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Portada

Índice
Rehabilitación Integral
Introducción
La rehabilitación integral es un proceso terapéutico, educativo, formativo y social, que busca el
mejoramiento de la calidad de vida y la plena integración de la persona en condición de discapacidad al
medio familiar, social y ocupacional. Está articulada en el desarrollo de habilidades funcionales,
ocupacionales y sociales.

Sin embargo para llegar a este entendimiento sobre la RI fue necesario todo un largo camino que
permitiria la inclusion de las personas con discapacidad en nuestra socidad. Se describe este prosceso
en varios modelos o paradigmas entorno a la discapacidad:

Prescindencia: Considera, o consideraba, que la discapacidad tenía su origen en causas religiosas, y que
las personas con discapacidad eran una carga para la sociedad, sin nada que aportar a la comunidad.

Rehabilitador: Sus características fundamentales son dos: en primer lugar, las causas que se alegan para
justificar la discapacidad, a diferencia del modelo de prescindencia, ya no son religiosas, sino que
pasan a ser medico-científicas. En este modelo, y tratándose del campo de la medicina, ya no se habla
de Dios o del diablo, sino que se alude a la discapacidad en términos de “enfermedad” o como
“ausencia de salud”.

Social: Se alega que las causas que originan la discapacidad no son religiosas ni científicas, sino
sociales. Se considera que las personas con discapacidad pueden contribuir a la sociedad en la misma
medida que el resto de las personas sin discapacidad.

Podemos concluir que en el macrosistema las actitudes y las creencias hacia la discapacidad son
importantes para promover la integración social; es aquí donde se debe reconocer el concepto de
“persona”, por encima de otros calificativos o etiquetas que se puedan añadir para referirse a las
personas con discapacidad. Ello representa no sólo un cambio en la perspectiva social del sujeto, sino
también en las demandas laborales, familiares y sociales.

Breve historia de la Rehabilitación Integral en Costa Rica


La reahabilitación en nuestro medio es de muy reciente implantación; hasta el año 1954 encontramos
que prácticamente el país se encontraba desprevenido en materia de rehabilitación, se puede decir que
la rehabilitación surge en Costa Rica en el año 1954 a raíz de la epidemia de la poliomielitis que
azotara al país. El primer caso surge en San Isido del General, este hecho sientas las bases de la RI.
Funcionó este servicio en la llamada "Casa Verde" (sita contiguo al edificio antiguo del Hospital
Nacional Psiquiátrico Antonio Chapu, posteriormente la creación del Patronato Nacional de
Rehabilitación que luego a instancias de éste se crea "Centro Nacional de Rehabilitación" y el cual hoy
día se conoce como servicio de Fisio-Kinesiterapia del Hospital San Juan de Dios. Tambien contamos
con el Centro Nacional de Rehabilitación (CENARE), ubicado detrás del Hospital México, el cual es
un centro especializado.

Leyes entorno a la RI
En 1966 se crea la Ley 39-14 el cual consiste en un impueto sobre cigarrillos, cerveza y licor del cual
5% se dedica a la construccion del CENARE.

La ley de igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad N° 7600

Publicada en La Gaceta N° 102 de 29 de mayo de 1996


ARTÍCULO 1.- Interés público
“Se declara de interés público el desarrollo integral de la población con discapacidad, en iguales
condiciones de calidad, oportunidad, derechos y deberes que el resto de los habitantes”.
Esta ley propone brindarle a las personas con discapacidad el derecho a la accesibilidad, igualdad de
oportunidades, equiparación de oportunidades, ayuda técnica, estimulación temprana, sufragar sus
necesidad educativa especial.
Todo esto es obligacion del Estado y sus gobiernos locales para llevar a esta pobacion y la pobacion en
general la informacion y el equipo necesario.

Ley integral para la persona adulta mayor N°7935

Los objetivos de la presente ley son:


a) Garantizar a las personas adultas mayores igualdad de oportunidades y vida digna en todos los
ámbitos.
b) Garantizar la participación activa de las personas adultas mayores en la formulación y aplicación de
las políticas que las afecten.
c) Promover la permanencia de las personas adultas mayores en su núcleo familiar y comunitario.
d) Propiciar formas de organización y participación de las personas adultas mayores, que le permitan al
país aprovechar la experiencia y el conocimiento de esta población.
e) Impulsar la atención integral e interinstitucional de las personas adultas mayores por parte de las
entidades públicas y privadas, y velar por el funcionamiento adecuado de los programas y servicios,
destinados a esta población.
f) Garantizar la protección y la seguridad social de las personas adultas mayores.

