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-- a - - * ------*
---
/J ) —
D IS CUR. SO
DE LAS ENFERMEDADES
D E LA
C O M P A Ñ /A
P O R.
El P. fuan de AMariana.
CON UNA DISER TACION
Sobre el Autor y la legitimidad de la Obra.
Y U N A PEND ICE
De varios Tetimonios de jesuitas Españoles
que concuerdan con AMariana.
-----
-
--- -
------
IND I CE.
PRólogo de eta edicion. . . . . . . . . . . . . . Pag. I.
Tetimonios de algunos jesuitas que hi
cieron memoria de Mariana y de ete
Discurso.
Andrés Burriél. .... . . . . . . . . . . . pag. 1.
Julio Cordára. . . . . . . . . . . . ... . . pa8. 4.
Alonso de Andrade.... ... pag. 5.-
Pedro Rivadeneyra y Felipe Ale.
gambe. ... ... . . . . . . . . . . . ... pag. 6.
Sforcia Palavicino... ........... pag. 8.
Disertacion sobre el Autor y la legitimidad
de ete Discurso.... .... ...... . . . . . . Pa8. II.
5. I. AMariana fue el Autor de ete
Discurso. . . . . . . . . . . . .. . . ... pag. 16.
5. II. AMariana fue un Autor respe
table. ... .. . . . ... ... ... . . . .. pag. 36.
5. III. Ete Discurso no etá adulte
rado. . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... pag. 58.
Suplemento. . . . . . . . . . . . . . . . ... pag. 77.
Discurso de las cosas de la Compañia por el
Padre juan de Mariana. -
PRO L O GO
DE ESTA EDICION.
SAN Francisco de Borja en el Coloquio que
tuvo con Carlos V. en Yute dixo, se debia dar
, mayor credito á los que vivian en la Com
, pañía, que a los que etaban fuera, y la
, miran de lexos, y murmuran de lo que no
, saben, : asi lo tetifica Rivadeneyra, (1) de
quien lo copió Sandoval. (2) Por lo mismo
entre los escritos imparciales, y llenos de celo
que se han formado contra los desordenes de
la Compañía merece atencion particular el Dis
curso que escribió AMariana.
Aunque se puede hacer una coleccion co
piosa de obras de eta naturaleza , no he
querido producir en el Apendice mas testi
monios que los autorizados por los jesuitas
de España; ni es necesario acudir à otros países
para enriquecerlo, quando hay en el nuetro
una mina tan abundante. Asi se vera el juicio
que hicieron de las Cotumbres, Gobierno, y
Doctrina de la Compañía los jesuitas de ete Rey
nO,
3l
(II)
no, y siendo Jueces las Partes, quedamos li
bres del recelo de recusacion.
Siempre es util se publiquen las obras de
los hombres insignes en letras, y juicio; por
que asi se ponen los demas en etado de ha
cerse dueños del caudal de erudicion que aque
llos adquirieron, y de convertirle en usos pro
prios, logrando en pocas horas sin fatiga las
riquezas que los otros juntaron en muchos
años con Sudor, y desvélo.
Pero hay materias, y tiempos en que es
mas importante eta intruccion , y que los
hombres se valgan de las luces de los mas ilus
trados, para disipar las sombras, y ver las co
sas como son en sí; y para que los sentidos
no suminitren especies engañosas, no se fin
jan espectros, se detruyan las idéas falsas, se
formen las mas juftas, no comuníque la ima
ginacion sus errores a la voluntad, y se pre
sente la verdad á los ojos de todos á fin de
que la vean , y la conozcan , sientan de un
mismo modo, y sientan como deben, no ha
ya inquietud en los entendimientos, ni en los
ánimos , y todo respíre union , acierto, y
reótitud, no puede hacerse obséquio mas gra
to á la verdad, á la jufticia, y á la Patria.
Qualquiera que se acerque a el punto de
vita de las principales Cortes de la Europa co
nocerá, que no puede presentarse tiempo mas
oportuno para eta edicion. No para hacer
un problema de la razon, y julticia de lº
C
(III)
Decretos respetables, profanando con unas
averiguaciones delinquentes, y sediciosas el
Santuario de la Soberanía , quando para la ve
neracion les bata a los inferiores una pre
suncion solidisima; sino para fortalecerla con
una congetura prudente. A eto debe orde
narse la erudicion; á la meditacion, no á la
conferencia; á la tranquilidad del epiritu, y
no á las inquietudes exteriores.
Sepan todos como pensó del Gobierno de
la Compañía, casi en su oriente, una perona
de las que ha havido en ella que han sabido
pensar mejor. Un Autor cuyo carácter fue el
amor á la verdad, adornado de piedad, y des
nudo de pasiones privadas. Un Hitoriador se
véro, que supo unir en un etílo grave, y
ameno la agudeza de Tacito con la prudencia
de Thucidides. Tal fue AMariana, segun Andrés
Scoto, y el Cardenal Baromio.
Escribió eta obra quando se imaginaba
muy cerca de parecer en elTribunal del Juez de
los Jueces, y aquel celo santo de su propria
casa, que le despedazaba el corazon, le obligó
á tomar la pluma para precaver su ruína , y
procurar se retituyese á su Inftituto el explen
dór primitivo. No puede presentarse otro tes
tigo de mayor excepcion , y que efté tan á
cubierto de las objeciones con que pudieran
debilitar su fe los que abrigan una pasion in
discreta, y cavilosa. -
- Los
(1 1) Huylembr. in Vind. p. 1. c. 5. -
mon
r. (XX)
Aunque púdiera enriquecer la coleccion del
Apendice con otros documentos analogos, nche
juzgado conveniente dar mas cuerpo a ete vo.
umen, y se reservan para continuarla.
TES
-.
Pag. I
...
DE ALGUNos JESUITAS *
- º.
ANDREs BURRIEL,
En Carta escrita a un fesuita residente
en Alcala (que puede creerse era el
Padre Navarro.)
P. C.
MIP. M. MUY AMADO.
- A2 JU
JULIUS coRDARA.
Hißoria $ociet, part. 6. lib. 9. pag. 5 17. edit. Ro
mae 175o. im fol. ' •
DI
II
DISERTACION
SOBRE EL AUTO R,
y la legitimidad de efe
/Discurso.
Icrito a sobre
UEGO que se tuvo noticia de el Discurso es
las enfermedades del Gobierno de los
jesuitas, sus causas, y remedios , los puso en
conternacion el pelígro de su República. El Padre
Gerónymo Floravante, que fue Confesor de Ur
bano VIII, confirmó la certeza de quanto exponía
su Autor, y lamentó la ruina amenazada (1). La
B 2. CaU
fa
bricado en la Oficina de Port-Royal, y Huylembrou4 se
inclinó 4 que su Autor era el Doctor Arnauld. V. Hºyº
lemb. in Wind, part. I. cap. 12 a
-
13
persona de oprobios (4). Escribió San Francisco de
Borja sobre el desorden, y relaxacion que experi
mentaba, y preveía , y procuraron persuadir que
etaba corrompido el texto (5).
Quieren que páse por un dogma de fé humana,
ue los contrarios á la Compañía son Hereges , ö
Cathólicos de perversas cotumbres , citando una
decision de Enrique el Grande, de Francia, en el
Parlamento de París; y aunque la Imagen del primer
siglo autoriza eta especie, las AMemorias del Duque
¿ Sully conservan los monumentos del modo con
que pensó de los jesuitas aquel Monarca. De aquel
principio nace, que el camino que eligen con mas
frequencia para indemnizarse con facilidad, es repu
tar por fetos espurios las censuras que los incommo
dan, y atribuírles unos padres pérfidos, y sospe
chosos.
De ete arbitrio sacan muchas utilidades, que
gradúan de consequencias legítimas. Adquieren el
glorioso título de ser el martillo de los Hereges: se
etiman por martyrios sus persecuciones: hacen à el
ódio de la Religión Autor de sus censuras: la equi
dad, la razon, y las leyes repélen los tetimonios de
unos enemigos capitales, hombres de mala fé : assi
SC
A—
$. I.
Mariana fue el Autor de effe Discurso.
EL etílo de ete jesuita tiene un carácter tan es
pecial , que ( segun Burriel ) la singularidad de
su lenguage es sin semejante en todos los Escritores
Españoles (7). Su Hitoria de España es un tetimo
nio auténtico de eta verdad, y si se coteja con ete
Discurso, se advertirá aquella propriedad, pureza,
y riqueza de la diccion: aquellas especies de tropos,
y
qués(3de1)Mondjar.
