque en teoría sería bastante
lógico que este precediera a aquella, esto no siempre será
técnicamente posible para muchas municipalidades. Por ello, se
entiende que la ley prevea un procedimiento específico para ese
objetivo (desvinculado del POUT), objetivo que, hay que insistir,
más que un fin de planificación y ordenamiento en sí mismo, lo
que persigue es sobre todo la regularización de la gestión del
Impuesto Inmobiliario, legitimando el cobro de valores urbanos en
las propiedades incluidas en la delimitación.
• En el caso de elaboración de un POUT, en el momento de su
aprobación la municipalidad debería segregar, como subproducto
del mismo a efectos catastrales y fiscales, una Ordenanza de DAU,
la cual está sujeta al procedimiento de tramitación de los artículos
232 y 233, en relación a las normas del SNC, no así el resto del
documento del POUT, que evidentemente, contiene un amplio
conjunto de determinaciones adicionales, sobre las cuales poco
puede ni debe decir el SNC.
En cualquier caso, la tramitación aplicable a los POUTs,
necesitaría, para evitar confusiones de una ulterior clarificación
normativa.
Cabe apuntar, que la planificación del ordenamiento territorial
de las áreas rurales, debe tomar en cuenta las competencias de los
organismos y entidades responsables de la aplicación de la legislación
agraria y rural. En particular, la Ley N° 1.863/01, que establece el
Estatuto Agrario otorgando competencias al Instituto Nacional de
Desarrollo Rural y de la Tierra (INDERT), para la creación de
asentamientos rurales o colonias. De acuerdo con dicha ley, la
24
autoridad de aplicación debe concebir la creación de nuevos
asentamientos, en el marco de un plan general que responda a una
estrategia de desarrollo regional (art. 22).
La zonificación de los asentamientos coloniales en zonas
urbanas, suburbanas y coloniales es regulada en el Estatuto Agrario
(art. 27). Por tanto, la regulación del POUT de cada municipalidad,
debe atender a estas disposiciones para lo cual es preciso impulsar
un mecanismo de coordinación.
Dentro de esta visión integral, debemos señalar el papel
asignado a las Gobernaciones por la Ley 426/94, que es básicamente
coordinar10 los diferentes planes nacionales, regionales y
municipales dentro de un PDS del Departamento.
En Paraguay, los POUTs son atribución exclusiva de las
municipalidades, sin embargo estos no pueden, ni deben funcionar
como islas desvinculadas de su entorno y su región. Por ello, las
normas legales de la nueva LOM, deben interpretarse en
concordancia con las facultades de coordinación de las gobernaciones
establecidas en la Ley Nº 426/1994.
Es necesario entender, que dentro de la autonomía de los
diferentes niveles de gobierno (Nacional, Departamental y Municipal),
debe haber un mínimo de coordinación en la preparación y ejecución
de los planes de desarrollo. Los términos “coordinación”,
“congruencia”, “cooperación” y otros, siempre implican un acuerdo de
voluntades de ambas partes. No existe posibilidad de imposición, sino
necesidad absoluta de búsqueda de consensos en pro del bien
común, para lo que resulta recomendable el estudio de mecanismos
para la resolución de conflictos, en caso de intereses contrapuestos
que la ley actual no contempla.
Es recomendable, que las instituciones que trabajan para
fortalecer los gobiernos locales, así como las asociaciones nacionales
de municipalidades (principalmente OPACI y AJUMPA), dediquen sus
10
Ley Nº 426/94 Orgánica Departamental. Artículo 16.- El Gobierno Departamental
tiene como objeto:
a) Elaborar, aprobar y ejecutar políticas, planes, programas y proyectos para el
desarrollo político, económico, social, turístico y cultural del Departamento, cuyos
lineamientos fundamentales deberán coordinarse con los del Gobierno Nacional y
en particular con el Plan Nacional de Desarrollo. Para el efecto, la Secretaría
Técnica de Planificación, o la entidad que la sustituya, asistirá técnicamente a cada
Gobierno Departamental en la elaboración de los mismos, para asegurar la
congruencia entre políticas y planes nacionales, departamentales y municipales;
b) Coordinar planes, programas y proyectos con las Municipalidades del
Departamento y cooperar con ellas cuando éstas la soliciten;
h) Organizar con los recursos previstos en el Presupuesto del Departamento los
servicios departamentales comunes, tales como obras públicas, provisión de
energía eléctrica, agua potable, transporte y los demás que afecten conjuntamente
a más de un Municipio y dentro del mismo Departamento, en coordinación con los
Municipios y con sujeción a las disposiciones legales que rigen la materia.
25
mejores esfuerzos a una formidable tarea de concienciación y apoyo
técnico a las municipalidades, a los efectos de facilitar el
cumplimiento de la ley en lo referente al desarrollo de estos planes,
en coordinación con las Gobernaciones y las demás instituciones
vinculadas a la gestión del territorio y los recursos naturales como el
SNC, la SEAM, el INDERT y otras.
26
proyecto no se ajuste a sus normas técnicas, podrá emitir
observaciones y formular el requerimiento pertinente a la
Intendencia.
De entre los criterios señalados por la ley para la delimitación,
cabe destacar el relativo a que deberá tener en cuenta la “expansión
urbana proyectada”. Cabría interpretar este criterio, en el sentido de
que para incluir terrenos como áreas urbanas, además de cumplir los
otros criterios citados, la municipalidad deberá disponer de un
instrumento de planificación que respalde formalmente esa previsión
de expansión urbana. Dicho instrumento tendría que ser, de acuerdo
a la propia ley, el POUT.
Estas áreas pueden ser establecidas en zonas del municipio,
distintas a los lugares donde se localizan los núcleos de población
existentes, siempre que cumplan las mencionadas normas del SNC.
En cuanto al procedimiento de aprobación de delimitación,
conforme al art. 233 se aprobará la Ordenanza en base al informe
favorable del SNC mencionado precedentemente.
Conforme al art. 234, cuando la ampliación de las áreas
urbanas afecte a tierras fiscales, ellas serán transferidas a título
gratuito a las municipalidades, transferencia que será formalizada
dentro del plazo de 180 días, a contar desde del de entrada en
vigencia de la Ordenanza respectiva, por la Escribanía Mayor del
Gobierno.
El problema se puede producir si el Estado no tiene
registrados los terrenos fiscales, porque si es así, estaría obligado a
incorporarlas en el inventario municipal, pero para ello debe hacer
una mensura judicial (conforme al Código Civil), como dispone el art.
137 de la LOM. Estas mensuras judiciales, en algunos casos, supera
el valor del bien a inventariar, por ello en algunas legislaciones de
países vecinos se están desarrollando mecanismos de mensuras
voluntarias administrativas, que permitan formalizar la tenencia de
la tierra sin necesidad de burocráticos y onerosos procesos judiciales.
La Intendencia debe remitir al SNC una copia de la Ordenanza,
a fin de que registre los nuevos límites fijados en el Catastro Nacional
y por tanto, todas las fincas situadas dentro de la delimitación de las
áreas urbanas, pasarán a tener la condición de fincas urbanas a
efectos del Impuesto sobre Inmuebles.
Cabe señalar, que no todas las tierras del Estado deben ser
transferidas a la municipalidad, pues la norma se refiere
concretamente, a aquellas que sean fiscales, o carezcan de dueño,
por tanto no se aplica a los casos en que tengan titulo a nombre de
alguna de las instituciones del Estado y estén cumpliendo un fin
especifico (INDI, MEC, MSPBS, por ej.).
27
1.7.3.De los loteamientos
La regulación de esta materia, es de las más extensas que
recoge la LOM e introduce importantes novedades respecto a su
antecedente legislativo que es la Ley N° 1.909/02 de Loteamientos,
derogada expresamente por la LOM.
La primera cuestión es que la ley utiliza con un criterio
excesivamente amplio la palabra “loteamiento”11, considerando como
tal toda división de inmuebles, sin hacer distinciones, mientras que la
anterior normativa, solo se refería a aquellas destinadas a la venta en
áreas urbanas o a urbanizar.
Con dicho criterio, el art. 240 dispone que el alcance normativo
de esta ley se aplique a todos los loteamientos realizados por
personas físicas o jurídicas, públicas o privadas, y que sus
disposiciones se aplicarán a aquellos inmuebles provenientes de
sucesión o partición de condominio, sea cual fuere el motivo, el
origen o la finalidad de la división.
Es decir que la LOM es aplicable a cualquier división de
inmuebles (suelo, edificaciones, etc.), ya sea de naturaleza urbana o
rústica, y sea cual sea la persona o entidad que la promueva, y la
finalidad que se persiga con tal división.
Pero la pregunta que cabe hacerse es, si los requisitos deben
ser iguales para cualquier clase de loteamiento12. La respuesta debe
ser negativa, porque la generalización lleva a cometer errores serios,
que en cuestiones relativas a la tierra, son muy complejos de
resolver.
Creemos que no es lo mismo hablar de parcela, fraccionamiento
13
, lote 14 o urbanización15, por lo que es recomendable unificar los
conceptos para evitar confusiones en toda la ley.
11
La idea fuerza es la de “urbanización”, entendida como acción de transformar un
loteo (loteamiento) en un área destina a la ubicación de viviendas provistas de
infraestructura urbana básica (vías de comunicación, plazas, áreas verdes y
recreativas, sistemas de desagües).
12
La definición propuesta en la LOM está fundada en el significado semántico de los
términos utilizados, independientemente de que la palabra: “loteamiento” no
exista en el Diccionario de la Lengua Española. La palabra correcta hubiera sido:
“loteo”. Sin embargo, creemos que la palabra: “loteamiento” está suficientemente
acreditada en la terminología nacional, por lo que debe ser conservada. Pero, a
partir de ahí, consideramos que si se analizan los conceptos de “fraccionamiento”,
“parcelas”, “lotes” y “urbanización”, se podrá advertir que el concepto de
“loteamiento” es el que se describe en la definición propuesta.
13
Fraccionamiento.1. m. Acción y efecto de fraccionar. 2. m. Méx. urbanización
núcleo residencial urbanizado).
14
lote. (Del fr. lot).. Cada una de las parcelas en que se divide un terreno
destinado a la edificación.
15
Urbanización.1. f. Acción y efecto de urbanizar.2. f. Núcleo residencial
urbanizado. Urbanizar. 1. tr. Acondicionar una porción de terreno y prepararlo
28
Sin embargo, es importante mencionar que, a la fecha de
presentación de este informe, ya está aprobada en ambas Cámaras
del Congreso Nacional la modificación del art. 239 de la LOM
definiendo que: “Se entenderá por “Loteamiento” toda división o
parcelamiento de inmueble en dos o mas fracciones destinadas a la
venta en zona urbana, suburbana o rural, con fines de urbanización”,
con lo cual se aclaran las dudas manifestadas mas arriba.
En el mismo sentido, también fue modificado el art. 240 de la
LOM que manifiesta: “las disposiciones de la presente ley se aplicaran
a los loteamientos realizados tanto por personas físicas como
jurídicas: publicas o privadas, sin excepción alguna”.
Conviene mencionar, además, que si bien el título del extenso
capítulo IV la Ley es “De los loteamientos”, la finalidad y contenido de
su articulado se refiere principalmente al proceso de creación de
nuevas urbanizaciones, tal como lo confirmó la modificación
mencionada. En dicho proceso, el loteamiento o subdivisión del
terreno, es solo uno de los instrumentos o pasos a dar para la
transformación del uso y ocupación de los terrenos, desde un
escenario rural o natural inicial a un escenario urbano final.
Es por eso, que por ejemplo, el art. 241, entre la
documentación exigible al informe pericial que debe acompañar a la
solicitud de loteamiento, señala la indicación, en su caso (se entiende
que el caso es el de loteamientos destinados a nuevas
urbanizaciones, o desarrollos urbanísticos), de las fracciones (o lotes)
destinados a plazas, viales, y edificios públicos.
En ese mismo sentido, se entiende que la intención del
legislador apunta a la regulación del proceso de urbanización, a la
vista del art. 242 a), relativo a la exigencia de EVIA (en los supuestos
previstos por la Ley 294/93); y del art. 243, que significativamente
se denomina “Requisitos urbanísticos”, y en él que se mencionan los
conceptos de “desarrollo urbano” y de POUT.
El art. 241 pormenoriza de una forma muy detallada, los
requisitos que ha de presentar un proyecto de loteamiento. Y en él
podemos distinguir los requisitos que se tienen que dar en todos los
casos:
a) Copia autenticada del título de propiedad.
b) Certificado de Condiciones de Dominio.
c) El comprobante del pago del Impuesto Inmobiliario.
d) El informe descriptivo o pericial.
El problema interpretativo en esta materia proviene del art. 247
de la LOM, en el que al regular la contribución inmobiliaria
29
obligatoria, no distingue según cual sea la finalidad del loteamiento.
No obstante una interpretación razonable de la normativa y coherente
con su finalidad y con otras disposiciones, conduce a afirmar que la
obligación de transferir las calles, plazas y otros espacios públicos, así
como la del cumplimiento de otros requisitos urbanísticos, solo
resulta aplicable a inmuebles destinados a fines urbanísticos (en
zonas urbanas o a urbanizar).
En efecto, resultaría absurdo y contrario a la finalidad de la
normativa, interpretar la aplicabilidad de normativas típicamente
urbanísticas, como las delimitaciones de las calles, plazas y edificios
públicos, a los meros fraccionamientos o particiones de inmuebles en
zonas rurales con fines particulares, (distribución de herencia, venta
de parciales de la propiedad, desarrollo de diferentes
emprendimientos comerciales o industriales en una misma propiedad,
etc.).
En ese sentido, tal como mencionamos, al momento de la
preparación del presente informe ha sido aprobada por ambas
Cámaras del Congreso Nacional (falta la promulgación del Poder
Ejecutivo), un modificación del mencionado art. 247, que confirma
nuestra interpretación, quedando establecido que: “se entenderá por
“contribución obligatoria”, la superficie de terreno que el propietario
de un inmueble deberá transferir gratuitamente a favor de la
municipalidad, en concepto de vías de circulación, plazas o edificios
públicos.
En los inmuebles que alcancen o superen las dos hectáreas de
superficie, la contribución será equivalente al 5% (cinco por ciento)
de la superficie, que será destinada a vías de circulación, plazas y/o
edificios públicos, en la ubicación que la municipalidad decida según
los planes y necesidades urbanísticas.
Si el inmueble fuere igual o superior a tres hectáreas, la
contribución será del 7% (siete por ciento).
La contribución que establece este artículo, será obligatoria
únicamente en los loteamientos o fraccionamientos destinados a la
venta en zona urbana, suburbana o rural, con fines de urbanización,
conforme al art. 239.
Cabe señalar aquí que los loteamientos de asentamientos o
colonias, deben respetar las disposiciones de la legislación agraria y
las competencias de su órgano de aplicación (INDERT). Por ejemplo,
el Estatuto Agrario contempla disposiciones especiales y distintas,
sobre tamaño de los lotes, uso del suelo en los asentamientos,
mensuras, loteamientos, entre otros aspectos que no se regirán por
la LOM sino por la legislación sectorial aplicable.
Resulta muy recomendable, que cuando se vaya a producir
alguna modificación legislativa de la LOM, se tuviese en cuenta esta
distinción. Y mientras esta modificación legislativa se produce, se
30
recomienda que la regulación de los loteamientos que establezca el
POUT en cada municipalidad contemple diferencias de regulación
entre los loteamientos con fines urbanísticos y los de carácter rural.
También en relación a los loteamientos, corresponde subrayar
que el art. 227 dispone que “se considerará superficie mínima de lote
urbano 360 (trescientos sesenta) metros cuadrados”, si bien cada
municipalidad podrá establecer dimensiones mínimas superiores.
Aunque también contempla, la posibilidad, de que en casos
excepcionales para implementar soluciones habitacionales de carácter
social, se pueda reducir esta superficie mínima.
La LOM también dispone en su art. 229 las dimensiones
mínimas de calles y avenidas. Y contempla que los loteamientos que
linden con rutas nacionales o internacionales deberán prever una
calle interna, paralela a dichas rutas.
Otro apartado que llama la atención, y que afectaría a los
barrios privados y conjuntos habitacionales, es el art. 165
“Transferencia de Obras Particulares”, que dispone que “Las calles,
caminos y puentes abiertos y construidos en los dominios
particulares, por sus respectivos dueños, con el objeto de valorizarlos
y venderlos, se transferirán gratuitamente a la municipalidad y se
inscribirán inmediatamente en el Registro Público. Las obras
mencionadas se harán previo permiso municipal y de acuerdo con las
ordenanzas.”
Este artículo, que está fuera de la regulación del loteamiento,
supone que la apertura de cualquier calle, caminos y puentes, estén o
no dentro de un proceso de loteamiento, cuando el destino de estas
obras sea el de valorizar los inmuebles beneficiados para venderlos,
se han de transferir gratuitamente a la municipalidad.
Sin embargo, en otros artículos, la ley admite la posibilidad de
establecer conjuntos habitacionales con “redes viales internas” y
“áreas libres para uso recreativo” (arts. 261 y 262).
