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DIRECCIONES EN DESARROLLO
Public Disclosure Authorized
Desarrollo Humano
enfermedades no transmisibles
Este trabajo fue publicado originalmente inglés por el Banco Mundial como Promoting Healthy Living in
Latin America and the Caribbean:. Governance of Multisectoral Activities to Prevent Risk Factors for
Noncommunicable Diseases en 2014. En caso de alguna discrepancia, el idioma original gobernará.
Este material es producto del staff del Banco Mundial con contribuciones externas. Los hallazgos, interpre-
taciones y conclusiones expresadas en el material no reflejan necesariamente la visión del Banco Mundial,
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Reconocimiento – La obra debe citarse de la siguiente manera: Este trabajo fue publicado originalmente en
inglés por el Banco Mundial como Promoting Healthy Living in Latin America and the Caribbean:. Governance
of Multisectoral Activities to Prevent Risk Factors for Noncommunicable Diseases / María Eugenia Bonilla-
Chacín. En caso de alguna discrepancia, el idioma original gobernará.
Agradecimientos xiii
Información sobre los autores xv
Abreviaturas xix
Resumen Ejecutivo 1
María Eugenia Bonilla-Chacín
La carga sanitaria y económica de las enfermedades no
transmisibles 1
Factores de riesgo de las ENT en América Latina y el Caribe 3
Experiencia internacional en intervenciones multisectoriales
para prevenir factores de riesgo sanitario: Superando
los retos de gobernabilidad involucrados en su diseño e
implementación 4
Intervenciones multisectoriales para prevenir los factores de
riesgo para la salud en América Latina y el Caribe—
La agenda inconclusa 10
Notas a final del capítulo 22
Referencias 22
Introducción 25
Notas a final del capítulo 28
Referencias 28
Recuadro
5.1 El Fondo Especial del Tabaco (FET) 206
Figuras
1.1 Tasas de mortalidad normalizadas según la edad (estimados
de 2004 y 2008) y AVAD (estimados de 2004), en América
Latina y el Caribe y en la OCDE 29
1.2 AVAD normalizados según la edad por las ENT, las enfermedades
transmisibles y las lesiones, países seleccionados de América
Latina y el Caribe, estimados de 2004 30
1.3 Porcentaje de mortalidad normalizado según la edad,
por grupos de causa, América Latina y el Caribe, 2008 31
1.4 Tasas de mortalidad normalizadas según la edad por ENT
específicas, países de América Latina y el Caribe, y países
de la OCDE, 2008 31
1.5 Tasas de mortalidad normalizada según la edad por diabetes,
países seleccionados y promedio de América Latina
y el Caribe 2008 33
1.6 Tasas de mortalidad normalizadas según la edad por enfermedades
cardiovasculares específicas, países seleccionados y promedios
para América Latina y el Caribe, países de la OCDE
y mundial, 2008 33
1.7 Prevalencia de las ENT, por área rural o urbana, sexo, edad,
subgrupos educacionales y niveles de ingreso 35
1.8 Tasas de mortalidad normalizadas por edad por diabetes, por sexo,
en países seleccionados de América Latina y el Caribe, 2008 38
2.1 Determinantes y factores de riesgo de las enfermedades crónicas
no transmisibles 42
2.2 Fuentes de calorías en el régimen alimentario, países
centroamericanos seleccionados, diversos años 46
2.3 Niveles de consumo de sodio (ingesta total e ingesta solo de
alimentos) por adulto equivalente 49
2.4 Porcentaje de la población que está por debajo del nivel
recomendado de actividad física, por edad, sexo y quintil de
ingresos, Guatemala, 2006 51
2.5 Porcentaje de la población que está por debajo del nivel
recomendado de actividad física, por edad, sexo y quintil de
ingresos, Costa Rica, 2004 52
2.6 Tasas de uso actual de cualquier producto de tabaco entre adultos,
normalizadas según la edad, por sexo, en países seleccionados de
América Latina y el Caribe, 2006 y 2009 54
2.7 Tasas de uso actual de cualquier producto de tabaco entre
jóvenes de 13 a 15 años de edad, por sexo, en países
seleccionados, 2008 55
2.8 Tasas de uso actual de cualquier producto de tabaco entre jóvenes
de 13 a 15 años de edad, por sexo, en países seleccionados de
América Latina y el Caribe, 2008 y 2010 55
Cuadro
O.1 Ejemplos Internacionales de Intervenciones Multisectoriales
diseñadas para reducir factores de riesgo de enfermedades
no transmisibles 15
O.2 Diseño e implementación de políticas poblacionales preventivas,
por factor de riesgo 17
1.1 Prevalencia (%) de adultos mayores de 20 años con diagnósticos
existentes o recientes de diabetes mellitus e hipertensión,
ciudades seleccionadas de América Latina, 2003–2006 32
1.2 Porcentaje de muertes por todas las causas, enfermedades
transmisibles, enfermedades no transmisibles y lesiones; por grupo
de edad, en América Latina y el Caribe, en los países de ingresos
bajos y medianos, en la OCDE y en todo el mundo, 2008 34
2.1 Promedio de ingesta de calorías por adultos equivalentes,
países seleccionados de América Latina y de la OCDE,
en diversos años 44
2.2 Ingesta diaria de calorías (porcentaje) por adulto equivalentea,
países seleccionados en Centroamérica, diversos años 45
2.3 Ingesta diaria promedio de calorías por adulto equivalente,a por
residencia urbana y rural y por quintil de consumo, países
seleccionados de América Latina, diversos años 45
2.4 Consumo promedio por adulto equivalentea de frutas y verduras
(en gramos), por residencia urbana y rural y quintil de consumo,
países latinoamericanos seleccionados, diversos años 47
2.5 Nivel de actividad (porcentaje), por edad y sexo, Uruguay, 2009 50
2.6 Factores de riesgo para la salud clasificados por carga de
morbilidad atribuible, por subregión en las Américas, Europa
Occidental y en todo el mundo, 2010 57
2.7 Patrón de consumo de alcohol en países seleccionados de América
Latina y el Caribe, 2003–2005 59
2.8 Tasas de obesidad en mujeres no embarazadas (15 a 49 años
de edad) en países seleccionados de América Latina
y el Caribe y en hombres adultos en Guyana, por quintil
de riqueza, diversos años 66
3.1 Gastos de bolsillo y gastos catastróficos en salud en hogares
con un miembro con una ENT y hogares sin un miembro
con una ENT, por nivel de ingresos 76
3.2 Gastos sanitarios individuales por personas con y sin ENT,
por nivel de ingresos 78
3.3 Costos atribuibles a las enfermedades cardiovasculares,
región de las Américas, 2010 87
3.4 Cálculo de costos directos e indirectos debidos a la diabetes,
región de las Américas, 2004 88
Este informe fue preparado por un equipo técnico del Banco Mundial encabe-
zado por María Eugenia Bonilla-Chacín, Economista Senior, LCSHH. El resto del
equipo estuvo conformado por Edmundo Murrugarra, Economista Senior,
LCSHS y los consultores Claudia Trezza, Especialista en Salud Pública; Luis
Marcano Vázquez, Economista; Kimie Tanabe, Economista; Ricardo Sierra,
Economista; Barbara Koeppel, Editora; Cecilia Parker, Editora; con el apoyo logís-
tico y administrativo de Isadora Nouel, Asistente de Programa y Evelyn Rodríguez
Quevedo, Consultora, LCSHH. El trabajo se condujo bajo la orientación de Joana
Godinho, Gerente Sectorial. Edmundo Murrugarra fue el responsable de la sec-
ción sobre la repercusión del mercado de trabajo sobre las ENT; esta sección
contó con el apoyo financiero del Fondo Fiduciario de Discapacidad y de las
conversaciones con Alexandra Posarac.
El documento, especialmente sus primeros tres capítulos, se basa en los docu-
mentos de antecedentes comisionados que fueron preparados por las siguientes
personas: Luis Marcano Vázquez, Consultor, Banco Interamericano de Desarrollo;
Claudia Trezza, Investigadora Principal, la Universidad George Washington;
Kimie Tanabe, Consultor, Banco Mundial; y Ricardo Sierra, Consultor, Banco
Interamericano de Desarrollo.Las personas responsables de los estudios de casos
de país fueron María Eugenia Barbieri para el Ministerio de Salud Nacional de
Argentina de los dos estudios de casos de la Argentina; Olga Sarmiento, Adriana
Díaz del Castillo y Ethel Segura del estudio de caso de Bogotá, Colombia;
Evelyne Rodríguez del estudio de caso de México; y Amanda Sica, Franco
González Mora, Winston Abascal y Ana Lorenzo del Programa Nacional del
Uruguay para el Control del Tabaco para el Ministerio de Salud Pública para el
estudio de caso del Uruguay.
Este informe se benefició de las observaciones recibidas de Michael Engelgau,
Margaret Grosh, Son-Nam Nguyen y Patricio Márquez, así como de observacio-
nes adicionales de Amparo Gordillo, Montserrat Meiro-Lorenzo, Alegría de
Beyer, Luis Orlando Pérez y Fernando Lavadenz.
Una parte importante de este informe no habría sido posible sin el apoyo y la
participación del Ministerio de Salud argentino, el Ministerio de Salud Pública
uruguayo y el apoyo de diferentes funcionarios sanitarios de ambos países inclui-
dos el doctor Máximo Diosque, la doctora Marina Kosacoff, el doctor Sebastián
Laspiur, el doctor Mario Virgolini y el doctor Jonatan Konfino en Argentina y el
Ana Lorenzo es Asistente del Director del Programa Nacional para el Control del
Tabaco del Ministerio de Salud Pública del Uruguay. Es miembro alterno de la
Comisión Intergubernamental de Control del Tabaco del MERCOSUR y Estados
asociados. Es la Representante del Uruguay en el grupo de trabajo para la formu-
lación de las Directrices del Artículo 14 del Convenio Marco para el Control del
Tabaco. También representa al Uruguay en el Grupo de Trabajo sobre “Medidas
Sostenibles para fortalecer la implementación del Convenio Marco para el
Control del Tabaco.
Franco González Mora tiene una licenciatura en Sociología y una maestría en
Demografía y Estudios Demográficos. Actualmente se desempeña como profesor
e investigador en el Departamento de Medicina Preventiva y Social de la Facultad
de Medicina, Universidad del Uruguay, Montevideo. También trabaja como con-
sultor del Departamento de Investigación Educativa y Estadística de la
Administración Nacional de Educación Pública (ANEP). Es investigador en el
Departamento de Sociología, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad del
Uruguay, Montevideo.
Winston Abascal es el Director del Programa Nacional para el Control del
Tabaco en el Ministerio de Salud Pública del Uruguay. Es representante del
Uruguay en el Comité Intergubernamental para el Control del Tabaco de
MERCOSUR y Estados asociados. Representante del Uruguay en la conferencia
de las partes al Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco.
AF Actividad física
AGCS Encuesta Mundial sobre el Tabaquismo en los Adultos
ALAD Asociación Latinoamericana de la Diabetes
ALC América Latina y el Caribe
ALIAR Alianza Libre de Humo—Argentina
ANCT Alianza Nacional para el Control del Tabaco (Uruguay)
ANMAT Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos
yTecnología Médica (Argentina)
ANSA Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria (México)
ASAGA Asociación Argentina de Grasas y Aceites
AsAT Asociación Argentina de Tabacología
ASC Anuncio de servicio a la comunidad
AVAD Años de vida ajustados en función de la discapacidad
AVD Actividades de la vida cotidiana
B&M Ingresos bajos y medianos
BAT British American Tobacco
CAMDI Iniciativa Centroamericana de la Diabetes (Central
American Diabetes Initiative)
CANACINTRA Cámara Nacional de la Industria de la Transformación
(México)
CAS Concentración de alcohol sanguíneo
CASEN Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional
(Chile)
CATCH Ensayo del Niño y del Adolescente para la Salud
Cardiovascular
CATU Comisión Antitabáquica del Uruguay
CC Cardiopatía coronaria
CCE Consejo Coordinador Empresarial (México)
CDC Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades
de los Estados Unidos
Estos cambios, a su vez, han dado lugar a cambios en los perfiles de enfermedad
y mortalidad de ALC, mismos que se han traducido en una mayor proporción de
ENT dentro de la carga sanitaria global.
Las ENT tales como enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares,
cáncer y diabetes son las principales causas de muerte y discapacidad en la
región. Además, las tasas de mortalidad por ENT en ALC (ajustadas por edad)
son superiores a las prevalentes en los países de mayor ingreso; de hecho, la
región tiene una de las tasas de mortalidad por diabetes más altas del mundo. Y
no es sólo que las tasas de mortalidad en ALC son superiores a las de los países
de mayores ingresos, sino que las personas se están muriendo por estas causas a
edades más tempranas. Las ENT afectan a todas las personas de la región, ricos
y pobres, residentes de zonas urbanas y rurales, hombres y mujeres.
Las ENT también representan una creciente amenaza para la economía y el
desarrollo de los hogares, los sistemas de salud y las economías regionales. Ellas
requieren de un contacto continuo con el sistema de salud durante períodos
largos de tiempo y, si no son controladas, pueden resultar en hospitalizaciones
costosas. Por otro lado, los gastos directos por servicios sanitarios, en particular
por la compra de medicamentos, puede empobrecer a los hogares que tienen a
familiares con estas condiciones. Datos de Colombia, Jamaica, Nicaragua y Perú
muestran que los gastos de bolsillo de los hogares que incluyen a una persona
que padece una condición crónica son más del doble que los de los otros hogares;
la diferencia más grande está en el gasto en medicamentos. Las ENT también
generan un impacto negativo sobre el mercado de trabajo, particularmente en
países donde la mayoría de los trabajadores forman parte del sector formal.
Datos de Brasil, Chile, Colombia, El Salvador y Honduras sugieren que las ENT
tienen una mayor repercusión negativa (5 por ciento o mayor) en la participa-
ción en el mercado laboral en las economías más formales tales como las de
Chile o Brasil. La combinación del efecto de las ENT en la participación laboral,
las horas trabajadas y la productividad, sugiere que estas enfermedades podrían
tener una repercusión negativa del 0,25 por ciento del PIB, misma que podría
aumentar hasta 0,40 por ciento una vez que se incluya el correspondiente efecto
de discapacidad.
Sin embargo, gran parte de esta carga sanitaria y económica se puede evitar,
ya que una parte importante de las ENT responde a factores de riesgo preveni-
bles, tales como una dieta poco saludable, un estilo de vida sedentario, consumo
de tabaco y abuso del alcohol (OMS 2005). En efecto, existen intervenciones
costo-efectivas de base poblacional, diseñadas para reducir la exposición a estos
factores de riesgo (OMS 2011a).1 Muchas de estas intervenciones requieren de
la participación activa de varios sectores fuera del sector de la salud, aunque la
participación del sector salud es clave para asegurar que estas intervenciones
realmente se lleven a cabo.
entre ellos. Tal fue el caso en los convenios de Argentina para reducir el consumo
de sodio y la revisión del Código Alimentario del país para reducir las grasas trans
en los alimentos procesados. Con este fin, una iniciativa del Ministerio de Salud
creó una Comisión Nacional para la Eliminación de las Grasas Trans y la
Reducción de la Sal que incluía varias organizaciones públicas y empresariales,
asociaciones científicas y grupos de la sociedad civil. De manera análoga en
Uruguay, se estableció la Alianza Nacional para el Control del Tabaco a petición
del Ministerio de Salud; esta entidad coordinadora estaba conformada por
dependencias gubernamentales, organizaciones paraestatales, organizaciones
internacionales, instituciones académicas y organizaciones no gubernamentales
(ONG). Por último, en el caso de la Ciclovía en Bogotá, Colombia, la creación
inicial del comité multisectorial de Ciclovía (compuesto por activistas de la bici-
cleta, la policía, el Departamento de Tránsito y Transporte, la Secretaría de
Educación, Coldeportes y la Federación Nacional de Ciclismo) reforzó su
desarrollo.
Las instancias normativas y los defensores de la salud en general, a menudo
calibran y movilizan la opinión pública para apoyar políticas de promoción de la
salud y garantizar su diseño e implementación. Por ejemplo, mientras la regla-
mentación para reducir las grasas trans estaba discutiéndose en la ciudad de
Nueva York, el ayuntamiento proporcionaba mensajes constantes y persuasivos
al público sobre la relación entre el consumo de grasas trans y las enfermedades
coronarias; ésta campaña de información contribuyó a obtener el apoyo público
para lograr la reglamentación. La política para promover los ambientes libres de
humo en Uruguay también estuvo acompañada de campañas de comunicación
que ayudaron a garantizar el apoyo público. De manera análoga, en la ciudad de
Diadema, Brasil, fue gracias a las campañas de educación y diálogos con los
minoristas, que la opinión pública se tornó rápidamente a favor de las políticas
de restricción del alcohol.
En muchas de estas iniciativas exitosas, la investigación ha desempeñado una
función crucial en la aprobación de las intervenciones de promoción a la salud a
nivel poblacional. Las instituciones de investigación independiente fueron fun-
damentales en promover las políticas, y su participación a menudo representó el
punto decisivo hacia la reforma. Una base de investigación sólida y convincente
es imprescindible para moldear la opinión pública e incrementar el apoyo que
las políticas necesitan. En el Reino Unido, por ejemplo, la decisión de crear una
reglamentación estatutaria para la publicidad de alimentos orientada a los niños
fue influenciada por investigaciones que mostraron una asociación entre la
publicidad y las preferencias alimentarias de los niños y por un estudio que mos-
traba que un gran porcentaje del gasto en publicidad alimentaria estaba desig-
nado para comidas altas en grasa, azúcar y sal, y salía al aire durante el espacio
de emisión infantil (Hastings y otros 2003). En Brasil, la Asociación Nacional
contra el Cáncer organizó sesiones y conferencias después de que circularon
datos alarmantes sobre las consecuencias del consumo de tabaco (Da Costa y
Goldfarb 2003). Sin embargo esa investigación debe ser comunicada de forma
encontraron dos ejemplos de estrategias integrales, ambas a nivel local: las inicia-
tivas en las ciudades de Diadema y Paulina en Brasil.
Dado que algunas de las intervenciones multisectoriales para prevenir los
factores de riesgo sanitario son más eficaces a nivel regional, es importante desa-
rrollar enfoques regionales y subregionales para promover una vida saludable.
Esto mismo aplica para las políticas fiscales, y en particular para las políticas de
impuestos aplicados al tabaco y al alcohol. Armonizar la fijación de precios del
tabaco y el alcohol (mediante niveles de impuestos) a nivel regional desincenti-
varía el contrabando. Asimismo el armonizar las prohibiciones de publicidad del
tabaco también ayudaría a fortalecer estas políticas. Ya hay algunos esfuerzos
subregionales en curso, como el trabajo de la Comisión intergubernamental para
el Control del Tabaco, que forma parte de MERCOSUR.
Fortalecer los sistemas de vigilancia de los países también es una medida que
debería formar parte de la estrategia para prevenir y controlar las ENT. Hay poca
información sobre algunos factores de riesgo sanitario y, cuando está disponible,
no está estandarizada, por lo tanto es difícil compararla. Esto es particularmente
cierto respecto a la información sobre el estilo de vida sedentario, el sobrepeso y
la obesidad, los niveles de glucemia anormal, la hipertensión y los altos niveles
de lípidos en la sangre. Incluso hay algunos países que todavía no tienen datos
disponibles sobre el consumo de tabaco y abuso del alcohol. La información
sobre la prevalencia de las ENT, a pesar de estar disponible para la mayoría de
los países, generalmente está basada en datos administrativos, lo cual dificulta el
desglose por nivel socioeconómico, residencia rural o urbana o nivel de educa-
ción. Esto, a su vez, dificulta proyectar las intervenciones a los grupos que más
las necesitan.
Se ha realizado poca investigación y evaluación sobre las políticas e interven-
ciones existentes en los países de ALC. Esto es particularmente importante en el
caso de las políticas enfocadas al mejoramiento del régimen alimentario y pro-
motoras de la actividad física, ya que hay menos evidencia internacional en torno
a las intervenciones costo-efectivas para reducir estos factores de riesgo. El pro-
yecto GUIA, es una iniciativa financiada por los Centros para el Control y la
Prevención de Enfermedades en Estados Unidos, está intentando llenar el vacío
en el caso de la inactividad física. Aunque este proyecto es de suma importancia
para arrojar luz sobre las intervenciones actuales de actividad física en la región,
no es suficiente. Si los gobiernos de la región han de ejecutar planes significativos
para reducir las ENT, deben desarrollar una revisión general de la situación
actual que demuestre los puntos fuertes y los puntos débiles de los programas en
curso e identificar dónde se necesita más acción. Además, la experiencia interna-
cional y la experiencia en la región han mostrado la importancia de la investiga-
ción no solo para la formulación de políticas basada en la evidencia sino también
para movilizar la opinión pública en apoyo a las políticas de promoción de la
salud.
Dinamarca, legislación.
Inactividad física Eficaz con evidencia insuficiente de Modificar el entorno edificado para Ciudad de Nueva York, carriles para Gobierno de la ciudad, planificación
costo-efectividadc incrementar la actividad física bicicletas y ciclovías. Urbana, transporte,
organizaciones de la sociedad
Bogotá, Colombia, transporte público
civil (CSOs) y los medios de
sostenible, ciclovía, ciclo rutas y
comunicación
gimnasios al aire libre.
13
14
Cuadro O.1. Ejemplos Internacionales de Intervenciones Multisectoriales diseñadas para reducir factores de riesgo de enfermedades no transmisibles
Factor de riesgo Eficacia en función del costo Intervención Ejemplos Sectores involucrados
Programas comunitarios para Eficaz con evidencia insuficiente de Programas en el entorno laboral EE. UU., programa “5-al-día” de Agricultura, salud, industria
mejorar la nutrición e costo-efectividadc Treatwell para incrementar el alimentaria y del comercio
incrementar la actividad física consumo de frutas y verduras. alimentario, escuelas, lugares de
trabajo, minoristas y otros.
Programas escolares EE. UU., Child and Adolescent Trial
Cardiovascular Health (CATCH).
Europa, EPODE.
Consumo de tabaco Mejor compraa Medidas fiscales Ejemplos exitosos a nivel mundial, Finanzas, salud, legislatura,
organizaciones internacionales,
Prohibición del humo de tabaco en Uruguay, su política antitabaco puede
industria tabacalera y
espacios públicos ser el esfuerzo más exitoso de ALC
organizaciones de la sociedad civil
en este respecto.
Prohibición de la publicidad de
tabaco, Sensibilizar e incrementar
el conocimiento en torno a los
peligros del consumo de tabaco.
Organizaciones de la sociedad
Restricciones a la disponibilidad y Suecia, monopolio estatal de la venta
civil.
acceso al alcohol de alcohol (Systembolaget).
Cuadro O.2 Diseño e implementación de políticas poblacionales preventivas, por factor de riesgo.
Intervención Principales partes interesadas Perspectivas Estrategias Resultados
Régimen alimentario poco saludable
Estrategias para la reducción Gobierno local, servicios Gobierno: La reducción del consumo de sal Gobierno: (1) Campaña informativa y de El consumo de la sal disminuyó
de sal y grasas saturadas en de salud, escuelas, beneficia la salud de la población. sensibilización que garantizaba la demanda un 20 por ciento en 20 años.
Karelia del Norte, Finlandia. servicios sociales, ONGs, del consumidor de productos menos
Industria alimentaria: La sal es una forma Disminución de enfermedades
(Programa comunitario supermercados, industria salados; esto presionó a la industria a bajar
económica de agregar sabor y conservar cardiovasculares en un 73
dirigido a reducir los alimentaria, líderes el contenido de sodio. (2) Reglamentación
los alimentos. por ciento en Karelia del
riesgos de enfermedades comunitarios y medios de de etiquetas que requerían que aparecieran
Norte entre 1971 y 1995
cardiovasculares, incluía comunicación. Ministerios Ministerios de Agricultura y Comercio: los niveles de sodio contenidos en los
(Pushka et al., 2009).
un componente diseñado de Agricultura y Comercio, Apoyo a los agricultores y a los negocios alimentos envasados.
para reducir el consumo de Consejo Nacional de afectados por el cambio en los patrones
Ministerios de Agricultura y Comercio
tabaco y promover la ingesta Nutrición de consumo.
financiaron un proyecto de colaboración
de verduras y de frutas)
Productores de leche: La reducción del entre los agricultores de bayas, la industria
consumo lácteo tendría un impacto de la baya y las autoridades comerciales y
económico negativo. sanitarias para generar formas innovadoras
y desarrollar nuevos productos que
promovieran el consumo de bayas y apoyar
a los productores de leche a cambiar a la
producción de bayas.
Cuadro O.2 Diseño e implementación de políticas poblacionales preventivas, por factor de riesgo.
Intervención Principales partes interesadas Perspectivas Estrategias Resultados
Reemplazo de grasas trans en la Junta de Salud de la ciudad de Gobierno: La reducción en el consumo de Junta de Salud: La primera estrategia fue Se hace cumplir esta
ciudad de Nueva York, EE. UU. Nueva York grasas trans beneficia a la salud de la convencer a los restaurantes a reducir reglamentación. Multas
población. voluntariamente el nivel de grasas trans. La de hasta $2.000 US por
Asociación de Restaurantes del
ciudad proporcionó la capacitación. Cuando incumplimiento.
Estado de Nueva York (NYSRA) NYSRA: Es costoso cambiar los procesos de
fracasó esta propuesta, hubo un cambio de
producción
estrategia hacia prohibir las grasas trans.
Comisión Central de drásticamente los ingresos por ventas de la expectativa de vida de los
Planificación alcohol en las destilerías del gobierno y de hombres en Rusia aumentó de
impuestos al consumo. 61.7 a 64.9 y la de las mujeres
Autoridades sanitarias aumentó de 73 a 74.3. Por
Autoridades sanitarias: Querían reducir la
el contrario, de 1988 a 1994,
carga de enfermedad creada por el abuso
después de que se rescindió
del alcohol.
la legislación la expectativa
de vida en los hombres
disminuyó a 57.6 y en las
mujeres a 71 años (Leon y
otros, 1997).
Ley Nacional de la Edad Grupos de defensa como Grupos de defensa: Aumentar la MLDA para Grupos de defensa: Presentaron un gran
Mínima para el Consumo Madres Contra Conducción reducir los accidentes de tránsito causados número de investigaciones que mostraban
de Alcohol de EE.UU. en Estado de Ebriedad por la conducción en estado de ebriedad. los beneficios de aumentar la MLDA, en
incrementó la edad legal particular en cuanto al notable aumento
Representantes del Congreso Representantes del congreso: Dos
mínima para consumir de los accidentes mortales en los lugares
representantes del congreso presentaron
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Las ENT representan una carga importante y creciente para la salud y las econo-
mías en América Latina y el Caribe. Sin embargo, parte de este impacto se puede
prevenir mediante servicios clínicos focalizados y acciones multisectoriales enca-
minadas a mejorar el régimen alimentario, promover la actividad física, y reducir
el consumo de tabaco y el abuso del alcohol. Este estudio se centra en interven-
ciones multisectoriales a nivel poblacional para prevenir los factores de riesgo de
las ENT.
Esta publicación espera contribuir al diseño de políticas que promueven una
vida saludable y previenen eficazmente las ENT en América Latina y el Caribe.
