You are on page 1of 27

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA CORTE SUPREMA -

Sistema de Notificaciones Electronicas SINOE

SEDE PALACIO DE JUSTICIA,


Secretario De Sala - Suprema:BAZAN CACHATA
Cynthia FAU 20159981216 soft
Fecha: 23/08/2018 09:19:11,Razón: RESOLUCIÓN
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA JUDICIAL,D.Judicial: CORTE SUPREMA /
SEGUNDA SALA PENAL TRANSITORIA
LIMA,FIRMA DIGITAL - CERTIFICACIÓN DEL
DE LA REPÚBLICA R.N. N° 1439 – 2016
CONTENIDO

CALLAO

SUMILLA: I) El Tribunal Superior sometió a un correcto


juicio de proporcionalidad la pena judicialmente
impuesta a ANA MILAGROS GUILLERMO MORENO, pues solo
converge a su favor la conformidad procesal, instituida
como regla de reducción por bonificación procesal,
según lo dispuesto en el Acuerdo Plenario N.° 05 –
2008/CJ – 116, de fecha 18 de julio de 2008. II) Al no
haberse considerado la responsabilidad restringida que
favorece a la encausada YURI MAYTE NORIA VÁSQUEZ, como
causal de disminución de la punibilidad, y dado que no
existen razones objetivas que emerjan de la
investigación, para no recurrir a dicha aminoración
punitiva, corresponde reducir prudencialmente la pena
impuesta en su contra. III) La concurrencia de diversos
elementos de prueba es suficiente para desvirtuar la
presunción de inocencia de los procesados ÓSCAR
GUILLÉN MACEDO, JULIO CÉSAR VÁSQUEZ VALLE y JESÚS ALBERTO
RENGIFO DÍAZ; más aún, si el encausado VÁSQUEZ VALLE fue
intervenido en flagrancia delictiva, cuando coordinaba
la ingesta de envoltorios de látex, conteniendo
clorhidrato de cocaína semilíquida, con los hermanos
Juan Carlos y José Luis Alvarado Portocarrero, para ser
transportados a la ciudad de Sao Paulo – Brasil.

Lima, nueve de octubre de dos mil diecisiete.-

VISTOS; los recursos de nulidad interpuestos


por las encausadas YURI MAYTE NORIA VÁSQUEZ y ANA MILAGROS GUILLERMO
MORENO, contra la sentencia de folios dos mil ochocientos veinticuatro, de
fecha dos de diciembre de dos mil quince, emitida por la Primera Sala
Penal de la Corte Superior de Justicia del Callao, en el extremo que les
impuso doce años de pena privativa de la libertad, como autoras del
delito contra la salud pública – Tráfico Ilícito de Drogas, en agravio del
Estado; así como, por los encausados ÓSCAR GUILLÉN MACEDO, JULIO CÉSAR
VÁSQUEZ VALLE y JESÚS ALBERTO RENGIFO DÍAZ, contra la sentencia de folios tres
mil veinticinco, de fecha veintisiete de enero de dos mil dieciséis, emitida
por la Primera Sala Penal de la Corte Superior de Justicia del Callao, en el
extremo que los condenó como autores del delito contra la salud pública
– Tráfico Ilícito de Drogas, en agravio del Estado; a JESÚS ALBERTO RENGIFO
DÍAZ, por mayoría, a veinte años de pena privativa de la libertad; a JULIO
CÉSAR VÁSQUEZ VALLE, a diecisiete años de pena privativa de la libertad; y a
ÓSCAR GUILLÉN MACEDO, a dieciséis años de pena privativa de la libertad; y

1
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SEGUNDA SALA PENAL TRANSITORIA
DE LA REPÚBLICA R.N. N° 1439 – 2016
CALLAO

fijó por concepto de reparación civil, por mayoría, la suma de cien mil
soles que deberán abonar en forma solidaria a favor del Estado.
De conformidad en parte con lo opinado por el señor Fiscal Supremo en lo
Penal.
Interviene como ponente el señor Juez Supremo HINOSTROZA PARIACHI.

CONSIDERANDO

I. IMPUTACIÓN FISCAL.-

PRIMERO: Los hechos imputados a los acusados han sido definidos, tanto
en la acusación escrita de folios dos mil quinientos sesenta y tres, así como
en el dictamen del señor Fiscal Supremo en lo Penal –folios cuarenta y ocho en
el cuadernillo supremo–. Éstos son los siguientes:
A. El 18 de setiembre de 2011, en el Aeropuerto Internacional Jorge
Chávez, personal de la Policía Nacional del Perú, con participación del
representante del Ministerio Público, intervino a una persona de sexo
masculino cuando pretendía transportar 1 kilogramo y 685 gramos de
clorhidrato de cocaína semilíquida, en su cavidad
abdominal –modalidad de ingesta–, a la ciudad de Sao Paulo – Brasil;
persona que se acogió al procedimiento de colaboración eficaz,
otorgándosele la Clave número A4Z5B6. Así, el citado testigo refirió
haber sido captado por el acusado ÓSCAR GUILLÉN MACEDO, para
transportar droga bajo la modalidad de ingesta, presentándole a su
coacusado JULIO CÉSAR VÁSQUEZ VALLE, conocido como “Black Pit”, con
quien se reunió cerca del hospital San José en el distrito de Carmen de
la Legua – Callao; preguntándole si tenía pasaporte y si anteriormente
había realizado otros viajes; siendo recibido como “burrier”. Los actos
preparatorios se iniciaron en el hostal “Las Fresas”, finiquitando el
acuerdo el dieciséis de setiembre de dos mil once, cuando VÁSQUEZ

2
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SEGUNDA SALA PENAL TRANSITORIA
DE LA REPÚBLICA R.N. N° 1439 – 2016
CALLAO

VALLE le entregó una bolsa conteniendo noventa y cinco bolsitas de


látex (preservativos) con clorhidrato de cocaína, para que las ingiera y
traslade a la ciudad de Sao Paulo; manteniendo comunicación
telefónica a través del número de celular 992319761, de propiedad de
GUILLÉN M ACEDO. Asimismo, el testigo clave señaló que el procesado
JESÚS ALBERTO RENGIFO DÍAZ, le entregó dinero a José Salas Grandez,
conocido como “You Black” o “Viejo”, para que compre maletas y
ropa para el testigo declarante, indicando también que JULIO CÉSAR
VÁSQUEZ VALLE, para trasladarse, utilizaba el vehículo de placa de rodaje
N.° CIK-151, de propiedad de RENGIFO DÍAZ.
B. A mérito de esta información se solicitó el levantamiento del secreto de
las comunicaciones telefónicas de los números 980842134, 946301267,
951388624, pertenecientes a Salas Grandez, y 992808197, a nombre de
JULIO CÉSAR VÁSQUEZ VALLE. De este modo, de la recolección de la
información de los días once y doce de octubre de dos mil once, se
advirtió que el acusado JULIO CÉSAR VÁSQUEZ VALLE o “Black Pit”, a través
del número de celular 992808197, se contactó con dos féminas
(“Señito” y “Charapita”) al número 961073764 y coordinó acciones
sobre evacuación y entrega de cápsulas conteniendo droga.
C. De otro lado, el cinco de diciembre de dos mil once, se registraron
comunicaciones entre los coacusados VÁSQUEZ VALLE y GUILLÉN MACEDO
“Óscar”, por el número de celular 992319761, en las que el primero de
los nombrados le solicitó al segundo que le consiga “maniquíes para
chambear”; es decir, “burriers” para el transporte de droga; acordando
también la forma de pago.
D. De igual modo, se tiene la comunicación entre el acusado VÁSQUEZ
VALLE y José Luis Alvarado Portocarrero, conocido como “José”, por el
número de celular 979303123, informándole este último que ya había
ingresado al hostal “El Remanso”. También se advierte las
conversaciones del dos, tres y cuatro de diciembre de dos mil once,

3
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SEGUNDA SALA PENAL TRANSITORIA
DE LA REPÚBLICA R.N. N° 1439 – 2016
CALLAO

entre VÁSQUEZ VALLE y “José”, en las que el primero le indicó al segundo


que su hermano debía viajar a Lima para “chambear”. Igualmente, se
tienen comunicaciones entre el acusado VÁSQUEZ VALLE y José Luis
Alvarado Portocarrero, en las que el primero le aseguró al segundo que
estaba coordinando el trámite de los pasaportes de él y su hermano
Juan Carlos Alvarado Portocarrero; existiendo además otra
conversación en la que el encausado VÁSQUEZ VALLE le indicó a “José”
que no vaya al baño para que no expulsara –entendiéndose que se refería a
las cápsulas de droga–.

