Professional Documents
Culture Documents
Presentación
Nombre:
Andrés
Apellidos:
Jiménez Caballero
Materia:
Teología bíblica y Sistemática I
Tema:
Bibliología
Facilitador:
Hansel Alburquerque
Fecha:
15 de Abril del Año 2019
Santo Domingo este, Rep. Dom.
INTRODUCCION
En este tema vamos a encontrar temas y subtemas que tratan acerca de las
escrituras, sus definiciones y revelaciones de la Biblia, de cómo son inspiradas de
cómo se verifican en si mismas y la autenticidad de las Escrituras, de cómo nos
podemos dar cuenta que ellas son únicas y no común como cualquier otro libro
que podamos leer, que a pesar de que a través de los años muchas personas la
han querido ocultar de nosotros, Dios ha permitido que esta Revelación de Jesús
en la Escrituras pueda llegar a cada una de las personas que existen.
Vamos a poder ver que a través de los años el progresos del conocimiento que
podamos adquirir en el estudio de la Bibliología, nos damos cuenta que podemos
hacer un esfuerzo mayor para estudiar las escrituras, que podamos entender todo
lo que nos quiere decir el texto y el contexto del libro o carta que estamos
estudiando, que si nos esforzamos día a día en el estudio de la palabra podemos
lograr una reforma para dejen de existir esas malas interpretaciones de las
escrituras.
1. LAS ESCRITURAS
"El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán." "Secase la hierba,
Marchitase la flor: mas la palabra del Dios nuestro permanece para
siempre."Mateo 24:35, Isaías 40:8.
"¿Qué cosa es la verdad?" Preguntó Pilato, y por su tono sugirió que la búsqueda
de la verdad era vana, sin esperanza. Si no existiera una guía autorizada para
llegar al conocimiento de Dios, el hombre y el mundo, luego Pilato tenía razón.
El Dios que creó el universo debe ser un Dios sabio, y un Dios sabio ciertamente
tendrá un propósito determinado para sus criaturas. El descuidar este propósito
sería necedad, y el desafiarlo pecado. Más, ¿cómo se puede conocer a ciencia
cierta el propósito divino? La historia nos demuestra que el mundo arriba a
diferentes conclusiones, y hay muchas personas que Stg.ás arriban a ninguna. La
experiencia nos demuestra que el problema no se puede solucionar solamente por
el estudio. Algunos carecen del tiempo necesario; otros, aunque quisieran
estudiar, no tienen capacidad para ello, y aunque tuvieran éxito, arribarían a sus
conclusiones con lentitud, y con dudas. Los sabios quizá propugnen sistemas
filosóficos para llegar a la verdad, pero ningún sistema, por completo que sea,
Stg.ás podrá descubrir la verdad. "El mundo por medio de su sabiduría (filosofía)
no conocía a Dios," nos dice la Versión Moderna. Las verdades que le dicen al
hombre cómo pasar de la tierra al cielo, deben de ser enviadas del cielo a la tierra.
En otras palabras, el hombre necesita una apelación.
En la naturaleza, tenemos una apelación de Dios que puede ser comprendida por
la razón. Pero cuando el hombre está aherrojado por el pecado, y su alma se halla
agobiada, tanto la naturaleza como la razón son impotentes para proporcionar luz
y alivio. Oigamos a hombres que hicieron culto de la razón. Dijo Manuel Kant, uno
de los egregios pensadores de todos los tiempos: "Haces bien en fundamentar tu
paz y piedad en los evangelios, pues solo en los evangelios se halla la fuente de
verdades espirituales después que la razón ha llegado al límite de su
investigación, en vano." Otro filósofo capacitado, Jorge Guillermo Federico Hegel,
no quiso otro libro en su lecho de muerte que la Biblia. Dijo que si pudiera
prolongar la vida, se dedicaría al estudio de ese Libro, pues en él había hallado lo
que la razón no podía descubrir.