Examina la carga sanitaria y económica de las ENT en la región y los retos de
gobernanza que enfrentan los países al diseñar e implementar medidas de pre-
vención primaria a nivel poblacional enfocadas en las ENT.
Más específicamente, esta publicación procura responder a las siguientes pre-
guntas: ¿Cuál es la carga sanitaria y económica de las ENT en la región? ¿Qué
están haciendo los países para promover la vida saludable y prevenir los factores
de riesgo de las ENT? ¿Cuáles son los retos principales de gobernanza que
enfrentan los países en el desarrollo y la implementación de intervenciones para
prevenir las ENT a nivel poblacional y cuáles son las experiencias que han tenido
éxito? ¿Qué más puede hacer la región para reducir los factores de riesgo para la
salud y prevenir la aparición de las ENT?
Este informe usa el concepto de gobernanza propuesta por Plumtre y Graham
(1999), mediante el cual la gobernanza “incluye las interacciones entre estructu-
ras, procesos y tradiciones que determinan cómo se ejerce el poder, cómo se
adoptan las decisiones y cómo los ciudadanos y otros interesados directos expre-
san su punto de vista”. Se centra en cómo se toman las decisiones de política que
involucran intervenciones multisectoriales para prevenir los factores de riesgo
para la salud, cuáles interesados directos participan directa o indirectamente en
estas decisiones, qué incentivos enfrentan, qué poder tienen para influir en estas
decisiones y qué estrategias utilizan en estos procesos.
El documento se basa en la revisión documental, en el análisis de bases de
datos existentes y en estudios de casos comisionados específicamente para este
estudio. Dado que los datos sobre las ENT en la región son escasos y a menudo
no están estandarizados en todos los países, se hicieron solo algunos análisis para
ciertos países. El documento usa información de datos del informe de la OMS
sobre la Carga Mundial de Morbilidad de 2004 y 2008, así como datos sobre
factores de riesgo del Depósito Mundial de Datos de la OMS. Este estudio tam-
bién analiza la información de las encuestas de medición de niveles de vida y
encuestas de ingresos y gastos. Todos estos instrumentos suministran informa-
ción sobre el gasto de alimentos en el hogar que se utilizó para analizar los
hábitos alimentarios. Algunas de estas encuestas también suministran informa-
ción sobre el uso del tiempo libre que se utilizó para analizar la actividad física.
Por último, unas pocas encuestas suministran información sobre la prevalencia
autonotificada de algunas afecciones crónicas y sobre el gasto sanitario directo
de las familias y sobre los resultados del mercado de trabajo; esta información se
utilizó para examinar el efecto económico de las ENT en los hogares y en los
mercados de trabajo.
La primera parte del estudio proporciona un panorama sobre las principales
condiciones crónicas y sus factores de riesgo que afectan a la región, y cómo estas
varían entre países y a través de variables socioeconómicas dentro de los países.
El control de las ENT y la atención de las personas que las sufren representan
costos significativos para los sistemas de salud, gastos directos altos para los
pacientes y pérdidas de productividad significativas debidas a ausentismo, disca-
pacidad y muerte prematura. Esta primera parte también brinda una perspectiva
general de estos costos económicos.
La segunda parte del estudio evalúa las respuestas de los países a la epidemia
de ENT. En concreto, examina el proceso mediante el cual los funcionarios
públicos desarrollan e implementan las políticas y programas de prevención
primaria. Esta segunda parte, que se basa principalmente en una revisión biblio-
gráfica y en los estudios de casos comisionados, ilustra los incentivos relacionados
con el diseño e implementación de las políticas y los programas. Algunas de las
intervenciones examinadas en esta sección son las más costo-efectivas en reducir
la exposición a un régimen alimentario poco saludable, un modo de vida seden-
tario y el consumo de tabaco y abuso del alcohol. La mayoría de las intervencio-
nes son multisectoriales y a menudo implementadas fuera del sistema de salud.
No obstante, el papel de los interesados directos del sector sanitario, particular-
mente los ministerios de salud, en general es esencial para hacer que estas polí-
ticas se lleven a cabo. Los estudios de casos presentados en este informe prestan
especial atención al papel del ministerio de salud en el proceso decisorio.
La segunda sección del estudio procura responder a las siguientes preguntas:
• ¿Qué incentivos enfrentaron los oficiales del sector público durante el diseño
y la implementación de las políticas y los programas para prevenir los factores
de riesgo relativos a las ENT (por ejemplo, un régimen alimentario poco salu-
dable, un modo de vida sedentario y el consumo de tabaco y el abuso del
alcohol)?
Referencias
Bump, J. B., Reich, M. R., Adeyi, O. y Khetrapal, S. 2009. “Towards a Political Economy of
Tobacco Control in Low- and Middle-Income Countries”. HNP Working Papers.
Washington DC: Banco Mundial.
Plumptre, T. and Graham, J. 1999. Governance and Good Governance: International and
Aboriginal Perspectives, Institute on Governance. Unpublished paper appearing on
www.iog.ca, Ottawa, Canada.
Roberts, M., Hsiao, W., Berman, P., y Reich, M. R. 2008. “Getting Health Reform Right: A
Guide to Improving Performance and Equity.” Oxford:Oxford University Press.
Enfermedades no transmisibles
en América Latina y el Caribe
María Eugenia Bonilla-Chacín
Figura 1.1. Tasas de mortalidad normalizadas según la edad (estimados de 2004 y 2008) y
AVAD (estimados de 2004), en América Latina y el Caribe y en la OCDE.
Tasa de mortalidad
AVAD
100 8 8,6 8,2 8,1 100
90 90 15 12 11 12
80 80
Porcentaje
70
Porcentaje
70
60 60 51 54
50 74,9 76,1 86,1 86 50 66 81
40
30 40
20 30
10 20
0 10
0
2004 2008 2004 2008 ALC Países de OCDE Mundial
ingresos bajos
LAC OCDE y medios
Fuente: Los cálculos están basados en los datos de la carga mundial de morbilidad de 2004 y 2008 de la OMS. http:/
www.who.int/healthinfo/global_burden_disease/estimates_country/en/index.html
Nota: Los estimados regionales están ponderados según el tamaño de la población. AVAD = años de vida ajustados en
función de la discapacidad; ALC = América Latina y el Caribe; ENT = enfermedades no transmisibles; OCDE =
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.
Figura 1.2. AVAD normalizados según la edad por las ENT, las enfermedades transmisibles y
las lesiones, países seleccionados de América Latina y el Caribe, estimados de 2004.
Haití 38,4 Enfermedades transmisibles
Bolivia 55,9 y nutricionales, y condiciones
maternas y perinatales
Guatemala 54,6
Guyana 57,0 ENTs
Honduras 61,6
Rep. Dominicana 59,3
Lesiones no intencionales
Perú 64,2
Argentina 75,7
Uruguay 75,6
Lesiones intencionales
Costa Rica 77,3
Chile 79,8
0 20 40 60 80 100
AVAD (Porcentaje)
Fuente: Los cálculos están basados en los datos de la carga mundial de morbilidad de 2004 y 2008 de la OMS. http:/
www.who.int/healthinfo/global_burden_disease/estimates_country/en/index.html
Nota: AVAD = años de vida ajustados en función de la discapacidad; ENT = enfermedades no transmisibles.
Figura 1.3. Porcentaje de mortalidad normalizado según la edad, por grupos de causa,
América Latina y el Caribe, 2008.
Lesiones
Enfermedades de la piel Anomalías 11% Enfermedades transmisibles y
y musculo-esqueléticas congenitas nutricionales; afecciones
1% 1% maternas y perinatales
15%
Enfermedades del sistema
genitourinario
3%
Enfermedades del
sistema digestivo y
condiciones bucales
6% Tumores malignos
y otros
17%
Enfermedades
respiratorias
6% Diabetes mellitus y
trastornos endocrinos
7%
Enfermedades neuropsiquiátricas
Enfermedades y de los órganos sensoriales
cardiovasculares
30% 3%
Fuente: Los cálculos están basados en los datos de la carga mundial de morbilidad de 2004 y 2008 de la OMS. http://
www.who.int/healthinfo/global_burden_disease/estimates_country/en/
Figura 1.4. Tasas de mortalidad normalizadas según la edad por ENT específicas, países de
América Latina y el Caribe, y países de la OCDE, 2008.
600
Otras ENT
Tasa (por 100,000 habitantes)
500
Trastornos
400 neuropsiquiátricos
Enfermedades
crónicas respiratorias
300
Diabetes mellitus
200 Enfermedades
cardiovasculares
100 Cánceres
0
ALC OCDE
Fuente: Los cálculos están basados en los datos de la carga mundial de morbilidad de 2004 y 2008 de la OMS. http:/
www.who.int/healthinfo/global_burden_disease/estimates_country/en/index.html.
Cuadro 1.1. Prevalencia (%) de adultos mayores de 20 años con diagnósticos existentes o
recientes de diabetes mellitus e hipertensión, ciudades seleccionadas de América Latina,
2003–2006.
Ciudad de Ciudad de
Belice San José San Salvador Guatemala Tegucigalpa Managua
Diabetes mellitus
Diagnóstico existente 7,6 6,3 5,4 4,3 2,5 5,3
Diagnóstico reciente 5,3 2,5 2,2 2,9 2,9 4,5
Hipertensióna
Estadio 2 2,9 2,3 0,7 1,2 2,7 2,8
Estadio 1 9,6 7,7 3 5,1 8,3 7,5
Ciertos países del Caribe tienen los índices de mortalidad por ENT más altos
de la región. Por ejemplo, las tasas de mortalidad por diabetes en esta subregión
están entre las más altas del mundo y sus índices de mortalidad por ECV son los
más elevados de la región. Tal como se ve en la figura 1.5, varios países caribeños
muestran tasas de mortalidad por diabetes mayores al 60 por 100.000 habitantes
en 2008; y algunos muestran tasas mayores al 80 por 100.000. Otros países de
Mesoamérica, entre los cuales se encuentran Belice, Honduras y México, tam-
bién presentaron altos índices de mortalidad por diabetes. Cinco de los seis
países de ALC con tasas de mortalidad por ECV mayores a 300 por 100.000 son
parte del Caribe, e incluyen a la República Dominicana, Guyana, Haití, Surinam
y Trinidad y Tobago (figura 1.6). Honduras es el único país fuera del Caribe que
presenta estimados tan altos de mortalidad por diabetes.
Figura 1.5. Tasas de mortalidad normalizada según la edad por diabetes, países
seleccionados y promedio de América Latina y el Caribe 2008.
Promedio ALC
Trinidad y Tobago
Santa Lucia
San Cristóbal y Nieves
México
Honduras
Haití
Guyana
Granada
Rep. Dominicana
Belice
Antigua y Barbuda
0 20 40 60 80 100 120
Tasa (por 100,000 habitantes)
Guyana
Haiti
Honduras
Suriname
Rep. Dominicana
Trinidad y Tobago
San Vicente y las Granadinas
San Cristóbal y Nieves
Dominica
Bolivia
Granada
Antigua y Barbuda
Brasil
Jamaica
Cuba
Santa Lucia
Bahamas, Las
Uruguay
0 50 100 150 200 250 300 350 400
Tasa (por 100,000 habitantes)
Fuente: Los cálculos están basados en los datos de la carga mundial de morbilidad de 2008 de la OMS. http:/www.who.
int/healthinfo/global_burden_disease/estimates_country/en/index.html
Note: EVs = enfermedades cardiovasculares
Además de que las tasas de mortalidad normalizadas según la edad por las
ENT en los países de ALC son mayores que en países de ingresos altos, también
acaecen a edades más tempranas. En los países de ingresos bajos y medianos, casi
una tercera parte de las muertes ocurren entre los adultos de 15–59 años de
edad, mientras que en los países de la OCDE, la mayoría de las muertes suceden
entre las personas mayores de los 60 años. El cuadro 1.2 muestra que el porcen-
taje de muertes en personas menores de los 60 años de edad en ALC casi duplica
el porcentaje presentado en los países de la OCDE. Las implicaciones son signi-
ficativas: debido a que las muertes y las discapacidades relacionadas con las ENT
en los países de ingresos bajos y medianos ocurren a edades más tempranas, estas
enfermedades tienden a afectar a las personas durante sus años más productivos,
lo cual genera pérdidas de productividad significativas, tal como se indica en el
capítulo 3.
Cuadro 1.2. Porcentaje de muertes por todas las causas, enfermedades transmisibles,
enfermedades no transmisibles y lesiones; por grupo de edad, en América Latina y el Caribe,
en los países de ingresos bajos y medianos, en la OCDE y en todo el mundo, 2008.
América Latina Países de ingresos
y el Caribe bajos y medianos OCDE En todo el mundo
(Grupo de edad) (Grupo de edad) (Grupo de edad) (Grupo de edad)
0-14 15-59 60 y + 0-14 15-59 60 y + 0-14 15-59 60 y + 0-14 15-59 60 y +
Todas las causas 8,7 29,7 61,6 20,8 27,8 51,4 1,7 15,9 82,4 16,9 27,6 55,5
Enfermedades
34,7 24,4 40,9 54,4 24,4 21,2 11,9 11,9 76,1 52,0 26,8 21,2
transmisibles
Enfermedades no
3,0 23,6 73,4 2,9 24,4 72,7 0,7 13,4 85,9 2,3 23,0 74,7
transmisibles
Lesiones 7,2 75,2 17,6 12,5 63,7 23,8 3,2 55,1 41,7 12,2 63,2 24,6
Fuente: Los cálculos están basados en los datos de la carga mundial de morbilidad de 2008 de la OMS.
Nota: OCDE = Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.
Las ENT afectan a todas las personas de la región, hombres y mujeres, ricos y
pobres, habitantes rurales y urbanos y de todos los niveles educativos. La figura
1.7 muestra la distribución de las personas, por factores demográficos y socioeco-
nómicos en cuatro países de la región, que reportaron tener una afección crónica.
Si bien estos números no son totalmente comparables ya que los diferentes países
usan diferentes instrumentos de medición (véase el Anexo A), sí nos dan una
visión general de la carga de la enfermedad que estas condiciones presentan para
cada uno. De los países mostrados en la figura 1.7, cerca del 10 por ciento o más
de la población de diferentes quintiles de consumo reportan tener una afección
crónica; en Brasil, más del 20 por ciento reporta una ENT por cada quintil de
ingreso. En Jamaica se encontraron resultados similares, donde las personas de
diferentes niveles socioeconómicos reportaron tener asma (4,34 por ciento),
diabetes (4,8 por ciento) e hipertensión (9,97 por ciento) (Shao, Carpio y de
Gent, 2010). Además, un porcentaje importante de habitantes rurales y urbanos
reportó padecer una afección crónica; la información que obtenemos de los paí-
ses que tienen datos disponibles nos indica que las diferencias entre las dos áreas
son mínimas. De igual manera, un gran número de personas con diferentes nive-
les de educación reportaron padecer una afección crónica; si bien el modelo varía
por país, en términos generales, las personas que carecen de una educación formal
tienen mayores probabilidades de reportar alguna afección crónica. Las limitacio-
nes de los datos hacen que sea imposible determinar quién es el más afectado o
bien hacer comparaciones fidedignas entre países.3
Figura 1.7. Prevalencia de las ENT, por área rural o urbana, sexo, edad, subgrupos
educacionales y niveles de ingreso.
a. Brasil, 2008
90
80
70
60
Porcentaje
50
40
30
20
10
0
Ru l
Ur al
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0
71 61 0
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–3
–4
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41
51
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b. Chile, 2009
60
50
40
Porcentaje
30
20
10
0
Ru l
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0
0
0
71 6 0
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Porcentaje Porcentaje
5
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15
25
35
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10
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30
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50
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20
30
40
50
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15 s 15 s
–3 –3
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31 31
–4 –4
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41 41
–5 –5
0 0
51 51
–6 –6
educacionales y niveles de ingreso. (continuación)
71 61 0 71 61 0
Ed y m –7 Ed y m –7
uc Ed ay 0 uc Ed ay 0
c. Colombia, 2008
. s uc Nin or . s uc Nin or
d. Nicaragua, 2009
ec ac es ec ac g es
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Figura 1.7. Prevalencia de las ENT, por área rural o urbana, sexo, edad, subgrupos
Q3 Q3
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Figura 1.7. Prevalencia de las ENT, por área rural o urbana, sexo, edad, subgrupos
educacionales y niveles de ingreso. (continuación)
e. Perú, 2009
80
70
60
Porcentaje
50
40
30
20
10
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uc Ed
Ed
Fuentes: Brasil, Cálculos de la Pesquisa Nacional por Amostra de Domicilios (PNAD 2008); Chile, Encuesta de
Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN 2009); Colombia, Encuesta Nacional de Calidad de Vida, (ECV 2008);
Nicaragua, Encuesta de Hogares sobre Medición de Nivel de Vida (EMNV 2009); Perú, Encuesta Nacional de Hogares
(ENAHO 2008).
Nota: ENT = enfermedades no transmisibles; Q2 = segundo quintil;
Figura 1.8 Tasas de mortalidad normalizadas por edad por diabetes, por sexo, en países
seleccionados de América Latina y el Caribe, 2008.
Trinidad y Tobago
Guyana
México
San Cristóbal y Nieves
Belice
Santa Lucia
Dominica
Antigua y Barbuda
Haití
Honduras
Grenada
Paraguay
San Vicente y las Grenadinas
Nicaragua
Guatemala
Barbados
Mujeres Hombres
14 por ciento reportó hipertensión; 5 por ciento, asma; y 3,6 por ciento, diabe-
tes.5 Si bien hay poca información sobre las comorbilidades en las encuestas de
hogares, los datos de 2009 de Brasil muestran que cerca del 13 por ciento de la
población dijo padecer más de una afección crónica, de los cuales el 41 por
ciento reportó alguna ENT.6
Las diferencias entre hombres y mujeres en los índices de mortalidad por ENT
son significativas en toda la región. Aunque más mujeres que hombres reportan
padecer una ENT (Figura 1.7), con la excepción de la República Dominicana y
Jamaica, las tasas de mortalidad por las ENT en toda la región son mayores en
hombres que en mujeres, con algunas variaciones en las enfermedades. En la
mayoría de los países, las mujeres presentan índices de mortalidad más altos por
diabetes y trastornos musculo-esqueléticos, y los hombres una mayor tasa de
mortalidad por todas las otras ENT, en particular por los trastornos neuropsiquiá-
tricos y las enfermedades respiratorias y digestivas.
Las diferencias por sexo también varían de un país a otro y aunque en térmi-
nos generales la diabetes afecta más a las mujeres que a los hombres, hay excep-
ciones (figura 1.8). En Argentina, por ejemplo, las tasas de mortalidad
normalizadas según la edad por diabetes son 60 por ciento mayores en hombres
Referencias
Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dirección de Metodología y
Producción Estadística y Dirección de Metodología y Producción Estadística. 2008.
Encuesta Nacional de Calidad de Vida. Bogota, Colombia.
IHME (Institute for Health Metrics and Evaluation) y Banco Mundial. 2013. The Global
Burden of Disease: Generating Evidence, Guiding Policy—Latin America and
Caribbean Regional Edition. Seattle, WA: IHME.
Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística. 2008. Pesquisa Nacional Por Amostra de
Domicilios (PNAD 2008).
Instituto Nacional de Estadística e Informática. 2008. Encuesta Nacional de Hogares sobre
Condiciones de Vida en el Perú. Lima, Peru.
Instituto Nacional de Información de Desarrollo. 2009. Encuesta de Medición del Nivel
de Vida 2009. Managua, Nicaragua.
Ministerio de Desarrollo Social. 2009. Encuesta de Caracterización Socioeconómica
Nacional. Santiago, Chile.
Factores subyacentes
Envejecimiento de la población
La creciente carga de las ENT en la región se puede explicar en parte por una
población que está envejeciendo. La región ha estado experimentando una rápida
“transición demográfica”, cambiando de niveles altos a bajos de fecundidad y
mortalidad y, por lo tanto, a una esperanza de vida mayor. Esta transición se ha
unido a una transición epidemiológica caracterizada por un cambio en las princi-
pales causas de muerte de enfermedades transmisibles y afecciones perinatales y
maternas a enfermedades crónicas no transmisibles, condiciones que son más
prevalentes en los adultos mayores.
Fuente: OMS 2005; se modificó el marco para incluir el abuso del alcohol.
Cuadro 2.1. Promedio de ingesta de calorías por adultos equivalentes,a países seleccionados
de América Latina y de la OCDE, en diversos años.
Fuentes: Para América Latina y el Caribe y para los países de la OCED, Bonilla-Chacín y otros 2013.
Nota: — = datos no disponibles; ALC = América Latina y el Caribe; OCED = Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico.
a. Adulto equivalente es una medida de consumo per cápita que tiene en cuenta la heterogeneidad de la composición del
hogar. (Véase el Anexo B para los detalles metodológicos.)
encontraron que muchos hogares excedían las 2.755 calorías por adulto equiva-
lente (cuadro 2.2). En comparación, y según las Directrices Alimentarias de los
Estados Unidos (USDA y HSS 2010), un hombre adulto con un nivel moderado
de actividad física solo necesita alrededor de 2.600 calorías por día para mante-
ner un peso saludable.
Cuadro 2.2. Ingesta diaria de calorías (porcentaje) por adulto equivalentea, países
seleccionados en Centroamérica, diversos años.
Cuadro 2.3. Ingesta diaria promedio de calorías por adulto equivalente,a por residencia urbana
y rural y por quintil de consumo, países seleccionados de América Latina, diversos años.
e. Panamá, 2008
Tubéculos Frutas
Proteína
4% 5%
vegetal
Vegetales
1% 7%
Azúcares
Otros 13%
1%
Aceites
9% Granos
29%
Lácteos
6%
Carne
25%
Fuentes: Bonilla-Chacín y otros 2013, utilizando las siguientes encuestas de hogares; encuestas de condiciones de vida,
Guatemala, 2006; Nicaragua, 2009; Panamá, 2008. Encuesta de ingresos y gastos, Costa Rica, 2004.
Cuadro 2.4. Consumo promedio por adulto equivalentea de frutas y verduras (en gramos),
por residencia urbana y rural y quintil de consumo, países latinoamericanos seleccionados,
diversos años.
Quintiles de consumo
País y año Total Urbana Rural Más II III IV Más
pobre rico
Costa Rica, 2004 Frutas 143 167 104 67 80 142 176 247
Verduras 100 111 83 51 73 96 121 160
Proteína vegetal 35 29 43 32 37 35 35 34
Guatemala, 2006 Frutas 127 154 96 84 90 113 147 202
Verduras 329 364 287 240 272 309 380 443
Proteína vegetal 195 171 224 169 206 203 203 194
Honduras, 2004 Frutas 176 257 91 59 106 173 237 314
Verduras 77 105 47 31 51 75 101 130
Proteína vegetal 47 49 44 43 48 50 49 43
Quintiles de consumo
País y año Total Urbana Rural Más II III IV Más
pobre rico
Nicaragua, 2005 Frutas 195 194 196 126 136 167 193 290
Verduras 83 103 52 20 43 62 88 150
Proteína vegetal 68 54 88 75 71 70 67 61
Panamá, 2008 Frutas 91 87 100 60 65 64 93 138
Verduras 207 180 261 287 140 150 190 262
Proteína vegetal 53 60 39 21 34 36 42 100
Figura 2.3. Niveles de consumo de sodio (ingesta total e ingesta solo de alimentos) por
adulto equivalente.a
80 80
Porcentaje
60 60
Porcentaje
40 40
20 20
0 0
2006 2006
b. Guatemala, 2006
Ingesta de sodio solo de alimentos Ingesta de sodio solo de alimentos
100 100
90 90
80 80
70 70
60 60
Porcentaje
Porcentaje
50 50
40 40
30 30
20 20
10 10
0 0
2000 2006 2000 2006
c. Panamá
Ingesta total de sodio
100
90
80
70
Porcentaje
60
50
40
30
20
10
0
2003 2008
100% y más por 50%-100% por Hasta un 50% por Rango Por debajo del
encima del rango encima del rango encima del rango recomendado rango mínimo
recomendado recomendado recomendado recomendado
Inactividad física
Cuadro 2.5. Nivel de actividad (porcentaje), por edad y sexo, Uruguay, 2009.
Nivel de actividad
Grupo Bajo Alto
Moderado
etareo (<600 MET min/semana) (3.000 MET min/semana)
Hombres Mujeres Ambos Hombres Mujeres Ambos Hombres Mujeres Ambos
25–34 17,3 36,3 27,1 24,7 33,5 29,2 58,0 30,2 43,7
35–44 34,8 40,4 37,8 16,5 27,5 22,2 48,6 32,1 40,0
45–54 33,1 41,0 37,3 23,9 26,5 25,3 42,9 32,5 37,4
55–64 33,1 47,5 40,9 27,5 31,4 29,6 39,4 21,2 29,4
Total 29,0 40,7 35,1 22,8 29,8 26,5 48,2 29,5 38,4
En términos generales, los hombres hacen más ejercicio que las mujeres, pero
las mujeres tienden a realizar más actividad física haciendo las tareas domésticas.
En Costa Rica, por ejemplo, los hombres adultos y los jóvenes hacen más ejerci-
cio, pero si se consideran otras tareas que implican actividad física, estos grupos
son los que tienen menos probabilidad de ser físicamente activos. Si bien los
hombres adultos y los adolescentes tienen mayores probabilidades de hacer ejer-
cicio que las mujeres y los adultos en edad de trabajar, en promedio tienen
menor probabilidad de alcanzar el umbral recomendado para la actividad física,
porque no realizan muchas otras actividades. Por el contrario, mientras que las
mujeres tienden a hacer menos ejercicio, ellas son más activas físicamente,
Figura 2.4. Porcentaje de la población que está por debajo del nivel recomendado de
actividad física, por edad, sexo y quintil de ingresos, Guatemala, 2006.
Falta de ejercicio
45
40
35
30
Por ciento
25
20
15
10
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0
s
65
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18
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M
35 Actividad física
30
25
Por ciento
20
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10
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0
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–1
–6
br
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To
12
18
uj
m
M
Ho
or
ay
M
ejercicio de la figura 2.5, entre mayor sea el nivel de ingresos, mayor es el por-
centaje de personas que alcanzaron el umbral de actividad física con ejercicio. El
gráfico de toda actividad física, incluye no solo el ejercicio sino también el
tiempo dedicado a las tareas domésticas como limpiar, cocinar, planchar, jardine-
ría, y buscar leña. Aun cuando se incluye otros tipos de actividad física, el patrón
se mantiene, aunque con un gradiente más pequeño.
Figura 2.5. Porcentaje de la población que está por debajo del nivel recomendado de
actividad física, por edad, sexo y quintil de ingresos, Costa Rica, 2004.
Solo ejercicio
100
80
60
Por ciento
40
20
0
s
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–6
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To
12
18
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sd
M
Ho
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M
Aunque los adultos más jóvenes son físicamente más activos que los adultos
mayores, los jóvenes siguen siendo sumamente inactivos físicamente. En
Guatemala, los adultos mayores en los niveles de ingresos más bajos tienden a ser
físicamente más inactivos que los adultos más jóvenes y la gente en los niveles de
ingresos más altos (figura 2.4). En México en 2006, el 35,2 por ciento de los
adolescentes eran físicamente inactivos (haciendo menos de cuatro horas de acti-
vidad física moderada a enérgica por semana), el 24,4 por ciento era moderada-
mente activo (haciendo al menos cuatro horas de actividad física por semana), y
el 35,2 por ciento era activo (haciendo al menos siete horas de actividad física
por semana). Esto, unido al hecho de que más de la mitad de los adolescentes
pasan más de 12 horas a la semana delante de una pantalla de televisión, la hace
una población sumamente inactiva (Olaiz-Fernández y otros 2006).
