Professional Documents
Culture Documents
INGENIERÍA CIVIL
Cimentaciones
LOSA DE CIMENTACIÓN
9 de abril 2019
Introducción.
Se denominan losas o placas a todo elemento de cimentación cuyas dimensiones en planta sean
muy grandes comparadas con su espesor y que, en general, definen un plano sobre el que apoyan
los pilares o muros del edificio.
Las losas o placas son como una gran zapata que abarca toda la superficie cubierta por el edificio.
Las losas trabajan en una dirección y las placas trabajan en dos direcciones.
La diferencia entre losa o placa no depende de la forma del solar, sino de la disposición de las
cargas o soportes.
Las placas pueden ser parciales o totales, según abarquen parcial o totalmente el área ocupada por
el edificio.
Se pueden distinguir varios tipos de losas: según el tipo de apoyo, según la dirección de trabajo y
según la distribución interior del hormigón.
Desarrollo.
Las cimentaciones superficiales reparten la fuerza que le transmite la estructura a través de sus
elementos de apoyo sobre una superficie de terreno bastante grande que admite esas cargas.
Debe considerarse como posible que en un mismo solar se encuentren distintos tipos de
terreno para una misma edificación; ésto puede provocar asientos diferenciales peligrosos aunque
los valores de los asientos totales den como admisibles.
- Zapatas aisladas
- Zapatas corridas
- Zapatas combinadas
- Losas de cimentación
Las cimentaciones por losa, también conocidas como cimentaciones por placa o plateas de
Fundación, son aquellas cimentaciones superficiales que se disponen en plataforma, la cual tiene
por objeto transmitir las cargas del edificio al terreno distribuyendo los esfuerzos uniformemente.
Estas losas llevan una armadura principal en la parte superior para contrarrestar la contrapresión del
terreno y el empuje del agua subterránea, y una armadura inferior, debajo de las paredes portantes y
pilares, para excluir en lo posible la producción de flechas desiguales.
En casos de terrenos de poca resistencia para cimentación (inferior a 1 kg/cm2), puede ocurrir que
las zapatas de los pilares aislados tiendan a juntarse.
La construcción posee una superficie pequeña en relación al volumen (rascacielos, depósitos, silos).
La base de cimientos calculada resulta tal que la transmisión de carga a 45º representa una
profundidad excesiva.
El terreno tiene estratificación desigual y son previsibles asientos irregulares
El terreno de asiento es flojo y de gran espesor y los pilotes a colocar serían exageradamente
largos.
Cimentación por placa.
También se opta por ella cuando se quiere construir un sótano en seco en una obra asentada sobre
una capa freática (excavación en forma de cubeta). Por lo tanto, conviene construir una losa general
de apoyo de toda la estructura del edificio. Esta forma tiene la ventaja de que ofrece una buena
disminución en el riesgo de asiento de la estructura.
El diseño de la losa puede ser contínua, con un mismo espesor, de sección constante; o también,
una losa más delgada con refuerzos en los apoyos de los pilares mediante capiteles en forma de
setas invertidas; de allí viene la denominación de fungiformes.
Pueden ser también vigas longitudinales y transversales que enlazan los apoyos portantes que
soportan una losa más delgada.
Espesores Mínimos.
La cimentación en losa debe tener un canto mínimo de 30 cm. sobre base de hormigón pobre o de
limpieza. Aunque habitualmente las losas tienen unos cantos que van desde 50 a 120 cm, según el
tipo de edificio que soportan.
Las Cimentaciones por Losa actúan a través de una superficie de apoyo contínua que iguala las
presiones y forma un arriostramiento en todos los puntos de apoyo.
Estructura.
Estas cimentaciones se construyen en hormigón armado preparado para reducir los posibles
asientos. Esta estructura responde en forma óptima en suelos con estratos sensiblemente
homogéneos y cuando el edificio reparte los esfuerzos sobre la losa con una retícula que guarda
simetría geométrica.
También se opta por ella cuando se quiere construir un sótano en seco en una obra asentada sobre
una capa freática (excavación en forma de cubeta).