En el mismo sentido, se debe tener en cuenta lo dispuesto en
el art. 62 de la Ley Nº 1.248/31 del Código Rural, que continúa
vigente, donde establece que: “Los caminos nacionales,
departamentales y vecinales, cuya apertura se autorice y que crucen
propiedades particulares, se harán previa indemnización; quedando
declaradas de utilidad pública las fracciones de terreno utilizadas al
efecto”.
Así como el art. 65 del mismo cuerpo legal que establece: “No
se tramitarán solicitudes sobre apertura, desviación o clausura de
caminos, si no son acompañados de un plano que especifiquen los
caminos existentes, las modificaciones proyectadas y una relación de
los propietarios cuyos terrenos quedaran afectados”.
Deberán estos propietarios ser notificados y oídos, fijándoles el
plazo de tres meses para presentar sus observaciones”.
31
Además, de las mencionadas disposiciones, no debemos olvidar
lo establecido en el art.1.907 del Código Civil que dice: “Los puentes,
caminos y cualesquiera otras construcciones hechas a expensas de
los particulares en terrenos que les pertenezcan, son del dominio
privado de los particulares, aunque los dueños permitan su uso o
goce a todos”.
Existe, por ende, una aparente contradicción normativa que
debe ser superada realizando una interpretación razonable de la ley,
pues si se interpreta de manera inadecuada, se puede llegar al
absurdo de afirmar que todo camino interno de una propiedad (en un
conjunto habitacional o en una propiedad rural) debe ser transferido
gratuitamente a la municipalidad, lo cual sería confiscatorio y
contrario a la garantía de la propiedad privada establecida en la CN.
En ese contexto, la interpretación que se ajusta a la
razonabilidad y al texto constitucional indica que dicha disposición del
art. 165 no es exigible a los propietarios que habilitan caminos
internos en áreas rurales (en muchos casos para acceder al
establecimiento o a otros puntos de su inmueble), ni a los
emprendimientos que son creados como conjuntos habitacionales
privados de acceso restringido (barrios cerrados, clubes de campo o
propiedad horizontal). Es decir, dicho artículo solo debe ser aplicado a
loteamientos comunes, destinados a la venta de parcelas individuales
en urbanizaciones abiertas o de acceso público, lo cual sería
coherente con la finalidad de la normativa, y con el art. 247 que
establece la contribución obligatoria consistente en transferir espacios
para calles en los loteamientos.
El art. 242 dispone, que por otra parte que si el inmueble no
estuviere adecuadamente delimitado, o existieran dudas sobre dicha
delimitación se requerirá la mensura judicial previa.
El procedimiento de aprobación se regula en el art. 245, que
contempla una aprobación provisoria de la Intendencia y una
aprobación definitiva o ratificación de la Junta Municipal, una vez
cumplidas las obligaciones impuestas al propietario, aprobación que
deberá hacerse en el plazo de 15 días contados desde la recepción en
la sesión ordinaria de la Junta Municipal.
El art. 246 de la LOM establece las obligaciones que ha de
cumplir el propietario tras la aprobación provisoria del loteamiento,
entre las cuales figura la transferencia e inscripción de los terrenos
destinados al uso público determinado por el art. 247 (que ya fue
modificado por el Congreso Nacional y está pendiente de
promulgación), bajo la denominación de Contribución Inmobiliaria
Obligatoria, así como el pago del impuesto de fraccionamiento.
El problema puede surgir, si una vez cumplidas dichas
obligaciones por parte de los propietarios, luego la Junta Municipal no
32
aprueba definitivamente la solicitud de loteamiento al presentar
objeciones a la misma.
Se recomienda considerar una modificación legislativa para
superar estos problemas detectados. La aprobación del Loteamiento
en el ámbito municipal debería ser competencia del Intendente, dado
que se trata de un acto administrativo individual y no de una
actividad reglamentaria de alcance general, que como las Ordenanzas
necesita de la participación de un órgano colegiado de representación
proporcional (como lo es la Junta Municipal).
Ínterin se tramita la modificación de la ley, para mitigar este
problema, se podría considerar la posibilidad de someter la
transferencia de los espacios públicos a una condición suspensiva
hasta tanto quede aprobado el Loteamiento por parte de la Junta
Municipal.
33
correspondientes impuestos a la construcción. Sin embargo,
atendiendo a la redacción del art. 155, es posible interpretar que
este revalúo se produciría también, con la incorporación o salida de
un inmueble de la delimitación del área urbana y cuando se aprueba
la ordenanza respectiva. El motivo es que al hacer la delimitación de
áreas urbanas o rurales, los valores y criterios de avaluación son
diferentes, pues para los urbanos se hace por metro cuadrado
además de tener en cuenta las construcciones y mejoras y, para las
propiedades rurales se hace por hectáreas. El paso de un inmueble de
urbano a rural o viceversa también trae aparejado un cambio de
valores fiscales y por ende sujeto al revalúo.
En el caso de construcciones de edificios, conforme al art. 155,
el revalúo se produce por la construcción y, el pago del impuesto a la
construcción (20% al inicio y 80% a la finalización de la obra antes de
la aprobación final) se produce a nuestro juicio, tal como lo
mencionamos mas arriba, cuando se finaliza la obra de edificación
pero sobre los valores fiscales del inmueble construido, anteriores a
la edificación, porque la ley establece que en todos los casos, las
modificaciones entraran a regir a partir del año siguiente a aquel en
que el inmueble ha sido transformado. Pero, cuando se produce la
división o reunión de parcelas o loteamientos al momento de la
aprobación del loteamiento, es éste el momento que se debería tomar
en cuenta a los efectos del revalúo.
Estas valuaciones aprobadas por las municipalidades, pueden
ser objeto de revisión ante el SNC, estableciéndose un plazo de
resolución de 90 días corridos.
Conviene recordar que el Decreto 14.956/92, por el cual se
define las reglas técnicas para la formación y actualización del
Catastro Territorial, regula en su art. 3 las funciones del SNC y
recoge entre otras, la determinación y aplicación del catastro
geométrico, avalúo catastral y la asignación de la nomenclatura
catastral. Y atendiendo a que la LOM asigna al SNC funciones
normativas, es necesario, hacer un serio estudio de interpretación y
compatibilización de las normas técnicas vigentes con las de la nueva
ley para evitar contradicciones.
Por otra parte el art. 230, dispone que las municipalidades
establecerán un sistema de información catastral de inmuebles, cuya
elaboración y aprobación es una atribución de las Intendencias. El
catastro municipal deberá ajustarse a las normas técnicas que
elabore el SNC, para lo cual la Intendencia deberá remitir la
información catastral a dicho Servicio para que pueda verificar y
dictar la resolución pertinente.
Solo en caso de desajustes a esas normas técnicas, el SNC
podrá emitir observaciones, lo que deberá hacer en el plazo de 180
días a partir de la presentación por la Intendencia. Transcurrido este
34
plazo, sin que el SNC expida una resolución se considerará que la
información catastral no tiene reparos. En este caso el catastro
municipal será aprobado por resolución de la Intendencia, de la que
se enviará copia al SNC para su incorporación al régimen de catastro
nacional.
Es importante entender que la intención del legislador es que
todos los catastros municipales sean hechos conforme a las normas
técnicas del SNC, y que esta institución, única autorizada en la
materia, sin violar la autonomía municipal consagrada en la CN,
acompañe los procesos catastrales municipales, para que, una vez
aprobados, puedan ser homogéneos y formar parte del Catastro
Nacional que, no es nada más que la suma de todos los catastros
municipales del país.
El art. 231 admite, por primera vez que el catastro elaborado
por los municipios pueda ser parcial, es decir de una parte de su
distrito y no obligatoriamente de la totalidad como hasta ahora se
exigía. Se recoge un antiguo reclamo de los intendentes, en el
sentido de permitir la posibilidad de ir haciendo el catastro por zonas
determinadas para poder financiar gradualmente su elaboración, sin
la obligación de hacerlo en todo el distrito (particularmente en zonas
menos rentables).
En la elaboración del catastro rural, además de sujetarse a las
normas técnicas del SNC, las municipalidades deben coordinar sus
trabajos con el INDERT. Esta entidad, de acuerdo a la Ley N°
2.419/04 que crea el Instituto Nacional de Desarrollo Rural de la
Tierra, tiene como función mantener un Catastro Agrario y Ambiental,
en coordinación con el SNC, el cual sistematizará y mantendrá
información técnica actualizada de los inmuebles, que conforman su
patrimonio, incluyendo informaciones y datos sobre caracterización
ambiental, de aptitud agrológica y de uso del suelo (art. 41).
De acuerdo al mismo artículo, el Catastro Agrario y Ambiental
debe generar, información y datos básicos necesarios para la
identificación, preparación, ejecución y seguimiento de los planes del
Instituto. Asimismo, debe servir de base para la realización de
estudios de detección de fracciones no registradas de patrimonio
institucional, o excedentes fiscales detentados por particulares, con el
fin de regularizar la situación jurídica de los mismos de acuerdo con
la ley.
Por lo que se refiere a España, el derecho urbanístico español
es una disciplina propia dentro del derecho administrativo, y que
dispone de un ordenamiento jurídico específico y diferenciado de la
legislación local. Se distingue en esta legislación, entre la ordenación
territorial y el derecho urbanístico. El urbanismo tiene por objeto
principal la ordenación de la ciudad, incluido su desarrollo y
crecimiento. Y la ordenación del territorio comprende la protección y
35
ordenación del espació físico en general, comprendiendo tanto las
áreas naturales, como las rurales, agrícolas y urbanas. Por otra parte,
el equivalente al SNC no interviene en el planeamiento ya que se
limita a recoger la clasificación urbana dada por el Planeamiento
General de Ordenación Municipal. Para un mayor conocimiento en el
ANEXO I se sintetiza el contenido del derecho urbanístico español.
Conclusiones
• El POUT está configurado como un plan obligatorio de los
municipios para fijar los objetivos y estrategias territoriales de la
municipalidad con el PDS.
• Se recomienda, que en un futuro desarrollo normativo se
contemple una regulación del procedimiento de aprobación del
POUT así como del PDS.
• La competencia de las municipalidades para establecer un POUT y
un PDS ofrece una oportunidad importante, para desarrollar una
cultura de la planificación y de la coordinación interinstitucional.
Una oportunidad para que dicha coordinación puede darse, en el
trámite de la EVIA del POUT ante la SEAM. Se recomienda que la
Gobernación asuma un rol protagónico en la coordinación con las
municipalidades en esta materia, para lo cual puede ser útil
potenciar el asociacionismo municipal de ámbito departamental.
También es necesaria la articulación con el Gobierno Nacional y los
diferentes organismos involucrados (INDERT, SEAM, MOPC, MEC,
MSPBS, etc.) para la correcta ejecución de los planes nacionales,
departamentales y municipales en la búsqueda del bien común.
• Las Áreas Urbanas se tienen que delimitar conforme a las normas
técnicas del SNC. El informe de este organismo es de carácter
vinculante para las municipalidades.
• Los inmuebles fiscales afectados por la ampliación del área urbana
deben ser transferidos a las municipalidades. No obstante, deben
exceptuarse aquellos inmuebles titulados a nombre del Gobierno
Nacional o sometidos al régimen jurídico del Estatuto Agrario
(afectados a la reforma agraria), los inmuebles destinados a
Comunidades Indígenas y los inmuebles destinados a áreas
silvestres protegidas de dominio público (administrados por la
SEAM). Por otra parte, en los casos en que corresponda la
transferencia a las municipalidades, es necesario que los
inmuebles fiscales sean previamente individualizados
correctamente, para lo que puede ser necesario la realización de
una previa mensura judicial, a fin de que puedan ser registrados
debidamente.
36
• El avalúo de los inmuebles y la elaboración y actualización del
catastro le corresponde al Intendente, pero siempre conforme a
las normas del SNC.
Si bien el art. 239 de la LOM, solo define al loteamiento como
toda división de inmuebles en dos o más parcelas, una
interpretación razonable de la normativa y coherente con su
finalidad y con otras disposiciones, conduce a afirmar que la
obligación de transferir las calles, plazas y otros espacios públicos
así como la del cumplimiento de otros requisitos urbanísticos, solo
resulta aplicable al proceso de loteamiento de inmuebles
destinados a fines urbanísticos (en zonas urbanas o a urbanizar),
tal como establece la modificación de la ley aprobada por ambas
Cámaras del Congreso Nacional pero aun pendiente de
promulgación por el Poder Ejecutivo
• El art. 165 según el cual “Las calles, caminos y puentes abiertos
y construidos en los dominios particulares, por sus respectivos
dueños, con el objeto de valorizarlos y venderlos, se transferirán
gratuitamente a la municipalidad”, no debe ser exigible a la
habilitación de caminos internos en áreas rurales (en muchos
casos para acceder al establecimiento o a otros puntos de su
inmueble), conjuntos habitacionales privados de acceso restringido
(barrios cerrados, clubes de campo o propiedad horizontal). y las
propiedades privadas de uso público tal como lo establecen las
disposiciones del Código Rural y el Código Civil.
• La intervención de la Junta Municipal en la aprobación de los
loteamientos constituye un trámite innecesario e inadecuado que
genera inseguridad jurídica. La Junta Municipal debe limitarse a su
función reguladora mediante normas de alcance general
(Ordenanzas), y a ejercer el control posterior de los actos del
Intendente a través de los mecanismos ya establecidos (como es
la consideración de la rendición de cuentas de la ejecución
presupuestaria, los pedidos de informes, y, en casos graves, el
pedido de intervención constitucional). Los loteamientos deben ser
aprobados por el Intendente, que es el órgano natural para dictar
actos administrativos individuales en las municipalidades.
• Se recomienda promover una legislación específica de urbanismo,
ordenación del territorio, loteamientos y uso de suelo (Ley de
Ordenamiento Territorial) que: (I) aclare las diferentes situaciones
que pueden presentarse en el fraccionamiento o loteamiento de
inmuebles; (II) regule con mayor detalle el desarrollo de nuevas
urbanizaciones incluyendo especificidades sobre barrios cerrados o
clubes de campo; (III) aclare el régimen jurídico en las áreas
rurales considerando los diferentes organismos que actúan en
dicho territorio (INDERT, SNC); (IV) elimine la intervención de la
Junta Municipal en el proceso de aprobación de los loteamientos;
(V) aclare el diferente alcance y tramitación de los proyectos de
37
delimitación de áreas urbanas, por una parte, y de los POUT, por
otra, en especial el papel en cada caso de los diversos organismos
del Gobierno Nacional (SEAM, SNC, etc.) y Departamental.
38
nacional. Una cláusula muy similar en su contenido y expresión a la
que ofrece el art. 24.1 de la LRBRL en España, cuando se dice: “el
municipio, para gestionar sus intereses y en el ámbito de su
competencia, puede promover toda clase de actividades y prestar
cuantos servicios públicos contribuyan a satisfacer las necesidades y
aspiraciones de la comunidad vecinal”.
Esta cláusula resulta positiva, pero también entraña riesgos.
En base a la cláusula de intervención general y ante la presión
vecinal, las municipalidades asumen tareas para las que, al no
estarles asignadas de forma expresa, no reciben financiación. En
España, un 30% aproximadamente de sus actuaciones carecen de
cobertura financiera y, creemos que en Paraguay, la cifra puede ser
mayor.
Por ello se recomienda que, antes de asumir una de estas
prestaciones se elabore un estudio previo de carácter técnico y
financiero básico, a los efectos de evitar falsas expectativas que
termine defraudando a la ciudadanía y debilitando la credibilidad de
los gobiernos locales. Esta tarea correspondería al Intendente, que es
quien debe decidir su prestación, pero siempre con la certeza de su
sostenibilidad y previa verificación de la inexistencia de otros órganos
del Estado que tengan competencias específicas sobre el servicio en
cuestión.
39
contempla las materias y funciones: art. 12; y por otro las
potestades: art. 15. Esto supone ya de por sí un avance importante.
La lista de potestades que confiere a las municipalidades el art.
15 de la ley es muy extensa, pero técnicamente poco depurada. En
general, menciona las más importantes, pero no aparece alguna de
gran relevancia, mientras que otras no se pueden llegar a catalogar
como verdaderas potestades.
El análisis lo realizamos a partir de la expresión de potestades
conferidas en España por la LRBRL:
► Potestad normativa.
La más importante, por cuanto eleva el nivel de una
competencia material, haciendo que no sea únicamente ejecutiva.
Está reconocida en el art. 15.a): “dictar y ejecutar las
ordenanzas, reglamentos y resoluciones”.
► Potestad de autoorganización.
No aparece como tal. Es cierto que puede entenderse implícita
en la anterior, ya que se utilizan los reglamentos para desarrollar la
organización básica y crear la complementaria. No obstante, es una
cuestión a tener en cuenta. Es importante desarrollar el concepto de
autoorganización como clave para la autonomía efectiva, en la línea
que marca la Carta Europea de la Autonomía Local.
► Potestad tributaria y financiera.
Está recogida en diversos apartados del art. 15, en términos
que pueden considerarse satisfactorios. Son los apartados b), c), d),
e) y g).
Únicamente destacar que no se hace referencia al
reconocimiento de “prelaciones, preferencias y demás prerrogativas
de las Haciendas Públicas”, como se reconoce en el sistema español
a las Haciendas Locales así por ejemplo, si se quiere vender un bien
inmueble o vehículo ha de acreditarse previamente el estar al
corriente del impuesto sobre bienes inmuebles o del impuesto sobre
vehículos, según el caso.