Consumo de tabaco
Más de uno de cada cuatro hombres adultos y el 14,4 por ciento de las mujeres
adultas en la región fumaban en 2006. Si bien la prevalencia del consumo de
tabaco no es tan alta como en partes de Europa Oriental y Asia, en algunos países
de la región, especialmente en el Cono Sur, en Bolivia, Cuba y la República
Bolivariana de Venezuela, entre un tercio y dos quintos de los hombres adultos y
entre un cuarto y un tercio de las mujeres adultas fumaban en 2006.
Aunque hay una prevalencia de tabaquismo mayor entre los hombres que
entre las mujeres, la región tiene uno de los porcentajes más altos de mujeres que
fuman en comparación con otras regiones del mundo. En 2006, la prevalencia
del tabaquismo en hombres adultos era del 40 por ciento en todo el mundo, y el
de las mujeres adultas era casi del 9 por ciento. Europa y las Américas tenían la
prevalencia más alta de tabaquismo entre las mujeres, con el 22 por ciento de
mujeres fumadoras en Europa y el 17 por ciento de fumadoras en las Américas
(OMS 2010).
La figura 2.6 muestra que la prevalencia del tabaquismo en la población
adulta en América Latina y el Caribe disminuyó entre 2006 y 2009. Como
muestra la figura, la prevalencia del tabaquismo en la población adulta ha dismi-
nuido en casi todos los países de la región, con reducciones particularmente
notables en México y Uruguay. Las únicas excepciones fueron Brasil, donde el
porcentaje de hombres y mujeres fumadores aumentó ligeramente; Bolivia,
donde el tabaquismo aumentó más entre los hombres; y Costa Rica, donde el
tabaquismo tuvo un leve crecimiento entre las mujeres.
Figura 2.6. Tasas de uso actual de cualquier producto de tabaco entre adultos, normalizadas
según la edad, por sexo, en países seleccionados de América Latina y el Caribe, 2006 y 2009
50
45
40
35
Por ciento
30
25
20
15
10
5
0
á
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Sa
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Sa
Fuente: Repositorio de Datos del Control del Tabaquismo del Observatorio Mundial de la Salud de la OMS.
La alta prevalencia del hábito de fumar entre los jóvenes en ALC es particu-
larmente preocupante. El tabaquismo en general comienza en la adolescencia
temprana, y los que empiezan a fumar tan temprano tienen menor probabilidad
de dejar el hábito y mayor probabilidad de convertirse en fumadores habituales
que los que comienzan más tarde (OMS 2010). La figura 2.7 muestra los países
del mundo con los niveles más altos de tabaquismo entre los jóvenes, clasificados
según prevalencia de tabaquismo entre mujeres jóvenes. Chile tenía la cuarta
prevalencia más alta de tabaquismo entre mujeres jóvenes. Según la misma
fuente, Ecuador y Nicaragua son los únicos países de América Latina y el Caribe
entre los 15 países a nivel mundial con la prevalencia más alta de tabaquismo
entre hombres jóvenes, con el 31 y el 30 por ciento, respectivamente (no se
muestra en la figura 2.7). En contraposición a las cifras de prevalencia en la
población adulta, muchos países de la región—Argentina, Brasil, Chile, Haití y
Uruguay—tienen una prevalencia mayor de tabaquismo entre mujeres jóvenes
que entre hombres jóvenes (figura 2.8).
Figura 2.7. Tasas de uso actual de cualquier producto de tabaco entre jóvenes de 13 a 15
años de edad, por sexo, en países seleccionados, 2008.
70
60
50
40
Por ciento
30
20
10
0
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Hombres Mujeres
Fuente: Base de datos de la OMS de las Encuestas Mundiales sobre el Tabaco y los Jóvenes.
Entre 2008 y 2010, el tabaquismo entre los jóvenes aumentó en algunos paí-
ses de América Latina y el Caribe. En ese intervalo, el tabaquismo entre los
jóvenes aumentó significativamente en el Brasil y en seis países del Caribe, aun-
que disminuyó en El Salvador, en Saint Cristóbal y Nieves y en la República
Bolivariana de Venezuela. En Perú, aumentó entre los niños, pero disminuyó
entre las niñas. En todos los otros países la prevalencia siguió siendo la misma
(figura 2.8).
Figura 2.8. Tasas de uso actual de cualquier producto de tabaco entre jóvenes de 13 a 15
años de edad, por sexo, en países seleccionados de América Latina y el Caribe, 2008 y 2010.
45
40
35
30
25
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RB
Sa
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Sa
Fuente: Encuesta Mundial sobre el Tabaco y los Jóvenes del Observatorio Mundial de la Salud de la OMS – Vigilancia del
tabaquismo.
Figura 2.9 Porcentaje de mujeres que fuman en Bolivia y Guyana y porcentaje de hombres
que fuman en la República Dominicana y Guyana, por quintil de recursos, en diversos años.
60 60
HOMBRES MUJERES
50 50
40 40
Por ciento
30
Por ciento
30
20 20
10 10
0
0
re II III o
re II III o ob IV ric
ob IV ric p ás
p ás ás M
ás M M
M
Rep. Dominicana Guyana Guyana Bolivia
Fuente: Encuestas demográficas y de salud, informes finales: Bolivia, 2008; República Dominicana, 2007; Guyana, 2009;
Perú, 2004–2008.
Cuadro 2.6. Factores de riesgo para la salud clasificados por carga de morbilidad atribuible,
por subregión en las Américas, Europa Occidental y en todo el mundo, 2010.
Centro
América,
Estados Argentina, Colombia,
Europa Unidos y Chile y Brasil y México, y Subregión
Mundial Occidental Canadá Uruguay Paraguay Venezuela Andina Caribe
Hipertensión 1 2 4 2 2 4 2 1
Tabaquismo, 2 1 1 3 4 5 5 3
incluido el
humo ajeno
Consumo de 3 4 3 4 1 1 1 5
alcohol
Contaminación 4 … … 23 18 11 7 9
del aire
doméstico por
la quema de
combustibles
sólidos
Régimen 5 7 7 6 6 7 10 8
alimentario
bajo en frutas
IMC alto 6 3 2 1 3 2 3 2
Alta glucosa 7 6 5 5 5 3 6 4
en plasma en
ayunas
Inactividad 10 5 6 7 8 6 8 7
física y baja
actividad física
Régimen 11 10 11 11 9 13 13 15
alimentario
alto en sodio
Régimen 12 9 8 8 10 8 12 10
alimentario
bajo en nueces
y semillas
Carencia de 13 32 35 17 14 12 4 6
hierro
Colesterol total 15 8 9 9 11 10 16 16
alto
Régimen 17 13 13 10 16 20 14 11
alimentario
bajo en
verduras
Régimen 22 12 12 18 7 9 15 24
alimentario
alto en carne
procesada
El consumo de alcohol más alto per cápita en la región se encuentra en los países
del Caribe y en algunos países de América del Sur; el más bajo se encuentra en
Centroamérica. La figura 2.10 muestra que, entre 2003 y 2005, el promedio
anual de consumo de alcohol de adultos per cápita en los países del Caribe llegó
hasta los 11,9 litros de alcohol puro en Santa Lucía, el más alto del hemisferio y
más de 8 litros en Granada, Guyana y San Cristóbal y Nieves. Sin embargo, no
todos los países del Caribe tienen tan altos niveles de consumo por adulto. En
Jamaica y Cuba, por ejemplo, los niveles de consumo anuales estuvieron por
debajo de los 6 litros de alcohol por adulto en esos mismos años. Algunos países
sudamericanos, en particular la Argentina, el Brasil y el Ecuador, también tienen
consumo per cápita relativamente alto. La Argentina tiene el tercer consumo de
alcohol más alto en el hemisferio, con un consumo per cápita anual de bebidas
alcohólicas puras de cerca de 10 litros (OMS 2011b).
Figura 2.10. Promedio anual de consumo per cápita de bebidas alcohólicas puras entre
adultos mayores de 15 años, en países de América Latina y el Caribe, 2003–2005.
Litros anuales de alcohol puro
14
12
10
8
6
4
2
0
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Sa
Fuente: OMS, Informe sobre la situación mundial sobre el alcohol y la salud, 2011b.
Episodios de consumo
Consumo per cápita excesivo, hombres entre
Abstemios Consumo total per cápita de bebedores 15–85+ años de edad, 2003
totales (%) (en litros de alcohol puro) (promedio anual) (%)
Argentina 17,5 10 12,12 17,5
Barbados 59,0 6,9 16,89 14,2
Belice 64,6 6,1 17,15 28,2
Bolivia 40,1 5,1 8,55 —
Brasil 50,5 9,2 18,51 32,4
Canadá 22,4 9,8 12,59 15,5
Chile 32,4 8,6 12,65 —
Colombia 19,4 6,2 7,66 —
Costa Rica 44,3 5,6 9,96 13,8
Cuba 54,4 5,5 11,78
Dominica 41,0 7,8 13,29 26,2
Ecuador 68,6 9,4 29,87 25,3
EE.UU. 34,6 9,4 14,43 13,0
Guatemala 77,2 4 17,66 —
Jamaica 57,0 5 11,63 —
México 69,0 8,4 27,16 12,6
Nicaragua 73,8 5,4 20,5 32,7
Paraguay 38,3 7,9 12,77 37,7
Perú 31,0 6,9 10 7,0
Rep. Dominicana 43,3 6,4 11,31 22,0
Uruguay 53,0 8,1 17,92 11,5
Figura 2.11. Porcentaje de adultos mayores de 20 años con hipertensión (PAS ≥ 140 o PAD ≥
90, o que están bajo medicación), en países seleccionados de América Latina y el Caribe y de
la OCDE, y promedios regionales, 2008.
OCDE
ALC
Dominica
San Cristóbal y
Nieves
Chile
Antigua y Barbuda
Brasil
Rep. Dominicana
Santa Lucia
Grenada
Barbados
San Vicente y las
Granadinas
Cuba
Bahamas
RB de Venezuela
60 40 20 0 20 40 60
Por ciento
Mujeres Hombres
Fuente: Repositorio de Datos del Observatorio Mundial de la Salud, Enfermedades no Transmisibles, Factores de Riesgo.
http:/apps.who.int/gho/data/node.main.A867?lang=en
Nota: ALC = América Latina y el Caribe; OCED = Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico; PAD = presión
arterial diastólica; PAS = presión arterial sistólica;
Más de dos en cinco hombres adultos y una de cada tres mujeres adultas en la
región sufren de hipertensión o toman medicación para tratarla (figura 2.11). La
hipertensión (presión arterial sistólica por encima de 140 o presión arterial dias-
tólica por encima de 90) es el principal riesgo para contraer enfermedades del
Figura 2.12. Porcentaje normalizado según la edad de adultos mayores de 20 años de edad
con colesterol sanguíneo elevado (≥ 5.0 mmol/l), por sexo, en países seleccionados de
América Latina y el Caribe y de la OCDE, y promedios regionales, 2008.
OCDE
ALC
Bahamas
Argentina
Chile
Brasil
Antigua y Barbuda
Panamá
Barbados
Colombia
Uruguay
San Cristóbal y
Nieves
Costa Rica
Ecuador
Trinidad y Tobago
Perú
RB de Venezuela
Paraguay
Dominica
Santa Lucia
80 60 40 20 0 20 40 60 80
Por ciento
Mujeres Hombres
Fuente: OMS. 2008. Repositorio de Datos del Observatorio Mundial de la Salud, Enfermedades no transmisibles,
Factores de riesgo. http:/apps.who.int/gho/data/node.main.A867?lang=en
Nota: ALC = América Latina y el Caribe; OCDE = Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico
Figura 2.13. Porcentaje normalizado según la edad de adultos con niveles altos de glucemia
(≥ 7mmol o que están bajo medicación), por sexo, en países seleccionados de América Latina
y el Caribe y de la OCDE, y promedios regionales, 2008.
OCDE
ALC
Dominica
Barbados
Bahamas
Guatemala
Trinidad y Tobago
Suriname
Guyana
Grenada
Cuba
Antigua y Barbuda
Jamaica
0 5 10 15 20 25
Mujeres Hombres
Fuente: OMS. 2008. Repositorio de Datos del Observatorio Mundial de la Salud, Enfermedades no Transmisibles,
Factores de Riesgo. http:/apps.who.int/gho/data/node.main.A867?lang=en.
Colesterol alto
Glucemia alta
Figura 2.14. Promedio medio del índice de masa corporal (IMC) en adultos mayores de 20
años de edad, en países seleccionados de América Latina y el Caribe y de la OCDE, y
promedios regionales, 2008.
OCDE
ALC
San Cristóbal y
Nieves
Belice
Barbados
Bahamas
Dominica
Trinidad y Tobago
Jamaica
RB de Venezuela
Suriname
Chile
San Vicente y las
Granadinas
El Salvador
Antigua y Barbuda
Santa Lucia
Panamá
Nicaragua
Grenada
Argentina
-40 -30 -20 -10 0 10 20 30 40
Mujeres Hombres
Fuente: OMS 2008. Repositorio de Datos del Observatorio Mundial de la Salud, Enfermedades no transmisibles, Factores
de riesgo. http:/apps.who.int/gho/data/node.main.A867?lang=en
Nota: ALC = América Latina y el Caribe; IMC = Índice de masa corporal; OCDE = Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico
donde se calcula que es el tercer factor principal de riesgo sanitario (cuadro 2.6).
En la mayoría de los países de la región, las mujeres tienen mayor probabilidad
de tener niveles altos de glucemia que los hombres, excepto en Argentina, Chile,
El Salvador y la República Bolivariana de Venezuela (estos países no están inclui-
dos en la figura 2.13, ya que tienen un porcentaje relativamente bajo de adultos
con glucemia alta comparado con los países que se incluyen en el gráfico). Los
países del Caribe tienen uno de los porcentajes más altos de adultos con glucemia
alta; estos países también tienen algunas de las tasas de mortalidad más altas del
mundo relacionadas con la diabetes, como se mencionara anteriormente. Los
niveles altos de glucemia son marcadores para el riesgo de contraer la diabetes.
La diabetes, a su vez,10 es un factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares,
ceguera, insuficiencia renal y gangrena.
Sobrepeso y obesidad
Figura 2.15. Porcentaje normalizado según la edad de adultos mayores de 20 años con
sobrepeso mayores (IMC ≥ 25), por sexo, en países seleccionados de América Latina y el
Caribe, 2008.
90
80
70
60
50
Por ciento
40
30
20
10
0
Pa Haití
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Ca bia
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Est
Cri
Re
An
San
Mujeres Hombres
Fuente: OMS 2008. Repositorio de Datos del Observatorio Mundial de la Salud, Enfermedades no transmisibles, Factores
de riesgo. http:/apps.who.int/gho/data/node.main.A867?lang=en
Nota: Las cifras de algunos países son estimados. IMC = índice de masa corporal.
Figura 2.16. Tendencias en el porcentaje de mujeres con sobrepeso (IMC ≥ 25), en países
seleccionados de América Latina y el Caribe, en diversos períodos.
a. Brasil c. Colombia
b. Bolivia
60 60
60
Porcentaje
Porcentaje
Porcentaje
40 40 40
20 20
20
0 0
74 75 89 96 02 03 06 07 98 03 08 0
19 19 19 19 20 20 20 20 19 20 20
95 00 04 05
19 20 20 20
Porcentaje
40
Porcentaje
40 40
20 20
20
0 0
0
82 01 02 95 98 99
19 20 20 19 19 19 94 95 00 05 06
19 19 20 20 20
Porcentaje
Porcentaje
40
40 40
20
20 20
0 0 0
98 99 06 97 998 001 003 004 005 91 92 96 00 04 05 06
19 19 20 19 1 2 2 2 2 19 19 19 20 20 20 20
porcentaje de mujeres obesas de hogares en el quintil más pobre era mayor que
las mujeres de hogares en el quintil más rico, e igual al de las mujeres en el cuarto
quintil. En Guyana, el único país donde hay información sobre la obesidad en
hombres por quintil de riqueza, las tasas aumentan según va subiendo el nivel
socioeconómico. En ese país, las mujeres adultas tienen casi tres veces más la
probabilidad de ser obesas que los hombres. Entre los países mostrados en el
cuadro, Guyana tiene el porcentaje más alto de mujeres obesas. Estos porcentajes
son altos a través de todos los quintiles de ingresos; después del segundo quintil
estos porcentajes no muestran un gran cambio.
Cuadro 2.8. Tasas de obesidad en mujeres no embarazadas (15 a 49 años de edad) en países
seleccionados de América Latina y el Caribe y en hombres adultos en Guyana, por quintil de
riqueza, diversos años.
Belice
Argenitna
Chile
Uruguay
Perú
Bolivia
Rep. Dominicana
México
Brasil
Guyana
Venezuela, RB
El Salvador
Honduras
Guatemala
Nicaragua
Ecuador
Trinidad y Tobago
Colombia
Haití
60 50 40 30 20 10 0 10 20
Porcentaje
Referencias
Brown, I. J., I. Tzoulak, V. Candeias, y P. Elliott. 2009. “Salt intakes around the world:
implications for public health.” International Journal of Epidemiology 1–23. doi:
10.1093/ije/dyp139.
Esta sección examina los gastos de salud de bolsillo y los gastos catastróficos de
los hogares que tienen miembros que sufren una ENT, usando encuestas de hoga-
res de países seleccionados de la región. Los datos de Colombia, Jamaica,
Nicaragua y Perú muestran que los gastos en efectivo de los hogares que tienen
algún miembro con una afección crónica equivalen a más del doble de aquellos
hogares que no los tienen, siendo la mayor diferencia observada en gastos en
medicamentos. En Colombia y Nicaragua, los hogares con un paciente que sufre
Figura 3.1. Uso de los servicios de salud por personas con afecciones crónicas y por personas
sin ellas, por grupo etario, residencia urbana o rural, nivel educativo y situación económica
a. Brasil
40
30
20
10
0
b. Chile
40 Residencia Sexo Grupo etareo Nivel educativo Situación económica
35
30
25
20
Porcentaje
15
10
5
0
Figura 3.1. Uso de los servicios de salud por personas con afecciones crónicas y por personas
sin ellas, por grupo etario, residencia urbana o rural, nivel educativo y situación económica
(continuación)
c. Colombia
35 Residencia Sexo Grupo etareo Nivel educativo Situación económica
30
25
20
Porcentaje
15
10
5
0
l
Ur l
na
Ho res
es
es
gu m 0
uc ri ed res
Un nd o i ón
sid m or
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o
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–3
–4
–5
–6
uc Nin 1 y 1–7
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a, ri
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15
31
41
51
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M
M
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M
y
u a
Ed ón na
14
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p
i
ac
Ed
d. Nicaragua
90 Residencia Sexo Grupo etareo Nivel educativo Situación económica
80
70
60
50
40
Porcentaje
30
20
10
0
l
Ur l
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Ho res
es
es
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–5
–6
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15
31
41
51
71 61
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14
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Ed
e. Perú
Residencia Sexo Grupo etareo Nivel educativo Situación económica
45
40
35
30
Porcentaje
25
20
15
10
5
0
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Ur l
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Ho res
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41
51
71 61
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14
m
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ac ing
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N
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i
Fuente: Cálculos de Brasil, Pesquisa Nacional Por Amostra de Domicilios (PNAD 2008); Chile, Encuesta de Caracterización
Socioeconómica Nacional (CASEN 2009); Colombia, Encuesta de Calidad de Vida, 2008; Nicaragua, Encuesta de Hogares
sobre Medición de Nivel de Vida (EMNV) 2009, y Perú, Encuesta Nacional de Hogares, 2008.
Los hogares que incluyen a un miembro con una ENT tienen mayores
gastos de bolsillo que los hogares que no los tienen. En Colombia, Nicaragua
y Perú, por ejemplo, los hogares con un miembro con una ENT pagan (como
porcentaje del gasto doméstico total) más del doble que los hogares que no
tienen un miembro que sufre de una condición crónica. Sin embargo, el
patrón a través de los niveles de ingresos difiere de un país a otro. Mientras
que en Colombia las familias más pobres con un miembro que tiene una ENT
pagan más (como porcentaje del gasto doméstico total), en el Perú las familias
más pobres pagan tanto como las más ricas, y en Nicaragua, los ricos pagan
más (véase el cuadro 3.1).
Cuadro 3.1. Gastos de bolsillo y gastos catastróficos en salud en hogares con un miembro
con una ENT y hogares sin un miembro con una ENT, por nivel de ingresos
Colombia, 2008
Todas las
personas, Porcentaje de hogares con Porcentaje de hogares con
contribuyentes y Gasto de salud de los hogares gasto de salud catastrófico gasto de salud catastrófico
no contribuyentes (normalizado por el gasto (más del 20 por ciento del (más del 30 por ciento del
(en Col$) total del hogar) gasto total del hogar) gasto total del hogar)
Todos 3,7 7,1 4,8 5,1 10,5 6,9 2,7 5,7 3,7
Más pobres 4,6 9,2 6,2 7,1 16,5 10,3 4,3 10,9 6,5
Más ricos 3,1 6,1 4,1 4,2 8,5 5,6 2,0 3,3 2,4
Nicaragua, 2009
Muestra del gasto
mensual promedio
(sin incluir los Porcentaje de hogares con Porcentaje de hogares con
honorarios Gasto de salud de los hogares gasto de salud catastrófico gasto de salud catastrófico
hospitalarios), (normalizado por el gasto (más del 20 por ciento del (más del 30 por ciento del
todos los hogares total del hogar) gasto total del hogar gasto total del hogar)
Todos 3,55 6,49 4,61 2,26 5,69 3,50 0,76 2,00 1,21
Más pobres 4,13 6,37 4,90 2,50 5,40 3,50 1,35 1,69 1,47
Más ricos 2,90 7,44 4,42 1,59 7,64 3,62 0,68 2,33 1,24
Perú, 2009
Porcentaje de hogares con Porcentaje de hogares con
Gasto de salud de los hogares gasto de salud catastrófico gasto de salud catastrófico
Gasto mensual (normalizado por el gasto (más del 20 por ciento del (más del 30 por ciento del
promedio total del hogar) gasto total del hogar gasto total del hogar)
Con Con Con
Sin ENT ENT Total Sin ENT ENT Total Sin ENT ENT Total
Todos 2,6 4,1 3,7 29,6 19,6 23,3 29,2 18,2 22,3
Más pobres 2,5 4,2 3,5 45,1 38,2 41,3 44,5 36,6 40,2
Más ricos 2,9 4,3 3,9 24,1 13,6 17,1 23,8 12,1 16,0
Fuentes: Colombia, cálculos de la Encuesta de Calidad de Vida de 2008; Nicaragua, cálculo usando la Encuesta de
Hogares sobre Medición de Nivel de Vida de 2009,(EMNV 2009) y Perú, Encuesta de Nacional de Hogares.
Nota: Col$ = pesos colombianos; ENT = enfermedades no transmisibles; Q2 = segundo quintil; Q3 = tercer quintil; Q4 =
cuarto quintil
En Colombia y Nicaragua, los hogares con un miembro que sufre una afec-
ción crónica tienden a incurrir en gastos sanitarios catastróficos, particularmente
las familias pobres. El porcentaje de hogares con un miembro con una ENT que
incurren en gastos sanitarios catastróficos (definido como hogares que gastan
más del 20 por ciento del gasto total en atención sanitaria) es dos veces más alto
o mayor que en hogares sin un miembro con una ENT. En Colombia, cerca del
10 por ciento de los hogares con un miembro con una ENT incurren en gastos
sanitarios catastróficos, mientras que en Nicaragua la cifra es de cerca del 6 por
ciento. Las familias pobres en Colombia son las más afectadas, con más del 16
por ciento de las familias pobres con un miembro con una ENT que informa
gastos sanitarios catastróficos (Cuadro 3.1); en Nicaragua, los hogares más ricos
que incluyen a un miembro con una ENT tienen mayores probabilidades de
incurrir en gastos sanitarios catastróficos. En el Perú el patrón se revierte—los
hogares sin un miembro con una condición crónica tienen mayores probabilida-
des de incurrir en gastos sanitarios catastróficos; sin embargo, la distribución
socioeconómica es más regresiva entre los hogares con un miembro con una
condición crónica.
En promedio, las personas con ENT efectúan pagos de bolsillo mucho mayo-
res en los servicios de salud que personas sin una ENT, con el gasto en medica-
mentos representando la mayoría de esta diferencia. Como se muestra en el
Cuadro 3.2 este patrón se mantiene en los tres países para los cuales hay datos
disponibles. En Colombia, Nicaragua y Perú las personas que sufren una afección
crónica gastan más del doble en medicamentos que las personas sin tal condi-
ción. Los gastos de hospitalización también son mayores para las personas con
una afección crónica, particularmente en el Perú.
Cuadro 3.2. Gastos sanitarios individuales por personas con y sin ENT, por nivel de ingresos
Colombia, 2008
Todos 2.836 3.259 18.602 19.910 13.724 23.030 5.699 8.743 2.065 2.564 42.926 57.506 46.511
Más pobres 1.050 1.758 14.525 16.078 13.359 22.914 1.050 1.758 2.163 4.740 35.719 54.310 40.142
Q2 1.707 1.450 13.571 7.578 12.728 16.569 1.707 1.450 1.525 1.504 36.153 35.090 35.911
Q3 915 1.787 11.368 7.820 10.452 14.751 915 1.787 2.129 3.307 29.269 35.534 30.812
Q4 1.670 2.909 14.075 10.573 10.962 21.284 1.670 2.909 1.799 1.569 35.154 44.652 37.667
Más ricos 6.671 6.278 30.688 43.036 16.868 33.531 6.671 6.278 2.493 2.507 62.873 94.808 71.152
Perú, 2009
Todos 26.4 44.0 18.7 47.7 55.7 62.3 13.9 19.7 25.9 58.8 36.8
Más pobres 18.0 42.4 13.4 39.4 61.3 34.1 3.6 6.5 15.5 40.6 21.8
Q2 16.6 28.9 13.5 30.1 33.3 42.1 4.7 8.5 15.4 35.1 20.7
Q3 17.3 27.6 14.8 33.4 38.5 51.7 8.3 10.6 18.6 39.6 25.0
Q4 23.6 34.9 18.9 46.2 47.1 65.6 11.2 18.4 24.6 56.2 35.5
Más ricos 39.4 60.0 27.6 64.1 85.6 79.8 23.9 28.0 42.0 80.9 57.1
Nicaragua, 2009
Consultaa Medicamentos Hospitalización Transporte Otrob Total
Más pobres 149.7 361.2 121.1 288.7 .. .. 66.8 60.7 136.4 217.6 145.2 301.9
Q2 206.0 257.9 130.5 259.0 5.000,0 750.0 44.8 56.5 134.1 306.9 152.4 315.3
Q3 294.4 374.6 158.8 377.1 .. 10.000,0 46.1 40.8 173.9 286.6 187.7 440.3
Q4 273.7 307.8 180.5 386.7 2.484,2 4.201,8 42.2 45.3 201.4 186.4 211.1 385.3
Más ricos 404.2 632.9 352.7 703.8 11.165,5 6.521,9 58.0 42.3 248.4 711.5 430.0 912.1
Fuentes: Colombia, cálculos de la Encuesta de Calidad de Vida de 2008 y de la Encuesta Nacional de Hogares; Nicaragua, cálculo usando la Encuesta de Hogares sobre Medición de Nivel de Vida de 2009
(EMNV 2009); Perú, cálculos de la Encuesta Nacional de Hogares de 2008.
