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Capítulo 4 - FILOSOFIA MODERNA

INTRODUCCIÓN

A fines de la Edad Media, la filosofía estaba en manos de estudiosos


universitarios: los escolásticos. Llevaron un riguroso estudio de los filósofos clásicos en
general y de Aristóteles en particular, cuyo programa filosófico habría de dominar el
mundo occidental durante siglos. El objetivo de los escolásticos era conciliar la filosofía
clásica griega con la teología cristiana, la razón con la revelación y la ciencia con la fe;
pero a comienzos del siglo XVI surgió una nueva raza de pensadores, mitad filósofos,
mitad científicos, que dejaron de lado el conocimiento heredado y decidieron empezar
de cero. Fueron los promotores de una revolución en el campo de la ciencia y la
filosofía cuyos ecos pueden aun oírse hoy en día.
En primer lugar, creo que es importante que veamos que a inicios del siglo XVII,
fines del siglo XVI, la moneda corriente en toda persona educada, probablemente
consistía en tener un concepto aristotélico general del conocimiento y del mundo; esto
era lo que toda persona educada estudiaba habitualmente. En cierta manera los filósofos
modernos querían crear “ipso facto” una teoría que explicara por qué de pronto los seres
humanos disfrutaban de un nuevo logro en el descubrimiento científico del mundo.
También se produce algo similar en el campo de la Filosofía Política moderna, la idea
que los seres humanos pueden descubrir por cuenta propia cuáles son los principios
morales fundamentales, es decir, que no tienen que recibirlo de ningún tipo de
autoridad. A través de la innovación y de la reinterpretación radical de los primeros
pensadores, estos nuevos filósofos desarrollaron conceptos característicos sobre la
Ciencia Natural, la Epistemología, la Metafísica y la Ética.
Reformaron la relación mente-cuerpo, la existencia del mundo exterior, el
alcance y los límites del conocimiento, la existencia de Dios y el claro conflicto entre la
libertad y el determinismo. En síntesis, marcaron el comienzo de la Era Moderna.

EL EMPIRISMO Y EL RACIONALISMO

La filosofía moderna comprende dos líneas generales de conocimiento: el


empirismo y el racionalismo.

Empirismo Racionalismo

La experiencia sensorial es la Un enfoque que eleva a la razón sobre


fuente de todo conocimiento. la experiencia en busca de la verdad.

Dos figuras encabezaron estas tradiciones: Rene Descartes y Francis Bacon.


Lo que distingue, por supuesto, a algunas ramas de la filosofía moderna, es el enfoque
sobre las facultades humanas, entonces, por ejemplo, Descartes otorga mucha
importancia a la capacidad del razonamiento abstracto y denigra al que desempeñan los
sentidos, mientras que Francis Bacon y muchos de sus seguidores en Gran Bretaña,
otorgan más importancia a la función de los sentidos humanos como fuente fundamental
del aporte de información y tratan a la razón como a una facultad secundaria que, en
líneas generales, simplemente organiza el material de los sentidos. Esta nueva confianza
en las capacidades cognoscitivas del ser humano por supuesto se asocia normalmente
con el surgimiento de la ciencia moderna y con el éxito logrado tanto en la ciencia

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FILOSOFIA MODERNA - Capítulo 4

matemática moderna como así también, de forma incipiente, en otras ciencias


empíricamente dependientes.-

FRANCIS BACON

Francis Bacon (1561-1626) se inició profesionalmente como jurista; participó


activamente en la corte de la reina Isabel y luego en la de Jacobo I, convirtiéndose en un
ferviente partidario y defensor de la revolución científica.
En su obra escrita expuso una sofisticada metodología para la investigación
científica que se conoce como el método baconiano, una manera sistemática de recabar
y organizar datos observacionales. Dueño de una prodigiosa erudición, se lo sospecha
de ser uno de los posibles autores de la obra de Shakespeare.
El enfoque empírico de Bacon destacó la comprensibilidad del mundo. Lo que el
hizo, de cierta manera, es buscar el equilibrio entre la razón y la experiencia; él
consideraba que aquellos que simplemente salían a experimentar el mundo, no iban a
aprender nada y por otro lado las personas que se sentaban a pensar dentro de una
pequeña habitación, tampoco iban a aprender nada. Lo que Bacon quiso hacer, fue
presentar una manera racional de organizar la experiencia y de interrogar a la naturaleza
de forma tal que, con esta combinación de razón y experiencia, realmente pudiéramos
avanzar.

No hay ni pueden haber más que dos vías para la investigación y descubrimiento
de la verdad: una que, partiendo de la experiencia y de los hechos, se remonta
enseguida a los principios más generales, y en virtud de esos principios que
adquieren una autoridad incontestable, juzga y establece las leyes secundarias
(cuya vía es la que ahora se sigue), y otra, que de la experiencia y de los hechos
deduce las leyes, elevándose progresivamente y sin sacudidas hasta los principios
más generales que alcanza en último término. Ésta es la verdadera vía; pero jamás
se ha puesto en práctica.
Francis Bacon
siglo XVII

Bacon no fue muy modesto al presentarse a si mismo como el creador del Nuevo
Organon, de una nueva lógica para interrogar al mundo. La lógica antigua era útil para
presentar lo que uno ya sabía, pero no para descubrir cosas nuevas. Lo que Bacon
intentó hacer en el “Novum Organon” fue precisamente proveer un método para
interrogar al mundo que implicara ir recogiendo datos y organizándolos en diferentes
tablas para poder extraer conclusiones teóricas de los que hayamos ingresado a las
mismas.
Bacon quiso presentar una manera racional de organizar la experiencia y de
integrar la naturaleza de forma tal que, con esta combinación, pudiéramos progresar.