Mayans en la Prefaccion à las Advertencias del Mar:
R
S - 2. 7
•
-
Jes, tom. 2.
(43) Vease la Nota 6,
(44) Eleuth. Hitor. Contr. de Div. Grat, aux. l. 2. c. 25
E
34.
que se crea, que unjesuita,á quien en vida se le llamó
varon santísimo (45), y se hizo un grande elogio de
su ingenio, y vata literatura (46), escribiese en el um
bral de la muerte una sátyra atróz contra la Compa
ñia? (47) un libélo, en que con una calumnia torpe
se hacen reos de gravissimos errores al sagrado Con
cilio de Trento, y a los Papas? Una censura llena de
falsedades, dicterios, y contradicciones? Un Tra
tado en que abundan necedades insulsas, que se des
truyen mútuamente, y que fueron notorias á to
dos? (48) Nada de eto es compatible con la piedad,
y la ciencia de AMariana, y todo eto se halla en el
Discurso que se le atribuye, si es verdad lo que ex
ponen Huylembroucq, y el otro Apologita, que ci
tan los Anales de Francia.
Qualquiera podrá juzgar del mérito de eta pin
tura, si se dedica á examinar la obra en sí misma.
Ete es el convencimiento mas poderoso, y la Apo
logía mas eficáz. Andrade dice (49), que el original
», del P.AMariana etaba tan modeto,y ajutado,como
2, fue siempre en todas sus cosas“; y que de eto se hizo,
s
- " evi-.
$. II.
Mariana fue un Autor respetable.
Nº faltará quien califique
nes
de inútil el trabajo de
sobre
unir las observacio que se han hecho
efte
p
(55) En el cap. 1.
(56) En la conclusion del Tratado.
\
s - --- - . " - - 37
ete Escrito para averiguar su Autor, y de recopilar
los tetimonios de los jesuitas, que han confesado
de buena fé, que fue AMariana, autorizando el cómo
ha pensado en ete punto la parte mas sana de la
Compaña, los coetaneos, los hombres mas hábiles,
y mas intruídos en la Hitoria literaria de eta Repú
blica famosa, Verdad es, que aunque cada una de
las especies propuetas no haga por sí sola una impre
sion tan viva, que convenza à todos, unidas todas,
forman un cuerpo de pruebas indisoluble, que cons
tituyen una demontracion hitórica.
¿Pero quál es el fruto de tantas combinaciones,
y textos? Qué triunfo se consigue en haver conmba
tido algunos Apologitas poco intruídos , y muy
apasionados, enervando sus fuerzas, y detruyendo
sus ataques? Que Mariana fue Autor de ete Dis
curso. ¿Y quién fue AMariana? Qué mérito adquie
re la obra con su autoridad? Qué fuerza puede ha
cer su deposicion para desquiciar las columnas, y
dár en tierra con todo el edificio? Qué Archimedes
es ete, capáz de commover el mundo, y de opo
nerse solo à todo el poder de los Romanos?
Ete es un problema de cuya decision depende
en gran parte la etimacion de eta obra, y los que ha
vian de persuadir à todos el carácter de ete célebre
jesuita Español son los que mas necesitan el con
vencimiento. Eta es la Provincia que hay que con
quitar unos pocos rebeldes, que rotos los víncti
los de la ley , y del amor fraternal, han conspira
do contra un Ciudadano respetable, queriendo eta
blecer en su República la ley del Otracismo. Un
hi
38
hijo ilutre debe ser el homór, y las delicias de una
Madre perspicáz, y de unos hermanos, à quienes no
ciegue la embidia , y el interés para sepultarlo en
una sima, quitarle la honra, y reducirlo à un eta
do el mas infelíz. . l
. . . . ... -
ºs
al
:
Ao
, para la Religionº sin poder ponerse otra excepcion
á su alabanza, que no haver sentido, como correspon
dia, de su intituto, y leyes , y haverse atrevido à
escribir lo mismo que juzgaba, y no le halló otro
lunar para colocarle en la série de los Hombres mas
insignes de la Provincia de Toledo. No sé con qué
Telescópio descubrió eta mancha aquel Romano
erudito, y todos saber que son freqüentes los enga
ños que padece la vita en el examen de los atros,
y que suele reputarse por mácula un piélago en que
se recoge mas porcion de rayos luminosos.
Burriel fue de dictamen (62), que la Provincia
de Toledo tuvo pocos hombres mayores que AMa
riana, y que fue mal pagado de los Etrangeros, à
quienes enseñó en Francia, Italia; y Sicilia; Huylem
broucq tuvo (63) à Mariana en la República de las
Letras
virtud,por Individuo del etado noble, adornado de
y piedad. X
- - - - - OS .
Prº
Yá.
52 -
* - . - 55
nes apocriphos, manifetó etár muy ditante de una
fuente tan immediata, sin que ofuscáse su vita pers
picáz la erudicion selecta, el amor á la Patria, ni el
ser hermano del Padre de aquellos montruos escan
dalosos. El Padre Thomás de Leon es un teftigo fi
dedigno de eta verdad (96); y la edicion del año
de 16o8. de la Hiftoria de España, es un documen
to jutificativo. El Autor de la Corona Gótica no fue
tan escrupuloso, y su hidropesía por las glorias de
España le obligó à beber de qualquiera fuente, y
asi no es etraño censuráse à quien no symbolizaba
con su conducta. AMayans hizo la Apología de Ma
riana, y le vindicó de las calumnias de Saavedra, y
AMendoza (97). -
(98) 2.2. que ft. 1o. art. 1o. quaft. 12. art. 2. quaft.
42. art. 2. queft. 6o, art. 6. quat. 69, art. 4 quaft. 1o4
art. 6. lib. 2. Sent. dift. 44. art. 2. opus. 39. lib. 1. cap. 6.
Es importantisimo no dexarse seducir de la autoridad
extrínseca; pues aunque un Doctor sea un Santo es un
hombre :eto es lo que Muratori repitió várias veces, vin
dicando á San Aguffin. Aquella antorcha de la Theología
no lo iluminó todo con igual claridad; dexó obscuros al
UnOS lugares , y fue capáz de producir humo que ofusque
E
(1 o4, 1 o 5 1 o6 , ) Vease la Nota 6.
(1o7), Eleuth. Huff. Controv. de Div. Grat.aux, lib.2.cap. 21 -
(Io8) Vease la Nota 6.
H3
62
El Padre Huylembroucq asegura, que la Inquisi
cion de España condenó ete Discurso (1o9), y el
Padre Burriel, que havia leído su Apología contra
la Tuba Magna, y examinado el lugar de Andrade,
y etaba empeñado en buscar sendas nuevas para con
tradecir el Discurso, y vindicar el honór de la Com
pañia, no pensó en valerse de tal prohibicion, siendo
asique era el medio mas oportuno para responder á
los Seglares, que es lo que él pretendia (11o), ni hizo
memoria de tal cosa.
Lo cierto es, que en los quatro Indices que havia
publicado la Inquisicion de España en los años de
1632 , 1638 , 164o, y 17o7, quando el Padre
Huylembroucq dió à luz sus Vindicias en el año 1715,
no se halla prohibida la obra impresa; y ete es un
convencimiento authéntico de su falsedad.
Si la Compañía tenia tanto empéño en que se des
cubriese la verdad, y se conserváse su honór à el cuer
po, y à un individuo, º por qué no dió à luz la obra
verdadera, para que comparandola con la etampada
en Burdéos, todos advirtiesen la diferencia, y se hi
ciese pública la Apologia , como la acusacion?
No dúdo, segun la práctica de los jesuitas, que
nos refiere el Venerable Palafox (1 1), y es notoria
à todos, que etos Padres harían delacion al Santo
Oficio, de que se havia publicadouna obra apocripha,
que
—-s
* - .
76 -
S"C/.
7
SUPLEMENIO.
ONThomás Tamayo de Vargas fue amigo ínti
mo del P. Juan de AMariana, y para dár un tes
timonio de eta amitad, escribió la Defensa de su
Hitoria de España contra las Advertencias que se
imprimieron à nombre de Pedro AMantuano, y siem
pre que tuvo proporcion en sus escritos, procuró elo
giará ete célebre fesuita, y dexar un monumento de
su inclinacion à su persona. -
DIS
DISCURSO
DE LAS COSAS
D E L A
C o M P A N I A.
- P O R
E/ P. jfuam de AMariama.