E. Ante estos hechos, el seis de diciembre de dos mil once, personal de la


Policía Nacional del Perú, con presencia del Fiscal, intervino al acusado
JULIO CÉSAR VÁSQUEZ VALLE cuando salía del hostal “El Remanso”, ubicado
en la avenida Los Andes, manzana “A”, lote cuarenta, Independencia
– Lima, hallando en las habitaciones número doscientos once y número
doscientos veinte, a Juan Carlos Alvarado Portocarrero y José Luis
Alvarado Portocarrero, respectivamente, en el instante que ingerían los
envoltorios con droga –clorhidrato de cocaína– que iban a ser
transportados al extranjero.
F. Asimismo, se intervino el vehículo de placa N.° CIK-151, marca Suzuki
Swift, de propiedad del coprocesado JESÚS ALBERTO RENGIFO DÍAZ, que era
utilizado por VÁSQUEZ VALLE; siendo que al realizarse el examen y análisis
respectivo presentó adherencias de cocaína –folios ciento veintitrés–.
G. Respecto a José Luis Alvarado Portocarrero, se determinó que había
ingerido cincuenta y ocho envoltorios de látex con clorhidrato de
cocaína, habiéndose hallado además, otros cincuenta envoltorios de
la misma ilícita sustancia, que en total arrojó un peso neto
de 1 kilogramo y 427 gramos –resultado de análisis químico de folios ciento
veintiuno–; asimismo, se encontró una maleta en cuyo interior había
diversas prendas de vestir, una tarjeta de Certificado Internacional de
Vacuna contra la fiebre amarilla y un ticket electrónico de la aerolínea

4
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SEGUNDA SALA PENAL TRANSITORIA
DE LA REPÚBLICA R.N. N° 1439 – 2016
CALLAO

Lan, para viajar a Sao Paulo; ambos a nombre del acusado JULIO CÉSAR
VÁSQUEZ VALLE. De igual modo, se le incautó al intervenido un equipo de
teléfono celular con el número 979303123, en cuya agenda se halló el
número 992808197, perteneciente a su coacusado VÁSQUEZ VALLE, así
como llamadas entrantes y salientes entre ellos. En cuanto a Juan
Carlos Alvarado Portocarrero, se aprecia que indicó haber ingerido
setenta envoltorios de látex con clorhidrato de cocaína, que alcanzó
un peso neto de 1 kilogramo y 526 gramos –folios ciento veintiuno–.
H. De este modo se verifica que el encausado JULIO CÉSAR VÁSQUEZ VALLE,
era el propietario de la droga; que había tramitado la documentación
que necesitaban José Luis y Juan Carlos Alvarado Portocarrero, para su
transporte a Sao Paulo – Brasil; que los conduciría al aeropuerto Jorge
Chávez y que iba a viajar con éstos para la entrega de la droga.
I. Por otra parte, a consecuencia de las interceptaciones telefónicas, se
intervino a José Salas Grandez, apodado “You Black” o “Viejo”, cuando
se encontraba cerca al domicilio del acusado VÁSQUEZ VALLE, sito en la
calle Las Fresas número ciento veintitrés, urbanización El Olivar – Callao;
quien efectuó disparos con arma de fuego contra el personal policial,
produciéndose un enfrentamiento armado. De igual modo, en la
citada vivienda se pudo intervenir a Martín Antonio Saldaña Fonseca,
siendo que del registro personal realizado a Salas Grandez y a su
habitación en la citada morada, se hallaron un arma de fuego, chips
de teléfonos, dinero y teléfonos celulares, entre otras especies. Luego
del levantamiento del secreto de las comunicaciones de la agenda
telefónica de éste, se hallaron los números telefónicos 992808197 y
992319761, pertenecientes a los coacusados JULIO CÉSAR VÁSQUEZ VALLE y
ÓSCAR GUILLÉN M ACEDO, respectivamente; así como llamadas entrantes y
salientes entre estos números.
J. Asimismo, se verificó que Martín Antonio Saldaña Fonseca tenía un
teléfono celular, en cuya agenda aparecía el número 964306253, que

5
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SEGUNDA SALA PENAL TRANSITORIA
DE LA REPÚBLICA R.N. N° 1439 – 2016
CALLAO

pertenecía al acusado VÁSQUEZ VALLE, así como llamadas entrantes y


salientes entre éstos, verificándose de la Diligencia de Reconocimiento
que Saldaña Fonseca reconoció al coencausado JESÚS ALBERTO RENGIFO
DÍAZ, como “Panduro” y “El Gordo”, y a Marco Antonio Rengifo Díaz –
fallecido–, como “Polaco”, quienes domiciliaban en la calle Las Fresas,
urbanización El Olivar, manzana “I”, lote treinta y cuatro – Callao.
K. De otra parte, como consecuencia de las intervenciones telefónicas,
con fecha once de diciembre de dos mil once, a la altura del kilómetro
novecientos sesenta y siete de la Panamericana Sur, La Joya –
Arequipa, se intervino a los encausados YURI MAYTE NORIA VÁSQUEZ y ANA
MILAGROS GUILLERMO MORENO, cuando viajaban en el bus interprovincial
de la Empresa Flores, procedente de Lima con destino a Tacna;
hallándose entre sus pertenencias un total de ciento cincuenta globos
conteniendo una sustancia que resultó ser clorhidrato de cocaína
semilíquida, que alcanzó un peso neto de 2 kilogramos y 629 gramos.
L. En cuanto a la procesada Elith Vásquez Tuanama, conocida como
“Señora de los Regalos” o “Elita”; se tiene que a raíz de las
intervenciones de las antes aludidas, NORIA VÁSQUEZ y GUILLERMO MORENO,
y de las comunicaciones interceptadas, se advirtió que Vásquez
Tuanama se comunicaba con el procesado Capter Meller Noria
Vásquez, “Capter” –recluido en el Centro Penitenciario Castro Castro–,
con quien coordinaba la situación de las intervenidas; verificándose
asimismo que ésta, mediante su teléfono número 961073764, también
coordinaba con el acusado JULIO CÉSAR VÁSQUEZ VALLE –a su número de
celular 992808197–, temas relacionados con la entrega de droga.
M. Asimismo, a mérito de la interceptación de comunicaciones, se verificó
que Vásquez Tuanama viajó el veinticinco de octubre de dos mil once
a Chile, transportando droga, y retornó al Perú el veintinueve de
octubre de dos mil once. Igualmente, se tiene que los procesados
Vásquez Tuanama y Capter Meller Noria Vásquez, coordinaban la

6
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SEGUNDA SALA PENAL TRANSITORIA
DE LA REPÚBLICA R.N. N° 1439 – 2016
CALLAO

transformación, acondicionamiento y envío de droga al extranjero;


siendo los transportistas, entre otras personas, los coprocesados YURI
MAYTE NORIA VÁSQUEZ y ANA MILAGROS GUILLERMO MORENO.

II. FUNDAMENTOS DEL TRIBUNAL SUPERIOR.-

§. RESPECTO A LA DETERMINACIÓN DE LA PENA DE LAS PROCESADAS NORIA VÁSQUEZ Y GUILLERMO


MORENO.-

SEGUNDO: La Sala Penal Superior, ante la confesión de las acusadas YURI


MAYTE NORIA VÁSQUEZ y ANA MILAGROS GUILLERMO MORENO, dictó la sentencia
conformada de folios dos mil ochocientos veinticuatro, declarándolas
autoras del delito contra la salud pública – Tráfico Ilícito de Drogas, en
agravio del Estado; tipificado en el artículo 296°, primer párrafo, del
Código Penal, y les impusieron, la pena de doce años de pena privativa
de libertad; la misma que se determinó teniendo en cuenta que:
(i) las encausadas resultan relativamente jóvenes [la primera de las
mencionadas tiene 22 años de edad; mientras la segunda, tiene 30 años de edad], lo
que les posibilita reinsertarse a la Sociedad; (ii) Los Principios de
Proporcionalidad, Lesividad y Humanidad; y, (iii) La conclusión anticipada
del juicio oral.