RENÉ DESCARTES

René Descartes (1596-1650) se opuso a la dependencia que Bacon manifestaba


respecto de los sentidos, en su condición de filósofo y científico; el objetivo principal de
Descartes fue el de construir una estructura integral de pensamiento basada en la razón.
Así puso en práctica un método de duda metódica que se diferenciaba radicalmente del

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Capítulo 4 - FILOSOFIA MODERNA

escolasticismo de la edad media y que aun forma parte de la tradición intelectual de


occidente.

Quien debe entregarse a la búsqueda de la verdad, debe al menos una vez en la


vida y en la medida de lo posible, dudar de todas las cosas.
René Descartes
siglo XVII

René Descartes nació en La Haya, una aldea del interior de Francia; recibió una
educación tradicional en el prestigioso colegio jesuítico de La Flèche; gracias a la
educación recibida se sintió atraído por la ciencia y su estricta búsqueda de la verdad.
Para él la filosofía de su época careció de metodología; es así como comenzó la
búsqueda de un enfoque sistemático de la misma que luego expuso en su revolucionario
“Discurso del Método para dirigir adecuadamente la razón e indagar la verdad de las
ciencias”.
Al comienzo del “Discurso del Método”, Descartes habla sobre la educación que
recibió de los jesuitas y las grandes expectativas previas que tenía y como se sintió
decepcionado al concluirlas, motivo por el que decidió rechazar todo lo que creía
anteriormente y salir a experimentar el mundo por cuenta propia, recurriendo en última
instancia a su propia razón; no habría de consultar libros ni antiguos pensadores, ni a las
autoridades, sino a su propia razón y reconstruirá el mundo sobre dicha base, esto
representó una tremenda revolución. Aquí es donde surgen sus “Meditaciones
metafísicas”, que comienzan con las famosas argumentaciones escépticas para rechazar
todo lo que él creía anteriormente. Las meditaciones II, en cambio, comienzan con la
famosa frase “pienso, luego existo” (cogito, ergo sum).
La filosofía de Descartes marcará el comienzo de una reconstrucción total del
mundo que obedecía a cuatro reglas que él mismo expuso en su “Discurso del método”.
La primera sostiene:
“No admitir jamás como verdadera cosa alguna sin conocer con evidencia que lo es; o
sea evitar cuidadosamente la precipitación y los preconceptos.”
Descartes estaba dispuesto a aceptar como verdadero, sólo aquello que se
presenta con tal claridad y distinción que no puede ser puesto en duda. El criterio de
verdad no se encuentra fuera, sino dentro de nosotros mismos.
Con la regla segunda propone:
“Dividir cada una de las dificultades que examinase en tantas partes como fuera
posible y como se requiriese para su mejor resolución.”
Su tercera regla sostiene:
“Conducir ordenadamente mis pensamientos, comenzando por los objetos más simples
y fáciles de conocer para ascender poco a poco, como por grados, hasta el
conocimiento de los más complejos, suponiendo inclusive un orden entre los que no se
preceden naturalmente”.
Al pasar de las ideas simples y universales a lo complejo y particular, Descartes
estableció una secuencia racional para el pensamiento ordenado; por último:
“Hacer en todas partes enumeraciones tan completas y revistas tan generales que
estuviese seguro de no omitir nada”.
Descartes elaboró esta regla a partir de su conocimiento de la geometría y con
ella intentó aportar claridad matemática a la filosofía. Descartes vio a su método como
una forma de pasar del confuso y oscuro mundo de los sentidos, a la clara luz de la

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FILOSOFIA MODERNA - Capítulo 4

razón, siendo el principio fundamental de su filosofía la certeza de su propia existencia


como ser pensante.

Esas largas cadenas de razonamientos simples y fáciles de que los geómetras suelen
servirse para llegar a sus demostraciones más difíciles me habían dado ocasión de
pensar que no puede haber ninguna cosa por más lejos que se hallara situada, a lo
que no se llegue en última instancia, ni tan oculta que no se descubra siempre y
cuando procure abstenerse de admitir por verdadera una que no lo sea y de
mantener el orden preciso para deducirlas unas de otras.
René Descartes
siglo XVII

