You are on page 1of 5

Nombre: Ruby Margarita Pena Peguero #40

Matricula:
100365686
Profesora:
Darío Regalado
Asignatura:
Fundamento de ética general
Sección:
90
Tema: Ética y dilemas éticos clínicos
Definición de Ética
El término ética proviene de la palabra griega ethos, que originariamente
significaba “morada”, “lugar donde se vive” y que terminó por señalar el
“carácter” o el “modo de ser” peculiar y adquirido de alguien; la costumbre
(mos-moris: la moral).

La ética tiene una íntima relación con la moral, tanto que incluso
ambos ámbitos se confunden con bastante frecuencia. En la actualidad
se han ido diversificando la Ética son el conjunto de normas que vienen
del interior y la Moral las normas que vienen del exterior; es decir, de
la sociedad.

Se considera una rama de la filosofía relacionada con la naturaleza del


juicio moral, que medita sobre lo que es correcto o incorrecto (lo bueno
y lo malo) en nuestra sociedad y en nuestra conducta diaria.

La utilidad de la ética profesional en la sociedad

La finalidad existencial de las profesiones, es la distribución de deberes con


el objetivo de cubrir todas las necesidades que la sociedad manifiesta, por lo
tanto, el correcto funcionamiento de las mismas resulta fundamental para la
exitosa realización social.
La ética, al regir lo correcto y lo incorrecto, facilita el flujo de actividades
dentro de la sociedad, es decir, la ética usada en la profesión permite el
correcto funcionamiento social, por lo tanto la ética debe ser inculcada al
mismo tiempo que la profesión es aprendida.
El hecho de aprender a llevar con ética una profesión, depende de la ética
misma, pues un maestro consciente de la importancia de la s

A pesar de la idea de que los distintos grupos sociales son independientes y


al existir una falla en alguno de ellos, la sociedad podría continuar andando,
se debe contextualizar el hecho de que si en algún momento todos los
médicos deciden dejar de ejercer con ética, la sociedad se va a ver en un gran
aprieto pues es difícil imaginar una sociedad en la que la salud no sea
procurada, ¿Quién evitaría que la sociedad volviera a tener muertos por
enfermedades simples?, o una imaginar una sociedad en la que todos los
abogados sean corruptos y amantes de lo incorrecto, ¿quién defendería los
derechos ciudadanos?. Con este tipo de fallas, la sociedad no puede ser
calificada como una “sociedad exitosa”.
Dilemas éticos clínicos
Primer dilema
Paciente de 29 años con antecedentes de adicción a drogas en juventud,
que fue seguido en el Centro de Atención a Drogodependientes y
tratado en su momento mediante internamiento en centro específico y
después, seguimiento en consultas externas.

Actualmente tiene trabajo estable. Acude a consulta por fiebre y


malestar general que no ha cedido tras una semana de tratamiento
sintomático. Su médico de familia le pide analítica con VIH, que es
repetida, y confirma su valor positivo. El paciente se niega a dar a
conocer el resultado a su pareja.

Reflexión

Segundo dilema
En este tercer caso se nos plantea la situación de un paciente de 45 años
que vive con su madre. A nuestro paciente le diagnostican un cáncer y
muere a los pocos meses de dicho diagnóstico. La madre no fue informada
por expreso deseo del hijo y se enteró de la enfermedad cuando su hijo
falleció. Ante éste caso nos asaltan una serie de preguntas como
profesionales de Enfermería:

• ¿Se debería de haber informado a la madre a pesar del expreso deseo del
hijo de no hacerlo?

• ¿Es desde el punto de vista ético correcto el no informar a una madre


sobre la gravedad de una enfermedad que afecta a su propio hijo?

• ¿Por qué en muchos casos, se informa siempre de una enfermedad en


fase terminal a la familia y no al propio enfermo?

