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LA IGLESIA

Lectura del santo evangelio según san Lucas (15,1-3.11-32):

EN aquel tiempo, se acercaron a Jesús todos los publicanos y los pecadores a


escucharlo. Y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo:
«Ese acoge a los pecadores y come con ellos».
Jesús les dijo esta parábola:
«Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre:
“Padre, dame la parte que me toca de la fortuna”.
El padre les repartió los bienes.
No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, se marchó a un país
lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente.
Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él
a pasar necesidad.
Fue entonces y se contrató con uno de los ciudadanos de aquel país que lo mandó a
sus campos a apacentar cerdos. Deseaba saciarse de las algarrobas que comían ¡os
cerdos, pero nadie le daba nada.
Recapacitando entonces, se dijo:
“Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me
muero de hambre. Me levantaré, me pondré en camino adonde está mi padre, y le
diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo:
trátame como a uno de tus jornaleros”.
Se levantó y vino a donde estaba su padre; cuando todavía estaba lejos, su padre lo
vio y se le conmovieron las entrañas; y, echando a correr, se le echó al cuello y lo
cubrió de besos.
Su hijo le dijo:
“Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo”.
Pero el padre dijo a sus criados:
“Sacad enseguida la mejor túnica y vestídsela; ponedle un anillo en la mano y
sandalias en los pies; traed el ternero cebado y sacrificadlo; comamos y celebremos
un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido y lo
hemos encontrado”.
Y empezaron a celebrar el banquete.
Su hijo mayor estaba en el campo.
Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la música y la danza, y llamando a uno de
los criados, le preguntó qué era aquello.
Este le contestó:
“Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha sacrificado e! ternero cebado, porque lo ha
recobrado con salud”.
Él se indignó y no quería entrar, pero su padre salió e intentaba persuadirlo.
Entonces él respondió a su padre:
“Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí
nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; en cambio,
cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, le
matas el ternero cebado”.
El padre le dijo:
“Hijo, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero era preciso celebrar un
banquete y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba
perdido y lo hemos encontrado”».
DINAMICAS

Marcos 10:46-52 Reina-Valera 1960


(RVR1960)
El ciego Bartimeo recibe la vista

(Mt. 20.29-34; Lc. 18.35-43)


46 Entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él y sus discípulos y una gran
multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino
mendigando.
47 Y oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces y a decir: !!Jesús,
Hijo de David, ten misericordia de mí!
48 Ymuchos le reprendían para que callase, pero él clamaba mucho más: !!Hijo
de David, ten misericordia de mí!
49 Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al ciego,
diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama.
50 El entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús.
51 Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo:
Maestro, que recobre la vista.
52 Y
Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y
seguía a Jesús en el camino.

Explicación:
Se forma grupo de 4 personas dentro de las 4 personas fariseo, discípulo, ciego y una
persona que no ha sido sanada, dentro del grupo entre ellos eligen que personaje
quieren ser, después se hace un círculo grande, de ahí se elige a cualquier personaje
y va a contar su historia de acuerdo al versículo
QUE ES LA IGLESIA
Conjunto de personas que profesan la religión cristiana. Parte de este conjunto de
personas definido por un rito litúrgico, un territorio, una época, una doctrina o la
persona que la ha organizado o dirigido doctrinalmente. La iglesia suele ser
denominada como la “casa de Dios” ya que, si bien éste es omnipresente, es en los
templos donde la comunidad cristiana se reúne a orar y a participar de rituales como
la misa. Abadía, basílica, catedral, capilla, convento, monasterio y parroquia son
diferentes nociones vinculadas a los tipos de iglesia o templos. sí, nos encontramos
con la expresión iglesia catedral, que se usa para definir al templo en el que el obispo
tiene su sede. Como comunidad en general, la iglesia es el conjunto de todos los
cristianos que han recibido el sacramento del bautismo

10 COSAS QUE PROHIBE LA IGLESIA


1) Cortes de pelo redondos.
Nos vemos en el infierno, Beatles… y / o niños con cortes surfista o (mi favorito)
cortes a tope.

2) Fútbol americano.
Al menos, la versión pura de fútbol, en el que juegas con balones de piel de
cerdo. Los balones sintéticos modernos son feos y resbaladizos de todos modos.

3) Adivinación del futuro.


Antes de llamar a un número 900 (por cierto, ¿Acaso la gente todavía llama a
estos números 900?), Leer su horóscopo o abrir una galleta de la fortuna, ¿se
da cuenta que está en graves problemas si lo hace?