ARGUMENTO
DE ESTE TRATADO.
L 2 Ade
82.
92
dificultad el yerro se repára; à la manera
que una casa al principio mal trazada, ö mal
cimentada, por mas que despues la mu.
den, y desenvuelvan, nunca del todo se
repára el primer daño. Peligro que obliga
a los que fundan de nuevo, a ir con mucho
tiento, y arrimarse, en quanto ser pudiere,
à los antiguos 5 à lo menos, llevar siem
pre la sonda en la mano para no dár en al
guna roca ciega, ò en algun bagío donde
se rompa el Navío, y todo se pierda.
15 Para entender mejor eto,considé
ro yo, que muchas Religiones se han levan
tado en la Iglesia en diversos tiempos, to
das con grande fervór, y no menor que la
nuetra: de étas, unas se han conservado
largo tiempo: otras se etragaron breve:
creo yo, que la causa de eta diferencia fue
acertar las unas en su Gobierno , y echar
por buen camino ; y las otras por otros
senderos, en que se perdieron. Añado, que
entre las Religiones que han seguido diver
so camino del nuetro (que han sido todas
- de
93
de las que noticia se tiene), algunas se han
conservado, y aun muchas; mas no veo
que tengamos noticia alguna, siquiera
de una, que haya acertado por el camino
tan particular como nosotros seguimos:
que si alguna lo probó (como pudo ser, y
de ello tenemos ratros), todas , sin faltar
alguna, lo dexaron, y tomaron otro dife
rente; lo qual no se dice para poner dolen
cia en eta manera de vida, sino para adver
tir que debemos proceder con recáto , sin
arrojarnos à pensar, nià decir, que en todo
acertamos, y que en ningun punto de buen
Gobierno hemos errado.
De los ESTUDIANTES.
4-7 N los Etudios de la COMPAÑA
considéro tambien muchos
yerros, y algunas faltas notables. Diré
primero de los de Humanidad, despues de
los de Artes, y Theología. Hanse encar
gado los nuetros de enseñar las letras de
Humanidad en los mas principales pueblos
de España; asunto, sin duda, de conside
racion, porque con ellas la tierna edad de
los mozos se encamina a toda virtud , y
Q_ de
2, O
Q2 Al
I 2, 2,
S 2. CA
138
CAP, ITULO VIII.
.
El
1 42
8o El remedio era hacer lo contrario
de lo que se hace en todos los puntos de
suso tocados, que ni Legos adminitrasen
las haciendas, aunque no fuese sino para
apocar ete número. En solo el Colegio de
Alcalá me certificó uno de etos Herma
nos, que para el gato, y el edificio que
traen, andan seis de ellos ocupados en solo
la procuracion de la hacienda, y es grave
daño. Sería asimismo un grande arbitrio,
que el vetido fuese mas moderado, y en
muchos remendado; porque además del
ahórro, la gente se movería à ayudarnos,
que el vetido pide; y al contrario, el buen
vetido dáà entender no hay necesidad; y
que las limosnas serían mejor empleadas
en vergonzantes, en descalzos, y Hospi
rales. No puede pensarse lo que por eta
causa se nos vá de las manos, y echa por
otro camino. Algunos tendrian por acer
tado que la COMPASA se ayudáse de sem
brar, y plantar viñas, y criar ganados.
Ofreceseme en ete punto, que los Hidalgos
quan
M
En
1 48
89 En la grangería de las viñas no
sé qué decir, sino que los herederos de
Toledo venden el vino un tercio mas que
por toda la tierra; sin embárgo, ninguno
vemos rico por ete camino. Quexanse de
que la mayor parte de lo que se coge, se
gata en las labores, que por terceros siem
pre son muy caras, y à nosotros forzosa
mente, por las razones yá dichas, nos etará
por mucho mas. Por concluír: Quando no
fuera muy claro que las grangerías no son
de tanto interés, no fuera mas acertado,
que entre tantos pareceres diferentes, los
nuetros se arrimáran al que vá mas apélo
de su Intituto, de la modetia, y de la hu
mildad, y aún de la quietud, tan necesaria
para otros miniterios de menos pelígro , y
de menos ruído?
CA.
1 49
CAP ITULO X.
De la MO 5NCARCHIA.
9O Lº¿ hemos à la fuente de
nuetros desórdenes, y de los
disgutos que experimentamos; SINGULA
RIs FERUS DEPASTUS EST EAM. Eta Monar
chía, à mi vér, nos atierra, no por ser
Monarchía, sino por no etár bien tem
plada. Es una fiera que lo detroza todo,
y que à menos de atalla, no esperamos
sosiego.
9I Nuetro Fundador, en la forma
de nuetro Intituto, y vida, que año
de 154 o presentó à PAULO III. de buena
memoria, templó eta Monarchía de suer
te, que las cosas perpétuas se etableciesen
en Congregacion General 5 y las ordina
rías, y temporales, por los que se halla
sen presentes, donde efluviese el Ceneral;
lo uno, y lo otro à mas votos.
9 2 Mas en la que se presentó à JULIO III.
a Il O
1 5o
año de 1 5 5o, ete segundo punto se mu
dó de suerte, que en las cosas de no tan
to momento, y temporales , quedáse
todo à la libre disposicion del General. De
bió de experimentar algunos inconvenien
tes en atar las manos al General ; mas no
vió los que despues han resultado de de
xarle el Gobierno tan suelto, que no dúdo
de su prudencia, y santidad, sino que lo
volviera à la primera traza, como mas se
gura, y mas libre de inconvenientes.
9 3 Grandes disputas hay entre Filo
sofos sobre qué género de Gobierno es el
mejor, si el de uno, ó el de muchos. Hay
razones por la una parte, y por la otra.
Por el Gobierno de uno , que llamamos
Monarchía, la paz, la fuerza, que es ma
yor quando éta etá mas unida. Por el de
muchos, la prudencia; que vén mas qua
tro que uno : menos pasion 3 que es mas
dificil sobornar a muchos, que à uno;
ni alterarse ellos con aficiones, que es la
pete en todo Gobierno. Concluyen, que
«, - la
I5I
la Monarchía es mejor Gobierno, à tal que
se ayude del de muchos, en lo que le hace
ventaja. Asi, que el consejo, la determis
nacion ha de ser de muchos 5 pues sobre
pujan en entereza, y en prudencia: la exe
cucion de uno, porque tiene mas fuerza,
y mas union. - -
CAP I TU LO XI.
- De la juficia.
... I O4. Ucho temo que otra comun
raíz de los disgutos, y de
los desórdenes, yá dichos, es la falta de
jufticia, que poco à poco, con diversas
colores, se ha apoderado de nuetro Go
bierno, de tal guisa, que, como mal hu
mor en el cuerpo, es causa de tantas bas.
cas, y malos accidentes. Cosa averiguada
es, que ninguna Congregacion se puede
conservar sin juticia, aunque sea de la
drones la junta ; y no hay duda que en
toda Congregacion se deben las honras
repartir conforme á las partes, y méritos
de cada qual; y que la COMPAÑIA no es lí.
bre de eta ley, y obligacion, por ser
natural.
1 o 5 Item : Que los cargos , y go
biernos en ella, son honras: que no po
demos mudar la naturaleza de las cosas:
que
16I
que sieto es ansi, cada uno vea sieta juti
cia ditributiva se guarda, ó no. Los ofi
cios se reparten entre muy pocos : unos
son veinte, y treinta años Superiores;
otros, que al comun parecer, no tienen
menores partes, exclusos para siempre,
con diversas colores. -
CAPÍTULO XIII.
TDe las SINCDICACIONCES. , , , ,
- CA
r.79
C Ap ITULO XV. f
187
la CoMPAÑIA. Tampoco debemos preten
der que el derecho de la defensa en pala
bras, y obras, efiá quitado a los Religio
sos, por ser natural; a lo menos, no será
facil cosa persuadirlo a los particulares.
14 o Demás de eto (que es la sexta
razon) en la COMPAÑIA pueden resultar da
ños que se rennedian mejor por la via de
la Congregacion , que del General, por
mucha autoridad , y mándo que tenga.
Veráse eto, si consideramos que los daños
que hay, ô son personales, ó reales. Si
personales, el General no se atreve por no
se desabrir, y hacerse odioso: en que se
podria decir mucho de lo que cada dia se
traga, y disimula, y lo poco con que los
Superiores salen. La Congregacion puede
resolver , y remediarlo , porque no tiene
necesidad de ganar las voluntades de los
Subditos; que como son tantos los Con
gregados, de ninguno se puede el particu
lar quexar. Sin duda, que a veces hay tales
montruos, que (como dice SENECA à
s, l Ys.
otro
-º s.
