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INTRODUCCIÓN
OBJETIVO GENERAL
Reconocer los requerimientos nutricionales en la alimentación del ganado
bovino (en cantidad y calidad) que les permita un buen desempeño, lo cual
se evidencia en los parámetros productivos y reproductivos.
OBJETIVO ESPECIFICO
Conocer los diferentes nutrientes necesarios en la alimentación del ganado
bovino de acuerdo al sistema de producción
ALIMENTACIÓN DE BOVINOS
Como todo rumiante, los bovinos son animales forrajeros por naturaleza,
esto quiere decir que las pasturas o forrajes son los alimentos con los que
cubren todas sus necesidades clave: mantenimiento, crecimiento, preñez
y desarrollo corporal. Los avances tecnológicos en materia de nutrición
han generado nuevas formas de alimentación para los bovinos tanto de
tipo cárnico como lechero con el fin de satisfacer la siempre creciente
demanda de carne y leche. Por consiguiente, los sistemas de producción
bovina tienen que enfocar sobre este aspecto fundamental del proceso. Las
nuevas formas de alimentación se basan en el uso masivo de alimentos
concentrados que se integran a las dietas en las diferentes etapas del ciclo
productivo y con diferentes propósitos. Con la inclusión de los
concentrados en la dieta bovina se han podido alcanzar niveles de
eficiencia productiva muy elevados, siendo particularmente notable el
impacto en ganado lechero. No obstante, las bondades de este enfoque,
también se han generado un buen número de problemas para los animales
en virtud de las presiones a que son sometidos por el hombre y que llevan
a los animales hasta su límite metabólico, derivando esto en enfermedades
que inciden en la producción. Sometido a estas presiones, el bovino
moderno requiere, día a día, de una gran cantidad de nutrientes básicos
para cumplir con las demandas de productividad. Es indispensable
considerar que para obtener el máximo rendimiento de un alimento se debe
asegurar el estado óptimo del rumen: el buen funcionamiento de su flora
bacteriana y ajustar la relación energía-proteína para optimizar la absorción
de nutrientes.
NUTRIENTES REQUERIDOS
Los nutrientes claves en la alimentación bovina son:
Energía
Proteína
Fibra
Grasas
Macrominerales
Microminerales
Vitaminas
agua
Energía
La energía la proporcionan los carbohidratos, proteínas y grasas de la
dieta de los animales. No es un nutriente tangible que pueda aislarse en el
laboratorio; la energía es un concepto que, en términos de nutrición animal,
significa “calor”. La unidad de medida son las calorías (cal); tratándose de
ganado mayor, la unidad básica es la Megacaloría (1000 kilocalorías).
Proteína
Carbohidratos
Los carbohidratos contenidos en el alimento, tales como almidones,
azúcares y pectinas, son los mayores proveedores de energía, seguidos de
la hemicelulosa y la celulosa digestible.
Una alta proporción de los carbohidratos se convierte en ácidos grasos
volátiles en el rumen (acé- tico, butírico y propiónico) antes de ser
absorbidos en el torrente circulatorio; por reacciones químicas sucesivas,
se convierten en precursores de: grasa, lactosa y proteína láctea. Cuando
la dieta es rica en azucares fermentables se favorece el desarrollo de
bacterias glucolíticas y se genera más propionato, precursor de la glucosa
sanguínea, que a su vez proporciona energía para la síntesis de lactosa y
proteína láctea. La glucosa es fuente de energía para el mantenimiento
corporal y la ganancia de peso, por lo que un déficit en propionato se
traduce en pérdida de peso, dado que la vaca tiene que movilizar sus
reservas para hacer frente a sus requerimientos (como mantenerse
preñada).
Los carbohidratos forman el 75% de la materia seca de los forrajes, esto
incluye a los carbohidratos solubles y los carbohidratos de la fibra. La fibra
es el soporte estructural de las plantas y sus paredes celulares.
La determinación moderna de la fibra se realiza por 2 procedimientos:
Fibra detergente neutra (FDN). Cuando un forraje se hierve en un detergente
con pH 7 (neutro) todo el contenido de la célula de disuelve excepto las
paredes celulares, las cuales se componen de celulosa y hemicelulosa la
que es parcialmente digerible en el rumen más no en los intestinos.
Fibra ácido detergente (FAD) usando una solución detergente acidificada,
quedan residuos de lignina y celulosa; ambas indigestibles.
En la actualidad el concepto fibra cruda está siendo reemplazado por el de
fibra ácido detergente, que es la referencia real del contenido de fibra de
un forraje. La fibra cruda comprende a la celulosa y a la lignina. Para
calcular la fibra cruda se divide el valor FAD entre 1.15.