§. EN LO CONCERNIENTE A LA RESPONSABILIDAD PENAL DE LOS ACUSADOS GUILLÉN MACEDO,


VÁSQUEZ VALLE Y RENGIFO DÍAZ.-

TERCERO: La sentencia del 27 de enero de 2016, declaró probada la


responsabilidad penal de los acusados ÓSCAR GUILLÉN MACEDO, JULIO CÉSAR
VÁSQUEZ VALLE y JESÚS ALBERTO RENGIFO DÍAZ, basándose sustancialmente en la
declaración del colaborador eficaz, identificado con clave N.° A4Z5B6; así
como las demás pruebas de cargo [prueba documental] que fluyen de todo
lo actuado; quedando, en consecuencia, acreditada su autoría en el
delito contra la salud pública – Tráfico Ilícito de Drogas, en agravio del
7
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SEGUNDA SALA PENAL TRANSITORIA
DE LA REPÚBLICA R.N. N° 1439 – 2016
CALLAO

Estado. En ese sentido, se emitió una condena contra ellos [se impuso a JESÚS
ALBERTO RENGIFO DÍAZ, por mayoría, veinte años de pena privativa de la libertad; a JULIO
CÉSAR VÁSQUEZ VALLE, diecisiete años de pena privativa de la libertad, y a ÓSCAR GUILLÉN
MACEDO, dieciséis años de pena privativa de la libertad; y se fijó por concepto de
reparación civil, por mayoría, la suma de cien mil soles que deberán abonar en forma
solidaria a favor del Estado], en aplicación del artículo 285° del Código de

Procedimientos Penales.

III. EXPRESIÓN DE AGRAVIOS DE LOS RECURSOS DE NULIDAD.-

III.1. RESPECTO A LA SENTENCIA DE FECHA DOS DE DICIEMBRE DE DOS MIL QUINCE [folios dos
mil ochocientos veinticuatro].-

CUARTO: La procesada YURI MAYTE NORIA VÁSQUEZ, en su recurso de nulidad


de folios dos mil novecientos dieciséis, cuestiona el extremo de la pena
impuesta en su contra, considerándola excesiva. Alega que no se ha
tenido en cuenta su confesión espontánea y sincera, y que de acuerdo a
la jurisprudencia se puede reducir la sentencia de un sujeto con
responsabilidad restringida –al momento de la comisión de los hechos contaba con
dieciocho años de edad–, máxime si se ha acogido a la conclusión anticipada
de los debates orales.

QUINTO: La encausada ANA MILAGROS GUILLERMO MORENO, en su recurso de


nulidad de folios dos mil novecientos veintiuno, cuestiona el extremo de la
pena impuesta, encontrándola excesiva y transgresora de las normas
legales, pues sostiene que no se consideró que se acogió a la conclusión
anticipada de los debates orales, ni el derecho premial que ello implica.
No se tuvo en cuenta su confesión sincera, lo que importa una disminución
de la pena a imponer, menor a doce años, esto es, ocho años con seis
meses y veintiséis días. Tampoco su calidad de “burrier”, hecho que para
el caso de los ciudadanos mexicanos Sergio Moisés Aguilar Gonzales y

8
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SEGUNDA SALA PENAL TRANSITORIA
DE LA REPÚBLICA R.N. N° 1439 – 2016
CALLAO

Alama Patricia Franco Hernández, en el Expediente número 3180 – 2011,


por el delito de Tráfico Ilícito de Drogas, importó la imposición de una pena
de seis años.

III.2. RESPECTO A LA SENTENCIA DE FECHA VEINTISIETE DE ENERO DE DOS MIL DIECISÉIS [folios

tres mil veinticinco].-

SEXTO: El procesado ÓSCAR GUILLÉN MACEDO, en su recurso de nulidad de


folios tres mil setenta y uno, sostiene que no se ha compulsado
adecuadamente las pruebas obrantes en autos, ni los alegatos y
conclusiones de su defensa técnica. Así, no se valoró que en el plenario su
coprocesado JULIO CÉSAR VÁSQUEZ VALLE, declaró que no lo conoce,
desvirtuando con ello las versiones del colaborador eficaz, quien al haber
sido intervenido transportando droga; mostró que su intención ha sido
liberarse de responsabilidad, no siendo juzgado ni sentenciado por los
presentes hechos; lo cual conlleva a determinar que sus incriminaciones
no cumplen con el Acuerdo Plenario número 2 – 2005/CJ – 116. Además,
conoce a sus coprocesados.

SÉTIMO: El procesado JULIO CÉSAR VÁSQUEZ VALLE, en su recurso de nulidad de


folios tres mil setenta y seis, alega que no resultan ciertas las conclusiones
de la Sala sobre su responsabilidad como integrante de una organización
criminal –en la que coordinaba, captaba “burriers”, los instalaba, supervisaba la ingesta
de envoltorios o cápsulas de droga y controlaba los movimientos en el aeropuerto–. El
único contacto que tuvo con el colaborador eficaz fue para la entrega de
la droga encargada por JESÚS ALBERTO RENGIFO DÍAZ, cuyo contenido
desconocía. Al momento de su captura, debido a problemas económicos,
se disponía a viajar como “burrier”, junto a los hermanos José Luis y Juan
Carlos Alvarado Portocarrero. Trabajaba prestando servicios de taxi para
el procesado Marco Antonio Rengifo Díaz –fallecido–, quien le alquiló el
vehículo de placa CIK-151.
9
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SEGUNDA SALA PENAL TRANSITORIA
DE LA REPÚBLICA R.N. N° 1439 – 2016
CALLAO

OCTAVO: El procesado JESÚS ALBERTO RENGIFO DÍAZ, en su recurso de nulidad


de folios tres mil ochenta y cinco, sostiene que: i) Los reconocimientos
fotográficos efectuados mediante fichas de RENIEC, por el colaborador
eficaz y Martín Antonio Saldaña Fonseca, no han sido corroboradas con
otro elemento probatorio; por el contrario, este último en su instructiva no
se ha ratificado de su manifestación policial; ii) No se ha demostrado que
haya entregado su vehículo a JULIO CÉSAR VÁSQUEZ VALLE, o haya
concertado con sus coacusados, o que, de las escuchas telefónicas, se
haya demostrado ello; iii) Los envíos de dinero procedieron, en parte, de
un amigo que lo enviaba para su hija enferma, mientras que los otros
montos se dieron por el pago de mercadería consistente en ropa,
zapatillas y sandalias que dejaba a sus clientes; iv) Viajaba al extranjero
para traer mercadería y venderla en Tingo María, Chincha y Lima;
actividad a la que se dedicó por diecisiete años, percibiendo entre dos mil
quinientos a cinco mil soles; que viajó a Colombia en mil novecientos
noventa y siete, porque se casó su hermano y estuvo en Brasil por su
enamorada; v) No se ha considerado la declaración testimonial de
Carmen Mary Pantoja Urquía, quien corrobora que es comerciante de
ropa y que tiene una pareja en Brasil de nombre Ana Paula; ni se verificó
las copias certificadas del libro contable de compras que acredita su
actividad lícita.

IV. FUNDAMENTOS DEL TRIBUNAL SUPREMO.-

NOVENO: El ámbito de pronunciamiento de este Supremo Tribunal, se


circunscribe a los agravios expresados por la defensa técnica tanto de las
encausadas YURI MAYTE NORIA VÁSQUEZ y ANA MILAGROS GUILLERMO MORENO,
como de los procesados ÓSCAR GUILLÉN MACEDO, JULIO CÉSAR VÁSQUEZ VALLE y
JESÚS ALBERTO RENGIFO DÍAZ, en sus respectivos recursos de nulidad, conforme

10
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SEGUNDA SALA PENAL TRANSITORIA
DE LA REPÚBLICA R.N. N° 1439 – 2016
CALLAO

al principio de congruencia procesal. Dichos agravios inciden


básicamente en dos puntos concretos. Concerniente al cuestionamiento
hecho por las imputadas, se advierte que los agravios formulados se
circunscriben al extremo de la determinación judicial de la pena. En
relación a los agravios de los otros tres encausados, se advierte que éstos
inciden en cuestiones referentes a la valoración de la prueba y a la
acreditación del hecho histórico, postulado por la Fiscalía. Por tanto, el
análisis de este Supremo Tribunal, deberá centrarse en establecer si se
encuentra o no acreditada en autos la responsabilidad penal de cada
uno de los encausados, en el hecho punible que se les imputa. Siendo así,
y con fines estrictamente metodológicos, corresponde realizar un análisis
diferenciado para cada pretensión.

