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Seminario de Descartes

Jhon Fredy Rozo Bravo


Filosofía y Humanidades
Semestre 2019-1

Ideas innatas
El hombre es una cosa que piensa, es decir, que quiere, que afirma, que niega, que imagina,
etc. Cada uno de estos actos del pensamiento (cogito) tiene como objeto una cogitata, esto
es: lo querido, lo afirmado, lo negado, lo imaginado. Por lo tanto, en el pensamiento pueden
encontrarse disposiciones de la voluntad, ideas y juicios. En el presente texto se tratará
solamente las ideas, específicamente las denominadas innatas que sería para Descartes
finalmente sólo una que recoge las demás cualidades. Junto a esta idea innata hay otros des
tipos de ideas que son las ficticias y adventicias que son creación de la subjetividad que las
causa al tomar las cosas como objeto de su pensamiento y así formarlas. Pero la idea innata
recoge ciertas cualidades que no coinciden con la condición natural del sujeto, y por tal razón.
¿Cómo es posible que el sujeto la haya creado si supera su propio origen? O, ¿Cómo llegó al
entendimiento y son entendibles?
En la tercera meditación, Descartes plantea que hay ideas que vienen con nosotros: “Pero de
esas ideas, me parece que unas nacieron conmigo, que otras son extrañas y vienen de fuera,
y que las otras han sido hechas e inventadas por mí mismo. Porque, el que yo tenga la
facultad de concebir lo que se llama en general una cosa, o una verdad, o un pensamiento,
me parece que esto no lo tengo de parte alguna, sino de mi naturaleza; pero si oigo ahora
un ruido, si veo el sol, si siento el calor, hasta ahora he juzgado que estos sentimientos
procedían de algunas cosas que existen fuera de mí; y, en fin, me parece que las Sirenas, los
Hipogrifos y todas las demás Quimeras semejantes son ficciones e invenciones de mi
espíritu.” Estas ideas que parecen estar inscritas en nuestra propia naturaleza y que no han
requerido de experiencia alguna pero que sin embargo son entendidas por el sujeto son
aquellas que superan nuestra condición natural y que parecen totalmente opuestas a ella, estas
características son: infinitud, eternidad, perfección, omnipresencia, omnisciencia, bondad
absoluta, etc. Sin embargo, todas estas características hacen parte de la esencia de una sola
idea que las recoge, la Idea de Dios. La idea de Dios y de sus atributos es entendida por
nosotros, pero, ¿es posible que esta idea haya sido creada por nosotros?
“Es una cosa evidente por la luz natural que debe haber por lo menos tanta realidad en la
causa eficiente y total, como en su efecto: porque ¿de dónde puede sacar el efecto su
realidad, si no es de su causa? ¿Y cómo se la podría comunicar esa causa si no la tuviera en
sí misma?” con esta afirmación Rene Descartes plantea que si el sujeto fuera el causante de
la idea de Dios, dentro de su esencia debería tener los atributos propios del efecto, es decir,
de la idea; sin embargo dentro del hombre y su condición no se encuentran atributos tales
como la inmortalidad, la omnipresencia, la omnisciencia y demás atributos que le pertenecen
a la idea de Dios. Por lo tanto para el autor, no resulta posible que el sujeto sea el causante
de esta idea como lo es de las ficticias y adventicias, por lo que no sólo se diría que tal idea
no proviene de él sino que además al no ser creada por la experiencia del sujeto, su origen
está con el origen de la existencia misma del sujeto, por lo tanto, esta idea y su comprensión
es innata, inherente a nuestro pensamiento.
Una corriente que critica esta concepción de ideas o conocimientos innatos es el empirismo
ya que plantea que todo contenido del entendimiento del hombre tiene como causa la
experiencia. Así es como John Locke (1632-1704) filósofo inglés, sostiene que no hay ningún
contenido en el entendimiento previo a la experiencia: “Supongamos, entonces, que la mente
sea, como se dice, un papel en blanco, limpio de toda inscripción, sin ninguna idea. ¿Cómo
llega a tenerlas? ¿De dónde se hace la mente con ese prodigioso cúmulo, que la activa e
ilimitada imaginación del hombre ha pintado en ella, en una variedad casi infinita? ¿De
dónde saca todo ese material de la razón y del conocimiento? A esto contesto con una sola
