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PENAL I
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En el preámbulo vemos como se enfatiza sobre: afianzar la justicia,
promover el bienestar general, asegurar la justicia.
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Del principio de legalidad surgen diversas garantías, las que también deben exigirse
respecto de la imposición de medidas de seguridad:
2 cuestiones: -
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Problema de las leyes penales en blanco y tipos penales abiertos.
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A) La determinación legal de los hechos punibles: el hecho punible no se limita a la
definición formal de los hechos delictivos, sino que comprende todos los
presupuestos legales de la pena como son el disvalor jurídico del hecho definido (su
antijuridicidad), la reprochabilidad a su autor (su culpabilidad) y la posibilidad de su
castigo en el caso concreto (su punibilidad).
B) La determinación legal de las penas correspondientes: no se satisface con la
simple declaración de que el hecho debe ser castigado o que merece una pena,
sino que demanda la determinación concreta de la pena conminada para cada
delito. Esto requiere que la pena esté directamente referida al respectivo hecho
delictivo y que esté individualizada por su especie y medida. Tratándose de penas
medibles por razón del tiempo, basta que la ley señale si es temporal o perpetua.
Las penas medibles en razón de su cantidad deben estar siempre determinadas en
su monto. -
Este principio, por el que se prohíbe perseguir penalmente más de una vez por el mismo hecho,
tiene garantía de rango constitucional a partir de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos (Art. 8. 4) y del Pacto de Derechos Civiles y Políticos (Art. 14.7), incorporados a la
Constitución Nacional (el artículo 75º inciso 22).
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defensa (art. 18 CN). Se prohíbe un nuevo juzgamiento tanto, cuando en
uno anterior, sobre los mismos hechos, ha recaído absolución o condena.
Ello es así toda vez que las leyes penales solo alcanzan a los hechos cometidos
durante su vigencia, es decir durante el período comprendido desde su entrada en
vigencia hasta el momento de su derogación, no pudiendo aplicarse de manera
retroactiva.
Sin embargo este principio general de aplicar la ley vigente al momento en que el
delincuente hizo la materialización de su voluntad delictiva, tiene excepciones de
raigambre constitucional fundadas en la aplicación de ley más benigna, esto es la
retroactividad y la ultraactividad.
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La validez temporal de la ley penal exige determinar cuál es el momento de
comisión del delito, a los fines de establecer cuál era ley vigente en ese momento y
en consecuencia la aplicable al caso. A diferencia de la legislación comparada en
nuestro ordenamiento jurídico no se encuentra previsto de manera expresa dicho
criterio, sin embargo la doctrina sostiene que debería tenerse en cuenta: ـEn el caso
de tipos de comisión: el momento de ejecución de la acción; ـEn el caso de tipos de
omisión, el momento en que debía realizarse la acción omitida. Sin embargo la
determinación del momento de comisión del delito, resulta problemática frente al
caso de un “delito continuado”, es decir el formado con un solo delito a partir de
sucesivos hechos dependientes, idénticos y similares que se extienden en el tiempo;
o frente a un “delito permanente”, el cual no se concluye con la realización del tipo,
sino que se mantiene, por la voluntad delictiva del autor tanto tiempo como subsiste
en el estado antijurídico creado por él. En estos casos determinar cuál es el
momento de comisión del delito resulta esencial en el caso de que, mientras se
están cometiendo los hechos se presenta una sucesión de leyes penales. Ejemplo:
Juan priva ilegítimamente de la libertad a Roberto a principios del mes de enero
hasta fines marzo. En enero estaba en vigencia una ley que no agravaba la pena
por el tiempo de privación de la libertad y en marzo entra a regir una nueva ley que
agrava la pena cuando la privación de la libertad es mayor a 30 días. En estos casos
¿Cuál es el momento de comisión del delito?: ـ
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Otros (en posición mayoritaria) sostienen que debe aplicarse la ley más benigna
existente al comienzo de la actividad voluntaria por sobre la más gravosa vigente al
momento en que los actos delictivos dejan de cometerse. De modo que toman en
cuenta el comienzo de la actividad voluntaria. Postura compartida por Fontán
Balestra, De la Rua y Zaffaroni.