IV.1. CON RELACIÓN A LOS RECURSOS DE NULIDAD FORMULADOS POR LAS ENCAUSADAS YURI
MAYTE NORIA VÁSQUEZ Y ANA MILAGROS GUILLERMO MORENO, CONTRA LA SENTENCIA DE
FECHA DOS DE DICIEMBRE DE DOS MIL QUINCE [folios dos mil ochocientos veinticuatro].-

DÉCIMO: Las procesadas YURI MAYTE NORIA VÁSQUEZ Y ANA MILAGROS GUILLERMO
MORENO, en el plenario [folios dos mil setecientos noventa y cuatro], se sometieron a
los alcances de la Ley número 28122, Ley de Conclusión Anticipada del Juicio
Oral, admitiendo su culpabilidad en los cargos incriminados. Dicha anuencia,
contó con la autorización de su abogado defensor [doble conformidad procesal].
En virtud de ello, se emitió la sentencia conformada de folios dos mil ochocientos
veinticuatro, de la cual fluye que fueron condenadas como autoras del delito
contra la salud pública – Tráfico Ilícito de Drogas, tipo agravado, en agravio del
Estado.

DÉCIMO PRIMERO: Ahora bien, situado en la pretensión de las


impugnantes, se tiene que el objeto de las impugnaciones, se circunscribe
al cuestionamiento de la proporcionalidad de la sanción aplicada. En ese
sentido, debemos señalar que la imposición de la pena tiene como

11
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SEGUNDA SALA PENAL TRANSITORIA
DE LA REPÚBLICA R.N. N° 1439 – 2016
CALLAO

sustento normativo, tanto el artículo VIII del Título Preliminar del Código
Penal –que vincula la dosis de pena con determinadas características del hecho y vista
la proporcionalidad como límite máximo–, como los artículos 45° y 46° del citado
Código Sustantivo. Además, engloba dos etapas secuenciales
marcadamente definidas, la primera denominada “Determinación Legal”,
y la segunda rotulada como “Determinación Judicial”. En esta última fase,
concierne realizar un juicio ponderativo sobre la presencia de
circunstancias agravantes, atenuantes y/o cualquier otra causal de
reducción o disminución de la pena. La pretensión impugnativa de las
recurrentes YURI MAYTE NORIA VÁSQUEZ y ANA MILAGROS GUILLERMO MORENO, insta
a que esta Sala Penal Suprema desarrolle un nuevo esquema punitivo, a
fin de contrastar la proporcionalidad de la pena.

DÉCIMO SEGUNDO: DETERMINACIÓN LEGAL: Acotado lo anterior, debemos


remitirnos, en principio, a la pena conminada prevista para el ilícito
incriminado, que de acuerdo al artículo 296° –tipo base– y al artículo 297°,
primer párrafo, numeral 6), del Código Penal –según el Decreto Legislativo
número 982, de fecha 22 de julio de 2007–, se encuentra en un rango punitivo no
menor de quince ni mayor de veinticinco años de privación de libertad.
No convergen circunstancias de agravación cualificada, como la
reincidencia o habitualidad, cuyos efectos alterarían el límite máximo de
la penalidad, configurando un nuevo marco de punición.

DÉCIMO TERCERO: DETERMINACIÓN JUDICIAL: Situados en este primer ámbito de


determinación de la pena, resta precisar la magnitud cuantitativa de la
misma. En este punto, los presupuestos para fundamentar y determinar la
pena que prevé el artículo 45° del Código Penal, entre los que se
encuentran las carencias sociales que hubieren sufrido las procesadas YURI
MAYTE NORIA VÁSQUEZ y ANA MILAGROS GUILLERMO MORENO, el nivel de su cultura
y costumbres –grado de instrucción: ambas con secundaria incompleta y de

12
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SEGUNDA SALA PENAL TRANSITORIA
DE LA REPÚBLICA R.N. N° 1439 – 2016
CALLAO

ocupación: ama de casa y comercio ambulatorio, respectivamente–, e incluso la


ausencia de antecedentes judiciales –folios novecientos veinte y novecientos
veintiuno, respectivamente–; no fundamentan una rebaja por debajo del
mínimo legal. Se trata de circunstancias genéricas de atenuación que sólo
permiten aplicar la sanción dentro de los márgenes de la pena abstracta –
quince a veinticinco años– según el artículo 46° del Código Penal –texto original–.

DÉCIMO CUARTO: Además, es menester considerar que al tratarse del


delito de tráfico ilícito de drogas, no puede soslayarse que reviste suma
gravedad no sólo por el efecto nocivo a la salud pública, sino, en el mismo
nivel de importancia, por las secuelas colaterales tanto a la seguridad
pública –en función a los altos niveles de violencia– y a la economía nacional –por
el ingreso de dinero ilícito a las acciones comerciales–. En el caso de autos, debe
ponderarse el contexto situacional del hallazgo de droga, habiéndose
detectado a las encausadas transportándola, tratándose de Clorhidrato
de Cocaína en solución, con un peso neto total de 2 kilos y 629 gramos –
folios novecientos sesenta y siete–, lo que da cuenta de una actividad ilícita de
tráfico de drogas en escala considerable. Es un dato de la realidad
extraído de la experiencia común, cuya validez abarca todo ámbito de la
razonabilidad. La cantidad ingente de droga así lo demuestra. No tenían
otra finalidad sino introducirla al comercio ilegal. De este modo, la sanción,
en todo caso, debió corresponder a la pena máxima (quince años de
pena privativa de la libertad).

DÉCIMO QUINTO: Seguidamente, en la perspectiva del derecho penal


premial, a favor de las recurrentes, confluye la conclusión anticipada del
juicio oral. Esta circunstancia se erige como regla de aminoración punitiva
por bonificación procesal, y se justifica en el reconocimiento de
culpabilidad al inicio del plenario, lo que entraña una respuesta punitiva
menos intensa. Su operatividad es complementaria y surge luego de

13
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SEGUNDA SALA PENAL TRANSITORIA
DE LA REPÚBLICA R.N. N° 1439 – 2016
CALLAO

aplicar el procedimiento de determinación judicial de la pena. La


reducción se aplicará después de que se fije una pena concreta, aunque
los alcances finales de la misma arrojen un resultado cuantitativo inferior al
mínimo de la pena conminada para el delito [1]. Así, en el caso concreto,
conforme al Acuerdo Plenario número 05 – 2008/CJ – 116, de fecha
dieciocho de julio de dos mil ocho, corresponde la disminución punitiva
por el efecto de la conclusión anticipada en un máximo permisible en
función a un sétimo de la pena concreta determinada en quince años –
fundamento jurídico vigésimo tercero–; obteniéndose como resultado trece años
de privación de libertad. Esta pena responde a un adecuado juicio de
proporcionalidad entre la entidad del injusto cometido y la
responsabilidad por el hecho, además, responde a los criterios generales
de prevención general positiva. En consecuencia, la pena impuesta a la
procesada Guillermo Moreno –doce años– se constata benigna frente a la
determinación legal y judicial de la pena realizada por esta Sala Penal
Suprema.

DÉCIMO SEXTO: Sin embargo, sólo en el caso de la procesada YURI MAYTE


NORIA VÁSQUEZ, se advierte que a la fecha de la comisión delictual, tenía
dieciocho años y seis meses de edad –ficha de RENIEC de folios ochenta y siete–,
por lo tanto, se encontraba inmersa en los alcances de la responsabilidad
restringida, conforme al artículo 22°, primer párrafo, del Código Penal [2].

