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La historia al otro lado

de la historia
La hora azul
alonso cueto
Escritor

Alonso Cueto ganó la última versión del prestigioso Premio Herralde


con su novela La hora azul, una historia que concierne directamente a
los lectores de una revista como ideele. Este premio nos satisface
tanto porque creemos que es un autor de mucha calidad como por su
amistad con esta casa. Para este número de fin de año, y antes de
partir a la Feria de Guadalajara, nos entrega una interpretación de los
motivos que lo animaron a escribir esta novela y del recorrido que hizo
en Ayacucho y San Juan de Lurigancho (Lima) para investigar sobre el
tema. La publicación de este "detrás de cámaras" de la novela es una
excusa para resaltar que, más allá de las polémicas, la literatura
peruana está pasando por un excelente momento.

Si algo me fascina de las novelas es la posibilidad que ofrecen de


emprender el camino de regreso hacia esa matriz del mal que la vida
diaria nos acostumbra a ocultar.

L a hora azul está ambienta-


da en Lima, en la segunda
la retuvo a su lado, hasta que
ella logró escapar.
edición de su libro Muerte en
el Pentagonito, y me contó
parte de la década de 1990. varias historias que compo-
La novela cuenta la historia Esta noticia produce una
nían su libro. Una de ellas se
de Adrián Ormache, un profunda impresión en Adrián,
me quedó fresca en la
próspero abogado limeño que decide que tiene que
memoria. Durante la guerra, a
que, a la muerte de su madre, encontrar a esta mujer. La
comienzos de la década de
descubre una verdad que búsqueda lo llevará por una
1980, un alto jefe militar
hasta entonces su familia le serie de barrios de Lima como
mantuvo a una prisionera de
había escondido. Adrián se San Juan de Lurigancho
la que se había enamorado,
entera de que, durante la (zona de muchos inmigrantes
viviendo con él en Ayacucho.
guerra, su padre, un oficial de ayacuchanos) y también a la
En una ocasión, cuando su
la Marina peruana, mandó zona de Ayacucho donde su
jefe no estaba, un par de
torturar y asesinar a muchos padre estuvo.
oficiales de menor rango
de sus prisioneros. Sin
Decidí escribir la novela en el invitaron a la prisionera a
embargo, en una ocasión
impidió que violaran y mata- año 2002, cuando me enteré, tomar cervezas. En medio de
ran a una mujer que había gracias a una conversación la improvisada juerga, ella
sido capturada. Una serie de informal con Ricardo Uceda, escapó. Hoy los personajes
testimonios le revelan a de un episodio similar al que de la historia original conti-
Adrián que su padre se cuento aquí. Por entonces núan vivos, aunque su identi-
enamoró de esta prisionera y Ricardo estaba preparando la dad se mantiene anónima.

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CULTURA

Como la historia seguía dándo- nes son mensajes del lado conoce historias de la guerra
me vueltas, decidí escribir un oscuro, una zona clandestina y que no había pensado posi-
relato que al comienzo no vedada de nuestro ser. Creo que bles. Su viaje es el ingreso en
sabía si sería una novela o un una de las tareas de la novela es el reino encantado de la
cuento. Viajé a Ayacucho y precisamente recoger estos maldad. La novela es por eso,
hablé con mucha gente. Ir a instantes privilegiados, los mo- en cierto modo, un cuento de
Ayacucho es entrar en un mentos en los que las zonas hadas al revés, el paseo por el
hervidero de historias atroces, oscuras, olvidadas, posterga- infierno que el protagonista
todas relacionadas con los das, reaparecen ante nosotros y descubre siempre había tenido
muertos. Una de las escenas se revelan para siempre. dentro, la búsqueda de una
de La hora azul es una larga mujer que va a descifrar el
En la vida social, asimismo,
carrera de un personaje desde misterio de su padre y de su
muchos tenemos la ilusión de
Huanta hasta Huamanga. Via- vivir en un universo separado de familia, la revelación de sus
jé a Huanta y me acerqué al otros grupos o individuos a los fantasmas. Él, que había vivido
cuartel donde se suponía que que consideramos demasiado en un mundo encantado, ingre-
mis personajes habían esta- distintos de nosotros. Es lo que sa por primera vez al mundo real.
do. Frente al cuartel, donde un ocurre con frecuencia en una Siempre me he sentido seduci-
mototaxista me había llevado sociedad pluricultural como la
do por la capacidad de los
escalando un cerro, tomé peruana. Sin embargo, estos
seres humanos para guardar
varias fotos, lo que hizo que el grupos que se creen tan
secretos terribles y de conti-
guardia de la torre me distintos conviven, tienen rela-
nuar sin embargo aparentando
apuntara con su fusil. Feliz- ciones estrechas y terminan
una vida normal y hasta feliz. Si
mente logré convencerlo de comprendiendo que están ínti-
algo me fascina de las novelas
que yo era un turista despista- mamente vinculados.
es la posibilidad que ofrecen de
do y me fui. Estar en
A lo largo de La hora azul el emprender el camino de regre-
Ayacucho esos días me hizo
protagonista, Adrián Ormache, so hacia esa matriz del mal
sentir muy de cerca la
se adentra en partes del Perú que la vida diaria nos acostum-
atmósfera opresiva del duelo,
las ganas de hacer que el
que jamás había imaginado y bra a ocultar. n
mundo estalle que tienen los
sobrevivientes. Estuve tam-
bién en la zona de Huanta 2,
en San Juan, entrevistando a
algunos inmigrantes.