palabra: de la experiencia; he allí el fundamento de todo nuestro conocimiento, y de allí es
de donde en última instancia se deriva. Las observaciones que hacemos acerca de los objetos
sensibles externos o acerca de las operaciones internas de nuestra mente, que percibimos, y
sobre las cuales reflexionamos nosotros mismos, es lo que provee a nuestro entendimiento
de todos los materiales del pensar. Esta son las dos fuentes del conocimiento de donde
dimanan todas las ideas que tenemos o que podamos naturalmente tener.”. De esta manera
este autor establece que el origen de cualquier idea está sujeto a la experiencia y observación
del mundo sensible con el cual las ideas se van formando en el entendimiento. Con respecto
a la idea innata de Dios, Locke sostiene que si tal idea fuese innata y viniera inscrita en el
entendimiento todas las personas asentirían y estarían de acuerdo con tal idea y sus
implicaciones, pero tal consenso universal no existe, ya que en unas culturas o sociedades
determinadas esta idea de Dios no está presente y en casos particulares, los iletrados y los
niños no tienen conocimiento de lo que implica esta idea a menos que se les instruya sobre
tal cuestión, lo que ya haría parte de la experiencia. Si la idea de Dios fuese innata, no habría
necesidad de instrucción ya que la tendríamos desde nuestro nacimiento y la entenderíamos
desde el primer momento en el que hacemos uso de nuestra razón.
Esta objeción planteada por John Locke y que representa a la corriente empirista en general
tiene como objetivo mostrar que la Idea innata que Descartes sostenía, Dios, no es innata ya
que no es comprendida por todos los sujetos ni hay tampoco un consenso universal. Pero si
toda idea está sujeta a la experiencia sensible y experiencia interna del entendimiento mismo
(sensación y reflexión), ¿Cómo entendemos el infinito o la omnipresencia? Estos conceptos
que le atribuimos a la idea de Dios no los evidenciamos en la experiencia del mundo sensible,
donde todo elemento tiene un principio y un fin, donde está situado en un lugar y una hora
en concreto, nace y perece, donde la contingencia parece ser condición esencial del mundo
sensible y la experiencia que se tiene de él. Por lo tanto, tales nociones o conceptos que no
podemos encontrar en la experiencia pero que sin embargo entendemos y aplicamos a
discursos especulativos no parecen tener un origen empírico ni tampoco creadas por nosotros,
razón por la cual parece que el origen de tal idea parece ser anterior a la experiencia misma
y por lo tanto pertenece a una naturaleza que no es material ya que tales características no
pertenecen al mundo sensible que es finito, mutable y contingente, condición similar a la del
hombre. Dado esto, se puede concluir que el entendimiento que tenemos de esta idea no nos
remite a ningún factor empírico; que no haya un consenso universal no implica que tal idea
no esté en el entendimiento de cada hombre, sino que sólo se pueden entender tales
concepciones de la idea de Dios cuando se hace un uso correcto y atento de la razón para
lograr el entendimiento de estos conceptos que no pueden ser percibidos en el mundo
material, lo que no significa que no represente algo que sea real para quien tiene
conocimiento de tal idea; “digo, de este ser soberanamente perfecto e infinito, es enteramente
verdadera; porque, aunque tal vez sea posible imaginar que un ser tal no existe, sin embargo
no es posible imaginar que su idea no me representa nada real”. No hay necesidad de
discutir en este punto la existencia o no de Dios, lo que se resalta como importante en este
punto es que la idea que tenemos de él y sus atributos esenciales están en nuestro
entendimiento sin una mediación empírica ni podemos remitirnos a ella para encontrarla y
verificarla, motivo por el cual parece que esta idea antecede a toda experiencia del sujeto.

Referencias bibliográficas
https://empezandoafilosofar.files.wordpress.com/2015/11/descartes-rene-obras-gredos.pdf-
meditaciones metafísicas, tercera meditación.

https://blocs.xtec.cat/filocostaillobera/files/2009/03/Locke_John-
Ensayo_sobre_el_entendimiento_humano.pdf- capitulo dos, acerca de las ideas.

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