Nota: .. = insignificante.
La aparición y el avance de las ENT pueden repercutir en los resultados del mer-
cado de trabajo.2 Dado que las ENT conducen a impedimentos en las capacida-
des funcionales de los trabajadores, éstas pueden reducir el esfuerzo máximo que
una persona puede hacer o la capacidad de respuesta de esa persona. Las ENT
pueden afectar el estado del mercado de trabajo en tres áreas fundamentales: la
participación de la fuerza laboral y el tipo de empleo; el suministro de la mano
de obra o las horas de trabajo, y los ingresos laborales, que pueden afectar parcial-
mente la productividad (Kahn 1998; Gordo 2011; Lechner y Vázquez-Álvarez,
2011; Schultz, 2008, 85–118; Mete y otros, 2008, 67–84). Esta sección muestra
evidencias de Brasil, Chile, Colombia, El Salvador y Honduras que indican que
las ENT tienen una mayor repercusión negativa (5 por ciento o mayor) sobre la
participación del mercado de trabajo en las economías más formales como las de
Chile o de Brasil. La combinación del efecto de las ENT sobre la participación de
la fuerza laboral, las horas trabajadas y la productividad indica que estas enferme-
dades podrían tener una repercusión negativa de cerca del 0,25 por ciento del
producto interno bruto (PIB), que podría aumentar al 0,40 por ciento una vez
que se incluya el efecto de la discapacidad relacionada.
Esta sección depende de un grupo de indicadores para las ENT y las discapacida-
des que se encuentran en las encuestas de hogares existentes en América Latina
y el Caribe. La información de las encuestas de hogares acerca de las ENT y las
discapacidades puede variar significativamente de un país a otro debido a la natu-
raleza de las preguntas, condiciones especificadas, período recordatorio y fuente,
todos los cuales pueden afectar las cifras de prevalencia y el análisis. La informa-
ción acerca de la prevalencia de ENT también podría tener un sesgo sustancial,
según el tipo de pregunta que se hizo. Los datos usados en este estudio se descri-
ben en el apéndice A, en el que se detalla información específica sobre el país, la
encuesta que se utilizó y el tipo de información sobre el estado de salud, la ENT
y la discapacidad autonotificados.
b. Chile
a. Brasil 80
90 70
80 60
Por ciento
70
50
Por ciento
60
50 40
40 30
30 20
20
10
10
0 0
-19 0-29 0-39 0-49 0-59 0-69 0-79 0-89 0-99 -19 0-29 0-39 0-49 0-59 0-69 0-79 0-89 0-99
15 2 3 4 5 6 7 8 9 15 2 3 4 5 6 7 8 9
Grupo etario Grupo etario
c. Colombia
90 d. El Salvador
80 90
70 80
60 70
Por ciento
Por ciento
50 60
40 50
30 40
20 30
10 20
0 10
0
-19 0-29 0-39 0-49 0-59 0-69 0-79 0-89 0-99
15 2 3 4 5 6 7 8 9 -19 0-29 0-39 0-49 0-59 0-69 0-79 0-89 0-99
15 2 3 4 5 6 7 8 9
Grupo etario
Grupo etario
e. Honduras
80
70 Población con ENT
60
Por ciento
Grupo etario
Fuente: Cálculos del autor basados en las encuestas nacionales de hogares descritas en el apéndice A.
promedio. Esto puede indicar que en los países que carecen de cobertura del
seguro social o donde la cobertura es muy baja (como en esos dos países) las
personas necesitan seguir trabajando independientemente de su estado de salud.
Las diferencias a través de los grupos etarios en las economías formales y más
informales merecen evaluaciones específicas por edad y tipo de empleo. Estas
diferencias globales en la participación también pueden esconder diferencias por
sexo, educación y tipo de empleo, entre otras dimensiones socioeconómicas. En
Chile, por ejemplo, donde es significativamente más probable que las mujeres
reporten una ENT (17 por ciento de las mujeres reportan, en comparación con
el 11 por ciento de los hombres), las tasas de participación de la fuerza laboral
difiere ampliamente entre hombres y mujeres. En los hombres, estas tasas son
casi idénticas (78 por ciento en grupos sin ENT y 77 por ciento en grupos con
ENT), mientras que entre las mujeres, el grupo con ENT muestra una tasa de
participación inferior de más del 15 por ciento en comparación con el grupo sin
ENT (42 por ciento y 50 por ciento, respectivamente) (Contreras y otros, 2012).
Las diferencias en las tasas de participación a través de los grupos etarios también
pueden esconder diferencias de la repercusión a través de tipos de empleo. Los
trabajadores jóvenes tienden a trabajar en el sector informal y los trabajadores
mayores tienden a trabajar por su cuenta. Como estos grupos tienen diferente
cobertura de seguro social y enfrentan diferentes costos de oportunidad (por
ejemplo, pensiones) la repercusión de la discapacidad asociada a las ENT puede
variar significativamente de grupo etario a grupo etario. Esto es especialmente
pertinente en las economías de ALC, donde los trabajadores siguen trabajando
hasta bien entrados los 60 ó 70 años.
Las personas con discapacidades relacionadas con las ENT que todavía pueden
trabajar pueden necesitar ajustar su intensidad de oferta laboral. La gravedad de
las ENT o el grado de dificultad que una persona tiene en realizar actividades
cotidianas (AC) puede determinar si una persona puede seguir trabajando o si los
síntomas son suficientemente severos, si esa persona tiene que retirarse del mer-
cado laboral. De todos modos, si bien estas personas pueden decidir seguir traba-
jando, pueden tener que reducir sus horas si el esfuerzo necesario es demasiado,
de ese modo ajustando su intensidad de oferta laboral.
Los trabajadores con ENT muestran diferencias más pronunciadas en las
horas trabajadas a lo largo de toda la vida, con menos horas trabajadas temprano
y al final de la vida y más horas trabajadas en sus años 30s y 40s. La Figura 3.3
muestra la cantidad promedio de horas semanales trabajadas por trabajadores
promedio y por aquellos con ENT en los países seleccionados. Sistemáticamente,
los trabajadores con ENT informan significativamente menos horas trabajadas
que los trabajadores promedio y también tienen variaciones de ciclos de vida
más pronunciadas (menos horas trabajadas temprano y al final de la vida y más
horas trabajadas en sus años 30s y 40s). Este patrón se observa en Colombia y
Brasil, pero menos en Chile. Una explicación posible puede ser el efecto diferen-
cial que las ENT tienen en el tipo de empleo. Dado que los trabajadores del
sector formal tienen algún tipo de seguro de salud o discapacidad, pueden dejar
el mercado laboral más fácilmente que los trabajadores informales y una canti-
dad desproporcionada de trabajadores afectados por ENT trabajan en el sector
informal.
a. Brasil b. Chile
50 55
Horas de trabajo semanales
45
40
40
35
35
30
30
-19 -29 -39 -49 -59 -69
15 20 30 40 50 60 -19 -29 -39 -49 -59 -69
15 20 30 40 50 60
Grupo etario Grupo etario
c. Colombia d. El Salvador
55 55
Horas de trabajo semanales
50 50
45 45
40 40
35 35
30 30
-19 -29 -39 -49 -59 -69 -19 -29 -39 -49 -59 -69
15 20 30 40 50 60 15 20 30 40 50 60
Grupo etario Grupo etario
e. Honduras
55
Horas de trabajo semanales
50
Población con ENT
45
35
30
-19 -29 -39 -49 -59 -69
15 20 30 40 50 60
Grupo etario
Fuente: Cálculos del autor basados en las encuestas nacionales de hogares descritas en el apéndice A.
Colombia en primer lugar con un 6,3 por ciento de menos horas, seguido del
Brasil (5,3), El Salvador (4,3), Chile (2,3), y Honduras (con diferencias insigni-
ficantes). Estos resultados, junto con las diferencias observadas entre trabajadores
más jóvenes y mayores, indican que estas diferencias deben evaluarse aún más.
Un examen detallado de ENT específicas indica que algunas de estas enfer-
medades tienen mayor probabilidad de desencadenar reducciones de la intensi-
dad laboral que otras. La relación entre las ENT y la intensidad laboral se puede
examinar más detalladamente usando los datos de la Encuesta de Muestreo
Nacional de Hogares del Brasil (PNAD), donde la información sobre el estado
de salud es más precisa—la encuesta solicita un diagnóstico médico de enferme-
dades específicas, no solo las que se autonotifican. Sin embargo, algunas personas
pueden presentar síntomas de ciertas ENT pero todavía no han sido diagnostica-
das debido a la falta de consulta médica, por ejemplo. Entre los trabajadores
mayores brasileños (mayores de 50 años), las enfermedades como la artritis y, en
menor grado, las enfermedades cardiovasculares, tienen un mayor efecto en la
disminución de las horas trabajadas que la enfermedad renal (Figura 3.4). Esto
significa que mientras trabajadores con cualquier ENT trabajan más horas, aque-
llos con ciertas ENT trabajan menos, lo que indica que diferentes ENT tienen
una repercusión variable en los resultados de la oferta laboral. El desarrollo de
fuentes de datos y métodos para analizar el efecto diferencial a través de los
grupos etarios y por tipo de enfermedad sigue pendiente.
Figura 3.4. Cantidad promedio de horas semanales trabajadas por personas con una ENT y
por todos los trabajadores, por edad y por enfermedad específica, Brasil, 2008
45
Horas de trabajo semanal
40 40
35 35
30 30
25
25
20
20
15
50 52 54 56 58 60 62 64 66 68 70 72 74 76 78 15
50 52 54 56 58 60 62 64 66 68 70 72 74 76 78
Edad Edad
Artritis
45
Horas de trabajo semanal
40
35 Población con ENT
30
Todos los trabajadores
25
20
15
50 52 54 56 58 60 62 64 66 68 70 72 74 76 78
Edad
Fuente: Cálculos del autor basados en las encuestas nacionales de hogares, según se describen en el apéndice A.
Nota: ENT = enfermedades no transmisibles.
Figura 3.5. Promedio de ingresos por hora (en moneda nacional) de trabajadores con una
ENT y de todos los trabajadores, por edad
a. Brasil b. Chile
40 18
30 14
12
25
10
20
8
15
6
10
4
5 2
0 0
15-19 20-29 30-39 40-49 50-59 60-69 20-29 30-39 40-49 50-59 60-69
Grupo etario Grupo etario
c. Colombia d. El Salvador
Ingresos por hora (en miles de Pesos $)
900 10
Ingresos por hora (en C)
800 8
700
6
600
4
500
2
400
300 0
15-19 20-29 30-39 40-49 50-59 60-69
200
15-19 20-29 30-39 40-49 50-59 60-69 Grupo etario
Grupo etario
e. Honduras
140
Ingresos por hora (en L)
120
100
Población con ENT
80
60 Todos los trabajadores
40
20
0
15-19 20-29 30-39 40-49 50-59 60-69
Grupo etario
Fuente: Cálculos del autor basados en las encuestas nacionales de hogares, según se describen en el apéndice A.
Nota: ENT = enfermedades no transmisibles.
Cuadro 3.3. Costos atribuibles a las enfermedades cardiovasculares, región de las Américas,
2010
Región de las Costos totales Costos de Costos totales Costos totales Costos totales
Américas (sin costos de productividad (incluidos los per cápita per cápita
productividad) costos de (solo adultos)
productividad)
AMR-A (EE.UU.,
Canadá y 165,9 108,2 274,0 736 1,206
Cuba)
AMR-B (todos los
otros países 8,8 17,2 26,0 52 108
de la región)
AMR-D (Bolivia,
Ecuador,
Guatemala,
0,9 2,1 3,1 36 91
Haití,
Nicaragua y
Perú)
monto total, se atribuyó US$95 mil millones a los costos directos y aproximada-
mente $ 106 mil millones, a los costos indirectos. Este estudio descubrió que en
las Américas, el costo per cápita de la atención de la diabetes era más elevado en
los Estados Unidos (US$ 12.243) y más bajo en Colombia (US$ 442). El gasto
sanitario per cápita promedio era más alto en los Estados Unidos (US$ 4.432) y
más bajo en Haití (US$ 24).4 El Cuadro 3.4 muestra el cálculo del costo total
indirecto y directo (en millones de US$) atribuido a la diabetes. Los datos fueron
el resultado de la combinación de este y un estudio anterior (Barceló y otros
2003, 19–27).
Cuadro 3.4. Cálculo de costos directos e indirectos debidos a la diabetes, región de las
Américas, 2004.
Área Total Indirecto Directo Per cápita Gastos
directo sanitarios
per cápita
América del Norte 151.546,3 54.221,1 97.252,2 15.516 6.839,1
Caribe (de habla 2.050,4 1.054,5 995.9 2.711 275
hispana)
Fuente: Datos del Simposio sobre la Economía de la Diabetes, patrocinado por la Declaración de las Américas sobre la
Diabetes (DOTA), la Federación Internacional de la Diabetes (IDF, por su sigla en inglés) y la Organización Panamericana
de la Salud (OPS), en coordinación con la Asociación Latinoamericana de la Diabetes (ALAD), realizada en São Paolo,
Brasil, el 27 de septiembre de 2004. http:/www1.paho.org/common/Display.asp?Lang=E&ReciD=7746
El costo económico total del cáncer a nivel mundial se calculó en US$895 mil
millones en 2008, representando un 1,5 por ciento del PIB del mundo. Según un
estudio de la Asociación Americana Contra el Cáncer, los tipos de cáncer más
costosos son aquellos causados por el consumo de tabaco: los cánceres del pul-
món, bronquios y tráquea. Juntos, estos cánceres representan casi US$180 mil
millones a nivel mundial. En 2009 se detectaron unos 2,8 millones casos nuevos
de cáncer en las Américas. Según el informe del Foro Económico Mundial, el
costo de los casos nuevos de cáncer en las Américas fue de $153 mil millones,
que incluía los costos médicos, costos no médicos, y pérdida de productividad,
pero no los costos relacionados con exámenes de detección del cáncer y preven-
ción e ingresos perdidos debidos a la mortalidad por el cáncer. El informe citó el
cáncer de pulmón como el cáncer más costoso, seguido del cáncer de próstata y
el cáncer de mama.
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Domicilios (PNAD 2008).
Gobernanza de Intervenciones
para Promover Una Vida Saludable:
Ejemplos Internacionales
Claudia Trezza y María Eugenia Bonilla-Chacín
En países de ingresos bajos y medios, los cálculos indican que una reducción del
15 por ciento en el consumo de sal podría evitar hasta 8,5 millones de muertes
cardiovasculares en un período de más de 10 años y reducir el consumo de sal
nos da un total anual de US$ 0,40 por persona (Asaria y otros 2007). La ingesta
alta en sodio (componente principal de la sal) está asociada con la hipertensión,
que aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y
enfermedades renales, lo cual subraya la importancia de implementar estrategias
para reducir su consumo.
Recientemente ha habido controversia en torno a la sugerencia de disminuir
la ingesta de sodio (por ejemplo, en Taubes 1998; Cohen y Townsend 2012). Sin
embargo, las conclusiones y recomendaciones de la OMS, los Centros para el
Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus
siglas en inglés) y muchos otros expertos en el tema, siguen siendo las mismas
—reducir el consumo de sodio o de sal disminuye el riesgo de muchas de las
ENT. Como se mencionó anteriormente, la OMS recomienda mantener el nivel
del consumo de sal en adultos por debajo de los 5g al día (OMS 2006).
A pesar de que la sal puede presentar un peligro para la salud, también es una
forma relativamente barata para la industria alimentaria de preservar algunos
alimentos y mejorar el sabor de sus productos (Institute of Medicine 2010). En
consecuencia, los defensores de la salud pública y la industria alimenticia a
menudo se contraponen cuando se trata de desarrollar políticas dirigidas a redu-
cir el consumo de sal.
En la década de los ochenta, el gobierno de Karelia del Norte, Finlandia, puso
en marcha un programa comunitario para cambiar el estilo de vida de toda la
población, especialmente en términos de tabaquismo y hábitos alimentarios,
como una manera de responder a la alta prevalencia de las enfermedades cardio-
vasculares y los elevados niveles de colesterol de sus habitantes. La estrategia
alimenticia estaba enfocada en reducir la ingesta de sal y grasas, y aumentar el
consumo de frutas y verduras (Puska y otros 2009).
En lo que se considera uno de los ejemplos más exitosos de un enfoque mul-
tisectorial, el gobierno de Karelia del Norte consiguió la participación en la
intervención de los servicios salud, escuelas y servicios sociales, organizaciones no
gubernamentales (ONG), supermercados, industria alimentaria, líderes comuni-
tarios y medios de comunicación. La presión ejercida sobre la industria alimen-
ticia para disminuir el contenido de sodio fue particularmente eficaz. Esto se
hizo a través de una campaña masiva de información y sensibilización que garan-
tizaba la demanda de productos menos salados por parte de los consumidores y,
mediante reglamentaciones de etiquetado, solicitaba que un listado de los niveles
de sodio en los alimentos envasados. Como parte de la campaña, los coordinado-
res del proyecto y las compañías de publicidad contratadas por la ciudad, desa-
rrollaron volantes, libros y carteles para sensibilizar a las personas en torno a la
Las regulaciones para reducir el consumo de grasas trans son consideradas por la
OMS como una “mejor compra”1 en la lucha para prevenir las ENT a nivel pobla-
cional. Se calcula que el reemplazo regulado de grasas trans por grasas poliinsa-
turadas podría llegar a presentar una tasa de rentabilidad de entre US$ 25 y US$
73 por AVAD evitados (Willet y otros 2006).
En 2006, la Junta de Salud de la ciudad de Nueva York impuso una iniciativa
para la eliminación progresiva de grasas trans en los establecimientos de servicios
de alimentos de toda la ciudad, la regulación se hace cumplir mediante multas
de hasta US$ 2.000. La meta era que los restaurantes redujeran los niveles de
grasas trans a 0.5g por ración. Los restaurantes del estado de Nueva York se opu-
sieron a la prohibición y el gobierno de la ciudad, en un esfuerzo por abordar las
inquietudes expresadas por los restaurantes, les dio prórrogas para que pudieran
alcanzar la meta de los niveles de grasas trans. Pero antes de que entrara en vigor
la prohibición, la ciudad de Nueva York intentó convencer a los restaurantes a
eliminar, de forma voluntaria y gradual, sus niveles de grasas trans. La ciudad
envió cartas a los restaurantes y a los proveedores de alimentos solicitándoles
suspender el uso de grasas trans y les ofreció asistencia técnica. La ciudad tam-
bién capacitó a más de 7.000 personas sobre cómo cambiar de grasas trans a
grasas poliinsaturadas. Sin embargo, y a pesar de los esfuerzos realizados durante
todo un año, los datos indicaron que no hubo reducción en el uso de grasas trans.
El gobierno de la ciudad llegó a la conclusión de que era necesario establecer un
mandato reglamentario (Mello 2009).
Otra de las razones del éxito de la regulación de la ciudad de Nueva York fue
que el ayuntamiento puso a disposición del público evidencia sobre la que se
basó, lo cual sirvió para obtener su apoyo a favor de la prohibición. Durante la
aprobación de la regulación, los mensajes públicos fueron sumamente persuasi-
vos, estableciendo una clara conexión entre el consumo de grasas trans y las
enfermedades cardíacas. La recomendación del Instituto de Medicina (Institute
of Medicine) de reducir la ingesta de grasas trans fue particularmente instrumen-
tal para convencer al público de la necesidad de establecer la regulación (Mello
2009).
En 1993, se publicó en Dinamarca un artículo científico que sugería una
conexión entre el consumo de ácidos grasos trans y el riesgo de padecer enfer-
medades coronarias; este artículo llevó a las instituciones gubernamentales y a la
industria alimentaria del país a reducir el contenido de grasas trans en la produc-
ción de alimentos. Estudios científicos posteriores que reforzaban esta conexión,
culminaron en la aprobación de una legislación gubernamental que regulaba la
grasa parcialmente hidrogenada (IP-TFA) producida de forma industrial en el
contenido de todos los productos alimenticios, a un máximo del 2 por ciento del
contenido total de grasa (Stender y otros 2006).
En ALC, tanto en Argentina (véase el estudio de caso en el siguiente capítulo)
como en Puerto Rico, ya se han reglamentado las grasas trans. Otros países
Es común que las empresas de alimentos negocien con los gobiernos y desa-
rrollen medidas de autorregulación para evitar la regulación. Algunas empresas
prefieren esto dado que en términos generales no incluyen medidas estrictas de
fiscalización. Por otro lado, si desarrollan sus propias directrices, las empresas
pueden promover una imagen de responsabilidad social corporativa ante un
grupo de consumidores cada vez más informados. Algunas empresas se apegan
al código de la Cámara de Comercio Internacional, que protege más a los niños.
Otras empresas multinacionales han desarrollado sus propios códigos de con-
ducta y lineamientos publicitarios. En 2006, la Fundación Clinton y la American
Heart Association, en colaboración con la industria alimentaria, desarrollaron las
directrices para la venta de bebidas en las escuelas. Tres empresas en particular
(Coca Cola, PepsiCo—entre ellas representan el 75 por ciento del mercado
mundial de bebidas—y Cadbury Schweppes) ayudaron a desarrollar las directri-
ces, que incluían restricciones en el contenido nutricional y de calorías y en la
publicidad de sus productos en las escuelas primarias (Hawkes 2004).
La Iniciativa Publicitaria de Alimentos y Bebidas para Niños de 2007, que
incluye a 15 empresas alimentarias importantes, también desarrolló restricciones
publicitarias que aplican a los niños menores de 12 años.6 Esta iniciativa prohíbe
los anuncios en las escuelas primarias y exhorta a las empresas a dedicar no
menos del 50 por ciento de su publicidad para niños a promover un régimen
alimentario saludable (Sharma y otros, 2010). Sin embargo, estos códigos no son
obligatorios y no hay ningún mecanismo que monitoree o sancione a las empre-
sas que los infringen. En realidad son pocas las empresas que se han comprome-
tido con las normas y pautas, y las normas no se han aplicado sistemáticamente
en toda la industria. Los estudios revelan que la publicidad de prácticas alimen-
tarias nocivas para la salud está intensificándose, a pesar del aumento de las
restricciones autorregulatorias (Kunkel y otros 2009). Esta incapacidad para
cambiar el comportamiento publicitario de la industria alimenticia llevó a la
OMS a exhortar a los gobiernos a imponer lineamientos publicitarios obligato-
rios para las empresas alimentarias (Oommen y Anderson 2008).
En el Reino Unido, las medidas de autorregulación emprendidas por la indus-
tria alimentaria no lograron reducir el consumo de alimentos ricos en calorías en
los niños. Sus índices de obesidad se encontraban entre los más altos en Europa,
y se encontró que los niños en el Reino Unido consumían altos niveles de grasa,
azúcar y sal. Conforme fue incrementando la toma de conciencia en torno a los
riesgos de un régimen alimentario poco saludable, un estudio realizado por
Hastings y Carins (2010) reveló la conexión entre la publicidad y las preferen-
cias alimenticias entre los niños. Otro estudio elaborado por M. Watson descu-
brió que el 81 por ciento de todos los gastos de publicidad alimenticia durante
el horario de emisión de programación televisiva infantil estaba destinado a ali-
mentos altos en grasa, azúcar y sal.7 En enero de 2008, el gobierno optó por una
regulación estatutaria e impuso restricciones de programación para frenar la
publicidad de alimentos poco sanos durante los programas de mayor audiencia
dirigidos a niños menores de 16 años. Para definir qué productos clasificaban
En contraste con las estrategias regulatorias, los impuestos sobre los productos
considerados como “poco sanos” afectan directamente al consumidor, influyendo
o restringiendo sus elecciones y generando discusiones acerca del derecho que
tienen los gobiernos para interferir en las decisiones personales. Como se men-
cionó anteriormente, por lo general, la industria alimentaria se opone a la tribu-
tación ya que puede reducir sus ganancias. Sin embargo, la actitud de consumidor
hacia los impuestos varía.
En Estados Unidos, por ejemplo, la imposición de un impuesto en el punto de
compra es un tema que se ha debatido enormemente. Los partidarios de recau-
dar impuestos sobre alimentos poco sanos señalan que el permitir que la indus-
tria se autorregule no ha logrado mejorar el régimen alimentario y que imponer
impuestos sobre los alimentos poco sanos es una manera eficaz en función del
costo de lograr que las personas consuman alimentos más saludables. Más aún,
argumentan que el dinero recaudado puede ser invertido en subsidios para ali-
mentos más saludables como frutas y verduras, y podría terminar por ahorrarle
al gobierno dólares de salud.8 Los adversarios alegan que la imposición de
impuestos sobre lo que alguien come es una trasgresión a la libertad personal y
que las metas de salud pública deben obtenerse activando otro tipo de mecanis-
mos que no usurpen la decisión personal y las libertades.9 Por otro lado, como
los consumidores de bajos ingresos son los más sensibles a los cambios de precio,
los impuestos sobre consumos específicos han sido tachados de regresivos y cri-
ticados por imponer una mayor carga en poblaciones de ingresos inferiores
(Robertson y otros 2007).
Existe evidencia que demuestra que gravar los refrescos, a los bajos niveles
que son práctica común en Estados Unidos, conduce a una reducción moderada
en el consumo de bebidas gaseosas en niños y adolescentes, pero la reducción del
consumo de refrescos se ve compensada por aumentos en el consumo de otras
bebidas altas en calorías (Fletcher y otros 2010). La evidencia también ha
demostrado que aunque, en términos generales, el nivel tributario actual ha
tenido una pequeña repercusión, algunos grupos de niños—niños que presentan
sobrepeso, niños que provienen de hogares de bajos recursos y niños afroameri-
canos—son más sensibles a estos impuestos, particularmente cuando los refres-
cos están disponibles en las escuelas (Sturm y otros 2010).
Jacobson y Brownell (2000) llegaron a la conclusión de que la aceptación del
gravamen sobre los refrescos en Estados Unidos sería aún mayor si los ingresos
que generan se invirtieran en programas nutricionales o fueran utilizados para
subsidiar la compra de alimentos saludables. Una encuesta conducida entre neo-
yorquinos en conjunto con una propuesta para aumentar los impuestos en las
bebidas gaseosas, encontró que el 52 por ciento de las personas apoyaron el
hombres y mujeres entre los 18 y los 70 años de edad era del 69,3 por ciento
(Matsudo y otros 2003). Después de dos años de reuniones con asesores sanita-
rios en todo el mundo, y gracias a consultas con el gobierno, instituciones no
gubernamentales y empresas privadas, “Agita São Paulo” fue lanzada en 1996. El
programa fue diseñado para aumentar el conocimiento de los beneficios de la
actividad física y para elevar los niveles de actividad física de la población. Se
usaron mensajes sencillos para alentar a niños, adultos y adultos mayores a reali-
zar 30 minutos de actividad física moderada al día, casi todos los días de la
semana.