En conclución, en este sistema la legislación, la política, los grupos representativos, el plan nacional de
desarrollo y la política pública ejercerán una influencia directa y trascendente en las personas con
discapacidad, donde son ellas quienes deben apropiarse de los espacios participativos para formar una
nueva cultura de la rehabilitación.

Para entender la Rehabilitación Integral hay que entender primero algunas clasificaciones de la
discapacidad.

Discapacidad es un término general que abarca las deficiencias, las limitaciones de la actividad y las
restricciones de la participación. Las deficiencias son problemas que afectan a una estructura o función
corporal; las limitaciones de la actividad son dificultades para ejecutar acciones o tareas, y las
restricciones de la participación son problemas para participar en situaciones vitales.

Tipos de discapacidad

Como base de esta Rehabilitación Integral, se requiere la comprensión de la persona como ser
biológico, psicológico y social.
Para compensar tales desventajas se requiere de un conjunto de apoyos de aplicación individualizada, y
de medidas de equiparación de oportunidades. Para lograr esta compensación es necesario alcanzar dos
propósitos fundamentales:
Por un lado, que el individuo discapacitado se percate de su potencialidad para el desempeño de
funciones y además que medie su voluntad de desempeño.
Por otro, que el medio le ofrezca las oportunidades para ejercer los roles que le corresponden de
acuerdo con las expectativas y necesidades impuestas por la sociedad; así como que la sociedad
disminuya las barreras (actitudinales, arquitectónicas, etc.) para que esta integración sea posible.

Diagnóstico y Evaluación Neurocognitiva ( Ver esquema de antología)

La evaluación neuropsicológica permite evaluar funciones cognitivas, tales como la memoria, atención,
concentración, lenguaje, entre otras, mediante la utilización de test y escalas psicométricas diseñadas
con ese fin.
El propósito de la evaluación neuropsicológica es determinar las áreas indemnes del funcionamiento
intelectual y diferenciarlas de posibles alteraciones o de un descenso en el rendimiento cognitivo del
paciente. Así, constituye una herramienta de apoyo al diagnóstico, pronóstico y tratamiento del
paciente.

Dentro de los cuadros más frecuentemente evaluados destacan:

Deterioro cognitivo leve


Trastornos de la memoria
Déficit atencional
Depresión
Trastorno bipolar
Esquizofrenia
Demencias

Pruebas Neurocognitiva

FAS (Test de fluencia verbal)


Test de Clasificación de Cartas de Wisconsin
Escalas de Demencia
Batería para Déficit Atencional, etc.
Objetivos de la Rehabilitación Integral
General: busca que el individuo sea independiente dentro de sus limitaciones y al final que se integre a
la sociedad. Todo esto sólo se puede lograr en el marco de una labor de equipo.

En Terapia Fisica: Determinar el tipo de necesidades concretas en tratamientos de Fisioterapia de los


pacientes y ofrecer un servicio destinado a su mejora funcional y rehabilitadora. Entendiendo cuales
son sus necesidades segun su discapacidad, sus limitaciones funcionales especificas, y aplicando el
tratamiento mas adecuado; para de esta forma intervenir con la terapia y mejorar su motricidad, atrofia
y postura.

En Terapia Ocupacional: Mediante el uso terapéutico de las actividades de cuidado, trabajo y juego
para incrementar la independencia funcional, aumentar el desarrollo y prevenir la incapacidad; puede
incluir la adaptación de tareas o del entorno para alcanzar la máxima independencia y para aumentar la
calidad de vida. A través de la valoración de las discapacidades y problemas físicos, psíquicos,
sensoriales y sociales del individuo pretende, con un adecuado tratamiento, capacitarle para alcanzar el
mayor grado de independencia posible en su vida diaria, contribuyendo a la recuperación de su
enfermedad y/o facilitando la adaptación a su discapacidad.

En Terapia del Lenguage: Ayudará a la persona a tener un mejor desempeño dentro de su vida diaria, ya
que esta terapia lo encaminará a establecer la comunicación lingüística no desarrollada. Además, se
conseguirá un mejor desenvolvimiento dentro del ambiente social ya que le servirá para corregir
problemas tanto en el habla, como en el uso del lenguaje.