“…Si la ley vigente al tiempo de cometerse el delito fuera distinta de la que existía
al pronunciarse el fallo o en el tiempo intermedio, se aplicará siempre la más
benigna. Si durante la condena se dictare una ley más benigna, la pena se limitará
a la establecida por esa ley…”
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EJE TEMATICO Nro. 2
¿Para qué sirve la Teoría Del Delito? Es decir, ¿Cuál es el fin de la Teoría Del
Delito?
La Teoría Del Delito sirve para verificar si están dados los elementos del delito
para requerir a los tribunales o jueces penales una respuesta que habilite el
ejercicio de poder punitivo del Estado.
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Las categorías de la estructura del delito.
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El Código Penal, asienta la responsabilidad delictiva en la posesión por parte del autor de la
conciencia de la criminalidad de su acto y en su posibilidad de dirigir su acción y de determinarse
con libertad.
Una de las principales funciones del concepto de acción es servir de límite o filtro para seleccionar
previamente las acciones que pueden ser relevantes para el Derecho penal. El concepto de acción
ha experimentado una evolución en la que se han entremezclado puntos de vista filosóficos,
político-criminales y dogmáticos.
Positivismo jurídico o sistema clásico: Von Liszt define por primera vez el concepto de acción
como “toda conducta humana voluntaria que causa un cambio en el mundo exterior”.
1) Manifestación de voluntad: Toda conducta del hombre comisiva u omisiva que, libre de
violencia física o psicológica, está determinada (motivada) por las representaciones.
Consiste en la intervención muscular proveniente de centros superiores del cerebro. No
debe confundirse esta manifestación de voluntad con su contenido, que pertenece al
campo de la culpabilidad. El causalismo generó una voluntad sin contenido.
2) Resultado: Cambio en el mundo exterior causado por la manifestación de voluntad o la no
mutación de ese mundo externo, por la acción esperada y que no se ejecuta.
Acción humana es ejercicio de actividad final (Wezel). La finalidad o el carácter final de la acción se
basa en que el hombre, gracias a su saber causal, puede prever, dentro de ciertos límites, las
consecuencias posibles de su actividad, ponerse fines diversos y dirigir su actividad, conforme a su
plan, a la consecución de estos fines; “actividad final es un obrar orientado conscientemente desde
el fin”, mientras que el acontecer causal no está dirigido desde el fin, sino que es la resultante causal
de los componentes causales existentes en cada caso. Por eso la finalidad es “vidente”, y la
causalidad “ciega”.
1. La primera transcurre totalmente en la esfera del pensamiento. Empieza con la anticipación (el
proponerse) del fin, que el autor quiere realizar. De ello sigue la selección de los medios de la acción
para la consecución del fin. El autor determina los factores causales que son requeridos para el logro
del mismo.
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2. De acuerdo con la anticipación mental del fin y la elección de los medios, el actor efectúa su acción
en el mundo real. Pone en movimiento, conforme a su plan, los medios de acción escogidos con
anterioridad, cuyo resultado es el fin. La segunda etapa de la dirección final se lleva a cabo en el
mundo real.
3-Forma de conducta:
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del campo de la culpabilidad. vemos que el casualismo genero
una voluntad sin contenido, esto fue lo primero que se le cuestiono
a estos autores..
Factores externos:
Fuerza fisica irrestible: vis absoluta: fuerza tal que haga la sujeto incapaz de
dirigir sus movimientos, osea lo hace obrar mecánicamente.
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Movimientos Reflejos o involuntarios: es la actividad o no que se llega por una
exitacion de los nervios motores debidamente a un estimulo fisiológico-
coprporal interno o externo ajeno a la impulsión voluntaria de la persona.
El sujeto realiza una conducta que podrá ser típica según las circuntancias. Ej
señalero ferrocarril que toma un narcotico parra no hacer las señales y
provacar un desastre, en ese caso provoca el estado de inconciencia que es
causa directa del resultado.
