You are on page 1of 2

El dispositivo de biomejora humana, una perspectiva biopolítica: algunos apuntes y

reflexiones

María José Jaimes Ávila

Intentando desarrollar un escrito sintético de diálogo entre la charla del filósofo Daniel
Toscano “El dispositivo de biomejora humana, una perspectiva biopolítica” y el ejercicio
investigativo que propongo -inscrito a las experiencias y significados en torno a la dimensión
temporal en personas con cáncer-, considero pertinente mencionar que da apertura, una vez
más, a la reflexión a propósito de la tensión entre la técnica y la responsabilidad que su
construcción supone, la discusión a propósito de la ética.

Así pues, Daniel Toscano comienza señalando que los seres humanos a diferencia de otros
animales nacemos con múltiples carencias orgánicas, biológicas, de cuidado y que en ese
sentido, consolidamos una capacidad para cambiar la naturaleza en función de nuestra
adaptabilidad buscando suplir de alguna u otra manera aquella falta, la téchne. Ahora bien,
ello no siempre acompañado de la responsabilidad, de hacerse cargo de los impactos,
implicaciones y movilizaciones generadas por estas transformaciones, que aunque en lo
personal, lo extrapolo a diversos ámbitos como el investigativo-interventivo
psicosociocultural, mencionado autor lo trae a colación refiriéndose concretamente al campo
de la biomejora humana, naciente en las ciencias biomédicas, mediante la cual se busca
conservar y cuidar la salud a través de la modificación a individuos en dos sentidos:
eugenesia negativa, a personas que atraviesan algún tipo de enfermedad y eugenesia
inteligente, a sujetos con cuerpos considerados sanos, una suerte de colonización
biotecnológica del ser.

En este sentido, considero a la par con Toscano, la complejidad creciente de los desafíos
éticos que traen consigo no solo las tecnologías biomédicas sino cualquier intervención que
ataña a los seres humanos y a otros seres vivientes. Ello en el contexto en el que nosotros
como científicos sociales nos movilizamos, tiene altas implicaciones en nuestras posturas
ético-políticas que no solo dialogan con principios como la no maleficencia sino también la
beneficencia, la búsqueda constante del bienestar, la identificación de recursos, posibilidades
y autonomía con los sujetos, comunidades, familias, etc. con las que tenemos la oportunidad
de trabajar, cuidando siempre la dignificación y respeto profundo por su agencia, su voz, su
estar siendo, teniendo en cuenta que en la intersubjetividad de los encuentros con el otro es
imposible plantear -como hacíamos alguna vez, desde la ciencia moderna- la separación
objetiva de la alteridad, ahora sabemos que construimos constantes procesos dialécticos de
transformación colectiva en las múltiples relaciones tejidas en la complejidad de la vida.

You might also like