188
otro proposito), no batan para acomete
llos las fuerzas de nadie, si no se juntan con
tra los tales legiones enteras de Soldados.
141 Si los daños son reales, yo quie
ro probar que el General nolos remediará.
Claro etá que en lo que ordena piensa
acertar. A ete su parecer se llegan algunos,
porque sienten lo mismo 5 otros por no
tener pecho para decir lo que sienten; y
aún otros para adularle (que es una mala
dolencia, y se entiende anda muy dentro de
ete Gobierno). Todos etos, por fuerza, ha
rán mayor número, y cuerpo que los que
se atrevieron à contradecirlo. ¿Pues cómo
querrá el General volver atrás de lo que
juzgáre por bueno, si vé que se le arriman
los mas? Antes à los otros los tendrá por
inquietos, y perturbantes, y los tratará
como à tales. Asi, que los males no ten
drán remedio, si no se acude al de la
Congregacion.
1 42 La septima razon sea : Que la
Congregacion tiene poder para muchas co
- SdS,
189
sas, para que no le tiene el General, como
para mudar Contituciones, si fuere con
veniente. Que no es buen lenguage, ni
decir que se han de mudar facilmente, ni
tampoco decir, ö porfiar que no se debe
mudar ninguna. T tan nuevo lenguage es
el uno, como el otro. Y quántas etán yá al
teradas . Lo peor que es sin autoridad. Mu
dar los Asitentes, deshacer los Colegios,
pertenece asimismo à la Congregacion.
Ete poder es bien que le haya à ciertos
tiempos en la COMPAÑIA 5 porque tales co
sas se pueden ofrecer, que fuercen à usar
de él en tal caso, ô padecerá la COMPAÑIA,
ò será forzoso hacer recurso a su Santidad,
cosa que siempre se ha tenido por dañosa,
por la consequencia de que los particula
res tambien acudan 3 camino por donde se
podian alterar puntos muy subfanciales.
143 La octava razon se toma de par
te de las mismas Congregaciones; para lo
qual presupongo, que asi como las Con
gregaciones sosegadas serán (à lo que sos
-
- pe
1 9o
pécho) de provecho, asi las encontradas
son muy perjudiciales ; que como mons.
truosas páren montruos, como (mal peca
do) se ha vito, y no se puede negar. Presu
pongo otros que las Congregaciones se ha
cen, ó para eleccion de General, ö para
otros negocios, y ocurrencias. Si para la
eleccion, en ellas de ordinario se encuen
tran los votos sobre la eleccion, como se
viò en las Congregaciones tercera, y quar
ta. Si para negocios, y no hay tiempo de
terminado por ley, acudirán à la fuerza,
como en la Congregacion pasada, que por
voluntad del General nunca parece se jun
tará. Y asi, forzosamente siempre parece
havrá encuentros, sino es que etén seña
lados sus tiempos, y que con suavidad
quando llegaren los plazos se junte la
COMPAÑIA de suerte, que para paz, y sosie
go de las mismas Congregaciones es for
zoso que de una vez se tengan sus tiempos
determinados, en que se junten, y hagan.
144. La nona : En la COMPAÑIA hay
que- -
19 1
CA
197
CAP I T UL O XVI.
CAPITULO XVII.
T)e la E L E cc IO NC de los
SUPERIORES.
I 53 Iversas veces se ha tratado,
que es importante en toda
Comunidad huír cosas odiosas : NéQUA
RA
2 o 4.
RADIX AMARITUDINIS SURSUM GERMINET, ET
PER EAM COINQUINENTUR MULTI: porque à
largo andar, los desabrimientos continua
dos páran en motines, y en revueltas,
conforme aquello : CONCEPIT DOLOREM,
ET PEPERIT INIQUITATEM. Al contrario de
eto hállo yo que en la COMPAÑIA hay otras
raíces de amargura: para las personas gra
ves la provision de los Oficios, que no se
hace con la satisfaccion que han meneter:
para gente moza las Profesiones, piedra en
que muchos tropiezan. Tratarémos prime.
ro de los Oficios en que hállo yo muy no
table daño, que se comenzó en tiempo del
Padre EVERARDO, y se continúa en tiempo
del General presente.
1 59 Fiados en que la obediencia ha
de ser ciega, y que se debe obedecer à qual
quier Superior por etár en lugar de Dios,
y por respetos que yá quedan apuntados,
han encaminado el Gobierno de suerte,
que sin embárgo de que la naturaleza en
seña que el docto debe gobernar al que es
lgº
2 o5
ignorante, el viejo al mozo, y el hom
grave al que tiene pocas partes, el noble al
que no lo es, de ordinario han seguido lo
contrario; que han pueto en el Gobierno
gente moza, de muy pocas letras, ó nin
gunas, y de partes en todo muy medianas.
Ete desorden no puede llevarse adelante
por ser violento; ni el aceyte puede etár
debaxo del agua 3 ni puede dexar de dár
pena, y llevarse mal que el que es menos,
se anteponga à los que son mas 5 en que
hay otro inconveniente: que como quiera
que las letras son lo principal que hay que
gobernar fuera de la virtud , andan por
fuerza à tienta paredes, haciendo las cosas
al revés, ö por informacion de otros, que
no haya miedo que la tomen de los mas
doctos, que antes los temen, y se apartan
de ellos. -
C A P I T UL O XVIII.
De las PROFESIONES.
I 68 A otra raíz de amargura para
la gente moza, son las Pro
fesiones, que no parece sino que el De
monio ha derramado por los corazones,
en lugar de la dulzura que teniamos, un
acivar muy amargo. Porque lo primero
hay muchos Grados en la COMPAÑIA, cosa
que no hay en Religion alguna: unos son
Profesos de quatro votos: otros de tres:
otros Coadjutores Espirituales: otros Tem.
porales, que es el quarto Grado. Etas
diferencias tan grandes podianse llevar
entre pocos quando la COMPAÑIA era toda
como una Casa, y el Superior gobernaba
CO
2 I 3.
2 14.
desasosiegan con el exemplo à los de den
tro: si no los proveen, mueren de hambre.
El quarto de engaños, que algunos en
tran en la Religion para comer, etudiar,
y salirse al mejor tiempo à pretensiones
seglares; dáño que cada dia se aumenta
rá mas. El quinto de quexas ordinarias,
que se procede en eto con aficion, y que
hay aceptacion de personas. Cada dia ete
punto se hace mas áspero.
17 2 Al principio con pocos años
se daba la Profesion, y aún rogaban con
ella. Al presente acaece etár uno veinte,
y treinta años en la CompaÑia , y no se la
dán. A cada uno parece que no es me
nos que su compañero; y no hay marca
con que eto se mida, y que se guarde
con todos. Por lo que dicen que para la
Profesion de quatro votos, es meneter
que las letras sean aventajadas , ni anti
guamente se guardó, ni hoy con mu
chos se guarda, que se pudieran aqui nom
brar, y señalar con el dedo. A cada qual
. pa- -
2 15
parece que sabe lo que bata, y que no tiene
menores partes que el que adelantan. Con eto
se persuaden que no es falta suya el no admi
tirlos à la Profesion, sino porno tener amigos.
17 3 Temo grandemente que los incon
venientes que resultan de eta desigualdad en
las Profesiones, han de aumentarse de suerte,
que nos quiten la libertad de despedir los su
getos que los Superiores tienen por tantos
años, y que nos abreviarán el tiempo, y lo
reducirán à alguna uniformidad mayor que la
que al presente usamos. Muchas trazas se han
dado para acertar en eto.
174. Yo sería de parecer que en ete pun
to se diese mano à las Congregaciones à la
manera que se dixo de las Elecciones de Supe
riores, que de eta suerte el ódio y amargura
de los particulares no cargaría sobre el Gene.
ral y Provincial, que deben tener antes à los
Subditos muy sabrosos. Y ete punto de las
Profesiones tan importante y subtancial de
nuetro Intituto se podría llevar adelante sin
violencia ni porfia, y aún el acierto en escoger
- Ee - los
2 I6
los mejores sin duda sería mayor, por ser las
personas de la Congregacion ó por ella señala
das las mas antiguas y mas graves. Conque fi
nalmente, se escusaría un tropél de informa
ciones, que ván por el ayre à Roma, de tan
tas particularidades, y con tales interrogato
rios, que esgrima ponerse à responder, ni es
cribir sobre cosas semejantes: que aún mas pa
recen infamaciones de sus contrarios, que in
formaciones caritativas.