► Potestad de programación o planificación.
No aparece expresamente. La entendemos incluida en el
apartado p), ya que es una potestad que deriva del “carácter público
y autónomo de las municipalidades”.
► Potestad expropiatoria.
En el Paraguay, conforme a la CN, esta potestad corresponde al
Congreso Nacional, que mediante ley puede expropiar inmuebles por
causa de utilidad pública y previo pago de la correspondiente
indemnización al propietario.
40
El art. 267 de la nueva LOM reconoce a la Junta Municipal
atribuciones para autorizar al Intendente la remisión de la
correspondiente solicitud formal de expropiación al Congreso
Nacional, para que una vez expropiado el inmueble, se pueda hacer la
ejecución de los planes de desarrollo urbano.
En la LOM no se mencionan las potestades de investigación,
deslinde y recuperación de oficio de sus bienes. Potestades que
tienen los municipios españoles por las que pueden sin tener que
acudir a la Justicia para fijar los límites de un bien de su propiedad o
ejercer el desahucio por vía administrativa
► Potestades de legitimidad y ejecutividad de sus actos.
Aparecen recogidas de forma adecuada en el art. 15.o):
“ejecutar sus resoluciones, en virtud de la presunción de legitimidad,
ejecutividad y ejecutoriedad de sus actos”.
No se hace referencia expresa a “la revisión de oficio de sus
actos y acuerdos”.
► Potestad sancionadora.
Aparece recogida en el apartado i) con carácter general, y en el
h) respecto al personal propio. Las sanciones por faltas están
ampliamente desarrolladas en la ley, tanto como las garantías del
procedimiento.
► Otras potestades.
El art. 15 de la LOM se refiere:
a) La concesión de licencias, órdenes individuales y prohibiciones.
b) La de contratar y otorgar concesiones.
c) Desconcentrar la gestión de los servicios.
Esta última resulta interesante, en cuanto nos remite a las
“formas de gestión”, que no están desarrolladas en Paraguay.
En el desarrollo normativo de la ley se podrían configurar, para
lo cual, a modo de simple ejemplo, aportamos en el Anexo II una
breve referencia conceptual y normativa de las formas de gestión
en España.
d) Suscribir convenios.
e) Constituir asociaciones.
El apartado m) dispone: “Constituir asociaciones entre sí,
cooperativas, fundaciones y otras entidades sin fines de lucro; así
como con municipalidades de otros países, en el marco de la
legislación nacional”.
Se reconoce a las municipalidades el derecho de asociación
para al cumplimiento de sus fines y para la defensa de sus intereses.
41
Analizamos esta cuestión en apartado correspondiente al SEGUNDO
EJE.
42
En el art. 19 se establece la posibilidad de constituir
asociaciones de municipalidades para la realización de sus fines, y en
el art. 15.m) se permite a las municipalidades conformar
cooperativas, fundaciones y otras entidades sin fines de lucro, en el
marco de la legislación nacional.
La LOM, no desarrolla el régimen jurídico de las asociaciones de
municipalidades, (forma de constitución, actuaciones que pueden
desarrollar, régimen de administración financiera, régimen de
contratación, entre otros aspectos). Tampoco aclara, si son sujetos
de derecho público o de derecho privado. Estos inconvenientes,
dejarían de existir en caso de desarrollarse normativamente la figura
de las mancomunidades, que tienen naturaleza de derecho público y
condición de entidad local. Están reguladas en numerosos países
iberoamericanos de forma similar al modelo español, al que nos
referimos en el Anexo III.
Haciendo una interpretación de las disposiciones de la LOM,
puede sostenerse que las asociaciones de municipalidades tienen la
posibilidad de constituirse, bajo las modalidades de entidades sin
fines de lucro, previstas en el Código Civil (Asociación de Utilidad
Pública o Asociación con Capacidad Restringida), con lo cual contarían
con personería jurídica.
Dado que la LOM y la CN, disponen que las municipalidades
pueden constituir asociaciones para el cumplimiento de sus fines, es
posible que el objeto de una asociación de municipalidades, sea la
prestación de determinados servicios, o la realización de obras de
interés común, siempre que sean de competencia municipal, o que
las municipalidades hayan recibido dichas competencias por
delegación.
Si son materias de competencia municipal, como por ejemplo,
la recolección o tratamiento de basuras o el mantenimiento de
caminos urbanos, bastará que las municipalidades asociadas indiquen
en los estatutos de la asociación que la entidad es constituida para
ese efecto con lo cual dicha asociación tendrá la posibilidad de
contratar la prestación del servicio en cuestión.
Si son competencias delegadas, es recomendable que el
acuerdo de delegación se celebre con cada una de las
municipalidades, y que en dichos acuerdos se contemple la
posibilidad de gestión de las competencias delegadas a través de una
asociación de municipalidades.
Ahora bien, no todos los fines de las municipalidades pueden
realizarse a través de asociaciones. Por ejemplo, la potestad
reglamentaria, la potestad tributaria, el ejercicio del poder de policía
y el otorgamiento de licencias constituyen atribuciones que deben ser
ejercidas por cada municipalidad, y no a través de la asociación. Por
ende, en el caso que se constituya una asociación para prestar un
43
servicio, ésta no tendrá las potestades tributarias. No obstante, las
asociaciones pueden colaborar con las municipalidades en la
organización de la gestión administrativa, como lo haría cualquier
prestador de servicios, sin que ello implique asumir las mencionadas
potestades. Además, dado que sus miembros o asociados son en su
totalidad del sector público, y que administran fondos públicos, es
preciso que se establezcan normas específicas que regulen la
administración de fondos y la rendición de cuentas, para garantizar la
transparencia de sus actos. Lo recomendable es que estas reglas sean
determinadas en una legislación específica Hasta tanto se apruebe dicha
normas, podrían coordinarse los criterios con la Contraloría General
de la República (desde ahora CGR), en base a lo dispuesto en el art.
280 de la LOM, que atribuye a este órgano constitucional de control,
la potestad de reglamentar las disposiciones sobre administración
financiera de las municipalidades.
También para la contratación de los servicios deberá tomarse
en cuenta el carácter público de los integrantes. En ese sentido,
entendemos que deberán aplicarse cuanto menos los principios de las
contrataciones públicas, en especial los principios de economía y
eficiencia, igualdad y libre competencia, y de transparencia y
publicidad. Por lo demás, nada impide que en los estatutos de la
asociación se establezcan normas similares a las establecidas en la
Ley N° 2.051/03 para su régimen de contratación.
En definitiva, es recomendable que la contratación que efectúe
la asociación de municipalidades con un tercero para prestar un
servicio público, o ejecutar una obra de competencia municipal, se
encuentre regida por los principios y normas de contratación pública.
En materia tributaria, las asociaciones de municipalidades
gozan de las ventajas y privilegios que la legislación reconoce a favor
del Estado y de las municipalidades, con relación a tributos y demás
actos jurídicos que celebren con otras personas (art. 7 de la LOM).
No obstante, se recomienda coordinar los criterios con la
Subsecretaría de Tributación del Ministerio de Hacienda.
En cuanto a la posibilidad de constituir entidades con personería
jurídica con otras instituciones públicas, (Gobiernos Departamentales,
entidades del Gobierno Nacional), sería preciso examinar las cartas
orgánicas de cada una de esas instituciones, para ver si existe una
previsión similar a la establecida en la LOM. Revisada la Ley
Orgánica Departamental, se advierte la falta de una disposición que
autorice al Gobierno Departamental, a formar parte o constituir
asociaciones sin fines de lucro, o entidades de derecho público. En
consecuencia, sería necesario promover la aprobación de una ley, que
contemple la posibilidad de que las Gobernaciones puedan constituir
entes con personería jurídica con una o varias municipalidades.
En la legislación de otros países, se encuentra prevista la figura
de los consorcios, que constituyen personas jurídicas de derecho
44
público, constituidas voluntariamente por dos o más personas
públicas (pueden ser una gobernación y unas municipalidades, por
ejemplo). El desarrollo de este tipo de figuras en la legislación
paraguaya, podría brindar un importante instrumento de gestión de
obras y servicios de interés común. Puede servir como referencia
indicativa, la regulación de los consorcios en España, similar a la de
las mancomunidades (ver Anexo III).
Finalmente, cabe decir que las municipalidades y las
asociaciones de municipalidades, tienen también la posibilidad de
constituir fundaciones o cooperativas, en cuyo caso es necesario
definir con claridad en sus estatutos temas centrales como el control
de los fondos públicos, los sistemas de contrataciones públicas, o la
gestión del personal. Quedaría como materia pendiente de una
posterior reforma legislativa, el profundizar en las posibilidades de
creación de consorcios y sociedades mixtas público-privadas, para
permitir una mayor flexibilidad y eficiencia en la prestación de
servicios públicos a los ciudadanos, como lo permiten los
ordenamientos jurídicos europeos. En el Anexo II se explica la
regulación de las formas de gestión de servicios públicos en España.
Conclusiones
• Los principios de las relaciones interinstitucionales se basan en
el respeto mutuo, la cooperación, y la obligación de facilitarse
recíprocamente información.
• Es conveniente, que el Gobierno Nacional establezca
mecanismos de coordinación entre éste y las municipalidades,
con el fin de impulsar una relación fluida con los gobiernos
locales, y promover un desarrollo local, que contribuya al
desarrollo nacional, y a la mayor proximidad de la
administración pública a la ciudadanía.
• El Gobierno Departamental, debe participar como instancia de
articulación de los planes y acciones de las municipalidades del
departamento, de conformidad al art. 163 de la CN.
• Las municipalidades. pueden asociarse para el cumplimiento de
sus fines comunes, (defensa de sus intereses, servicios públicos
y ejecución de obras de interés común).
• Las asociaciones de municipalidades, podrían contar con
personería jurídica, bajo las modalidades de entidades sin fines
de lucro previstas en el Código Civil.
• La potestad reglamentaria de percepción de tributos, o del
otorgamiento de licencias, constituyen atribuciones que deben
ser ejercidas por cada municipalidad y no a través de la
asociación.
45
• El régimen de contratación de estas asociaciones, se rige por
los principios y normas de contratación pública. Se recomienda
coordinar los criterios aplicables con la Dirección Nacional de
Contrataciones Públicas (desde ahora DNCP).
• El régimen de administración financiera, se debe regir por el
principio de transparencia. Se deberán rendir las cuentas de
forma similar a las que presentan las entidades que
administran fondos públicos. Se recomienda, dictar una
normativa específica que contemple dichas reglas. Hasta tanto
se apruebe esta legislación, podrían coordinarse los criterios
con la CGR en base a lo dispuesto en el art. 280 de la LOM,
que atribuye a este órgano la potestad de reglamentar las
disposiciones sobre administración financiera de las
municipalidades.
• En materia tributaria, las asociaciones de municipalidades,
gozan de las ventajas y privilegios que la legislación reconoce a
favor del Estado y de las municipalidades, con relación a
tributos y demás actos jurídicos que celebre con otras personas
(art. 7 de la LOM). No obstante, se recomienda coordinar los
criterios con la Subsecretaría de Tributación del Ministerio de
Hacienda.
• Se recomienda impulsar la aprobación de una ley, que
contemple la posibilidad de constituir entidades con personería
jurídica o consorcios de municipalidades, con otras instituciones
públicas (Gobiernos Departamentales, entidades del gobierno
nacional). El desarrollo de este tipo de figuras en la legislación
paraguaya, podría brindar un importante instrumento de
gestión de obras y servicios de interés común.
46
cargo de Intendente y Concejal, asimilando los derechos de los
paraguayos con los extranjeros residentes, estableciendo dos
pequeñas diferencias: una en relación a la edad mínima, 25 años
para Intendente y 23 años para Concejal, y otra referente a los años
de residencia en el distrito para poder ser candidato, 5 años para el
Intendente y 3 años para Concejal
El número de Concejales, está expresamente establecido en el
art. 24: doce miembros titulares para las municipalidades de
capitales departamentales y las comprendidas en los grupos Primero
o Segundo16, y nueve miembros titulares para las de los grupos
Tercero o Cuarto. Asunción en su condición de Capital de la
República, tiene 24 miembros titulares.
La LOM establece inhabilidades (art. 25) e incompatibilidades
(art. 26) para ser Concejal conforme a las normas de la Constitución
Nacional (arts. 197 y 198 CN). Y el art. 27 recoge las prohibiciones
a las que están sujetos los Concejales. Así como las inhabilidades,
incompatibilidades y prohibiciones que son también aplicables a los
Intendentes, conforme al art. 48.
Se aplican a los Concejales y a los Intendentes las
prohibiciones dispuestas para los funcionarios públicos previstas en la
Ley 1.626/00 de la Función Pública.
Se ponen límites al monto de la dieta mensual para Asunción
(ocho salarios mínimos), Primer y Segundo Grupo (hasta el 12%
sobre el monto de los ingresos corrientes ejecutados), Tercer Grupo
(hasta 14%) y Cuarto Grupo (hasta 18%), limitándole en todos los
casos –a excepción de Asunción- hasta un máximo de seis jornales
mensuales por Concejal, y sin que puedan tenerse en cuenta las
transferencias que reciban las municipalidades para efectuar el
cálculo respectivo. Esta norma corrige un antiguo vicio, según el cual,
las administraciones municipales “inflaban” artificialmente su
presupuesto, para poder cobrar dietas por encima de lo razonable,
perjudicando las finanzas municipales. Sin embargo, no hay
regulación de los gastos de representación u otros beneficios del
cargo (combustible, asesoría legislativa, teléfonos celulares, seguro
médico, pasajes, viáticos, etc.), que han sido tradicionalmente una
manera de burlar los límites legales establecidos para la dieta.
Se prevén normas básicas de instalación y funcionamiento
de la Junta Municipal: para la toma de posesión de sus cargos (art.
29); para la integración de las Comisiones Asesoras y sus
16
El art. 8 de la LOM clasifica las municipalidades de Paraguay, a excepción de
Asunción, en cuatro grupos, atendiendo al monto de los respectivos presupuestos
municipales desde el primer grupo que integran las municipalidades cuyo
presupuesto es superior al 50 por 100 del promedio anual del total de los montos
presupuestarios de las municipalidades capitales departamentales; hasta el cuarto
grupo, aquellas cuyo presupuesto es inferior al 3 por 100 de dicho promedio.
47
modificaciones (arts. 30 a 33), así como la aprobación de un
Reglamento Interno (art. 34), un receso legal de veinte días (art. 35)
durante el que funcionará u una Comisión Permanente para los
asuntos de urgencia.
Se regulan los deberes y atribuciones de la Junta
Municipal (art. 36), estableciéndose la posibilidad de dictar
ordenanzas, autorizar y aprobar los pliegos de las licitaciones,
aprobar las adjudicaciones y los contratos suscriptos con los
adjudicatarios, aprobar la enajenación de bienes del dominio privado
municipal, autorizar convenios, sancionar anualmente la ordenanza
tributaria, autorizar empréstitos, aceptar legados y donaciones,
considerar la rendición de cuentas, designar, enjuiciar y sancionar los
jueces de faltas, solicitar informes, y administrar la Junta Municipal
en materia de recursos humanos y materiales.
En cuanto al Intendente, en el capítulo III se contemplan sus
deberes y atribuciones varias de las cuales tienen relación con sus
funciones como administrador general de la municipalidad. Asimismo,
se prevé un límite a las remuneraciones de los Intendentes, de hasta
el 10% de los ingresos corrientes ejecutados, lo cual representa una
novedad en comparación con la anterior Ley Orgánica Municipal, que
hacía referencia a los ingresos corrientes estimados. Otro aspecto
destacable, constituye la obligación para el Intendente de asistir a las
sesiones de la Junta Municipal, por lo menos cada cuatro meses, así
como la obligación de responder a los informes de la Junta Municipal
en el plazo que ésta determine.
48
Se han flexibilizado las formas de publicación de Ordenanzas
(art. 44 de la LOM), para su entrada en vigor, pues anteriormente se
exigía hacerlo en diarios de gran circulación, o en la Gaceta Oficial,
que tenía escasos números, ni tenía continuidad o, sencillamente, no
se publicaba. Se permite recurrir a distintos medios, e incluso la
utilización de nuevos medios de comunicación como internet, que
están cada vez mas difundidos por su velocidad y bajo costo.
La regulación del procedimiento con plazos concretos para el
estudio de las Ordenanzas (art. 45), y el establecimiento del número
de Concejales para el quórum legal (mitad más uno del total de la
Junta, remitiendo la ley al art. 185 de la CN17), así como el
reconocimiento de las distintas mayorías (simple, absoluta, o de dos
tercios) (art. 46), significan un avance importante en la legislación,
que puede contribuir a reducir la manipulación política partidaria en la
gestión municipal.
17
En relación al quórum legal para las Cámaras parlamentarias.
49
Junta Municipal otorgar la aprobaciones definitivas de las solicitudes
que realicen los particulares, en cada caso concreto.
18
En España, la doctrina considera que entre normas jurídicas del mismo rango
no hay una relación jerárquica, sino de competencia, por lo que por ejemplo una
Ordenanza ordinaria no puede regular materias que corresponden al Reglamento
Orgánico Municipal, que regula el funcionamiento interno del Ayuntamiento. Y por
otra parte, hay determinadas materias que para su aprobación se requiere una
mayoría cualificada, como son la aprobación del Reglamento Orgánico, el PGOU,
etc.