Afirmó que debe haber una idea independiente de toda experiencia, la


idea de Dios. Descartes plantea que la presencia de un ser perfecto, en una razón
imperfecta, prueba la existencia de Dios, y a su vez la existencia de Dios es garantía de
la certeza del conocimiento matemático y racional.
Como los ejes de las
coordenadas cartesianas, la realidad
de Descartes está dividida en un
plano material y uno espiritual. El
sitio donde ambos se interceptan es
el alma que está separada pero a la
vez unida al cuerpo; esta visión
dualista sobre la naturaleza
Alma / humana, cuyos orígenes pueden
Cuerpo remontarse hasta los tiempos de
Platón, también fue consecuente
con la fe cristiana de Descartes. La
visión cartesiana sobre la mente o
la persona, el ser humano, es que la
Espíritu persona está compuesta por dos
entidades: el cuerpo y la mente y,
según Descartes la mente es algo
radicalmente diferente del cuerpo;
la mente es una sustancia
inmaterial, no espacial; el cuerpo
una sustancia física tridimensional.
Según Descartes, ambas se relacionan con respecto a como podemos conocer acerca de
nuestra mente. Tomamos conocimiento acerca de nuestra mente a través de una especie
de observación interior sobre su mecánica interna. El alma presentada por Descartes, no
es el alma aristotélica. El alma aristotélica es un principio de vida, es lo que explica las
funciones que un ser vivo tiene como tal. El alma de Descartes es un principio del
pensamiento, explica el pensamiento y, por supuesto, este fue uno de los grandes
debates del resto del siglo:

¿Cómo debemos comprender a los seres humanos y su lugar en el mundo?

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Capítulo 4 - FILOSOFIA MODERNA

HOBBES – EL LEVIATÁN

Thomas Hobbes (1588-1679) filósofo inglés nacido en Westport, considerado


como uno de los filósofos políticos verdaderamente importantes, asumió el proyecto de
comprender el lugar de los seres humanos en el mundo. Su teoría política surgió de su
teoría del conocimiento y de una singular concepción matemática de la realidad.
Inspirado por la precisión y claridad de la geometría euclidiana, Hobbes sintió
que había descubierto la clave para el estudio de la naturaleza y el lugar que el hombre
ocupa dentro de ella.
Para Descartes los seres humanos se distinguían del resto de la naturaleza debido
a que tenían un alma que era algo diferente del cuerpo, pero incluso entre sus
contemporáneos, había algunos que opinaban distinto. Por ejemplo Thomas Hobbes,
que escribió su obra virtualmente al mismo tiempo que Descartes, era materialista y
plantearía por supuesto, que los seres humanos, las piedras, los árboles, los gatos o los
perros se distinguían sencillamente por una cuestión de complejidad.
Hobbes creía que nada sucedía en el acto del pensamiento que no pudiera
explicarse a través de la sensación o la memoria. En su monumental libro “Leviatán”,
llevó su teoría de la mente al campo de la filosofía política, dando origen a lo que se
conoció luego como la Teoría del contrato social para justificar los acuerdos políticos
entre individuos racionales, libres e iguales. Para Hobbes la cuestión de justificar el
Estado consiste en qué motivos deben existir para que un individuo acepte esta
organización del Estado; hay que convencer y dar a los ciudadanos una razón para que
acepten lo que Hobbes denomina el Leviatán, este poderoso y monstruoso Estado donde
el monarca, el soberano, el estado, puedan hacer lo que quieran. Existe un convenio que
dice: mantenga el orden y a cambio podrá hacer lo que desee. Si mi vida se siente
amenazada y reina el desorden significa que el gobierno no está cumpliendo con su
trabajo, entonces tengo derecho a rebelarme y buscar un nuevo Leviatán.

Más que consenso o concordia, es la verdadera unión de todos en una misma


persona, establecida por el contrato de cada hombre, como si cada uno dijera al
otro “yo autorizo y cedo el derecho de gobernarme a mi mismo a este hombre (o a
esta Asamblea de hombres), bajo esta condición: que tu también cedas tus derechos
y autorices todas sus acciones de la misma manera que yo lo hago”
Thomas Hobbes
siglo XVII

En las doctrinas filosóficas de Hobbes prevalecen los principios del


materialismo mecanicista, principios progresistas para su tiempo; en cambio, en su
doctrina político-social dominan las tendencias antidemocráticas.

MALEBRANCHE – OCASIONALISMO

Nicolás Malebranche (1638-1715) nació en Paris, a los 22 años ingresó como


padre en la “Congregación del Oratorio”. Malebranche vio en el mecanicismo
cartesiano la posibilidad de reformular con pruebas derivadas de la filosofía y la ciencia
moderna el espiritualismo agustiniano. Resultado de sus estudios cartesianos fue la obra
“Investigación de la verdad” que consiste en la disipación de los errores causados por la
excesiva unión del alma con el cuerpo. Desde el punto de vista filosófico, se destacaron

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FILOSOFIA MODERNA - Capítulo 4

los escritos con el fin de desarrollar su doctrina más conocida: la de la visión de todas
las cosas en Dios y el ocasionismo. Afirma con el ocasionismo que la única causa
verdadera de todo lo que sucede es Dios y que el hombre toma por causa las ocasiones
de que se vale la voluntad divina para realizar sus decretos
Según Malebranche el alma puede percibir de tres maneras distintas: mediante
los sentidos, la imaginación y el entendimiento.

