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RESOLVIENDO LOS ASUNTOS CLAVES DE LA VIDA

Continuamos hoy una serie de mensajes que titulan "Dios Desea Usarlo a Usted." Estamos considerando
cómo y por qué Dios usa personas, con el objetivo de ver cómo Dios puede usarle a usted. Dios desea
usarle. Y desea usarlo de una manera grande.

Hoy estaremos viendo la vida de Moisés. El fue el mayor líder del Antiguo Testamento. El guió a los esclavos
Hebreos fuera de Egipto. El fue el hombre a quien Dios le entrego los Diez Mandamientos. El fue un tremendo
líder.

¿Por qué Dios uso a Moisés? ¿Por qué él fue una persona tan grandemente usada por Dios? La respuesta
está en que él resolvió algunas cuestiones básicas de la vida, y existen cuatro de ellas. Están en Hebreos 11,
Cada uno de nosotros necesita encarar estos asuntos en la vida. No me interesa si es un creyente o no es un
creyente, si confía en Dios o es un ateo, tendrá que encarar estos mismas cuatros asuntos básicos de la vida.
Ellos determinan la dirección de su vida. Determinan el significado y el éxito en su vida. Ellos determinan la
satisfacción en su vida. Si usted es padre o madre, una de las mejores cosas que puede hacer como padre o
madre es ayudar a sus hijos a lidiar con estas cuatro cuestiones básicas de la vida. Inevitablemente todos
tenemos que lidiar con ellas, sino ahora, más tarde.

ASUNTOS CLAVES DE LA VIDA


Hebreos 11:23-27

I. TENGO QUE DEFINIR MI IDENTIDAD

Necesito esclarecer exactamente qué o quién soy. En el caso de Moisés ese era un asunto muy importante.

¿Recuerda que hace algunos años atrás dos bebes fueron cambiados al nacer? Más tarde ellos lo
descubrieron. Tenían una crisis de identidad. Se parece a lo que le sucedió a Moisés. El nació como un hijo de
esclavos hebreos, pero fue puesto en el río Nilo en una pequeña cesta porque estaban matando a los bebes y
su mamá no quería que lo matarán. Fue encontrado por la hija del Faraón. Aunque había nacido de esclavos
hebreos, fue criado en la corte del Faraón. Eventualmente tendría que tomar una decisión que sería: ¿Quién
soy yo realmente? ¿Soy un esclavo hebreo? ¿O soy un miembro de la familia real egipcia? Habría grandes
consecuencias por esta decisión.

Las dos opciones eran, primero: ¿hago de cuenta que soy hijo (porque ella me encontró) de la familia del
Faraón? Si así lo hago tendré fama, todo el dinero del mundo, tendré lujo y todo lo que desee. Tendré fortuna,
placeres y posición. La otra opción: Admito mis raíces como hebreo y vuelvo a vivir con los esclavos y ser
humillado, degradado, tendré que hacer duros trabajos y posiblemente perder mi propia vida.

La razón por la cual Dios usó a Moisés fue que Moisés fue un hombre con integridad. Rechazó ser alguien
que no era. Rechazó vivir una mentira. El tomó una decisión y esta decisión afecto el resto de su vida.

Tengo la seguridad que él pensó: “¿Y si hago de cuenta que soy un egipcio y trabajo con el sistema?” Pero él
no lo hizo. El dijo: “Yo soy quien soy”. Y se negó a permitir que cualquier amigo u otra persona cambiara su
identidad. Sabía quien era él.

Observe: “Por la fe Moisés, ya adulto, renunció a ser llamado hijo de la hija del faraón” (Hb. 11:24 NIV)
Marque la palabra “renunció”. Eso literalmente significa repudiar. Usted piensa sobre algo y lo repudia. “No
haré eso de ninguna manera”. No hay cómo volver atrás. “Seré lo que Dios me hizo ser”.