Tal circunstancia, se erige como una causal de disminución de punibilidad,


cuyo efecto será la degradación de la sanción, siempre en una línea
descendente inferior al mínimo legal. Se trata de una reducción

Prado Saldarriaga, Víctor. Determinación Judicial de la Pena. Instituto Pacífico. Lima 2015, p. 62
[1]

Si bien el segundo párrafo del artículo 22° del Código Penal, excluye la aplicación de esta reducción punitiva, entre
[2]

otros, para los agentes que hayan cometido un delito sancionado con cadena perpetua; sin embargo, dicha controversia
legal, ha sido resuelta por este Tribunal Supremo en diversos pronunciamientos. En ellos se estableció que la citada
norma sustantiva colisiona con el derecho a la igualdad de todo justiciable, por lo tanto, corresponde su inaplicación, con
arreglo al artículo 138°, segundo párrafo, de la Constitución Política del Estado. Se aplicó un test de ponderación. Así,
Ejecutorias Supremas, recaídas en el Recurso de Casación número 335 – 2015/DEL SANTA, de fecha 01 de junio de
2016 [Precedente Vinculante]; y, en el Recurso de Nulidad número 1115 – 2016/LIMA, de fecha 10 de agosto de 2016
[FJ décimo].

14
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SEGUNDA SALA PENAL TRANSITORIA
DE LA REPÚBLICA R.N. N° 1439 – 2016
CALLAO

discrecional y prudencial de la penalidad conminada para el delito que


siempre deberá operar por debajo de su extremo inicial [3]. No existen
razones objetivas que emerjan de la investigación para no recurrir a dicha
aminoración punitiva. La sanción, en su caso, a juicio discrecional de esta
Sala Penal Suprema, debe ser fijada en ocho años de pena privativa de
libertad, dada la concurrencia de dos circunstancias atenuantes
(conclusión anticipada del juicio oral y responsabilidad restringida).

DÉCIMO SÉTIMO: En cuanto a los agravios formulados por las recurrentes,


en el sentido que no se habría tenido en consideración sus confesiones
sinceras, debemos señalar que conforme a lo prescrito por el artículo 161°
del Código Procesal Penal, al haberse efectuado su detención en
flagrancia delictiva, no resulta de aplicación el beneficio de la confesión
sincera; pues, ésta tiene sentido cuando con dicha declaración se ayuda
al descubrimiento del delito, lo que en el presente caso no ha ocurrido.

DÉCIMO OCTAVO: Finalmente, en cuanto al agravio formulado por la


procesada ANA MILAGROS GUILLERMO MORENO, quien señala que tampoco se
ha valorado su calidad de “burrier”, hecho que para el caso de los
ciudadanos mexicanos Sergio Moisés Aguilar Gonzales y Alama Patricia
Franco Hernández, en el Expediente N.° 3180-2011, por el delito de Tráfico
Ilícito de Drogas, importó la imposición de una pena de seis años. Es
menester señalar que la procesada GUILLERMO MORENO ha formulado
agravios de índole probatorio; por lo que, en este punto no cabe sino
remitirse a los alcances y límites de una sentencia anticipada establecidos
en el Acuerdo Plenario número cinco – dos mil ocho/CJ – ciento
dieciséis –fundamento jurídico nueve–, conforme al cual: “(…) la sentencia
[conformada] –y evidentemente su re-examen– (…) no puede apreciar prueba alguna, no
sólo porque no existe tal prueba (…) sino además porque la ausencia del contradictorio y

[3] Prado Saldarriaga, Víctor. Determinación Judicial de la Pena. Instituto Pacífico. Lima 2015, p.60.

15
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SEGUNDA SALA PENAL TRANSITORIA
DE LA REPÚBLICA R.N. N° 1439 – 2016
CALLAO

el propio allanamiento de la parte acusada no autoriza a valorar los actos de


investigación y demás actuaciones realizadas en la etapa de instrucción. En este caso, se
da una ‘predeterminación de la sentencia’”. Así entonces, mal puede pretenderse
que este Supremo Colegiado, en su calidad de instancia revisora, analice
tales argumentos que no han sido materia de pronunciamiento por la Sala
Superior, porque no fueron objeto de debate, por la renuncia de la
procesada a la actividad probatoria, en juicio oral.

IV.1. CON RELACIÓN A LOS RECURSOS DE NULIDAD FORMULADOS POR LOS ENCAUSADOS

ÓSCAR GUILLÉN MACEDO, JULIO CÉSAR VÁSQUEZ VALLE Y JESÚS ALBERTO RENGIFO DÍAZ,
CONTRA LA SENTENCIA DE FECHA VEINTISIETE DE ENERO DE DOS MIL DIECISÉIS [folios tres mil

veinticinco].-

DÉCIMO NOVENO: Del análisis de los autos se advierte que la materialidad


del delito se acredita con: i) El acta de recojo prueba de campo, pesaje,
comiso y lacrado de droga –folios ciento veinticuatro–, en el que la autoridad
policial acompañada del representante del Ministerio Público, da cuenta
de la intervención realizada el día seis de diciembre de dos mil once, en la
habitación número doscientos once del hostal “El Remanso”, donde, en
presencia de los detenidos José Luis Alvarado Portocarrero y JULIO CÉSAR
VÁSQUEZ VALLE, se encontró, en el lavadero del baño, cincuenta y ocho
envoltorios de látex (preservativos), conteniendo una sustancia líquida con
un peso bruto total de 1 kilogramo y 620 gramos, cuya muestra al ser
sometida al reactivo thiocynato de cobalto –prueba de campo–, arrojó una
coloración azul turquesa, indicativo para alcaloide de cocaína; ii) Las
actas de registro personal de los sentenciados José Luis Alvarado
Portocarrero –folios ciento treinta y cinco– y Juan Carlos Alvarado Portocarrero
–folios ciento cuarenta y cuatro–, donde consta que al ser detenidos en el
interior del hostal “El Remanso”; el primero manifestó haber ingerido
cincuenta envoltorios de látex (preservativos – tipo bolsitas), conteniendo una
sustancia líquida al parecer alcaloide de cocaína; en tanto el segundo
16
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SEGUNDA SALA PENAL TRANSITORIA
DE LA REPÚBLICA R.N. N° 1439 – 2016
CALLAO

declaró haber ingerido setenta envoltorios de látex, conteniendo droga; y,


iii) Los resultados preliminares de análisis químico droga –folios ciento veinte,
ciento veintiuno y ciento veintidós– y los dictámenes periciales de química
(drogas) –folios novecientos sesenta y cuatro, novecientos sesenta y cinco y
novecientos sesenta y seis–, practicados a la sustancia incautada –peso neto
total: 4 kilogramos y 477 gramos–, con resultado positivo para clorhidrato de
cocaína semilíquida; cuyo destino, para su distribución y comercialización,
era la ciudad de Sao Paulo – Brasil.

VIGÉSIMO: En atención a la pretensión impugnatoria del procesado ÓSCAR


GUILLÉN MACEDO, se tiene que su participación en dicho ilícito se respalda en
el atestado policial –folios uno–, donde se da cuenta que por información
brindada por el colaborador eficaz A4Z5B6, se tomó conocimiento que
éste se encargaba de captar personas para transportar droga al
extranjero, bajo la modalidad de ingesta, presentándole para tal efecto a
JULIO CÉSAR VÁSQUEZ VALLE, conocido como “Black Pit”.

VIGÉSIMO PRIMERO: Dicho juicio de culpabilidad se acredita con los


siguientes elementos de prueba: i) El acta de reconocimiento fotográfico
mediante ficha de RENIEC, en la que el colaborador eficaz A4Z5B6, lo
sindica como la persona que lo captó y le propuso viajar transportando
droga a la ciudad de Sao Paulo – Brasil, bajo la modalidad de ingesta;
habiéndolo conocido en el trabajo en el año dos mil nueve; ii) El acta de
deslacrado y lectura de tres teléfonos celulares y un chip, de folios
trescientos tres, en la que se verifica que en la agenda telefónica del
procesado José Salas Grandez –a quien el colaborador eficaz reconoce como
“Viejo” o “You Black”, quien le compró el primer pasaje a la ciudad de Sao Paulo – Brasil,
viaje que fue frustrado debido a que no había “ingestado” la cantidad que ellos querían;
habiéndole también comprado ropa para su viaje en el mercado conocido como Polvos

Azules–, se encuentra registrado como Oscar, el número de celular


992319761, utilizado por el encausado ÓSCAR GUILLÉN M ACEDO; iii) El acta N.°

17
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SEGUNDA SALA PENAL TRANSITORIA
DE LA REPÚBLICA R.N. N° 1439 – 2016
CALLAO

008/113-12-11 de intervención, recolección y control de comunicaciones y


documentos privados, donde figura la conversación entre los
sentenciados JULIO CÉSAR VÁSQUEZ VALLE [número de celular 992808197] y ÓSCAR
GUILLÉN M ACEDO [número de celular 992319761], coordinando la captación de
burriers y el transporte de droga; así se tiene, que el día cinco de
diciembre de dos mil once, el encausado VÁSQUEZ VALLE le solicitó que le
consiga “maniquíes para chambear” (burriers), acordando también la forma de
pago: “yo te estoy dando la plata ahí mismo, al toque nomás”. Los elementos de
prueba antes mencionados acreditan su coautoría en el delito que se le
imputa, por lo que su recurso de nulidad debe ser desestimado.

