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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL ALTIPLANO

ESCUELA DE POSGRADO
DOCTORADO EN CIENCIA ANIMAL

” DESARROLLO TERRITORIAL “

Curso: MODELOS Y PERSPECTIVAS DEL DESARROLLO


Docente:
Dr. ELISEO FERNANDEZ RUELAS

Presentado Por:

Diannett Benito López

PUNO – PERU

2019
DESARROLLO TERRITORIAL

I. Introducción
La propuesta se sustenta en la promoción de instrumentos institucionales y recursos complementarios a
la inversión local para desencadenar procesos de desarrollo a partir de una visión consensuada de la
competitividad territorial dando origen a programas de inversión. Busca facilitar iniciativas de desarrollo
promovidas por alianzas entre gobiernos provinciales y distritales y actores locales, apoyándolas desde
los gobiernos regionales y el Gobierno Nacional. La propuesta podría servir para mejorar la calidad del
gasto público en las regiones, incentivar la inversión privada. La visión territorial del desarrollo rural está
avanzando rápidamente en América Latina y en el Perú. Podría servir también como un vehículo de
aplicación de la Estrategia Nacional de Desarrollo Rural (ENDR).

II. El contexto
La economía peruana muestra una situación favorable, pero subsisten la pobreza y la desigualdad El PBI
creció a más de 4 por ciento anual con un incremento acumulado per cápita de aprox. 15 por ciento en
la última década. La situación macroeconómica y monetaria es estable. La incidencia de la pobreza cae
lentamente, de 54 por ciento en 2001 a 52 por ciento en 2004. Uno de cada cinco hogares no logra
cubrir las necesidades alimentarías básicas. Un 38 por ciento de los peruanos cree que la situación
económica de su familia está igual que hace un año.
Si bien por primera vez las regiones presentan cambios más favorables que Lima Metropolitana. Así, por
ejemplo, mientras en Ica la pobreza cayó de 47 por ciento a 29 por ciento entre 2001 y 2004 debido al
éxito agroexportador, Huánuco, Huancavelica y Cajamarca se mantuvo sin cambio estadístico
significativo, a niveles de más de 74 por ciento (INEI 2004)4. Las diferencias departamentales obedecen a
la localización de las nuevas actividades como agro exportación, minería o turismo.

Se explica así que entre 1998 y 2002 los ingresos de los productores de la costa rural aumentaran 20 por
ciento mientras que los de la sierra rural no crecieron. Los núcleos urbanos del interior tienen un
desempeño positivo. Estos están convirtiéndose en nuevos polos de atracción de inversiones. La pobreza
disminuye, la recaudación impositiva y el número de contribuyentes aumentan, y la intermediación
financiera, sobre todo micro financiera, crece. Esto apunta al inicio de un ciclo favorable para el
desarrollo económico en dichos entornos.

El proceso de descentralización abre grandes oportunidades MAYORES RECURSOS FISCALES


SUBNACIONALES. Los gobiernos regionales cuentan ya con recursos de inversión debido a la mayor
recaudación por canon y al mayor volumen del FONCOMUN. La recaudación local crece también,
dejando más de la mitad de ellos para inversión.

CRECIENTE PARTICIPACIÓN DE LA SOCIEDAD CIVIL.


La sociedad civil cuenta con mejores espacios para expresar sus necesidades y prioridades ante los
gobiernos. Los presupuestos participativos, los consejos de concertación y coordinación local y regional
subnacionales, la lucha contra la pobreza, los planes concertados de desarrollo y otros mecanismos
similares han abierto nuevas plataformas de concertación entre la sociedad y el Estado. Los gobiernos
subnacionales tienen una posición ventajosa para identificar, coordinar y apoyar iniciativas locales de
transformación productiva y desarrollo social.
La diversidad del Perú obliga a soluciones y estrategias flexibles de promoción del desarrollo, que
respondan a la dotación de recursos, intereses, tradiciones y ventajas competitivas locales. La población
espera de la descentralización mejoras en el nivel de vida y en las oportunidades económicas. De no ser
así, estas expectativas pueden originar una fuerte conflictividad.los niveles de conflictividad social han
crecido haciendo visibles las desigualdades, la falta de oportunidades y la debilidad del Estado para
vastos segmentos de la sociedad.