La novela puede ser definida


como una exploración en la
oscura maldad de las fami-
lias. Todos los individuos y
también los grupos —fami-
lias, sociedades, comunida-
des— requieren almacenar
en su inconsciente un paque-
te de secretos para poder
continuar su marcha. En el
curso de cualquier vida
individual, familiar o social,
se revelan periódicamente, a
veces por azar, muchos
secretos hasta entonces
guardados. Estas revelacio- Escritor peruano Alonso Cueto, ganador del Premio Herralde.

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ideele Nº 174 / Diciembre 2005
La vida y los
sueños II
Como anunciamos en la edición anterior,
dado que casi todos nuestros invitados
cumplieron con nuestro encargo de
contar e interpretar sueños escuchados,
leídos o vividos, presentamos la segunda
parte, tan expresiva como la primera. Y
habra sueños III, en la próxima edición.
"Sueños". Salvador Dalí

eduardo gastelumendi
Los sueños Psiquiatra

s igo intrigado y fascinado vein-


ticinco años después de comen-
nuestro entendimiento, al inten-
tar penetrar, se torna oscuro. Hay
que, ya que el soñar correspon-
día al sueño REM —aquel perio-
zar a oír los sueños de mis rincones de nuestra alma a los do del dormir en el que los ojos
pacientes e intentar darles un que nunca llegaremos. se mueven velozmente bajo los
sentido. Digo bien: intentar. Mu- párpados—, y en vista de que
chas veces quedo con la sensa- La comprensión teórica del fenó- este era determinado por dispa-
ción de que aquello que conside- meno onírico y el develamiento ros alternados y periódicos de
ro el significado de un sueño es —u otorgamiento— de su senti- neurotransmisores desde el tron-
algo arbitrario o parcial. Y pienso do tienen también su ombligo. co cerebral, el sueño, es decir,
entonces en La interpretación de Por allí se van nuestras esperan- las imágenes oníricas, no po-
los sueños de Freud (1900), esa zas de entenderlos cabalmente. dían por tanto tener ningún
piedra fundacional del psicoaná- Debemos por ello desarrollar la significado cognitivo o emocional
lisis. Y admiro la seguridad del actitud más adecuada frente al relevante. Y esto porque el tronco
maestro para confiar en su misterio: tolerar la incertidumbre cerebral, lugar que, siguiendo
técnica de análisis de los sue- y aceptar que nunca alcanzare- esta lógica, desencadenaba la
ños, así como la contundencia mos una explicación racional y imaginería onírica, es una zona
de su sentencia, esa concisa científica satisfactoria, pero man- primitiva y básica de nuestro
fórmula para la resolución del teniendo erguido, al mismo tiem- sistema nervioso, sin relevancia
enigma: el sueño expresa de- po, el deseo de saber. para las emociones y pensa-
seos inconscientes, infantiles y mientos. Una vez más, ahora
reprimidos, enmascarados (la- Hace aproximadamente treinta
bajo el argumento del rigor
tentes bajo el sueño manifiesto), años algunos neurocientíficos
científico, se intentó llevar la
activados por alguna situación importantes, entre ellos Francis
racionalidad a límites absurdos.
actual que el soñante esté Crick, el codescubridor del ADN,
viviendo. ¡Qué seguridad! Es dieron por muerta la perspectiva En los últimos diez años, sin
también verdad que Freud se analítica de los sueños, sacu- embargo, esta situación ha dado
refirió al "ombligo del sueño", diendo los cimientos mismos un giro muy interesante en el
aquel lugar de él por donde del psicoanálisis. Dictaminaron campo mismo de las ciencias.