VIGÉSIMO SEGUNDO: Respecto a la pretensión del encausado JULIO CÉSAR


VÁSQUEZ VALLE, su vinculación con el ilícito penal se sustenta con su
detención en flagrancia delictiva, conforme al Parte de remisión N.° 35-12-
2011-DIRANDRO-PNP/DIVITID-DF –folios diez–, donde la autoridad policial da
cuenta que el seis de diciembre de dos mil once, junto con el
representante del Ministerio Público, fue intervenido cuando salía del
hostal “El Remanso”; en cuyo interior, además, fueron detenidos los
sentenciados José Luis Alvarado Portocarrero y Juan Carlos Alvarado
Portocarrero –habitaciones número doscientos once y número doscientos veinte,
respectivamente–, cuando ingerían envoltorios con droga –clorhidrato de
cocaína– para ser transportados a la ciudad de Sao Paulo – Brasil.

VIGÉSIMO TERCERO: Frente a ello, el impugnante VÁSQUEZ VALLE postula su


inocencia, señalando que se encontraba en dicho lugar porque iba a
viajar a Brasil como “burrier”. Sin embargo, concurren elementos de
prueba que desvirtúan su negativa. Así se tiene: i) El Acta de entrevista
efectuada al momento de su detención en el hostal “El Remanso” –folios
doscientos quince–, donde su coprocesado Juan Carlos Alvarado
Portocarrero, lo sindica como la persona que le dijo que se ganaría un

18
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SEGUNDA SALA PENAL TRANSITORIA
DE LA REPÚBLICA R.N. N° 1439 – 2016
CALLAO

sencillo viajando a Brasil, tramitó su pasaporte y lo obligó a ingerir setenta


cápsulas conteniendo droga. Además, tanto en sede preliminar –folios
ciento tres– como durante la instrucción –folios novecientos veintisiete–, el
encausado Juan Carlos Alvarado Portocarrero, refiere que el acusado
VÁSQUEZ VALLE le manifestó que la droga era de él y de una persona que
trabajaba en Migraciones, a quien, en una comunicación telefónica,
escuchó decir: “todo está arreglado (…) que vengan nomás los muchachos al
aeropuerto” (sic). Para el viaje a Brasil, el encausado le entregó cien bolsitas
conteniendo clorhidrato de cocaína, en la mañana del seis de diciembre
de dos mil once; le dio a probar tres bolsitas, al aceptarlas su estómago le
avisó que estaba bien y podía pasar más –dicha versión se acreditada con el
Acta N.° 009/113-12-11 de intervención, recolección y control de comunicaciones y
documentos privados, conversación entre VÁSQUEZ VALLE [número de celular 992808197] y
José Luis Alvarado Portocarrero [número de celular 979303123], los días cinco y seis de
diciembre de dos mil once, coordinando el trámite de pasaportes para los hermanos
Alvarado Portocarrero –folios seiscientos treinta y seis–. En un extremo de las
conversaciones, VÁSQUEZ VALLE le indica: “estamos chambeando ya en una hora, estoy ahí con todas
las cosas, yo ya me quedo con ustedes” –folios seiscientos treinta y ocho–, y luego: “José [Luis
Alvarado Portocarrero], no te olvides (…) no vayas a ir al baño y vayas a botar [en alusión a las cápsulas

que había ingerido]” [folios seiscientos treinta y nueve]– ya en la tarde, al promediar


las quince horas, comenzó a tragar las demás bolsitas hasta llegar a
setenta. Sostiene que, cuando no pudo ingerir más, el acusado VÁSQUEZ
VALLE lo presionó, diciéndole que había hecho mucho gasto y que con esa
cantidad no era suficiente, saliendo de la habitación a comprar pastillas
para las náuseas, ingresando luego con la policía. Precisa que VÁSQUEZ
VALLE viajaría a Brasil con ellos –José Luis Alvarado Portocarrero y Juan Carlos
Alvarado Portocarrero–, para cuidarlos durante el viaje y para entregarles el
dinero acordado al llegar a su destino; quinientos dólares americanos a
cada uno; ii) El acta de reconocimiento fotográfico en ficha de RENIEC –
folios setecientos treinta y seis del cuaderno de colaboración eficaz–, en el que el
colaborador eficaz A4Z5B6, lo reconoce como “Black Pit”, quien el día
dieciséis de setiembre de dos mil once, le entregó noventa y cinco bolsitas

19
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SEGUNDA SALA PENAL TRANSITORIA
DE LA REPÚBLICA R.N. N° 1439 – 2016
CALLAO

de látex (preservativos) con droga, para, bajo la modalidad de ingesta,


transportarlos a Brasil; iii) Aunado a ello, el coprocesado y reo contumaz
Martín Antonio Saldaña Fonseca, en sede preliminar –folios ochenta y ocho–,
refiere que era él quien le iba a enseñar, cómo consumir las cápsulas
conteniendo droga y lo trasladaría al aeropuerto; además, por encargo
del encausado JESÚS ALBERTO RENGIFO DÍAZ, era quien le entregaba dinero
para su alimentación y manutención en Lima, dado que él había venido
desde Tingo María. Si bien es cierto, al rendir su declaración instructiva de
folios ochocientos treinta y cuatro, el mencionado Saldaña Fonseca
manifestó no conocerlo, luego, indicó que lo conocía como taxista
porque llegaba a la casa de la calle Las Fresas número doscientos trece,
Mz. “I”, lote treinta y cuatro, urbanización El Olivar – Callao [de propiedad de
la señora Ulda Díaz Cárdenas, mamá del procesado JESÚS ALBERTO RENGIFO DÍAZ], y que
salieron juntos en dos oportunidades por encargo de la señora Rosita; una
para llevar documentos a la agencia Bahía; y otra para comprar celulares
en Las Malvinas; sin embargo, para este Supremo Tribunal –teniendo en
consideración lo establecido en el precedente vinculante recaído en el Recurso de
Nulidad N.° 3044-2004, del dos de diciembre del dos mil cuatro, que señala que cuando
se trata de testigos o imputados que han declarado indistintamente durante el proceso
penal, etapas prejudicial (declaraciones en sede judicial) y judicial, el Tribunal tiene

libertad para conceder mayor o menor fiabilidad a unas u otras de tales declaraciones–,

a la luz de los elementos de prueba que obran en autos, la declaración


inicial del procesado Saldaña Fonseca presenta mayor fiabilidad;
iv) La declaración del sentenciado José Luis Alvarado Portocarrero, quien
en sede preliminar –folios noventa y siete– y durante la instrucción –folios
novecientos treinta–, lo delata como la persona que le entregó la droga y
supervisó su ingesta en envoltorios, enseñándoles, tanto a él como a su
hermano Juan Carlos Alvarado Portocarrero, cómo tragar los envoltorios.
Las maletas, pasaportes, la droga que estaba en el baño, los pasajes y
otras cosas que estaban en el hostal “El Remanso” –ver Registro de habitación
e incautación de folios ciento cuarenta y nueve, efectuado en la habitación doscientos