Las condiciones macroeconómicas y de crecimiento ofrecen un clima económico apropiado; el


dinamismo de los núcleos urbanos del interior auspicia el desarrollo local; se están reasignando recursos
públicos hacia los gobiernos subnacionales que muestran ventajas para promover el desarrollo local.

La persistencia de la pobreza y la desigualdad requiere nuevas visiones para enfrentarlas. Se considera


que la estrategia presentada tiene el mérito de promover un crecimiento más equitativo e incluyente.

III. Avance del enfoque territorial


Este enfoque, fundado en la visión de «nueva ruralidad» para promover el desarrollo rural a partir de
los recursos, oportunidades y actores existentes en una región. El enfoque está centrado en el
desarrollo productivo y sus elementos principales son la multisectorialidad, la construcción de alianzas
público-privadas, la competitividad territorial y la planeación estratégica como instrumento para la
conglomeración de las inversiones.

El enfoque territorial está avanzando rápidamente en América Latina. Por ejemplo el programa LEADER
de la Unión Europea y, recientemente en América Latina, el proyecto EXPIDER del Banco Interamericano
de Desarrollo (BID) y la Agencia Española de Cooperación. El BID y la Organización de las Naciones
Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) tiene un proyecto regional con varios países de
América Latina. El Banco Mundial ha elaborado una estrategia de desarrollo rural para el Ecuador y está
colaborando en el diseño de un proyecto de desarrollo territorial. El Gobierno de Chile ha puesto en
marcha en 2002 el programa «Emprende Chile» de desarrollo territorial rural donde FOSIS, SERCOTEC,
INDAP Y PRORURAL apoyan planes de desarrollo económico territorial del país. En el Brasil se ha
constituido una Secretaría de Desarrollo Territorial dentro del Ministerio de Desarrollo Agrario con
enfoque territorial, el PNDR, y se está impulsando la formación de los llamados ‘colegiados
territoriales’. En México, la Ley de Desarrollo Rural Sustentable (2001) que adopta abiertamente un
enfoque territorial.

El desarrollo de corredores económicos y el programa piloto Pro cuenca en el valle de Lurín son
ejemplos de experiencias de desarrollo territorial promovidas por el sector público y la cooperación
internacional. Pero no son las únicas: los programas de concertación y desarrollo estratégico de la
sociedad civil, por ejemplo en Cajamarca o Piura (en Santo Domingo), son también parte de este
enfoque. Algunas experiencias se han orientado principalmente al manejo de los recursos naturales,
como por ejemplo en la cuenca del Vilcanota, en el Cusco, o en la de La Encañada, en Cajamarca. En
otras el manejo de recursos naturales se combina con el desarrollo productivo, como por ejemplo en la
cuenca del Jequetepeque, donde la Coordinadora de Desarrollo de la Cuenca ha preparado un plan de
competitividad y ha identificado y priorizado proyectos para mejorar la producción y articulación a
cadenas productivas de la chirimoya, la vid, la apicultura, la leche, el turismo, el mango, la artesanía, la
agroindustria, la tara y los cuyes. Hay, asimismo, interesantes iniciativas del sector privado, sea como
aliado del sector público en corredores económicos y cadenas productivas, sea como promotor de
estos, por ejemplo en la cooperativa cafetalera La Florida o las agremiadas en COCLA o como la del
Centro de Competitividad de Ayacucho.
El desarrollo de corredores económicos y el programa piloto Pro cuenca en el valle de Lurín son
ejemplos promovidas por el sector público y la cooperación internacional. Los programas de
concertación y desarrollo estratégico de la sociedad civil, por ejemplo en Cajamarca o Piura (en
Santo Domingo), son también parte de esto. Algunas experiencias se han orientado al manejo de
los recursos naturales, como por ejemplo en la cuenca del Vilcanota, en el Cusco, o en la de La
Encañada, en Cajamarca. También el manejo de recursos naturales se combina con el desarrollo
productivo, como por ejemplo en la cuenca del Jequetepeque, donde la Coordinadora de
Desarrollo de la Cuenca ha preparado un plan de competitividad y ha identificado y priorizado
proyectos para mejorar la producción y articulación a cadenas productivas de la chirimoya, la vid,
la apicultura, la leche, el turismo, el mango, la artesanía, la agroindustria, la tara y los cuyes.
Hay interesantes iniciativas del sector privado, como aliado del sector público en corredores
económicos y cadenas productivas, TAMBIÉN como promotor por ejemplo en la cooperativa
cafetalera La Florida o las agremiadas en COCLA o como la del Centro de Competitividad de
Ayacucho.