Uno de los mayores problemas que explican la razón del estrés en su vida, es que usted generalmente está
tratando de ser alguien que no es. Cuando intenta vivir de acuerdo con las expectativas de otras personas, o
lo que piensa que las personas esperan que usted sea y quien realmente usted es, y cuando estas dos cosas
no concuerdan, hay una incongruencia. Eso se llama estrés. El punto es el siguiente: Dios le hizo a usted para
ser usted. El no desea que sea otra persona. Si intenta ser una persona que no es, eso no va a funcionar.
Puede intentar imitar, ser una copia al carbón, ser como otra persona. Vestir como ella, hablar como ella, reír
como ella... pero si realmente hace eso, acabará creando un gran estrés en su vida.

Por otra parte, si busca ser lo que Dios desea que sea, su nivel de estrés se
reducirá grandemente. De repente usted dirá: “Para esto fui creado”. El Salmo 139: 15-16 dice: “Mis huesos
no te fueron desconocidos cuando en lo más recóndito era yo formado, cuando en lo más profundo de la tierra
era yo entretejido. Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación. Todo estaba ya escrito en tu libro; todos mis días
se estaban diseñando, aunque no existía uno solo de ellos” (NVI). Este es uno de los versículos que deja claro
por qué el aborto es asesinato. La Biblia dice que antes que usted naciera, Dios planeo todos sus días. Ya era
un ser aun antes de nacer. Por tanto, cuando un aborto se realiza hay un sabotaje al plan de Dios. Dios no
planea que las personas tengan una vida acabada por actos de sabotaje.

Aquí dice que Dios me formó. Marque el verbo formar. Su problema es cuando intenta asumir la forma de otra
persona. No funciona.

Por esto, ¿Qué es el éxito? Éxito es ser aquello para lo que Dios me hizo. Ser lo que Dios me hizo ser, no
intentar ser alguien que no soy. Tal vez esté tratando vivir de acuerdo con las expectativas de su madre,
padre, hermana, hermano, patrón, jefe, esposo, esposa o alguien más. Tal vez algún profesor de su pasado, o
anda tratando de agradar a alguien. Usted no tienen que tener la aprobación de una u otra persona para ser
feliz. Pero tiene que ser lo que Dios lo hizo ser. Tiene que conocer su propia identidad.

La primera cuestión básica es: Descubrir quien soy. Y Moisés, a pesar de que lo tenía todo en sus manos,
dijo: “Yo soy quien soy. Soy un hebreo.”

TENGO QUE ACEPTAR MI RESPONSABILIDAD

Esto significa que si voy a ser lo que Dios quiere que yo sea, tengo que dejar de excusarme. Tengo que dejar
de hecharle la culpa a otras personas. Tengo que dejar de verme a mi mismo como una victima de las
circunstancias.

Vivimos en un mundo donde estamos viendo la “victimización” de la sociedad americana. Hoy existen más de
3000 tipos diferentes de victimas identificadas en los Estados Unidos. Todo el mundo es victima de algo. ¿Por
qué? Porque la vida no es justa. Aquí no es el cielo. Vivimos en un mundo imperfecto. Así empezamos a
compadecernos de nosotros mismos y a decir: “Pobrecito yo. Soy el más desgraciado del mundo”. Pero si
Dios realmente lo va a usar, necesita aceptar la responsabilidad por la dirección de su vida.

Vea este versículo: “...prefirió ser maltratado con el pueblo de Dios a disfrutar de los efímeros placeres del
pecado.” (Hb. 11:25 NVI). Marque la palabra “prefirió”. La mayor libertad que ha recibido en la vida es la
libertad de escoger. Dios le concedió la capacidad de elegir. Su futuro está determinado por sus elecciones. Y
si desea que Dios le bendiga, esa será su decisión. Dios bendecirá su vida si usted permite que así sea. Es su
elección. El está esperando para derramar sus bendiciones sobre su vida, si permite que esto acontezca, si
está en la posición de recibir las bendiciones que El tiene para darle.

Eso significa que primero, tengo que determinar mi identidad. Necesito entender quien soy yo y tengo que
dejar de intentar ser quien no soy. Eso significa que no tengo que envidiar a nadie. Luego empiezo a aceptar
mi responsabilidad.