50
Juzgados de Faltas respecto a los Concejales, lo cual atenta contra su
independencia, en perjuicio directo de los ciudadanos y
contribuyentes, que deben dirimir sus diferencias con las
municipalidades en esa instancia.
51
que el titular del organismo, sea nombrando por acuerdo de la Junta
Municipal, y tenga un perfil técnico mínimo (algo así como el papel
que cumplen los Síndicos en las sociedades anónimas). La rendición
de cuentas podría ser sometida obligatoriamente a la Auditoría, la
cual debería emitir un pronunciamiento expreso. No obstante, debería
evaluarse si esta propuesta es viable en municipalidades que no
cuentan con suficientes recursos, y pensar en un sistema alternativo,
que permita abordar el análisis técnico y financiero necesario para la
consideración de la rendición de cuentas.19
Conclusiones
La Intendencia, es el órgano de administración, y la Junta
Municipal el órgano de legislación y de control. No obstante, la ley
establece en algunos casos, la intervención de la Junta Municipal,
para la aprobación de determinados actos del Intendente
(loteamientos, pliegos de bases y condiciones y adjudicaciones),
lo cual es innecesario e inadecuado, pues burocratiza en exceso la
gestión y dificulta la gobernabilidad. Para una posterior reforma
legal, sería recomendable que la Junta Municipal se limite a una
función reguladora, y a ejercer el control posterior de los actos del
Intendente, a través de los mecanismos ya establecidos (como la
aprobación del presupuesto, la consideración de la rendición de
cuentas de la ejecución presupuestaria, los pedidos de informes, y
en casos graves, la petición de intervención constitucional.
El establecimiento de un tope legal de las dietas de Concejales,
constituye una medida acertada. No obstante, ante el vacío en
materia de topes para las retribuciones complementarias que
perciben los Concejales, se recomienda su reglamentación por
parte de la CGR, a fin de evitar su mala utilización.
Determinadas ordenanzas fundamentales, deberían tener una
jerarquía superior a otras, y un régimen de aprobación con
mayorías cualificadas (como por ejemplo, las ordenanzas que
aprueban el POUT o el PDS) para generar estabilidad normativa.
Se recomienda la modificación de la ley para establecer dicha
categorización.
Existe debilidad institucional del Juzgado de Faltas por su
dependencia de la Junta Municipal. Es recomendable, impulsar una
modificación legal que establezca nuevos mecanismos de
designación y destitución de los Jueces de Faltas.
No está claro, cual es el tipo y el alcance del control que ejerce la
Junta Municipal en la consideración de la rendición de cuentas de
19
En España, tal como se detalla en el Anexo IV, se contempla en los supuestos de
municipios que no pueden por sí solos mantener a este funcionario, la figura de la
agrupación de municipios para compartir el puesto y los gastos que conlleva.
52
la ejecución presupuestaria, si es de legalidad o meramente
político. La ley o en su caso una reglamentación que dicte la CGR
debería aclarar esta cuestión.
Puede ser recomendable, potenciar la figura de la Auditoría
Municipal, e incluso, plantear la posibilidad de que el titular del
organismo sea nombrarlo por acuerdo de la Junta Municipal y con
un perfil técnico mínimo. La rendición de cuentas, podría ser
sometida obligatoriamente a la auditoria, la cual debería emitir un
pronunciamiento expreso, exigible por los Concejales. No
obstante, debería evaluarse si esta propuesta es viable en
municipalidades que no cuentan con suficientes recursos.
53
paralizar el proceso de contratación en el trámite de comunicación
que realiza la municipalidad, a los efectos de difundir la convocatoria
en el portal de internet. Si en ese trámite de comunicación, la DNCP
detectara alguna irregularidad, debe limitarse a informar sobre dicha
situación a la Junta Municipal y a la CGR.
La LOM no regula el trámite de las protestas, por lo cual siguen
vigentes las disposiciones de la Ley N° 2.051/03. Consecuentemente,
la DNCP sigue siendo competente para entender en las protestas
contra los actos del procedimiento de contratación dictados por las
municipalidades.
Una modificación importante introducida por la LOM, se refiere
a la excepción que se establece a favor de las municipalidades de la
obligación de retener la contribución sobre contratos suscriptos,
prevista en el art. 41 de la Ley N° 2.051/03. Esta medida tiene por
objeto evitar los inconvenientes que conlleva el trámite de la
transferencia de esas retenciones, desde las municipalidades
distantes de la capital a la DNCP.
Corresponde aclarar que la aplicabilidad de la Ley N° 2.051/03,
no implica una sujeción de las municipalidades a la DNCP. Se trata
más bien de una relación de coordinación tendente a promover la
aplicabilidad de los principios de la contratación pública, de
economía, eficiencia, transparencia, publicidad, igualdad y libre
competencia, a las operaciones que realicen las municipalidades. En
este contexto, no es recomendable que la DNCP se relacione con las
municipalidades a través de resoluciones reglamentarias de
imposición obligatoria, pues puede interpretarse que las mismas
vulneran la autonomía municipal. Más bien, la DNCP debe priorizar su
función de orientación, de capacitación y de asesoramiento técnico a
las municipalidades, en una relación compatible con la autonomía
municipal, para una adecuada aplicación de las políticas y normas en
la materia.
En lo que respecta a la intervención de la Junta Municipal en el
procedimiento de contratación, la LOM, en su Título VIII, establece un
régimen de contratación municipal en el que el proceso se inicia con
la presentación por la Intendencia a la Junta a aprobación en el
mismo acto del llamado a licitación y del pliego de bases y
condiciones (art. 212), previendo un plazo máximo de 30 días para
tratar el tema (art. 214). Aclara además que la adjudicación
corresponde a la Intendencia Municipal (art. 215), pero que la
aprobación de la misma corresponde nuevamente a la Junta Municipal
que tiene un plazo máximo de 20 días para expedirse (art. 216).
Finalmente, culminando el proceso, establece que, aprobada la
adjudicación por la Junta Municipal, es la Intendencia quien debe
firmar el correspondiente contrato con el adjudicatario exigiendo las
54
garantías de fiel cumplimiento del contrato (art. 217) con dictamen
previo de la Asesoría Jurídica.
Si se aplicara literalmente lo dispuesto en el Título VIII, la
Junta Municipal solo debería intervenir dos veces: 1°) para la
autorización del llamado a licitación y aprobación de los pliegos de
bases y condiciones, y 2°) para la aprobación de la adjudicación, no
así para la aprobación del contrato del adjudicatario. Sin embargo,
otro artículo de la misma ley (el art. 36. c) dispone que la Junta
Municipal también debe aprobar los contratos, lo cual implicaría un
tercer paso.20
A nuestro criterio, lo dispuesto en el artículo 36.c) de la LOM no
puede ser soslayado, siendo obligatorio el paso que exige someter a
la Junta Municipal no solo la adjudicación sino también el contrato
respectivo. No obstante, para abreviar los trámites, es posible remitir
a la Junta Municipal la resolución de adjudicación conjuntamente con
el contrato ya firmado para que se sometan ambos instrumentos a la
aprobación correspondiente. En ese caso, debe incluirse en el
contrato una cláusula que aclare que el mismo no entrará en vigencia
hasta tanto se dicte la correspondiente aprobación de la Junta
Municipal.
20
En el sistema español el texto de formalización del l contrato no es aprobado
por ningún órgano, en cuanto que sólo recoge las estipulaciones de los pliegos de
bases y condiciones y las determinaciones de la adjudicación.
55
Existen otras cuestiones que tienen relación con la mayor
simplificación de los procedimientos, y con la necesidad de establecer
mecanismos que faciliten, la creación de micro y pequeñas empresas
y la adopción de medidas contra el paro, pero estas reformas deben
ser encaradas dentro del marco de las reformas al régimen general
de contrataciones públicas, pues afectan al conjunto de las
administraciones públicas.
Es recomendable que las asociaciones representativas de las
municipalidades (como la OPACI o la AJUMPA), coordinen con la
DNCP unos criterios y reglas de interpretación de la legislación
nacional de contrataciones públicas acordes con la realidad y el
desarrollo institucional de las municipalidades. Estos criterios y
reglas, pueden resultar plasmados en modelos de documentos,
instructivos y manuales, que contribuyan a una adecuada aplicación
de las leyes y reglamentos.
A título comparativo la contratación de los municipios españoles
está sometida a la Legislación estatal, Ley de Contratos del Sector
Público, que realmente es la transposición del derecho comunitario
europeo, al derecho español. Legislación que no solo regula los
contratos celebrados por las Administraciones públicas, sino también
la contratación del resto del sector público, como son las sociedades
públicas, las fundaciones privadas de las administraciones, aunque a
distinto nivel. Contratación que está sujeta a los principios de
transparencia, publicidad, igualdad.
Los municipios españoles, tienen bajo este marco jurídico una
amplia autonomía en materia de contratación, en el sentido de que
no tienen que solicitar autorización de ninguna clase para contratar.
El acuerdo de celebración de un contrato, solo está sometido al
requisito de que exista consignación presupuestaria, y si se trata de
una inversión, que se encuentre contemplado en el anexo de
inversiones del presupuesto del Ayuntamiento. Aunque, como todo
gasto, está sometido a la fiscalización interna del Interventor de la
Corporación y a la fiscalización externa del Tribunal de Cuentas, al
que hay que facilitar información sobre los expedientes de
contratación, pero a posteriori.
En cuanto a la competencia para la aprobación del expediente
de contratación (licitación y adjudicación), a diferencia de Paraguay,
interviene un solo órgano, el Alcalde si se trata de contratos que no
superen el 10 por 100 de los recursos ordinarios, siempre que no
superen los 6 millones de euros ni la duración de 4 años, o el Pleno
del Ayuntamiento21 en los demás casos, en los municipios que no
son de gran población. Y en los grandes municipios (que tienen una
organización más similar a las municipalidades paraguayas), el único
21
El Pleno del Ayuntamiento, español, está integrado por los Concejales y presidido
por el Alcalde (Intendente).
56
órgano competente es la Junta de Gobierno Local (órgano formado
por el Alcalde y los concejales designados por éste), que, como indica
su nombre es un órgano de gobierno sometido al control del Pleno del
Ayuntamiento.
Conclusiones
Las municipalidades se siguen rigiendo por las disposiciones de la
Ley de Contrataciones Públicas con las excepciones establecidas
en la LOM.
Las municipalidades, deben continuar comunicando sus
convocatorias a la DNCP. No obstante, en dicho trámite, la DNCP
no puede paralizar el proceso de contratación, sino que debe en
cualquier caso, difundir la convocatoria en su portal de internet.
La DNCP sigue siendo competente, para entender las protestas
que se presenten, contra los actos del procedimiento de
contratación dictados por las municipalidades.
Es recomendable, coordinar con la DNCP unos criterios y reglas de
interpretación, de la legislación nacional de contrataciones
públicas, acordes con la realidad y el desarrollo institucional de las
municipalidades. Estos criterios y reglas, pueden resultar
plasmados en modelos de documentos, instructivos y manuales,
que contribuyan a una adecuada aplicación de las leyes y
reglamentos. En esa tarea, pueden asumir un rol importante las
asociaciones representativas de las municipalidades.
Es recomendable, la modificación de la legislación nacional de
contrataciones públicas, a fin de lograr una mayor simplificación
y celeridad de los procedimientos.
57
Municipal para nombrar y remover al personal de dicho cuerpo
colegiado, disposición que no está contemplada en la Ley de la
Función Pública.
En cuanto a las sanciones disciplinarias al personal municipal
(art. 269 de la LOM), se remite a la Ley Nº 1.626/00 salvo lo
referente a la aplicación de los sumarios administrativos cuya
competencia para el Intendente fue recuperada por la LOM (art. 223),
lo que consideramos un acierto, pues parece coherente que la
administración municipal pueda aplicar las correspondiente sanciones
a sus funcionarios, para mantener la disciplina interna y facilitar la
administración de sus recursos humanos.
Las observaciones a realizar se refieren al régimen general de
la función pública regulado en la Ley N° 1.626/00, como por ejemplo,
el trámite de los procedimientos disciplinarios, la relación de las
municipalidades con la SFP en los aspectos normativos, entre otros
temas.
Desde la perspectiva de una administración transparente y
eficiente, es conveniente debatir la importancia de implementar
procesos objetivos de selección y promoción del personal, eliminando
las prácticas prebendarias en ese ámbito. A tales efectos, existen
mecanismos como la publicidad de las convocatorias, los concursos,
los estímulos al personal, entre otras medidas, que podrían promover
la transparencia y eficiencia en la administración de los recursos
humanos. Estas reformas deben ser encaradas cuando se proceda a
la reforma del régimen general de la función pública, pues alcanzan
a todas las administraciones públicas.
Por otra parte, también en este apartado, es recomendable que
las asociaciones municipales coordinen con la SFP, unos criterios y
reglas de interpretación de la Ley Nº 1.626/00, acordes con la
realidad y el desarrollo institucional de las municipalidades. Estos
criterios y reglas, pueden resultar plasmados en dictámenes, modelos
de reglamentos, documentos instructivos y manuales, que
contribuyan a una adecuada aplicación de las leyes y reglamentos.
En el sistema español, cuando se producen cambios en el
gobierno de los municipios, la mayoría de los empleados públicos,
más del 90 por 100, permanecen en sus puestos de trabajo, lo que
ha permitido un grado importante de profesionalidad e imparcialidad.
Uno de los principios constitucionales, que rige la
Administración pública española es el de “objetividad”. Y otro, es que
la selección de personal al servicio de la Administración pública, se ha
de regir bajo los principios de “mérito y capacidad” e “igualdad”. Y
además de estos principios, la legislación vigente y el Tribunal
Constitucional, añaden el principio de “publicidad y transparencia”.
Los empleados públicos locales españoles se sujetan a la legislación
58
establecida por el Estado y las CC.AA. En el ANEXO IV se detalla
como están estructurados los empleados públicos locales.
Conclusiones
Las municipalidades se siguen rigiendo por las disposiciones de la
Ley de la Función Pública, con las excepciones establecidas en la
LOM, a saber. (I) regulación de los cargos de confianza; (II)
designación de los jueces instructores, que corresponde a la
autoridad que nombra al funcionario y no a la SFP.
Es recomendable coordinar con la SFP unos criterios y reglas de
interpretación de la Ley de la Función Pública, acordes con la
realidad y el desarrollo institucional de las municipalidades. Estos
criterios y reglas, pueden resultar plasmados en modelos de
documentos instructivos y manuales, que contribuyan a una
adecuada aplicación de las leyes y reglamentos. En esa tarea,
puede asumir un rol importante las asociaciones municipalistas.
No es recomendable, que la SFP se relacione con las
municipalidades a través de resoluciones reglamentarias de
imposición obligatoria, pues puede interpretarse que las mismas
vulneran la autonomía municipal. Más bien, la SFP debe priorizar
su función de orientación, de capacitación y de asesoramiento
técnico a las municipalidades, en una relación compatible con la
autonomía municipal, para una adecuada aplicación de las políticas
y normas en la materia.
Es recomendable, promover la profesionalización de la función
pública municipal, impulsando los concursos públicos y las
oposiciones, como método de selección del personal, así como la
capacitación continua de los empleados públicos.
59
El art. 154 dispone que la base imponible del Impuesto
Inmobiliario es la valuación fiscal que establezca la municipalidad,
conforme a la reglamentación que dicte el SNC. Con anterioridad era
el SNC, quien establecía la valuación fiscal.
El art. 157 contempla la posibilidad de reducción del Impuesto
Inmobiliario hasta un 50%, en caso de calamidades de carácter
natural.
Debe apuntarse, que hasta la entrada en vigor de la LOM, la
regulación del Impuesto Inmobiliario estaba contenida en la Ley Nº
125/91 del Nuevo Régimen Tributario de Paraguay, dictada con
anterioridad a la CN que transfirió la competencia de recaudación a
las municipalidades.
En materia de tasas, constituye una novedad destacable la tasa
ambiental por fiscalización de normas ambientales.
Otra incorporación destacable, es la exoneración tributaria para
inmuebles catalogados como patrimonio histórico municipal o
nacional.
Como disposición general, se contempla en el art. 172 la
aplicabilidad de las disposiciones legales de aplicación general del
régimen tributario nacional, en todo lo que no contravenga a la LOM.
Esta disposición es importante, porque las municipalidades no
cuentan con una legislación desarrollada sobre las potestades y las
reglas de actuación general de las autoridades administrativas
tributarias municipales, ni sobre el régimen sancionador. Se
recomienda, no obstante, realizar un estudio de cuáles son las
disposiciones de la legislación nacional que se consideran que están
vigentes y las que se consideran derogadas.
Sin perjuicio de lo expresado, es conveniente promover la
reforma tributaria municipal integral, para establecer un
ordenamiento jurídico general en materia tributaria, dado que las
leyes tributarias municipales (Ley Nº 881/81 de Asunción, y Ley N°
620/76 y su actualización, la Ley N° 135/91, de las demás
municipalidades) se encuentran desfasadas e insuficientemente
reguladas.