20
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SEGUNDA SALA PENAL TRANSITORIA
DE LA REPÚBLICA R.N. N° 1439 – 2016
CALLAO

once del hostal “El Remanso”–, fueron llevados por VÁSQUEZ VALLE, quien además
le dijo que todo estaba arreglado, que no iba a pasar nada, porque en
Migraciones tenía todo arreglado, habiendo escuchado, tanto él como su
hermano Juan Carlos, cuando hablaba con alguien de Migraciones.
Agrega, que con el procesado –registrado como León– se comunicaba con el
número de celular 979303123; v) La testimonial de William Augusto Solís
Rosales –folios ciento nueve–, recepcionista del hostal “El Remanso”, quien
refiere que el día lunes cinco de diciembre de dos mil once, al promediar
las veintidós horas, el encausado ingresó al hostal en compañía de los
hermanos Alvarado Portocarrero, quienes se encontraban alojados en
dicho lugar; y, vi) El mérito del Acta de registro de habitación e
incautación de folios ciento noventa y uno –practicado en la vivienda del
procesado, ubicada en la manzana “B-5”, lote siete, sector uno, Bocanegra - Callao,
encontrándose en el pasadizo del tercer piso, una maleta, en cuyo interior había, entre
otros, una cartuchera conteniendo tres pasaportes a nombre de Sara Pamela Reyes
Alvarado, Elith Vásquez Tuanama (sentenciada) y Luis Fernando Mosquera Inuma; dos
certificados de vacunación contra la fiebre amarilla a nombre de Elith Vásquez Tuanama
y Luis Fernando Mosquera Inuma; dos DNI a nombre del sentenciado José Luis Alvarado
Portocarrero y Werlin Ander Sangama Reyes; un comprobante de pago por expedición
de pasaporte de nombre Natali Rosario Yumbato Ysuiza; solicitud de apertura de cuenta
del Banco de Crédito del Perú, a nombre de su coprocesado José Luis Alvarado
Portocarrero, en soles número 191-22360318-0-79 y en dólares número 191-22360390-1-51;
boleta de remisión de encomienda a través de la empresa Bahía Continental, que tiene
como remitente al encausado LUIS ALBERTO RENGIFO DÍAZ y como destinatario a Alberto

Hernández Panaifo–, el Acta N.° 001/113-10-11 de intervención, recolección y


control de comunicaciones y documentos privados de folios mil cincuenta
y cinco –conversación entre JULIO CÉSAR VÁSQUEZ VALLE [número de celular 992808197] y la
sentenciada Elith Vásquez Tuanama [número de celular 961073764], los días once y doce

de octubre de dos mil once, coordinando la entrega de droga– y el Reporte de


llamadas del número de celular 961073764, de folios mil setecientos
cincuenta y seis, utilizado por la sentenciada Elith Vásquez Tuanama –se
advierte llamadas con el número 992808197, utilizado por JULIO CÉSAR VÁSQUEZ VALLE, entre

21
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SEGUNDA SALA PENAL TRANSITORIA
DE LA REPÚBLICA R.N. N° 1439 – 2016
CALLAO

los días diez y doce de octubre de dos mil once–. En tal sentido, los agravios
contenidos en su recurso impugnatorio resultan infundados.

VIGÉSIMO CUARTO: Con relación al sentenciado JESÚS ALBERTO RENGIFO DÍAZ,


su participación en el ilícito materia de autos se prueba con el atestado
policial –folios uno–, donde se da cuenta que por información suministrada
por el colaborador eficaz A4Z5B6, se tomó conocimiento que para el viaje
del declarante al extranjero transportando droga, el encausado RENGIFO
DÍAZ le entregó dinero a José Salas Grandez, conocido como “You Black” o
“Viejo”, para la compra de maletas y ropa.

VIGÉSIMO QUINTO: Si bien es cierto, el encausado Rengifo Díaz sostiene


que los envíos de dinero a su nombre, desde el extranjero, fueron hechos
por un amigo que enviaba dinero para su hija enferma; sin embargo, no
identifica a dicha persona, ni brinda mayor información del país de envío
ni la identidad de la beneficiaria; ocurriendo lo propio, cuando refiere que
el resto del dinero correspondía al pago por la mercadería que dejaba a
sus clientes –ropa, zapatillas y sandalias–, versión que resulta contraria con su
propia declaración, cuando señala que sus viajes al extranjero eran para
traer mercadería y venderla en Tingo María, Chincha y Lima; no habiendo
referido que era para llevar ropa del Perú al extranjero. La testimonial de
Carmen Mary Pantoja Urquía no brinda información útil a su favor, dado
que se limitó a señalar que lo conocía como comerciante en la ciudad de
Huánuco, sin precisar el lugar donde ejercía dicha actividad o los
productos que ofrecía, ocurriendo lo propio cuando señala que el
encausado tiene una pareja en Brasil de nombre Ana Paula; igualmente,
la copia certificada del libro contable de compras que adjunta, no
acredita su versión exculpatoria, por lo que los agravios expuestos en su
recurso impugnatorio constituyen un medio natural de defensa, dirigidos a
evadir su responsabilidad penal. La coautoría en el delito de Tráfico Ilícito
de Drogas que se le imputa, se encuentra debidamente acreditada con:

22
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SEGUNDA SALA PENAL TRANSITORIA
DE LA REPÚBLICA R.N. N° 1439 – 2016
CALLAO

i) El acta de reconocimiento fotográfico en ficha de RENIEC –folios


setecientos cincuenta y cinco del cuaderno de colaboración eficaz–, en la que el
colaborador eficaz A4Z5B6, lo reconoce como la persona que le entregó
dinero al prófugo José Salas Grandez –quien fue detenido en el inmueble de calle
Las Fresas número doscientos trece, Mz. “I”, lote treinta y cuatro, urbanización El Olivar –
Callao, de propiedad de la señora Ulda Díaz Cárdenas, madre del procesado Jesús

Alberto Rengifo Díaz–, para la compra de ropa y una maleta para su viaje a
Sao Paulo – Brasil; precisando que esto ocurrió cuando se encontraba por
inmediaciones del hostal “Las Fresas”, donde se encontraba alojado para
preparar su viaje al extranjero; ii) El acta de reconocimiento fotográfico en
fichas de RENIEC, de folios trescientos dieciocho, en que su coprocesado
Martín Antonio Saldaña Fonseca, indica que lo conocía como Jesús
Alberto Rengifo Panduro o “Gordo”. En sede preliminar, Saldaña Fonseca
precisa que vino a Lima desde Tingo María, el dieciocho de octubre de
dos mil once, porque su amigo JESÚS ALBERTO RENGIFO DÍAZ, quien le envió
dinero para sus gastos, le dijo que trabajara llevando droga al extranjero
como “correo” o “burrier” –lo llamó para “comer cápsulas con droga”–, por lo
que le pagaría cuatro mil dólares. Ya en Lima, a la espera de viajar a Sao
Paulo – Brasil, se alojó en el cuarto piso del inmueble ubicado en la calle
Las Fresas número doscientos trece, Mz. “I”, lote treinta y cuatro,
urbanización El Olivar – Callao [de propiedad de la señora Ulda Díaz Cárdenas,
mamá del procesado JESÚS ALBERTO RENGIFO DÍAZ], donde también vivía RENGIFO DÍAZ,
quien además trabajaba con su hermano y coprocesado Marco Antonio
Rengifo Díaz -se comunicó su fallecimiento, sin haber sido detenido-, coordinando y
enviando gente al extranjero para transportar droga. Conforme al acta de
registro de habitación e incautación de folios ciento ochenta y seis,
Saldaña Fonseca fue intervenido en la azotea (cuarto piso) del precitado
inmueble, donde se encontró, entre otros, un pasaporte a su nombre,
corroborándose con ello que su presencia en la ciudad de Lima era para
viajar al extranjero. Sin embargo, si bien al rendir su declaración instructiva
de folios ochocientos treinta y cuatro, no se ratifica de su declaración