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CULTURA

Investigadores representantes de do a un talentoso psicólogo te y de mente más bien operativa,


la nueva disciplina llamada neu- junguiano, por ejemplo, a quien me sorprendió preguntándome
ropsicoanálisis, con el surafrica- he visto trabajar usando la noción después de dos años de análi-
no Mark Solms a la cabeza, han de individuación, el momento sis: "¿Usted cree que los sueños
señalado la falacia de hacer actual del paciente, la perspectiva son importantes para nuestro
equivalente de modo absoluto el mitológica y las imágenes visua- trabajo?". Mmmm..., dije y pensé:
fenómeno REM al fenómeno les del sueño, para transformar el ¿cómo es que no le he dado
onírico, así como demostrado la contenido onírico manifiesto (el importancia a los sueños (o a la
intervención de la corteza pre- psicoanálisis considera el conte- ausencia de ellos) en el trabajo
frontal y del tálamo en la forma- nido manifiesto y el contenido con esta mujer? Su pregunta me
ción del sueño. ¿Qué significa latente del sueño) en una pieza llevó a largas reflexiones a las
esto? Que hay ahora una clara clave para que el paciente dé un que no puedo entrar ahora, pero
evidencia de la participación paso más en su evolución perso- que enriquecieron mi trabajo.
directa de las regiones cerebra- nal. Es un trabajo semejante al de
Otros pacientes van construyen-
les vinculadas a las emociones y los analistas freudianos, pero
a los pensamientos, a los de- más próximo a lo visual. do su proceso analítico sobre
una consistente y frecuente ela-
seos y los recuerdos, en la
Para los psicoanalistas, el traba- boración de sus sueños. Para
producción de nuestros sueños.
Aun frente a estas sólidas evi- jo con los sueños sigue siendo mí, desde el lugar en el que
fundamental, aunque subordina- ahora me encuentro, el trabajo
dencias, no es raro encontrar
do a la relación terapéutica. Solo analítico consiste sobre todo en
colegas psiquiatras, incluso al-
gunos ilustrados, que le nieguen ocasionalmente le pregunto a un permitir el despliegue del ser del
paciente por sus sueños. Prefie- paciente en la relación analítica
cualquier sentido a los sueños.
ro esperar su relato espontáneo. conmigo, con o sin sueños,
No ocurre así con los psicoana- Confieso que hasta puedo des- aunque si los hay, mucho mejor.
listas y otros terapeutas que cuidarlos un poco. Una vez una ¿Acaso no estamos aquí para
valoran el inconsciente. Recuer- paciente madura joven, inteligen- realizar nuestros sueños? n

La plenitud también juan josé bustamante


está en los sueños... Profesor de budismo

l os sueños, decía Borges, son


tan o más reales que la "realidad"
espiritual. Transcribo a continua-
ción algunos de mis propios
budismo su maestro espiritual
es muy importante (el símbolo
de la vigilia. Están más cerca de sueños y sus interpretaciones. externo de que el Despertar a la
lo Primordial. La ciencia no sabe Plenitud es posible), en realidad
Sueño/fecha desconocida todos los seres somos Budas que
exactamente qué son; quizá una
vía para procesar la información Norbu, mi maestro, presiona mi ignoran serlo. "El Estado" es el
de la vigilia. frente, y entro "en el Estado". estado del Buda, más allá del
Inenarrable Felicidad. Siento la pesar, más allá de todos los
Para el budismo, que trabaja la límites y condicionantes. Felicidad
letra A tibetana dentro de mi
mente desde hace más de 2.500 que no decae. La letra A blanca de
pecho, irradiando luz blanca,
años (Occidente en ese campo luz es su símbolo en el Tíbet.
llenando el espacio, deslum-
tiene poco más de cien años),
brante, susceptible de ser toca- Sueño del 12 de diciembre
son una importante vía para
da. Como un flash gigante pren- de 1995
entenderse y aun trascenderse a
dido siempre.
sí mismo. Hay un yoga de los Viajando por tierra con Norbu, mi
sueños, para su recordación y Comentario: En un sueño, todos maestro. Súbitamente él me
consciencia (sueños lúcidos), los personajes son uno mismo. lanza agua, como una fina lluvia
que es una vía de realización Aunque para un practicante del de gotas, muy frescas, que