Se recomienda por otra parte, una modificación legislativa
dirigida a reducir el número de tributos, principalmente en el caso de
las tasas, ya que su número es excesivo, y que podrían ser algunas
de ellas ineficientes, desde el punto de vista de la relación entre los
ingresos proporcionados y su coste de gestión.
En la Hacienda local española, hay una serie de impuestos
municipales de exigencia obligatoria, como son los Impuestos sobre
Bienes Inmuebles, sobre Vehículos, el de Actividades Económicas,
sobre el Incremento del Valor de los Terrenos y sobre
60
Construcciones, que en su conjunto estos impuestos representan el
30,09 % del total de los ingresos municipales.
En todos estos impuestos y de acuerdo con la doctrina marcada
por el Tribunal Constitucional los Ayuntamientos establecen las
cuotas o tipos impositivos dentro de unos máximos y mínimos
marcados por la ley, mediante la aprobación de Ordenanzas Fiscales.
Los Ayuntamientos españoles, gozan de potestad recaudatoria,
no teniendo que acudir a los Tribunales de Justicia para hacer
efectivos los impagos.
En el ANEXO V se recoge la incidencia de los distintos recursos
en las Haciendas locales españolas.
Conclusiones
La LOM contiene algunas disposiciones en materia de Impuesto
Inmobiliario, entre ellas la de fijar la valuación fiscal de los
inmuebles en base a la reglamentación del SNC. Ello exige,
mejorar la coordinación con esta entidad nacional, y capacitar
adecuadamente a la administración tributaria municipal.
La aplicabilidad de las disposiciones generales del régimen
tributario nacional (art. 172), es importante porque las
municipalidades no cuentan con una legislación desarrollada,
sobre las potestades y las reglas de actuación general de las
autoridades administrativas tributarias municipales, ni sobre el
régimen sancionador. Se recomienda, no obstante, realizar un
estudio de cuales son las disposiciones de la legislación nacional
actualmente vigentes.
Es conveniente promover la reforma tributaria municipal
integral, dado que las leyes tributarias municipales (Ley 881/81
de Asunción, y Ley N° 620/76 y su actualización, la Ley N°
135/91, de las demás municipalidades), se encuentran
desfasadas y su regulación es insuficiente. Además, de aprobar
un ordenamiento general tributario, y reducir el número de
tributos municipales, para mejorar su eficiencia.
61
Por su parte, el art. 280 establece que la CGR reglamentará las
disposiciones sobre administración financiera, establecidas en la LOM,
dentro del plazo de seis meses, computado desde su entrada en
vigor.
Además de ello, la LOM desarrolla disposiciones específicas,
entre otras, en materia de contabilidad, tesorería, crédito y deuda
pública, ejecución presupuestaria, varias de ellas adaptadas de la Ley
N° 1.535/99 ya citada.
Se tiene, por ende, un complejo sistema normativo en materia
de administración financiera, pues, por un lado, se regulan
disposiciones legales propias y, por otro lado, se dispone la aplicación
de las disposiciones de la legislación de administración financiera del
Estado y de las leyes de presupuesto. En materia reglamentaria, la
situación de complejidad es similar, pues se aplican, no solo los
decretos y resoluciones que reglamentan la legislación de
administración financiera del Estado en lo pertinente, sino también la
reglamentación que dicte la CGR.
Se comparte, la necesidad de contar con normas armónicas en
materia de administración financiera, para contar con reglas de juego
claras en el ámbito municipalista. Sin embargo, la diversidad de
normas aplicables puede generar diversas contradicciones normativas
o dudas acerca de la norma aplicable, lo cual exigirá un esfuerzo
importante de interpretación jurídica.
Es recomendable al respecto, dejar en claro cuales son las
reglamentaciones aplicables a la administración financiera de las
municipalidades, tarea en la cual puede desempeñar un rol
importante la función reglamentaria de la CGR. Por ende, se
recomienda impulsar cuanto antes dicha reglamentación, con el
apoyo técnico del Ministerio de Hacienda y el acompañamiento de las
asociaciones municipalista, para lograr un consenso importante en la
interpretación de las reglas a ser aplicadas.
No obstante lo expuesto, la LOM al remitirse a la Ley Nº
1.535/99, deja en claro la aplicabilidad de los principios
presupuestarios de administración financiera (universalidad,
legalidad, unidad, anualidad, equilibrio), y los criterios generales
establecidos en la misma.
En lo que respecta, a la elaboración y aprobación del
presupuesto, la LOM contiene innovaciones importantes que merecen
destacarse.
Así, en el art. 182 se dispone, que en el estudio del proyecto de
Ordenanza del Presupuesto, la Junta Municipal no pueda reasignar
recursos destinados a inversiones con el propósito de incrementar
gastos corrientes. Asimismo, se establece que la Junta Municipal no
pueda reasignar una reestimación de ingresos, con la excepción de
modificaciones que respondan a una omisión de orden legal. Además
62
de ello, cabe reiterar las limitaciones a las dietas de Intendentes y
Concejales, las cuales deben ser estimadas en base a los ingresos
corrientes efectivamente ejecutados, y no a los ingresos estimados.
Estas disposiciones, constituyen un avance en comparación con
la anterior ley, pues promueven un presupuesto más equilibrado y
una mayor responsabilidad fiscal, evitando que aquel sea
distorsionado con sobreestimaciones irreales en la etapa de
consideración por parte de la Junta Municipal. Impide además, que la
Junta Municipal afecte a los proyectos de inversiones, reasignando los
recursos destinados a ellos hacia los gastos corrientes.
En lo que respecta a la ejecución presupuestaria, la ley (art.
187) desarrolla disposiciones sobre las etapas de la ejecución
presupuestaria en gastos e ingresos; también reglas sobre ampliación
y modificación presupuestaria, facultando al Intendente a disponer,
por resolución fundada la modificación de créditos presupuestarios
dentro un mismo programa, debiendo informar con la rendición
cuatrimestral del presupuesto, a la Junta Municipal acerca de las
modificaciones realizadas (art. 189).
Regula además la contabilidad municipal, disponiendo la
aplicabilidad del clasificador presupuestario nacional en lo pertinente
(art. 200). Esta remisión a normas nacionales, en materia de
clasificador requerirá seguramente algunas adaptaciones para las
municipalidades, ya que existen algunas diferencias con la
administración del Estado, sobre todo en materia de ingresos.
Cabe decir, que la armonización de la gestión presupuestaria y
contable es del todo congruente con un sistema descentralizado,
pues es necesario consolidar la información contable y presupuestaria
de todas las instituciones del sector público, y hacer efectiva la
transparencia de la gestión económico- financiera.
En lo que respecta al sistema de control, la ley establece un
sistema de control interno y externo, similar al establecido en la Ley
de Administración Financiera del Estado (Capítulo V de la LOM). Se
agrega, no obstante, la participación de la Junta Municipal como
órgano de control interno, además de las auditorías instituciones de
las Intendencias. Nos remitimos a las consideraciones y conclusiones,
ya expresados al respecto en el segundo eje de este trabajo (Numeral
2). El control externo, en consonancia con la CN, está a cargo de la
CGR.
Para que los controles, principalmente los externos, no puedan
llegar a paralizar la actividad normal, se recomienda normas claras y
concisas, que rijan la contabilidad y la gestión de los fondos públicos,
permitiendo así una mayor transparencia y una mayor seguridad
jurídica para todas las partes.
63
La regulación presupuestaria de los Ayuntamientos españoles,
está sujeta a la Ley estatal de Haciendas Locales. Y la estructura
presupuestaria está dispuesta por el Ministerio de Hacienda.
El Presupuesto es aprobado por el Pleno del Ayuntamiento,
previa exposición pública mediante anuncio en el “Diario Oficial”. Y se
publicará, una vez aprobada, en este mismo Diario.
Correspondiendo a la Intervención municipal el control de la
ejecución presupuestaria.
En cuenta a la contabilidad municipal, está sujeta al Plan
General de Contabilidad Pública aprobado por el Ministerio de
Hacienda a propuesta de la Intervención General del Estado.
En el ANEXO VI se amplía información sobre la ordenación
presupuestaria y contable en España.
Conclusiones
Existe un complejo sistema normativo en materia de
administración financiera, pues por un lado, se regulan
disposiciones legales propias y, por otro lado, se dispone la
aplicación de las disposiciones de la legislación de
administración financiera del Estado y de las leyes de
presupuesto, así como de regulaciones de la CGR. La
diversidad de normas aplicables, puede generar diversas
contradicciones normativas, o dudas acerca de la norma
aplicable, lo cual exigirá un esfuerzo importante de
interpretación jurídica.
Es recomendable dejar en claro, cuáles son las
reglamentaciones aplicables a la administración financiera de
las municipalidades, tarea en la cual puede desempeñar un rol
importante, la función reglamentaria de la CGR, con el apoyo
técnico del Ministerio de Hacienda y el acompañamiento de las
asociaciones municipalistas.
Queda clara, la aplicabilidad de los principios presupuestarios
de administración financiera (universalidad, legalidad, unidad,
anualidad, equilibrio), y los criterios generales establecidos en
la Ley N° 1.535/99 de Administración Financiera del Estado.
Constituyen novedades positivas, las disposiciones que
promueven un presupuesto equilibrado y una mayor
responsabilidad fiscal, evitando que aquel sea distorsionado con
sobreestimaciones irreales, en la etapa de consideración por
parte de la Junta Municipal.
64
4.5. Bienes públicos
En este aspecto, la LOM mantiene la distinción entre bienes del
dominio público municipal y bienes del dominio privado municipal, y
se regulan los procedimientos para el arrendamiento y venta de estos
últimos.
Como novedad, el art. 275 establece que los bienes del
dominio privado no afectados a servicios municipales pueden ser
ejecutados, si la Municipalidad no abonase la deuda al acreedor en el
término de los doce meses siguientes al vencimiento de la deuda o de
la notificación de la sentencia firme.
Otra novedad que ha introducido la LOM y que está causando
importantes problemas, es el art. 137, que obliga a las
municipalidades a realizar una mensura judicial sobre los bienes de
dominio privado situados en las zonas urbanas que carezcan de
dueño. El problema se presenta debido a los costos de la mensura
judicial que, en algunos casos, supera el valor del bien a inventariar,
por ello en algunas legislaciones de países vecinos se están
desarrollando mecanismos de mensuras voluntarias administrativas
que permitan a las municipalidades y a los propietarios de escasos
recursos formalizar la tenencia de la tierra sin necesidad de
burocráticos y onerosos procesos judiciales.
El art. 139 dispone que le corresponda a las municipalidades
establecer por ordenanza las condiciones de arrendamiento de
terrenos municipales. Se recomienda la elaboración de un modelo de
ordenanza para facilitar la labor de las municipalidades en este
ámbito.
En los bienes de las EE.LL. españolas también se distinguen los
bienes de dominio público y bienes patrimoniales. Si bien disponen de
potestad para la defensa y recuperación de su patrimonio sin
necesidad de acudir a los Tribunales de Justicia, sobre todo en los
bienes de dominio público, y en los patrimoniales de forma más
matizada.
Por otra parte, cabe destacar dos aspectos, uno es el régimen
de aprovechamiento de dominio público, recogido por el
ordenamiento jurídico español, entre los que se encuentra la
concesión sobre el dominio público, que es el título habilitante para el
uso privativo de bienes de dominio público. Este puede abarcar
desde la instalación de kioscos en parques o en la vía pública, hasta
la construcción de aparcamientos subterráneos en las vías públicas,
mercados municipales, etc., que es un mecanismo eficaz de mejora
de las instalaciones públicas, y al mismo tiempo como fuente de
ingresos. En este sentido se recomienda disponer de un régimen de
aprovechamiento de los bienes municipales por su gran potencialidad.
65
Se adjunta la Ordenanza Fiscal del Ayuntamiento de Valladolid
(España) donde se recoge las tasas a las que están sujetos estos
aprovechamientos del dominio público, ANEXO VII.
El otro aspecto a destacar, ante la honda preocupación
presentada por las municipalidades paraguayas por la necesidad de
mensura judicial para titular propiedades fiscales cedidas y no
registradas, es el acceso al Registro de la Propiedad de los bienes
municipales que no se encuentren inscritos y no tienen título sobre
ellos. En primer lugar, todas los Ayuntamiento españoles están
obligadas a formar inventarios de todos sus bienes y derechos,
inventarios que son responsabilidad de los Secretarios Municipales
(funcionario de carrera) y que corresponde a los Plenos Municipales
su aprobación. Y también, los Ayuntamientos, están obligadas a
inscribir en el Registro de la Propiedad sus bienes inmuebles y
derechos reales, de acuerdo con la legislación hipotecaria, legislación
que contempla que “Será suficiente, a tal efecto (de su inscripción en
el Registro de Propiedad), certificación que, con relación al inventario
aprobado por el Ayuntamiento, expida el Secretario, con el visto
bueno del Alcalde”, procedimiento este de gran tradición en el
sistema español cuya aplicación no ha supuesto ninguna controversia
política, o jurídica o social.
Conclusiones
• Respecto a los bienes, en una futura modificación de la ley se
debería contemplar la posibilidad de inventariar los bienes
fiscales mediante mensura administrativa.
• Es recomendable contar con una ordenanza modelo sobre el
régimen de arrendamientos, para facilitar a las municipalidades
la elaboración de un instrumento reglamentario útil en este
ámbito.
66
Las competencias se extienden más allá del control del tránsito,
pues también ejercen funciones en el control de las construcciones,
espectáculos públicos, salubridad, higiene de alimentos, control de
comercios y demás locales con alta concurrencia de personas;
prestación de auxilio en caso de siniestros como incendios,
derrumbes, contaminación y otros; vigilancia de los bienes del
dominio municipal y de los edificios municipales, entre otras descritas
en los arts. 56 y 12.11. c). Es decir, no se trata de una mera “Policía
de Tránsito”, sino de un órgano encargado de fiscalizar y hacer
cumplir las disposiciones municipales contenidas en Ordenanzas,
Reglamentos y Resoluciones.
No se destaca su papel en la protección de la convivencia y
seguridad pública, parece incluso que su papel en esta materia queda
reducido a solicitar la intervención de la Policía Nacional (art. 56 .g).
Junto a estas funciones propias, cabe recordar que el art. 161
de la LOM también posibilita a las municipalidades la función de
fiscalizar el cumplimiento de normas ambientales mediante convenios
con las autoridades competentes (SEAM), permitiendo en tales casos
que perciban una tasa ambiental de los beneficiarios. Por lo tanto, las
funciones de policía e inspección municipal también se podrán
extender al ámbito ambiental.
La ley contempla potestades determinadas para el ejercicio de
la función de policía. Por ejemplo, el art. 102 dispone – bajo el título
de “Medidas de policía”- que: “Si en lugares públicos o en recintos
privados de uso público se constataran hechos que verosímilmente
puedan ser considerados faltas, los funcionarios municipales podrán
actuar de forma inmediata, disponiendo la corrección de la situación
ilegal mediante medidas de policía y por los medios lícitos a su
alcance.”
Otro artículos importantes referidos a la función de policía son
el art. 103 (referente al ingreso a recintos privados), el art. 104
(procedimiento para desocupación o inhabilitación de recintos
privados, retiro de circulación o retención de cosas), los arts. 97 y 98
(que tratan sobre el contenido y la validez del acta de constatación de
la infracción), entre otras disposiciones de la ley.
El funcionamiento de la Policía está estrechamente relacionado
con el funcionamiento del Juzgado de Faltas, el procedimiento
sancionador, y el régimen de sanciones.
En definitiva, sin perjuicio de la posibilidad de mejorar el
articulado de la ley, el nuevo régimen jurídico otorga el marco legal
para el funcionamiento de la Policía Municipal y para la realización de
las actuaciones de inspección.
No obstante, debe tenerse presente que el fortalecimiento de la
Policía Municipal y de las actuaciones de inspección, no pasa solo por
el marco legal. Es primordial que la Policía tenga una organización
67
adecuada, recursos financieros suficientes, y sobre todo, un
entrenamiento y una capacitación inicial y continua en el
conocimiento de las normas jurídicas que les rigen y en las tareas
preventivas y operativas, a fin de que puedan actuar con eficacia y
eficiencia, y con un comportamiento ajustado a la legalidad.
Las municipalidades deben poner especial énfasis en este
tema, pues resulta fundamental para una convivencia colectiva
armónica y para la respetabilidad de la institución y del orden jurídico
vigente.
El objetivo final debe ser una policía municipal que responda al
modelo de prevención, proximidad y calidad, con agentes bien
formados, que contribuyan a la defensa de los derechos ciudadanos y
aseguren la convivencia.
Este modelo se desarrolla en España al amparo de lo dispuesto
en la Disposición Adicional 10ª de la LRBRL: “En el marco de lo
dispuesto en las Leyes Orgánicas, de Poder Judicial ; de Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad, sobre Protección de la Seguridad ciudadana, y
en las disposiciones legales reguladoras del régimen local, se
potenciará la participación de los Cuerpos de policía local en el
mantenimiento de la seguridad ciudadana, como policía de
proximidad, así como en el ejercicio de las funciones de policía judicial,
a cuyos efectos, por el Gobierno de la Nación, se promoverán las
actuaciones necesarias para la elaboración de una norma que defina y
concrete el ámbito material de dicha participación”.