En psiquiatria: La rehabilitación es el conjunto de intervenciones y apoyos que ayudan al paciente con


condiciones de enfermedad mentales, esta le brinda su recuperación o la adquisición de capacidades y
habilidades necesarias para que lleve una vida cotidiana de la forma más autónoma y digna posible,
pudiendo realizar sus funciones sociales y demandas que supone vivir, trabajar y relacionarse. De esta
forma la persona podra asumir la responsabilidad de su propia vida y a actuar en la comunidad
activamente, tambien le permitirá manejarse con mayor independencia en su entorno social, ademas de
sentir esperanza, una expectativa positiva sobre sus posibilidades, potencialidades de desarrollo y
mejora.
Servicios dentro del proceso de Rehabilitación Integral
Niveles de Atención

El aumento de la expectativa de vida, los adelantos tecnológicos que permiten la supervivencia


creciente de personas con enfermedades crónicas, por una parte, y la “epidemia” de accidentes de
tránsito, violencia, etc., han generado un aumento de la población de personas con discapacidad a la
que hay que proporcionar atención apropiada en rehabilitación. Ésta debe adecuarse a los diferentes
niveles de atención:

Primer nivel(comunitario): Es el más cercano a la población, o sea, el nivel del primer contacto. Está
dado, en consecuencia, como la organización de los recursos que permite resolver las necesidades de
atención básicas y más frecuentes, que pueden ser resueltas por actividades de promoción de salud,
prevención de la enfermedad y por procedimientos de recuperación y rehabilitación. Es la puerta de
entrada al sistema de salud. Se caracteriza por contar con establecimientos de baja complejidad, como
consultorios, policlínicas, centros de salud, etc. Se resuelven aproximadamente 85% de los problemas
prevalentes. Este nivel permite una adecuada accesibilidad a la población, pudiendo realizar una
atención oportuna y eficaz.

De este primer nivel surge hace unos 25 años el concepto de RBC (Rehabilitación Basado en la
Comunidad)
Al parecer a lo basado en comunidad se le ha dado menos importancia dentro de la RBC, sin embargo,
a mi entender y en esta segunda ola de la RBC es lo que cobra vida. Lo “Basado en Comunidad”,
significa avanzar en el reconocimiento de las personas con discapacidad como ciudadanos, en los
contextos naturales de la vida cotidiana, de la familia, del vecindario y de la ciudad, ya sea en el mundo
rural o en el urbano. Para hablar de Basado en Comunidad por lo menos estos conceptos son
fundamentales: participación, empoderamiento, democracia y desarrollo local, siendo muy difícil
desligar a uno de otro. La participación, como la posibilidad de ser tenido en cuenta, tomar parte de,
involucrase en las decisiones.

Segundo Nivel: Atención en Rehabilitación dentro del Segundo Nivel, mediante recursos de personal
especializado, y tecnología apropiada al nivel. Se ubican los hospitales y establecimientos donde se
prestan servicios relacionados a la atención en medicina interna, pediatría, gineco-obstetricia, cirugía
general y psiquiatría. Se estima que entre el primer y el segundo nivel se pueden resolver hasta 95% de
problemas de salud de la población.

Tercer Nivel: Imbolucra recursos humanos y materiales con diversos grados de complejidad, dentro de
instituciones, para atender la demanda de los distintos niveles, con necesidad de tecnología compleja.
Estos establecimientos realizan prestaciones médicas y quirúrgicas con presencia de subespecialidades
de éstas, que se caracterizan por un uso intensivo de recursos humanos y equipamientos, con la
realización de procedimientos complejos y uso de alta tecnología. Se reserva para la atención de
problemas poco prevalentes, se refiere a la atención de patologías complejas que requieren
procedimientos especializados y de alta tecnología.
Consideramos que la organización e integración debe hacerse desde el Tercer Nivel, biomédico, hasta
el Primer Nivel, y estos tres niveles pueden y deben trabajar en conjunto para lograr alcanzar los
objetivos de la comunidad, logrando abarcar los distintos niveles de prevencion, atencion primaria de
salud, y la promoción de la salud.

