Professional Documents
Culture Documents
Constitución Política 1
TALLER 1
Presentación
Para iniciar sea señalar que existen una cantidad de propósitos enunciados desde el
propio preámbulo, el mismo que apenas si se estableció textualmente en el pasado
capítulo. Pues bien, esos propósitos, también llamados fines, los podemos referir como
todas aquellas realidades que el país anhela, todas aquellas realizaciones que deberá
llegar a materializar. Así, el preámbulo enumera los siguientes fines (metas a alcanzar)
con la vigencia de la Constitución Política de 1991: Fortalecer la unidad de la Nación,
asegurar a los integrantes de la nación colombiana los bienes de la vida, la libertad, la
convivencia, el trabajo la justicia, la igualdad, el conocimiento y la paz. Para lograr tales
loables propósitos creyó el constituyente que era menester establecer una estructura
adecuada para el efecto y para ello refiere que para alcanzarlos requería de un marco
jurídico, democrático y participativo, pues con él garantizaría que el nuevo orden fuese
política, económica y socialmente justo.
Otro de los fines, un poco diferente por su especificidad, es el compromiso de trabajo por
la unidad latinoamericana.
Los fines o metas a alcanzar, dijimos, se encaminan de acuerdo con el preámbulo, que en
la enumeración de fines por conseguir, podría servir como diagnóstico de la situación
vivida por la república y que la llevó, entre otras muchas causas, a realizar un cambio en
la normativa superior mediante la tentativa de refundación del Estado.
En el Título primero de la Carta Política de 1991 esos fines mencionados se van a ver
reflejados a través de desarrollos importantes y van en forma de principios a sentar los
cimientos sobre los cuales se establecerá el Estado Colombiano. Este título consta de 10
artículos y sus contenidos deben informar en adelante toda la preceptiva constitucional.
Sea ocuparse de ellos.
Constitución Política 2
En la filosofía política se conoce una vieja discusión que se refiere a la concepción del ser
humano frente al estado y el tipo de relación existente entre ellos, tipo de relación (o de
relaciones mejor) que los acercan o los alejan. Las implicaciones son muchas: en lo social,
lo económico, lo moral, etc. Al efecto conocemos la dupla entre liberalismo y socialismo.
Al primero lo situamos a la derecha y al segundo a la izquierda, se dice desde el Abate de
Sieyés. De corte netamente individualista el uno, de corte netamente colectivista el otro.
Al uno le interesa el sujeto libre del Estado, al segundo, el Estado, mientras deba existir le
ha comprometido en su desarrollo. Cada tipo de estado de estos tiene como se insinuó
antes sus núcleos de concepciones en los órdenes moral, político, social y económico.
Para mediar entre estos dos extremos se creo una tercería que es precisamente el Estado
Socialdemócrata, situado en el centro. No obstante pueden imaginarse cantidades de
gradaciones según la decisión de los pueblos se incline hacia la derecha o hacia la
izquierda, hacia una definición liberal o hacia una definición de corte socialista. En el
centro, o en el intermedio (más amplio) entre estos extremos se establecen una cantidad
de formas concretas de Estado. La calidad de la intervención del Estado y el tamaño del
mismo se debilita o se fortalece. Al liberalismo le interesa el sujeto fundamentalmente
como individuo económico y en su consolidación la representación del mercado es
fundamental. Para el socialismo, no concebir las relaciones con un matiz meramente
individualista, le proporciona la posibilidad de caracterizarse como solidarista, como
colectivista y por ello poder pensar las relaciones entre los individuos comprometiendo su
desarrollo de manera equilibrada. Al respecto también el tipo de derechos que cada
posición enarbola, se presenta antagónico: los individuales del hombre, con una
predominancia muy fuerte del derecho de propiedad privada y una visión de desigualdad
entre los seres humanos, a su turno que la izquierda cree y defiende los derechos para
todos, sociales, económicos, culturales, de orden colectivo y pensando en la propiedad
colectiva, fundamentalmente en cabeza del Estado y con una concepción igualitarista de
los seres humanos. La derecha, el liberalismo (el conservadurismo incluido) no tiene idea
de actuación estatal más que para pocas cosas y cree que la sociedad está guiada por el
mercado, la mano invisible; mientras la izquierda, el socialismo, establece la idea de la
planeación, aparejada a la intervención del Estado en todos espacios de la vida social.