Observe Hebreos 11:24 y verá a Moisés rechazando... dice que él rehusó ser hijo de la hija del faraón.
Después, en el v.25 lo vemos tomando una decisión. Una decisión negativa es seguida por una decisión
positiva. Primero, yo me rehúso a hacer esto, y después yo escojo aquello otro. Esto es muy importante. La
vida cristiana no es una lista de “no hagas esto”. Algunas personas creen que la vida cristiana es apenas
“NO”. No beba, no fume, no maldiga, no baile. Como si sólo fuese una lista de “NO”. La diferencia entre
creyentes y no creyentes es que los creyentes NO practican todas las cosas buenas de la vida. ¿Alguna vez
ha pensado que si la vida cristiana fuese definida sólo por lo que usted no hace, todas las personas muertas
calificarían para ser cristianos, porque no hacen nada? Pero aquí dice que su rechazo fue seguido por la
elección. El rechazo de algo negativo, tiene que ser seguido por la aceptación de algo positivo del plan de
Dios para mi vida.

Observe que también el v.23, cuando Moisés era pequeño, sus padres lo escondieron porque vieron que él no
era un niño común y tenían miedo del edicto del rey. Entonces ellos decidieron: “Vamos a cuidar a este niño”.
En aquella frase, Dios escogió a Moisés. Pero en el v.25 Moisés es quien tuvo que escoger a Dios. El tenía
que tomar esta decisión.

El v.24 dice: “Por la fe Moisés, ya adulto, renunció a ser llamado hijo de la hija del faraón” Una de las señales
de madurez emocional y espiritual es que usted deja de hecharle la culpa a otras personas por su problemas.
Si anda culpando a las personas, hay una palabra para esto: inmadurez. Cuando creció, Moisés se negó a
seguir dando disculpas y dijo: “Yo no tuve elección en esta situación. No le pedí a mi madre que me colocara
en una canasta en el río Nilo. No le pedí a la hija del faraón adoptarme. Estas eran situaciones que estaban
fuera de mi control.” Eso es verdad. usted atravesará por muchas circunstancias en la vida que no podrá
controlar. Pero hay algo que siempre podrá controlar: Es la elección de cómo va a responder a las
circunstancias. Siempre podrá responder. Es una señal de madurez cuando deja de culpar a otras personas y
deja de verse a sí mismo como una victima y dice: “Sí, hubo cosas negativas en mi vida, pero yo puedo
controlar la dirección de mi futuro. Puedo determinar el rumbo de mis pasos”.

Como un bebé, estaba bien para Moisés vivir la fe de sus padres. Pero, un día, el tendría que desarrollar la fe
por sí mismo. Algunos de ustedes están tratando de vivir la fe de alguien más. “Mi mamá era una mujer
cristiana... Mi padre era un hombre bueno...Mi esposa es la más espiritual de la familia...” No va a entrar al
cielo agarrado de el borde de la falda de su madre. Deberá tener su propia fe, personal, o nada de eso le
ayudará. Y parte de la madurez es que comience a desarrollar su propia relación personal con Jesucristo.

Observe dos hechos acerca de esta importante cuestión de las relaciones: tiene que enseñar esto a sus hijos,
aceptar la responsabilidad en la vida. Son dos hechos de la vida:

1. No puedo culpar a otros por la dirección de mi vida. Esto es exactamente lo opuesto a lo que la sociedad
le dirá. La sociedad le dirá que su vida interna es la falta de una u otra persona. Usted es un producto de
su contexto. Su mamá mantuvo su cabeza mucho tiempo en el agua cuando usted era un niño y por eso
ahora es un asesino. Y la sociedad le va a dar todo tipo de razones para justificar lo que usted es ahora.

Ninguno tiene padres perfectos. Usted, si es padre o madre, no es perfecto. Y sus hijos, si los tiene,
tampoco son perfectos. No tiene profesores perfectos en el colegio,

2. La otra cosa que necesita aprender es que No puede vivir el compromiso espiritual de otras personas. Mi
esposa y mis padres eran creyentes... pero eso no significa nada porque usted necesita de una relación
con Dios.
Si les preguntara: “¿Cuántos quieren estar más cerca de Dios?” La mayoría levantaría sus manos. Pero si
la verdad fuese revelada, veríamos que usted está tan cerca o lejos de Dios cuánto ha escogido estar.
Nadie le impide ser una persona más dedicada. Nadie le puede impedir estar más cerca de Dios.. Nadie
le impide tener una relación personal, cálida, íntima y bien cercana con Dios, y cuando usted habla con El
todos los días verá milagros en su vida. Nadie le puede impedir a usted hacer esto. Usted estará tan cerca
de Dios cuánto desea estarlo. Esta es una cuestión de responsabilidad. “Así que cada uno de nosotros
tendrá que dar cuentas de si a Dios” Rm. 14:12 (NVI).