Carbohidratos solubles
Los carbohidratos contenidos en el protoplasma celular son llamados
carbohidratos solubles o no estructurales y comprenden: azúcares,
almidones y pectinas. Los azúcares son energía instantánea. Los
almidones y las pectinas son carbohidratos de almacenamiento que se
fermentan más lentamente que los azúcares, representando energía
instantánea para las bacterias del rumen. Las raciones deben incluir de 30
a 45% de carbohidratos solubles en la materia seca total.
Grasas y aceites
Estos componentes de raciones son una fuente muy rica de energía ya que,
en promedio, un gramo de grasa contiene la misma energía que 2.5 g de
carbohidratos, siendo esto vital en la fase de lactancia de las crías bovinas.
Digestibilidad
La parte orgánica de los alimentos está representada por los contenidos
celulares y los carbohidratos estructurales, el resto es ceniza y residuos.
Una proporción de la materia orgánica es indigestible ya que contiene
celulosa y lignina. La digestibilidad de un alimento es la porción que puede
ser digerida por el animal
Vitaminas
En cuanto a los requerimientos de vitaminas para los bovinos,
las vitaminas A, D y E son las más importantes. Otras vitaminas
como la B y la K suelen ser sintetizadas por las bacterias del
rumen durante la digestión.
Las vacas durante los últimos días de gestación, necesitan
incrementar los niveles de vitamina A en las r aciones para que
se obtengan terneros en buen estado. Una deficiencia en esta
vitamina puede reducir el apetito del animal, disminuyendo su
peso o provocar diarrea, ceguera y la producción de crías
débiles.
En el caso de la vitamina D, una deficiencia de e sta vitamina en
las raciones, puede provocar raquitismo en los animales en
crecimiento y trastornos como la fiebre de la leche en animales
después del parto. En conveniente saber que aquellos bovinos
que son criados en condiciones de una alta exposición so lar o
que se alimentan de forrajes expuestos al sol no necesitan una
aportación suplementaria de esta vitamina. Si embargo, las
vacas lecheras criadas bajo otras condiciones si llegan a
necesitar 5000 -6000 U.I (unidades internacionales) de vitamina
D al día.
Minerales
En cuanto a los minerales más importantes para los bovinos
son el calcio, fósforo, magnesio, sodio, cobre, cobalto, yodo y
selenio. También necesitan otros minerales igual de
importantes, pero que no se conoce mucho sobre sus
requerimientos y deficiencias. A continuación, vamos a
describir de forma resumida las necesidades de cada uno de
estos minerales.
El calcio y el fósforo junto con la vitamina D son necesarios
para la formación de los huesos. Los requerimientos de estos
minerales son aproximadamente de tres partes de calcio por
una de fósforo.
Un trastorno que puede provocar la deficiencia de magnesio es
la hipomagnesia o también denominada como la tetania de los
pastos, sobre todo, en vacas destinadas a una alta producción,
aunque las necesidades en este mineral no son del todo
conocidas. Los síntomas característicos son disminución de la
producción, inquietud de las vacas, estremecimientos
musculares y en casos graves muerte de los animales.
Se conoce que las vacas lecheras necesitan co nsumir al menos
30 gramos de sal común al día. Una deficiencia de sodio, puede
provocar en las vacas una reducción del apetito, pérdidas de
peso por deshidratación y disminución de la producción.
El cobre es un mineral indispensable ya que actúa en varios
procesos metabólicos. Los animales deficientes en este
elemento suelen presentar pelo áspero, una mala condición
corporal y suelen presentar diarrea. Las deficiencias se suelen
corregir con la aportación de 500 mg de sulfato de cobre diarios
en animales de más de un año y en el caso de terneros, la
aportación será de hasta 250 mg diarios.
El cobalto forma parte de la vitamina B12. Las deficiencias en
este elemento hacen que los animales se encuentren en malas
condiciones, disminuyendo el crecimiento y la pr oducción. Se
pueden corregir con aportaciones de 50 mg de sulfato de
cobalto al día en los becerros y 100 mg en el caso de animales
adultos.
El yodo, al formar parte de la hormona tiroidea interviene en el
crecimiento de los animales y en la producción de leche. Los
síntomas característicos de una deficiencia en este elemento
pueden causar bocio, abortos o crías débiles. En el caso de
animales
Jóvenes, sus necesidades son de 2 mg de yodo al día, las vacas
en gestación necesitan 2 mg y 3 mg por cada 10 kg de leche
producida.
El selenio suele intervenir en los procesos de reproducción. Su
deficiencia suele provocar bajas tasas de fertilidad, aunque no
se suelen conocer los requerimientos verdaderos en vacas
productoras.
AGU A
Las necesidades de agua en los bov inos dependen de una serie
de factores como son la edad del animal, su producción, el
clima predominante y el consumo de materia seca.