CAPITULO XIX.
De las Leyes. .
etár en las Casas por ser ellas pocas (en que sin
duda se echa de vér, que ete cuerpo etá no
tablemente mudado), que los Rectores de los
Colegios sean Profesos º Allegase à eto que
siempre nos hemos apartado de lo que las de
más Religiones hacen; como quiera, que fue
rajutonos ayudramos de su experiencia, y
advirtieramos que ellas tambien debieron de
considerar, y aún probar los caminos que lle
vamos, y los dexaron por tropiezos que en
ellos experimentaron.
181 De aqui viene que toda la vida se
pasa en pruebas. Ni tenemos las cosas asenta
das, ni sabemos adminitrar las haciendas ni
queremos aprender: que la misma muche
dumbre de leyes es ocasion de eta variedad,
porque casi en todas se dispensa, no solo por
el General, sino por los otros Superiores. De
más, por reducirse todo à una cabeza (que es
parte de la Monarchía), como los juicios son
diferentes, hoy anda el Colegio de una color,
mañanala Provincia de otra; hoy de verde, ma
ñana deroxos bien que de presente no es era
y - d
2, 2, I
- -- Ff La
2 24.
1 8 5 La importunidad de la gente es
mucha; y como nos ayudan con sus limosnas,
quieren que en todo les ayudemos. En sus ca
samientos; en hacerles sus tetamentos; en fa.
vorecerles en sus pretensiones con Señores; en
sus pleytos, y travaqüentas con losJueces,hata
en proveerles de regalos, y de las cosas necesa
rias para sus casas nos ocupan.Es cosa maravi
llosa lo que cargan. Sospécho que algun dia
querrán les sirvamos de Mayordomos, si yá
no se hace, y hacer de Cocineros, y Barrende
ros, con decir que son obras de piedad, con
que los nuetros se asegláran, y andan mas de
lo que sería razon fuera de Casa, lo mas ordi
nario ocupados en etos negocios de amigos, ó
parientes, ógente que se nos encomienda.
18 6 El abúso pasa tan adelante, que á
título de Confesores, muchos Señores, asi
Eclesiáticos, como Seglares, traen tras sí, y en
su compañia, y adonde quiera que ván, per
sonas de los nuetros, no de otra suerte que,
si fuesen sus Capellanes. Vanlos á confesar à
sus casas à ellos, y à su gente, y á decirles
- Mi
2. 25
Misa en sus Oratorios, sin otras cosas en que
se sirven de ellos. En sola la Corte de Valla
dolid deben de ser mas de doce Padres los
que en eto andan embarazados. Puede sospe
charse que eto procede mas pervia de etado
para autorizarse, que de devocion, fuera del
barato; que sin duda cueta menos que si de
alguna Universidad traxesen alguna persona
grave para servirse de ella.
1 87 Deaqui proceden negociaciones no
muy decentes; atrevense algunos de etos Pa
dres con el favor que sienten en etos Señores
Penitentes, à hacerse poco observantes, y aún
hacer punta á sus Superiores, como cada dia
se experimenta. PLUTARCO hace un tratado en
que prueba que los Filosofos deben tratar
con los Principes 5 mas la demasiada comuni
cacion, ningun hombre cuerdo la aprueba, ni
aprobará. La Religion de Santo DOMINGo
debió de sentir ete desorden á los principios,
que forzóá hacer en un Capítulo General un
Decréto, que ninguno de aquella Religion
pudiese seguirá ninguno de etos Personages.
--- F f2 Creo
226
Creo yo que la COMPAÑIA se verá en la misma
necesidad, y aun de quitar al General la auto
ridad de dispensar en eta parte. -
3 Es UITAS ESPAÑOLES
Q U E CON CUERD AN CON
JM A R / A NA.
seº -
CA R. T A
Del P. Pedro Rivadeneira a su General
Claudio de Aquaviva, en que trata de
vários desórdenes de algunos Jesuitas:
de la pretension de separarse del Gobierno
de Roma: y sobre las Sindicaciones, y
Elecciones de los Superiores. a
-
JHS.
PAX CHRISTI, &c.
H Aviendo yo los meses pasados escrito à V. P.
tantas cosas como le he escrito, y dado un memorial
Gg lar
2 32.
largo al Padre Deza de las cosas que me pareció de
bia por su médio representarle, y teniendo allá al
mismo Padre Deza, y á los otros Procuradores para
informarse de ellos del etado de etas Provincias,
creía que bataba eto para escusarme de escrebirle, y
cansarle con cartas, como me parece lo debriamos
hacer todos quando no hay cosa que oblígue por
obediencia, ó por caridad; y cierto, yo me havia
determinado de no escrebir á V. P. por etos respetos
cosa particular de pesadumbre, y cuidado; pues lo
que he escrito en general, y la informacion particu
lar que havian dado los Procuradores, entendia que
era batante para que enterado V.P. de todo lo que
hay por acá, ordenáse en eta ocasion, y trabajo en
que etamos , lo que para nuetro bien , y de la
Compañía juzgáre mas convenir. Pero despues mi
rando mas en ello, y encomendandolo á nuetro Se
ñor, he juzgado debia decirle lo que diré aqui. ... por
ser de la importancia que es, y en la ocasion que es,
y que me corria obligacion forzosa de hijo de V. P.
y de nuetro Santo Padre Ignacio, y de la Compañia,
el escrebir llana, y claramente, lo que veo, y sien
to, y oygo decir, no á quien quiera, sino a los Pa:
dres de los mas graves que tenemos en España. El
azote que el Señor nos ha dado etos años (como
tengo escrito à V.P.) entiendo que es de Padre amo
roso por nuetros descuidos, para que la Compañía
vuelva en sí, y se reporte hafta que hagamos eto
no creo que se mitigará la tormenta; y si se mitigare
en lo exterior, siempre quedará lo interior turbado;
y si faltáre éta, se levantará otra. Deséo en gran nC
ma
2 33
nera, que todo el cuidado principal de sus Minitros
fuese el de V. P. y se desvelasen en procurar que en
la Compañía haya virtud, y disciplina religiosa, y
observancia de nuetro Intituto. Eto no me parece
que se hace aqui por las cosas que oygo (que por
mucho que me retiro, no puedo dexar de oír algu
nas) : cinco meses etuvo aqui el Padre Oléa ete
verano, pleyteando por una sobrina suya, contra el
Monaterio de los Angeles, que es de Monjas de San
Francisco , fundado de Doña Leonor AMascareñas,
Aya del Rey, y amicisima de nuetro Bienaventura
do Padre Ignacio, andando de Oydor en Oydor, y
por los Tribunales, con grande nota, y escándalo :
las cosas del Padre Garcés V.P. las sabe, aunque no
sé sienteramente: las de A. y B. tambien; y cada dia
se descubren nuevas marañas, y los que las saben
se maravillan que se tarde tanto en poner el reme
dio; y que si el ponerle del todo es dificultoso, no
se averigüen las cosas, y se quite la ocasion de mayor
peligro, y escándalo. El Padre Alonso de la Paz ha
hecho (à lo que me dicen) para casar una sobrinilla
suya miltrapazas, prometiendo mil y quinientos du
cados de dote, y pidiendo, para cumplirla, à muchas
personas dineros y ropa , y cansando à todos sus
penitentes, que eran muchos, y procurando oficios
del Rey para el marido; y de una pobrecita que era,
mudadole el trage, y dadole Don, y puetola en són
de muger principal, de lo qual hay mucha risa y
murmuracion. Apenas hay aqui Padre, y Hermano
Coadjutor que no tenga la hermana, ô la sobrina, ô
la pariente, y que no se ocupe en acomodarla, y en
- Gg2. pro
2 34 - -
CA
- - 24. I
C A P I T UL O
uy
243
Huylembroucq (1) afirma, que la Epítola de
aquel Santo General no dice tal cosa ; y para con
vencerlo, produce el texto de ella en el idioma
Italiano, segun la edicion Romana del año 16o6,
siendo asi , que la que cita el Autor de la Tuba,
es la del año 161 1. de las Cartas de los Generales,
y à éta debia acudir aquel fesuita para demoftrar
la impotura : pues siempre que las excertas etu
viesen conformes con el Libro de donde se decian sa
cadas, no podia argüírsele al que extractó las expre
siones sobre la ilegalidad. Pero aunque Huylembroucq
se valió de la edicion que no debia, no consiguió
hacer vér aquella falsedad que articuló, y aun pare
cerá à algunos, que el texto Italiano etá mas fuerte,
y que la diferencia que resulta del cotéjo, no toca á la
sutancia, y es muy accidental. No hay mejor des
engaño que el mismo pasage á la letra:
, Ancorche per molte vie, et diverse inven
s, tioni puo mascer la cizania nel notro campo, non
3, di meno una de le principale cagionis" ha di tener
», che sia la poca cura, che si tenesse in non osser
», var lo espirito delle Contitutioni nel riceber de
s» soggietti; per che si in queto se procede con in
2, tencioni diversa , da quello que si ricerca nelle
, Contitutioni, senza duvio , é la porta della
», perdicioni: perche si in cio si havesse solamente ri
», guardo alle letere, ô ad altra habilita, senza con
2, siderar la vocatione, é lo spirito, certamente che
»» Sl
() num. ,y 5.