Otro aspecto que se nos ha planteado, desde sectores
municipalistas, ha sido la cuestión de la posible
inconstitucionalidad de la disposición que establece las
competencias del Gobierno Nacional sobre las rutas
nacionales, también en sus travesías por los cascos urbanos de
los municipios, por atentar contra la autonomía municipal. Sin
embargo, en nuestra opinión, la disposición de la LOM no vulnera la
autonomía municipal, puesto que este es un principio constitucional
que no es de carácter absoluto. Por el contrario, está sujeto a límites
establecidos en la propia Constitución y en las leyes. En este caso, ha
sido el Congreso, ejerciendo sus atribuciones constitucionales, el que
ha determinado, por medio de la LOM, que las competencias sobre
las rutas nacionales corresponde al Gobierno Nacional, entendiendo
que no tiene sentido atribuir competencias a las municipalidades
sobre una ruta de carácter nacional que atraviesa múltiples
municipios.
En España, al igual que en Paraguay, las travesías de carreteras
nacionales por los cascos urbanos son competencia de la
Administración General del Estado (Gobierno Nacional), por lo que su
vigilancia corresponde a la Guardia Civil de Tráfico, Cuerpo de
Seguridad del Estado, y también su ordenación y señalización.
68
Conclusiones
Conforme a la LOM, la Policía Municipal no se reduce a una
mera Policía de Tránsito, sino que es un órgano encargado de
fiscalizar y hacer cumplir las disposiciones municipales
contenidas en Ordenanzas, Reglamentos y Resoluciones, tales
como las referentes al control de las construcciones, locales de
concurrencia pública, control de alimentos, vigilancia de plazas
y parques, entre otras.
El nuevo régimen jurídico otorga el marco legal para el
funcionamiento de la Policía Municipal y para la realización de
las actuaciones de inspección. El funcionamiento de la Policía
está estrechamente relacionado con el funcionamiento del
Juzgado de Faltas, el procedimiento sancionador, y el régimen
de sanciones.
Es primordial que la Policía tenga una organización adecuada,
recursos financieros suficientes, y sobre todo, un entrenamiento
y una capacitación inicial y continua en el conocimiento de las
normas jurídicas que les rigen y en las tareas preventivas y
operativas, a fin de que puedan actuar con eficacia y eficiencia,
y con un comportamiento ajustado a la legalidad.
Se recomienda evaluar la posibilidad de contar con un centro
nacional de capacitación o entrenamiento de los cuerpos de
policía municipal.
En nuestra opinión, las competencias del Gobierno Nacional
sobre las rutas nacionales, también en sus travesías por los
cascos urbanos de los municipios, no atentan contra la
autonomía municipal.
69
5.1. Relación municipalidad–contribuyente. Defensa de los
administrados.
La LOM contempla algunas disposiciones, que regulan normas
de procedimientos relativas a los derechos de los administrados, y a
las obligaciones de la Administración para dictar una resolución.
En primer término, cabe mencionar el régimen de recursos
administrativos. Se prevé el Recurso de Reconsideración o
Reposición (art. 270), que es de carácter optativo, y que es
resuelto por el mismo órgano que dictó la resolución. El plazo de
interposición es de diez días hábiles, a contar desde el día en que se
dicto la resolución. Y el plazo de resolución también es de diez días
hábiles, y, si así no lo hiciere o no dictara medidas de mejor proveer,
se entenderá que el mismo está denegado.
El Recurso de Apelación o Jerárquico está regulado en el
art. 271, y puede interponerse dentro de los cinco días, contra la
resolución expresa o tácita de un órgano inferior al Intendente, para
que, en un plazo no mayor de dos días, se ponga a consideración de
la máxima autoridad (Intendente), que deberá resolver en el plazo de
diez días hábiles. En caso que no se adopte resolución en este plazo,
se entenderá que el mismo ha sido denegado.
Estas disposiciones implican un avance, pues el agotamiento de
los recursos administrativos constituye un requisito establecido en la
ley procesal contencioso-administrativa para poder acceder a la
justicia. Con anterioridad, los administrados estaban obligados a urgir
el pronto despacho en caso de mora administrativa, plantear una
acción de amparo de pronto despacho con el solo objeto de obtener
un pronunciamiento, lo cual generaba molestias y gastos
innecesarios.
Sin embargo, la ley no contempla un plazo para responder a las
peticiones formuladas fuera del marco de los recursos
administrativos, salvo el plazo de 15 días dispuesto para que las
autoridades municipales, respondan las solicitudes de información
planteadas por los ciudadanos, que se comentará más adelante.
Otra disposición importante, es que los procedimientos para
sancionar administrativamente las infracciones tributarias
municipales y el régimen de recursos, se rigen por las
disposiciones pertinentes de la legislación tributaria, municipal y
nacional (art. 268). Ello obliga, a recurrir a otras disposiciones
normativas para determinar las reglas aplicables, lo cual puede
generar confusiones y errores en la aplicación de las mismas. Es
recomendable que se profundice el análisis de este punto a fin de
contar con una opinión legal que pueda armonizar los criterios de
interpretación.
En cuanto, a los procedimientos para la aplicación de
sanciones a las infracciones a las normas municipales,
70
corresponde aplicar las reglas para el juzgamiento de faltas
establecidas en la LOM.
Lo que sí se advierte, y no solo con respecto a las
municipalidades, es la carencia de una ley general de procedimientos
administrativos que contemple las normas relativas a los actos
administrativos, las reglas de los procedimientos ordinarios ante
peticiones ciudadanas, los plazos para resolver por parte de las
autoridades, los efectos del silencio, los derechos de los interesados
en el procedimiento administrativo, entre otros aspectos. Este tipo
de normativas, existe en la mayoría de los países iberoamericanos y
europeos, incluida España con su Ley de Régimen Jurídico y
Procedimiento Administrativo Común.
Es una necesidad imperiosa, para el conjunto de las
administraciones públicas, el establecer un régimen jurídico general,
que rija de forma clara los procedimientos administrativos y el
régimen de protección de los derechos de los administrados.
Otra carencia que se advierte, tiene relación con el derecho de
los ciudadanos a reclamar el cumplimiento de servicios mínimos
obligatorios, tal como se regula por ejemplo, en España. La LOM,
efectivamente no recoge esta idea de servicios mínimos. No obstante,
sería precipitado afirmar que por este vacío normativo, la prestación
de los servicios municipales, deba considerarse de carácter
totalmente voluntario, ya que la administración municipal, como
todas las administraciones, tiene su legitimidad en la satisfacción del
interés general a través del ejercicio de sus competencias. Si bien es
cierto, que no existe un mecanismo jurídico, para que los ciudadanos
puedan exigir la prestación de unos servicios mínimos a las
autoridades municipales.
Conclusiones
• La previsión de un régimen de recursos administrativos, contra
decisiones municipales, con un plazo para que las autoridades
se pronuncien y la determinación del efecto del silencio
administrativo, constituye un avance, pues facilita a los
ciudadanos el acceso a la justicia contencioso-administrativa.
• La ley, no contempla un plazo para responder a las peticiones
formuladas fuera del marco de los recursos administrativos,
salvo el plazo de 15 días dispuesto para que las autoridades
municipales respondan, a las solicitudes de información
planteadas por los ciudadanos.
• La remisión al régimen tributario nacional para imponer
sanciones por infracciones tributarias, obliga a realizar un
esfuerzo de interpretación, para determinar cuales son las
normas de la legislación nacional que son aplicables en esta
71
materia en el ámbito municipal. Es recomendable, que se
profundice el análisis de este punto, a fin de contar con una
opinión legal que pueda armonizar los criterios de
interpretación.
• Se advierte la carencia de una ley general de procedimientos
administrativos, en el ordenamiento jurídico paraguayo, que
contemple las normas relativas a los actos administrativos, las
reglas de los procedimientos ordinarios ante peticiones
ciudadanas, los plazos para que las autoridades resuelvan, los
efectos del silencio, los derechos de los interesados en el
procedimiento administrativo entre otros aspectos. Se
recomienda, el establecer un régimen jurídico general, que rija
de forma clara los procedimientos administrativos y el régimen
de protección de los derechos de los administrados.
• No existe un mecanismo jurídico, para que los ciudadanos
puedan exigir la prestación de unos servicios mínimos a las
autoridades municipales
72
cualquier persona que la solicite dentro del plazo no mayor de 15
días. Esta disposición es importante, porque consagra expresamente
el derecho de los ciudadanos de acceder a las fuentes públicas de
información, tal como lo establece la CN. No obstante, la ley no
regula cual es el procedimiento a seguir en caso de que la
municipalidad no cumpla con dicho plazo, y no regula determinadas
excepciones como la protección de los datos financieros de los
contribuyentes.
En ese contexto, ante la falta de respuesta, el ciudadano deberá
acudir a la justicia para obtener la información requerida mediante un
amparo judicial.
Más allá de ello, es recomendable, que el acceso a la
información pública sea objeto de una regulación especial más
detallada, y de un ámbito de aplicación mayor (incluyendo a la
administración nacional y departamental), a fin de garantizar el
efectivo ejercicio de este derecho constitucional, y compatibilizarlo
con otros derechos de similar rango.
En el ámbito de la publicidad del funcionamiento de los órganos
de gobierno, merece resaltarse, además la disposición del art. 71 de
la LOM, que obliga a publicar los órdenes del día de las sesiones de la
Junta Municipal, y la establecida en el art. 70 que consagra el
carácter público de dichas sesiones.
En segundo lugar, se incorporan mecanismos de
participación ciudadana en la gestión pública, como son los
siguientes:
I. Las audiencias públicas, constituyen un medio regulado en el art.
69, a través del cual las organizaciones ciudadanas tienen la
posibilidad de reunirse con las autoridades en un espacio formal.
Constituye un medio de consulta, pues posibilita poner a
conocimiento de la ciudadanía determinados proyectos, en la que
los participantes de la audiencia pueden expresar opiniones,
objeciones o aportes a las autoridades, con anterioridad a la
aprobación de dichos proyectos. Permite, además a las
organizaciones ciudadanas, canalizar sus demandas, inquietudes e
iniciativas directamente a las autoridades. También puede
constituirse, en un medio de rendición pública de cuentas, es
decir, en un mecanismo mediante el cual las autoridades brindan
al público, un informe sobre su desempeño en la gestión. Estas
audiencias tienen carácter consultivo.
II. La participación en las sesiones de las Comisiones de la Junta
Municipal, de las organizaciones ciudadanas En efecto, de acuerdo
al art. 72, las organizaciones ciudadanas, pueden solicitar un
espacio en las sesiones de las Comisiones Asesoras para efectuar
alguna exposición verbal.
73
III. La iniciativa popular para la presentación de Ordenanzas, regulada
en el art. 39, que permite a los vecinos presentar un proyecto de
Ordenanza recogiendo un número determinado de firmas.
La nueva ley, mantiene la figura de las Juntas Comunales de
Vecinos, como organismos auxiliares que funcionan en las Compañías
y Colonias22, pero con una regulación que les permita una mayor
autonomía, pues sus autoridades ya no son designadas por los
Intendentes (arts. 57 y siguientes). En lo que respecta a las
Comisiones Vecinales, se deja su regulación a cada Junta Municipal, a
través de una Ordenanza. Se aclara, no obstante, que la ciudadanía
tiene la libertad, de elegir las formas de organización que considere
más adecuadas, sin encasillar obligatoriamente su participación en
organismos como las Juntas Comunales o Comisiones Vecinales.
Además, se obliga a cada municipalidad a contar con una Ordenanza
de Participación Ciudadana con el objeto de promover los diversos
mecanismos.
Hay algunos mecanismos de participación ciudadana en el
derecho comparado que no se regulan en la ley, y cuya regulación
sería conveniente promover, para un mayor control de los ciudadanos
en la gestión pública. Por ejemplo, la obligación de someter a un
periodo de información pública, con carácter previo a la aprobación
de proyectos o actos, que tengan una incidencia especial en la vida
de los ciudadanos, tales como: (I) los Planes de Desarrollo
Sustentable y el Plan de Ordenación Urbana y Territorio; (II) la
delimitación de las Áreas Urbanas y Rurales; (III) el Presupuesto
General; (IV) la rendición anual de cuentas.
La apertura de etapas de información pública obligatoria,
posibilitaría una mayor participación ciudadana en el control de estos
actos, sin que esa participación sea de carácter vinculante.
No obstante, y sin perjuicio de insistir en la necesidad de la
consagración legal de este procedimiento, se considera posible
jurídicamente su incorporación en Ordenanzas de Participación
Ciudadana.
Conclusiones
• De acuerdo con la LOM, la posición de las municipalidades ante
la participación ciudadana, no es pasiva sino activa, en el
sentido de promover y fomentar tal implicación ciudadana en la
gestión pública. Por otra parte, la participación es entendida en
la ley, no sólo como la obligación de permitir una participación
del ciudadano individualmente considerado, sino también de
impulsar las asociaciones vecinales para la realización de
actividades de interés municipal.
22
Comunidades o asentamientos de población existentes en el territorio del Distrito Municipal
74
• La potestad de las municipalidades de dictar una Ordenanza de
Participación Ciudadana, no debe interpretarse como la
posibilidad de la municipalidad de coartar o restringir derechos,
sino de desarrollar instrumentos jurídicos, que estimulen la
participación ciudadana individual y colectivamente. Se
recomienda elaborar un modelo de estas Ordenanzas.
• Es recomendable, que el acceso a la información pública sea
objeto de una regulación especial más detallada y de un ámbito
de aplicación mayor (incluyendo a la administración nacional y
departamental), a fin de garantizar el ejercicio efectivo de este
derecho constitucional y compatibilizarlo con otros derechos
constitucionales.
• Es recomendable, promover la consagración legal de las etapas
de información pública, con carácter previo y obligatorio a la
adopción de determinadas decisiones, que tienen una incidencia
especial en la vida de los ciudadanos, tales como: (i) los Planes
de Desarrollo Sustentable y el Plan de Ordenación Urbana y
Territorio; (ii) la delimitación de las Áreas Urbanas y Rurales;
(iii) el Presupuesto General; (iv) la rendición anual de cuentas.
75
resolución del convenio, y los recursos que transfiera la
administración delegante a la municipalidad.
2. La competencia de las municipalidades de establecer un Plan de
Ordenamiento Urbano y Territorial (POUT), y un Plan de
Desarrollo Sustentable (PDS), presenta una oportunidad
importante para desarrollar una cultura de la planificación y de
trabajo de forma coordinada con los organismos nacionales y
con el Gobierno Departamental. Una oportunidad para la
coordinación, puede darse en el trámite de evaluación del
impacto ambiental al cual debe someterse el POUT ante la
SEAM. Se recomienda, que la Gobernación asuma un rol
protagonista en la coordinación con las municipalidades en esta
materia, para lo cual puede ser útil, potenciar el asociacionismo
municipal de ámbito departamental. También es necesaria la
articulación con el Gobierno Nacional y los diferentes
organismos involucrados (INDERT, SEAM, MOPC, MEC, MSPBS,
etc.), para la correcta ejecución de los planes nacionales,
departamentales y municipales en la búsqueda del bien común.
Es conveniente que el Gobierno Nacional establezca una
instancia de coordinación de las instituciones del Gobierno
Nacional con las municipalidades para impulsar un
relacionamiento fluido con los gobiernos locales y promover el
desarrollo local que contribuya al desarrollo nacional y a la
mayor proximidad de la administración pública a la ciudadanía.
3. El Gobierno Departamental, debe participar como instancia de
articulación de los planes y acciones de las municipalidades del
departamento, de conformidad al art. 163 de la CN
4. Las asociaciones de municipalidades, pueden constituirse bajo
las formas asociativas con personería jurídica reguladas en el
Código Civil. Si bien la LOM, no desarrolla en profundidad el
régimen jurídico de las asociaciones, queda claro que: (I)
pueden tener por objeto la defensa de sus intereses, la
prestación de servicios públicos, la ejecución de obras o
trabajos de interés común, entre otros; (II) no tienen
potestades de percepción de tributos, ni sancionadoras; (III)
tienen las ventajas y prerrogativas del Estado en materia
tributaria.
Se recomienda desarrollar modelos de estatutos y manuales
instructivos, para las contrataciones, administración de personal
y administración financiera, de las asociaciones. Además, se
recomienda coordinar los criterios de interpretación de las
normas aplicables a las asociaciones con las autoridades
nacionales pertinentes (Ej. DNCP y CGR.)
5. Se recomienda, impulsar la aprobación de una ley que
contemple la posibilidad de constituir entidades con personería
76
jurídica, o consorcios, de municipalidades con otras
instituciones públicas (gobiernos departamentales, entidades
del gobierno nacional). En esa oportunidad, podrán además
regularse con mayor detalle, las asociaciones de
municipalidades o mancomunidades.
6. La intervención de la Junta Municipal, en actos administrativos
individuales (loteamientos), y en el proceso de contratación, es
inadecuada pues burocratiza en exceso la gestión y dificulta la
gobernabilidad. Para una posterior reforma legal, sería
recomendable que la Junta Municipal se limite a una función
reguladora, y a ejercer el control posterior de los actos del
Intendente a través de los mecanismos ya establecidos.