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ideele Nº 174 / Diciembre 2005
siento como traspasándome, pe- perando, cuando me doy cuenta revelar tu naturaleza primordial,
netrando todo mi ser, haciéndo- de que a mi costado está Norbu antes de que te confundieras..."
me transparente. Sensación del Rinpoché, mi maestro. Voy y lo —antes de que "entraras" en el
"Estado", indecible. Me quedo saludo, y me dice: "¡Qué bien que tiempo—. Y como me abro,
saboreándolo... haya recibido mi mensaje de relajándome, eso me hace "en-
venir!". Le digo que no lo sabía. trar en el Estado", la Plenitud
Comentario: El papel simbólico Luego de algunas otras confu- más allá de la dualidad.
del maestro es atravesar nues-
siones en el entorno, mi maestro
tras defensas del ego y su 19 febrero de 2004
(Norbu) me lleva más allá, y
pequeña personalidad, para des- encontramos en un trono alto a Acabo de despertarme y recordar
cubrir nuestra verdadera natura-
Kunnu Lama, maestro muy im- un sueño. Y me doy cuenta de
leza, la Plenitud ilimitada.
portante de otro de mis maestros que el sueño era igual a lo que
(Lama Wang suelo considerar la ‘realidad’ en
Dor). Se ponen a la vigilia. ¿Acaso cuando soñaba
conversar en ti- eso no me parecía real? Como
betano, y en una Chuang Tse, el sabio taoísta
pausa, cuando chino que soñaba ser una mari-
Norbu se retira posa. Y al despertarse se pre-
un momento, guntó: "¿No seré más bien una
veo que Kunnu mariposa que sueña ser Chuang
Lama me está Tse...?". ¡Estoy comenzando a
mirando fija- darme cuenta de que lo que
mente y me dice vivimos es un sueño! —No es
en perfecto in- "como" un sueño. Es un sueño—.
glés: "Voy a de- ¿La actitud de la gente no es
cirte tu pasado". muchas veces como la de los
Y yo digo: "Y yo personajes de un sueño? Su
me voy a rela- conducta es bizarra, y algunos de
jar". Mi sensa- sus cuerpos son hasta grotes-
ción es la de cos. También a veces el cómo se
maravillamiento, visten, cómo actúan, bizarramen-
entrando en el te. ¿Nuestra vida acaso no es
"Estado Primor- bizarra? Mira a los personajes de
dial". Felicidad la vida "real". ¿No son bizarros?
intensa. Cómo actúan, cómo piensan,
hasta sus muecas; incluso cómo
Comentario:
se visten. Ahora me parecen
Este sueño es
como los personajes de un
de menor impor-
sueño. Mírate. ¿Tu conducta no
tancia. Aunque
es de lo más bizarra acaso? ¿No
me produce ma-
haces cosas raras? ¿No te
"Temple of the Word". Leonora Carrington ravillamiento y
encuentras haciendo o diciendo
Plenitud, se re- cosas rarísimas? ¿Cosas que
fiere a circunstancias simbólicas ni pensabas? ¿No eres acaso
Sueño del 2 de agosto de
y no primordiales. Traduce la sino el personaje de un sueño,
1998
relatividad del espacio (¿estoy en que se cree "real"? ¡Exactamen-
Estoy en Kathmandu (¿o Lha- Nepal o en el Tíbet?). Me te como en un sueño! Entonces,
sa?), en un templo budista, en conocen aunque nunca me han ¿por qué te tomas tan en serio?
realidad una copia del de Lhasa, visto. Voy sin haber sido llamado. ¿Por qué tomas tan en serio las
pero los turistas no lo saben y El tibetano habla perfecto inglés. cosas que te pasan? ¿Por qué le
creen que es el original. Sale un Lo más significativo es cuando el das tanta importancia al sufri-
Lama (maestro budista) de aden- maestro tan importante afirma miento (y al placer)? Despierta...
tro y me dice: "¿Juan Bustaman- que me va a decir "mi pasado", Tan solo goza el sueño —este,
te?". Le contesto que sí y me como un Buda que en realidad el de la vida— como Sueño... y
hace entrar. Estoy sentado, es- trasciende el tiempo: "Te voy a Plenitud. n