Reflexión

En éste caso estamos también dilucidando a quién se debe de informar de


un proceso patológico y a quién no. Bien, ya sabemos que el destinatario
último de la información que compete a procesos u procedimientos en
materia de salud-enfermedad es la propia persona afecta si en ella se dan
los condicionantes de madurez etaria, y psicológica (con una serie de
matizaciones, en las que no entro, en el caso de ser una persona menor de
edad o incapacitada). Pero como profesionales de la salud debemos de
saber que el derecho a ésta informaciónii,'8,19 no excluye casos en los que
el paciente "no quiere saber" diversos aspectos más o menos amplios de su
enfermedad o la gravedad de la misma. Y debemos de aceptarlo e informar
en la medida de lo que nuestro enfermo "quiera saber", pues muchas veces,
en el afán actual de informar (precisamente por ese derecho reconocido y
reconocible a nivel ético y legal) nos "empecinamos" en informar a toda
costa a nuestros enfermos, cuando ellos prefieren "delegar "esa
información en sus familiares y se debe de respetar dicha opción por
parte de los profesionales enfermeros.

En el caso que nos ocupa, nuestro paciente no quiere que se informe a


un familiar suyo (su madre) posiblemente (se debería de indagar las
causas) para no preocuparla, disgustarla, por temor si su madre tuviese
alguna enfermedad grave que se pudiese agravar si conociese el proceso
patológico de su hijo, edad avanzada de la madre, etc.

A la primera pregunta planteada, en principio se debe de respetar los


deseos del enfermo, pero sería conveniente también indagar las causas
de no querer informarla. Siempre emprender un proceso deliberativo
para encontrar la mejor opción que respete (como ya indiqué
anteriormente) en última instancia, la ley, los principios de la Bioética y las
opiniones legítimas de nuestros enfermos y familiares.
En cuanto a las siguientes preguntas , la razón de que en la mayoría de las
veces se informe a la familia del verdadero alcance de la gravedad de una
enfermedad y no al propio sujeto afecto, entra de lleno en algo que ya
habíamos expuesto con respecto al primer caso estudiado: el "
trasnochado" paternalismo profesional que nos hace pensar como
prácticamente hasta hace unas décadas, que el enfermo "cuánto menos
sepa, mejor" , en la idea de que el conocimiento de su proceso
patológico grave podía influir en: menos seguimiento del tratamiento,
entrar en procesos depresivos, de desánimo, etc. En la actualidad, como
profesionales enfermeros, somos conscientes del derecho que tiene el
enfermo de saber sobre su propia enfermedad si así lo decide el propio
enfermo, es legítimo que conozca su proceso patológico lo cual le
ayudará a replantearse su vida, relaciones o incluso "terminar "cosas
pendientes. Es, desde el punto de vista ético legítimo que una madre
sepa sobre la enfermedad de un hijo, pero es también legítima la opción
del hijo de no informarla. Se debe de plantear una charla entre el equipo
multidisciplinar y el enfermo para dilucidar éste aspecto que entra de
lleno dentro del campo ético del "deber moral".

Tercer dilema
Una parja de esposos y su religión es testigo de jehova y la mujer esta por
dar a luz a un bebe, cuando la niña nace, hay un problema que ella necesita
sangre, si no le ponen esa sangra ella morirá, y los padres están negando
ponerle sangre porque esta contra su religión, la nina muere.

Reflexión
Los doctores hicieron bien al no hacerle la transfusión de sangre por su parte
en contra de su padre ya que un niño no se mandan solo, ya que antes de que
se valla hacer algo ante al niño hay que tener el concentimeinto de los padres
entonce estoy de acurdo con que no se hizo la transfucion de la sangre ya
que los padres no estaba de acuerdo porque va en contra de su religión ahora
bien los testigo de jehova yo como doctora opino qye no le pondría la
sangre porque ya que los testigo de jehovea tiene un paper certificado de la
no se puede hacer ningún tipo de transfucion de sangre ni de cualquier otro
tipo de órgano entonce esa es mi opnion de que no le haría ningunt tipo de
transfucion de sangra a tento a mi porque eso seria violar sus derecho
paterno entonce si al niño le pasa algo los padres estaría en todo su derecho
de demandarme.

You might also like