Perciben los objetos sensibles y groseros


LOS SENTIDOS
que están presentes y causan las impresiones

Percibe los seres materiales que están ausentes y


LA IMAGINACION
que se representan por las imágenes en el cerebro

EL Percibe las cosas universales, las ideas generales


ENTENDIMIENTO
PURO y las nociones comunes.-

La concepción que se hace Malebranche del alma y de sus operaciones está


fundamentalmente ligada al dogma del pecado original, pues el dogma de referencia
escinde al ser humano en dos etapas claramente definidas: la etapa anterior al pecado en
el cual el entendimiento tiene la primacía sobre la imaginación y sobre todas las causas
de errores, y la etapa posterior, en que ésta relación se efectúa en sentido inverso.-

No otorgar jamás consentimiento completo sino a las proposiciones que parezcan


tan evidentemente verdaderas, que no se pueda rechazarlas sin sentir una pena
interior y reproches secretos de la razón, es decir, sin que se conozca claramente
que se haría mal uso de la libertad de no dar tal consentimiento.
Nicolás Malebranche
siglo XVII

Hay que sustituir, según Malebranche, la doctrina de las causas eficientes de


ascendencia aristotélica, por la teoría de las causas ocasionales, en la cual la única
causa eficiente, esto es la divinidad, hace que las relaciones tengan lugar con ocasión de
un determinado movimiento.-

SPINOZA – MONISMO

En Ámsterdam, el filosofía holandés Baruch Spinoza (1632-1677), fue aun más


lejos que Descartes y Hobbes en su afán por obtener claridad geométrica. Se propuso
crear nada menos que una filosofía geométrica completa, con axiomas y conclusiones
que explicaran el sistema de la realidad en su totalidad.

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Capítulo 4 - FILOSOFIA MODERNA

Spinoza descartó el dualismo cartesiano y propuso que la mente y el cuerpo son


una misma cosa, una posición que se conoció como monismo. Spinoza, un filósofo de
fines del siglo XVII, que de cierta manera comenzó con Descartes pero luego se separó
de él de un modo bastante radical, sostiene que el cuerpo y la mente son en realidad dos
aspectos de una misma cosa: ambos son formas de Dios. Ahora bien, es una doctrina
muy difícil pero, pero de cierta manera, se desprende la gran visión metafísica
presentada por Spinoza, es posible pensar a la mente y al cuerpo como dos aspectos de
una misma cosa neutra: si lo vemos de una perspectiva es la mente, si lo vemos de otra
es el cuerpo.
Según Spinoza, Dios es la sustancia de todo, es causa de si mismo, de su esencia
se derivan las cosas al igual que los teoremas se derivan de los axiomas geométricos.
Spinoza consideraba que Dios era uno con la naturaleza y sus leyes.
La concepción de la esencia divina de Spinoza era tan radical que fue expulsado
de la sinagoga de Ámsterdam. En pocas palabras, la doctrina de Spinoza en la primera y
segunda parte de su “Ethica” es la siguiente: A Dios se lo debe identificar con la
naturaleza, no existe un Dios trascendente fuera de la naturaleza y todo lo que sucede
en la naturaleza es necesario, no existe la contingencia; en cierta manera somos uno
con nuestro cuerpo.
Tal vez lo haya expresado de un modo demasiado simple, pero en esto consiste
su doctrina básica: somos una unidad con nuestro cuerpo y de esta manera estamos
vinculados a este mundo en el que no hay un Dios trascendente, en el que no hay un fin
mayor; no hay un sentido, no hay un Dios fuera de la naturaleza que lo haya creado con
cierto fin, con algún sentido.

El alma y el cuerpo son una sola y misma cosa, que se concibe tan pronto bajo el
atributo del pensamiento como bajo el de la extensión, y por consiguiente el orden
de las acciones y las pasiones de nuestro cuerpo, es el mismo de las acciones y
pasiones del alma.
Baruch Spinoza
siglo XVII

LEIBNIZ – MONADOLOGÍA

El brillante filosofía alemán Gottfried Wilhelm Leibniz (1646-1716) nació en


Leipzig, donde estudió y presentó en 1663 su tesis “De principio individui”; estudió a
Spinoza y a Descartes y rechazó a ambos. Sostuvo que esa única sustancia divina de
Spinoza no podía explicar todos los diversos elementos de la naturaleza y vio que el
dualismo cartesiano plantaba una cuestión álgida, ¿cómo interactúan el mundo de las
cosas y el mundo del pensamiento? Cuando uno decide levantar el brazo, ¿cómo se
cruza el abismo que existe entre la mente y el cuerpo? Para resolver este dilema y
preservar la libertad personal en un mundo mecanizado, Leibniz propuso la teoría de la
armonía preestablecida.
Según la armonía preestablecida, en al menos una de sus tantas versiones, Dios
creó el alma y el cuerpo de cierta manera a fin de que estén coordinados, los creó de tal
manera que todo lo que puede ocurrirle al alma ya se encuentra allí; y creó al mundo de
un modo determinista, a fin de que todo lo que pueda suceder al cuerpo ya esté creado
desde el principio, pero lo hizo de tal forma que estén siempre perfectamente
coordinados entre si. Entonces, cuando quiero levantar el brazo el mundo ya está en