Los farmacos en la Rehabilitación Psiquiatrica

Desde el comienzo de la historia los seres humanos han buscado medicamentos o sustancias que le
calmen el dolor, la tristeza, la angustia y el insomnio. Las pociones para la sedación y la hipnosis
fueron las bebidas alcohólicas, el láudano, la mandrágora y más adelante, los agentes alucinógenos que
hacen parte de la medicina folklórica. Medicamentos como tal (los bromuros, el hidrato de cloral) se
usaron antes de 1900 como hipnóticos y sedantes. La nueva ciencia de la psiquiatría biológica, basada
más en la compresión bioquímica de los procesos mentales que en el mismo proceso psicoanalítico,
nació en los años cincuenta encontrando bases biológicas a cada trastorno.
La definición de la Organización Mundial de la Salud de uso racional de los medicamentos, formulada
en 1985, hace hincapié en que “los pacientes reciban fármacos apropiados para sus necesidades
clínicas, en dosis ajustadas a su situación particular, durante un período de tiempo adecuado y al
mínimo costo posible para ellos y para la comunidad” (Organización Mundial de la Salud, 1985). (Ver
Anexo 2) Según el Informe sobre la salud en el mundo 2001, se debe dar prioridad al acceso a los
medicamentos esenciales. Los psicofármacos esenciales deben dispensarse y estar siempre disponibles
en todos los niveles de la atención sanitaria. Estos fármacos deben figurar en la lista de medicamentos
esenciales de cada país y deben estar disponibles, en la medida de lo posible.
Se calcula que los trastornos mentales representan el 12% de la carga mundial de morbilidad, pero solo
una minoría de los afectados reciben tratamiento básico. Mientras que existen datos que prueban que en
los países industrializados no todas las personas con trastornos mentales reciben un tratamiento
adecuado, en muchos países en desarrollo los servicios de salud mental son totalmente inexistentes y
grandes segmentos de la población no tienen acceso rápido a los centros de salud, ya que estos se
restringen a los hospitales y están orientados predominantemente a las situaciones urbanas.

Medicamentos esenciales para los trastornos mentales

La mayoría de los medicamentos en psiquiatría no se usan para buscar efectos igual a los perseguidos
por los adictos y pocos de ellos llegan a formar adicción; sin embargo, son medicamentos que deben
usarse después de haber llegado a un diagnóstico correcto y a las dosis adecuadas de acuerdo a las
múltiples y particulares circunstancias de cada caso.
Los medicamentos utilizados en psiquiatría pueden clasificarse en cinco grupos que se enumeran a
continuación:
Subclasificaré los más utilizados en la actualidad.
Antidepresivos
Ansiolíticos
Antipsicóticos
Antirrecurrenciales
Antiparkinsonianos

Los psicofármacos esenciales son aquellos que satisfacen las necesidades prioritarias de la atención de
salud mental de una población. Deben estar disponibles dentro del contexto de los sistemas de
prestación de servicios de salud mental en funcionamiento, en cualquier momento, en las cantidades
adecuadas, en las formas y dosis farmacéuticas apropiadas, con calidad asegurada e información
adecuada, y a un precio que el individuo y la comunidad puedan costear.
Se ha observado que muchos de estos tratamientos son eficaces en las etapas agudas y para prevenir
recaídas, pero otros muchos siguen sin demostrar su eficacia en los tratamientos a largo plazo y el
control diario de los trastornos mentales.

Lista Modelo de Medicamentos Esenciales de la OMS para el tratamiento y control de los trastornos
mentales: clorpromazina, flufenazina, haloperidol (medicamentos utilizados en los trastornos
psicóticos); amitriptilina, fluoxetina (medicamentos utilizados en los trastornos depresivos);
carbamazepina, carbonato de litio, ácido valproico (medicamentos utilizados en los trastornos
bipolares); diazepam (medicamento utilizado en la ansiedad generalizada y los trastornos del sueño);
clomipramina (medicamento utilizado en los trastornos obsesivo-compulsivos y los ataques de pánico);
metadona y buprenorfina (medicamentos utilizados en los programas de tratamiento de la dependencia
de sustancias psicotrópicas. (Ver anexo 1)

La recuperación Integral.