4) Sacarla.

La Biblia no promueve demasiado en el control de la natalidad… es claramente


pro-poblar, pero, cuando fue escrita, en realidad nadie anticipó el condón o la
esponja, por lo que aquellos no recibieron prohibiciones específicas.
Pero… ¡si prohíbe “sacarla”!
Uno de los más famosos versículos de la Biblia orientada a la sexualidad… es el
que se utiliza como retórica… es en realidad anti-sacarlo.

5) Tatuajes prohibidos.
No a los tatuajes.

6) Divorcio
La Biblia es muy clara en este punto específico: NO DIVORCIOS. No puedes
hacerlo, simplemente no puedes. Porque cuando te casas con alguien, de
acuerdo a Marcos 10:8 “los dos serán una sala carne; así que no son ya dos,
sino uno”, mientras Marcos 10:9 dice “por tanto, lo que Dios juntó, que no lo
separe el hombre”
Y eso no es todo, el buen Marcos se pone aún más pesado en algunos versículos
después…

7) Entrada de bastardos y castrados a la iglesia


A las “sagradas Escrituras” poco le importa si se trata de alguien castrado o que
haya perdido alguna de sus “joyas” por cáncer, la Biblia no es tan específica,
sólo dice que no puedes entrar y punto.

8) Vestir con Oro y decoro.

9) Langostas, camarones y almejas: Mariscos!

Levítico 11:10
Pero todos los que no tienen aletas ni escamas en el mar y en los ríos, así de
de todo lo que se mueve como de toda cosa viviente que está en las aguas, los
tendréis en abominación

De hecho Levítico 11 prohíbe UN MONTÓN de animales de ser comidos (que es


la base de la comida Kosher); además de mariscos y puerco, también dice que
no se debe comer camello, damán, conejo, águila, buitre, halcón, halcón, cuervo,
el avestruz, lechuza, la gaviota, el gavilán, la cigüeña, la garza, insectos alados
que caminar en cuatro patas, el oso, el ratón, lagarto, gecko, el cocodrilo, el
camaleón y el caracol.
Lo siento si arruiné totalmente sus planes de ir a comer sushi este fin de semana.
Ver:
La Zoología en la Biblia. Entre Conejos rumiantes, Murciélagos con plumas e
Insectos de 4 patas.

10) Que su esposa lo defienda en una lucha apretando los genitales de su


atacante.
No es broma.

LA MISA
La misa consta de dos partes necesariamente unidas y correlativas que se
influyen mutuamente, como estructuras de un todo. Así se complementan la
liturgia de la palabra y la liturgia eucarística, dentro de la unidad se entrada en
la consagración.

Hay una sola presencia de Cristo en su iglesia, en una doble


manifestación: Cristo está moralmente presente en la asamblea orante, cuando
se lee y se anuncia la Sagrada Escritura. Cristo está personalmente presente
cuando se realiza el sacramento del Eucaristía.

Cristo está presente en toda la celebración sacramental como el único


Sacerdote de la Nueva Alianza.

Cristo está real y personalmente presente en la celebración del Eucaristía


como víctima que se ofrece por el ministerio de sus Sacerdotes, que obran o
presiden como sus instrumentos.

Por tanto, la estructura actual de la Misa tiene dos partes principales,


correspondientes e integrantes de un todo: LITURGIA DE LA PALABRA y
LITURGIA EUCARÍSTICA.

En la ordenación general del Misal Romano se declara: " La Misa consta


en cierto sentido de dos partes: la liturgia de la Palabra y la liturgia Eucarística,
tan estrechamente unidas entre sí que constituyen un solo acto de culto, ya
que en la Misa se dispone la mesa, tanto de la Palabra de Dios como el
Cuerpo de Cristo, en la que los fieles encuentran formación y refección. Otros
ritos pertenecen a la apertura y conclusión de la celebración ".

Los dice también el Vaticano II: "Las dos partes de que consta la Misa, a
saber: la liturgia de la Palabra y la Eucarística, están tan íntimamente unidas,
que constituyen un solo acto de culto ".

ESTRUCTURA DE LA MISA

A. RITOS DE APERTURA
Podemos considerar como una pequeña parte preparatoria, la que se
constituye con los ritos de apertura, cuya finalidad es "hacer que los fieles
reunidos constituyan una comunidad y se dispongan a oír como conviene la
palabra de Dios y a celebrar dignamente la Eucaristía ".