Puede conseguirse máxima rigidez con poco consumo de material procediendo tal y como es
frecuente en los forjados de piezas huecas: envolviendo en hormigón un sistema de piezas huecas o
de relleno.
Tipos de cimentaciones por losa.
Las losas de espesor constante son losas o placas de hormigón armado cuya sección es constante y
pareja, sobre la cual apoyan directamente los pilares; se usan generalmente para las estructuras que
poseen cargas y luces equilibradas.
En los casos en que, por diseño, es conveniente aligerar la sección constante de la losa que pueda
resultar muy gruesa, se emplea la losa con capitel. Esta opción nos presenta dos tipos de losas,
según el efecto de punzonamiento que ejercen los pilares, a saber:
Losas Nervadas
Como su nombre lo indica, están compuestas por vigas a modo de nervios que trabajan en
colaboración ofreciendo gran rigidez y enlazan los pies de los pilares del edificio.
Las losas nervadas están constituías por vigas longitudinales y transversales a modo de
nervios, de gran rigidez, que enlazan los pies de los pilares.
Estas losas se construyen para estructuras de cargas desequilibradas.
Las vigas de unión de los pilares se calculan como zapatas contínuas bidireccionales.
Por lo general, el espesor mínimo de la losa es de 20 cm.
Estas losas nervadas definen los arranques de los pilares en los encuentros de las vigas
bidireccionales.
En la fachada del edificio conviene crear una zanja perimetral hormigonada en forma
de zuncho o que las losas vuelen alrededor de línea de fachada.
Zampeado general
Este método ha caído en desuso aunque aún puede encontrarse como solución en algunas obras de
rehabilitación de edificaciones antiguas.
Campos de aplicación.
El diseño de la losa puede ser continuo, con un mismo espesor, de sección constante; o también,
una losa más delgada con refuerzos en los apoyos de los pilares mediante capiteles. Pueden ser
también vigas longitudinales y transversales que enlazan los apoyos portantes que soportan una
losa más delgada.
La cimentación en losa debe tener un canto mínimo de 30 cm. sobre la base del hormigón de
limpieza. Aunque habitualmente las losas tienen unos cantos que van desde 50 a 120 cm. según el
tipo de edificio que soportan. Las cimentaciones por losa actúan a través de una superficie de apoyo
continua que iguala las presiones y forma un arriostramiento en todos los puntos de apoyo
Cuanto más rígida sea la losa más homogénea será la respuesta del suelo. Es por ello y por
problemas de punzonamiento que en una losa tiene importancia fundamental su canto, el cual y
como orden de magnitud será:
Debe procurarse que la forma en planta de la losa o placa sea bastante regular, evitando entrantes y
ángulos agudos, que darían lugar a torsiones y solicitaciones anómalas.
Luces
Las luces entre pilares no deben ser muy diferentes y las cargas no deben variar en más del
50% de unos pilares a otros.
Debe evitarse construir losas con pilares ubicados en su perímetro, por cuanto se somete a
la losa a grandes esfuerzos de punzonamiento y torsión, siendo preferible optar siempre por
losas voladas.
Juntas estructurales
No deben construirse losas de gran longitud sin disponer de juntas intermedias. Máxima
longitud 30-40 m sin juntas.
Si en el edificio hay zonas cargadas muy desigualmente deben realizarse losas separadas
mediante juntas.
Condiciones de borde
El bulbo de presiones en las losas es muy importante, aunque corresponda a presiones del
terreno menores, puede afectar a mayor cantidad de estratos, siendo más alta la
probabilidad de encontrarnos con un estrato débil.
Podría ocurrir que el fallo del terreno debajo de una losa o placa de cimentación se
produjese por corrimiento del terreno, que fluye alrededor de ella. Para evitarlo es
conveniente adoptar una de las dos soluciones siguientes:
Los cimientos de losa continua se suelen emplear en casos en los que las cargas del edificio son tan
grandes y el suelo tan poco resistente que las zapatas por sí solas cubrirían más de la mitad de la
zona de construcción. Consisten en una losa de hormigón armado, que soporta el peso procedente
de los soportes. La carga que descansa sobre cada zona de la losa no es excesiva y se distribuye
por toda la superficie.