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FILOSOFIA MODERNA - Capítulo 4

cierto estado que el acto se produce automáticamente, o sucede gracias a la


coordinación divina; ambos están en sincronía mutua: Leibniz usa la analogía de dos
relojes que siempre dan la misma hora.
Leibniz fue un verdadero hombre del Renacimiento, un matemático que
desarrolló el primer cálculo infinitesimal, un científico que estuvo entre los primeros en
proponer que los fósiles eran restos de seres vivos, y un teólogo que intentó conciliar a
la iglesia católica con la protestante.
Habiendo recibido una formación racionalista cartesiana, estuvo expuesto a la
visión de que el mundo estaba compuesto por objetos geométricos que interactúan por
colisión y advirtió que si así fuera como el mundo funciona, entonces Dios sería el
único agente del cosmos. Leibniz estaba en desacuerdo con eso y quiso volver a dotar al
mundo de actividad, pero para ello debía realizar una revisión de la ontología cartesiana
de los objetos geométricos. Comenzó reemplazando los objetos geométricos
cartesianos por lo que él denominó sustancias corpóreas que pueden comprenderse en
base a un modelo de los animales. Básicamente vuelve a dotar al mundo de almas y en
lugar del mundo cartesiano donde solo tenemos almas en los seres humanos, Leibniz
introduce almas por doquier de manera tal, que el mundo esté lleno de vida. En un nivel
de análisis fundamental, la vida se presenta en forma que Leibniz denominó monadas,
verdaderos puntos metafísicos en el espacio que, paradójicamente, no tienen ni tamaño
ni forma y no ejercen influencia alguna entre si; estas fuerzas básicas, estas almas
originarias, se comportan de acuerdo con su propia finalidad preservando la armonía
del orden predeterminado por Dios.

Cada sustancia es como un mundo entero, como un espejo de Dios, o de todo el


universo que ella expresa a su modo particular…
Por ello cabe decir que el universo se multiplica tantas veces cuanta sean las
sustancias, y de modo semejante se multiplica la gloria de Dios gracias a tantas
representaciones diversas de su obra.
Gottfried Wilhelm Leibniz
siglo XVII

Mientras Leibniz refinaba la posición racionalista en el continente, la visión


empirista seguía prosperando, especialmente en Inglaterra.

EL EMPIRISMO INGLÉS: LOCKE

John Locke (1632-1704) creía que la teoría racionalista, según la cual estamos
dotados de ideas innatas, era una especie de tiranía intelectual. Para Locke lo único que
puede determinar el contenido de nuestras ideas es la experiencia: todo lo que sucede en
la mente comienza con la percepción.
Locke fue una figura seminal dentro de la tradición liberal de la filosofía política
y dedicó gran parte de su obra a oponerse al totalitarismo, tanto de orden institucional
como individual. Sostenía que la mejor defensa ante la autoridad y el opresivo peso de
la superstición era tener profunda y permanente confianza en nuestra propia capacidad
de ver las cosas como realmente son. Lo que Locke señala en contra de los cartesianos
es, precisamente, la importancia de un enfoque empírico de la naturaleza, resaltando los
límites de la razón y de nuestra capacidad de penetrar y enseñar la verdadera naturaleza
esencial de las cosas.

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Capítulo 4 - FILOSOFIA MODERNA

Supongamos que el espíritu sea una hoja en blanco sin ninguna letra, sin ninguna
idea, ¿cómo llegarán éstas allí?... ¿de dónde procederá todo el material de la razón
y del conocimiento? Respondo con una sola palabra: “Experiencia”; todo nuestro
conocimiento se basa en ella y de ella proviene en última instancia.
John Locke
siglo XVII

En Locke aparece cierta orientación baconiana cuando considera que lo que


debemos hacer es trabajar con la experiencia y generalizar desde ella por lo que hay
cosas que jamás podremos saber y hay otras que sólo podremos conocer de manera
imperfecta, sólo en la medida que la experiencia nos la muestre.

Todos esos pensamientos sublimes que se elevan sobre las nubes y llegan al
mismísimo cielo surgen y se establecen aquí, en toda esa gran extensión que recorre
la mente, en todas esas remotas especulaciones que parecen elevarse no se aparta ni
un ápice de las ideas que tanto los sentidos como la reflexión le ofrecieron para su
contemplación.
John Locke
siglo XVII

BERKELEY – IDEALISMO

Si un árbol cae en el bosque y no hay nadie allí que pueda oírlo ¿se puede decir
que hizo algún sonido al caer? El filósofo irlandés George Berkeley (1685-1753) no
solo habría negado que el árbol hubiera hecho algún ruido, sino que habría puesto en
duda su misma existencia.
El empirismo de Berkeley confinó a la realidad dentro de los límites de nuestra
mente, en pocas palabras, no hay nada fuera de la mente, sólo existen las ideas. A esta
posición se la denominó idealismo. Un idealista es alguien que cree que la realidad es,
por sobre todas las cosas, mental.
El obispo Berkeley era un idealista, sostenía que lo que denominamos objetos
físicos en realidad no son físicos, no están compuestos por materia, son ideas que están
en la mente. Si uno se pregunta ¿qué sucede si la idea de esta mesa desaparece de mi
mente? ¿También desaparece la mesa?, a lo cual respondería seguramente Berkeley que
“es una idea que está en la mente de Dios”