LA TIPICIDAD
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formal del hecho punible…….la figura penal es ….el que haga esto…o el
que no haga esto……
no debe confundirse el tipo con el art, inciso, parte o dispocion legal que
permite en todo caso estos determinar que la conducta objeto de examen
coincide con la descripción abtracta contenida en la ley penal. Entonces
queda claro que si realizo dicho análisis es que la conducta descripta es
de resultado negativo porque el comportamiento en cuestión no se
adecua al respectivo tipo delictivo entonces estamos en presencia de la
atipicidad.hot
La tipicidad es el resultado de un juicio mental llevado a cabo por el intérprete o juez que permite
determinar que la conducta objeto de examen coincide con la descripción abstracta contenida en la
ley penal. Por el contrario, si realizado dicho procedimiento surge que el resultado es negativo
porque el comportamiento en cuestión no se adecúa al respectivo tipo delictivo, se dirá que estamos
en presencia de atipicidad.
TIPO OBJETIVO.
El tipo objetivo comprende el aspecto externo del comportamiento humano prohibido por la norma,
que abarca no sólo su descripción abstracta sino también valoraciones de distinta índole. Se excluye
lo que se encuentra situado dentro de la esfera anímica del autor, que corresponde al tipo subjetivo.
Los tipos de lesión requieren la constatación de que la acción y el resultado se encuentran en una
relación que permita afirmar que el resultado es el producto de la acción. La problemática de la
causalidad plantea el interrogante sobre cuándo una modificación en el mundo exterior, relevante
desde el punto de vista penal, puede serle atribuida a una persona, endilgándole a su accionar el
“mote” de causa.
El punto de vista clásico afirmaba que un resultado era producto de una acción cuando ambos
estaban unidos por una relación de causalidad en sentido natural. En la actualidad tiende a
imponerse la imputación objetiva del resultado, pues lo decisivo no es ya la causalidad desde el
punto de vista natural, sino la relación causal que resulta relevante para lo ilícito de acuerdo con
criterios deducidos de la naturaleza de la norma y de su finalidad protectora de bienes jurídicos.
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La teoría de la imputación objetiva establece la necesidad de determinar la confluencia de dos
niveles o escalones:
Se ejemplifica diciendo que conducir un automóvil constituye una conducta peligrosa, pero si el
autor produce lesiones corporales a otra sin haber infringido los reglamentos de tránsito,
manteniéndose dentro del riesgo permitido, el resultado no le será objetivamente imputable.
Tampoco será objetivamente imputable cuando se dé la acción de regreso, como en el caso de un
comerciante que, cumpliendo con los recaudos legales que lo autorizan, vende un rifle a un
comprador aparentemente normal; por ello no les imputable objetivamente el homicidio que el
comprador ejecuta usando el arma.
Clases:
Tipos de pura actividad: sólo requieren el comportamiento del autor, sin exigir un resultado
separable de aquél. Ej.: violación de domicilio, art. 150 C.P.
Tipos de resultado: aquellos en donde la modificación sensible del mundo exterior, está
separada espacial y temporalmente de la acción del sujeto. Ej.: para que se configure el
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homicidio el tipo exige como resultado la muerte de la víctima. El resultado puede consistir: a)
lesión, ó b) puesta en peligro del bien jurídico. Conforme a ello se distingue:
Tipos de lesión: la conducta debe haber producido una lesión del bien jurídico
mediante el daño o la modificación del objeto material sobre el cual recae. Ej.: el aborto
requiere la muerte del feto.
Tipos de Peligro: resulta suficiente que el bien jurídicamente protegido haya sido
puesto en riesgo de sufrir la lesión que se quiere evitar. El Peligro puede ser: Concreto:
se produce la posibilidad real y efectiva de lesión al bien jurídico. (Ej.: disparo de arma de
fuego, art. 104 C.P.; incendio, art. 186 C.P). Abstracto: el tipo se limita a describir un
comportamiento que generalmente representa en sí mismo un peligro para el bien
jurídico (Ej.: envenenar o adulterar aguas potables, Art.104 C.P.).