24 5
, nio, y letras, y à otros exteriores talentos, y do
, nes, vendrá el tiempo en que la Compañía, llena de
2, triteza, y amargura, se mirará abundante de mu
2, chos hombres, pero detituída de espíritu, y vir
, tud; y de ahí se seguirá la ambicion, y se exaltará
2, á rienda suelta la sobervia , sin tener quien la con
2, tenga, y reprima. Ciertamente, si pusieren la vis
, ta del alma en las riquezas y parentescos que tie
2, nen , les hará vér su entendimiento, que abun
2, dan de parientes y riquezas; pero que etán
2, necesitados y vacíos de virtudes sólidas y dones
,, espirituales. Sea éte nuetro primer cuidado
, consejo, y lo primero que se escriba en el Libro,
», como suele decirse, no sea que finalmente enséñe
», en algun tiempo la experiencia, y ojalá no lo hu
», viera yá enseñado, lo que el entendimiento con
», cluye ahora por demontracion,
CAR
2 46
C. A. R. T A
--
(4) joan. 9.
2 52
, para condenarlo. Tal ha de parecer en tu Tribu
, nal, y Juzgado, qual tú conoces que es en su vida.º
Pero como ete cobarde Presidente se persuadió, que
el condenar al suplicio, ô no condenar, dependia de
la voluntad del Juez, y no de las culpas del acusa
do, por complacer al vulgo hizo morirá un Dios en
una Cruz: Tua, Pilate, voce contringeris, tua dam
maris sententia. Pro potetate igitur, nón pro equitate,
crucifigendum Dominun traidiii : Mala potetas,
licere quod nocet. Potetas ita tenebrarum et, verum
mon videre, sed spérnere. A tales despeñaderos se
arroja el que dá pareceres, ó firma sentencia, no
conforme a los méritos de la causa y personas, sino
llevado del ímpetu de sus afectos particulares.
Y nadie se déxe engañar pensando,que es exagerado
imposible decir, que se repite la montruosidad del de
lito, que fue dár à Dios la muerte por la falsedad de
sus informaciones; porque no negando la gran dis
tancia de tan atróz sacrilegio, todavia la poca since
ridad de nuetros pareceres puede ser perjudicial à
toda la Religion tanto, que por falsas relaciones se
incorpóre con nosotros un Aspid, en vez de una Pa
loma; ô se contituyan por Patores de los Corderos
dedicados à Dios, los que son indignos de contarse
en el número de su Rebaño. Y lo que tengo dicho
del que introduce para los Grados, y para los cargos
à los que no son verdaderos hijos de la Religion,
sino intrusos, agenos de toda piedad, con mucha
mas razon lo digo de los que arrinconan à los verda
deros hijos de la observancia, y à los hombres que
Dios ha dotado de talentos y cotumbres
CS,
2 53
bles. Todos, pues, conspirando con el Apotol à la
ruína de los perezosos, y al aliento de los fervoro
sos, hagamos frente contra ambiciosos, que tienen
cara para pretender arrebatar los puetos que no me
recen, introduciendose à la sombra de los humildes
que se retiran de las honras, y Cathedras; y diga
mosles à voces : Non possumus aliquid contra veri
tatem (5). Chancelémos con santa indignacion aquel
tan repetido proverbio de Poètas Gentiles, que bla
sonaban, que de un mismo tronco rudo igualmente
se podia formar un Cesar reynante, ô un rútico tra
bajador, por solo el antójo del Entallador. Conoz
case con las obras quan al contrario sucede à las Co
munidades bien gobernadas , donde el buen sem
blante del honór, ô el malo de la confusion, se ori
gína en la buena, ô mala calidad del tronco de que
se forma, sin dependencia del favor, ò disfavor del
que gobierna, ni del que escrive. Persuadanse todos,
que entre nosotros no havrá cosa que no consiga el
que viviere con pureza de Angel, y fervor de Apos
tol; y al contrario, el transgresor de nuetras leyes,
y el que hiciere una vida tibia y relaxada se lamen
tará como olvidado en los rincones de nuetas Ca
sas, mortificado con el freno de la disciplina religio
sa, sin salir al lucimiento de los cargos. Necesitémos
à todos los hijos de Ignacio à que etén persuadidos,
que en la Compañia fundada del Santo, etá en la
mano de cada uno ser tal, qual quisiere ser, lo qual
SC
... =-
(5) 2. Cur. 1 3. 8.
2 54.
se conseguirá, viendose que las ocupaciones mas luci
das han de ser perpétuamente proprias de los mas
aprovechados en el espíritu; y que cada uno gozará
la amenidad de una dichosa sombra, y los júbilos de
una perpétua paz, conforme fuere el cuidado de sus
espirituales indutrias ; y de aqui nacerá, que se po
drá decir de nuetros Colegios aquello que se cantó
de la Tierra Santa, reynando Salomón : Habitabat
que fuda, 6” Israel absque timore ullo, unusquisque
sub vite sua, c9" sub ficu sua (6). Nadie tema á los
Superiores , aunque le parezcan autéros, y poco
afectos à su persona; pueto que en la Compañia,
ni aun el que es Superior de toda una Provincia
quiere poder lo que la Juticia no le permite, y que
desarraigando todas sus particulares inclinaciones, y
toda otra autoridad , y valimiento, ha de hacer que
cada uno goce el fruto de sus trabajos, premiando à
los olvidados, cuyas manos halláre llenas de espigas,
y olvidando aun á sus mayores amigos, a los qua
les, ni la corona de la observancia ciñe sus cabezas,
ni el grano fructuoso, sino pajas vanas ocupan sus
manos: Unusquisque sub vite sua, 62 sub ficu sua.
