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Los ciclos politicos VU neoliberales con Morris Morley “A lo largo y ancho de Amética Latina se acentila progres canto popular con lag gobieroos neoliberales que se consolifaran en el conti thense durante la pasada década o anteriormente. Sin embargo, una de las pars fTojas que despista alos analistas de la politica de esta resiin reside en Ie vecizencia de los votantes a repudiar a estos regimenes en Tas umas: las devasta- Goras catsttoles socioeconémicas no han supuesto ningtin obsticulo para Ia Gheceibn de sycesivos regimenes comprontetidas con él mismo tipo de polities! ‘Orra garadoja igualmente sorprendense la constiruyen las opesicionespoliteas, “que ha llevado a cabo campafas eleccoralesexitosas aprovechsndose de ls hos tidad de los vorantes hacia les gbienos Belen Seer ave tina ves en el poder, han repudiado de forma invariable y sistemdtica su postura critica peer cpado por la profimdizacién ste la agenda nectiberal de sus antecesores. ; Ente capitulo esti el patrén de reproduccién de los regimenes neoibe- rales en América Latina y e pregunta sobre si puede encontrarse una wsalida- Este ciclo politico esté vinculado e interre- para este ciclo politico extenuante, ica de lag Nackones Unidas para T Un ext realizado en 1996 por la Comision Econdiica de lt Naci fe erlaptaco el eeeleo veces oie alban Taran haan empearad opermnceiS ial durante la déead pasts de efermas de ber ae ease ef aricla de Cab! Exconak Latin Amcica's Poor Not Helped by Refers», Madina Poo 13 Ge sb 1996, y. A15.Qcrerudi ecient de tg ONU ser en le Semen que duane el petiedo de eecuperacin econsinico (985-1980) fn aa ee a pa Lan scene de un 23% 9 2% Presama pel Decrrtio de las Nocknes Uns Hanna Deomera Rapon 1996 (ew Yar: Oxford Unie versity Press, 1996), p 0. 162. lacionado con las espirales socioecondmicas ascendentes y descendentes que, ‘su vez, estén estrechamente relacionadas con una parte fundamental del repertorio neoliberal: las denominadas polfticas de afuste estructural. Baséndose en el examen del impacto socioeconémico real de éstas, este capi- tulo afirma que se ha dedicado demasiada atencién 2 este tipo de politicas desde una perspectiva que las considera parte de una supuesta estrategia econ. rica, cuando sus fundamensos se encuentran englobados en una estrauegia politica de clase. LOS REGIMENES DE LA PRIMERA OLA Los régimenes electorales neoliberales han seguido un ciclo de predomino, ecadencia y reproduccién. Pueden identficase,respecto al mismo, tes grandes olass- En la mayor parte de fos patses, la primera ola comeni en la década de 1980, coincidiende en lineas generales con la transicisn negociasa de una dicta clora militar a gobierno civil que se estaba produciendo en todo el continent. La segunda ola se produjo hacia el final de esa década se prolongs hasta media. dos de la década de 1990. A finales de la misma, en el periodo actual. ha cowen- zado a cobrar forma la tercera ole neoliberal Femando Belaunde y Alin Gorefa en Peri, Rail Alfonsin en Argensina, Miguel de ia Madrid en México, Julio Sanguinetti en Uruguay y José Sarney cen Brasil désracaron entre los que encabezaron la primera ola de regimenes electorales neoliberales que Hegaron al poder con la fuerza de ta euforia gue acompaiiaba al proceso de «tedémocritizaciGn» y a la expectativa del electo- rado de que el cambio politico y la apertura econémica fomentarian la liber- tad y la prosperidad. No obstante, antes 0 después, todos estos gobiernos steformistas» dieron un giro, echando por la borda la retérica de su campaiia populist y sustituyéndola por ta ampliacién de fa agenda del bre mereado que proponian originalmente las dictaduras militares a las que reemplazaban. Exhibiendo una nueva voluntad por implantar la «estabilizacine y las politi- cas de ajuste estructural prescritas por el FMI y el Banco Mundial, comenza- ron a desmantelar los programas de bienestar social, a debilitar la legslaciGn laboral, a dar los primeros pasos para el desmantelatniento del sector piblico, a permitir que extranjeros compraran a gran escala empresas piblicas y a der prioridad 2 los pagos de la deuda externa a expensas del desarrollo social y econémico nacional Perofo sorprendente de esta primera ola de regimenes neoliberales fue su fra- caso generalizado a fa hora de generar un crecimiento sostenido y dingmico basado en una distribuciGn més equitativa de la riqueza y de la renca. Cuando 163 ridad seguta situéndose en un horizonte lejano. El problema politico al que xlebfan enfientarse los actores intemacionales y la emergente oposicién electoral doméstica, que pasar‘a a encabezar la segunda ola de gobiernos neoliberales, gi6 cen rome a cémo pacificar al electorado hasta tal punto que pudiesen salir elegi- dos para luego implantar una nueva agenda neoliberal atin mas radical LOS REGIMENES DE LA SEGUNDA OLA. La segunda olp de politicos neoliberales surgidos de procesoselectorales, como Carlos Andrés Pére: en Venezuela, Carlos Menem en Argentina, Fernando Color en Brasil, Alberto Fujimori en Peri, Jaime Pa: Zamora en Bolivia, Luis Lacalle en ‘Uruguay o Carlos Salinas en México, resolvis el dilema de cémo someterse al elec- ‘orado para ego servir 2 sus amos econémicos, y I> hizo mediante la divisién del soceso pice en diererces grupos de actividades La canta lca ecarac :eis6 por ataques pronurciadamente populiseas contra las consecuencias del neoi- Feral (pobreza estancamiento, fuga de capitales) con el fin de cilur el descon- zento popular con la primera ola de regimenes neoliberses y movilizar el mimero de votos suficente para gobernar. El periodo poseleciral te sépidamence testigo de una reafirmacién del apoyo a la agenda neoliberal combinada con una indica-

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