TIPO SUBJETIVO
1- Dolo
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Clases de DOLO
Clases de Omisión
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una determinada acción no las cumple provocando consecuencias
negativas.
CULPA
Quien actúa culposamente causa una acción dañosa pero NO tiene intención de realizar el TIPO
penal. Es un comportamiento imprudente, negligente, imperito o inobservante de reglamentos o
deberes cuyo cumplimiento corresponde al autor en el caso concreto. La razón de ser de la culpa
reside en la voluntad contraria a la precaución que el autor está obligado a observar en
determinadas circunstancias para no dañar intereses ajenos.
FORMAS DE CULPA:
1) Por su Representación:
• CULPA CONSCIENTE: o con previsión. El sujeto con su acción no busca el resultado aunque
se lo representa como posible, pero confía en que no se dará el resultado. (Imprudencia) se
diferencia del dolo eventual, pues si bien en ambos hay representación, en el dolo eventual hay
asentimiento del resultado, en la culpa consciente no.
2) Por su modalidad:
LA ANTIJURICIDAD
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Se designa a la característica de hecho concreto que torna contradictorio
con el ordenamiento jurídico en general y con las normas jurídicos
penales.
Clases
CAUSAS DE JUSTIFICACIÓN
Las causas de justificación son “situaciones de hecho y de derecho cuyo efecto es excluir la
antijuridicidad” de un hecho típico (Núñez). También se ha considerado como “permisos
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concedidos” por la ley “para cometer en determinadas circunstancias un hecho penalmente típico”
(Jakobs).
Sus fuentes son dos: la ley y la necesidad. La primera porque sólo ella puede declarar lícitas ciertas
acciones típicas, y la segunda porque es na determinada situación episódica – reconocida por el
derecho- la que hace obrar al agente. La necesidad en sí misma es el fundamento de la justificación,
pero debe nacer, reiteramos, de la ley – derecho de necesidad – sea que resulte de una disposición
expresa o de la valoración extraída de la totalidad del ordenamiento vigente.
o LA LEGÍTIMA DEFENSA
Clases
Defensa propia
Existe, entonces, legítima defensa, cuando “el que en defensa de su persona o sus derechos,
empleando un medio racionalmente necesario para impedirlo o repeler una agresión ilegítima y sin
que medie provocación suficiente de su parte, le ocasione un perjuicio a la persona o derechos del
agresor”.
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b. El medio defensivo hace referencia a la conducta desplegada no sólo al concreto
instrumento utilizado. En este aspecto la ley establece un criterio amplio, debiendo tenerse en
cuenta la edad, el sexo, la contextura física, y demás características de las que se puede inferir la
racionalidad de la conducta defensiva dependiendo de los recursos del agredido en ese momento.
Debe guardad proporción con la agresión, caso contrario la defensa se vuelve irracional. Ese medio
defensivo debe utilizarse para impedir o repelar la agresión, por lo tanto debe ser oportuno, esto
es, que se usa para evitar una agresión inminente o para repeler la agresión actual. Por otro lado, la
defensa que se anticipa es agresión y la tardía es venganza, pudiendo concretar un exceso.
La legítima defensa privilegiada es aquella que la ley prevé cuando por razones de tiempo o lugar
existe una agresión ilegítima y la reacción de quien se defiende es considerada necesaria y racional,
cualquiera sea el daño ocasionado por el agresor. El privilegio existe si se produce el escalamiento
fractura del recinto habitado en horas nocturnas y si se encuentra a un extraño en el hogar y éste
opusiera resistencia.
Defensa de terceros
Según el art. 34 inc. 7 del C.P., hay legítima defensa de la persona o derechos de otro (sea parientes
o extraños), si éste es objeto de una agresión ilegítima y el autor empleo un medio racionalmente
necesario para impedirlo repelerla, siempre que el agredido no haya provocado suficientemente la
agresión, o en caso contrario, que no haya participado en ella el tercero defensor. Es una
justificación para el actuar de una tercera persona que no haya sido agredido que interviene en
defensa de otra, aunque ésta haya provocado suficientemente la exigencia es que el defensor no
haya intervenido en ella ni como autor, cómplice o instigador.