Se había mencionado, que el Estado social estaba en medio, que estaba representado por
las ideas socialdemócratas que son las que le corresponden. En realidad existe en la
Beatriz Vanegas Ossa
Constitución Política 3
Uno de esos posibles medios, estados intermedios es el estado social de derecho, que es
un estado de tipo democrático, caracterizado por el reconocimiento de derechos de índole
tanto individualista como de derechos de orden colectivista (económicos, sociales,
culturales), con una idea de propiedad privada, pero sumada a la existencia de su función
social, con una importante labor interventora del Estado en todos los niveles,
fundamentalmente en el orden económico, que no puede serle validamente velado, con
una idea de igualitarismo con intervenciones necesarias y no siempre obligatorias.
Además, debe caracterizarse este tipo de estado desde otro punto de vista. Cuando se
dice estado de derecho, se puede estar hablando de muchos tipos de estados. Decir
Estado de derecho, es introducir una categoría en la que ha sido introducida otra
característica importante del estado moderno. Se habla de la introducción de la
problemática de lo que se ha denominado como el gobierno de las leyes, en
contraposición al gobierno de los hombres. Es decir no gobiernan los individuos, no
gobiernan los seres humanos, lo hacen de acuerdo con lo establecido en las normas. El
estado de derecho se sujeta a la propia normatividad que emite, en tanto las autoridades,
los gobernantes lo hacen supeditados a esas mismas normas. El Estado se sujeta al
Derecho. Es una concepción eminentemente liberal que permea la concepción sobre otro
tipo de estados que puedan concebirse, fundamentalmente situados en ese intermeso
entre los extremos. Podría pensarse en una monarquía sujeta y respetuosa de las normas
que se han establecido, no pensando aún en la idea del pacto. Podría pensarse en un
socialismo en que las autoridades colectivistas sujetan todas sus decisiones al derecho
que se ha establecido. Es que el liberalismo y el socialismo clásicos aunque representan
dos extremos también comparten o pueden compartir una serie de ideas: por ejemplo, los
dos son permeados por la idea de la democracia, los dos han creído en la idea del
progreso humano, entre otras. No es el espacio para hacer una completa explicación al
respecto y establecer todos los detalles filosóficos e históricos de estos extremos. Bien, a
esa concepción intermedia, que es más o menos, equilibrada le asiste una concepción de
sometimiento al derecho.
Constitución Política 4
una concepción de la soberanía popular. Ello naturalmente trajo y trae sus consecuencias.
Por ello pudo ser tenida la iglesia católica como el centro de la nacionalidad, con los
partidos políticos tradicionales, como ordenadores del destino (mal destino, mas bien
desatino) de nuestra república. Allí se uniformó la sociedad, se la homogeneizó. La
discusión se filtra a un tipo de antropología filosófica, donde se pregunta y responde por
la concepción que se tiene acerca del ser humano (de los hombres y mujeres, de los
sujetos individuales) y de la sociedad misma, es decir de la reunión de aquellos. El tipo de
estado que pensó nuestro constituyente era el estado benefactor, que es social y
democrático, pero que venía cayendo en desgracia ante el empuje del neoliberalismo en
el mundo. Hoy, conforme se establece en muchos lugares de la Carta de 1991 se tiene
una concepción pluralista, democrática que hace parte de la caracterización del Estado
Social de derecho, que la entiende allí mismo expresada. Se dijo, esta caracterización
habrá de informar toda la preceptiva constitucional.
Ese Estado social de derecho de que se viene hablando, para caracterizar a Colombia
tiene otras particularidades: está organizado en forma de república unitaria,
descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales.
Nuestro Estado no siempre ha sido centralista. Baste recordar que es una discusión
histórica que costó la realización de muchas guerras y que todavía hoy está vigente. Una
posibilidad de mirar la historia de Colombia es por la tensión entre centralismo y
federalismo que, entre otras causas, originó las guerras civiles en el siglo XIX (entre otras
causas), y que se plantea hoy como discusión vigente. Al respecto, tema que atañe al fin
de la Unidad de la Nación, piénsese si es la forma más adecuada el centralismo para
manejar la idea de pluralidad y la cantidad de fenómenos que se establecen por el
Beatriz Vanegas Ossa
Constitución Política 5
Colombia como república está conformada por unidades menores sin capacidad
legislativa, fundamentalmente por departamentos y municipios. No obstante, existen
otras figuras de organización políticas administrativas, pero no del todo desarrolladas o
subsidiarias; ellas serán objeto de estudio en el aparte correspondiente a la organización
político administrativa o de ordenamiento territorial propiamente dicho. Para resaltar,
como novedoso en este campo, el reconocimiento como entidades territoriales,
homólogas a los municipios, a las entidades territoriales indígenas, que aunque existían
no eran valoradas y distinguidas de manera positiva.