7. Las municipalidades, se siguen rigiendo por las disposiciones de
la Ley de Contrataciones Públicas, con las excepciones
establecidas en la LOM. Deben continuar comunicando sus
convocatorias a la Dirección Nacional de Contrataciones
Públicas, pero este organismo no puede paralizar el trámite. La
DNCP sigue siendo competente para entender en las protestas
contra los actos del procedimiento de contratación, dictados por
las municipalidades.
Es recomendable coordinar con los organismos técnicos
nacionales (DNCP y SFP), unos criterios y reglas de
interpretación de la legislación nacional. Estos criterios y reglas
pueden resultar plasmados en modelos de documentos
instructivos y manuales, que contribuyan a una adecuada
aplicación de las leyes y reglamentos. Los organismos técnicos
nacionales, deberían priorizar su función de orientación, de
capacitación y de asesoramiento técnico a las municipalidades,
en una relación compatible con la autonomía municipal, para
una adecuada aplicación de las políticas y normas en la
materia. No es recomendable, que se relacionen con
resoluciones reglamentarias de imposición obligatoria a las
municipalidades, pues puede interpretarse que las mismas
vulneran la autonomía municipal.
8. Es conveniente, promover la reforma tributaria municipal
integral, dado que las leyes tributarias municipales (Ley Nº
881/81 de Asunción, Ley N° 620/76 y su actualización, la Ley
N° 135/91 de las demás municipalidades) se encuentran
desfasadas e insuficientemente reguladas. Además, de dictar
una ley general tributaria, sería conveniente una modificación
legislativa dirigida al reducir el número de tributos.
9. La diversidad de normas aplicables en materia de
administración financiera (además de la LOM, la Ley de
Administración Financiera del Estado, la Ley de Presupuesto
Nacional, las reglamentaciones nacionales, reglamentaciones de
77
la Contraloría General, etc.), puede generar diversas
contradicciones normativas o dudas acerca de la norma
aplicable, lo cual exigirá un esfuerzo importante de
interpretación jurídica.
Es recomendable, que la CGR elabore en la mayor brevedad la
reglamentación de las normas de administración financiera, a
fin de dejar en claro cuales son las reglamentaciones aplicables
a las municipalidades. Esta tarea, puede contar con el apoyo
técnico del Ministerio de Hacienda y el acompañamiento de las
asociaciones municipalistas.
10. Constituyen novedades positivas, las disposiciones que
promueven un presupuesto más equilibrado y una mayor
responsabilidad fiscal, evitando que sea distorsionado con
sobreestimaciones irreales en la etapa de consideración por
parte de la Junta Municipal.
11. Conforme a la LOM, la Policía Municipal no se reduce a
una mera Policía de Tránsito, sino que es un órgano encargado
de fiscalizar y hacer cumplir las disposiciones municipales,
contenidas en Ordenanzas, Reglamentos y resoluciones, tales
como las referentes al control de las construcciones, locales de
concurrencia pública, control de alimentos, vigilancia de plazas
y parques, entre otras. La ley establece un marco importante
para las actuaciones municipales de policía e inspección.
Se recomienda, evaluar la posibilidad de contar con un centro
nacional de capacitación o entrenamiento de los cuerpos de
policía municipal.
12. El régimen jurídico paraguayo carece de una ley general
de procedimientos administrativos, que establezca el régimen
de los actos administrativos, su revocación, sus caracteres y
elementos, los procedimientos ordinarios, los plazos para
responder a las peticiones, y el régimen de recursos o
impugnación de actos administrativos. Es una necesidad
imperiosa, para el conjunto de las administraciones públicas, el
establecer un régimen jurídico general, que rija de forma clara
los procedimientos administrativos y el régimen de protección
de los derechos de los administrados.
13. De acuerdo a la nueva ley, la posición de las
municipalidades ante la participación ciudadana no es pasiva
sino activa, en el sentido de promover y fomentar tal
implicación ciudadana en la gestión pública. Por otra parte, la
participación es entendida en la ley, no sólo como la obligación
de permitir una participación del ciudadano individualmente
considerado, sino también de impulsar las asociaciones
vecinales para la realización de actividades de interés
municipal.
78
La potestad de las municipalidades de dictar una Ordenanza de
Participación Ciudadana no debe interpretarse como la
posibilidad de la municipalidad de coartar o restringir derechos,
sino de desarrollar instrumentos jurídicos que estimulen la
participación ciudadana individual y colectivamente. Se
recomienda elaborar un modelo de estas Ordenanzas.
14. Si bien, el art. 239 de la ley solo define al loteamiento
como toda división de inmuebles en dos o más parcelas, una
interpretación razonable de la normativa y coherente con su
finalidad y con otras disposiciones, conduce a afirmar que la
obligación de transferir las calles, plazas y otros espacios
públicos, así como la del cumplimiento de otros requisitos
urbanísticos, solo resulta aplicable al proceso de loteamiento de
inmuebles destinados a fines urbanísticos (en zonas urbanas o
a urbanizar).
15. Se recomienda, promover una modificación legislativa
sustancial o una legislación específica de urbanismo, territorio,
loteamientos y uso de suelo (Ley de Ordenación Territorial)
que: (I) aclare las diferentes situaciones que pueden
presentarse en el fraccionamiento o loteamiento de inmuebles;
(II) regule con mayor detalle el desarrollo de nuevas
urbanizaciones, incluyendo especificidades sobre barrios
cerrados o clubes de campo; (III) aclare el régimen jurídico en
las áreas rurales, considerando los diferentes organismos que
actúan en dicho territorio (INDERT, SNC); (IV) elimine la
intervención de la Junta Municipal en el proceso de aprobación
de los loteamientos; (V) aclare el diferente alcance y
tramitación de proyectos de delimitación de áreas urbanas, por
una parte y de los POUT, por otra, en especial el papel en cada
caso de los diversos organismos del Gobierno Nacional (SEAM,
SNC, etc.) y Departamental.
Como conclusión final, cabe decir que la LOM presenta un
potencial importante para el fortalecimiento de las
municipalidades en el Paraguay y para el trabajo coordinado con
el Gobierno Nacional en el desarrollo local. Presenta además avances
destacables en comparación con la anterior normativa en diversos
ámbitos tales como el régimen de competencias, algunas
disposiciones sobre administración financiera, mecanismos de
participación ciudadana, entre otros.
Se recomienda como tareas a corto plazo, (I) desarrollar los
modelos de Ordenanzas, convenios, manuales, reglamentos,
instructivos mencionados que faciliten y orienten la gestión municipal,
en un trabajo coordinado entre las instancias competentes del
Gobierno Nacional con las asociaciones municipalistas (II) encarar
programas de capacitación y entrenamiento en la aplicación de la
nueva normativa; y (III) establecer una instancia de coordinación de
79
las instituciones del Gobierno Nacional, para impulsar el trabajo con
las municipalidades y sus asociaciones en el desarrollo local. Esta
instancia debería tener participación de las asociaciones
municipalistas y el Consejo de Gobernadores, y contar con un
responsable político de alto rango en la estructura del Poder
Ejecutivo.
Sin perjuicio de lo expuesto, debe asumirse la necesidad de
promover – también a corto plazo,- reformas normativas sustanciales
en materia de gestión municipal, que afecten y aclaren las
disposiciones de esta nueva ley. A modo de ejemplo, mencionamos
la ley de uso de suelo y loteamientos; la ley de procedimientos
administrativos; la ley tributaria municipal; leyes que regulen modos
de colaboración interinstitucional como los consorcios, entre otras.
22 de Noviembre de 2010
LOS CONSULTORES
80
ANEXO I
Planeamiento urbanístico
Es definido por la Legislación Urbanística de Castilla y León,
como el conjunto de instrumentos establecidos para la ordenación
del uso del suelo, y el establecimiento de las condiciones para su
transformación o conservación.
En la planificación urbanística, es donde se encuadraría el
POUT paraguayo, y se podría equiparar en el sistema español al Plan
General de Ordenación Municipal (desde ahora PGOM).
El PGOM tiene un contenido mínimo entre los que podemos
destacar:
81
a) La clasificación de todo el término municipal en alguna de las
clases de suelo que son: el suelo urbano, urbanizable y no
urbanizable o rústico.
El suelo urbano es aquel suelo que cuenta con los servicios
necesarios como son el acceso rodado, abastecimiento de agua,
evacuación de agua y suministro de energía eléctrica, o por
estar situado en áreas consolidadas por las edificaciones
existentes. El PGOM delimita el perímetro o perímetros, si
existen varios núcleos urbanos, de esta clase de suelo y
determina sus usos (residenciales, industriales…), determina las
vías públicas, las zonas y espacios libres (parques, zonas
deportivas) que se consideran sistemas locales, superficie
mínima de los solares, condiciones edificatorias (edificabilidad,
alturas…).
El suelo urbanizable es aquel suelo, que es apto para ser
urbanizado, es decir, es un suelo que se establece como una
previsión para el crecimiento de la ciudad. Es un suelo que no
tiene las dotaciones para ser considerado urbano, pero que el
PGOM delimita los sectores de esta clase de suelo, y contempla
unas determinaciones que podemos considerar más genéricas,
para poderlo transformar en suelo urbano.
El suelo no urbanizable, o rústico, es aquel suelo que por sus
valores ecológicos, rústicos o medioambientales no puede
urbanizarse y se le dota de una protección para evitar su
invasión urbana.
b) Previsión de los sistemas generales de vías públicas, servicios
urbanos espacios públicos y equipamientos.
c) Delimitación del suelo urbanizable.
d) Normas de protección del suelo no urbanizable o rústico.
Para transformar el suelo en urbano, es necesaria la aprobación
de Planes Parciales que son unos planes subordinados
jerárquicamente al PGOM, y por tanto no puede contravenir a éste.
Planes Parciales que han de determinar las zonas dotacionales,
destinadas no solo a zonas verdes, sino deportivas, escolares, etc.
Aquí la ley establece unos estándares urbanísticos de dotaciones
públicas, que ha de cumplir cada Plan Parcial que suele venir
relacionado con la densidad de población o viviendas previstas. Una
de las características del desarrollo de las ciudades españolas, es el
gran equipamiento del que disfrutan las zonas de “expansión” que se
pueden considerar en general mejor dotadas, que el centro urbano
tradicional, porque se han previsto una importante cantidad de suelo
para estos fines, que el Ayuntamiento recibe gratuitamente como
cargas urbanísticas que soporta el promotor.
82
El órgano municipal competente, para la aprobación el PGOM y
los Planes Parciales es el Pleno del Ayuntamiento, pero siempre
previo período de información pública. Si bien su aprobación
definitiva le corresponde en el caso del PGOM a las CC.AA. Para los
Planes Parciales según su tamaño: menores de 20.000 habitantes
corresponde a las CC.AA., y en los demás al propio Ayuntamiento.
Las principales diferencias entre el sistema paraguayo y español
que pueden destacarse:
Desde el punto de vista procedimental, el Planeamiento está
sometido a información pública, es decir se contempla una
participación ciudadana. Y la competencia para su aprobación se
puede decir que es compartida por los Municipios y las CC.AA. Y en el
sistema paraguayo no se contempla esta audiencia y es aprobado por
la Municipalidad, sin intervención posterior de la Administración
Departamental.
En el sistema español, no interviene el equivalente al Servicio
Nacional de Catastro. En este se limita a recoger la clasificación
urbana dada por el PGOM una vez aprobado. Si se requieren, sin
embargo, informes, incluso vinculantes, de otras entidades como es
la administración responsable de medio ambiente, recursos
hidráulicos, de carreteras, de gestión de agua y saneamiento, energía
eléctrica, etc.
Gestión urbanística
Definida como el conjunto de procedimientos establecidos por
la ley para la transformación del uso del suelo, y en especial para su
urbanización y edificación, en ejecución del planeamiento urbanístico.
Si el planeamiento define como se ordena la ciudad, la gestión
determina como se debe intervenir en las diferentes clases de suelo,
en especial en el suelo urbano no consolidado (terrenos urbanos que
precisan actuaciones de urbanización), y lo urbanizable que se ha
ordenado por el PGOM y el Plan Parcial, transformándose así en suelo
urbano dotado con todos los servicios.
La gestión contempla distintos supuestos: que la actuación
urbanística sea realizada por los propietarios del suelo (tanto la
totalidad como solo una parte de ellos, si no hay acuerdo entre todos)
o por el propio Ayuntamiento, llegando incluso a la expropiación en
ciertas circunstancias.
La gestión se rige sobre el principio de equidistribución de
cargas y beneficios entre los propietarios afectados.
La competencia para aprobar los instrumentos de gestión
corresponde exclusivamente al Ayuntamiento.
83
Disciplina urbanística
Esta es la última parte en que se estructura el derecho
urbanístico español, que se manifiesta principalmente de dos formas,
mediante la sujeción a la licencia urbanística de la actividad
edificatoria, para asegurar su sujeción a la legislación y
planeamiento urbanístico. Y a través del ejercicio de la potestad
sancionadora, en el supuesto que se cometan infracciones
urbanísticas.
Esta competencia, salvo para infracciones muy graves, corresponde a
los municipios.
84
ANEXO II
2.1.- Concesión
2.2.- Gestión interesada
2.3.- Concierto
2.4. Sociedad de Economía Mixta
85
La distinción entre directa e indirecta no es muy afortunada
desde el punto de vista lingüístico, pues en alguna de las formas
directas se utiliza una organización interpuesta, aunque dependiente.
El elemento diferenciador es la participación o no de una
organización independiente, en la gestión.
La titularidad del Servicio, que conlleva los poderes de
implantación, orientación, modificación, supervisión y extinción, es
separable de la gestión.
En todo caso, existirá un gestor, que toma a su cargo el
desarrollo de todas las actividades precisas para la realización
del fin y que corre con el riesgo económico o de resultados.
En las formas directas, la Administración asume tanto la
titularidad como la gestión. Esta última, la lleva a efecto con su
propia organización o mediante organización personificada (de
derecho público o privado) pero totalmente dependiente.
Por ello, asume plenamente el riesgo económico y responde
íntegramente del resultado.
En las formas indirectas, la Administración
correspondiente se reserva, en todo caso, la titularidad, pero
otra organización independiente –por lo general una empresa
privada- participa de forma más o menos intensa en la
gestión.
En la gestión directa sin organización especializada, la
Entidad titular asume la gestión sin intermediación. Utiliza
funcionarios y personal laboral de la propia plantilla. Todos los
poderes de decisión corresponden a los órganos de gobierno.
En la gestión directa con órgano especial de
administración, existe una organización diferenciada pero sin
personalidad jurídica. Habrá un Gerente y un Consejo de
Administración, así como sección presupuestaria propia y contabilidad
separada. Esta forma de gestión, favorece la agilidad y la gestión
eficiente, manteniendo al tiempo la cohesión organizativa y los
debidos controles desde los órganos de gobierno.
El Organismo Autónomo Local tiene personalidad jurídica y
cierta autonomía. Se rige plenamente por el derecho
administrativo. Por ello, no se gana en agilidad respecto a la
formula anterior y se debilita el control. Además se suelen producir
duplicidades y dispendios en materia de personal y medios
materiales.
86
o Área, con los consiguientes controles específicos puede contribuir a
evitar los señalados dispendios.
87
La elección de la forma de gestión corresponde al Pleno
Municipal (art. 22.2.f) de la LRBRL.). Es libre pero no arbitraria y por
ello debe responder a criterios objetivos de eficiencia y CALIDAD,
sustentados en análisis, estudios y evaluaciones.
El moderno concepto de CALIDAD equivale al más tradicional de
“buena administración” al que se refiere la jurisprudencia.
CALIDAD es satisfacer las demandas y expectativas del
ciudadano-cliente con amabilidad, prontitud y eficacia, a costes
moderados.
¿Qué forma o modo de gestión nos puede ofrecer una mayor
calidad de servicio? Ese es el criterio de elección.
De ahí la importancia de los estudios y análisis previos, desde
una orientación de diseño pensada en el ciudadano-cliente.
Este es el camino actual de la buena administración.
23
Órgano especializado de administración, es aquella organización sin personalidad
jurídica, que se crea expresamente para la gestión de servicios y que está a cargo
de un Consejo de Administración y un Gerente.
88
Funcionamiento de la Administración General del Estado
(LOFAGE) ley, con determinadas especialidades.
Dichas especialidades están en la línea marcada por el actual
art. 85 bis de la LRBRL.
Deja muy claro que en ambas formas directas, el régimen de
recursos humanos y de contratación es de derecho
administrativo. Lo que plantea dudas sobre la utilidad de las
EPEs que es una figura muy poco empleada por los municipios
españoles
● En relación a las Sociedades Mercantiles Locales,
mantiene su configuración actual con una novedad: por disposición
legal, la Junta General al ser socio único será en Consejo de Gobierno
(Junta de Gobierno) y donde no exista, el Alcalde.
89
ANEXO III
90
En el primer ámbito, los municipios crean una nueva Entidad
Local, con potestades propias, para el ejercicio de unas competencias
específicas que se le atribuyen. En el segundo, se trata de
asociaciones de interés que no conforman una Entidad Local.
91
a) Principios comunes y esenciales del procedimiento de
constitución, modificación y disolución de las
mancomunidades. Aprobación de los Estatutos.