Reposaréis à la sombra de vuetra Vid, de aquella
Vid digo, en que vos mismo por vuetra mano me
tiereis la hoz de la mortificacion de vuetros sentidos,
y cumplimiento de vuetras obligaciones ; no de
aquella que fuere beneficiada, y cultivada para vues
tras proprias conveniencias con patrocinios, y favo
reS
- () Matib. 16.28. -
- - - Kk
2 $6
do las fórmulas que para ete fin se han dado en pun
to de tanta importancia, latimaba y hería en las
entrañas al Intituto de suerte, que no sé yo como
se podria decir seguramente, que dado caso que pe
cáse, no cometia grave ofensa de Dios. Todavia en
aquellos tiempos pasados nos descartabamos con mu
cha facilidad del Profeso que nos era de carga , pa
sandole á otra Religion, y las otras Religiones le
abrian las puertas para recibir al que salia de la nues
tra, pareciendoles que ganaban un sugeto yá hecho
de excelente educacion y letras. Y de aqui sucedia
freqüentemente, que con alegre música de órganos, y
con públicos panegyricos hechos en alabanza del que
recibian, declaraban al Pueblo quánto perdia la Compa
ñía en privarse de un Sacerdote tan etimable, y quan
incomparable merced les hacía Dios en concederlo à
su Religion. Pero andando el tiempo, etos mismos,
por la mayor parte (exceptos unos pocos, que con la
virtud subieroná grandes puetos), haviendo salido
allá inquietos, desconcertados, ambiciosos, altivos,
despreciadores de otros, tanto quanto llenos de pro
pria etimacion, nada aplicados al Coro, autores de
novedades, censuradores de sus Prelados , usurpa
dores de las Cáthedras, pretendientes de esenciones,
y al fin, intolerables (como lo eran entre nosotros)
por sus faltas, no dando lugar à la correccion, y en
mienda, etos, digo, han obligado à que las Comu
nidades hayan abierto los ojos à su desengaño; y ā
que advirtiendo, aunque tarde, que nuetros des
echos no son piedras preciosas que puedan coro
nar sus cabezas, sino vidrio fragil, digno de sere O
- 2 57
do con los pies, y que quebrado en nuetras Casas, en
las suyas no sirve de otra cosa que de latimar, y he
rírá quien le toca, y trata, han hecho severisimos
decretos, cerrando sus puertas á qualquiera que dis
gutado de nuetra Compañia, pretendiese ser admi
tido á sus Conventos. De aqui se sigue, que etos
indignamente promovidos á la Profesion, no hallan
do lugar en otras Religiones, por fuerza se han de
quedar en la nuetra con un perpétuo é inconsolable
dolor de quien los ha de gobernar: y de eta suerte
pagamos nosotros la deslealtad de los falsos que los
propusieron por aptos para la santidad de los quatro
Votos, ó à la solemnidad de los tres, conservando
violentamente dentro de nuetras entrañas à quien
contínuamente las despedace y emponzoñe. Bien
saben todos de quánta dicha,y tranquilidad gozaría to
da nuetra Religion, si faltasen de ella unos pocos que
la alborotan. Dos, ó tres á lo mas, en qualquiera
gran Provincia de la Compañia batan para desconcer
tar el sosiego de la paz religiosa, que gozamos con
todos los demás Operarios de ella: y donde aquellos
viven, en un punto alborotados los Colegios, con
vierten la leche en hiel; la union de los corazones en
recelos, y desconfianzas; y el grano escogido de la
simplicidad evangélica en detetable cizaña de caute
las políticas. ¿Y quién fue (perdonenme la indignidad
del término) aquel traydor à la Compañia, aquel
enemigo de nuetra quietud , aquel desobediente al
Santo Padre, que tuvo atrevimiento de representar
por dignos de la Profesion, que tan etrechamente
requiere una evidente virtud , y eminente doctrina,
Kk 2. á
2 58
a unos hombres sin dón de oracion, sin uso aún de
los primeros principios de la humildad, sin respéto
à la obediencia, sin deseo de la mortificacion , sin
guto de la observancia regular, sin zelo de las almas,
sin freno en la lengua, sin caridad en el corazon , sin
puntualidad en las obras; atrevidos en el censurar,
faciles en murmurar, incorregibles de sus faltas, arro
gantes presumidos, tanto que llegan á tener poca es
tima de las mismas Contituciones, y aún á despeda
zarlas, y, si pudiesen, quemarlas? A la verdad, son
muy raros en la Compañia etos tan lamentables, y
perniciosos montruos; pero ( sino queremos, agra
viando al Profeta (8), enlucir por defuera las paredes
hechas de viles adobes , y componer el lecho
regalado al sueño de los perezosos) hemos de con
fesar, con gravisimo dolor de quien sufre semejan
tes hombres, que no son tan pocos, que en muchas
Provincias no haya dos, ó tres de etas calidades que
las inquietan, y con su mal olor las inficionan. Si las
informaciones remitidas á Roma huvieran sido, qua
les debian ser, fieles, significando vivamente los na
turales tan incorregibles, y descarados; y si en el re
tráto de hombres tan llenos de pasiones, y tan faltos
de espíritu , se huviera obrado con los proprios, y
sincéros colores, y dibuxos, ninguno de etos que han
sido incorporados en lo mas íntimo de la Religion,
tuviera ahora el embarazo para ser despedido de ella,
y nos huvieramos descargado de tan duras cervices,
º º. y -
—Y
(9) Apot. 4. 6. - •º
26 1
Dixera yo, que la figura del Sol pueta à la vita del
Divino Monarca, era nmucho mas proporcionada para
significar con los rayos de ete Planeta, qual ha de
ser la perspicacia del que catiga, ó premia. Pero
considerandolo mas, he venerado con sumo respéto
los profundos myterios de etos geroglíficos: pues
siendo, como es, conforme à razon, que el Juez
imíte à tan excelente luminar en la pureza de sus
resplandores, y con la incorrupcion de su sér, no pue
de de ningun modo imitarle en el ser tan comun,
que sin hacer diferencia ninguna, participa sus influen
cias, tanto à las yerbas y plantas venenosas , quan
to à las saludables, y fertilíza igualmente los países
de infieles, como las campañas de los fieles : Solem
oriri super bonos, 67 malos (Io). Eto si bien ensalza
la Divina Providencia , que reservando el prémio
para la otra vida , en éta convida con misericordias
los pecadores à la penitencia, si fuese imitado, cau
saría gravisimo descredito y infamia, no solo á qual
quier gobierno religioso, sino tambien á otro qual
quiera de la tierra, confundiendo sin ditincion en
el prémio à los merecedores de catígo con los dig
nos de corona. Asi el Sol; pero muy de otra ma
nera obra el Oceano: el qual, en las pérdidas de
Naos, retiene en sus entrañas los metales preciosos
de oro y plata, y arroja á la playa las tablas corrom
pidas y los cuerpos muertos; y de la misma suerte
los mares de la India guardan con incomparable
te
(13) In Psalm. 3 5. “.
(19) Cant. 7. 8.
2.74.
lo mas alto de las Contituciones, góce de todo en
buen hora : , y el que negligente y soñoliento se
quedáre al pie de ete verdaderamente arbol de vida,
carezca de todo. Entiendan todos que en la Com.
pañia nada se alcanza por quexas importunas , ni
por cortejos viles, ni por ruegos halagüeños, y que
el gutar de lo mas sabroso de los frutos del Jardin
de Chrito, es prémio concedido solamente à los
proprios afanes y trabajos. Bien quisiera yo que los
Provinciales y Rectores no imitasen à la palma
y à otros árboles fructíferos en una calidad y es,
que aunque al principio niegan contantemente sus
frutos à los perezosos, y que duermen à su sombra,
conservandolos tenazmente unidos à sus ramos; pero
despues quando etán maduros y sazonados los des
piden de sí, y los arrojan à los que etán recota
dos à su sombra. Oh! no permita Dios que los que
antes no hicimos caso de sugetos que nos rodeaban
con agrados y ceremonias, los llenémos despues
de quanto desean. Si no desdice de la grave mate
ria de eta Carta un exenmplo ordinario y muy vul
gar, imítese la llama que corta las alas à la mariposa
que le dá vueltas al rededor. Busquémos à los que
ctán retirados por modetia, ó por humildad y en
cogimiento, y desviemos de nosotros à los que am
biciosamente se nos arriman: digamos à todos: Ego
vinctus in Domino (2o): en la Religion el Superior
no tiene las manos libres al favor, ni para premiar
y - º */ - a
(2o) Eph. 4. I. º
*A - e , , 275
à los defectuosos y ociosos: y al contrario, el obe
diente y rendido puede seguramente aprehender con
los brazos de sus méritos todo quanto nace, y flore
ce en ete mítico paraíso. Quien sube goza con sa
tisfaccion del fruto; quien se queda en el suelo pe
rece de hambre : Ascendam , C2" aprehendam. No
pretendo con lo que he dicho excluír aquella urbani
dad y cortesía usada siempre en todas las Sagradas
Religiones bien ordenadas, que une entre sí a Supe
riores y Subditos con obsequios de voluntad y,
demontraciones de respéto. Antes repruebo suma-.
mente la descortés arrogancia de quien se tiene por
perfecto, quando con una grosería sobervia afecta un
obtinadoretíro de la presencia de aquel que Chrifto le
ha dado por guia Eta fuga es severamente reprehendi
da de todos los que tratan de espíritu, y mas vivamen
te representa à Caín, que vuelve las espaldas à Dios,
su criador, que à foan, que siempre se halló al lado
ó en el pecho de su Maetro. Nadie tema que será
notado de ambicioso, porque le vean usar las aten
ciones de la debida reverencia à sus Superiores; pues
muy claramente se dexa diftinguir la diferencia que
hay entre los agasajos de la caridad y los alhagos del
interés. El amor de hijos los aplica à su padre para
darle alivio y consuelo enmedio de las fatigas del
Gobierno: la atucia política se pone à la vita del Su
perior para salir galardonada. Eta, como cosa intro
ducida y executada de hombres imperfectos y vanos,
se aborrezca y se catígue: el otro, como intimado de
los Santos, y practicado de virtuosos, se foménte, y
se prémie Ningun vínculo mas loable ni mas nece
Sa
276
sario puede fabricarse en el cuerpo de la Compañia
que aquel que une la cabeza con los miembros, y
ninguna division mas perjudicial puede darse en quai
quier compueto que la que aparta la cabeza del cuer
po, Etén muy unidos entre sí los Superiores y los
Subditos, como quiso Jesu-Chrito que etuviesen,
no unidos, sino que fuesen una misma cosa en su
Iglesia los Prelados y los Pueblos, los que guian y
los que caminan á la verdadera Tierra de Promision :
Non pro eis rogo tantum, sed C2" pro eis, qui credituri.