Una diferencia es que FONCODES centra su trabajo en el desarrollo de pequeña infraestructura


comunal más que en las inversiones productivas. También promueve la formación de comités de
obras —los núcleos ejecutores. FONCODES financia proyectos aislados, mientras que el sugerido en
este capítulo serviría para cofinanciar programas de inversiones conglomeradas.

Elementos principales del enfoque territorial

El enfoque territorial es multisectorial. Busca promover el desarrollo de actividades económicas


diversas y propone una visión de ruralidad. Busca aprovechar las sinergias entre distintas
actividades y actores para maximizar el potencial económico de los territorios.

La construcción de alianzas público-privadas es fundamental. Los actores económicos del


territorio, públicos, privados y del sector social, se organicen en una institución que les permita
hacer en conjunto una propuesta para el desarrollo del territorio y llevar a cabo acciones de
coordinación económica territorial y de movilización de recursos locales y extra regionales.

La noción de competitividad territorial es un pilar del enfoque territorial. La competitividad


territorial se refiere en cambio a la operación transversal de los mercados de factores en el
territorio, la existencia de activos específicos territoriales que pueden ser explotados, las posibles
sinergias entre las diversas actividades económicas y la capacidad para atraer inversiones y generar
valor agregado.

La planificación estratégica sirve para movilizar recursos de inversión y promover conglomerados


de actividad productiva. Con la planificación estratégica se puede construir una propuesta de largo
plazo. Esta propuesta permite construir un programa de inversiones para el territorio que evite la
pulverización dispersión de estas. El propósito es alcanzar cierta estandarización de procesos,
calidades, normas sanitarias, etcétera que permitan atraer financiación, asistencia técnica e
inversiones en transformación, y participar ventajosamente en los mercados.
IV. Construcción del mecanismo de apoyo al desarrollo territorial

(1) Organización de los actores del territorio


La idea es que los actores económicos del territorio construyan una plataforma institucional público-
privada a la que llamamos «Organismos de Coordinación Económica (OCE)», para la coordinación
económica, la articulación de intereses, estrategia de desarrollo territorial y un programa de
inversiones. por ejemplo las mesas de concertación solo bastaría consolidar las existentes, en lo que
sea necesario, y apoyarlas en la construcción de la estrategia de desarrollo territorial, la
programación de inversiones, tareas de coordinación económica y de gestión de recursos.