Para generar consciencia y promover la actividad física, los encargados del
programa organizaron “mega eventos” donde lograron reunir a grandes sectores
de la población, generalmente vinculados con eventos populares tales como
carnavales y festivales que atrajeron la cobertura de los medios. “Agita Melhor
Idade” (Muévete para un Mejor Envejecimiento), un programa específicamente
diseñado para alentar la actividad física en los adultos mayores que consistía de
una caminata en los días nacionales e internacionales de adultos mayores. Un
elemento clave para determinar los resultados de la intervención fue el desarrollo
de alianzas entre diferentes sectores. Para lograrlo, los organizadores se asociaron
con numerosas instituciones que ayudaron a elaborar y distribuir folletos, carte-
les y videos, y a esparcir el mensaje del programa “Acumula minutos de actividad
física todos los días”. Los mensajes se centraron en mantener a las personas físi-
camente activas mientras realizan actividades cotidianas, como pasear al perro,
hacer jardinería y ocuparse de las tareas del hogar. Los mensajes de caminar y
subir escaleras se colocaron a lo largo del sistema de transporte, y el baile, la
actividad recreativa favorita del país, se usó en los mensajes dirigidos a todos
sectores de la población (Matsudo y otros 2003).
Los fondos de la Secretaría de Salud permitieron a los organizadores del pro-
grama, crear áreas donde los habitantes podrían realizar actividades físicas. Se
rediseñaron los parques y los gimnasios se hicieron más accesibles. También se
agregó un componente educativo, que incluía el ejercicio en los programas de
estudios. La intervención resultó eficaz y logró aumentar la actividad física de los
habitantes. Según la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo
Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), el costo de la intervención fue de
US$ 0.01 por persona y su rentabilidad fue de US$ 248 por AVAD (Anderson
y otros 2009). Conocimiento sobre el programa aumentó significativamente y
los que lo conocían reportaron mayor probabilidad de ser físicamente activos
(Matsudo y otros 2002). La frecuencia de actividades físicas moderadas aumentó
de 3,5 a 5,0 días por semana y la duración del ejercicio incrementó de 40 minu-
tos a 120 minutos por día. El porcentaje de niños en edad escolar que hacían
ejercicio por 150 minutos por semana aumentó del 20 por ciento al 40 por
ciento en los niños y del 4 por ciento al 42 por ciento en las niñas (Anderson y
otros 2009).
La OMS reconoció el éxito del programa y lo consideró un modelo útil para
otros países en desarrollo. Como resultado, el modelo se aplicó en todo Brasil y
en 2000 el Ministerio de Salud del país lanzó el programa nacional “Agita Brasil”
(Muévete Brasil). Además, Argentina, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala,
México, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y la República Bolivariana de
Venezuela también replicaron el programa. En 2000, se creó la Red de Actividad
Física de las Américas, a la que se asociaron todos estos países, con el apoyo del
CDC y la OPS.
comunitarias que han sido evaluadas y que demuestran pruebas de éxito. Entre
ellas está el caso de Bogotá, ciudad con un entorno construido que promueve la
actividad física (documentado en el siguiente capítulo).
Entre los programas laborales más exitosos para mejorar el régimen alimentario
e incrementar la actividad física está el programa “5-a-day” [5-al-día] de Treatwell
en los Estados Unidos, que se valió de una combinación de enfoques ambientales
y conductuales para mejorar el régimen alimentario de los empleados. El estudio
buscaba evaluar la efectividad de una intervención nutricional en el ámbito labo-
ral que incluyera a las familias y estuviera diseñada para promover el consumo de
frutas y verduras. Cuando se llevó a cabo el estudio, sólo de un 20 a un 30 por
ciento de los estadounidenses cumplían con la recomendación de consumir cinco
o más raciones de frutas y verduras al día (Sorensen y otros 1999).
El programa abarcaba a 22 centros de salud comunitarios ubicados en áreas
marginadas. Su componente conductual y educacional incluía la exposición
periódica de los sujetos a la campaña de comunicación del programa, una línea
telefónica de atención directa dedicada a dar información sobre el cáncer y una
presentación nutricional sobre la forma de adquirir y preparar alimentos saluda-
bles. A través de un Consejo Asesor de Empleados, los trabajadores pudieron
participar en la planeación y coordinación de las actividades y eventos del pro-
grama, lo cual resultó ser particularmente útil para organizar fiestas, series de
debates y campañas educativas. Las familias de los empleados también participa-
ron en la intervención, se les enviaron boletines informativos y cartas, se organi-
zaron picnics y fiestas familiares, los que se usaron para crear conciencia en torno
a la importancia de comer alimentos saludables. Para cambiar el entorno, se
ofrecieron alimentos saludables en los dispensadores automáticos, en las comidas
especiales y en las salas de descanso. Las políticas para el servicio de catering de
las reuniones y funciones se modificaron para incluir frutas y verduras, y otras
opciones con bajo contenido de grasas. También se usaron carteles, videos y folle-
tos en los puntos de venta y las áreas para comer con el fin de crear una mayor
conciencia y cambiar los hábitos de comportamiento.
Los resultados del programa revelaron que los trabajadores participantes
incrementaron su consumo de frutas y verduras en un 19 por ciento. La partici-
pación de las familias de los empleados facilitó el proceso de cambio, ya que es
más fácil cambiar el comportamiento de los individuos dentro de un contexto
social, en este caso el lugar de trabajo y la familia (Sorensen y otros 1999).
Intervenciones escolares
para que sus familias pudieran preparar bocadillos sanos. El programa también
incluía actividades escolares, tales como actividades físicas para un estilo de vida
saludable, noches de diversión familiar y talleres. Los resultados del estudio mos-
traron cambios significativos en el consumo de grasas y alimentos, en el grado de
conocimiento relacionado con la salud y en el comportamiento saludable
(Caballero y otros 2003).
Gracias a las políticas existentes de control del tabaco, la prevalencia del tabaco
en los países de la OCDE ha disminuido significativamente durante las últimas
décadas. Gran parte de esta reducción ha sido resultado de los aumentos de
impuestos, las regulaciones que establecen entornos sin humo y las campañas de
información pública. Desde los años sesenta, la prevalencia del tabaco en los
países de la OCDE descendió del 40 al 20 por ciento; en Canadá y Estados
Unidos, la prevalencia disminuyó del 42 por ciento en 1965 al 16 por ciento en
2009 (OCDE 2011).
Las intervenciones costo-efectivas para controlar el consumo de tabaco son
parte del Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT). Un total de 174
países ha adoptado el CMCT desde 2003. El tratado establece normas mínimas
para poner en ejecución el control del tabaco, pero alienta a los países a elaborar
políticas nacionales más estrictas. Las políticas van desde la fijación de precios y
regulación de impuestos (Artículo 6); al empaquetado y etiquetado de los pro-
ductos de tabaco (Artículo 11); la educación, comunicación, capacitación y
campañas de información pública (Artículo 12); las ventas a los menores
(Artículo 16); y medidas para enfrentar el comercio ilícito (Artículo 15) (OMS,
2011b). Países en todo el mundo han emprendido muchas de las estrategias del
CMCT para reducir el consumo de tabaco. El convenio proporciona un contexto
internacional que facilita la aprobación de las políticas de control del tabaco a
nivel mundial.
que más se le conoce es por su énfasis al prohibir fumar en los lugares de trabajo
de la ciudad, incluidos los restaurantes y los bares. Gracias al apoyo del
Departamento de Salud de la ciudad de Nueva York, se promulgó el Smoke-Free
Air Act [Ley de Aire Libre del Humo de Tabaco] en 2002, el cual entró en vigor
en marzo de 2003. El cumplimiento del 97 por ciento ha llevado a su expansión
en 2011, cuando se declaró a los parques públicos, playas y plazas peatonales,
áreas libres de humo de tabaco.17 Aunque la ciudad de Nueva York había prohi-
bido fumar en la mayoría de los restaurantes en 1995, siguió permitiendo que se
fumara en los bares y barras de restaurantes (Coooper 2002). El Artículo 1399-n
claramente define que las áreas consideradas como “lugares de trabajo” deben
cumplir con la ley.18 Para cumplir con la ley, los funcionarios de la ciudad de
Nueva York animaron a los dueños de los lugares de trabajo a discutir la ley con
los clientes y empleados, a colocar señales de “Prohibido Fumar” y a quitar los
ceniceros de todo el recinto. Las violaciones a la ley están sujetas a multas que
van de los US$ 200 a más de US$ 2.000, así como la suspensión de licencias
prevista por la ley.19 Además de la ley antitabaco, hay otros componentes del
programa que también contribuyeron a hacerlo todo un éxito en disminuir el
consumo de tabaco. Los aumentos de impuestos, por una parte, incrementaron
el precio legal del minoreo en un 32 por ciento, a casi US$ 7 por paquete.
Además, para contrarrestar los mensajes comerciales de la industria tabacalera en
los medios de publicidad tradicionales, los materiales de punto de venta, la
comercialización indirecta (como el patrocinio de eventos deportivos públicos),
y el cabildeo, la ciudad realizó una gran campaña de difusión impresa y en
medios, en contra del tabaquismo (Frieden y Bloomberg 2007). También se pro-
porcionaron tratamientos gratuitos de sustitución de nicotina para ayudar a los
fumadores a dejar de fumar.
Contrariamente a la industria tabacalera y a las asociaciones de bares y restau-
rantes, los neoyorquinos acogieron la ley con beneplácito. Un año después de la
prohibición se publicó una encuesta realizada por la Universidad de Quinnipiac
que encontró un índice de aprobación de la prohibición del 59 por ciento entre
los habitantes de la ciudad de Nueva York.20 En cuanto a la repercusión de la
legislación en la salud pública, la ciudad usó tres encuestas separadas para eva-
luar los efectos de la ley en la prevalencia del consumo de tabaco.21 El taba-
quismo disminuyó un 11 por ciento (del 21,6 al 19,2 por ciento) entre 2002 y
2003 luego de la intervención. La disminución se observó en los cinco distritos,
en todos los grupos de edad, razas, orígenes étnicos y niveles de educación; y
tanto en hombres como en mujeres. Casi la mitad de todos los entrevistados
atribuyeron a la ley antitabaco y a la disminución a la exposición del humo como
la razón principal de la disminución de fumadores (Frieden y otros 2005).
Al igual que la mayoría de las prohibiciones de fumar, la de la ciudad de
Nueva York tuvo su respectiva oposición (Frieden y otros 2005). Apoyados con
fondos de la industria tabacalera, el New York Nightlife Association (Asociación
de Vida Nocturna de Nueva York) y la Empire State Restaurant and Tavern
Association [Asociación de Restaurantes y Tabernas del Empire State), dos
grupos de cabildeo para los restaurantes y los bares de la ciudad, lanzaron adver-
tencias en contra la prohibición aduciendo que afectaría negativamente a la
economía al reducir las ganancias de los restaurantes y los bares de la ciudad.22
Un estudio preparado por las dos asociaciones para examinar las repercusiones
económicas de la prohibición, informó que un estudio anterior había descubierto
que la prohibición había afectado de forma negativa a los bares y restaurantes de
la ciudad. El informe declaraba que después de la prohibición, se había reducido
el plantel en un 16 por ciento en los bares, hoteles y clubes nocturnos, y que tres
cuartas partes de los bares y restaurantes habían experimentado una disminución
del 30 por ciento en la clientela (Ridgewood Economic Associates 2004).
Sin embargo, una evaluación realizada por la ciudad contradijo estos resulta-
dos. La evaluación de la ciudad encontró que, a pesar de la ley antitabaco, la
ciudad de Nueva York había tenido aumentos en el empleo, licencias de licor y
pagos de impuestos sobre las utilidades desde que había entrado en vigor la ley.
Por otro lado, datos del Departamento de Finanzas de la ciudad encontraron que
de abril de 2003 a enero de 2004, los ingresos de los restaurantes de la ciudad
habían aumentado en casi US$ 1,4 millones, comparado con el mismo período
del año anterior (Elliott 2004).
La mayoría de los países de América Latina y el Caribe tienen una legislación que
prohíbe fumar en algunos espacios públicos. Pero estas leyes no siempre son cla-
ras en delimitar las áreas libres de tabaco y su cumplimiento no está asegurado.
El resultado es que las concentraciones de nicotina transportadas por el aire en
los lugares públicos siguen siendo altas en algunos países de la región. Por ejem-
plo, en 2005 se detectó en México casi un 80 por ciento de nicotina transportada
por el aire en áreas dentro de hospitales, 93 por ciento en oficinas de gobierno y
100 por ciento en espacios del aeropuerto, restaurantes y bares (Navas-Ancien y
Valdés-Salgado 2005). Desde entonces, México ha adoptado medidas para mejo-
rar esta situación.
El mejor ejemplo de políticas de ambientes libres de humo de tabaco y uno
de los mejores ejemplos de control del consumo de tabaco en ALC, es el
esfuerzo de Uruguay, el cual, en 2006, se convirtió en el primer país de ingresos
medios del mundo en aprobar una legislación de espacios libres de humo (véase
el capítulo 5). Después de la implementación de estas políticas de espacios libres
de humo de Uruguay, otros países y ciudades en la región también han promul-
gado leyes que prohíben fumar en espacios públicos. La ciudad de México, por
ejemplo, aprobó una ley de espacios libres de humo en febrero de 2008 prohi-
biendo fumar en los lugares de trabajo cerrados y en los lugares públicos cerra-
dos, incluyendo el transporte colectivo, los restaurantes y bares. Sólo se permite
fumar en áreas designadas (Griffith y otros 2008). La estrecha colaboración
entre el gobierno de la ciudad, los defensores de la salud y la sociedad civil posi-
bilitaron la promulgación de leyes que prohíben fumar en espacios públicos,
lanzaron una campaña de comunicación integral y reunieron los recursos finan-
cieros necesarios para promover las intervenciones e investigaciones conductua-
les y generaron conciencia del programa antitabaco. Las personas reportaron una
reducción a la exposición del humo de segunda mano después de la implemen-
tación de las medidas, y el apoyo a la intervención entre los habitantes de la
ciudad de México aumentó significativamente, con un 98 por ciento totalmente
de acuerdo con que el humo de segunda mano es nocivo y un 97 por ciento
sosteniendo que la ley beneficia a su salud (OMS 2009).
Hay otros casos muy prometedores en la región, donde autoridades subnacio-
nales han promulgado legislaciones que prohíben fumar en espacios públicos. En
Argentina (véase el capítulo 5) y la República Bolivariana de Venezuela, los
gobiernos locales han aprobado leyes para lograr entornos libres de humo de
tabaco. En la República Bolivariana de Venezuela, el estado de Monagas aprobó,
en 2003, una ley 100 por ciento libre de humo que prohíbe fumar en lugares
públicos cerrados, en el transporte colectivo y en los lugares de trabajo (Sebrié y
otros 2008).
Un exitoso ejemplo de una política antitabaco en un país productor es el de
Brasil. Brasil es uno de los mayores productores de tabaco del mundo; no obs-
tante, el país pudo imponer políticas antitabaco en los años ochenta y noventa
que disminuyeron significativamente la demanda y consumo de tabaco. Brasil es
el cuarto país productor de tabaco bruto del mundo después de China, India y
Estados Unidos. El país produce más tabaco bruto del que consume: 576.6 tone-
ladas métricas al año, o cerca del 7 por ciento de la producción total de tabaco
del mundo (Jha y Chaloupka 1999). Da Costa y Goldfarb (2003) desentrañan
los detalles de las políticas antitabaco en Brasil en esa época. Al igual que en
Una de las políticas de control del consumo de alcohol más conocidas es la legis-
lación aprobada en la Unión Soviética durante la época de Mikhail Gorbachev.
La reforma de alcohol de 1985 era una regulación integral que tenía la intención
de frenar el creciente problema de abuso del alcohol en la entonces URSS. La
legislación no solo incluía medidas para aumentar el precio de las bebidas alco-
hólicas, sino que también dependía de otros mecanismos, tales como las reduc-
ciones de la producción y venta estatal de las bebidas alcohólicas, la restricción
en las horas de venta, el número de tiendas y lugares de servicio, y la clausura de
destilerías (Reitán 2001). La política fue muy eficaz en la reducción del consumo
de alcohol y, a través de ella, se disminuyó la tasa de mortalidad en los adultos.
Entre 1985 y 1987, los años cuando estuvo en vigor la política de alcohol, la
esperanza de vida de los hombres en Rusia aumentó de 61,7 a 64,9 años y la
esperanza de vida de las mujeres de 73 a 74,3 años. De 1988 a 1994, luego de la
eliminación de la ley, la esperanza de vida en los hombres disminuyó nuevamente
a 57,6 años y a 71 años en las mujeres (Leon y otros 1997). A pesar de la buena
repercusión, la política tuvo una enorme oposición, la mayor parte de la cual
venía de adentro de las dependencias gubernamentales soviéticas, particular-
mente de los Ministerios de Finanzas y Comercio y de la Comisión Central de
Planificación; la política redujo drásticamente los ingresos por ventas de alcohol
de las destilerías propiedad del gobierno y por impuestos sobre consumos espe-
cíficos (Tarschys 1993).
En ALC, también hay ejemplos de iniciativas locales que han logrado imponer
impuestos o aumentar el precio del alcohol como medidas para reducir su con-
sumo. En la ciudad de Paulina, Brasil, los funcionarios de la ciudad aumentaron
los precios del alcohol para frenar su consumo. Durante el carnaval, la ciudad
experimentaba una alta incidencia de visitas a las salas de urgencias e instancias
de disturbio público, principalmente relacionadas con el consumo de alcohol.
Cuadro 4.1. Precio de venta nacional de un paquete de 20 cigarrillos, países de las Américas, 2008 y 2010
2008 2010
Impuestos (como %
Precio de un paquete de 20 cigarrillos del precio de la Precio de un paquete de 20 Impuestos
de la marca más vendida marca más vendida) cigarrillos de la marca más vendida (como % del precio de la marca más vendida)
Dólares Dólares
internacionales a internacionales a Impuestos sobre
paridad del poder En US$ al tipo de paridad del poder En US$ al tipo de consumos Impuesto ad Derechos de
País adquisitivo cambio oficial Impuesto totala adquisitivo cambio oficial específicos valorem importación Impuesto totala
Méxicob 3,58 2,07 61 3,61 2,37 3 46 0 63
Nicaraguab 2,90 1,06 20 3,55 1,30 16 0 0 29
Panamáb 3,32 1,96 32 5,23 3,25 0 42 0 47
Paraguay 0,40 0,20 19 0,51 0,27 0 7 0 18
Perúb 2,65 1,27 43 2,87 1,59 31 0 3 50
República Dominicanab 4,87 2,82 57 5,44 3,24 26 17 0 57
San Cristóbal y Nieves 2,45 1,85 18 3,06 2,41 0 5 0 14
Santa Lucía 4,40 2,41 30 4,28 2,41 0 0 0 31
San Vicente y las
3,78 2,00 16 3,78 2,00 2 0 0 16
Granadinas
Surinameb 2,59 1,82 58 3,05 2,19 41 0 0 50
Trinidad y Tabago 2,17 2,22 37 3,13 2,51 21 0 0 34
Uruguayb 2,92 1,85 66 4,09 3,32 54 0 0 72
Venezuela, RB 4,55 3,96 71 5,64 6,17 0 68 0 71
prevén una advertencia inicial, seguida de una multa por la segunda violación, la
tercera es una suspensión temporal de la licencia y finalmente la revocación de
la misma.
A pesar de que los datos recopilados en los resultados de la experiencia de
Diadema contienen ciertas limitaciones, algunos datos probatorios indican que
la ley ha logrado reducir los homicidios. Se calcula que la política de Diadema
previene aproximadamente 11 asesinatos por mes en una ciudad de 350.000
personas (Pacific Institute for Research and Evaluation 2004). El programa de
Diadema se usó como modelo en 120 municipios y recientemente el estado de
Pernambuco ha aprobado una ley buscando lograr el mismo efecto.
La mayoría de los países tienen algunas restricciones en cuanto al consumo de
alcohol en lugares públicos como son los parques o las calles. Las políticas van
desde una prohibición de posesión de envases de alcohol abiertos en lugares públi-
cos hasta mantener a las personas ebrias fuera de los espacios públicos. Por ejemplo,
en respuesta a tasas elevadas del consumo de alcohol y criminalidad, el gobierno
de Nueva Zelanda impuso diversas prohibiciones de licor en todo el país, restrin-
giendo progresivamente la posesión de alcohol distrito por distrito y limitando su
consumo a ciertas horas y durante ciertas temporadas (Web y otros 2004).
La edad legal mínima para consumir alcohol (MLDA, por sus siglas en inglés) en
los Estados Unidos ha cambiado con el transcurso del tiempo. Después de la
derogación de la prohibición del alcohol en 1933, la mayoría de los estados fija-
ron la edad mínima para el consumo de alcohol a los 21 años, ya que esa era la
mayoría de edad en los Estados Unidos en ese momento. Pero a partir de la
Guerra de Vietnam, muchos estados bajaron sus MLDA a 18 años. Sin embargo,
para mediados de los años setenta, la investigación reveló un aumento significa-
tivo en los accidentes de tránsito relacionados con el alcohol después de que se
redujera la edad mínima para el consumo de bebidas alcohólicas y 25 estados
aumentaron sus límites de edad entre 1976 y 1983; otros 11 impusieron revoca-
ciones de licencias (Grant 2011; Komro y otros 2011).
No obstante, los cambios de políticas más significativos sucedieron entre 1984
y 1986, cuando muchos de los estados empezaron a imponer restricciones. Esto
se debió a la convergencia de varias fuerzas. Primero, se lanzó una campaña de
comunicación social, centrándose en los riesgos de la bebida. En esa época
comenzaron a surgir los grupos de defensa que se centraron principalmente en
la problemática causada por conducir en estado de ebriedad. Uno de los grupos
más activos fue el llamado Madres Contra la Conducción en Estado de Ebriedad
(MADD, por sus siglas en inglés). La campaña masiva de MADD obtuvo el
apoyo del Representante de los Estados Unidos, John J. Howard de Nueva Jersey,
quien propuso una enmienda al proyecto de ley de transporte, haciendo un lla-
mado nacional para aumentar el MLDA a los 21 años. La propuesta se topó con
fuerte oposición por parte de algunos Senadores, quienes alegaron que la pro-
puesta representaba una violación a la Constitución, ya que se contraponía a los
principios de federalismo que establecen que el poder de los estados sustituye al
del gobierno federal. Por otro lado, estos Senadores sintieron que negarles el
alcohol a muchachos de entre 18 y 20 años de edad era discriminatorio, ya que
la mayoría de edad son los 18 años. El entonces presidente, Ronald Reagan,
desempeñó un papel importante en este debate. Partidario de “menos gobierno”
en la política, el presidente se opuso inicialmente a la propuesta ya que según él
fortalecía al gobierno central y le restaba poder a los estados. Sin embargo,
empezó a cambiar de opinión después de que le mostraron una cantidad signifi-
cativa de investigación que demostraba un notable aumento de accidentes mor-
tales en lugares con políticas menos restrictivas (Grant 2011). Más específicamente,
según describe Wagenaar (1993), el apoyo de Reagan a la propuesta sucedió
después de que la presidenta de MADD persuadió a Nancy Reagan de que la
legislación contribuiría a evitar el problema de “fronteras sangrientas”, donde los
jóvenes atravesaban los límites del estado para obtener alcohol en estados adya-
centes con MLDA más bajos, aumentando así las probabilidades de accidentes
automovilísticos (Wagenaar 1993). Después de la publicación de una encuesta
de Gallup que confirmaba el apoyo decidido por parte de los estadounidenses
para aumentar el MLDA a 21 años a nivel nacional, el presidente pasó el
National Minimum Drinking Age Act (Ley Nacional de Edad Mínima para el
Consumo de Alcohol), instando a los estados a elevar a sus MLDA a 21 años o
a renunciar al 10 por ciento de sus fondos para carreteras federales (Grant 2011).
La mayoría de los países de ALC tienen restricciones de edad para la venta de
alcohol, o al menos dentro de un local. En general, la edad mínima para la venta
de alcohol es 18 años, excepto en Paraguay, donde el límite de edad es 20 años.
Además de un puñado de países para los cuales no había datos disponibles hasta
2011, El Salvador es el único país de la región que no tiene restricciones de edad
para la venta de alcohol (OMS 2011a).
Cuadro 4.2. Las políticas de control del consumo de alcohol, Países de las Américas
Impuesto sobre Edad mínima Edad mínima Restricciones para la venta Máxima concentración
el consumo de nacional para la nacional para la de bebidas alcohólicas en o legal de alcohol en la
cerveza/vino/ venta legal de venta legal de fuera de establecimientos: sangre (CAS) para
bebidas bebidas alcohólicas bebidas alcohólicas, tiempo (horas y días)/ conducir un vehículo
alcohólicas fuera de en establecimientos ubicación (lugares y (población en general/
establecimientos (servicio) (cerveza/ densidad)/eventos jóvenes/profesionales)
(venta) (cerveza/vino/ vino/ bebidas específicos/ personas en porcentaje
bebidas alcohólicas) alcohólicas) intoxicadas/ estaciones
gasolineras
http://www.tobaccofreecenter.org/files/pdfs/en/Illegal_profits_to_illicit_profit
_en.pdf.
17. Para un informe sobre las Mejores Prácticas: El programa de control del tabaquismo,
actualizado el 12 de julio de 2011, publicado por el sitio Web de NYC Global
Partners’ Innovation Exchange, visite: http:/www.nyc.gov/html/unccp/gprb/down-
loads/pdf/NYC_Health_TobaccoControl.pdf.
18. Para información adicional, visite el sitio Web del Departamento de Salud del Estado
de Nueva York en: http://www.health.ny.gov/regulations/public_health_law/
section/1399/.
19. Para más información para los dueños de empresas y los empleadores en cuanto a la
ley de Aire Libre de Tabaco de 2002 de la ciudad de Nueva York, visite: http://www.
nyc.gov/html/doh/downloads/pdf/smoke/ tc5.pdf. Actualizado en diciembre de 2006.
20. Para leer el comunicado de prensa de la encuesta de la Universidad de Quinninnipiac
sobre la prohibición de consumo de tabaco en los bares de la ciudad de Nueva York,
“Ban the Butts in Bars, New York City Voters tell Quinnipiac University Poll; Let’s
Have the Olympics, But Not if We Have to Pay”, publicado el 22 de noviembre de
2002, visite: http:/www.quinnipiac.edu/institutes-centers/polling-institute/new-york-
city/release-detail?ReleaseID=463.
21. Los tres instrumentos fueron: una encuesta del Factor de Riesgo Conductual de
Estado de Nueva York 1993-2001; un sistema de monitoreo por encuesta telefónica y
una encuesta de salud de la comunidad para determinar el número de fumadores y la
intensidad del tabaquismo, clasificando a los fumadores como “pesados” y “leves”.
22. Para un análisis del punto de vista de la Asociación de Derechos de los no Fumadores
Estadounidenses, ir a: http://www.no-smoke.org/pdf/esrta.pdf.