En la siguiente tabla nos muestra las necesidades de agua de
los bovinos en función de la clase de animal y del periodo de
producción en el que se encuentra:
Levante de novillas
Luego de terminar la cría artificial disminuye la calidad de las necesidades
nutricionales, pero se aumenta su volumen. Esto es por la adaptación que
se va produciendo en la panza. De tal manera que la dieta en este periodo
debe ser de buena calidad, aunque no tanto como en el periodo en que se
incluía leche. Durante este periodo el ternero puede desmejorar un poco su
condición física a causa del cambia de dieta, por esta razón el cambio debe
ser gradual, se va aumentando el forraje y se va reduciendo el
concentrado, de todas maneras es importante considerar el estado del
animal que, en definitiva, sirve como guía para determinar la cantidad de
concentrado que se va a suministrar.
Se debe emplear sistemas de alimentación que permitan alcanzar el primer
parto a los veintisiete meses de edad; esto logra una lactancia adicional y
una cría más. El peso debe ser, como mínimo de 350kg para razas grandes
a los dieciocho meses, lo que significa que desde el nacimiento hasta los
dieciocho meses deben ganar 300kg. Méndez considera que con una
ganancia diaria de 700g, la novilla puede pesar 360 kg a los quince meses
de edad y además se lograría un año extra de vida productiva.
Consumo de materia seca entre 2,2 y 2,5 kg por cada 100kg de peso vivo,
niveles de proteína de 10 al 13% y de 50 a 55% de nutrientes totales
digestibles permiten una ganancia por día que puede llegar a 700g.
Energía
Los animales de producción cárnica requieren energía para mantenimiento
y para producción. El ganado de carne puede, con sólo forrajes, cubrir sus
necesidades de mantenimiento energético. Si los forrajes son de mediana
o mala calidad, los concentrados serán una buena alternativa como fuente
de energía para la producción.
Para calcular las necesidades energéticas se pueden usar valores como
Energía Metabolizable (EM), Energía Neta (EN) o, en su defecto, los
Nutrientes Digestibles Totales (NDT); este último concepto, ya antiguo, aún
es usado en países avanzados como EUA y Canadá para ganado de carne.
Proteína En el pasado reciente se utilizó el concepto Proteína Cruda (PC)
para determinar requerimientos de este nutriente en animales. Actualmente
se utiliza el concepto Proteína Metabolizable (PM), equivalente al concepto
proteína absorbible, definido como la proteína verdadera que es absorbida
con los intestinos y que es de origen microbiano (bacterias ruminales
digeridas) y, adicionalmente, la Proteína de Paso no degradada en rumen.
La deficiencia proteica en dietas ocasiona bajas tasas de crecimiento y de
reproducción. El déficit proteico prolongado ocasiona disminución del
apetito con la consecuente pérdida de peso, aún con disponibilidad amplia
de energía. El bajo nivel proteico en la dieta afecta a la flora microbiana
que, a su vez, utiliza más los alimentos bajos en proteína
El cebo de terneros.
La producción de terneros se caracteriza por la gran variedad de razas
utilizadas y de sistemas de producción y de alimentación; todo ello
conduce a una gran diversidad en los sistemas de crecimiento, en los
pesos al sacrificio, y en las características de las canales.
Los terneros pesan al nacimiento 40-50 kg, dependiendo de la raza y de la
alimentación de la madre durante la gestación. El sistema de cría (lactancia
artificial ó natural) y la edad al destete depende básicamente de la
orientación de la explotación (leche ó carne); la cría intensiva con lactancia
artificial se realiza en las explotaciones de vacuno de leche, mientras que
la lactancia natural se realiza en las explotaciones de vacuno de carne. Una
vez destetados, la mayoría de los terneros se ceban en sistemas más ó
menos intensivos; el peso final de los terneros no depende tanto de su
edad, sino de la velocidad de crecimiento, que a su vez es función de la
alimentación que ha recibido el animal.
Requerimientos generales
Las BPA que se deben tener en cuenta para un Plan de Alimentación
Animal de un hato doble propósito, son:
Bibliografia
http://www2.inia.cl/medios/biblioteca/boletines/NR33837.pdf
file:///D:/Downloads/0995468001303764340.pdf
https://www.cosechandonatural.com.mx/nutricion_del_ganado_de_carne_
articulo32.html
Fundamento de nutricion animal aplicada; Gustavo Agudelo Gonzales.
ftp://ftp.fao.org/docrep/fao/010/a1564s/a1564s03.pdf
VIDEOS
https://www.youtube.com/watch?v=tnyBUE__V90
https://www.youtube.com/watch?v=GwfMg2prTi0