Profesor: Esteban Vera Campillay

Escrito con fines académicos y educativos

Cuando el cuerpo se (des)conecta con el cuerpo

Vibraciones, Raphaële Frier

(Editorial Zig-Zag, Santiago de Chile, 2018, 115 páginas)

Para comenzar esta brevísima revisión de la obra, vale comentar algunos puntos
extratextuales y contextuales sobre la autora y su concepción de mundo. Raphaële
Frier, profesora y psicóloga francesa logra captar en esta novela un fenómeno de
alta tensión en el desarrollo social humano hiperconectado actual, nos referimos al
impacto de los dispositivos móviles y las relaciones sociales juveniles. Al respecto,
nada deja de ser más importante que la experiencia humana en cuanto a su
comunicación con el mundo, demostrando, sobre todo, que la mayoría de las veces
un imaginario no deseado (pero creado), real y palpable sobre las vivencias
actuales, han marcado diferencias latentes con las generaciones anteriores, en
especial, a lo que se refiere con la tríadica entre cuerpo, tecnología y humanidad.

En primer lugar, se nos presenta a la protagonista de esta historia. Clara Perle, una
joven quien, ni por un momento, logra poder separar su realidad concreta con la del
mundo hiperreal. Constantemente está con su celular, come, duerme y despierta
con él. Detengámonos un poco a analizar el gran afecto que la adolescente tiene
por su Smartphone:

“Las ondas no están de adorno, ni siquiera de noche. Debajo de las sábanas

lo sostuve en mis manos para hacerlo vibrar. Y mi corazón late con cada
vibración, mi sangre se calienta y hierve y mi cuerpo vibra al unísono con mi
querido celular” (7).

De acuerdo con la cita anterior, conviene precisar la relación de celular con el cuerpo
de la joven. Las constantes vibraciones que este hace en su más secreta intimidad,
es el goce mismo de recibir una de estas ondas y parecen diluirse al punto de
prolongar la propia corporalidad de Clara. El celular, por tanto, se transformará en
una parte emocional y física de ella misma.

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Toda reproducción parcial o completa de la reseña, debe ser citada con los derechos de autor y propiedad
intelectual vigentes
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Lo anterior dicho no es de extrañar. Dada la importancia comunicativa con la que la

protagonista puede interactuar con el resto desde sus proyecciones,
constantemente esta imagina sucesos que, poco a poco, comienzan a volverse una
realidad la cual tendrá, per se, varios pliegues de sí misma. Por un lado, está
Silvano, a quien la joven otorga un hipocorístico peculiar: Sil-vano, es decir,
solamente lo llamará Sil por ser tan atractivo para ella opuesto a vano, lo
desagradable, es decir, lo que no importa, lo inútil. Por otro lado, se encuentra
Hakim, amigo de infancia de Clara, con quien comparte también, la mayoría de sus
pliegues. Ambos, formarán los polos de su desarrollo emocional.

En segundo lugar, se toma la figura de Sil-vano, el pololo (novio) de Clara, con

quien logra entablar, según ella, una correspondencia amorosa cercana por estar
constantemente mensajeándose a través del celular. En esta relación, ella logra
conectar, no solo con los deseos de paz y ternura que, por cierto, no logra proyectar
en Hakim, sino que, al contrario, los tiene como un ideal pasional en Sil-vano.
Enseguida, la trama da un giro importante que no deja de ser interesante, Clara va
a dar con la prolongación de Silva, el (vano) pliegue de su intimidad, es decir, su
celular. Como consecuencia, logra saber verdades relevantes de su corporalidad y,
por tanto, de sus acciones, captando la magnitud del asunto el cual nunca tuvo
menos goce.

En este sentido, Sil-vano1 es un ser que logra violentar la corporalidad de la

protagonista, y la de los demás, de manera que, las pantallas del mundo real y el
hiperreal de Clara se rompen. Ambas se conectan para ver las cosas como eran, lo
que la obliga a tomar decisiones importantes sobre su identidad y las otras
corporalidades con las que se relaciona: Clara logra ver claro.

Para finalizar, y sin dejar de ser importante, la novela demuestra, por un lado, los
alcances de las corporalidades (celulares) juveniles y la que estas pueden hacerle
a las demás. De ahí que, el bullying sea un efecto colateral del mal uso de estas
vibraciones, cuyas ondas pueden irrumpir en las vidas y la forma de ver la sociedad

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Así lo ponemos para enfatizar la pérdida y desilusión humana del amor y la amistad en este individuo.
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misma. Por otro lado, el romper algunos imaginarios impuestos que a simple vista
parecen sin importancia, podrán dar mejores vibraciones en el resto de las
personas. En síntesis, estas resonancias son las que dan, quizás, el mensaje central
de la obra: ¡Alerta con las vibraciones de los otros 2!

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En un sentido de otredad.
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