Idealmente, un territorio debería responder a una dinámica propia más que a una delimitación
formal. Podría ser por ejemplo un valle o un espacio étnico o cultural. Lo importante es su
coherencia como espacio de intervención y la identificación de los actores con él. Desde un punto de
vista práctico, parece conveniente asimilar los territorios a provincias porque tiene la ventaja de que
el espacio elegido para la gestión del desarrollo económico local coincide con la organización
territorial del Estado. Esto facilita que la administración pública provincial se convierta en un apoyo
importante para la operación del OCE. Otra ventaja es que si los territorios coinciden con la
delimitación provincial, las estrategias de desarrollo de estos serían la base de los planes de
desarrollo provinciales previstos en la legislación peruana. Los OCE servirían como mecanismos de la
planificación participativa requerida por la ley. Los OCE tendrían composición mixta y su constitución
no tendría por qué implicar la creación de nuevas burocracias.

En las experiencias promovidas por el proyecto EXPIDER del BID en Bolivia, el Ecuador y Honduras,
las mancomunidades de municipios han mostrado ser espacios territoriales adecuados.

Como asociaciones sin fines de lucro, fundaciones o similares, para así poder tener personería
jurídica para gestionar recursos económicos. No es necesario que haya una composición predefinida.
Esta se podría decidir según las particularidades de cada lugar, aunque sería necesaria la
participación de representantes de los sectores público y privado

Las funciones centrales de los OCE serían de promoción y coordinación económica; por ejemplo,
hacer un diagnóstico de los activos y potencialidades del territorio, identificar sus ejes estratégicos
de desarrollo, priorizar las demandas de apoyo de los actores locales, impulsar la inversión pública y
privada en el territorio, buscar recursos extraterritoriales, fomentar monitorear la ejecución por los
agentes económicos de las inversiones apoyadas por el OCE.

(2) Provisión de recursos para el desarrollo territorial El Fondo para el Desarrollo Descentralizado
Se necesita un fondo nacional para financiar las iniciativas de desarrollo territorial, al que
llamamos Fondo para el Desarrollo Descentralizado (FDD). El FDD serviría para cofinanciar los
programas de inversiones de los OCE. por ejemplo del Gobierno Regional.
El FDD podría funcionar en forma competitiva, «a la demanda». Además de cofinanciar
inversiones productivas, financiar también asistencia técnica, procesos de organización,
estudios de preinversión y pequeñas obras de infraestructura siempre que su importe fuese
reducido y estuviesen directamente ligadas a inversiones productivas prioritarias.
Los gobiernos regionales deberían contribuir con una contraparte a los recursos que el FDD
asigne a los OCE de la región.
El FDD podría tener dos ventanillas o «subfondos»: una para inversiones hard y otra para
inversiones soft. La primera podría usarse para financiar inversiones productivas y de
infraestructura incluyendo los gastos en capacitación y asistencia técnica. La segunda podría
financiar gastos de organización, promoción, capacitación, fortalecimiento institucional, y
programas culturales y educativos complementarios a las inversiones estratégicas.

El FDD debería contar con una pequeña unidad operativa que no genere costos altos también
administrar los recursos del Fondo, fomentar el intercambio entre estos, diseminar «buenas
prácticas» y aconsejar al Gobierno Nacional y los gobiernos regionales en lo concerniente al
desarrollo territorial. El FDD podría organizar también la evaluación externa de la operación de
los OCE.

Por ejemplo FONCODES, ofrece la ventaja de contar con una capacidad ya instalada, lo que
debería permitir reducir costos. La creación de una nueva entidad tiene la ventaja de que se
podría diseñar a la medida de las necesidades. El mismo FONCODES, por ejemplo, tiene una
orientación básica hacia la lucha contra la pobreza. Si se crea una nueva entidad deberá
decidirse su ubicación en algún organismo dentro del sector.

Debido al carácter multisectorial del desarrollo territorial debería operase en el Ministerio de


Economía y Finanzas o en la Presidencia del Consejo de Ministros. En cualquier caso, el FDD
debería tener un grupo de gestión pequeño, con costos de operación moderados.