"Por tanto, la Iglesia, con solicitó cuidado, procura que los cristianos no
asistan a este misterio de fe como extraños y mudos espectadores, sino que,
comprendiéndolo bien a través de los ritos y oraciones, participen consciente,
piadosa y activamente en la acción Sagrada, sean instruidos con la palabra de
Dios, se fortalezcan en la mesa del Señor, den gracias a Dios, aprendan a
ofrecerse así mismos que al ofrecer la hostia Inmaculada no sólo por manos
del sacerdote, sino juntamente con él; se perfeccionen día a día por Cristo
Mediador en la unión con Dios y entre sí, para que, finalmente, Dios sea todo
en todos ".

Sobre los ritos esenciales que son como las vértebras de la celebración,
aparecen los ritos complementarios. Los podemos separar así:

1. INTROITO
2. ACTO PENITENCIAL
3. KYRIE ELEISON-SEÑOR, TEN PIEDAD
4. GLORIA
5.ORACIÓN COLECTA

1. Introito
Iglesia quiere decir reunión. Por eso su manifestación vital es el momento
en que se encuentran sus fieles reunidos.
El INTROITO, antífona o canto de entrada acompaña la procesión del
celebrante o concelebrantes y los ministros, hacia el altar. Puede utilizarse
para este canto el texto de la antífona que trae el propio de la misa del día, o "
en su lugar otro canto acomodado a la acción Sagrada o a la índole del día o
del tiempo ".
Si no se canta, los fieles, un lector o el mismo celebrante lo recitan.
El sacerdote besa el altar, que representa a Cristo.
Después de venerar el altar y hacer la señal de la Cruz, el celebrante dirige
el saludo a la asamblea de los fieles, y él u otro ministro puede hacer una
brevísima admonición, para centrar la devoción explicando la festividad del día,
por la liturgia eucarística.
Puede un comentador, por medio de discretas intervenciones bien
preparadas, centrar la atención de los fieles.

2. Acto Penitencial
Después del Introito sigue el acto PENITENCIAL que realiza toda la
comunidad con la confesión general y se termina con la absolución del
sacerdote.
El Misal tiene tres fórmulas para el acto PENITENCIAL, precedidas por una
admonición y un espacio de silencio para propiciar el arrepentimiento. La
primera es una recitación comunitaria de la redacción nueva del confiteor: " yo
confieso, ante Dios todopoderoso y ante vosotros, hermanos... ", la dicen el
celebrante y los fieles.
La segunda fórmula está constituida por el silencio y la recitación de dos
versículos en que se invoca la misericordia del Señor.
La tercera tiene tres súplicas con las respuestas: Señor, ten piedad de
nosotros; luego, Cristo, ten piedad de nosotros; y Señor, ten piedad nosotros.
Cuando se utiliza esta fórmula, no se dicen los Kyries (Señor, ten piedad), que
están incluidos en el contexto.
Ya hemos dicho que los tres ritos que penitencial una confesión general,
terminan con la absolución dada por el Sacerdote.

3. Kyrie Eleison-Señor, ten piedad.


Después del acto penitencial, dependiendo de la forma del acto penitencial,
se dice o se canta el Señor, ten piedad que antes estaba constituido por nueve
aclamaciones a modo de jaculatorias y ahora se reduce a seis.
La traducción aprobada para México dice: Señor, ten piedad de nosotros;
después, Cristo, ten piedad de nosotros; y luego, Señor, ten piedad de
nosotros, dos veces cada invocación.
Esta fórmula tradicional de aclamación, más bien cristológica que trinitaria,
siempre se dice o se canta, a no ser que se haya utilizado en el rito penitencial
con la tercera forma del acto penitencial.

4. Gloria.
El Gloria es un antiguo canto de alegría, ya utilizado en el siglo II, en el que
se alaba a Dios Padre y a su Hijo, el Cordero que quita los pecados del mundo.
Puede recitarse o cantarse, en un solo coro o alternado en dos grupos.
Se utiliza los domingos fuera del tiempo de Adviento y Cuaresma; en las
solemnidades y fiestas y en algunas celebraciones de especial importancia.

5. Oración colecta.
Termina el rito de entrada con una oración llamada colecta, que precedida
de un silencio recoge las oraciones de los fieles y luego propone la intención
de la celebración eucarística, concluyendo con la fórmula larga o plena, que
invoca intercesión de Nuestro Señor Jesucristo, por sobre toda otra mediación.
El pueblo congregado da su asentimiento con la palabra Amén, que
significa Así sea.
La Ordenación General dispone que en la Misa se diga una sola oración
colecta, y esto vale también respecto a la oración sobre las ofrendas, y la
postcomunión, que es la oración final del propio de cada día.