23
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SEGUNDA SALA PENAL TRANSITORIA
DE LA REPÚBLICA R.N. N° 1439 – 2016
CALLAO

policial, alegando que fue extorsionado por el capitán Zaro, para sindicar
a gente que no conoce, y que luego de su manifestación él le pidió diez
mil dólares para que lo limpie; sin embargo, su versión exculpatoria no ha
sido acreditada en autos con elemento de prueba alguno; razón por la
cual, en atención a lo prescrito en el fundamento quinto del precedente
vinculante recaído en el Recurso de Nulidad N.° 3044-2004, del dos de
diciembre del dos mil cuatro –esto es, que cuando se trata de testigos o imputados
que han declarado indistintamente durante el proceso penal, etapas prejudicial
(declaraciones en sede judicial) y judicial, el Tribunal tiene libertad para conceder mayor

o menor fiabilidad a unas u otras de tales declaraciones–, de conformidad con los


elementos de prueba que corren en autos, su declaración brindada a
nivel policial presenta mayor fiabilidad; iii) El resultado preliminar del
examen de adherencia ADH 125/11 de folios ciento veintitrés y el
Dictamen pericial de adherencia ADH 125/11 de folios novecientos
cincuenta y cinco, practicado al automóvil de su propiedad –Boleta
Informativa SUNARP de folios novecientos nueve–, con placa de rodaje CIK-151,
marca Suzuki, color blanco, año dos mil dos, con resultado: “POSITIVO para
adherencias de cocaína en la alfombra del conductor, en la alfombra del lado izquierdo
del asiento posterior y en la alfombra de la maletera”; el mismo que fue incautado
en la vivienda de la calle Las Fresas número doscientos trece, Mz. “I”, lote
treinta y cuatro, urbanización El Olivar – Callao, de propiedad de su señora
madre, Ulda Díaz Cárdenas, quien indicó que el vehículo era de su hijo LUIS
ALBERTO RENGIFO DÍAZ –acta de incautación de vehículo de folios doscientos dieciocho–
; iv) El mérito del reporte de operaciones de dinero cursado por Perú
Express Servicios Internacionales S.A. –folios ochocientos trece–, del que se
advierte que JESÚS ALBERTO RENGIFO DÍAZ, recibió dinero proveniente del
extranjero, USA y España, por la suma total de US$ 7,948.47 dólares
americanos, siendo los remitentes Efia Muamah, William Ripalda Ortega,
Irene Chicoma y Josefina Cavero; así como, de su movimiento migratorio
de folios setecientos setenta y seis, que registra ingresos y salidas del Perú a
Brasil, Ecuador, Chile y Colombia, desde el veinte de diciembre de mil

24
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SEGUNDA SALA PENAL TRANSITORIA
DE LA REPÚBLICA R.N. N° 1439 – 2016
CALLAO

novecientos noventa y cuatro (Ecuador) al ocho de noviembre de dos mil


once; sin haber podido justificar ni explicar coherentemente el origen de
dicho dinero y el motivo de sus viajes al extranjero; v) Finalmente, abona a
lo antes expuesto el hecho que su coprocesado Martín Saldaña Fonseca,
fue detenido en el inmueble de propiedad de su señora madre –donde
también vivía el encausado, según versión de este último– y que el reo contumaz
José Salas Grandez, en su declaración instructiva –folios ochocientos
veintiocho– manifestó que desde el mes de agosto de dos mil once,
también vivía en el referido inmueble; esta última versión se corrobora con
el acta de registro de habitación e incautación de folios ciento sesenta y
siete, en que se consigna que en la habitación del segundo piso del
inmueble de la calle Las Fresas número doscientos trece, Mz. “I”, lote
treinta y cuatro, urbanización El Olivar – Callao; se encontró, entre otros, un
certificado internacional de vacunación contra la fiebre amarilla a
nombre de Salas Grandez –folios ciento ochenta–, una solicitud de
transferencia de dinero del Banco de Crédito por la suma de doscientos
setenta soles, siendo el remitente el procesado VÁSQUEZ VALLE y la
beneficiaria Piedad Trigozo Rengifo; con esto último, se acredita que había
conexión entre los procesados JESÚS ALBERTO RENGIFO DÍAZ, José Salas
Grandez y JULIO CÉSAR VÁSQUEZ VALLE.

VIGÉSIMO SEXTO: En consecuencia, estando a la serie de elementos de


prueba ya glosados, se ha logrado enervar la presunción de inocencia
que ostentaban al inicio del proceso, los encausados ÓSCAR GUILLÉN
MACEDO, JULIO CÉSAR VÁSQUEZ VALLE y JESÚS ALBERTO RENGIFO DÍAZ; por lo que de
conformidad con lo establecido por el artículo 285° del Código de
Procedimientos Penales, la condena se encuentra conforme a Ley.

VIGÉSIMO SÉTIMO: Establecida la responsabilidad penal de los coacusados


ÓSCAR GUILLÉN M ACEDO, JULIO CÉSAR VÁSQUEZ VALLE y JESÚS ALBERTO RENGIFO DÍAZ;
corresponde ahora analizar si la Sala Penal Superior, sometió a un correcto

25
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SEGUNDA SALA PENAL TRANSITORIA
DE LA REPÚBLICA R.N. N° 1439 – 2016
CALLAO

juicio de proporcionalidad, la pena judicialmente impuesta. En ese


sentido, se tiene que el hecho objeto de condena se encuentra
sancionado con una pena abstracta no menor de quince ni mayor de
veinticinco años de pena privativa de libertad (según la norma vigente en el
momento de los hechos); por lo que la pena impuesta por el Colegiado
Superior –a JESÚS ALBERTO RENGIFO DÍAZ, veinte años de pena privativa de la libertad; a
JULIO CÉSAR VÁSQUEZ VALLE, diecisiete años de pena privativa de la libertad; y a ÓSCAR

GUILLÉN MACEDO, dieciséis años de pena privativa de la libertad- es legal y razonable,


conforme al principio de proporcionalidad de la pena.

VIGÉSIMO OCTAVO: Finalmente, si bien las consecuencias jurídicas del


delito, no han sido impugnadas por ninguna de las partes; la reparación
civil fijada por el Colegiado Superior guarda proporción con la puesta en
peligro del bien jurídico protegido (Salud Pública); mereciendo
confirmarse.

DECISIÓN

Por estos fundamentos, declararon: I) NO HABER NULIDAD en la sentencia


conformada de folios dos mil ochocientos veinticuatro, de fecha dos de
diciembre de dos mil quince, emitida por la Primera Sala Penal de la Corte
Superior de Justicia del Callao, en el extremo que condenó a la acusada
ANA MILAGROS GUILLERMO MORENO, y le impuso doce años de pena privativa
de la libertad, como autora del delito contra la salud pública – Tráfico
Ilícito de Drogas, en agravio del Estado; II) HABER NULIDAD en la misma
sentencia conformada, en el extremo que impuso a la procesada YURI
MAYTE NORIA VÁSQUEZ, doce años de pena privativa de la libertad, como
autora del delito contra la salud pública – Tráfico Ilícito de Drogas, en
agravio del Estado; y, reformándola, le IMPUSIERON NUEVE AÑOS de pena
privativa de la libertad, que computada con el descuento de la carcelería
desde el once de diciembre de dos mil once, vencerá el diez de
diciembre de dos mil veinte; III) NO HABER NULIDAD en la sentencia de

26
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SEGUNDA SALA PENAL TRANSITORIA
DE LA REPÚBLICA R.N. N° 1439 – 2016
CALLAO

folios tres mil veinticinco, de fecha veintisiete de enero de dos mil dieciséis,
emitida por la Primera Sala Penal de la Corte Superior de Justicia del
Callao, en el extremo que condenó a los acusados ÓSCAR GUILLÉN MACEDO,
JULIO CÉSAR VÁSQUEZ VALLE y JESÚS ALBERTO RENGIFO DÍAZ, como autores del
delito contra la salud pública – Tráfico Ilícito de Drogas, en agravio del
Estado; e impuso a JESÚS ALBERTO RENGIFO DÍAZ, por mayoría, veinte años de
pena privativa de la libertad; a JULIO CÉSAR VÁSQUEZ VALLE, diecisiete años de
pena privativa de la libertad, y a ÓSCAR GUILLÉN MACEDO, dieciséis años de
pena privativa de la libertad; IV) NO HABER NULIDAD en el extremo que fijó
por concepto de reparación civil, por mayoría, la suma de cien mil soles
que deberán abonar los tres sentenciados en forma solidaria, a favor del
Estado agraviado; y V) NO HABER NULIDAD en lo demás que contiene. Y
los devolvieron. Intervienen los señores Jueces Supremos Carlos Ventura
Cueva e Iván Sequeiros Vargas por licencia de las señoras Juezas
Supremas Zavina Chávez Mella e Iris Pacheco Huancas.-
S.S.

HINOSTROZA PARIACHI

VENTURA CUEVA

SEQUEIROS VARGAS

FIGUEROA NAVARRO

CEVALLOS VEGAS

CHP/mcal.

27

You might also like