La recuperación tiene múltiples definiciones. Una de las más extendidas es la propuesta por Anthony
que entiende la recuperación como "una manera de vivir una vida satisfactoria, con esperanza y
aportaciones aun con las limitaciones causadas por la enfermedad"(1)

Ante este esto nos nace una pregunta: ¿Reducción de síntomas, remisión o recuperación?
Recuperarse, por lo tanto parece significar un regreso a un punto inicial de buen funcionamiento y, este
es el sentido que damos habitualmente al término “curación” (Buckley, Fenley, Mabe y Peeples, 2007).
En el ámbito de la salud mental, en el que se ha introducido con fortuna el concepto de recuperación,
puede tener algunas complicaciones adicionales el traslado directo de este concepto. Mientras que
diversos tipos de terapias farmacológicas o psicológicas pueden ser efectivas en la reducción de
síntomas en el caso de la depresión, su eficacia en términos de recuperación, empleando criterios más
ambiciosos de funcionamiento y de aspectos tan olvidados como el disfrute de la vida o encontrar
sentido a la existencia, está aún por demostrar(Vázquez, Hervás y Ho, 2006). Pero este panorama está
empezando a cambiar hacia cotas más altas de exigencia, seguramente debido, el manos en parte, a los
retos que ha venido planteando la rehabilitación de los Transtornos Mentales Graves (TMG).

¿Qué significa “recuperación” para una persona con Borderline?


¿Puede la gente “recuperarse” de un trastorno esquizofrénico?

Quizás el ejemplo más interesante sea el del estudio de Vermont, en el que desde 1955 se ha venido
siguiendo a casi 300 personas con TMG (la mayoría con diagnóstico de esquizofrenia) participantes en
una innovadora experiencia desinstitucionalizadora. Treinta años después del comienzo de la
experiencia, el 81% de los participantes se cuidaban por sí mismos, el 68% presentaba pocos síntomas
psicóticos o ninguno, y el 64% había tenido menos de dos hospitalizaciones en los 20 años siguientes al
alta.
Lo cierto es que cualquier proceso rehabilitador ha de tener en cuenta necesariamente no sólo la
recuperación psicológica sino también la social y funcional d e las personas en un sentido pleno.
Así pues, la “recuperación” en el caso de los trastornos mentales puede tener una serie de facetas que,
en nuestra opinión, hacen la tarea aún más compleja que la que sucede en escenarios médicos de los
cuales se ha derivado el término. De esta forma, el término rehabilitación suele utilizarse para hacer
referencia a muy diversos objetivos. Por un lado, incluye intervenciones cuyo objetivo es el de mejorar
ciertas habilidades que la persona en algún momento tenía pero que ha perdido. Por otro lado, algunos
programas tienen como finalidad el evitar el empeoramiento de ciertas capacidades, la idea no es tanto
la de mejorar sino la de que no haya un empeoramiento. Finalmente, algunas técnicas hacen referencia
a la rehabilitación cuando se debe hablar estrictamente de "habilitación" puesto que el objetivo final es
el de dotar a la persona de habilidades nuevas, es decir, no recuperar algo perdido sino crear algo
nuevo.

Hay propuestas como la Peterson y Seligman (2004) quienes intentan efectuar una taxonomía de las
virtudes y fortalezas psicológicas universales (Ver Anexo 4) y que, por lo tanto, serían deseables, como
metas de realización personal, prácticamente en cualquier cultura y circunstancia. En este sistema de
clasificación de fortalezas y virtudes psicológicas, se señala la existencia de 24 fortalezas básicas
(véase Peterson y Park, 2008 y Ver Anexo 4) que, empleando una visión aristotélica, se puede decir
que en sí mismas son valiosas. Puede ser interesante comprobar en qué medida un trastorno mental
grave compromete estas fortalezas, cuáles se mantienen mejor, cuáles pueden ser objeto de más énfasis
en el proceso rehabilitador y, en definitiva, comprobar si esta nueva mirada, más amplia y compasiva
sobre los seres humanos y sus dificultades, puede ser de utilidad en el ámbito de la rehabilitación.
La propuesta de Substance Abuse and Mental Health Services Administration (SAMHSA) que, en
conjunto con otras agencias relacionadas con la salud mental, articuló en 2006 los 10 principios
fundamentales que han de guiar la recuperación(Ver Anexo 5)

Actividades de la vida diaria(AVD) y autocuidado en los pacientes con EMG.