B. LITURGIA DE LA PALABRA.
Jesucristo, además de cantar los salmos, habló a sus discípulos,
recordándoles sus enseñanzas.
Los primeros cristianos injertaron en esta parte la lectura de los profetas,
de las cartas de los Apóstoles y los evangelios. Según las prescripciones del
Vaticano II en el nuevo ritual se han distribuido las partes más significativas de
la Biblia, para que se lean en las Misas, en un ciclo rotativo de tres años.
En los domingos y días festivos se antepuso a la lectura de la Epístola y
del Evangelio, otra lectura bíblica que puede tomarse del Antiguo Testamento
o de los Hechos de dos Apóstoles. La primera parte de la Celebración
Eucarística se compone de:

1. Lectura de la Sagrada Escritura


2. Cantos de meditación, Aleluya -Secuencia-, Evangelio.
3. Homilía
4. Profesión de la fe, y
5. Oración Universal, -Oración de los fieles-.

Ayuda perfecta unión en todos estos elementos: llega a los fieles la palabra
de Dios por las lecturas bíblicas; los cantos de meditación sirven para afianzar
el mensaje, que luego se desarrolla en la Homilía, se proclama la aceptación
personal por el Credo, y se pide la ayuda divina en la Oración Universal.

1. Lecturas bíblicas.
Nunca como ahora se había servido en la mesa eucarística el manjar de la
palabra de Dios que, anunciada a cada pueblo directamente en su propia
lengua, propicia mayor comprensión y más saludables frutos.
" Cuando se lee en la Iglesia la Sagrada Escritura es Dios mismo quien
habla su pueblo, y Cristo presente en su palabra, quien anuncia el evangelio ".
La primera lectura se toma del Antiguo Testamento o de los Hechos de los
Apóstoles. La segunda esta alguna carta del Nuevo Testamento, y tiene
relación con la fiesta de o con el Evangelio del día.
El lector comienza -sin decir " primera lectura ", ni " segunda lectura "-
anunciando el título del libro y del Autor del que se toma el texto: "Lectura del
Profeta Ezequiel " o " De la Carta de San Pablo a los Romanos "... Termina
diciendo: " Esta es Palabra de Dios ". Los fieles responden: " Te alabamos,
Señor ".

2. Cantos interleccionales-aleluya- secuencia. Evangelio.


Acabada la primera lectura, sigue el Salmo Responsorial o gradual, que es
parte integrante de la liturgia de la palabra.
Después del salmo gradual, o de la segunda lectura si la hay, se canta un
verso de algún salmo que, fuera del Adviento o de la Cuaresma se alegra con
el aleluya, como preparación a la proclamación del evangelio.
El salmo después de la lectura, si no se canta, se recita. El aleluya y el
verso que preceden al evangelio, si no se cantan, pueden omitirse.
"El conjunto de lecturas dominicales -dice el Papa Pablo VI- ha sido
distribuido en un ciclo de tres años ", a fin de que se vean, a largo de esta
época cíclica, los textos más importantes de la palabra de Dios escrita en los
libros sagrados.
Las secuencias son poesías religiosas que aparecen en la Misa de la Edad
Media como apéndice del aleluya.
Fuera de los días de pascua y pentecostés, no obliga recitarlas o cantarlas.
Un laico puede hacer él las dos primeras lecturas. El evangelio ha de ser leído
por un Díacono o por el Sacerdote.
Aquí se distribuyen los oficios del " Lector ", que puede ser distinto del "
Salmista ", que proclama o canta el salmo entre las lecturas.
El que proclama el evangelio dice al final: Palabra del Señor, y contestan
los fieles con esta aclamación: Gloria y honor a Ti, Señor Jesús.

3. Homilía.
La homilía viene a ser una parte casi exigida de la liturgia de la palabra; "
es una proclamación de las maravillas obradas por Dios en la historia de la
salvación o misterio de Cristo, que está siempre presente y obra en nosotros
particularmente en las celebraciones litúrgicas ".
Debe basarse en la misma palabra de Dios para que resulte una
explanación del mensaje. Puede también fijarse en algún aspecto especial de
la Sagrada Escritura o de bien otros textos de la Misa, o en las particulares
necesidades de los oyentes.
"La Homilía corresponde al Sacerdote o al Díacono ". En la celebración de
la Misa, no debe normalmente ser pronunciada por laicos. Ellos pueden
oportunamente intervenir pero no " hacerlo como si fueran presidentes ".