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Intervenciones multisectoriales
para promover una vida saludable
en América Latina y el Caribe
María Eugenia Barbieri por el Ministerio de Salud de la Nación Argentina;
Olga L. Sarmiento, Adriana Díaz del Castillo y Ethel Segura Durán; Evelyne
Rodríguez; Amanda Sica, Franco González Mora, Winston Abascal y Ana
Lorenzo por el Ministerio de Salud Pública del Uruguay
En 2008, el MSN tomó el liderazgo al celebrar una reunión nacional para empe-
zar a aplicar las recomendaciones de la Declaración de Río. Entre los participan-
tes estuvieron representantes de diversas dependencias gubernamentales, de la
comunidad académica y la industria, quienes acordaron establecer las siguientes
comisiones de trabajo: una comisión académica-científica coordinada por la
UNLP; una comisión reglamentaria-legislativa coordinada por INAL; y una comi-
sión de comunicaciones-consumidores coordinada por el Ministerio de
Agricultura, Ganadería y Pesca (entonces la Secretaría de Agricultura, Ganadería,
Pesca y Alimentos).
La comisión reglamentaria-legislativa fue constituida por varios organismos
públicos y representantes de la industria alimentaria. Entre los organismos públi-
cos estaban el Ministerio de Salud de la Nación, el MAGYP, el INAL e INTI. Los
representante de la industria, incluía a la COPAL, cámaras de comercio, empre-
sas de alimentos y bebidas, y ASAGA. Esta última entidad, que está conformada
de técnicos y empresas involucradas en producir y procesar grasas, aceites y
subproductos, ya estaba trabajando en maneras de substituir las grasas trans en
otros productos.
En 2008, la comisión reglamentaria-legislativa comenzó a trabajar en la
enmienda al Código Alimentario. Con ese fin, el grupo estudió los precedentes
internacionales. Por ejemplo, en 2006, Dinamarca limitó las grasas trans al 2 por
ciento del contenido total de grasas en todos los alimentos comercializados y
Canadá recomendó que las grasas trans no deben exceder el 2 por ciento de la
cantidad total de contenido de grasa en aceites vegetales y margarinas para untar
o el 5 por ciento en otros alimentos.
En todo el proceso, las autoridades del MSN buscaron el diálogo con todos los
actores pertinentes, en particular los productores y distribuidores en los sectores
alimentario y de ganadería. El Ministerio se centró en temas tales como la pro-
ducción de alimentos más saludables, el uso de etiquetas alimentarias apropiadas,
la búsqueda de incentivos—tales como medidas fiscales—para propiciar cambios
radicales, técnicas de mercadotecnia, la creación de interacciones y asociaciones,
la promulgación de leyes, el establecimiento de reglamentaciones y mecanismos
de cumplimiento y el suministro de la información necesaria al público.2
Las distintas organizaciones participantes han adoptado diversas funciones.
INAL, por ejemplo, que forma parte de la Administración Nacional de
Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica y que es una entidad descentra-
lizada del MS, jugó un papel importante en emprender las medidas para reducir
las grasas trans; su conocimiento acerca de los reglamentos, tecnología, etique-
tado de alimentos y análisis del contenido de grasas trans lo hizo particularmente
idóneo para esta posición. A solicitud del MSN, INAL coordinó el grupo de
trabajo que abordó los temas reglamentarios que condujeron a la modificación
del Código Alimentario.
El INAL también ayudó a plantear el tema de las grasas trans en los niveles
provinciales y municipales a través de la Red Nacional de Protección de
Alimentos (RENAPRA) y la Red Nacional de Laboratorios Oficiales de Análisis
de Alimentos (RENALOA). La RENAPRA tiene cerca de 1.000 agentes que
trabajan en entidades regulatorias de alimentos provinciales y municipales, inter-
cambian información acerca de las mejores prácticas, forman consenso en los
controles alimentarios e imparten capacitación. Entre los temas traídos a la aten-
ción de la red mensualmente fueron las grasas trans. Esto ayudó a colocar el tema
de las grasas trans en el programa de diversas jurisdicciones. La RENALOA
promueve el intercambio de información para mejorar la calidad de los análisis
de alimentos de los laboratorios e imparte capacitación a los laboratorios socios;
su papel fue centrarse en los temas de control de alimentos para lograr consenso
entre las provincias y los municipios.
El INAL también colaboró con el MAGYP en las actividades de comunica-
ción, y con ese Ministerio e INTI en la preparación de un manual sobre el redi-
seño de los procesos de producción en pequeñas y medianas empresas.
El MAGYP participó en estas conversaciones para promover el valor agregado
de los alimentos saludables en el mercado y para elaborar el marco normativo.
Colaboró en las negociaciones entre los sectores público y privado, participó en
actividades multidisciplinarias para preparar reglamentos de grasas trans y un
manual para las pequeñas y medianas empresas y difundió los resultados a través
de boletines informativos, sitios Web,3 publicaciones, informes de gestión, ferias
y eventos del sector alimentario y agropecuario.
El INTI asistió al MSN en la difusión de evidencia sobre la factibilidad tecno-
lógica para reemplazar las grasas trans, participó en las negociaciones con las
empresas y ayudó a preparar el manual para guiar a las pequeñas y medianas
Según los datos del MSN, las principales causas de muerte en Argentina en 2012
fueron las enfermedades cardiovasculares4 y el alto consumo de sal aumenta el
riesgo de contraer estas enfermedades. En efecto, los argentinos consumen, por
término medio, 12 g de sal diariamente (Ferrante y otros 2011), muy por encima
de los 5 g al día que recomienda la OMS. Y, según las encuestas nacionales de
factores de riesgo de 2005 y 2009, el consumo de sal está en aumento. En 2005,
el 23 por ciento de los adultos en el país agregaron sal a los alimentos cocinados;
en 2009 esta cifra había aumentado al 25,3 por ciento.
La “Estrategia Mundial sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y Salud”
(OMS 2004) recomienda limitar el consumo de sodio de cualquier origen. La
OPS, a su vez, en su Declaración Política para la Reducción de las Enfermedades
Cardiovasculares en las Américas recomendaba reducir el consumo de sal en los
alimentos—a lo que Argentina se adhirió—a menos de 5 g por persona por día
para 2020. En 2010, el MSN abordó este tema, lanzando la iniciativa “Menos Sal,
Más Vida,” que alienta a un menor consumo de sal como una manera para redu-
cir las enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares y las nefropatías. La
estrategia se basa en tres componentes: concienciación del público sobre la nece-
sidad de reducir el consumo de sal; una reducción progresiva de la sal en los
alimentos procesados mediante convenios con la industria alimentaria; y una
reducción del contenido de sal en el pan artesanal.
Un 60 por ciento de la sal ingerida en Argentina viene de los alimentos pro-
cesados.5 La cantidad de sal en el pan es particularmente importante, ya que el
pan es una fuente clave del consumo de sal. Cada argentino come un promedio
de 190 g de pan cada día, lo que representa el 25 por ciento de su cantidad total
de consumo de sal (Ferrante y otros 2011). Dado la meta de la Organización
Mundial de la Salud de un total de 5 g al día, la disminución de sal en productos
de panadería se convierte en muy importante.
La política
solo se llegaron a acuerdos para las sopas; para la categoría de productos lácteos,
solo se alcanzaron acuerdos para los quesos. Las metas de reducción de sal se
deben cumplir en dos años, y se espera que con esta estrategia voluntaria, progre-
siva, la meta de la OMS de 5 g de consumo de sal promedio por persona por día
se alcanzará en 2020. Existen planes para ampliar la lista de los productos, pero
éstos aún no se han seleccionado.
Se ha implantado una estrategia de dos partes para monitorear los acuerdos.
Primero, se constituyó una comisión de control multisectorial, constituido por el
MSN, el MAGYP, COPAL, INAL e INTI. La comisión se encarga de recoger y
analizar los indicadores indirectos, como qué empresas se adhieren a los acuerdos
y cuánta sal se ha reducido en algunos productos (datos que vendrán de las
empresas). Segundo, una red de laboratorios encabezada por INAL evaluará los
productos. Si las empresas no logran cumplir, se les dará seis meses para hacerlo
con la ayuda de facilitadores. De lo contrario, se pueden retirar del acuerdo
voluntario sin sanción.
Respecto a la sal en panes artesanales, el MSN y la FAIPA iniciaron activida-
des colaborativas para producir este pan con menos o ninguna sal. La FAIPA
también ha participado en diversas actividades diseñadas para fomentar un régi-
men alimentario saludable, tales como fortificar la harina con ácido fólico o eli-
minar el bromato de potasio en los panes. Desde 2004, en colaboración con el
INTI y el MSN, ha trabajado para reducir el sodio. La estrategia de dos partes
ofrece asistencia técnica y la asistencia en la transferencia de tecnología a las
panaderías y difunde ampliamente información acerca de los temas relacionados
con el consumo de sal. La FAIPA, el Ministerio de Salud de la Nación e INTI
también han apoyado conversaciones en las provincias y municipios interesados
en el tema, distribuyendo afiches acerca de la sal en el pan, suministrando tazas
de medición de la sal para la preparación de panes, iniciando campañas de infor-
mación, desarrollando recetas y ayudando en la capacitación de panaderos.
Interesados directos principales, sus posiciones y sus estrategias
Grasas Trans y la Reducción de la Sal. Junto con el MSN, otros organismos como
el MAGYP, COPAL, FAIPA, INAL e INTI también jugaron un papel clave.
El rol del INAL fue clave en conseguir que sus técnicos trataran las maneras
de reducir la sal con las empresas alimentarias y las cámaras de comercio y explo-
raran cómo implementarlas para cada grupo alimentario.
El INTI colaboró con la FAIPA en la reducción de la sal en el pan y en trans-
ferir conocimiento acerca de cómo cambiar los procesos de producción. El
Instituto también le ayudó al Ministerio de Salud de la Nación a difundir eviden-
cia respecto a la factibilidad técnica de reducir la sal, en la capacitación de los
panaderos, y participando en las negociaciones con las empresas.
Si bien el INTI adoptó los objetivos del MSN, difirió con su estrategia. El INTI
abogaba por metas más estrictas en la reducción del sodio y mejor control acerca
de cómo las empresas podían usar los acuerdos para mejorar su posición en el
mercado. Tampoco estuvo de acuerdo en la limitada representación de las
pequeñas y medianas empresas en las conversaciones.
El Ministerio de Agricultura, al cumplir su meta de promover el valor agre-
gado de los alimentos saludables y las reglamentaciones de diseño que lo fomen-
tan, contribuyó sus conocimientos sobre la factibilidad técnica de reducir el
consumo de sal y, especialmente, en los reglamentos. Este Ministerio trabaja
dentro de la Comisión Nacional Alimentaria (CONAL) y dentro de la Comisión
Mixta FAO/OMS del Codex Alimentarius; también participa en la definición de
normas en MERCOSUR. Sus comunicaciones con la industria resultaron muy
útiles ya que el Ministerio tiene experiencia en la introducción de cambios de
tecnología y en fomentar la producción de alimentos saludables en la industria
agro-alimentaria, especialmente en las pequeñas y medianas empresas. El
Ministerio de Agricultura también ofreció asistencia técnica a las pequeñas y
medianas empresas.
La participación activa de las empresas de procesamiento de alimentos ayudó
a iniciar el diálogo y a alcanzar consenso en las medidas de reducción de la sal.
Para fomentar la participación de las empresas de procesamiento de alimentos,
el MSN buscó la colaboración de la COPAL, una asociación que comprende a
más de 35 empresas de alimentos y bebidas. La COPAL coordinó el trabajo de
las empresas y las cámaras de comercio en este esfuerzo y organizó reuniones
para definir las metas y los plazos en la preparación de las conversaciones con el
MSN. La COPAL también suministró información sobre el contenido de sodio
en los alimentos.
Las empresas de procesamiento de alimentos estaban motivadas a unirse a las
conversaciones y en alcanzar consenso sobre las medidas porque eran conscien-
tes de las tendencias internacionales acerca de y la demanda de los consumidores
de alimentos saludables. También entendieron que los reglamentos podrían
introducirse rápidamente, lo que significaría que tendrían menos tiempo para
adaptarse. La COPAL les recalcó a las empresas hasta qué grado el MSN estaba
dispuesto a tratar las medidas con las empresas y en crear reglas claras que pre-
valecieron durante todo el proceso.
industria disipó los temores iniciales de las empresas acerca de cambios súbitos
y cronogramas cortos o ninguno para la adaptación y ayudó a persuadirlos a
colaborar para definir las medidas que benefician a la salud pública.
Las negociaciones fueron posibles porque ya hay un esfuerzo internacional en
marcha en este asunto y los consumidores están exigiendo cada vez más alimen-
tos saludables. Además, la inclusión de diferentes actores en la experiencia
brindó la oportunidad de formar un equipo de trabajo multisectorial que pro-
dujo en último término la enmienda al Código Alimentario y desarrolló los
acuerdos voluntarios, sentando así las bases para las medidas futuras para promo-
ver regímenes alimentarios saludables.
La experiencia de Argentina reveló los inconvenientes de tener recursos limi-
tados para llevar a cabo campañas de información masivas y para obtener la
participación de más panaderías en prácticas de “menos sal, más vida”. Además,
las pequeñas y medianas empresas solo participaron en las discusiones de manera
limitada, en gran parte porque están esparcidas alrededor del país y no están
organizadas bajo una asociación general que podría representarlos y facilitar las
negociaciones. Además, es improbable que los dueños o los empleados de estas
empresas más pequeñas tengan el tiempo y los recursos para tratar estos temas,
y el MSN no tiene el tiempo o el presupuesto para involucrarlos a todos ellos en
las conversaciones.
Con respecto al monitoreo y evaluación de los nuevos reglamentos de grasas
trans y los acuerdos de sodio, todavía está por definirse un método estandarizado
para los laboratorios que realizarán las pruebas. Las asociaciones empresariales ya
han avanzado en este respecto formando sus propios grupos de trabajo, pero las
entidades estatales deben estar más activamente involucradas. Por otro lado, si
bien se lograron acuerdos voluntarios sobre los temas de sodio (debido a las
dificultades técnicas con respecto a sustitutos), se deben considerar reglamentos
a largo plazo. El acuerdo voluntario es un esfuerzo políticamente oportuno para
colocar el tema en los programas de interés público, pero no tiene ni los meca-
nismos de cumplimiento ni las sanciones que se pueden aplicar cuando los pro-
ductores de alimentos no cumplen.
El MSN también está preocupado que, según se va acercando la fecha de
cumplimiento, las empresas pedirán extensiones citando temas técnicos y legales.
Si bien esto no sería un problema con la eliminación de las grasas trans (la mayo-
ría de la industria ya ha empezado a modernizar sus procedimientos) sí podría
plantear un problema con los esfuerzos de reducción del sodio. También podrían
plantearse preguntas acerca de la capacidad del sector público para monitorear
y evaluar el cumplimiento, especialmente con respecto a la disponibilidad de
laboratorios de pruebas y su capacidad para desempeñar sus tareas. Otros temas
incluyen la información de referencia limitada necesaria para realizar las activi-
dades de monitoreo y evaluación y la inquietud de que las políticas mundiales
de las empresas multinacionales no se alinearán con los acuerdos voluntarios
firmados en Argentina. Por último, las estrategias lanzadas por el MSN podrían
detenerse debido a un cambio en la gestión, como ya ha ocurrido.
tiempo. Por lo tanto, fue importante para la • Las pequeñas y medianas empresas
industria acordar con el gobierno respecto no tuvieron gran participación en las
al plazo necesario para alcanzar las metas conversaciones acerca de las medidas.
de la política.
153
154
Cuadro 5.1. Gobernanza de actividades multisectoriales para promover un régimen alimentario saludable: Reforma del Código Alimentario de Argentina
para reglamentar las grasas trans en los alimentos procesados y los acuerdos con la industria alimentaria para reducir el sodio.
Interesados directos clave y sus posiciones Estrategias Interacción entre los interesados Enseñanzas extraídas
directos
• Abogó por la continuidad de las políticas. • Respecto a las grasas trans, presentó y • Una falta de estandarización de
difundió los datos probatorios sobre la laboratorios para realizar las pruebas de
Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca
viabilidad de reemplazar las grasas trans y monitoreo y evaluación de las medidas.
(MAGYP):
el sodio en los alimentos.
• No se pueden hacer cumplir los acuerdos
• Promover el valor agregado de los alimentos
• Ayudó a diseñar un manual para voluntarios sobre la disminución del
saludables en el mercado y crear un marco
modernizar los procesos de producción de contenido de sodio.
normativo.
las pequeñas y medianas empresas para
Amenzas
eliminar las grasas trans.
• Las empresas probablemente solicitarán
COPAL (Coordinadora de las Industrias de Productos MAYGP:
extensiones para alcanzar las metas (en
Alimenticios):
• Contribuyó conocimiento reglamentario y particular con respecto a la reducción del
• Negociar las metas y las condiciones, evitando la tecnológico. sodio).
implementación súbita de medidas que podrían
• Difundió información por diversos canales • Monitoreo y evaluación:
ser costosas.
de comunicación orientada a las pequeñas
• Una capacidad y disponibilidad limitada de
• En vista de la tendencia internacional de examinar y medianas empresas.
los laboratorios.
estos factores de riesgo, reconoció la necesidad
• Sus técnicos participaron en las
de examinar estos temas. • Información de referencia limitada.
negociaciones con las empresas.
• Responder a la creciente demanda de los • Las empresas transnacionales que fijan
• Con el INTI, apoyó a la industria mediante
consumidores de alimentos saludables. sus políticas al nivel mundial pueden
el diseño un manual para modernizar los
obstaculizar los acuerdos acordados.
• Reclamó que las pequeñas y medianas empresas procesos de producción de las pequeñas
tendrían ventajas injustas, ya que tendrían menor y medianas empresas para eliminar las • Falta de continuidad potencial debida a los
probabilidad de ser inspeccionadas. grasas trans. cambios de gestión con el transcurso del
tiempo.
• No tenía la capacidad de invertir en las COPAL:
adaptaciones necesarias.
• Representó al sector empresarial en las
• Definir criterios uniformes para monitorear el negociaciones de las medidas.
cumplimiento de las metas acordadas.
• Organizó reuniones con las empresas para
• Su posición con respecto a las reducciones de acordar los plazos y las metas a tratar con
panaderos.
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156
Cuadro 5.1. Gobernanza de actividades multisectoriales para promover un régimen alimentario saludable: Reforma del Código Alimentario de Argentina
para reglamentar las grasas trans en los alimentos procesados y los acuerdos con la industria alimentaria para reducir el sodio.
Interesados directos clave y sus posiciones Estrategias Interacción entre los interesados Enseñanzas extraídas
directos
• Imagen positiva entre los consumidores, sin • Organizó seminarios para capacitar a los
requerir grandes inversiones o modificaciones de panaderos.
los procesos de producción.
La Ciclovía recreativa
entrevistados, el programa tampoco era una prioridad para gobierno, que en ese
momento estaba centrado en construir infraestructura para vehículos automoto-
res, tales como puentes. Sin embargo, grupos de usuarios continuaron organi-
zando eventos y buscando el apoyo oficial para lograr su condición formal. Por
otro lado, el apoyo del público a los eventos demostró su deseo de espacios
recreativos públicos.
En 1982, el nuevo alcalde de Bogotá, Augusto Ramírez Ocampo, formal-
mente inauguró la Ciclovía semanal. El objetivo del alcalde era mejorar la equi-
dad a través de la recreación (Bushnell 2007; Dávila y Gilbert, 2001; Mockus y
otros 1997; Ramírez 1983, 2005). En dos años, la Ciclovía se había extendido a
84 km, ofreciendo un espacio seguro y libre para el ciclismo, atletismo, patinaje
sobre ruedas y caminatas. El Departamento de Tránsito y Transporte de la ciudad
y un comité multisectorial administró conjuntamente la Ciclovía. Sin embargo,
en 1984 cambió la administración de la ciudad y también las prioridades. Para
1995, las vías se habían reducido a 51 km y funcionaba más que nada en las áreas
de ingresos altos y participaban menos personas (Gómescásseres, 2003). Sin
embargo, algunas personas siguieron usando las vías y asumieron la responsabili-
dad de cerrarlas al tráfico, incluso aquellas que no habían sido aprobadas
oficialmente.
En la década de los noventa, la Ciclovía tuvo un impulso importante, el cual
coincidió con la construcción de las infraestructuras descritas más adelante.
Todos estos cambios en la ciudad fueron provocados indirectamente por varios
factores. Primero, la Constitución de Colombia de 1991 consolidó un proceso de
descentralización que había estado en marcha durante varios años, otorgando
mayor autonomía a Bogotá. Además, la constitución declaraba que la recreación,
los deportes y el tiempo libre eran derechos de todos los ciudadanos, y que el
estado sería responsable de promover y supervisar tales actividades. También, un
estatuto estableció una nueva organización administrativa para Bogotá, creando
oportunidades para la participación ciudadana, y aumentando la autonomía del
alcalde. También aumentó el presupuesto de la ciudad, que, unido a los otros
cambios, les dio a las autoridades los fondos y la autonomía de gestión que per-
mitió implementar cambios urbanos, incluyendo el fortalecimiento de la
Ciclovía y la creación de otros programas e infraestructuras (Díaz del Castillo y
otros 2011). Hasta que estos cambios entraron en vigor, las condiciones políticas
y administrativas de la ciudad eran menos democráticas: los alcaldes no eran
elegidos a través del voto popular hasta 1988, los mandatos eran irregulares y
cortos, y los políticos gozaban de poca credibilidad. Por otro lado, el presupuesto
de la ciudad no abarcaba las necesidades asociadas con el crecimiento rápido que
experimentó la ciudad desde los años cincuenta (Instituto de Estudios Urbanos,
2011; Varela, 1998).
Segundo, los instrumentos de ordenamiento territorial también cambiaron, y
estos cambios intentaron definir los lineamientos para la planificación urbana a
corto, mediano y largo plazo. Los dos instrumentos principales fueron: (a) los
esquemas de gestión de ordenamiento territorial con base en la 9a. Ley/1989 de
CicloRutas
En los estudios realizados en países de ingresos altos, los carriles dedicados a las
bicicletas han estado asociados con la promoción de la actividad física (Pucher y
otros 2010). En Bogotá, los estudios de usuarios de las CicloRutas muestran que
el 70 por ciento usan la bicicleta más de cinco días a la semana, el 73 por ciento
lo hacen porque las bicicletas ofrecen un medio rápido de transporte, el 13 por
ciento lo hacen por motivos de salud y el 14 por ciento citan otras razones. Casi
un cuarto informa que la infraestructura de las CicloRutas es un incentivo para
usar las bicicletas como un medio de transporte (Segura 2011). El número pro-
medio de minutos utilizados haciendo alguna actividad física durante el tiempo
libre y en hacer ciclismo como transporte por usuarios de las CicloRutas es
mayor que el de la población adulta de Bogotá.
Un estudio de costo-beneficio de 2010 reveló que por cada US$ 1 invertido
en las CicloRutas, se podrían ahorrar US$ 2,8 en beneficios sanitarios relaciona-
dos con ser físicamente activos (Ricaurte 2010). Este beneficio notificado está
por debajo del informado para las Ciclovías debido a la diferencia en el número
de usuarios entre los dos programas.
Proceso de formulación de la política
Esta infraestructura enfrentó varios retos a lo largo del camino, incluido el hecho
de que el número de usuarios es bajo (aproximadamente 1 por ciento de la
población, según datos de 2004 a 2008), dado el tamaño de la inversión (Cámara
de Comercio de Bogotá 2009). Según un estudio de 2011 (Segura 2011) y datos
de la Cámara de Comercio de Bogotá, el bajo uso podría atribuirse, en parte, a la
falta de una red de conexión con otras modalidades de transporte, la seguridad
limitada, el alto nivel de crimen e insuficientes e inadecuados cicloparqueaderos.
El hecho de que los automóviles se tengan en mayor estima que las bicicletas
también puede ser una barrera para los nuevos usuarios. Además, la construcción
de las CicloRutas no estuvo acompañada de campañas de promoción acerca del
respeto que se debe otorgar a los ciclistas o de medidas para reducir los acciden-
tes y los robos; por estas razones, la red no atrae a ciertos grupos (e.g., las mujeres,
personas de ingresos altos, niños y adultos mayores) (Cámara de Comercio de
Bogotá 2009). El hecho de que la gestión de la red no esté coordinada adecuada-
mente—Bogotá no tiene una entidad única encargada de promover y facilitar el
uso de la bicicleta como un medio de transporte—también es perjudicial. Por
último, la ciudad no tiene una política clara sobre el uso de bicicletas que incluya
ciento) y fondos locales (28 por ciento). Los costos de la Fase II se calcularon en
US$545 millones (US$13,3 millones por Km2) y fueron financiados por el
gobierno nacional (66por ciento) y el impuesto a la gasolina (34 por ciento). En
el plan maestro del TransMilenio, el costo de la inversión total se calculó en US$
3.3200 millones, incluyendo los vehículos y el cobro de las tarifas (Cain y otros
2006; Hidalgo y otros 2007; Leal y Bertini 2003).
Resultados de la política
Si bien el sistema del TransMilenio no fue planificado como un medio para pro-
mover la actividad física, sus estaciones están separadas una de otra por cerca de
500 m haciendo que los usuarios caminen alrededor de 15 minutos por viaje. En
otros modos de transporte público, los usuarios pueden pedirle al conductor del
autobús que se detenga más cerca de sus destinos y por lo tanto caminar mucho
menos. El TransMilenio por lo tanto aumenta la probabilidad de que los adultos
en un vecindario con un par de estaciones del TransMilenio caminen más que los
que viven en otros vecindarios (Cervero y otros 2009). En promedio, la cantidad
de minutos que los usuarios del TransMilenio caminan, tanto como un medio de
transporte y para actividades recreativas, es mayor que el de la población adulta
en general de Bogotá.
El Proceso de formulación de la política
El interesado directo principal detrás del desarrollo del TransMilenio fue la admi-
nistración de la ciudad a través de los sectores de planificación urbana y de trans-
porte, que querían mejorar el sistema de transporte público. A nivel nacional, el
CONPES apoyó su desarrollo. Desde su inicio, el programa y su infraestructura
han enfrentado la oposición de los operadores de transporte público.
Enseñanzas extraídas
Los gimnasios gratuitos al aire libre están ubicados en parques urbanos y cuentan
con equipo de bajo mantenimiento para que los residentes puedan realizar acti-
vidades físicas en forma gratuita.17 Estos gimnasios han sido instalados en seis
parques (tres metropolitanos, dos zonales y uno local) en cuatro vecindarios de
Bogotá (datos del 2011); recientemente se instalaron unos cuantos equipos en
algunos parques zonales en Engativá. Cada parque tiene equipo de ejercicio que
permite a varias personas a hacer precalentamientos, tonificación muscular, esti-
ramiento y ejercicios aeróbicos (la cantidad de equipo depende del tamaño y las
condiciones del parque). El objetivo es que las personas usen cada unidad del
equipo durante 10 minutos y, para los parques que tienen 11 unidades, que hagan
todo el ciclo en 1 hora y 50 minutos.18 El costo del equipo en cada parque, la
adaptación de la tierra y la instalación de 11 unidades de equipo fue de US$
25.000–28.000; los costos varían según las condiciones de los parques.