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Soñar y reconstruir
óscar maldonado
Psicólogo

e ste caso, del que extraemos


un sueño, responde a uno de los
marido le pregunta por qué está tan
contenta.... En su apreciación se
muchos que en este país nues- permite decir que ya está en la hora
tro, donde vivimos y en cuyo de sentirse alegre, que antes ni la
suelo y bajo cuyo cielo nos radio ni el televisor le servían para
cobijamos, las personas han entretenerse; se encontraba "ensi-
vivido con horror el embate por la mismada en sus pensamientos",
pugna siniestra de lo que algu- ya que antes era más triste, pero "Sueños de guitarra". Érika Stanley
nos han convenido en llamar que ahora hasta conversa con su
"guerra" o "conflicto armado" y marido de las cosas que piensa, sabores se van reinsertando
otros han reconocido que en eso mientras "antes lo mandaba a para darle contenidos distintos
lo único que ha habido es una callar y a apagar". y creativos.
vesánica maldad.
¿Qué apagaba? Quizá su propio Una aproximación explicativa de lo
Ahora las personas que en ese sentir, que no se permitía expre- anterior tiene que ver con el
trance andan encuentran que es sar; y ahora, porque también lo momento en el que se está
menester poner al día sus dice, sabe que decir las cosas "la permitiendo expresar y vivenciar
vivencias, en la escucha activa liberan de mucho de lo que antes experiencias tapadas por el esta-
de un otro con quien pueden, con tenía como detenido". Podemos do de duelo no resuelto en el que
la confianza que se construye en también advertir que al hacer se encontraba. Abrir su mente a
el caminar, volcar sus cuitas referencia al callar y apagar, nos posibilidades de goce la conduce
para desenredarlas y volver a remite a aspectos de su afecto a sentirse cada vez más liberada y
construir su mundo interno. que por los sucesos vividos quizá autorizada, desde un padre
Intentamos graficar lo que deno- pueden haber sufrido una espe- escuchador o perdonador (que
minamos un "duelo especial", cie de congelamiento, que solo también puede ser el marido al
por las características que encie- se han ido "descongelando" a que en algún momento manda
rra, sabiendo que normalmente través de la posibilidad de la callar o apagar), a que pueda
un duelo por pérdida de un ser construcción elaboradora men- volver a la alegría de las cosas que
querido y cercano demora un talmente a la que se somete, no sabe hacer, permitiéndose expre-
tiempo que, diríamos, es pru- sin antes haber experimentado, siones de su calificación personal
dente y acorde con ella. En el por cierto, innumerables dificul- para enhebrar recetas y pensar en
caso que citamos tiene ya más tades, como por ejemplo dejar otros de manera distinta, incluyén-
de ocho años. de asistir a sus citas por olvido o dolos para cuidarlos y alimentar-
llegar tarde por no haber tenido el los, resarciéndose de la pérdida y
Ha soñado que estaba con su tiempo suficiente de meterse en la culpa de lo que no pudo o dejó
nieta en una casa que no es la de la experiencia, siempre esbozan- de hacer antes.
ahora, que está siendo refacciona- do argumentos por sus faltas.
da desde hace un buen tiempo. No De esta manera, ha venido dando
tenía mucho espacio físico para En su asociación continúa en- los pasos convenientes para
albergar a la familia. Los techos contrando las recetas de cocina resarcirse de sus penas, transi-
eran de material endeble; hoy son que llega a explicar con fruición y tando sin temor de la casa vieja a
detenimiento (haciendo salivar al la casa nueva que son ella; en la
de concreto y además más altos, y
oyente), describiendo los potajes vieja vivió quien hoy ya no está con
los ingresos son ahora más
preferidos de la nieta y qué es lo ella y por quien sufrió mucho
amplios. Dice que se sentía muy
que hace en el desayuno para tiempo; la nueva, que construyó
contenta, que debía llevarla al
nutrirla y cuidarla. con el dinero obtenido como
colegio y regresar a casa, alegre y
contenta para cocinar, porque Encuentra varias razones para indemnización, la está poblando
cuando la nieta llegase le iba a enriquecer su perspectiva: si la de objetos sustitutos donde se
preguntar qué cocinó y dependería vida se había teñido de un gris manifiestan alegrías y contentos,
de eso para estar también alegre... ensombrecido, ahora está su- recetas olorosas y la posibilidad
Ella había escuchado la radio y su friendo un vuelco en el que los de hablar abiertamente. n