4. Profesión de fe.
Después de oír la palabra de Dios en las lecturas y su explicación en la
predicación, el pueblo da su asentimiento al mensaje y proclama su fe con el
Credo, símbolo o profesión de fe, que se debe decir o cantar los domingos y en
las solemnidades.
Deben decirlo juntos el Sacerdote y el pueblo.
Si se canta puede ser en un solo coro o alternativamente.

5. Oración universal.
No es la llamada Oración de los Fieles una oración de los laicos, sino la
oración del pueblo Santo y se le llama por eso Oración Universal; la inicia el
Sacerdote desde la sede o el ambón. Se debe hacer siempre que hay
asistencia del pueblo.
La Oración universal contiene tres elementos: la introducción del
celebrante; las súplicas que puede hacer un ministro, o algunos fieles, y la
conclusión, que toca al celebrante.

C. LITURGIA DE LA EUCARISTIA
Esta tercera parte es la principal de la Misa.
Los elementos principales de esta segunda parte de la Misa son:
1. La preparación de los dones.
2. La plegaria eucarística.
3. El rito de la comunión, y
4. El rito de despedida.

1. La preparación de los Dones.


La Celebración Eucarística, como ya hemos dicho, está ordenada con las
mismas acciones de Jesucristo en la Ultima Cena.
Se prepara el altar, centro de la liturgia; se colocan el corporal, el
purificador, el cáliz, el Misal.
A continuación se presentan las ofrendas; el pan y el vino.
Es la hora de aportar también dinero para los gastos de la Iglesia.
Mientras se presentan los dones se tiene el canto de la Antífona del
Ofertorio, que se omite si no se canta.
Si hay canto, el Sacerdote dice en secreto las oraciones de presentación
de las ofrendas. Si no hay canto, las recita en voz alta y los fieles las concluyen
con la aclamación: Bendito seas por siempre, Señor.
Después de hacer el Sacerdote la oración de presentación de las ofrendas,
puede incensar los dones y el altar. Se lava enseguida las manos en señal del
deseo de purificación interior; y concluye la preparación con una invitación:
Orad, hermanos, para que este sacrificio mío y de ustedes, sea agradable a
Dios, Padre Todopoderoso, que tiene una respuesta de la asamblea: El Señor
reciba de tus manos este sacrificio para alabanza y gloria de su Nombre, para
nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.
El Sacerdote dice o canta la oración sobre las ofrendas, final de esta
liturgia preparatoria. El pueblo responde Amén.

2. Plegaria Eucarística.
La plegaria eucarística costa de estas partes.
a. Acción de gracias -Prefacio-,
b. Aclamación -Santo-,
c. Invocación -Epiclesis-,
d. Narración de la Institución -Consagración-Anáforas-,
e. Recordación -Anámnesis-,
f. Oblación,
g. Intercesiones -Conmemoraciones-,
h. Doxología,
i. Comunión,
j. Oración final.

a. Acción de gracias -Prefacio-,


Esta parte está integrada por el Prefacio, en que el Sacerdote " en nombre
de todo el pueblo santo, glorifica a Dios Padre y le da las gracias por toda la
obra de la salvación o por alguno de sus aspectos particulares, según las
variantes del día o del tiempo ".

b. Aclamación -Santo-,
El Santo es una aclamación triunfal que hace todo el pueblo con el
Sacerdote. Puede cantarse.

c. Invocación -Epiclesis-,
El nombre viene del griego: epicaleo, apicalumai; significa invocar, llamar.
Es una invocación del poder divino sobre los dones del pan y vino que han
ofrecido los hombres, para que se conviertan en Cuerpo y Sangre de Cristo.

d. Narración de la Institución -Consagración-Anáforas-,


La Anáfora constituye la parte esencial de la Misa, que se titula en la
estructura general oración eucarística; corresponde al Canon del Misal
Romano.
Anáfora es una palabra griega que indica la acción de elevar, la actitud de
levantar la ofrenda con las manos.

