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Los adultos necesitan aproximadamente unos dos gramos de potasio diarios. El potasio está incluido en
muchos alimentos, normalmente las necesidades de potasio se cubren con una alimentación normal. Es
raro que se dé déficit de potasio.
Un ligero déficit de este mineral puede solucionarse rápidamente incluyendo alimentos ricos en potasio
en el menú de cada día. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el consumo de pastillas
efervescentes, cápsulas o comprimidos con potasio, pueden producir rápidamente un exceso de
potasio. Por esta razón, los preparados con potasio solo deben tomarse por recomendación médica.
Su función en el cuerpo
El mineral potasio pertenece a los electrolitos del cuerpo humano. Los electrolitos participan en el
mantenimiento de la denominada presión osmótica en las células del cuerpo y contribuyen así, a la
regulación del equilibrio hídrico. Por ello, el potasio se mide también rutinariamente en los análisis de
sangre. En tal caso, la concentración de potasio en el suero sanguíneo debería situarse entre 3,5 y 5,0
milimoles por litro (mml/l).
El contenido de potasio en el cuerpo está estrechamente relacionado con el contenido en sodio. Cuanta
más cantidad de sodio se tome (por ejemplo, en forma de sal de mesa), mayor cantidad potasio
segregará el cuerpo.
Fruta (por ejemplo, aguacate, plátanos, albaricoques, higos, melones, kiwis, algunos tipos de bayas,
melocotones, uvas, fruta seca), también en forma de zumos. En 100 gramos de plátano se encuentran,
por ejemplo, unos 400 miligramos de potasio.
Frutos secos
La carne y el pescado también aportan potasio, si bien no en la misma medida que los alimentos
vegetales.
Si se deja a remojo o se cuece la verdura durante mucho tiempo en agua, el potasio pasará al líquido. Si
este no se utiliza, sino que se tira, el potasio se perderá. Si, por razones de salud, es necesario reducir la
cantidad de potasio de la alimentación diaria, es importante seguir el siguiente consejo: en caso de
enfermedades renales en las que está alterado el equilibrio mineral, en la preparación de la comida para
enfermos de riñón se pondrán a remojo durante un largo tiempo la verdura y las patatas para eliminar el
potasio.
Abuso de laxantes
Segregación aumentada por los riñones, por ejemplo, en tratamientos con medicamentos diuréticos
Abuso de alcohol
Suministro reducido de potasio, por ejemplo, por trastornos alimenticios como bulimia o infusiones sin
potasio
El déficit de potasio puede provocar una serie de trastornos en el cuerpo que suelen ser generales
como:
Debilidad muscular
Cansancio
Cefaleas
Vértigos
Náuseas
Calambres
Cambios de humor
Parálisis
Arritmias cardiacas
Problemas circulatorios
Trastornos renales
Un abuso de laxantes (por ejemplo, para adelgazar) perjudica a largo plazo al equilibrio de potasio, lo
que puede, a su vez, ser la causa de un estreñimiento tenaz. Si los afectados toman entonces de nuevo
laxantes para el estreñimiento, puede entrarse rápidamente en un círculo vicioso.
Las personas ancianas deberían asegurarse de que beben suficiente líquido todos los días. Y es que la
sensación de sed va siendo cada vez menor con la edad. Esto lleva consigo el peligro de una
deshidratación cuyas consecuencias pueden ser fuertes trastornos en el equilibrio hídrico y electrolítico,
afectando en especial al equilibrio del sodio y del potasio. Se recomienda beber de 1,5 a 2 litros de
líquidos al día (repartidos en agua mineral, agua del grifo, zumos, infusiones, etc.).
El tratamiento del déficit de potasio dependerá de su causa. En caso de un ligero déficit, será suficiente
con una alimentación rica en potasio. No se recomiendan los complementos alimenticios en forma de
pastillas efervescentes o cápsulas porque en este caso aumenta rápidamente el suministro de potasio lo
que puede provocar un exceso de potasio (hiperpotasemia). Los preparados de potasio solo deberán
administrarse bajo supervisión médica.
El exceso de potasio (hiperpotasemia) es un aumento del valor del potasio en el suero sanguíneo por
encima de los 5,5 milimoles por litro (mmol/l). Dicho valor puede deberse a una disminución del
consumo de potasio, por ejemplo, por perfusiones o transfusiones de sangre.