Las ideas de los sentidos son más fuertes, más vivas y más distintas que las de la
imaginación; ellas tienen también firmeza, orden y coherencia, y no se suscitan al
azar como a menudo lo hacen las que son efecto de la voluntad humana, sino en
una sucesión regular o en una serie, cuya conexión admirable testifica
suficientemente la sabiduría y benevolencia de su autor.
George Berkeley
siglo XVIII

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FILOSOFIA MODERNA - Capítulo 4

Se ha hecho observar que la teoría de Berkeley está basada en una confusión:


entre la cualidad percibida y el acto de percibirla, por este motivo sería espiritualista;
el sensualismo sería entonces el punto de partida para demostrar que la materia y sus
cualidades no dependen menos de la sensación que las cualidades secundarias.

EL EMPIRISMO INGLÉS – HUME; IMPRESIONES E IDEAS

Tras los pasos de Locke y Berkeley, aparece David Hume (1711-1776) el tercer
y último gran empirista británico. Nacido en Edimburgo, Escocia, es considerado por
muchos el filósofo más importante de todos los que hayan escrito en inglés. Se
destacaba en diversos campos, entre los que podemos citar la Ética, la Religión, la
Economía y la Epistemología; influyó profundamente sobre diversos pensadores como
Jeremy Bentham (1748-1832), Adam Smith (1729-1790), Immanuel Kant (1724-1804)
y Charles Darwin (1809-1882).
La visión tradicional, que fue aceptada por mucho tiempo, proviene de David
Hume. En la primera página de su “Tratado sobre la naturaleza humana” dice (pág.87
del tomo I de mi edición): “Voy a hacer una distinción entre las impresiones y las
ideas”; no creo que haga falta mucho tiempo para explicar esta distinción. El decir
impresiones se refiere a lo que nosotros denominamos percepciones; por ideas se
refiere a las imágenes mentales, y dice que la relación entre las mismas es sencilla: una
imagen mental es una vaga copia de una impresión original, y, plantea lo siguiente: Un
día veo algo y al siguiente día creo una imagen en la memoria sobre aquello que vi el
día anterior; la idea es que la imagen de la memoria es como una copia de la cosa
original, a la cual de cierta manera le hemos quitado algo de la fuerza e intensidad de
la percepción original pero, no es algo totalmente diferente sino una especie de
percepción degradada.
Una de las afirmaciones más revolucionarias de Hume fue que el razonamiento
inductivo que parte de la experiencia, no es consecuencia de una argumentación
racional sino del hábito. Por ejemplo, suponemos que es razonable inferir de las
experiencias pasadas que un relámpago anuncia la aparición de un trueno, pero la
experiencia previa nunca puede servir de base racional para hacer predicciones futuras,
nunca puede afirmarse que existe algún fundamento racional para creer que el futuro
será igual que el pasado; la experiencia previa del relámpago solo nos da una especie de
expectativa puramente psicológica de que a continuación vendrá el trueno y, tampoco
podemos percibir en la naturaleza ninguna conexión necesaria entre el relámpago y el
trueno. Según Hume, la asociación entre el relámpago y el trueno es puramente
psicológica.

En todo razonamiento que parte de la experiencia, la mente da un paso que no está


fundamentado por ninguna argumentación o proceso del entendimiento.
David Hume
siglo XVIII

KANT, LA REVOLUCIÓN COPERNICANA EN FILOSOFÍA.

La crítica que Hume hace del razonamiento inductivo hizo salir al filósofo
prusiano Immanuel Kant (1724-1804) del sopor dogmático en el que se encontraba.
Kant se propuso integrar la subjetividad propia del pensamiento de Hume con una teoría

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Capítulo 4 - FILOSOFIA MODERNA

que aceptara a la vez la posibilidad de la ciencia y lo incognoscible del mundo en si.


Intentó así estrechar la brecha entre la concepción empirista y la racionalista,
sintetizándolas en una única tesis coherente.
Kant realmente vio que se acercaba a un punto de inflexión y creyó reconocer
defectos tanto en la tradición racionalista como en la empirista. En cierta medida
definió ambas concepciones a fin de explicar sus defectos y sintetizar sus verdades para
decirlas en sus propias palabras.
Kant representó un cambo de perspectiva y se opone a Hume, afirmando que, si
bien no podemos derivar la causalidad de la experiencia, el hecho que tengamos una
cierta estructura mental es sumamente importante. Todos compartimos estas categorías
de la experiencia, entonces, si bien es posible que la causalidad no exista en el mundo,
lo importante es que todos seguimos experimentando el mundo de la misma manera: la
mente hace al mundo.
Kant se enorgullecía de lo que él denominó la revolución copernicana en
filosofía: la noción de que la mente establece cómo se nos manifiesta la realidad y, en
cierto modo, la realidad tiene que adaptarse a las leyes de la mente, en lugar de ser la
mente la que deba tratar de descubrir las leyes de la realidad que son totalmente
externas a la misma.
Los filósofos que le precedieron consideraron a la mente como a un observador
pasivo de la realidad y buscaron la manera de asegurarse que se trataba de un buen
observador pasivo de la realidad, Kant estableció una relación diferente entre la mente y
la realidad.
Kant reivindicó una distinción ya existente, sobre la cual los juicios a priori
están basados en la razón, mientras que los a posteriori se basan en la experiencia.