El déficit en las áreas de funcionamiento relacionadas con las actividades de la vida diaria (AVD) es un
denominador común en las personas que padecen Trastorno Mental Grave (TMG) y de larga evolución.
La mayoría de estos sujetos padecen déficits funcionales en las áreas relacionadas con la higiene
personal y el autocuidado, los hábitos saludables y el manejo del entorno social y doméstico. Estas
dificultades conllevan una escasa competencia social, influyen negativamente en la recuperación y se
traducen en una pobre calidad de vida en el paciente y en la familia.
El término de AVD se refiere a todas las actividades necesarias para que una persona se desenvuelva
con competencia personal y social en la comunidad. Abarca las actividades más frecuentes que realiza
un individuo, están relacionadas con lo familiar, diario, cotidiano, con las necesidades humanas, con la
independencia y con el uso del tiempo. Incluyen conductas de aseo, comida, descanso, vestido y
organización de la casa entre otras, estas conductas se consideran claves para el comportamiento
independiente y están en la base para el reconocimiento de la situación de dependencia de las
normativas nacionales
Con las adaptaciones requeridas por las necesidades individuales de cada paciente, éste se favorecerá
de un grupo de actividades que incluye:
Tratamiento psicofarmacológico.
Grupos comunitarios.
Socioterapia.
Psicomotricidad.
Psicoterapias individuales.
Entrevistas familiares.
Grupos de psicoterapia multifamiliar.
Ocio y tiempo libre. (Ver Anexo 3)

Estas actividades básicas le dan entrenamiento en habilidades relativas al manejo en la vivienda, aseo,
vestido, y hábitos saludables.

AVD en T.F: subir escaleras, coger peso, o realizar gimnasia, caminar adecuadamente.
AVD en T.O: vestido, alimentación (referido al acto de comer y deglución), higiene personal ( bucal y
facial, afeitado y peinado), baño (en ducha o bañera).
Otras:
Cuidado de la casa/ habilidades domésticas (hacer la cama, lavar platos, cuidado de ropa etc...).
- Preparación de alimentos.
- Manejo de dinero.
- Manejo de transportes.
- Manejo de medios de comunicación (teléfono, escritura, etc.).
- Manejo de medicación.
- Manejo de recursos sociosanitarios.
AVD en TL: Conversar, leer, deglutir, respirar.

En conclusión estas recomendaciones implican la idea fundamental de que un sistema público de salud
debe conceder la máxima prioridad a esta población. La falta de recursos, formación y coordinación no
son los únicos enemigos de la implementa- ción de estas intervenciones; para algunos profesionales la
ideología determina la práctica clínica, y no la práctica clínica la ideología. Indudablemente para todo
ello es necesario un cambio de actitudes por parte de algunas de las personas implicadas en la
organización, dirección y asistencia psiquiátricas.
Anexos

Anexo 1
Anexo 2
Anexo 3
Anexo 4
Anexo 5
Glosario de Terminología

Obnubilación: Enturbiamiento de la lucidez de la consciencia, caracterizado por falta de interés,


espontaneidad, iniciativa, tendencia a la ensoñación. Comprende difícilmente el mundo externo.

Autonomia: Libertad de decidir, teniendo en cuenta circunstancias internas y externas, y de actuar con
relación a esas decisiones.

Dependencia: Necesidad de ayuda para desempeñar actividades cotidianas de forma satisfactoria.

Evaluación: Proceso de obtención, interpretación y análisis de la información con el fin de priorizar


problemas y necesidades, planificar y modificar la intervención y determinar su valor.

Habilidad: Característica personal que favorece el desempeño ocupacional.

Interdependencia:Situación de dependencia e influencia mutuas entre los miembros de un grupo social.

Ocupación: Grupo de actividades que tiene un significado personal y sociocultural. Está determinada
por la cultura y promueve la participación en la sociedad. Las ocupaciones pueden clasificarse como
autocuidado, productividad y/u ocio y tiempo libre.
Volición: Capacidad de elegir qué hacer o de continuar haciendo algo, siendo consciente de que el
desempeño de la ocupación/actividad/tarea es voluntario.
Bibliografia
1. Andresen, R, Oades, L. & Caputi, P The experience of recovery from schizophrenia: towards
an empirically validated stage model. Australian and New Zealand Journal of Psychiatry.
2003;37: 586-594.
2. Harding CM, Brooks GW, Ashikaga T, et al. (1987). The Vermont longitudinal study of
persons with severe mental illness, II: Long-term outcome of subjects who retrospectively met
DSM-III criteria for schizophrenia. American Journal of Psychiatry, 144, 6, 727-35.

3. Harding CM, Brooks GW, Ashikaga T, et al. (1987). The Vermont longitudinal study of
persons with severe mental illness, II: Long-term outcome of subjects who retrospectively met
DSM-III criteria for schizophrenia. American Journal of Psychiatry, 144, 6, 727-35.