III. TENGO QUE DETERMINAR MIS PRIORIDADES.

Esto significa que tengo que resolver este asunto: ¿Qué es lo realmente importante en mi vida? Moisés
también hizo esto, y es una de las razones por las cuales Dios lo pudo usar. Esclareció sus valores, aclaró sus
prioridades, y sabía qué era importante y qué no era importante.

Hb. 11:26 (NVI) “Consideró que el oprobio por causa del Mesías era una mayor riqueza que los tesoros de
Egipto, porque tenía la mirada puesta en la recompensa.” Marque la palabra “consideró”. Esta indica un juicio
de valor. Significa evaluar, pesar en una balanza, juzgar o valorar. Moisés básicamente se sentó y dijo:
“¿Cuáles serán los más altos valores por los cuales voy a vivir?”

Si le pidiera darme rápidamente una lista de los valores en los que basa su vida, ¿sería capaz de
identificarlos? Alguna vez se sentó a hacer una lista de ellos y dijo: “Estos serán los diez valores sobre los
cuales edificaré mi vida?” Si le pidiera que viniera aquí adelante y decirnos los cinco valores más importantes
de su vida, ¿podría hacerlo? ¿Cómo es que puede basar su vida en ellos si nunca los ha identificado? ¡Es una
tragedia vivir una vida sin valores! Usted tiene valores, pero a menos que los identifique, que los aclare, que
determine qué valores son y usted mismo los ponga en una hoja de papel, usted los abandonará cuando las
cosas se pongan difíciles.

Una tarea para hacer en casa: Vaya a su casa y haga una lista de los valores de los cuales pueda decir: “Son
estas las cosas sobre las cuales quiero construir mi vida”. Amor, fe, integridad... Haga una lista de esos
valores de tal manera que pueda vivir una vida basada en valores.

Hágalo, aquí hay un hecho de la vida: Si usted no decide lo que es realmente importante para usted en la
vida, otras personas lo harán por usted. Si no decide cómo va a gastar su tiempo, hay muchas personas
afuera que gastaran su tiempo. Ellas van a llenar su agenda. Usted necesita determinar sus prioridades.

¿Cuál es el sistema de valores del mundo? Usted puede resumir el sistema de valores del mundo en cuatro
palabras: poder, prestigio (“quiero ser famoso”), placeres (“quiero sentirme bien”) y posesiones (“quiero hacer
una fortuna”). Este es el sistema de valores en una cápsula. Poder, placeres y posesiones. Si mira las
propagandas de la TV verá que siempre apelan a una se esas tres. Siempre.

De hecho, cuando mis hijos eran más jóvenes, acostumbrábamos hacer un juego. Yo decía: “Poder,
posesiones o placer”, a medida que veíamos la televisión. El primero que pudiese determinar cuál era la
tentación que estaba detrás de un comercial ganaba una moneda. Se que eso es posesiones, pero por lo
menos quería que ellos comprendieran lo que estaba detrás de la propaganda. Cuando estaban creciendo,
podrían identificar claramente lo que se escondía detrás de un anuncio de TV. ¿A qué apelaba un determinado
comercial? ¿Por qué debería comprar ese carro? ¿Por tener poder? ¿Posesiones? ¿O placer?

Y esto es lo mejor que el mundo puede ofrecer. Y cuando Satanás viene a tentarlo, siempre usará una de
estas tres cosas: los placeres de la carne, los placeres de los ojos o el orgullo de la vida.

Es irónico que cuando mira la vida de Moisés, con los patrones del mundo, él tenía todas estas tres cosas.
Tenía todo. Obviamente, tenía poder y prestigio, estaba en la línea de sucesión del faraón. El tenía placer,
todos sus deseos podían ser satisfechos. Y tenía posesiones, todas las riquezas del mundo se concentraban
en Egipto. Pero Moisés se apartó de todo esto. ¿Por qué? Porque él tenía valores más altos. El sabía que
estas cosas no duran.