La procedencia de los recursos que se destinarán al FDD. Podrían provenir de diversas fuentes,
como asignaciones públicas especiales, recursos públicos regulares o fuentes especiales como
parte de las regalías y cánones, que necesitarían ser exploradas. Una posibilidad es la
constitución de un fideicomiso que podría recibir contribuciones de una serie de fuentes,
incluyendo fondos de la cooperación internacional.

(3) Establecimiento de los procedimientos


La creación del FDD requeriría establecer procedimientos transparentes y objetivos para de sus
recursos. Son tres:
(i) la distribución entre regiones de los recursos del FDD.
(ii) la distribución entre los OCE de los recursos disponibles para la región.
(iii) la distribución entre usos diversos de los fondos asignados al OCE.
En el primer caso, la distribución regional de los recursos debería obedecer a alguna regla
objetiva acordada entre el Gobierno Nacional y los gobiernos regionales. Una vez recibidos los
recursos asignarían entre sus OCE por medio de concursos. En el segundo caso, el FDD
asignaría los fondos directamente a los OCE a través de concursos a escala nacional en lo que
participarían los OCE de todo el país. Una posibilidad intermedia es hacer concursos de tipo
nacional pero con una cifra reservada para cada región. De esta forma las regiones se
comprometerían más y tomarían mayor responsabilidad en el desarrollo territorial. Los
criterios para la asignación por concurso entre los OCE regionales de los recursos disponibles
para la región .Cabría que una parte de los recursos del FDD mediante concurso nacional y otra
se distribuyera a las regiones. El FDD podría reservarse una pequeña parte de los recursos para
su libre asignación, sin concurso.
Los OCE presentarían propuestas en planes de inversiones plurianuales (por ejemplo, para
cuatro años) .La existencia de una estrategia de desarrollo territorial, la identificación de los
ejes de desarrollo y la conglomeración de las inversiones sugeridas en torno de estos ejes
serían necesarias para recibir financiación.

La adjudicación o no de fondos a los OCE solicitantes y el monto adjudicado se establecería a


partir de concursos regionales .Una parte del monto que se va a adjudicar podría establecerse
como un porcentaje fijado en función de beneficiarios directos, y otra parte en relación con la
calidad del plan de inversiones y el impacto previsto. Pasado el plazo de los programas
diseñados, y una vez ejecutados, los OCE podrían presentar nuevos programas. El mecanismo
de asignación podría ser diferente para las inversiones soft, en caso de existir dos ventanillas.
Las propuestas para este tipo de inversiones, serían presentadas por estos para financiación en
concursos regionales o nacionales que podrían realizarse con frecuencia o con un sistema de
ventanilla abierta.

Las propuestas de los OCE podrían o no incluir inversiones concretas al detalle para ser
financiadas. En el primer caso los planes de inversión presentados a concurso por los OCE
deberían indicar las inversiones concretas que van a ser realizadas, y no podrían ser financiadas
con fondos del FDD aquellas que no hayan sido incluidas en el plan. En el segundo caso se deja
al OCE libertad para decidir qué inversiones concretas financiar, debidamente fundamentada y
que resulte aceptable en el concurso. Esta última es la modalidad del LEADER europeo. La
asignación autónoma de los recursos por el OCE debería ser sometida a ciertas restricciones y
mecanismos transparentes. Este tipo son los «comités de asignación de recursos del Corredor
Puno-Cusco».

Una restricción es la fijación de un porcentaje de recursos que deben destinarse a inversiones


productivas. Otras restricciones posibles serían el establecimiento de un límite al subsidio que
el OCE puede dar a inversiones privadas, y la limitación de la elegibilidad para tales subsidios a
cierto tipo de productores. Sea cual fuere la modalidad empleada y las restricciones impuestas,
el documento firmado entre el OCE y el FDD o el Gobierno Regional para la entrega de los
recursos debería establecer cómo se hará el monitoreo de la utilización de estos.