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ideele Nº 174 / Diciembre 2005
ricardo wiesse
Visitantes de la sombra Artista plástico

e mergen como burbujas en


línea desde las aguas abisales
algunos modernos), encaran y
doblegan a lo aparentemente
cielo y la piel de la anaconda
primordial, que avanzan entre
del olvido. Intrigan con revoltijos imposible al enhebrar el revés de meandros simétricos variados ad
perturbadores de miedo y maravi- la trama, capturar su atmósfera infinitum. Los dibujos shipibos
lla. Sus relámpagos y fogonazos enrarecida, y alcanzarnos sus parecen desprendidos de una
invaden el cielo nocturno y se reflejos preñados de señales malla cósmica que sumerge a
disipan tras sembrar augurios, refractarias al entendimiento que ejecutantes, usuarios y especta-
premoniciones, recados crípticos —intuimos— se esconde en la dores en los dominios del arque-
del otro lado del mundo. Se cifra extraviada de los días.
tipo. El pintor ucayalino Pablo
desplazan en un orden análogo al Los ajetreos del presente dedi- Amaringo ha sumado a su heren-
caos: fortuitos, impredecibles, ar- can resquicios insignificantes a cia nativa una heterogeneidad
bitrarios, traviesos, ríen de noso- la exploración de las praderas iconográfica de proveniencias
tros. Sus retazos, fragmentos, oníricas, una franja prácticamente múltiples, y compuesto una obra
añicos y engarces disparatados vedada al urbanícola contemporá- sin parangón, escamoteada sin-
disuelven proyecciones tomáticamente por
yuxtapuestas en panta- nuestros parámetros
llas espectrales donde occidentales.
el color y la luz desfilan
bañados por intensida- La serpiente del aya-
des aleatorias, enfoca- huasca, como maes-
das en minucias que tra experta, puede con-
adquieren proporcio- ducirnos por los pasa-
nes portentosas, veci- dizos intactos de nues-
nas de revelaciones tra intrahistoria: nos
siempre inminentes lleva directo al archivo
mientras mudan, antes de lo vivido, a confron-
de adelgazar, difumi- tarnos con las realida-
narse y desocupar el des definitivas del ori-
cinema vacío, solitario,
gen y de la muerte,
de cada individuo.
"Pequeño bosque". Jerry Uelsmann espacios del dolor tras-
Elusivos a ultranza, mutado en éxtasis que
comprometen las ambiciones neo, apabullado por urgencias el encuentro milagroso de dos
más altas de los artistas, a mayormente enajenantes, extra- plantas —la liana y la chacruna—
quienes desesperan y seducen ñas a toda mirada detenida, ha puesto en manos humanas
desde que el hombre es hombre. ensimismada, inquisidora de una para beneficio de la especie
dimensión desconocida. Los he- desde las entrañas maternales
Casuales, azarosos, repletos de
raldos de la tierra incógnita pobla- de la naturaleza.
claves y senderos laberínticos,
da por monstruos, fantasmas y
los escenarios del inconsciente Tras centurias de arrogancia
ángeles, emprenden la retirada
convocan sin pausa al espíritu extractiva e industrialización sal-
como huéspedes despreciados
inquieto, impulsado a reconstruir vaje, las debacles planetarias
por anfitriones distraídos. No de-
impresiones huidizas con todos forzarán reorientaciones radica-
jan nada más que páramos
los ardides de su ingenio, enfila- les, intolerantes a la ineptitud
afeitados, por donde desaparecen
do a sujetar estos meteoros política, al envenenamiento y
sin dejar rastro, siempre dispues-
evadidos de las tinieblas. Gran- ruina de la casa de todos, al
tos, sin embargo, a hacerse
des artistas, de todos los tiem- crimen medioambiental, a la
presentes en el diván terapéutico,
pos y latitudes, han frecuentado irresponsabilidad suicida de lo
rituales chamánicos o visitas
fructuosamente los estados cre- que tantos defienden como mo-
inopinadas y fulgurantes destina-
pusculares, y extraído de sus delo de desarrollo. Ojalá el viraje
das a restaurar sus influjos.
cavernas imágenes cautivantes. se anticipe a la pesadilla eriaza
Entre ellos, Goya, Blake, De Las culturas amazónicas reflejan que el futuro parece deparar al
Chirico, Bergman, Fellini, Kuro- en sus diseños textiles, cerámi- bosque sobreabundante y sus
sawa, Tarkowski (por citar solo cos y corporales al gran río del tesoros indescriptibles. n

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