Si, como creemos, hay un Dios bueno, es razonable esperar que se apelara
personalmente a sus criaturas. El Rvdo. David S. Clarke dijo lo siguiente: No
podemos imaginarnos que un padre se oculte para siempre de su hijo, que nunca
se comunique con él. Tampoco podemos imaginar que un Dios bueno oculte de
las criaturas creadas a su imagen. La apelación de su ser y de su voluntad. Dios
ha hecho al hombre cAp.az de y deseoso de conocer la realidad de las cosas, ¿y
acaso ocultará una apelación cAp.az de satisfacer ese deseo? Según la
antiquísima mitología egipcia, la legendaria Esfinge tebana proponía enigmas a los
que pasaban, y los Mataba si no los descubrían. Sin duda alguna un Dios amoroso
y sabio no dejará que el hombre perezca por falta de conocimientos,
desconcertado ante el enigma del universo.
El que una religión sin escrituras inspiradas podría ser divina es una posibilidad
concebible. Sobre el particular dice el profesor Francisco L. Patton: Si sobre la
base de simples pruebas históricas se puede establecer que Jesús hizo milagros,
habló profecías y proclamó su divinidad; si se puede demostrar que fue crucificado
para redimir a los pecadores, que resucitó e hizo depender el destino del hombre
de su aceptación de él como Salvador, luego fueren los anales históricos
inspirados o no, ¡ay de aquél que descuida una salvación tan grande!
De acuerdo a otro punto de vista, Dios inspiró los pensamientos pero no las
palabras de los escritores. Dicho de otra manera, Dios inspiró a los hombres, y los
dejó librados a su propio criterio en la selección de vocablos y frases. Empero el
énfasis bíblico no recae sobre hombres inspirados, sino sobre palabras inspiradas.
"Dios, habiendo hablado... en otros tiempos a los padres por los profetas."Hebreos
1:1. "sino los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados del Espíritu
Santo." 2Pedro 1:21. Además, es difícil separar palabra y pensamiento, puesto
que el pensamiento es palabra interna ("y no penséis decir dentro de vosotros";
"dice el necio en su corazón,") mientras que una palabra es un pensamiento
expresado. Pensamientos divinamente inspirados serían naturalmente expresados
mediante palabras divinamente inspiradas. Pablo nos habla de "palabras... que
enseña el Espíritu Santo." 1Corintios 2:13. Versión Moderna. Finalmente, se citan
palabras particulares como fundamento de doctrinas de peso. Juan 10:35; Mateo
22:42-45; Gálatas 3:16; Hebreos 12:26-27.
4. LA VERIFICACION DE LAS ESCRITURAS
"¿Pero usted no cree en ese libro, no es cierto? Dijo cierto profesor de un colegio
de Nueva York a una señora cristiana que había estado asistiendo a clase bíblica.
"Claro que sí," respondió la señora, "sucede que conozco personalmente al Autor."
Había expresado una de las razones más poderosas para creer que la Biblia es la
Palabra de Dios, es decir, el llamado nuestro fuero interno, puesto que la Biblia
nos habla en un tono que nos hace sentir que procede de Dios.
Cuando era niño, leí una historia que me demostró las formas diferentes por las
cuales podemos estar seguros que esta gran biblioteca de Libros Sagrados que
denominamos la Biblia es realmente la Palabra de Dios, su Apelación a la
humanidad. El autor de la historia había estado explicando tres clases diferentes
de evidencia: la histórica, la interna y la experimental. Luego narró que en cierta
oportunidad envió a un joven a la farmacia a comprar fósforo, el cual es un
elemento químico. El joven trajo un paquete pequeño. ¿Era fósforo? El joven
informó que fue a la farmacia y pidió fósforo, y que el farmacéutico fue a un
estante, saco algo de un frasco, lo envolvió y se lo dio, y que él lo había traído
directamente. Esa era la evidencia o prueba histórica de que el paquete contenía
fósforo. Luego el caballero abrió el paquete. La sustancia en el olía a fósforo y se
parecía al fósforo. Esa era la evidencia interna. Luego le acercó un fósforo
encendido, y el contenido del paquete ardió. Esa era la evidencia experimental.
CONCLUSION
Concluimos este estudio y podemos notar todo el conocimiento que nos deja esta
materia (Bibliología), pero también podemos notar que no importa todo el
conocimiento que podamos adquirir a través de el estudio acerca de las
Escrituras, siempre vamos a quedar cortos en lo que es conocer al Dios infinito
que es el que existió, existe y siempre va a existir, su poder, su soberanía, su
conocimiento, su majestad, su misericordia y su gracia a sido parte de nosotros
por el nos dio todo esto como un regalo de Dios para nosotros.
Bibliografía