JUICIOS A PRIORI JUICIOS A POSTERIORI

 Basados en la Razón  Basados en la Experiencia


 Son necesariamente verdaderos  Son contingentes, siempre dependerán
de la existencia

“Este auto es rojo”


2+2=4 “Hoy está lloviendo”

Kant fue más allá e hizo otra distinción fundamental entre los juicios analíticos y
los juicios sintéticos.

JUICIOS ANALITICOS JUICIOS SINTETICOS

Son enunciados en los que el contexto del predicado está Son enunciados en los que el concepto del predicado no
totalmente incluido en el concepto del sujeto está incluido en el concepto del sujeto

Todos los hombres solteros no están casados Todos los cuerpos son pesados

No agregan nada que ya no conociéramos Agrega algo que no conocíamos del sujeto

Kant propuso la necesidad de considerar los cuatro tipos posibles de juicio:

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FILOSOFIA MODERNA - Capítulo 4

ANALÍTICOS A POSTERIORI Como todo juicio a posteriori es sintético, no es posible


hablar de un juicio analítico a posteriori. La
SINTETICOS A POSTERIORI

ANALÍTICOS A PRIORI

SINTETICOS A PRIORI En cambio los juicios sintéticos a priori, no sólo son


posibles, sino que constituyen la base de la matemática
y la ciencia natural.

innovación de Kant, en términos técnicos, consistió en poder demostrar que el


conocimiento sintético a priori existe, es decir, el conocimiento que va más allá de los
conceptos implicados o más precisamente, el conocimiento que un predicado aplica a
ciertos objetos y que no está incluido dentro del concepto del sujeto, pero que puede
constituir una verdad universal y necesaria y por lo tanto debe ser verdadero
independientemente de la experiencia.

Afirmar que una línea recta entre dos puntos dados es la más corta, es una
proposición sintética. Mi concepto de “línea recta” no posee ninguna noción de
cantidad, sino sólo de calidad. Entonces el concepto “más corto” es algo totalmente
añadido y no puede derivarse en absoluto del concepto de “línea recta”, por lo
tanto aquí es necesaria la intervención de la intuición, ya que dicha síntesis solo
puede realizarse a través de la misma.
Immanuel Kant
siglo XVIII

Kant aplicó su noción de Crítica racional a la Ética, la Estética y la Filosofía


Política. En Filosofía Moral, Kant propuso lo que él denominó Imperativo categórico,
un criterio formal que serviría para guiar nuestras acciones más racionalmente.

“ACTUA DE FORMA QUE LA MAXIMA DE TU CONDUCTA PUEDA SER


SIEMPRE UN PRINCIPIO DE LEY NATURAL Y UNIVERSAL”

La Ética de Kant se basa en la idea de que simplemente aplicamos la


racionalidad a la acción y vemos que deberíamos actuar de manera universalmente
válida y aceptable y que nuestras acciones no son correctas si el éxito de la acción
propuesta depende de hacer una excepción de uno mismo. Para Kant, la autonomía de la
voluntad es el principio rector de toda ley moral y de toda obligación que de allí se
derive. Es la garantía de la dignidad del hombre y de su igualdad ante la ley.
Básicamente, la filosofía moral de Kant, nos conduce a una Filosofía Política de
corte liberal, ya que considera que existe una conexión natural entre la libertad de
elección y la libertad de acción. Entonces, si uno es libre para elegir los propios
objetivos y forma de vida, uno también debe ser libre para actuar conforme a dicha
elección.

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Capítulo 4 - FILOSOFIA MODERNA

Kant creía que la razón no podía trascender el mundo de la experiencia y entrar


en la realidad en sí, pero la metafísica es un conjunto de proposiciones sobre lo que está
más allá de nuestra experiencia; así Kant declaró que la metafísica era imposible como
conocimiento, entonces en los siglos XIX y XX surgieron las respuestas a lo planteado
por Kant, pasando por Hegel y continuando con las tradiciones analítica y continental.
Lo que comenzó como un esfuerzo por debilitar el escolasticismo de la edad media,
inició una cadena de pensamientos que persiste hasta hoy.
No importa cuan diversas sean las filosofías que conformen la Edad Moderna, ya
que existe una corriente subyacente que las vincula a todas:

LA FE FUNDAMENTAL EN LA CAPACIDAD HUMANA DE

ENCONTRAR RESPUESTAS A LOS INTERROGANTES

HACIA LA CONCIENCIA HISTÓRICA

Al racionalismo francés y el empirismo inglés del siglo XVIII siguió en


Alemania el criticismo kantiano que fue un puente entre ambas tendencias. En este
mismo siglo empieza la alborada de la historicidad humana, que llegará a su plenitud
con el Romanticismo y que en nuestro tiempo casi amenaza disolverlo todo a fuerza de
mirarlo bajo especie de historia. Hay que apresurarse a advertir, sin embargo, que el
pensador que más prepara entonces esa nueva mentalidad, Giambattista Vico (1688-
1744), no fue bien conocido, y no sólo por su arrinconamiento en su Nápoles natal, sino
por cierta extravagancia de su estilo y sus recursos mentales, que casi se diría son
medievales.
Vico estableció tres fases en el conocimiento –y en la biografía mental del
hombre- a modo de niñez, madurez y vejez: primero se siente, luego se advierte y al fin
se reflexiona. Sólo en esa fase final se da esa conciencia del yo y esa evidencia clara y
distinta de la que quiso arrancar Descartes, poco sensible a la dimensión temporal.
Para Vico la certeza cartesiana se da sólo en la matemática, para saber sobre la
realidad se puede seguir únicamente con la observación y la inducción baconiana, más
aun al tratar de la historia que de la naturaleza.
La historia, pues, es la gran “ciencia nueva” y en ella Vico observa un ciclo de
tres edades:
 La edad de los dioses: Los hombres sienten. (Saber poético – mitos y
metáforas, no conceptos).
 La edad de los héroes: Los más geniales dominan a los demás (sociedades
aristocráticas).
 La edad de los hombres: Lucha entre poseedores y desposeídos.

Esta sucesión es un ciclo, porque las naciones y las culturas van pasando sucesivamente
por él.
Con una versión más progresista Jean-Antoine Condorcet (1743-1794), en una
sucesión de cuatro períodos que la razón orienta en un sentido optimista, quiso mostrar
que la historia del hombre es la historia de un incesante mejoramiento en la capacidad
humana para liberarse de todos los obstáculos que se oponen a la formación de una
sociedad en la cual todos los ciudadanos gocen de libertad, satisfagan sus necesidades

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FILOSOFIA MODERNA - Capítulo 4

básicas y perfeccionen sus sentidos, sus ideas y sus conocimientos. El progreso, para
Condorcet es, en último término, una emancipación de la Naturaleza y de si mismo.

EL SIGLO DE LAS LUCES – LA ILUSTRACIÓN

El siglo XVIII ve en Francia el florecimiento de un tipo de pensadores con una


fisonomía social nueva: los philosophes, que serían, en una denominación anacrónica,
los intelectuales. Como sus congéneres ingleses de ese tiempo, se interesan poco por el
pensamiento abstracto, atendiendo más bien al hombre en la sociedad. Pero mientras
que los filósofos británicos encajan sin grave problema dentro de su sociedad ya
parlamentaria, los philosophes se encuentran en una posición conflictiva contra el
“despotismo ilustrado”.
La gran obra colectiva de la época es la Enciclopedia, manifiesto de ese
movimiento, editada por Denis Diderot (1713-1784) y Jean D’Alembert (1717-1783).

El juego de las ideas se centra en los grandes críticos de la sociedad, el primero


de los cuales es el barón de Montesquieu (1689-1755), quien elabora el que acaso sea
el primer gran tratado de ciencia política en el sentido moderno, “El espíritu de las
leyes”, donde además de defender el modelo inglés y consagrar el sistema de división
de poderes, Montesquieu analiza las diversas formas posibles de estructuras políticas.

Francois-Marie Arouet, por su nombre literario Voltaire (1694-1778), el más


conocido de los philosophes, pensaba que la existencia de un alma espiritual separable
era improbable y posiblemente falsa, pero pensaba también que el mundo manifestaba
la existencia de Dios tanto como un reloj muestra la existencia de un relojero. Si Dios
no existiese, decía, sería necesario inventarlo como respaldo de la ley moral. Voltaire,
por usar el término técnico, no era ateo, sino deísta, la religión de los filósofos.

De todos los pensadores franceses del siglo XVIII, el más influyente fue Jean-
Jacques Rousseau (1712-1778); su vida y su carácter han sido expuestos por él mismo
en sus “Confesiones”, Autor además de un “Discurso sobre la desigualdad”, donde
afirmaba que el hombre era bueno por naturaleza y lo corrompían las Instituciones. Su
obra más conocida “El contrato social”, le valió su exilio a Suiza, de donde
oportunamente también fue expulsado por las inflamatorias doctrinas contenidas en ese
libro.
Al igual que Hobbes cree que la sociedad nace cuando la vida en el estado de
naturaleza original se hace intolerable. Se redacta entonces un “Contrato social” para
garantizar que la fuerza de la comunidad entera se movilice para la protección de la
persona y los bienes de cada uno de sus miembros.

Once años después de la muerte de Rousseau, la Revolución francesa barrió el


régimen que había prohibido el “Contrato social”, y, como siempre, la revolución
devoró a sus propios hijos ya que no sólo guillotinó a los aristócratas supervivientes del
régimen monárquico, sino a muchos demócratas de diferentes colores.

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