Usted desea ser usado por Dios, pero hay un punto importante: Si usted va a decir “sí” a lo que Dios desea
hacer en su vida, tendrá que decir “no” a muchas otras cosas. Uno de los problemas más grandes que
tenemos hoy son los cristianos que no están dispuestos a decir “no” a los patrones del mundo. Ellos quieren
vivir para Jesús y mantener los patrones del mundo al mismo tiempo. Este es el problema básico.

Pero comprometerse con los patrones del mundo lo va a hacer sentirse miserable. Necesita aprender a decir
no. Yo me niego a ser arrastrado por la corriente de que más es siempre mejor. Tenemos que trabaja para
tener cosas, tener bienes y acumularlos toda la vida simplemente para dejarlos cuando muramos.

Observe que el sistema de valores de Moisés estaba en oposición a los valores del mundo. El tenía tres
valores básicos:

 Los propósitos de Dios son más valiosos que la popularidad (v.24)


Como nieto del faraón, heredero del trono, él era una celebridad. Tenía una posición de gran poder. Pero él
dijo: “No, esto no es lo importante.” La fama no es todo lo que parece ser. Muchas veces ser una celebridad
o ser muy conocido es un problema. Es interesante que las personas famosas, trabajan toda la vida para ser
bien conocidos y una vez que se vuelven bien famosos, empiezan a usar lentes oscuros y a esconderse.
¿Qué le dice eso?. Las celebridades de hoy no lo serán mañana. Usted puede tener su foto en la portada de
la revista Time, pero eso será todo. Nunca más volverá a aparecer. Alguien más va a tomar su lugar. Es sólo
un paradero para las personas.
Cuando estaba en segundo grado, era un alumno muy popular. Fui presidente de mi clase todos los años y
presidente de la asociación de alumnos. Recuerdo que después de algunos años, cuando regrese a esa
escuela y anduve en el campus, nadie me conocía. ¿Qué fue lo que pasó? Pase de ser una celebridad a ser
un “don nadie” en pocos años. La fama no es todo lo que parece ser. No es tan importante. Los propósitos
de Dios son más preciosos que la popularidad.

 El pueblo de Dios es más valioso que los placeres (v.25)


La Biblia revela la vida de Moisés. El estaba viviendo una vida de realeza. Pero la Biblia dice que él: “prefirió
ser maltratado con el pueblo de Dios a disfrutar de los efímeros placeres del pecado”. La Biblia dice la
verdad: “placeres del pecado”. La Biblia dice que el pecado es delicioso. Si pecar fuera algo desagradable,
ninguno lo haría. La Biblia es honesta. Afirma que los placeres del pecado duran poco tiempo. Usted puede
dar algunos golpes, pero también recibirá un puntapié. Usted puede “parar” pero tendrá que aguantar una
“resaca”. Puede enredar su vida y ser totalmente irresponsable, pero tendrá que pagar el precio. Siempre
habrá un precio que pagar. Y es exactamente eso lo que no creemos. Moisés dijo que el pueblo de Dios era
más importante que los placeres. Algunas veces a fin de ser usado por Dios, tendrá que hacer algo que no
es agradable. Nuestro problema es que queremos servir a Dios cuando nos conviene.

 La paz de Dios es más valiosa que las posesiones (v.26)


“Consideró que el oprobio por causa del Mesías era una mayor riqueza que los tesoros de Egipto” El
rechazó la forma del mundo (fama), los placeres del mundo y los tesoros del mundo. Moisés renunció a los
cosas que en las que nosotros gastamos nuestras vidas intentando alcanzar. Esta es la razón por la cual es
el mayor personaje del Antiguo Testamento. El tenía los valores correctos.

¿Qué es lo que lo motivaba? El v.26 continua: “porque tenía la mirada puesta en la recompensa” Sus
valores estaban determinados por su visión – a lo que usted está observando. Moisés era un hombre de
visión. Una canción dice: “Mira a Jesús, mira su maravilloso rostro. Y las cosas de esta tierra van a perder
su brillo, a la luz de su gloria y de su gracia”. Si usted tiene sus ojos puestos en el lugar correcto, sus valores
serán correctos.