Este derecho de defensa de un tercero es aplicable en la medida de que el agredido quiera ser
defendido. Para enjuiciar el auxilio no solicitado debe analizarse: 1. Que el agredido no haya
consentido el acto (Ej. Mujer que no presta seria resistencia ante los ataque sexuales de un hombre),
2. Que el agredido no acepte la forma de repulsa del defensor (ej. Que no quiera q se utilicen armas
de fuego), y 3. Que se considere irrelevante la voluntad del agredido en los casos en que no se pueda
disponer del bien jurídico amenazado. Si no hay datos para suponer una voluntad contraria se
supone que el agredido quiere ser defendido dentro de los límites de lo necesario.
La legítima defensa putativa se da cuando el sujeto cree erróneamente que concurren los
presupuestos de legítima defensa.
o EL ESTADO DE NECESIDAD
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La doctrina en general ha considerado al estado de necesidad un estado de peligro actual para
intereses legítimos, que sólo puede ser conjurado mediante la lesión de los intereses legítimos de
otro. Por lo que actúa de iure el que lesiona bienes jurídicos ajenos para salvar un bien propio o
ajeno que se encuentra amenazado, este bien debe ser mayor valor que el sacrificado.
Clases:
Requisitos
3) el que causare un mal para evitar otro mayor inminente a que ha sido extraño”
a. Inminencia del mal para el que obra o para un tercero;
b. Imposibilidad de evitar el mal por otros medios;
c. Que el mal que causa sea menor que el que se trata de evitar;
d. Que el autor sea extraño al mal inminente;
e. Que el autor no esté obligado a soportarlo.
El Sujeto activo es el que se encuentra en situación de necesidad, se trata de una acción, en cambio
la legítima defensa es una reacción. Mal es el daño o lesión de un interés individual o social de otro
(también puede consistir en bienes o deberes) y ese mal es el hecho descripto en una figura
delictiva. Los bienes jurídicos protegidos no están limitados en nuestra ley ya que el estado de
necesidad se encuentra en la parte general del Código, y no se realizan especificaciones en cuanto
a esto. El mal que se cause deber ser para alejar el peligro, sea para el sujeto que lo produce o para
un tercero, pero siempre debe lesionarse un bien ajeno, si fuere propio constituiría un acto de
disposición. El mal evitado debe ser mayor. La valoración debe provenir del derecho y no de criterios
individuales.
a. El mal debe ser inminente, es decir, actual, que esté próximo a suceder, que aparezca
como de realización inmediata y que se tema que si se espera, la ayuda llegará demasiado tarde.
b. La imposibilidad de evitar el mal por otros medios quiere decir que el utilizado es la única
forma para evitar el peligro. La Ley argentina no contiene este requisito en su articulado pero surge
del mismo sentido de necesidad. El sujeto debe haber tenido la posibilidad de elegir entre dos o más
medios para alejar el peligro y su decisión debe recaer sobre el menos gravoso, caso contrario su
conducta encuadraría un exceso.
c. El aspecto subjetivo de la justificante aparece en que el mal menor debe haber sido causado
para evitar otro mal mayor o inminente. Debe existir ese fin o ánimo de salvación; si el beneficio
resultare sin este componente subjetivo sería causal y ajeno a este instituto.
d. El sujeto que obra necesitado tiene que haber sido extraño a la amenaza de daño, es decir,
no lo debe haber provocado. Al respecto, encontramos dos postura en doctrina: una que excluye
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el estado de necesidad en los casos que el sujeto provocó dolosamente y otra, que agrega la
situación originada a un actuar culposo.
e. Tampoco se encuentra en la ley la exigencia de que el que obra no debe estar legalmente
obligado a soportar el mal. El deber de afrontar el riesgo debe ser impuesto jurídicamente o nacer
de un contrato (Ej. Cuerpo de bomberos, policía, etc. O bañeros, tripulantes de aeronaves, etc.)