La descentralización se establece sobre las funciones del ejecutivo, que tiene entonces
representación popular en todos los niveles: nacional, departamental, municipal y hasta
por comunas y corregimientos, en la teoría. Existe descentralización de funciones cuando
el Gobernador delega a los Alcaldes funciones que le son propias para que las desarrollen
en sus municipios, previo el cumplimiento de ciertos requisitos. El gobierno, en sentido
restringido, se desarrolla descentralizadamente. No ocurre lo mismo, como se dijo, en el
ejercicio de los demás poderes del orden nacional, que no encuentran correspondencia en
este sentido y que se manejan con una idea de centralidad y de cierta jerarquización, por
la cual para las entidades territoriales se establecen delegaciones, unidades menores que
dependen para muchas cuestiones del centro, sobretodo de administración, aunque las
funciones (competencias) deben estar establecidas para cada organismo desde la misma
ley, o en su defecto por los reglamentos o manuales de funciones. Es que debe ser dicho,
en concordancia con un principio de responsabilidad, también con uno de separación de
poderes y de funciones, se establece qué pueden hacer o no las entidades y los
funcionarios. Por delegación, las entidades territoriales también pueden desarrollar
funciones o competencias de la nación, pero bajo su estricta vigilancia y con la posibilidad
de retomarlas cuando lo estime conveniente.
Beatriz Vanegas Ossa
Constitución Política 6
Constitución Política 7
La Soberanía Popular
Constitución Política 8
Constitución Política 9
Cuando se habla de personas se refiere una categorización no muy bien realizada, pero ya
tradicional y convencional en derecho, que proviene de antiguo. Me refiero a esa división
entre personas naturales y personas jurídicas. Por las primeras se entiende a los seres
humanos; por las segundas a aquellas creaciones de los seres humanos para el desarrollo
de los fines o propósitos que quiere desarrollar y por ficción se les otorga lo que se
denomina personería jurídica, dotando esos empeños de deberes y obligaciones. Así las
entidades políticas (desde los estados y sus divisiones) hasta el ejercicio del derecho de
asociación en cualquiera de sus formas (con ánimo de lucro o con fines no lucrativos, con
fines científicos, culturales, económicos, sindicales, etc., etc.), como los capitales
destinados a un fin social (las fundaciones) constituyen personas jurídicas. Los derechos
de los seres humanos se deslizan, se extienden a las personas (más amplio) y a los
pueblos.
Beatriz Vanegas Ossa
Constitución Política 10
Principio de responsabilidad
Se establece que los particulares responden por infringir la Constitución y las leyes, que
los servidores públicos responden por infringir la constitución, las leyes, por omisión en el
ejercicio de sus funciones o por extralimitación en ellas. Se ha dicho, siguiendo la
tradición, que conforme a estos principios la racionalidad que opera al interior permite
pensar que los particulares pueden hacer todo lo que no está expresamente prohibido y
los servidores públicos pueden hacer sólo aquello que les está expresamente autorizado.
En la Constitución misma existen fórmulas que lo expresan así directamente. No obstante
la idea del estado social mengua la severidad del postulado expresado para las
autoridades y ello se hace cuando se admite la existencia de competencias implícitas. De
manera muy sintética, por competencias se entiende, en el campo jurídico, el conjunto de
funciones y atribuciones que una autoridad debe desarrollar. Se trata de aquellas
cuestiones para las que está alguna autoridad investida. Como ejemplo de competencias
sea mencionar que el Presidente de la República tiene la competencia para nombrar y
remover los Ministros de Despacho y los Jefes de Departamentos Administrativos;
también las de sancionar las leyes o las de objetar los proyectos de ley o de actos
legislativos, que es la manera como llamamos las reformas constitucionales. Del Congreso
es competencia hacer las leyes y reformar la Constitución y hacerlo conforme a derecho.
Constitución Política 11
En la actualidad fuera de los blancos (aunque en realidad de los colombianos producto del
mestizaje), en el país se reconoce la existencia de etnias indígenas, de negros y de
raizales. En la Constitución cantidad de artículos desarrollan el principio y en los espacios
específicos se desarrollara lo pertinente.
De igual manera se han generado tensiones con respecto a las compañías extranjeras. Es
que los grupos étnicos en la actualidad tienen el 29 % del territorio del país; porción de
territorio que es ahora importante para la sociedad nacional y para grupos económicos y
gobiernos extranjeros.
Constitución Política 12
Constitución Política 13
Los raizales, pobladores nativos de San Andrés y Providencia, tienen por idioma el Inglés,
pues sus raíces e historia están muy unidas a la Centroamérica antillana, donde quedan
ubicadas las islas y allí los ingleses hicieron mucha historia. Por la ubicación de estos
territorios y de algunos cayos y de bancos de arena es que Colombia es un país también
centroamericano, del Caribe, antillano.