92
gobierno y recursos, plazo de duración y cuantos otros extremos sean
necesarios”.
93
gobierno. ¿Qué órganos y con qué denominación? Esta determinación
forma parte del contenido de la potestad de autoorganización. No
parece claro ni mucho menos que las Comunidades Autónomas
puedan imponer un modelo orgánico. Algunas lo han hecho y de
forma desafortunada, con una tendencia a sobredimensionar la
organización y a generar cierta confusión.
3.-Flexibilidad y polivalencia.
24
Precios públicos son ingresos de derecho público que no tienen naturaleza
tributaria y que son definidos por la legislación española como las
contraprestaciones pecuniarias que se satisfagan por la prestación de servicios o la
realización de actividades efectuadas en régimen de Derecho público cuando,
prestándose también tales servicios o actividades por el sector privado, sean de
solicitud voluntaria por parte de los administrados. Por ejemplo, las tarifas que
pagan lo usuarios por la utilización de instalaciones deportivas municipales.
94
municipios, personalidad jurídica y potestad de auto-organización.
Estos son los rasgos básicos. Más allá, casi todo es posible.
95
pueden aportar valor por la gestión de las políticas de desarrollo
sostenible.
96
MODELO DE ESTATUTO TIPO PARA MANCOMUNIDADES
MUNICIPALES.
97
CAPÍTULO III.- RÉGIMEN ORGÁNICO Y FUNCIONAL.
98
4.- El mandato de los vocales del Consejo General coincidirá
con el de sus respectivas Corporaciones.
Tras la celebración de elecciones locales, y dentro del plazo
previsto por la ley para la designación de representantes en órganos
colegiados, los ayuntamientos mancomunados deberán nombrar el o
los vocales representantes del municipio en el Consejo General de la
Mancomunidad.
Transcurrido el plazo para la designación de los vocales por los
ayuntamientos, y dentro de los diez días siguientes, se procederá a la
constitución del nuevo Consejo General y designación de su
Presidente.
Hasta la fecha de constitución del Consejo General, actuarán en
funciones el anterior y su Presidente en todo aquello que afecte
únicamente a la gestión de los asuntos de ordinaria administración de
la Mancomunidad, dando cuenta de tales actuaciones al Consejo
General entrante tan pronto como éste se constituya.
99
CAPÍTULO IV.- RECURSOS Y ADMINISTRACIÓN ECONÓMICA.
Artículo 17º.
La modificación de Estatutos se ajustará a lo preceptuado en los
artículos -------- de la Ley ----- de Régimen Local de ----------
100
CAPÍTULO VI.- INCORPORACIONES Y SEPARACIONES.
101
CAPÍTULO VII.- DISOLUCIÓN DE LA MANCOMUNIDAD.
Artículo 20º.
1.- La disolución de la Mancomunidad podrá producirse por las
causas generales establecidas para las personas jurídicas por el
ordenamiento vigente, en la medida en que sean aplicables a
aquéllas, por la naturaleza de sus fines.
2.- El procedimiento para la disolución deberá ajustarse a
cuanto disponen los artículos ------ de la Ley de Régimen Local de ---
--------- y artículo 44 de la Ley 7/85, de 2 de abril.
3.- El acuerdo de disolución determinará la forma de liquidar los
bienes y obligaciones pendientes, atendiendo a criterios de
proporcionalidad en relación con el coste total de las respectivas
aportaciones de cada municipio.
DISPOSICIONES ADICIONALES.
Primera.
Una vez aprobados definitivamente los presentes Estatutos, los
Plenos de las Corporaciones elegirán sus representantes en el
Consejo General en un plazo improrrogable de 20 días,
constituyéndose dicho Consejo General en el término de 30 días
naturales, contados a partir de la finalización del plazo antedicho.
Segunda.
El primer periodo, desde la constitución de la Mancomunidad,
finalizará con las primeras elecciones locales que se celebren.
DISPOSICIÓN FINAL
En lo no previsto en los presentes Estatutos serán de aplicación
la Ley ----- de Régimen Local de ------------, Ley 7/85, de 2 de abril,
reguladora de las Bases del Régimen Local, sus Reglamentos, RDL
781/1986, de 18 de abril, por el que se aprueba el Texto Refundido
de las Disposiciones legales vigentes en materia de Régimen Local y
disposiciones dictadas por la Comunidad Autónoma de ----------------
----------- en la materia.
102
ANEXO IV
25
SOSA WAGNER: Manual Básico de Derecho Administrativo
103
incompatibilidades, al igual que los cargos públicos. Y también están
sujetos a un régimen disciplinario más estricto.
Dentro de los funcionarios locales se distinguen:
• Los funcionarios con habilitación estatal: que son puestos
que han de existir en todas las corporaciones locales, aunque
se hacen diferenciación según la población, y que son los
puestos de Secretario al que le corresponde la fe pública y el
asesoramiento legal preceptivo, el Interventor al que le
corresponde el control y fiscalización interna. Y el Tesorero al
que le corresponde la tesorería y recaudación. La habilitación
de este personal corre a cargo de las CC.AA. y su
nombramiento se realiza mediante concurso, salvo en las
grandes corporaciones que se contempla la posibilidad de la
libre designación, pero aun en estos casos si se produce el cese
el Ayuntamiento debe asignar al “cesado” algún puesto de
trabajo.
La agrupación de municipios para el mantenimiento de puestos
de trabajo
Uno de los problemas españoles es que hay un número
excesivo de municipios, 8.111, la mayoría de pequeño tamaño,
y algunos tan pequeños (menores de 1.000 habitantes) que no
pueden soportar el mantener ellos solos un puesto de
funcionario de habilitación, que como hemos dicho es
obligatorio, para lo cual existe la figura de agrupación de
municipios para compartir el puesto y los gastos del
funcionario.
• Los funcionarios locales restantes: son seleccionados y
nombrados por el propio Ayuntamiento. Selección que se hace
mediante convocatoria pública y bajo los principios citados
anteriormente. La selección la hace un tribunal de composición
exclusivamente técnica para evitar cualquier ingerencia
política.
Personal laboral
Este personal no puede ejercer funciones reservadas a
funcionarios públicos. Y su régimen, como indica su propio nombre,
está sujeto al derecho laboral, no al administrativo. Por lo que no
está garantizado el derecho de permanencia, aunque en la práctica el
personal laboral fijo casi tiene garantizada su permanencia por la
tradición y por la regulación del despido de la legislación laboral
española.
Se suele emplear, en la práctica, este personal para trabajos
menos administrativos
104
Su selección está regida bajo los mismos principios que los
funcionarios.
Personal eventual
Es el personal que desempeña puestos de confianza o
asesoramiento especial. Su nombramiento es libre, corresponde al
Alcalde y su cese también es libre. (Definición del profesor SOSA
WAGNER26). Este es el único personal que es nombrado y cesado
libremente y que cesan también cuando termina el mandato de la
autoridad que les nombró.
26
SOSA WAGNER: Manual Básico de Derecho Administrativo
105
Presidencia27 era de: 672.092, de los que 214.165 funcionarios de
carrera (34,15 %) 368.029 empleados laborales (58,69 %) y 44.898
entre personal eventual y funcionarios interinos (7,16 %).
Tomando como base los datos del Ministerio de Economía y
Hacienda en el año 200828 el gasto de personal de los municipios
ascendió a 16.417 millones de euros, que sobre unos presupuestos
municipales totales de 50.827 millones representa el 32,30 % del
gasto total lo que estaría dentro de los límites establecidos por el art.
179 de la LOM. Sobre la población española de 45.525.552 habitantes
supone un gasto de 410 euros por habitante, representado el gasto
total de los municipios 1.116 euros por habitante.
27
Fuente: Ministerio de la Presidencia: Registro Central de Personal 2010
(http://www.mpr.es/servicios/publicaciones.html
28
FUENTE: Ministerio de Economía y Hacienda: Haciendas Locales en cifras Avance 2008
(http://www.meh.es/Documentacion/Publico/DGCFEL/HaciendasLocalesEnCifras/HHLL%20en
%20cifras.%20Avance%202008.pdf
106
ANEXO V
29
FUENTE: Ministerio de Economía y Hacienda: Haciendas Locales en cifras Avance 2008
(http://www.meh.es/Documentacion/Publico/DGCFEL/HaciendasLocalesEnCifras/HHLL%20en
%20cifras.%20Avance%202008.pdf
107
período voluntario, los propios Ayuntamientos pueden hacer efectivas
estas deudas sin necesidad de acudir a la vía judicial.
Mediante la vía ejecutiva las deudas se cobran con un recargo
del 20%, además de los intereses de demora y se puede llegar al
embargo del patrimonio del contribuyente deudor, eso sí siguiendo un
estricto procedimiento que garantiza los derechos al administrado.
El resultado de la eficacia recaudatoria de los Ayuntamientos
españoles, conforme a los datos del Ministerio de Economía, en el año
2008 fue
Impuestos directos (IBI, IVTM, IAE, IIVT): 85,52 %
Impuestos indirectos (ICIO): 78,94 %
Tasas, precios públicos y multas: 75,33 %.
La potestad recaudatoria de los Ayuntamientos tiene amplia
tradición en el sistema español y europeo y no supone ninguna
controversia política o jurídica.
108
ANEXO VI
109
Los presupuestos pueden ser modificados pero siempre
respetando los principios presupuestarios, incluido el de equilibrio
presupuestario.
Los presupuestos se liquidan con efectos de 31 de diciembre de
cada año, determinándose las obligaciones reconocidas, pagadas y
pendientes de pago, y los derechos liquidados, cobrados y pendientes
de recaudar. La diferencia entre las obligaciones no satisfechas y los
derechos pendientes de cobro constituye el remanente de tesorería
que puede ser positivo o negativo.
Si el remanente es negativo el presupuesto del ejercicio
siguiente se tendrá que modificar, principalmente mediante la
reducción de gastos hasta recuperar el equilibrio.
La liquidación corresponde al Alcalde.
110
Pleno del Ayuntamiento la resolución del conflicto cuando la razón
sea la insuficiencia de crédito.
Cada Ayuntamiento, a través de su Pleno, tendrá que aprobar
sus Cuentas Generales que habrán de rendir ante el Tribunal de
Cuentas30 al que le corresponde su fiscalización.
30
El Tribunal de Cuentas es el supremo órgano fiscalizador de cuentas y gestión económica de
todas las Administraciones Públicas españolas y su sector público. Y depende directamente de
las Cortes Generales (Parlamento Nacional)
111
ANEXO VII
HECHO IMPONIBLE
ARTÍCULO 1º
112
c) Los vehículos autotaxis cuando el conductor esté presente.
SUJETO PASIVO
ARTÍCULO 2º.
ARTÍCULO 3º
113
Se permite a los usuarios la utilización de todas las fracciones de
0,05 euros que deseen con un mínimo en todo caso de 0,20
euros.
114
régimen que sea de aplicación, redondeada a fracción de media
hora.
ARTÍCULO 4º
La tasa se devengará:
115
NORMAS DE GESTIÓN
ARTÍCULO 5º
116
introduciendo las monedas que procedan según las tarifas y
horarios establecidos.
b. En el caso de la tarifa especial (apartado c) del artículo 3º), al
proveerse del distintivo anual o trimestral, bien entendido que los
residentes acogidos a esta tarifa especial se someterán a los
regímenes establecidos en las distintas zonas ajenas al área de
influencia de su residencia.
ARTÍCULO 6º
ARTÍCULO 7º
ARTÍCULO 8º
117
c) Obras ejecutadas por los particulares, de apertura de
calicatas o zanjas, con ancho mínimo a medir de un metro, con
independencia del coste de reparación ..... ..............134,29 €
ARTÍCULO 9º
ARTÍCULO 10º
ARTÍCULO 11º
ARTÍCULO 12º
ARTÍCULO 13º
118
Tarifas: por cada mesa y cuatro sillas:
ARTÍCULO 14º
ARTÍCULO 15º
119
ARTÍCULO 16º
ARTÍCULO 17º
ARTÍCULO 18º
120
ARTÍCULO 19º
ARTÍCULO 20º
ARTÍCULO 21º
ARTÍCULO 22º
ARTÍCULO 23º
a) Por cada quiosco instalado en la vía pública .:. 59,96 €/m2 y año.
121
No se dará el prorrateo trimestral en los casos de cambio de la
titularidad en una autorización anteriormente concedida.
ARTÍCULO 24º
ARTÍCULO 25º
122
ARTÍCULO 26º
ARTÍCULO 27º
ARTÍCULO 28º
1 .- Entrada de vehículos:
- A) Hasta 5 metros de anchura
Calle de 1ª categoría 264,20 euros
Calle de 2ª categoría 204,79 euros
Calle de 3ª categoría 126,07 euros
123
- B) De más de 5 metros hasta 10 metros de anchura
Calle de 1ª categoría 334,75 euros
Calle de 2ª categoría 262,93 euros
Calle de 3ª categoría 191,72 euros
-.C) De más de 10 metros de anchura
Calle de 1ª categoría 409,26 euros
Calle de 2ª categoría 343,46 euros
Calle de 3ª categoría 260,43 euros
124
5.- Reservas de espacio no incluidas en apartados anteriores, por día
o fracción:
Que supongan el corte de tráfico de la calle correspondiente, por
día o fracción:
Calle de 1ª categoría 83,92 euros
Calle de 2ª categoría 51,17 euros
Calle de 3ª categoría 34,06 euros
Que no supongan el corte de tráfico de la calle correspondiente, por
día o fracción:
Calle de 1ª categoría 19,51 euros
Calle de 2ª categoría 17,49 euros
Calle de 3ª categoría 15,60 euros
ARTÍCULO 29º
ARTÍCULO 30º
125
Si se produce un cambio de titularidad, se notificará igualmente de
forma individualizada al adquirente la liquidación que corresponda
al primer ejercicio en que sea el sujeto pasivo de la tasa.
ARTÍCULO 31º
126
antes de que el plazo finalice o de realizar la ocupación por distinto
concepto, una nueva solicitud de licencia, efectuando de nuevo una
autoliquidación por el concepto y periodo que corresponda.
ARTÍCULO 32º
ARTÍCULO 33º
ARTÍCULO 34º
ARTÍCULO 35º
127
Calle 3ª categoría (metro cuadrado o fracción)..................... 13,34
euros
ARTÍCULO 36º
ARTÍCULO 37º
128
ARTÍCULO 38º
ARTÍCULO 39º
ARTÍCULO 40º
.ARTÍCULO 41º
129
beneficiarios de los distintos aprovechamientos, sin perjuicio de lo
dispuesto en el artículo 35.4 de la Ley 58/2003, de 17 de diciembre,
General Tributaria.
ARTÍCULO 42º
ARTÍCULO 43º
130
B.- Espectáculos circenses y análogos.
131
concurrir otro tipo de circunstancias ajenas al interés público
deban satisfacer la presente tasa.
ARTÍCULO 44º
ARTÍCULO 45º
132
registro, ascensores adosados a edificios existentes, básculas,
aparatos para la venta automática y otros análogos.
ARTÍCULO 46º
ARTÍCULO 47º
133
En los casos de alta, se emitirá la liquidación correspondiente al
primer año del aprovechamiento, liquidación que será notificada
individualmente al sujeto pasivo.
134
celebración de elecciones, comicios y consultas convocadas
por las instituciones del Estado.
b) La utilización de estos soportes para la difusión de actividades
organizadas o patrocinadas por el Ayuntamiento.
ARTÍCULO 48º
ARTÍCULO 49º
135
Se podrán establecer convenios con los sujetos pasivos de la tasa o
con sus representantes, para simplificar el cumplimiento de las
obligaciones de declaración, liquidación y recaudación.
ARTÍCULO 50º
Hecho imponible
ARTÍCULO 51º
Sujetos pasivos
136
exploten la red de comunicación interna mediante sistemas de fibra
óptica, televisión por cable o cualquier otra técnica, que utilicen
redes o instalaciones en el dominio público local, cuyos servicios
resulten de interés general o afecten a la generalidad o a una parte
importante del vecindario, independientemente de su carácter
público o privado.
ARTICULO 52º
137
a) En los supuestos de alta, el periodo impositivo coincidirá con
los trimestres naturales que resten para finalizar el ejercicio,
computándose desde aquel en que se inicia la utilización
privativa o el aprovechamiento especial.
b) En los supuestos de baja, el periodo impositivo coincidirá con
los trimestres naturales transcurridos desde el inicio del
ejercicio, computándose aquel en el que se produce el cese de
la utilización privativa o el aprovechamiento especial.
c) En aquellos supuestos en los que el aprovechamiento no
requiera licencia o autorización, desde el momento en que se
ha iniciado dicho aprovechamiento. A estos efectos, se
entenderá que ha empezado el aprovechamiento en el
momento en que se inició la prestación del servicio solicitado.
ARTÍCULO 53º
138
Constituyen ingresos brutos las facturaciones por los siguientes
conceptos:
139
h) Las cantidades procedentes de la enajenación de bienes y
derechos que formen parte de su patrimonio.
B) NORMAS DE GESTIÓN.
140
Régimen de cuantificación de la tasa por servicios de telefonía móvil.
141
B) NORMAS DE GESTIÓN.
142
traslado de esta ordenanza a la Comisión del Mercado de las
Telecomunicaciones.
DISPOSICIÓN FINAL
143