Proceso de formulación de políticas
El primer gimnasio al aire libre fue instalado en 2009. Ese año, la unidad técnica
del IDRD promovió la idea de renovar el equipo existente en los parques e ins-
talar nuevas unidades para poder servir a los diversos grupos etarios y a las nece-
sidades de actividad física de la comunidad. Simultáneamente, una empresa
privada presentó una propuesta al IDRD para la instalación de gimnasios al aire
libre en los parques. Ese mismo año, la empresa colocó cierto equipo en el Parque
Tunal como muestra de lo que podría ofrecer. Cuando la empresa retiró las
máquinas ocho meses después, la comunidad lanzó una campaña por correo,
pidiendo que el equipo se reinstalara. Presionado por las exigencias de la
comunidad, el IDRD decidió adquirir el equipo (con base a sus propias especifi-
caciones) e instalarlo usando recursos del sector privado en el marco del
Convenio 78 de 2002.19 Este acuerdo creó una exención tributaria para las
empresas que invierten en la gestión, mantenimiento o mejoramiento de los
parques distritales a través de contratos firmados con el IDRD.
Durante los años siguientes, el IDRD trató de llegar al sector privado a través
de dos modelos. El primero era una versión modificada del programa del IDRD
“Adopte un Parque”, una iniciativa que buscaba asociaciones entre la comunidad,
la empresa privada y el distrito para recuperar y mantener los parques de la
ciudad mediante acuerdos interinstitucionales de uno a tres años;20 el cambio le
brindó al sector privado la oportunidad de proporcionar equipo de ejercicio para
los gimnasios al aire libre. En el segundo modelo, las empresas privadas donarían
el equipo, pero no serían responsables de mantenerlos. El acuerdo 78 de 2002 de
Bogotá adoptó esta segunda opción.
El IDRD también involucró a las comunidades en el proceso de instalar los
gimnasios; el Instituto celebró talleres en diversos vecindarios para identificar las
preferencias de los residentes y examinó estudios anteriores acerca de sus nece-
sidades. También consiguió que las comunidades se apropiaran del equipo; por
ejemplo, una asociación vecinal vigila al equipo para prevenir el vandalismo.
Desde 2009, Colsanitas (una empresa de atención de salud prepaga), los
Laboratorios Novartis, Colombia Atlético S.A. y el propio IDRD han donado
equipo. Este equipo fue instalado en vecindarios de ingresos altos, medianos y
bajos y en todos los parques de diversos tamaños en la zona metropolitana. Los
primeros equipos eran importados, pero fueron instalados por empresas colom-
bianas; posteriormente, las compañías colombianas empezaron a fabricar el
equipo basado en los diseños del IDRD. En 2011, fue instalado nuevo equipo
con la ayuda de dos cooperativas del sector de educación y la administración de
la ciudad de Engativá.
Durante todo este tiempo, el proceso nunca enfrentó alguna oposición; más
bien, el público ha sido entusiasta. Pero es difícil recaudar fondos para equipo
nuevo y protegerlo contra el vandalismo. Con el fin de proteger al equipo, éste
se instaló en parques más grandes, donde se podía garantizar la vigilancia y la
comunidad ha promovido la protección del equipo. El único inconveniente es
que el equipo debe ser instalado en superficies duras, reduciendo las áreas verdes.
El IDRD está tratando de encontrar un diseño que use materiales más respetuo-
sos del medio ambiente.
Interesados directos principales
Los factores que facilitaron el programa fueron los convenios mutuamente bene-
ficiosas entre los sectores privado y público y la apropiación por parte de la ciu-
dadanía. Los factores que obstaculizaron el programa fueron el financiamiento
inadecuado para instalar el equipo nuevo y el vandalismo.
Cuadro 5.3. Gobernanza de actividades multisectoriales para promover la actividad física: la Ciclovía, las CicloRutas, el TransMilenio y los gimnasios al aire
libre en Bogotá, Colombia.
Interesados directos clave y sus posiciones Estrategias Interacción entre los interesados Enseñanzas extraídas de los cuatro
directos programas
• Los negocios alrededor de la Ciclovía, y la Secretaría de la Educación para unir los • Los cuatro programas son buenos ejemplos
representados por la Federación Nacional esfuerzos de la policía y de los estudiantes para del trabajo multisectorial con éxito, aunque
de Comerciantes (FENALCO), también cubrir las necesidades del público; el aumento difieren en cuanto a los tipos de acuerdos
se opusieron al programa alegando que de la longitud de la vía (de 81 Km en 1996 a y cantidad de participantes interesados.
causaba una reducción de la actividad 121 Km en 2000); el lanzamiento de nuevas En los cuatro casos, el papel del sector de
económica. actividades (como la Recreovía); la promoción la salud en promover la actividad física ha
de la imagen del programa que contribuyó sido secundaria. Por lo tanto, el sector de la
Durante su implementación actual:
a su consolidación y aceptación pública; 21 la salud tiene que construir sobre la base de
• El Departamento de Tránsito y Transporte de extensión de la duración de los eventos por dos las experiencias o los programas de otros
la ciudad. horas; y la obtención de financiamiento privado sectores, principalmente aquellos relativos a
(una pequeña proporción). la recreación, cultura, deportes, transporte y
• Organismos de planificación urbana. planificación urbana.
• Para enfrentar a la oposición, la administración
• El Ayuntamiento. utilizó tales estrategias como la organización • La Ciclovía y los programas paralelos
• El Instituto Distrital de Recreación y Deporte de talleres con aquellos empresarios (Recreovía), junto con los gimnasios al aire
(IDRD). potencialmente afectados (como tiendas libre, demuestran que es posible optimizar
de reparación de bicicletas y proveedores los recursos si la infraestructura urbana
• El sector de la seguridad. de alimentos) y el establecimiento de existente se usa para promover la actividad
• Los sectores de comercialización y de estacionamientos alternativos. física y si las alianzas público-privadas se
servicios. promueven dentro de los objetivos amplios
• Un congresista presentó un proyecto de
de la ciudad.
• La comunidad académica y el sector de enmienda a ley de transporte que proponía un
investigación. cambio al horario de la Ciclovía (de 7 a.m.–2 • Los cuatro programas indican cómo se
p.m. a 5 a.m.–mediodía) argumentando que pueden usar las estrategias para mejorar el
• El sector de la salud. perturbaba el tráfico. espacio público para mejorar la actividad
física.
• El sector de la educación. • Los negocios cerca de la Ciclovía se opusieron
a la medida, alegando que afectaba a sus
• El sector ambiental.
negocios.
Cuadro 5.3. Gobernanza de actividades multisectoriales para promover la actividad física: la Ciclovía, las CicloRutas, el TransMilenio y los gimnasios al aire
libre en Bogotá, Colombia.
Interesados directos clave y sus posiciones Estrategias Interacción entre los interesados Enseñanzas extraídas de los cuatro
directos programas
TransMilenio (autobuses de tránsito rápido) • La administración de la ciudad adoptó un • La oposición de conductores de • Por su parte, el público ha apoyado a la
abordaje de arriba hacia abajo para mejorar el transportes públicos se resolvió cuando Ciclovía y a los gimnasios haciendo buen
Inicialmente:
tránsito de la ciudad. se les ofreció la oportunidad de participar uso de ellos. Este apoyo continuo y decidido
• La administración de la ciudad quería en el proceso de licitación para la hizo difícil que los funcionarios del gobierno
• Los conductores de transporte público
mejorar el sistema de transporte. operación de los autobuses. adoptaran iniciativas que eran impopulares
amenazaron con huelgas.
con el público. En este sentido, mientras
• Los conductores de transporte público se el apoyo del público a las CicloRutas y al
oponían al sistema. TransMilenio no fue obvio al comienzo de
• Sectores de Planificación Urbana y de los procesos (como lo fue con la Ciclovía),
Transporte posteriormente el público se convirtió en
un interesado directo importante que usó
• El Consejo de Política Económica y Social la infraestructura e hizo saber su opinión.
(CONPES) prestó apoyo al nivel nacional. La lección general es que tanto los actores
• Franquicias privadas gubernamentales como los grupos de
interés fueron (y son) necesarios, pero
• Los dueños de casas cerca del sitio de ninguno es suficiente por sí mismo.
construcción del TransMilenio se oponían a la
perturbación. • Los cuatro programas de Bogotá demuestran
que la tarea de promover la actividad física
Más recientemente: debe incluir diversas dimensiones—por
ejemplo, que se puede hacer mediante el
• Los residentes se quejaron de la congestión
ocio y mediante otras actividades, como las
generada por la construcción y sus retrasos,
relacionadas con el transporte, como ser
del deterioro rápido del pavimento en
montar en bicicleta y caminar.
los corredores del sistema (que condujo
a grandes inversiones en mantenimiento
y aumentos en tiempos de viaje), de los
autobuses abarrotados de gente, de una falta
de seguridad y de las altas tarifas. Los dueños
de casas que vivían cerca de la estación
también se quejaron de que sus propiedades
habían sufrido.
Antecedentes
México tiene una de las tasas más elevadas de obesidad en ALC y en los países
de la OCDE (OCDE 2011). Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición
de 2012 (ENSANUT 2012), el 9,7 por ciento de pre-escolares (menores de 5
años) tienen sobrepeso u obesidad. Entre los niños en edad escolar (5 a 11 años
de edad), 34,4 por ciento tienen sobrepeso o son obesos; el 19,5 por ciento de los
niños tienen sobrepeso y el 17,4 por ciento obesidad, mientras que el 20,2 por
ciento de las niñas tienen sobrepeso y el 11,8 por ciento obesidad. En adolescen-
tes entre los 12 a 19 años de edad, el 35 por ciento tiene sobrepaso o es obeso;
el 19,6 por ciento de los niños tiene sobrepeso, el 14,5 por ciento es obeso, el 23,7
por ciento de las niñas tiene sobrepeso y el 12,1 por ciento obesidad. En adultos
de 20 años de edad y mayores, el 71,3 por ciento tienen sobrepeso u obesidad: el
42,6 el por ciento de los hombres tienen sobrepeso y el 26,8 por ciento obesidad,
mientras que el 35,5 por ciento de las mujeres tienen sobrepeso y el 37,5 por
ciento obesidad. Entre 2006 y 2012 (los años de las dos últimas encuestas
ENSANUT), aumentó la prevalencia del sobrepeso y la obesidad en adolescentes
y adultos (aunque a una tasa de crecimiento inferior a la mostrada entre 1999 y
2006) y en los niños menores de 5 años; mientras que la prevalencia en niños en
edad escolar permaneció igual.
En 2008, los costos atribuibles a la obesidad en México representaron el 13
por ciento del gasto sanitario total (0,3 por ciento del producto interno bruto
La política
• Centro de Investigación en Nutrición y Salud Generación de datos probatorios técnicos para el diseño
y negociación del Acuerdo.
Participación en la Secretaría de Salud en las mesas de
negociación con la industria; provisión de apoyo
técnico a la Secretaría de Salud.
Secretaría de Economía Participación en la negociación de los Lineamientos con
la industria, junto con las secretarías de Salud y de
• Subsecretaría de Industria y Comercio
Educación Pública.
Comisión Federal de Mejora Regulatoria (COFEMER) Responsable de aprobar los reglamentos federales
que repercuten en el sector privado. Aprobó los
Lineamientos.
Presidencia de la República Convocación a los departamentos y organismos del
gobierno federal para tratar el Acuerdo.
• Gabinete Social
Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo Liderazgo de la industria en las negociaciones del ANSA
(CONMEXICO) y de los Lineamientos.
El cuadro 5.4 muestra a los actores principales y sus funciones en esta iniciativa.
En el sector público, la Secretaría de Salud encabezó el diseño y las negociaciones,
dependiendo en gran medida del INSP. El Gabinete Social también jugó un papel
importante al reunir a todos los organismos federales pertinentes para la
Enseñanzas extraídas
La iniciativa también tuvo algunos puntos débiles. Entre ellos están el hecho
de que no se calculó el costo de las actividades y las acciones del Acuerdo para
los organismos federales y la industria; no se asignaron los recursos presupuesta-
rios para las acciones que el gobierno se había comprometido a realizar (por
ejemplo, la disponibilidad de agua potable en las escuelas); no se estableció nin-
gún sistema para vigilar y evaluar los acuerdos; no se realizaron evaluaciones del
Acuerdo ni de sus medidas; el Foro Nacional para la Prevención del Sobrepeso y
la Obesidad, el cual debería haber estado integrado por organismos federales y
representantes de la industria, la comunidad académica, las municipalidades, y la
sociedad civil según se contempló en el ANSA, nunca fue creado, y la responsa-
bilidad por el monitoreo del Acuerdo fue asignado al Consejo Nacional para la
Prevención y el Control de Enfermedades Crónicas y no Transmisibles
(CONACRO), una entidad integrada solamente por organismos federales, y que
no ha funcionado todavía; y el Acuerdo no se está cumpliendo.
Cuadro 5.5. Gobernanza de actividades multisectoriales para prevenir los factores de riesgo del sobrepeso y la obesidad: Acuerdo Nacional para la Salud
Alimentaria de México (parte de la Estrategia Nacional para Combatir la Obesidad [ANSA]).
Posiciones de los interesados directos clave Estrategias Interacción entre los interesados Enseñanzas extraídas
directos
COFEMER • No se han evaluado ni el Acuerdo ni sus
medidas específicas;
• Aprobó los Lineamientos.
• El Foro Nacional para la Prevención del
Gabinete Social
Sobrepeso y la Obesidad, integrado por
• Apoyó al SS al convocar a todas las agencias federales y representantes de
dependencias gubernamentales la industria, la comunidad académica, las
pertinentes para participar en las municipalidades y la sociedad civil, tal
discusiones del ANSA. como se estableció en el ANSA, nunca
se constituyó. En vez, la responsabilidad
CONMEXICO de monitorear el Acuerdo se delegó en
• Representante principal de la industria que el Consejo Nacional para la Prevención
participó en las negociaciones del ANSA y y el Control de Enfermedades Crónicas y
los Lineamientos. no Transmisibles (CONACRO), pero este
monitoreo no está ocurriendo;
• Estuvo en desacuerdo con las actividades
específicas por agencia, y por lo tanto • Ni el ANSA ni las Bases Técnicas son
solamente firmo el ANSA que contiene obligatorios y, por lo tanto, no pueden
los objetivos generales; las acciones hacerse cumplir.
específicas se publicaron por separado
como un documento dentro de las Bases
Técnicas.
Amanda Sica, Franco González Mora, Winston Abascal y Ana Lorenzo por el
Ministerio de Salud Pública del Uruguay
Las políticas de control del tabaco del Uruguay, que son de las más fuertes en la
región, se han dado a través de un proceso largo y continuo caracterizado por una
asociación fuerte entre las organizaciones de la sociedad civil, las organizaciones
internacionales, los organismos paraestatales y las dependencias gubernamentales,
así como por un liderazgo y compromiso fuerte de los responsables de la política.
El Uruguay fue el primer país sudamericano que ratificó el Convenio Marco de
la OMS para el Control del Tabaco y el primer país de ingresos medios que san-
cionó la legislación para la creación de entornos 100 por ciento libres de humo
de tabaco. Como resultado de sus políticas fuertes contra el tabaquismo, entre
2006 y 2009, el consumo diario de tabaco entre adultos disminuyó en 10 puntos
porcentuales.
Antecedentes
En Uruguay, 14.5 por ciento de todas las muertes (alrededor de 13 por día) se
atribuye al consumo de tabaco: el 34,9 por ciento por cáncer, el 28,7 por
ciento por enfermedades respiratorias, el 28 por ciento por enfermedades
cardiovasculares y el 8 por ciento por el humo ajeno (Sandoya 2011).
La política
Resultado
los derechos de los no fumadores. Las campañas siempre llevaban mensajes posi-
tivos y no estigmatizaban a los fumadores, ofreciendo tratamiento a las personas
que deseaban dejar de fumar. La primera campaña, “1 Millón de Gracias”, reco-
gió las firmas de personas que agradecían a los fumadores porque el 1 de marzo
de 2006 dejarían de fumar en los espacios cerrados. La meta de 1 millón de fir-
mas fue excedida por 300.000 firmas adicionales recogidas en 45 días. Además
de alcanzar la meta, toda la población y los medios de comunicación se movili-
zaron eficazmente, demostrando ampliamente el grado de compromiso y acep-
tación de la población de entornos sin humo de tabaco. La segunda campaña, el
“Uruguay Sin Humo de Tabaco”, hizo énfasis en los beneficios del aire sin humo
de tabaco, concientizó acerca de los derechos de los no fumadores y ofreció tra-
tamiento a los que decidieran dejar el consumo de tabaco.
Dado que las asociaciones de bares, restaurantes y comercios se oponían cate-
góricamente a la reglamentación sin humo de tabaco, era esencial alcanzar un
consenso con estos empresarios. En todo momento se puso de manifiesto que la
política era una política de alto nivel y que no se cambiaría. Por consiguiente, la
propia medida nunca estuvo en cuestión, simplemente se trataba de implemen-
tarla de la mejor manera. Las asociaciones empresariales estaban preocupadas de
que la medida podría tener repercusiones económicas negativas para ellas. Para
contrarrestar esto, el gobierno aportó pruebas científicas que mostraba los efec-
tos positivos potenciales de las políticas. Las mismas asociaciones empresariales
realizaron encuestas de opinión entre sus clientes acerca de los efectos posibles
de la medida—los resultados mostraron que más del 80 por ciento de los entre-
vistados apoyaban la medida, incluyendo a los fumadores. En el curso de muchas
reuniones entre empresarios, sociedad civil, y el gobierno se llegó a un acuerdo
para asegurar la transparencia en los casos de hacer cumplir el decreto dando
lugar a medidas punitivas. A partir de allí, las asociaciones empresariales presta-
ron su apoyo decidido a la aplicación de las medidas y se han convertido en
socios en el proceso.
Los defensores de la salud también trabajaron estrechamente con los empre-
sarios y el sindicato de transporte público. En particular, se realizó un esfuerzo
muy importante para conseguir el apoyo de los sindicatos de conductores
de autobuses, que se oponían a los cambios. Las autoridades pusieron de relieve
el tema de la salud ocupacional y acordaron proporcionar tratamiento a todos
los fumadores que lo solicitaran a través de los agentes de salud pública. Las
autoridades también recalcaron que se impondrían sanciones a los conducto-
res que fumaran dentro de los vehículos.
En 2005, se agregaron otros dos decretos ejecutivos a la medida de entornos
libres de humo de tabaco: se subió el impuesto especial al tabaco, lo cual dio
lugar a un aumento del precio del tabaco, y las advertencias sanitarias ahora
cubrirían hasta el 50 por ciento de los lados más grandes de la cajetilla de ciga-
rrillos e incluirían imágenes. La selección de estas imágenes se hizo después de
un análisis cuidadoso de diversas propuestas; las imágenes finales fueron elegidas
por grupos focales y posteriormente aprobadas por el Ministerio de Salud
información por zona geográfica, actividad y tipo de violación. Con base en los
datos y la consulta con el Programa y el Comité Nacional Consultivo para el
Control del Tabaco, el Ministerio de Salud Pública impone las sanciones. A los
niveles regional e internacional, el Programa Nacional representa al Uruguay en
la Comisión Intergubernamental para el Control del Tabaco de MERCOSUR y
Estados Asociados y en las reuniones de la OMS y la Secretaría del CMCT. El
Programa también intercambia información con otros países de América Latina
y el Caribe y algunos países fuera de la región.
La existencia del Comité Honorario para la Lucha Contra el Cáncer y la
Comisión Honoraria para la Salud Cardiovascular también fue fundamental; el
hecho de que ambas entidades son autónomas y están comprometidas a prevenir
enfermedades claramente ayudó a implementar estas medidas.
El compromiso internacional del país, a través de su ratificación del CMCT,
también tuvo que ver. El Uruguay estaba comprometido a cumplir con el
CMCT, cuyo énfasis era el control del consumo y la reducción de la demanda y
la oferta mediante aumentos de precio (con impuestos); la reglamentación sobre
el contenido de los productos y las emisiones; el requerimiento de las adverten-
cias sanitarias en las etiquetas; la promoción de campañas públicas de educación;
la prohibición de los anuncios y el patrocinio de los productos de tabaco; y el
tratamiento de la adicción al tabaco.
El contexto político también fomentó el cambio y ayudó a producir las nue-
vas políticas nacionales. La organización política del país, donde todos los parti-
dos políticos participan en acuerdos que conducen a políticas nacionales también
ayudó, como hizo la participación activa de legisladores de los partidos de opo-
sición en todo el proceso.
Por último, el compromiso del entonces Presidente Tabaré Vázquez también
fue fundamental en promulgar las medidas.
Enseñanzas extraídas
El Uruguay pudo llevar a cabo las tareas con éxito gracias a una asociación entre
las organizaciones gubernamentales y de la sociedad civil que buscaron y alcan-
zaron el consenso en los temas de control del tabaco.
Los diversos grupos dependieron de las campañas de información que
alertaban al público acerca de los riesgos de fumar. Fueron cuidadosos en no
estigmatizar a los fumadores, sin embargo, lo que les permitió captar la atención
tanto de fumadores y no fumadores. La sensibilización de la población a través
de mensajes positivos logró una mayor aceptación del público de todas las medi-
das contra el tabaquismo.
La adopción de entornos sin humo de tabaco como el elemento principal de
la política, no solo resultó ser una estrategia eficaz que permitió a los partidarios
a centrarse posteriormente en otras intervenciones, pero también representa un
cambio significativo en el comportamiento social.
Temas pendientes
En primer lugar, las autoridades deben intensificar el monitoreo para asegurar
el cumplimiento de las medidas de control del tabaco. Segundo, se deben redo-
blar esfuerzos para conseguir la aprobación del proyecto de ley que las autorida-
des sanitarias presentaron al parlamento en mayo de 2012 y que busca eliminar
la única publicidad remanente del tabaco (donde se vende tabaco). Tercero, los
aumentos de precio a los productos de tabaco deben reflejar las condiciones
económicas, tales como mejores niveles de ingresos y la inflación. Tomando en
cuenta estas condiciones, los aumentos deben ser periódicos. Cuarto, ya que los
jóvenes siguen considerando la posibilidad de fumar, las autoridades sanitarias
deben conducir frecuentes campañas de información dirigidas a ellos. Quinto, las
instituciones de salud deben llevar a cabo programas para evaluar el alcance, la
calidad y los resultados sanitarios de sus tratamientos de abandono del hábito de
fumar. Sexto, las autoridades deben avanzar con las estrategias para promover los
hogares libres de tabaco. Séptimo, se debe realizar más investigación para
Cuadro 5.7. Gobernanza de actividades multisectoriales para prevenir el consumo de tabaco: políticas de control del tabaco del Uruguay.
Posiciones de los interesados directos clave Estrategias Interacción entre los interesados Enseñanzas extraídas
directos
La presidencia apoyó el control del tabaco. La presidencia promulgó varios decretos • Después de muchas reuniones con • El Uruguay pudo llevar a cabo las tareas
ejecutivos para el control del tabaco, lo asociaciones comerciales de bares, a través de una asociación de gobierno-
El Ministerio de Salud Pública: Ante su insistencia,
que comenzó el proceso. Las disposiciones restaurantes, casinos y empresariales, sociedad civil que buscó y alcanzó
la Alianza Nacional para el Control del Tabaco se
en estos decretos fueron posteriormente las autoridades sanitarias acordaron los consenso en los temas.
formó en 2000. Comenzando en 2005, el trabajo
sancionadas en la ley y aprobadas por el procedimientos de control y aseguraron
se llevó a cabo a través del Programa Nacional de • La Alianza usó campañas de información
parlamento. la transparencia cuando se impongan
Control del Tabaco. para alertar al público acerca de los riesgos
sanciones. A partir de ese momento, las
La Alianza de fumar. Sin embargo, fue cuidadosa
La Alianza Nacional para el Control del Tabaco (la asociaciones empresariales prestaron su
de no estigmatizar a los fumadores y
Alianza) abogó y trabajó en favor de las políticas • Sus esfuerzos de cabildeo trajeron a la luz, apoyo total a la medida de entornos sin
por lo tanto atraer la atención tanto de
de control del tabaco. Las instituciones que en los medios informativos, los aspectos humo de tabaco.
fumadores y no fumadores. En última
formaron parte de la Alianza fueron: del consumo y el control de tabaco para la
• En conversaciones con el sindicato de instancia, esto condujo a una mayor
salud.
• El Ministerio de Salud Pública, que actuó como el conductores de autobuses, las autoridades aceptación de los controles.
organismo principal en el esfuerzo y la institución • Trabajó para ratificar el CMCT. sanitarias también pusieron en relieve el
• Los miembros de la Alianza adoptaron el
que forjó a la Alianza Nacional. A partir de 2005 tema de la salud ocupacional y acordaron
• Realizó talleres con periodistas, tema común de crear entornos libres de
este trabajo se llevó a cabo a través del Programa proporcionar el tratamiento a todos los
administradores de los servicios de humo de tabaco, lo cual resultó ser una
Nacional para el Control del Tabaco fumadores que lo solicitaran a través de
salud y aquellos responsables de los estrategia eficaz que posteriormente les
los agentes de salud pública. Además
• El Municipio de Montevideo. recursos humanos en las dependencias permitió enfatizar otras intervenciones.
recalcó que se impondrían sanciones a los
gubernamentales.
• El Comité Honorario para la Lucha Contra el conductores que fumaran dentro de los • Las políticas se centraron en el tema de
Cáncer • Lanzó una campaña integral en los medios vehículos. los entornos libres de humo de tabaco. A
de comunicación para garantizar el apoyo través de este abordaje, la opinión pública
• La Comisión Honoraria para la Salud • La interacción con la industria tabacalera
del público al decreto de entornos sin cambió desde aceptar el tabaquismo como
Cardiovascular. ha sido de enfrentamiento; al momento
humo de tabaco—la campaña “1 millón de un hábito normal hasta considerarlo como
de preparar este documento, seguía
• La Organización Panamericana de la Salud (a gracias”. un hábito que perjudicial. Por lo tanto, las
pendiente el arbitraje internacional en el
través de su Representación en Uruguay). autoridades pudieron aprobar programas
• Proporcionó pruebas científicas sobre la CIADI.
para prohibir fumar y evitar que los no
• El Sindicato Médico del Uruguay. magnitud del problema del tabaco a los
fumadores comiencen a fumar.
legisladores.
• La Federación Médica del Interior (fuera de
Montevideo).
• La Universidad de la República.
Cuadro 5.7. Gobernanza de actividades multisectoriales para prevenir el consumo de tabaco: políticas de control del tabaco del Uruguay.
Posiciones de los interesados directos clave Estrategias Interacción entre los interesados Enseñanzas extraídas
directos
• Además, cuando el parlamento debatió
la ley antitabaco, la industria ejerció
presiones políticas sobre los legisladores
para que la rechazaran: Alegó que la ley
reduciría los derechos individuales, dañaría
al turismo y dañaría la competitividad
de la industria nacional tabacalera con
respecto a empresas multinacionales, que,
argumentaba, podrían anunciar en otros
países.
• Por último, la industria usó el litigio a
los niveles nacionales e internacionales.
A partir de 2008, presentó demandas
judiciales y administrativas a nivel
nacional contra todos los reglamentos. A
nivel internacional, Philip Morris Brands
Sarl (Suiza), Philip Morris Products S.A.
y Abal Hermanos S.A. solicitaron que la
CIADI-Banco Mundial arbitrara a su favor
en contra del Uruguay en febrero de 2010
(Suiza y Uruguay tienen un acuerdo de
protección de inversiones y forman parte
de la CIADI).
medida.