Además, la hiperpotasemia puede darse también cuando las células del cuerpo liberan una gran
cantidad de potasio. Esto puede darse en caso de disminución de glóbulos rojos por la destrucción de su
membrana celular (hemólisis), por una hiperacidificación de la sangre (acidosis), así como por lesiones
graves, quemaduras o infecciones.
También las enfermedades renales o los medicamentos diuréticos ahorradores de potasio pueden
provocar un exceso de potasio en la sangre. A este respecto, debe prestarse especial atención a los
pacientes de diálisis: el consumo de demasiados plátanos y bananas puede tener serias consecuencias
en estos pacientes. Salvo por algunas excepciones, los síntomas de la hiperpotasemia son esencialmente
los mismos que los de un déficit de potasio (hipopotasemia). La diferencia estriba en que en caso de
exceso de potasio no se produce un estreñimiento, sino una diarrea.
En caso de intoxicación por potasio puede darse desde una disminución del ritmo cardiaco (bradicardia)
hasta la parada cardiaca, así como debilidad muscular y estado de confusión.
Además, también se dan trastornos de fonación y trastornos en la deglución. En caso de intoxicación por
potasio puede realizarse como tratamiento un lavado de estómago con solución de agua salada
fisiológica. Adicionalmente se utilizan los llamados intercambiadores de cationes o perfusiones con
hidrogenocarbonato de sodio.
En casos graves, se realiza una depuración de la sangre (hemodiálisis). En caso de intoxicación por
potasio, es especialmente importante controlar la actividad cardiaca (con ayuda de un ECG) y
determinar la concentración de potasio en sangre.
Las personas sanas no deben tomar potasio adicionalmente. Los medicamentos con potasio solo
deberían tomarse cuando exista necesidad médica y recomendación por parte de un facultativo.
Algunos ejemplos serían una deficiencia marcada de potasio (hipopotasemia), así como trastornos
neuromusculares o arritmias cardiacas debidos a un déficit de potasio.
Los medicamentos con potasio pueden utilizarse para prevenir una hiperacidificación (acidosis) de la
sangre en caso de déficit de potasio. Dicha hiperacidificación puede darse, por ejemplo, en caso de
diabetes mellitus. En la cetoacidosis se consumen cuerpos cetónicos, un tipo de proteínas, y aumenta la
acidez (acidosis) de la sangre, y con ello se consume potasio. También los cálculos renales se tratan con
medicamentos con potasio.
Náuseas
Vómitos
Eructos
Acidez de estómago
Flatulencias
Diarrea
Si se toma potasio junto con otros medicamentos, pueden darse interacciones. Debe prestarse especial
atención al hecho de que el potasio reduce el efecto de los glucósidos cardiotónicos. Por otro lado,
determinados medicamentos pueden provocar una mayor concentración de potasio en la sangre.
Algunos ejemplos son los diuréticos ahorradores de potasio como los antagonistas de la aldosterona, los
inhibidores de la ACE, así como medicamentos nefrotóxicos como el cisplatino y antibióticos como los
aminoglucósidos.
Fuentes:
Fluidos, electrolitos y equilibrio acido base; Heitz. Horne; 5ª Edición; 2006; Mosby 2006.
Conocimientos Actuales sobre Nutrición; E. E. Ziegler, L. J. Filer; Cap. 27; 7ª Edición; 1998; Instituto
Nacional de Ciencias de la Vida.
Onmeda International
Indicaciones
Tratamiento de la hipopotasemia, con alcalosis metabólica o sin ella. Tratamiento de
arritmias por intoxicación digitálica. Tratamiento de la hipopotasemia familiar con parálisis
periódica. Profilaxis de la hipopotasemia en pacientes con alto riesgo de desarrollarla.
Contraindicaciones y precauciones
Contraindicado en casos de hiperpotasemia, ya que un incremento adicional produce
graves alteraciones; insuficiencia renal con oliguria, anuria o hiperazoemia, insuficiencia
suprarrenal, deshidratación grave, traumatismo o quemaduras graves, bloqueo cardiaco
grave o completo; asimismo, durante la administración de diuréticos ahorradores de
potasio. En la intoxicación digitálica, las arritmias cardiacas pueden controlarse en
pacientes hipopotasémicos cuando la función renal es normal y no existe bloqueo cardiaco.
Los inhibidores de la aldosterona y los inhibidores de la enzima convertidora de
angiotensina producen hiperpotasemia y su administración simultánea provoca un cuadro
de intoxicación. La administración de antiinflamatorios no esteroideos hace que aumente la
intensidad de las molestias gastrointestinales.