4. Peterson, C., y Seligman, M. E. P. (2004). Character strengths and virtues: A handbook and
classification. New York: Oxford University Press/Washington, DC: American Psychological
Association.
5. Peterson, C. y Park, C. (2009, en prensa). El estudio científico de las fortalezas humanas. En
C. Vázquez y G. Hervás (eds.), El estudio científico del bienestar. Madrid: Alianza Editorial.

Dinamica: Debate
Reflexiones de Psicoticos y Neuroticos(Abogados del Diablo) vrs Reflexiones de Psiquiatras y
Psicologos(Protectores del Orden)

1. “Los primeros asilos fueron creados en Gran Bretaña por la aristocracia para impedir que sus
miembros “desviados” disiparan su fortuna. El diagnostico de locura ha sido, y sigue siendo, un medio
para desembarazarse de los que molestan. El loco es el que perturba, cuestiona, acusa.
Si la esquizofrenia es una enfermedad del cerebro como, digamos, la enfermedad de Parkinson, o la
enfermedad de Alzheimer, o la esclerosis múltiple, ¿cómo es que en muchos países hay leyes especiales
de salud mental que obligan al internamiento o al tratamiento forzado de los llamados esquizofrénicos?

2. La psiquiatrización del crimen ha dado origen al mito del paciente mental peligroso: con bastante
frecuencia los medios masivos de comunicación informan sobre un crimen al que, enseguida y tras la
entrevista a un psiquiatra o psicólogo, se le asigna el calificativo de trastorno mental. Aunque no hay
ninguna evidencia de que los llamados pacientes psiquiátricos son más peligrosos que los “normales”.
Se ha hablado de una “fabricación de locura” para designar aquella práctica que consiste en asignar
etiquetas psiquiátricas -rotular- a personas que son extrañas, que plantean un desafío o que representan
una supuesta plaga social. En este desenfreno estigmatizador, los psiquiatras orgánicos no son menos
culpables que Freud y sus seguidores, cuya invención del inconsciente.

3. Para comprender el papel de la enfermedad mental en nuestra sociedad, conviene saber que nos
encontramos en presencia de un fenómeno religioso, no científico. El diagnóstico de “locura”, añade
Szasz, ha sustituido, en nuestra civilización occidental, a la “posesión”. La bruja y los poseídos
molestaban, y eran, por tanto, eliminados por los inquisidores en nombre de la verdadera fe. Hoy, los
psiquiatras son los nuevos inquisidores, y proceden a una eliminación semejante, pero ahora en nombre
de la “verdadera” ciencia. Antaño se creía en la religión; hoy en la ciencia.
¿Por qué no aceptar que en el hombre hay, como dirá Freud, pulsiones Thanaticas; destructivas y
autodestructivas; y que puede ser un animal asesino? La resistencia a reconocer todo esto responde a
nuestro narcisismo primario, como a la excesiva medicalización de nuestra sociedad, la que ha
conducido a considerar la apelación a la locura como un atenuante en lo que se ha dado en llamar la
humanización de la pena. Pero lo cierto es que en la historia han existido muchos asesinos y nadie ha
dicho que eran “enfermos”, nadie dijo que Caín estaba enfermo cuando mató a Abel. Hitler que mató a
millones de judíos, era de hecho un personaje popular, el líder de Alemania, aclamado en los mítines;
después, mucho más tarde, se dijo que estaba loco; lo cual vendría a ser un atenuante para tanta
atrocidad.

4. Por último, cuando seguimos hablando de trastornos mentales, tenemos en mente otro tipo de
hechos: los conflictos personales e interpersonales tales como la angustia, la ambición, las dificultades
o desviaciones sexuales, las desavenencias familiares, las fobias, las inhibiciones y demás problemas
propios de la fragilidad humana; se piensa entonces que la vida es armónica y que los conflictos son
causados por psicopatologías subyacentes que es preciso curar para ser felices. No obstante, parece más
realista aceptar que la vida es, en sí, una ardua construcción, y que lo que llamamos salud mental es,
con más propiedad, la virtud o sanidad espiritual la que no se logra mediante un arduo y tortuoso
camino de aprendizaje, sino más bien con aquella higiene del alma que es la fe, la cual opera mediante
la renovación del espíritu de nuestra mente.

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