¿A que está mirando? ¿Está mirando a otras personas? ¿Está viendo su cuenta bancaria? ¿o está
observando a Jesús? Esta es la diferencia.

Pablo tenía esta misma visión: “Es más, todo lo considero como pérdida por razón del incomparable valor
de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo he perdido todo.” Flp. 3:8 (NVI)

4. TENGO QUE ESCOGER MI AUTORIDAD

Moisés lo hizo y esta es la razón por la que Dios lo escogió. Tengo que decidir quién o qué estará en el
control de mi vida. Esto es un asunto básico. Se trata de una cuestión de autoridad. ¿Quién realmente
estará en control de mi vida? Bob Dilan acostumbraba cantar una canción que dice: “Tu servirás a alguien.
Tal vez sea al Diablo o al Señor. Pero tendrás que servir a alguien.”

Jesús afirmó esto de la siguiente manera: “Ninguno puede servir a dos señores. Porque odiará a uno y
amará al otro, o se dedicará a uno y despreciará al otro”. Mt. 6:24. No puede tener dos señores en su vida.
Entonces este asunto será una cuestión con la que tendrá que tratar o le traerá mucho estrés y frustración
durante toda su vida.

“Por la fe salió de Egipto sin tenerle miedo a la ira del rey, pues se mantuvo firme como si estuviera viendo
al invisible.” Hb. 11:17 (NVI) En Egipto de aquellos días el faraón era el supremo señor y soberano sobre
todas las cosas. Si el faraón le mandaba a hacer algo, era mejor que lo hiciera. Porque si no estaría muerto.
El tenía completo control sobre los que estaban bajo su dominio. Era señor absoluto de Egipto. Excepto para
Moisés. El dijo: “Obedezco a una autoridad mayor”. La Biblia dice que veía a aquel que es invisible. Moisés
dijo: “Voy a vivir mi vida para la audiencia de Una sola Persona.”

¿Usted está haciendo esto? ¿Quién es el número uno en su vida? ¿Está viviendo para recibir la aprobación
de quién? Steve Colley escribió un libro en el cual habla sobre desarrollar su declaración de la misión de su
vida. El dice que la manera como pueda 1 desarrollar su declaración de la misión es imaginándose su propio
funeral. Escoge 4 personas que son importantes en su vida e imagina lo que ellas están diciendo acerca de
usted. Imagina lo que ellas dirán acerca de su vida. Entonces él dice, después vuelva y escriba una
declaración de la misión basada no en lo que esas personas dirían acerca de su vida, sino en lo que le
gustaría que dijesen de usted el día de su funeral. Esta es una forma por la que usted puede desarrollar una
declaración de misión.

Pero al final, no importa lo que alguien va a decir acerca de su vida. Lo que importa es lo que Dios va a
decir acerca de ella. Un día, estará delante de Dios y dará cuentas de su vida. El le preguntará: “¿Quién
estaba en el control de su vida? ¿Quién era el número uno en su vida? ¿Quién era el jefe? Yo lo hice a
usted, pero le di libre albedrío. Usted podía escogerme para ser su guía, o podía escogerse a sí mismo u a
otra persona para guiar su vida. Le di la oportunidad de escoger.”

Lo dije antes: Usted no tiene que agradar a todo el mundo para ser feliz. Mantenga sus ojos en Dios.

Observe lo que dice: que Moisés “se mantuvo firme como si estuviera viendo al invisible.” Una de las
razones por las que Dios usó a Moisés fue porque él nunca desistió. Probablemente fue el hombre con más
perseverancia en la historia. El resistió las 10 plagas que vinieron sobre faraón, aguantó algunos millones de
personas inmaduras espiritualmente, bebés llorones en el desierto, por cuarenta años. Una perseverancia
increíble. Dios dijo: “Yo los llevaré a la tierra prometida.” Primero Moisés esperó 40 años en el desierto en un
retiro personal. Después otros 40 años vagando por el desierto con millones de bebés siguiéndolo. El esperó
80 años para que la promesa se cumpliese. Una gran resistencia.