Reacciones adversas
Frecuentes: náusea, vómito, diarrea y malestar abdominal. Con dosis excesivas se
presentan manifestaciones de hiperpotasemia: parestesias, debilidad y ...
Mecanismo de acción
Potasio cloruro
Activador enzimático, participa en procesos fisiológicos esenciales, transmisión de impulsos
nerviosos, contracción de musculatura cardiaca, esquelética y lisa vascular; secreción gástrica,
mantenimiento de función renal normal; síntesis de tejidos y metabolismo de carbohidratos.
Indicaciones terapéuticas
Potasio cloruro
Hipopotasemias terapéuticas (diuréticos, cortisónicos, laxantes), de origen digestivo (diarreas,
vómitos) o renal. Hiperaldosteronismo con función renal normal. Tto. intoxicación digitálica.
Parálisis periódica familiar hipokalémica. Cuidados postoperatorios.
Posología
Potasio cloruro
Modo de administración
Potasio cloruro
Debe tomarse con comida o inmediatamente después de la comida para minimizar en lo
posible las molestias de estómago o su acción laxante.
Contraindicaciones
Potasio cloruro
Hipersensibilidad. Hiperpotasemia, suspender si concentración plasmática K + > 5 mEq/l.
Obstrucción intestinal, estenosis del tracto digestivo, íleo paralítico o proceso que impida o
dificulte el tránsito gastrointestinal. Úlcera péptica o hemorragia digestiva. I.R. grave.
Síndromes que cursen con oliguria o anuria. Enf. de Addison no tratada.
Advertencias y precauciones
Potasio cloruro
Riesgo de hiperpotasemia: I.R., insuf. adrenocortical, deshidratación aguda, destrucción masiva
de tejidos, concomitancia con diuréticos ahorradores K + (amilorida, triamtereno,
espironolactona). Riesgo de toxicidad digitálica asociado a digitálicos (no suspender
bruscamente). Antes de iniciar tto. monitorizar función renal, ajustar dosis en caso de I.R. leve-
moderada. Durante tto. monitorizar K + plasmático en especial con I.R. leve-moderada,
cardiopatías (riesgo de arritmias) o en ancianos y vigilar periódicamente el ECG, suspender tto.
ante cualquier anomalía. Antecedente de úlcera péptica.
Insuficiencia renal
Potasio cloruro
Contraindicado con I.R. grave. Precaución con I.R. leve-moderada (monitorizar K +plasmático y
ajustar dosis si es preciso).
Interacciones
Potasio cloruro
Véase Advertencias y precauciones Además:
Riesgo de hiperpotasemia con: IECA, AINE, ß-bloqueantes, ciclosporina, heparina y fármacos
con K.
Riesgo de hipopotasemia con: laxantes estimulantes, corticotropina, corticoides, amfotericina B,
aminoglucósidos (gentamicina), penicilinas (penicilina, azlocilina, carbenicilina, mezlocilina,
piperacilina, ticarcilina) o polimixina B, resinas de intercambio iónico del ciclo del Na
(poliestirensulfonato sódico), insulina, bicarbonato.
Riesgo de arritmia con: sales de Ca parenterales.
Potencia efecto antiarrítmico de: quinidina.
Disminuye absorción de: vit. B12 .
Evitar sal de régimen con K.
Mayor riesgo de efectos adversos gastrointestinales con: antimuscarínicos.
Embarazo
Potasio cloruro
Componente normal de dieta, no se esperan reacciones adversas siempre que no se supere la
cantidad diaria precisa. Dosis elevadas de K en la madre pueden perjudicar función cardiaca
materna y/o fetal. No recomendables altas dosis en embarazo salvo estricta necesidad,
monitorizar kalemia.
Lactancia
Potasio cloruro
La leche materna presenta unas concentraciones bajas en potasio (unos 13 mEq/L). Como las
concentraciones plasmáticas son todavía inferiores, no se espera que afecten a las
concentraciones en leche. No se han detectado daños en el lactante por la administración de
sales de potasio en la madre a dosis normales. Sin embargo, no se ha evaluado el efecto del
potasio a dosis altas por lo que no se recomienda su administración a dosis elevadas a no ser
que sea estrictamente necesario.
Reacciones adversas
Potasio cloruro
Náuseas, vómitos, molestias abdominales, diarreas, cólicos.