sunt propterverbum eorum in me; ut omnes umum sint
sicut tu, Pater, in me, Gºego in te, ut &º ipsi in no
his unum sint (21). De eta manera etablecidas nues
tras cosas con santos fines y rectas Elecciones, flore
cerá en todas partes la observancia, la inocencia, el es
tudio, la candidéz, el zelo, la mortificacion, el trabajo,
y no echarémos menos ahora la excelencia de virtud
de nuetros primeros Padres, ni los copiosos frutos
que cogieron, ni el aborrecimiento que tuvieron à la
gloria mundana, ni el sumo aprécio de la humildad,
ni la incomparable diadema de perfectisima concor
dia entre sí, que los coronó à todos, y los unió admi
rablemente con Dios. No tengo mas que prometerme
yo, ni que prometer à Vs. Rs. Acábo encomendan
dome en los santos sacrificios y oraciones de todos.
Roma 8. de Septiembre de 1 666. De todos Siervo en
Chrito. = Joan Paulo Oliva. -
-- APUN-,
-
º: , , , , ,,
—
I. a
-
. - º * Pa
2 83
Para tomarles la confesion no les suelen hacer
cárgo de cosa determinada, sino se les manda que
confiesen lo que han hecho; y para sacarles la con
fesion les atormentan de palabra y obra. Juan Solano
afirmó con juramento, que por no confesar lo que
no havia hecho, le amenazaron muchas veces, di
ciendole que havian de hacer en él un exemplar cas
tigo, y que allí le tenian, de donde no havia de sa
lir vivo y á ete fin de que confiesen les dán gran
des ayunos de pan y agua. A Chriftoval Lopez le
dieron por muchos dias un quarteron de pan bazo à
medio dia y un vaso de agua, sin dalle nada à la
noche, y eto duró por casi un mes , hata que
confesó. A Juan Solano por ocho dias se le dió un
quarteron de pan à medio dia , y medio à la noche
con una poca de agua, y despues por tres meses,
ò mas, un poco mas de pan bazo, y una escudilla de
caldo al medio dia, y un ante à la noche con agua,
hata que se levantó algunos falsos tetimonios por
motrar que confesaba.
Ete uso de Cárceles parece contra el espíritu de
la Compañía: en el Can. 31. de la I." Congregacion
se reserva el uso de Cárceles á nuetro Padre General;
y como se ha vito, algunos Rectores prenden sin
aguardar respueta del Padre Provincial, sin haver pe
lígro en la tardanza. Las Contituciones, part. 2.
cap. 3, 5, 6, desean que los que se despiden vayan
mas edificados que quexosos: Conservata (dicen)
- quantum fieri potet, charitate, é9 benevolencia erga
Domum, c2 quanta cum consolatione in Domino fe
rit poterit. La qual no llevarán usandose el riguroso
InQ
28
modo de Carcel que se ha dicho, que excede en par
te al que se usa en los Tribunales mas rigurosos de
Inquisicion y otros. Parece tambien eto contra el
Derecho Natural; porque aunque es verdad que la
Compañia desecha el orden judicial por parecerle con
trario à su espíritu paternal, que pretende usar, con
ete modo de Cárceles se desecha lo que tiene de fa
vorable para el delinquiente el orden judicial , y
abraza lo que tiene de rigór y aspereza. Favorable
es para el delinqüente que se le dé Procurador, Le
trado que le favorezcan, y ayuden : que se admi
tan sus descargos: que él mesmo no sea Fiscál , y
Acusador: que lo que se hace proceda por escrito,
para que él se pueda quexar á otro Juez, si no se
procede bien. Todo eto, que es favorable, no se usa
en la Compañia, y lo riguroso del Derecho se admi
te y usa; qual es: examinar rigurosamente su vida,
apretalle que descubra su delito, ponerle prisiones, &c.
A eto se añade, que à los tales encarcelados les
suelen preguntar los Superiores mas de lo que de
ellos se sabe, ni se les tiene probado , y dan sali
da á eto, diciendo que preguntan, y se lo dicen
como à Padre. Y si eto es verdad que se lo pregun
tan , y reciben como Padre, ¿cómo despues se
desnudan de eta piedad de Padre, y se viten de es
píritu de Jueces, catigando severamente º El cas
tigo de Padre comunmente se ordena para provecho
y correccion del hijo; y por eso suele ser suave, y
no para escarmiento de otros, que el tal suele ser ri
guroso y áspero; y ete catigo de Cárceles que se
usa ahora , no parece se endereza á pose del
C
285
delinqiente; pues ordinariamente le despiden por
miembro inútil, y sin esperanza de enmienda: y si
se endereza à escarmiento de otros, a por qué se
hacen con tanto secreto los rigores que con ellos se
usan, que ninguna otra cosa tanto parece que pre
tenden algunos Superiores, como que no se sepa lo
que con los tales se hace? Y sivá ordenado á escar
miento, yá es señal que proceden como Jueces, y
en tal caso se desea y pide guarden mas el ordenju
dicial de Jueces; pues hacen el oficio de tales.
Es tan bien ete género de Cárceles contra el De
recho Comun: porque las Cárceles inventó el Dere
cho para guarda de los presos , porque no se huyan,
y las que se usan en la Compañía no son para guar
da solamente, sino para catígo; y eto parece mas
contra el mismo Derecho; pues desde el primer dia
que le prenden, comienzan à catigarle con ayunos,
con disciplinas, con quitarle la cama , comida y
vetido: el catígo ha de venir despues de averigua
da bien la culpa, y no se puede decir que etá averi
guada del todo mientras al delinqüente no le han
tomado su confesion, y oído sus disculpas: y des
pues de oído y vito lo que por sí tiene, entonces
viene bien la penitencia mayor ó menor, segun la
gravedad de la culpa, y no que le dén la penitencia
antes de oírle; y á eto se añade, que los tormentos
se han de dár despues de alguna probanza , ó sufi
cientes indicios, y etos tormentos han de ser los que
el Derecho tiene recibidos, y que no dañen la sa
lud; pues á algunos se les dán etos tormentos de
hambre y sed quizá antes de tener probanza, ó indi
- . .» C1OS
'286
cios batantes, y el atormentarles con hambre, y sed,
no etá admitido ni usado; porque es muy riguroso:
porque el que se dá de ordinario á los Seglares dura
pocas horas; pero éte de hambre y sed por dias,
y à hombres robutos y recios tenerles con tanta
abtinencia y hambre, es tormento riguroso, y da
ñoso à la salud, como se vió que Chriftoval, y Solano
ambos enfermaron.
... Es tambien ete género de Carcel y catígo con
tra los Doctores, los quales dicen, que aunque los
Prelados pueden azotar à sus Subditos: pero que en
las Comunidades y Religiones donde eto no se
usa, no puede qualquier Superior usallo, y aconsejan
à los que en eto tienen mano, que no lo introduzgan
en las Religiones donde no se usa. Y si en la Compa
ñia no se ha usado azotar à los Subditos, cómo
puede un Rector por su proprio parecer hacerlos
azotar? -
--- Oo 2. ME
2. 9o
ME MO R. I A L
BE A TISIM O PADR E.
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ENMIENDAS DE ERRATAS,
2. 2 . . .» I94. . . . . . . . . . I95. . . . . . . . .
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I 4-5. . .» 7... proveeho... . . . provecho... . . .
22... . . CternOS. , , , , , , , tºrrenOS, . . . . ,
25o... . I7... juta. . . . . . . ... juxta. . . . . . .
-- -- --
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• • • • º de... . . . . . . ..
2 56. . . . 4. . . que pecase... .. que no pecáse.
26 I. . . . 9. . . COl. . . º e º e e e º Crl. . . . . . . . . .»
279. . .. 19... nunca. . . . . . . , ninguna. . . . ..
293. . . . 2 2, , , 7fC6/55. , , , , , , , recentis. . . . ...,
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