Nervadas son un tipo de cimentaciones por losas que están compuestas por vigas longitudinales y
transversales a modo de nervios que trabajan en colaboración ofreciendo gran rigidez y enlazan los
pies de los pilares del edificio. Las vigas de unión de los pilares se calculan como zapatas continuas
bidireccionales. Estas losas se construyen para estructuras de cargas desequilibradas y por lo
general, el espesor mínimo de la losa es de 20 cm. En la fachada del edificio conviene crear una
zanja perimetral hormigonada en forma de zuncho o que las losas vuelen alrededor de línea de
fachada.
Previo a la colocación del hormigón de limpieza, se procede a la limpieza del fondo, eliminando
materiales sueltos para lograr una superficie plana y horizontal. Se colocan clavos ubicados
uniformemente sobre la superficie de la excavación marcando la cota del hormigón de limpieza que
debe coincidir con la cota inferior de la losa. Si fuese necesario, a continuación se coloca el
encofrado lateral correspondiente comprobando dimensiones y pendientes. Luego se coloca un
hormigón de limpieza nivelando el fondo de excavación para dejarlo preparado para la colocación de
la armadura.
Marcar sobre la armadura principal, la posición de las barras de reparto antes de su colocación.
Si las esperas llevan tiempo expuestas a la intemperie, serán limpiadas y revisadas para comprobar
su buen estado de conservación.
Para obtener la rigidez necesaria, se realizará el atado de las armaduras a fin de impedir
movimientos durante el hormigonado y se dispondrán rigidizadores y pates para mantener la
separación entre parrillas, debiendo controlar que los recubrimientos sean los correctos.
El Hormigonado.
Ya comprobada la colocación de la ferralla, se realiza el replanteo de la cota de hormigonado
colocando marcas de pintura o barras de acero laterales. Para facilitar la nivelación de la superficie
de hormigón, se disponen cuerdas entre las marcas indicadas.
Se limpia la zona quitando suciedades y materiales sueltos. La puesta en obra se efectúa con
bomba o grúa con cubilote. El hormigón se vierte en forma directa desde una altura menor o igual a
1,5 m. evitando la segregación y tomando las precauciones correspondientes en tiempos de mucho
frío o calor. Debe cuidarse que con el vertido no se produzcan desplazamientos de encofrados o
armaduras, evitando la formación de juntas, coqueras y planos de debilidad en estas secciones.
El hormigón se coloca de modo continuo o en capas, con esperas de manera que cuando se coloca
una capa, la anterior aún debe presentar estado plástico para impedir la formación de junta fría. La
compactación se realiza con vibradores de aguja, cuidando que la aguja se introduzca en la masa
vertical, en forma rápida y profunda y debe extraerse lentamente y a velocidad constante. Se
compacta en tongadas no mayores a 60 cm.; cuando se hormigona por tongadas, la aguja del
vibrador penetrará en la capa inferior unos 10 a 15 cm.
Juntas.
Las juntas de hormigonado se preveen en el proyecto. Cuando aparece alguna junta no prevista,
debe ejecutarse normalmente en la dirección de esfuerzos máximos, y si no se puede realizar, se
formará con ella el mayor ángulo que sea posible lograr.
Si debe interrumpirse el hormigonado, en un plazo entre 4 y 6 horas, se limpiará la junta por medio
de un chorro de aire y agua a presión garantizando la limpieza de la lechada superficial para que
quede el árido visto. Si fuese necesario disponer de juntas de hormigonado no previstas, las mismas
se situarán en la dirección más normal posible a la de los esfuerzos de compresión.
Curado.
El curado se realiza en toda la superficie expuesta por riego de agua durante 7 días o con un líquido
especial de curado. Se efectúa inmediatamente después de finalizado el vibrado y enrasado final
para evitar la formación de fisuras de retracción plástica con la pérdida de humedad. Los
paramentos encofrados se curan inmediatamente después del desencofrado.
Los curados con agua se realizan durante un periodo no menor a 4 días. Si las temperaturas son
muy bajas, se extiende el curado a 7 días.