Intervenciones multisectoriales para promover una vida saludable en América Latina y el Caribe 203
Antecedentes
La política
Las políticas de control del tabaco en Argentina han evolucionado con el trans-
curso del tiempo. Uno de los hitos más significativos fue la aprobación de la ley
No. 26687 en 2011, que reglamenta los anuncios, la promoción y el consumo de
productos de tabaco. Sus aspectos clave incluyen una prohibición al consumo de
tabaco en todos los espacios públicos o privados cerrados, incluidos los casinos,
bingos, bares, restaurantes, teatros, museos, bibliotecas, transporte público, esta-
dios cubiertos y lugares de trabajo; una prohibición de anuncios, promoción y
patrocinio de cigarrillos o productos de tabaco en los medios y en las vías públi-
cas; advertencias sanitarias con gráficos en las cajetillas de cigarrillos y una prohi-
bición de palabras engañosas como ligeros, suaves, de bajo contenido de alquitrán
o términos similares; y una prohibición de ventas de cigarrillos a menores, sueltos
o en paquetes, en establecimientos educativos, sanitarios, o recreativos. En los
niveles provinciales y locales, se han introducido muchos controles desde los años
noventa; en 2005, algunas provincias empezaron a aprobar leyes contra el taba-
quismo con el apoyo técnico del MS. En total, 21 de las 24 provincias tienen este
tipo de leyes.
Si bien las leyes varían, en general ellas promueven los entornos sin humo de
tabaco y prohíben los anuncios, la promoción y el patrocinio de productos de
tabaco, o ventas a menores. Algunas provincias tienen leyes estrictas respecto a
las áreas libres de tabaco, como lo hace la ciudad de Buenos Aires, pero otras 14
agregaron excepciones, como salas de juego y casinos, áreas de entretenimiento
que no admiten a personas menores de 18 años, centros de salud mental, prisio-
nes, áreas reservadas en bares, restaurantes o cafeterías y clubes de fumadores. En
menor grado, algunas leyes también permiten que los establecimientos definan
sus áreas donde está permitido fumar (por ejemplo, Santa Cruz permite que los
establecimientos industriales, comerciales, o de servicios elijan si aplicarán o no
la prohibición de fumar).
Catorce provincias han ratificado artículos que abarcan los anuncios, la pro-
moción y el patrocinio: por ejemplo, se prohíben los anuncios directos o indirec-
tos y el patrocinio de eventos deportivos o culturales, así como el uso de ropa en
tales eventos anunciando los nombres de las empresas tabacaleras. Pero tres
provincias permiten algunos anuncios, si declaran que el consumo de tabaco
daña la salud. En las provincias que no han pasado controles al consumo del
tabaco, algunos municipios han introducido sus propias leyes.
Un principio básico legal es que las normas de las jurisdicciones de nivel más
alto tienen precedencia sobre aquellas de niveles inferiores; si las normas son
incompatibles, la norma nacional prevalece sobre la ley provincial, y la provincial
prevalece sobre la municipal. Si la norma protege un derecho humano, del
mismo modo que las regulaciones que protegen la salud, se aplica la norma más
protectora. Por lo tanto, la ley nacional fija las normas para espacios 100 por
ciento libres de humo de tabaco. Donde las provincias o los municipios ya tienen
leyes promulgadas, la norma más alta relativa a la salud pública prevalecerá, ya
sea nacional, provincial, o municipal.
Resultado
uso colectivo, transporte y hogares y fija normas que prohíben fumar en entornos
de trabajo y áreas públicas cerradas. Con este fin, creó un registro nacional de
empresas e instituciones libres de tabaco, que en 2012 enumeró 1.252 empresas
privadas, municipios, organismos públicos, escuelas, hospitales y universidades
nacionales; capacitó al personal en las instituciones que querían convertirse en
100 por ciento sin humo de tabaco y se prepararon guías de prácticas adecuadas
y otros materiales didácticos para conseguir que más instituciones crearan espa-
cios sin humo de tabaco; ofreció asistencia técnica a las provincias y los munici-
pios sobre cómo introducir leyes sobre áreas libres de tabaco; distribuyó
información al público en general; y emprendió estudios y evaluaciones en áreas
libres de tabaco y la aceptación del público, así como acerca de sus beneficios
para la salud. El Programa Nacional ha trabajado también para promover zonas
urbanas libres de tabaco mediante su cooperación con la Red Argentina de
Municipios Saludables. Desarrolla cursos de capacitación y ofrece asistencia téc-
nica y económica a los municipios para que puedan satisfacer los requisitos para
ser considerados 100 por ciento libres de tabaco, distribuye materiales en los
eventos y dedica parte de su sitio Web a este tema.
El MSN también participa en diversos esfuerzos diseñados para ayudar a las
personas a que dejen de fumar, como con un servicio telefónico gratuito para
ayudar a los fumadores a que dejen el hábito; concursos “Dejar y Ganar”; una
página Web para apoyar a los fumadores que quieren dejarlo;25 la elaboración de
lineamientos nacionales para el tratamiento de la adicción al tabaco respaldada
por más de 35 instituciones nacionales científicas, la comunidad académica y
profesionales; la capacitación de equipos sanitarios para tratar la adicción al
tabaco; y la difusión de información sobre cómo dejar de fumar para el público
en general.
Las actividades de monitoreo del MSN incluyen: un módulo sobre el taba-
quismo en las Encuestas Nacionales sobre los Factores de Riesgo de 2005 y 2009;
una encuesta del tabaquismo entre adolescentes escolares en 2000, 2002, 2003
y 2007; y encuestas sobre el tabaquismo en las ciudades grandes.
Los grupos de la sociedad civil también jugaron un papel importante en con-
seguir la aprobación de los controles del tabaco. Estos grupos formaron coalicio-
nes, difundieron información, vigilaron el cumplimiento, prestaron servicios y
trabajaron colaborativamente para contrarrestar el cabildeo de la industria taba-
calera. Estos grupos incluyen a la Coalición para Ratificar el CMCT, la Unión
Antitabática Argentina (UATA), la Asociación Argentina del Tabaco (AsAT), la
Alianza Libre de Humo de Tabaco–Argentina (ALIAR), y la Fundación
Interamericana del Corazón-Argentina (Mercet y otros, 2010).
ALIAR, creada en 2007, es una coalición de más de 100 grupos que trabajan
para la aprobación de leyes de control del tabaco y, en particular, para establecer
áreas 100 por ciento libres de humo de tabaco en todo el país. ALIAR incluye a
asociaciones médicas, de derechos humanos y ambientales; grupos de profesio-
nales de la salud; el sector de restaurantes; y organizaciones de comunicación. La
alianza patrocina proyectos legales a los niveles municipales y provinciales como
Enseñanzas extraídas
La política de control del tabaco de Argentina avanzó una vez que el Programa
Nacional de Control del Tabaquismo se estableció en 2003. Desde entonces, se
han logrado muchos avances: se han creado entornos sin humo de tabaco; se han
conducido estudios sobre las repercusiones en la salud y económicas y los resul-
tados de las intervenciones, que han suministrado información valiosa para la
formulación de políticas; se han aprobado leyes en la mayoría de las provincias y
en varios municipios. A nivel nacional, los servicios para “dejar de fumar” se han
fortalecido y se han desarrollado muchas actividades para concientizar sobre el
tema.
Este progreso se ha debido a la estrategia del MSN para liderar y coordinar los
intereses de varios actores (organizaciones de la sociedad civil, asociaciones cien-
tíficas, ministerios de salud provinciales y municipales y el público). Estos acto-
res, una vez conscientes de los problemas relacionados con el tabaco, luego
podrían exigir que el estado actuara para detener el avance de la epidemia.
Además, las organizaciones de la sociedad civil de Argentina han presionado a los
legisladores para que aprueben medidas de control del tabaco, han difundido
información sobre la repercusión de fumar y los mitos asociados con las conse-
cuencias económicas del control del tabaco, y han apoyado diferentes iniciativas
como los entornos sin humo de tabaco y los programas nacionales y provinciales.
Además, las autoridades provinciales y municipales introdujeron numerosos
reglamentos para controlar la epidemia del tabaco, aún antes que se aprobara la
ley nacional. El MSN, a través del Programa Nacional del Control del Tabaco,
juega un papel importante en la coordinación de las acciones de estos múltiples
actores involucrados en la implementación de las medidas para controlar el
tabaco.
Es obvio que las estrategias del Ministerio habrían tenido pocas probabilida-
des de ser exitosas sin estos socios, dado el poco apoyo que tuvo de otras unida-
des de la rama ejecutiva (en particular, de los Ministerios de Agricultura y de
Economía) y de cuerpos legislativos nacionales y provinciales y dada la resisten-
cia de la industria tabacalera. La implementación de las medidas de control del
tabaco se puede simplificar con la metáfora de un juego entre dos participantes,
un lado oponiéndose a las medidas y el otro, defendiéndolas. El primero está
conducido por el sector de producción y comercialización del tabaco, el cual es
Cuadro 5.8. Gobernanza de actividades multisectoriales para prevenir el consumo de tabaco: políticas de control del tabaco de Argentina.
Interesados directos clave y sus Estrategias Interacción entre interesados directos Enseñanzas extraídas
posiciones
El Ministerio de Salud de la Nación (nacional) El Ministerio de Salud de la Nación creó el Los logros de control del tabaco de Argentina • La creación del Programa Nacional de
a través del Programa Nacional del Control Programa Nacional del Control del Tabaco, se deben claramente al liderazgo y los Control del Tabaco impulsó el control del
del Tabaco, así como los ministerios de salud que ha elaborado una política amplia para esfuerzos del Ministerio de Salud y su tabaco en Argentina. Este Programa del
provinciales y los municipios trabajaron para abordar los temas principales en el control Programa Nacional del Control del Tabaco, Ministerio de Salud ha conducido gran parte
reducir los efectos perjudiciales del tabaco del tabaco, tales como: así como los esfuerzos sostenidos de del esfuerzo de control del tabaco en el país.
mediante: numerosas organizaciones de la sociedad
• Generar concientización y empoderamiento • Los esfuerzos coordinados del gobierno y
civil que han abogado, suministrado
• La reglamentación del acceso al tabaco; del público. las organizaciones de la sociedad civil para
información, capacitado y proporcionado
asistencia técnica a legisladores y otras presionar a los legisladores para aprobar
• La promoción de modos de vida sin tabaco; • Promover la ratificación del Convenio
instancias normativas para promover las medidas de control del tabaco, difundir
Marco para el Control del Tabaco (CMCT)
• La promoción y reglamentación de entornos legislación sobre el control del tabaco a información sobre el efecto perjudicial del
y la aprobación de las leyes provinciales y
sin humo de tabaco; nivel nacional y provincial. Este proceso no tabaco y apoyar la iniciativa libre de humo
nacionales y las ordenanzas municipales.
ha sido fácil, y la oposición de las provincias de tabaco en todo el país también han sido
• La creación de servicios e incentivos para • Generar información para guiar y evaluar la clave en el éxito hasta ahora.
ayudar a los fumadores a que dejen el productoras de tabaco y de la industria
toma de decisiones en el control del tabaco. tabacalera ha sido firme y bien organizada.
hábito. • La formulación de las políticas de control del
• Fomentar la creación de una red de La ley nacional para el control del tabaco tabaco en Argentina es un buen ejemplo de
• El aumento de la capacidad en y la provisión organizaciones de la sociedad civil y las dificultades inherentes en la elaboración
de asistencia técnica a los municipios para se debió en parte a los partidarios que
la comunidad científica, los medios, y generaron una ‘ruptura’ en la cooperación e implementación de estas leyes en países
ayudarles a convertirse en 100 por ciento
los organismos sanitarios municipales entre la industria y los productores del donde hay poderosos actores que se oponen
libres de humo de tabaco.
provinciales para apoyar y ampliar las tabaco al centrarse en los aspectos de la a ellas, en este caso la industria tabacalera,
actividades del programa. salud de la legislación y la clarificación de varias provincias productoras de tabaco y
que la subvención del tabaco que reciben las a veces dependencias gubernamentales
Las organizaciones de la sociedad civil como el Ministerio de Agricultura, Ganadería
se movilizaron para reducir los efectos provincias no se eliminaría.
Organizaciones de la sociedad civil: y Pesca y el Ministerio de Economía, a los
perjudiciales del consumo de tabaco. Las que les preocupaba los posibles efectos
organizaciones destacadas son: • Promoción de la causa. negativos para los productores y los ingresos
• La Coalición para la Ratificación del CMCT en • Creación de coaliciones. fiscales.
Argentina.
• Difusión de información, incluyendo
• La Unión Antitabática Argentina (UATA) campañas mediáticas, capacitación de
periodistas, difusión de información a
• La Asociación Argentina del Tabaco (AsSAT) legisladores.
Cuadro 5.8. Gobernanza de actividades multisectoriales para prevenir el consumo de tabaco: políticas de control del tabaco de Argentina.
Interesados directos clave y sus Estrategias Interacción entre interesados directos Enseñanzas extraídas
posiciones
Provincias productoras y productores de Aún en provincias sin leyes antitabaquismo
tabaco: Las provincias de Jujuy (37 por (principalmente las provincias productoras)
ciento de producción); Salta (34,5 por algunos municipios han introducido sus
ciento), Misiones (22 por ciento) y Tucumán propias ordenanzas, como Tala (Salta), San
(42 por ciento) se opusieron a las políticas, Salvador de Jujuy (Jujuy) y Jardín América
incluida la ratificación del CMCT, porque (Misiones).
ellos:
Provincias productoras y productores de
• no querían perder el empleo y la actividad tabaco
económica.
• A menudo, pero no siempre, han cooperado
• no querían perder los recursos del Fondo con la industria tabacalera para bloquear la
Especial del Tabaco (7,35 por ciento del ratificación del CMCT y otras leyes de control
precio final del cigarrillo). del tabaco.
La industria tabacalera: Nobleza Piccardo • Han promovido leyes antitabaco más débiles
(representantes de British American Tobacco) en el congreso para evitar la ratificación del
y Massalin Particulares (filial de Phillip Morris) CMCT y leyes nacionales más fuertes.
se opusieron a las políticas.
La industria tabacalera (Sebrié y otros 2005):
• Creó un código de autorreglamentación
voluntario y débil que eliminó anuncios por
televisión a partir de 2003.
• Propuso proyectos de ley menos estrictos
que neutralizaron o desviaron la atención de
mejores iniciativas.
• Promovió programas como “Cortesía de
Poder Elegir” para evitar los entornos 100 por
ciento libres de humo de tabaco.
• Condujo programas de prevención para
jóvenes, para evitar medidas más estrictas.
• Difundió los efectos económicos negativos
de tales políticas.
Intervenciones multisectoriales para promover una vida saludable en América Latina y el Caribe 217
21. Incluso hoy en día, las personas entrevistadas recuerdan el lema “Bogotá no tiene mar,
pero tiene la Ciclovía,” algo que en su opinión fue una estrategia mercadotécnica con
mucho éxito.
22. México, 2012. Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012, Evidencia para la
Política Pública en Salud. Obesidad en adultos: los retos de la cuesta abajo. Disponible
en: http://ensanut.insp.mx/doctos/analiticos/ObesidadAdultos.pdf
23. El texto está disponible en: http://www.parlamento.gub.uy/Leyes/AccesoTextoLey.
asp?Ley=18256&Anchor Fecha de acceso más reciente: 26 marzo 2013.
24. Argentina, Ministerio de Salud de la Nación. 2009. Reducción de los Ingresos
Hospitalarios por Síndromes Coronarios Agudos Luego de la Implementación Exitosa
de la Legislación 100% Libre de Humo. Boletín de Monitoreo de Enfermedades No
Transmisibles y Factores de Riesgo No. 1.
25. Para visitar la página web, véase www.dejohoydefumar.gov.ar
26. En 2002, tres empresas tabacaleras multinacionales (Japan Tobacco, Philip Morris, y
British American Tobacco) controlaban la mayor porción del mercado del tabaco, con
ingresos que excedían los US$121 millones. Esta cifra es mayor que el producto
interno bruto combinado (PIB) de Albania, Bahrein, Belice, Bolivia, Botswana,
Camboya, Camerún, Estonia, Georgia, Honduras, Jamaica, Jordania, Ex República
Yugoslava de Macedonia, Malawi, Malta, Moldova, Mongolia, Namibia, Nepal,
Paraguay, el Senegal, Tayikistán, el Togo, Uganda, Zambia, y Zimbabue (OPS 2004).
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Enseñanzas extraídas
y agenda para el futuro
María Eugenia Bonilla-Chacín y Claudia Trezza
ALC, con la excepción del Caribe y Argentina, Chile y Uruguay, donde el alco-
hol está clasificado entre los cinco primeros factores de riesgo (Lim y otros
2012). El abuso del alcohol no solo aumenta el riesgo de desarrollar varias ENT,
sino también aumenta el riesgo de lesiones, particularmente aquellas resultantes
de accidentes de tránsito y violencia.
Las políticas sanitarias se configuran no solo por funcionarios públicos, sino tam-
bién por procesos sociales y políticos más amplios y contextuales (Roberts y otros
2008). Estos procesos, a su vez, se configuran por la interacción entre diferentes
interesados directos, su poder relativo, sus posiciones, y la percepción pública de
la reforma sanitaria. La interacción entre los diferentes interesados directos, su
poder para modelar políticas y las estrategias que utilizan afectan los resultados
a corto y mediano plazo de cualquier reforma (Roberts y otros, 2008). Estos
factores no son fijos, pueden ser influenciados a través de las estrategias políticas
adoptados por los interlocutores.
En el caso de las intervenciones dirigidas a mejorar los regímenes alimentarios,
aumentar la actividad física, y reducir el uso del tabaco y el abuso del alcohol,
estos procesos tienden a ser más complejos. En contraposición a las intervencio-
nes de prevención secundaria y de control realizadas dentro del sistema de salud,
las intervenciones basadas en la población incluyen a una multitud de actores y
fuerzas opuestas dentro y fuera del gobierno (cuadro 6.1). Ellas también requie-
ren del papel de los interesados directos fuera del sector salud, sin embargo el
papel de los interesados directos del sector sanitario, particularmente los minis-
terios de salud, en general es esencial para hacer que estas políticas se lleven a
cabo. Dado esta complejidad, los hacedores de políticas y otros defensores de la
salud deben hacer frente a los desafíos de gobernanza de los procesos de tomas
de decisiones relacionados a estas intervenciones.
A pesar de estos desafíos, existen múltiples ejemplos de intervenciones mul-
tisectoriales exitosas o prometedoras para promover un estilo de vida saludable.
Algunos de estos ejemplos fueron examinados en los capítulos 4 y 5 y resumidos
en el cuadro O.2. Para aprender de estos ejemplos internacionales, es importante
evaluar los procesos mediante los cuales ellos fueron desarrollados e implemen-
tados. Con ese fin, es importante examinar: los principales interesados directos
que influenciaron y le dieron forma a las decisiones de política, sus posiciones,
los incentivos que enfrentaron y las estrategias que usaron, y los arreglos institu-
cionales que enmarcaron los procesos de toma de decisiones.
Gobiernos locales,
Modificar el entorno planificación urbana,
Eficaz sin evidencia
construido para transporte, salud,
Inactividad física suficiente sobre su
incrementar la actividad organizaciones de la
costo-efectividadc
física sociedad civil y medios
de comunicación.
liderazgo del Ministerio de Salud ha sido clave para una coordinación eficaz, así
como lograr acuerdos institucionales que la solidifiquen. Tal fue el caso en
Argentina donde el Ministerio de Salud de la Nación coordinó las negociaciones
que condujeron a los acuerdos para reducir el sodio y para revisar el Código
Alimentario del país para reducir las grasas trans en los alimentos procesados. Por
medio de la iniciativa del Ministerio, se creó una Comisión Nacional para
Eliminar las Grasas Trans y Reducir la Sal, la cual incluye a varias organizaciones
públicas y empresariales, asociaciones científicas y grupos de la sociedad civil.
Esto también ocurrió en el Uruguay, donde a petición del Ministerio de Salud,
se estableció la Alianza Nacional para el Control del Tabaco (ANCT), un orga-
nismo de coordinación que comprende dependencias gubernamentales, organis-
mos paraestatales, organizaciones internacionales, instituciones académicas y
organizaciones no gubernamentales (ONG).
Las instancias normativas y los partidarios en general de la salud, a menudo
miden y movilizan a la opinión pública como una estrategia para conseguir el
apoyo de estas políticas de promoción de la salud y asegurar que se lleve a cabo
su diseño e implementación. Por ejemplo, mientras se trataba la reglamentación
para reducir las grasas trans en la ciudad de Nueva York, el gobierno de la ciudad
enviaba mensajes constantes y persuasivos al público sobre las conexiones entre
las grasas trans y la enfermedad cardíaca coronaria. Esta campaña ayudó a crear
consenso público a favor de la reglamentación. En el Uruguay también la política
para promover entornos sin humo de tabaco estuvo acompañada con intensas
campañas de comunicación para garantizar el apoyo público. De igual manera,
en la ciudad de Diadema, Brasil, las campañas de educación y las conversaciones
con los minoristas de bebidas alcohólicas, rápidamente trasformó la opinión del
público a favor de las políticas de restricción del alcohol.
En muchos de los casos con éxito, la investigación desempeñó un rol crucial
en la adopción de procedimientos preventivos a nivel poblacional. Una base
sólida, independiente y convincente de investigación es imprescindible para
configurar la opinión pública e incrementar el apoyo a las políticas. En el Reino
Unido, la decisión de crear una reglamentación estatutaria para la publicidad de
alimentos dirigida a los niños fue influenciada por la investigación que encontró
una asociación entre la publicidad y las preferencias alimentarias de los niños, así
como un estudio que reveló que un gran porcentaje de la publicidad de alimen-
tos durante el tiempo de emisión de programación infantil proyectaba alimentos
altos en grasa, azúcar y sal (Hastings y Carins 2010). La investigación debe
comunicarse eficazmente a las instancias normativas y al público. En muchos
casos, los grupos de la sociedad civil desempeñaron un rol crucial en la divulga-
ción de los datos y el trabajo de concientización entre la población.
En el centro de muchos de los casos con éxito ha estado el liderazgo y el
compromiso político de unas cuantas figuras políticas clave. En el Uruguay, un
grupo de políticos e instancias normativas comprometidos, incluido el ex-Presi-
dente Tabaré Vázquez, apoyados por fuertes grupos de la sociedad civil que
abogan por la salud, lucharon contra la industria tabacalera que ejercía presión
Referencias
Hastings, G. y G. Carins. 2010. Food and Beverage Marketing to Children. In Preventing
Childhood Obesity. Evidence Policy and Practice, edited by E. Waters, B. Swinburn, J.
Seidell y R. Uauy. Oxford, Reino Unido: Wiley-Blackwell.
Estado de salud
País Encuesta ENT Discapacidad
autonotificado
Estado de salud
País Encuesta ENT Discapacidad
autonotificado
En cualquier análisis que utilice estos datos pueden surgir sesgos de la percepción
subjetiva de una persona de lo que es una “enfermedad” (por ejemplo, “¿tiene
alguna enfermedad?”), o por multiplicar factores como la utilización de los servi-
cios de salud (por ejemplo, “¿buscó atención médica debido a una enfermedad
específica?”) que se vean afectado por la percepción y por el acceso físico y
financiero a los proveedores. Las encuestas también pueden variar en cuanto a la
especificidad de sus preguntas, que pueden ir de lo general (por ejemplo, “cual-
quier condición permanente de salud”) a problemas de salud específicos (por
ejemplo, diabetes). El período recordatorio también puede variar según el tipo de
pregunta, ya que algunas preguntan acerca del mes antes de la encuesta (por
ejemplo, “tratamiento buscado en los últimos 30 días”) o un diagnóstico existente
(por ejemplo, “¿ha sido diagnosticado con una enfermedad?”). Por último, las
preguntas también pueden variar en cuanto a la fuente de la información. La
Pesquisa Nacional Amostra Domicilios (PNAD) de Brasil, por ejemplo, pregunta
si un “profesional médico ha diagnosticado enfermedades específicas,” en compa-
ración con la encuesta de Colombia o de Chile que preguntan si la persona “tiene
alguna enfermedad crónica”. También varía la información acerca de la discapa-
cidad. Las medidas de discapacidad que más se utilizan son indicadores de la
actividad cotidiana (AVD) que también puede ir desde lo específico a lo general
y de temporal a permanente. Dado que estas diferencias de la información acerca
de las enfermedades no transmisibles (ENT) son comunes en los estudios acerca
de estas enfermedades, los resultados e interpretaciones en esta sección se deben
considerar con cuidado. Según las preguntas varían en el plazo que se le pide al
entrevistado que considere para sus respuestas (un mes, un año) y el tipo de
diagnóstico (médico o autodiagnosticado), los indicadores resultantes de las ENT
no son totalmente comparables entre países.
Cuadro B.2. Países y encuestas, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá,
diversos años.
Base de referencia Seguimiento
Costa Rica Ingresos y gastos, 2004 —
Guatemala Niveles de vida, 2000 Niveles de vida, 2005/6, 2011
Honduras Niveles de vida, 2004 —
Nicaragua Niveles de vida, 2001 Niveles de vida, 2005, 2009
Panamá Niveles de vida, 2003 Niveles de vida, 2008
donde,
= Es la cantidad del producto alimenticio (i) comprado o adquirido por el
hogar en gramos en los últimos 15 días.
= Porcentaje de porción comestible, que se supone es 100, y
= El factor de conversión para el nutricional pertinente o sucesivo (k)
de la base de datos nutricional por 100 g. (k) puede ser calorías, carbohidratos,
grasa o sodio.
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Sin embargo, una parte de esta carga sanitaria y económica se puede evitar. Una parte importante de las
enfermedades no transmisibles responde a factores de riesgo prevenibles, tales como una dieta poco saludable,
un estilo de vida sedentario, el consumo de tabaco y el abuso del alcohol, los principales factores de riesgo de la
salud en la mayor parte de la región. Este libro describe el diseño e implementación de políticas de promoción
de estilos de vida saludables en la región, para así prevenir efectivamente la mortalidad prematura por
enfermedades no transmisibles.
La reducción de la exposición a estos factores de riesgos a nivel de la sociedad requiere el esfuerzo conjunto de
las partes interesadas y de una variedad de sectores; por lo tanto, el proceso de toma de decisiones presenta
desafíos para los decisores de políticas y otros defensores de la salud. La experiencia internacional ha
demostrado que la superación de estos retos requiere a menudo la negociación y el diálogo entre todas las
partes interesadas, la movilización de la opinión pública, el apoyo en la información y la investigación, el
liderazgo y el compromiso político de figuras políticas claves, arreglos institucionales que favorezcan la
coordinación multisectorial y el aprovechamiento de condiciones favorables, entre otros.
Promoviendo una vida saludable en América Latina y el Caribe examina los procesos de diseño e implementación
de varias políticas sanitarias multisectoriales exitosas o prometedoras de dentro y fuera de la región. Dentro de
América Latina y el Caribe el reporte examina: el convenio entre el gobierno y la industria para reducir el sodio
en los alimentos procesados y la enmienda del Código Alimentario para reducir las grasas trans en Argentina;
un entorno edificado que promueve la actividad física en Bogotá, Colombia; los Acuerdos Nacionales para la
Salud Alimentaria en México; y las políticas de control del tabaco en Uruguay.
Fondo
Spanish Español
Fund forpara
LatinAmérica
America Latina
and they Caribbean
el Caribe