V. La implementación del mecanismo


Podría empezar con un programa piloto por ser una nueva propuesta. Por ejemplo podría elegirse
un programa de4 a 5 años de duración. Si las ventajas son buenas, podría realizarse la expansión.
La estrategia sugerida seria en primer lugar identificar una unidad responsable. Ya que la
multisectorialidad es fundamental, la unidad debería de ubicase en la Presidencia del Consejo de
Ministros, el Ministerio de Economía, Finanzas o el Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social. Para
el éxito del proceso sería definir con claridad desde un inicio al responsable político de la
implementación de la estrategia.

La primera responsabilidad de esta unidad podría ser el diseño del plan de implementación, que
podría iniciarse con la difusión de la estrategia y del enfoque territorial en el que se sustenta. Esto
podría hacerse mediante un enérgico programa de diseminación a autoridades subnacionales,
gerentes y directores de proyectos y organismos públicos descentralizados (OPD), organizaciones
de la sociedad civil Acuerdo Nacional, asociaciones civiles, etcétera. Paralelamente podrían
diseñarse los mecanismos, acceso a los recursos del FDD, los sistemas de promoción de alianzas,
las formas de colaboración entre el FDD y los gobiernos regionales, y la constitución de instancias
regionales responsables del desarrollo territorial.

Otra acción necesaria seria definir las características del FDD (monto, origen de los fondos,
constitución legal, manejo de los recursos, etcétera). Para ello se requeriría la decisión política de
crear este instrumento, y un análisis financiero y técnico, que podría hacer la unidad responsable
junto con el MEF, sobre el origen de los fondos y las características presupuestarias del FDD, entre
otros. La implementación de la estrategia debería contar con el apoyo del Congreso de la
República.

La puesta en marcha del mecanismo de desarrollo territorial sugerido podría requerir algunos
ajustes en las regiones. Por ejemplo necesaria la constitución en los gobiernos regionales de
instancias responsables del desarrollo territorial rural. Estas instancias podrían mantener la
interlocución con el FDD y hacer el seguimiento de la operación de los OCE de la región. Podrían
servir para arbitrar conflictos que puedan surgir de los OCE. Sería necesario identificar las
plataformas de concertación ya existentes en las regiones que podrían asumir la función de OCE, e
introducir mecanismos para fortalecer esas plataformas y para apoyar la formación de nuevos OCE
donde sea necesario. Sería útil comenzar ya en esta etapa a establecer criterios para la asignación
de recursos y para distribuir los recursos disponibles entre los OCE.

Los comités de asignación de recursos del Corredor Puno-Cusco


Los comités locales de asignación de recursos (CLAR) del proyecto Corredor Puno Cusco de
FONCODES la delegación en actores locales de la asignación de recursos públicos para asistencia
técnica. En razón de que no puede entregar subsidios a toda organización que manifieste una
demanda por servicios de asistencia técnica, solo apoyan a las propuestas más rentables en
términos privados y sociales. Los CLAR deciden quién obtiene los recursos disponibles, se forman
con miembros reconocidos por la población de la localidad como conocedores de temas (pequeños
empresarios, profesionales, maestros) y con un compromiso con él (alcaldes, autoridades,
dirigentes). Estos suelen tener experiencia en las materias que evalúan y poseen información sobre
las características y posibilidades de las organizaciones solicitantes.
Este mecanismo tiene varias ventajas:
• Promueve la preparación de solicitudes, que aunque no logren ser financiadas por Corredor,
pueden presentarse a otras fuentes o ser llevadas con recursos de los propios solicitantes
• Permite una asignación competitiva a escala local con un proceso de selección en el que participa
la localidad. Se evita así la relación proyecto-beneficiario, que puede generar demandas
insatisfechas.
• Es transparente y con un control social. Todos saben quién es el jurado, por lo que quienes
presentan propuestas reconocen su legitimidad.
• Asegura la no intervención y no discrecionalidad de los ejecutores del proyecto en las decisiones
sobre la asignación de los recursos.
• Evita orientar qué se apoya y qué no.

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