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¡Ánimo, no teman, que Soy Yo!

(Mt 14,24-30)
Inmediatamente después Jesús obligó a sus discípulos a
que se embarcaran; debían llegar antes que él a la otra
orilla, mientras él despedía a la gente. Jesús, pues,
despidió a la gente, y luego subió al cerro para orar a
solas. Cayó la noche, y él seguía allí solo. La barca en
tanto estaba ya muy lejos de tierra y las olas la golpeaban
duramente, pues soplaba el viento en contra. Antes del
amanecer, Jesús vino hacia ellos caminando sobre el
mar. Al verlo caminando sobre el mar, se asustaron y
exclamaron: «¡Es un fantasma!» Y por el miedo se pusieron a gritar.

En seguida Jesús les dijo: «Ánimo, no teman, que soy yo.» Pedro contestó: «Señor, si eres tú,
manda que yo vaya a ti caminando sobre el agua.» Jesús le dijo: «Ven.» Pedro bajó de la barca
y empezó a caminar sobre las aguas en dirección a Jesús. Pero el viento seguía muy fuerte, tuvo
miedo y comenzó a hundirse. Entonces gritó: «¡Señor, sálvame!» Al instante Jesús extendió la
mano y lo agarró, diciendo: «Hombre de poca fe, ¿por qué has vacilado?»
Subieron a la barca y cesó el viento, y los que estaban en la barca se postraron ante él, diciendo:
«¡Verdaderamente tú eres el Hijo de Dios!»

(Mc 6,45-50)
Inmediatamente Jesús obligó a sus discípulos a que subieran a la barca y lo fueran a esperar a
Betsaida, en la otra orilla, mientras él despachaba a la gente. Jesús despidió, pues, a la gente, y
luego se fue al cerro a orar.
Al anochecer, la barca estaba en medio del lago y Jesús se había quedado solo en tierra. Jesús
vio que sus discípulos iban agotados de tanto remar, pues el viento les era contrario, y antes de
que terminara la noche fue hacia ellos caminando sobre el mar, como si quisiera pasar de largo.
Al verlo caminar sobre el mar, creyeron que era un fantasma y se pusieron a gritar, pues todos
estaban asustados al verlo así. Pero Jesús les habló: «Animo, no teman, que soy yo.» Y subió
a la barca con ellos. De inmediato se calmó el viento, con lo cual quedaron muy asombrados.

1.- ¿Te Identificas con algunas de estas citas bíblicas? ¿Cuál es tu tempestad que te hace
sentirte pobre, vulnerable, limitada, o que te causa sufrimiento, tristeza, desesperación?

2.- ¿Qué crees que ha originado la tempestad?

3.- ¿Cómo viven los discípulos esos momentos de tempestad? Y tú ¿Cómo los vives? ¿Qué se
plantean? ¿Qué te planteas? ¿Cómo reaccionas?

4.- ¿A quién acudes? ¿Cómo te sientes?

5.- ¿Qué pasaría si hoy como estás acudes a mí? Yo no soy un fantasma, yo soy TU AMIGO,
TU COMPAÑERO, TU FUERZA EN TU DEBILIDAD, TU RIQUEZA EN TU POBREZA.

Verás que nada es perdido si vives todo conmigo, sacarías


aprendizaje de las dificultades, de los retos, los desafíos, y
desaparecerían tus temores. Pregúntate:

¿Qué puedo aprender de esto que estoy viviendo y que me


está hundiendo?

Quizás como Pedro podrás escuchar que te animo, que no


solo te doy ánimo sino que soy tu ánimo, tu impulso, tu
confianza para vivir la situación que estás atravesando. Yo
puedo quitarte esos miedos que hay en ti, y verás que
cuando conoces al Amor, al que te ama, desaparece todo
temor, toda tempestad, y viene la calma, el sosiego y la paz.
¡Cuántas cosas vengo a INTEGRAR en tu interior
que te hacen zarandear, te hacen estar infirme,
débil, vulnerable! ¿Te sientes hundir? Es por todo lo
que estás viviendo solo (a) porque no venías a mí,
no sabías que YO SOY EL QUE PUEDE, EL QUE
TE CONFORTA SOBRE TODO, TU COMPAÑERO,
TU FUERZA. San Pablo como tú llegó a padecer
tempestades, tribulaciones, zarandeos, toda clase,
pero llegó a conocerme, a convivir conmigo y
descubrió yo soy su PAZ, y la PAZ de toda persona
y por eso podía decir con mucha certeza: CRISTO
ES NUESTRA PAZ.

Hoy puedes decirme como Pedro: ¡Señor, sálvame!


Jesús sálvame, amigo Sálvame, con confianza y yo
al instante te tenderé mi mano que te ha estado
sosteniendo pero tu no lo sabías, yo me acercaré
hasta donde tú estás, para que me conozcas como
el que SOY, porque mi AMOR es todo lo que necesitas. Yo, tu amigo, porque te amo, te enseñaré
a caminar sobre las aguas, la inseguridad, lo inestable, sobre lo que no dominas ni controlas,
sobre lo que te puede estar hundiendo, porque yo vengo a ti, caminando sobre tus aguas. Solo
quien te ama asume tus retos, tus miedos, tus cobardías, tus dificultades y abre un camino nuevo
y seguro.

Pues aunque pases por las aguas, no te ahogarás, porque yo estoy contigo, y yo estaré con
ustedes todos los días hasta el fin del mundo. Me gustaría que hoy puedas pedir también por
esas personas que te vienen a la mente y que por no conocerme también están pasando
dificultades muy duras, porque ciertamente son muy duras, y desde este dialogo que estamos
teniendo nos uniremos a su hundimiento, a sus gritos interiores, a veces al aire, sin saber a quién
dirigirse, a quien gritar, quién les va a escuchar, pero yo inclino mi oído para escucharles, como
te he escuchado a ti, y yo inmediatamente voy a ellos como me he acercado a ti.

Yo quiero subir a la barca de cada persona, de cada familia, de cada país, porque yo tengo poder
de calmar toda tempestad y amainar los vientos en contra, de calmar las olas y de poner PAZ y
serenidad. Si tú me escuchas hoy mismo calmaré tu tempestad porque yo VIVO y YO SOY
JESÚS – SALVA, SOY LA RIQUEZA EN LA POBREZA HUMANA, PERO NO ME CONOCEN.

SI TU ME CONOCES, POR TI ME DARE A CONOCER…

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