¿Cómo es que puede desarrollar este tipo de resistencia? El secreto de la perseverancia. El secreto de la
perseverancia es visión – aquello en lo cual están sus ojos. “Se mantuvo firme como si estuviese viendo al
invisible.” ¿Quién es el invisible? Dios.

¿Para qué vive usted? ¿Lo que está planeando hacer con el resto de su vida? No importa si usted tiene 10,
20 o 50 años. ¿Le gustaría que su vida fuese útil para algo? ¿Le gustaría causar impacto con su vida? Esa
es su elección. No está esperando a Dios, es Dios quien espera por usted. El está esperando que resuelva
estos asuntos básicos.

El asunto de la identidad – No seré quien no soy. No intentaré mantener la imagen del mundo de lo que es
una persona exitosa. Seré lo para lo que Dios me ha hecho ser. No envidiaré a otras personas que no son
como yo.

El asunto de la responsabilidad - no echaré la culpa a otros por mis problemas. No usaré mi pasado como
una disculpa por no hacer nada en cuanto a mi futuro. Voy a dejar de estar viéndome a mí mismo como una
victima. Y voy a aceptar la responsabilidad por el hecho de que, aunque las personas pudieron herirme y
probablemente me hirieron mucho, yo puedo escoger cómo es que voy a responder, puedo escoger lo que
harpe con el resto de mi vida. No tengo que dejar que las personas que hicieron parte de mi pasado
continúen hiriéndome en el futuro. Es un asunto de elección.

El asunto de la prioridad – ¿Me he sentado y he hecho una lista de valores basados en la Palabra de Dios,
valores sobre los cuales construiré mi vida?

El asunto de la autoridad - ¿Quién será el número uno? ¿Quién será el jefe ejecutivo jefe? ¿Quién dará las
ordenes? ¿Quién será el administrador de mi vida? Cristo es aquel que usa un traje con un aviso que dice
“Bajo una nueva dirección”. Yo acostumbraba a dar las ordenes en mi vida, pero decidí que no soy tan
bueno en esta área. Funciona mucho mejor cuando usted está sintonizado con quien lo hizo – el Creador.
Esta es su elección.

Vea lo que Elías dijo al pueblo de sus días: “Elías se presentó ante el pueblo y dijo: ‘¿Hasta cuándo van a
seguir indecisos? Si el Dios verdadero es el Señor, deben seguirlo...” 1 Re. 18:21

Hoy muchos de ustedes están en una esquina de la vida. Están sentados arriba de la pared y Dios les dice:
Baje de ahí. Diga: “Por el resto de la vida, haré las cosas a la manera de Dios, estaré involucrado en el
ministerio. A pesar de mi pasado, a pesar de mis dificultades a pesar de todo. No me importa cuánto cueste.”
Mire lo que Moisés tuvo que renunciar o dejar, pero vea cuánto ganó. Si Moisés hubiese permanecido en la
corte del faraón, nadie lo habría conocido. El sólo sería una momia más en alguna de esas pirámides. Pero
como eligió correctamente, decisión que fue muy incómoda, millones de personas en el mundo entero
hablan sobre él.

No esté dividido entre dos opciones. Josué dijo esto: “(Josué): elijan ustedes mismos a quiénes van a servir:
a los dioses que sirvieron sus antepasados al otro lado del río Éufrates, o a los dioses de los amoreos, en
cuya tierra ustedes ahora habitan. Por mi parte, mi familia y yo serviremos al Señor.” Jos. 24:15 (NVI). ¿Ya
ha dicho esto respecto a su hogar? No me importa lo que los vecinos hablarán de nosotros, nosotros
serviremos al Señor.

¿Cómo puede empezar? Primero invite a Jesús a dirigir su vida. Después comience a participar de las
clases básicas de la iglesia Saddleback: 101, 201, 301 y 401 e involúcrese en un ministerio. Haga algo para
iniciar el cambio. Es más fácil cambiar la dirección de un carro que está en movimiento que de un carro que
está estacionado. Por eso, inicie por hacer alguna cosa. Involúcrese en algo. Dios le guiará para estar en el
ministerio preciso.

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