e. Recordación -Anámnesis-,
Inmediatamente después de la elevación de la hostia y del cáliz
consagrados, el Sacerdote suscita la Anámnesis, -aclamación- de los fieles,
con las palabras: hermanos, éste es el Sacramento de nuestra fe.
La respuesta es una verdadera aclamación de la asamblea que se sabe
unida con el celebrante y acepta a nivel comunitario la nueva alianza, que se
está celebrando.
Hay cuatro textos diferentes:
1. Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor
Jesús!
2. Cada vez que comemos de este pan y debemos de este cáliz
anunciamos tu muerte, Señor, hasta que vueltas.
3. Por tu Cruz y resurrección, nos has salvado, Señor.
4. Cristo ha muerto, Cristo ha resucitado, Cristo vendrá de nuevo.

f. Oblación,
En este momento se realiza de presentación " por la que la Iglesia, en este
memorial, sobre todo la Iglesia aquí y ahora reunida, ofrece al Padre, en el
Espíritu Santo, la hostia Inmaculada. La Iglesia pretende que los fieles no sólo
ofrezcan la hostia Inmaculada, sino que aprendan a ofrecerse a sí mismos, y
que de día en día perfeccionen por la mediación de Cristo, la unidad con Dios y
entre sí, de modo que se realice aquello de DIOS TODO EN TODOS ".

g. Intercesiones -Conmemoraciones-,
La Eucaristía se ofrece por toda la humanidad. Aquí se repiten las
intenciones generales y particulares de la oblación.
La celebración es de toda la Iglesia celeste y terrena en Cristo. Por eso hay
aquí una petición por todos los vivos y difuntos, y se pide la intercesión de la
Virgen Santísima, de los apóstoles, de los santos, para formar coro de
alabanza y una gran petición universalista que desemboca en la doxología.

h. Doxología,
Terminan las Anáforas cuando el sacerdote eleva la hostia y el cáliz y hace
una Doxología -alabanza-, diciendo:
Por Cristo de, con El y en El, a Ti, Dios Padre Omnipotente en la unidad
del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos.

i. Comunión,
La Misa queda incompleta si no hay Comunión. La participación de los
fieles en ella llega a la plenitud y perfeccionamiento cuando comulga el Cuerpo
y Sangre de Cristo en su Misa.
Y es la Comunión dentro y no dentro de la Misa, la que da esa expresión
de participación en función del sacrificio-banquete. Oblación a Dios y comida
para enriquecer la vida espiritual en el banquete Pascual.
Insistimos en que la más verdadera y efectiva participación de los fieles en
la Misa, no es el canto, o el escuchar la palabra de Dios, o el hecho de formar
la asamblea orante, sino el recibir a Jesucristo en su realidad de alimento
eucarístico.

j. Oración final.
Reza el Sacerdote una última oración que cierra la celebración y recuerda
la idea particular de la Misa que se acaba de celebrar.

D. RITO DE DESPEDIDA
Con un ritual sencillo y breve termina la Misa. Un último saludo, la
bendición al pueblo y la despedida: Vayamos en paz, la Misa ha terminado, o
bien Vayamos en paz a servir a Dios y a nuestros hermanos.
Los fieles responden: Demos gracias a Dios.

Primera lectura
Lectura de la profecía de Miqueas (7,14-15.18-20):

PASTOREA a tu pueblo, Señor, con tu cayado,


al rebaño de tu heredad,
que anda solo en la espesura,
en medio del bosque;
que se apaciente como antes
en Basán y Galaad.
Como cuando saliste de Egipto,
les haré ver prodigios.
¿Qué Dios hay como tú,
capaz de perdonar el pecado,
de pasar por alto la falta
del resto de tu heredad?
No conserva para siempre su cólera,
pues le gusta la misericordia.
Volverá a compadecerse de nosotros,
destrozará nuestras culpas,
arrojará nuestros pecados
a lo hondo del mar.
Concederás a Jacob tu fidelidad
y a Abrahán tu bondad,
como antaño prometiste a nuestros padres.

Palabra de Dios
Salmo
Sal 102,1-2.3-4.9-10.11-12

R/. El Señor es compasivo y misericordioso

V/. Bendice, alma mía, al Señor,


y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios. R/.

V/. Él perdona todas tus culpas


y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa,
y te colma de gracia y de ternura. R/.

V/. No está siempre acusando


ni guarda rencor perpetuo;
no nos trata como merecen nuestros pecados
ni nos paga según nuestras culpas. R/.

V/. Como se levanta el cielo sobre la tierra,


se levanta su bondad sobre los que lo temen;
como dista el oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestros delitos. R/.

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