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momento del hecho, comprender la criminalidad del acto o dirigir sus
acciones
Así, utiliza una visión individualizante que tiene en cuenta al sujeto concreto;
es el lugar donde realizar la igualdad real, lo que implica tratar de modo
diferente lo que es distinto.
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Dos son las cuestiones a resolver:
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Ahora bien, ¿cuáles son los criterios que nos llevan a determinar
materialmente la reprochabilidad?. Parece evidente recurrir a la regulación, a
la sociedad y a sus pautas valorativas, contemplando el delito como un
fenómeno social que supera la mera relación entre sujeto y norma. Así, resulta
una cuestión fundamental en nuestras relaciones las razones por las que
alguien hace o deja de hacer algo. Las razones son fundamentales en la
calificación valorativa de las conductas.
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Recordamos aquí la relación secuencial por la que cada elemento del delito
presupone al anterior y es parte del siguiente.
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Antes comenzamos analizando el EL INTER CRIMINIS.
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Art 44 la pena se disminuirá de un tercio a la mitad. Pena de reclusión la
tentaiva será de 15 a 20 años, prisión perpetua la tentativa sra de prisión
de 10 a 15 años.
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permite deducir que autor es el que ejecuta el delito, vale decir, el que
pone en obra la acción o la omisión definida por la ley. Cada tipo delictivo
equivale a una forma de autoría. El autor puede ejecutar por sí mismo el
delito con sus manos o valiéndose de cualquier instrumento (autor
directo).
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dominado, bajo este aspecto, se puede diferenciar /la autoría mediata de
la instigación, que requiere que el ejecutor del delito sea determinado a
cometerlo, lo que supone su decisión consciente y libre. La autoría
mediata exige, por último, que en el autor concurran las características
personales típicas. Así, en él y no en el tercero deben darse los
elementos subjetivos o las calidades especiales del autor. La autoría
mediata no puede darse en los delitos que sólo pueden perpetrarse
personalmente por el autor (delitos de propia mano).
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Comenzar un acto de participación sin consumarlo-tentativa- no es
punible. Categorías de partícipes y penas aplicables Sobre la base de un
concepto restrictivo de la autoría, el Código penal distingue:
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prevista en el art., 45, es necesario que el inducido consume o tiente el
delito
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representa la base material del concurso ideal, se está refiriendo a un
hecho previsto y penado como delito en el Libro Segundo del Código
penal-Parte especial-.. Implica que una unidad material (el hecho único)
constituye formal o idealmente más de un delito porque cae bajo más de
una sanción penal, es decir, bajo más de una definición represiva. El
concurso ideal no es otra cosa que una cuestión de doble tipicidad de un
hecho naturalmente único. La razón de esta doble tipicidad es que la
conducta del agente, esto es, lo que ha hecho o dejado de hacer, que ya
cae como tal en una sanción penal, debido a una circunstancia de modo,
lugar, tiempo, etc., también cae bajo otra sanción penal. El pariente de
una menor que la accede carnalmente, supuesto que el incesto esté
castigado, incurre por su conducta carnal en la sanción del estupro, pero
por la circunstancia de ser pariente de la víctima, también cae bajo la
sanción del incesto. En fin, situaciones, en las cuales accidentes de
tiempo, modo, lugar, personas, etc., que, sin multiplicar materialmente la
conducta del autor de un delito, multiplican la delictuosidad de ella. Pena
aplicable El Código penal, aquí sigue el principio de la absorción, unifica
la pena en la pena mayor conminada para el hecho por la ley. La mayoría
de la pena depende, en primer lugar, de su naturaleza (ver C.P, 5 y 57).
a)-Si las penas de los distintos tipos delictivos son de la misma
naturaleza-ej dos tipos penales reprimidos con prisión-, es mayor la
pena cuyo máximo es mayor. si los máximos son iguales, la mayoría
de la pena se determina por el mínimo mayor. Si los máximos y los
mínimos son iguales pena mayor es la que establece una pena conjunta
–prisión e inhabilitación por ej. b)-Si las penas son de distinta naturaleza,
pena mayor será la de naturaleza más grave (reclusión, prisión multa e
inhabilitación).
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También existe unidad delictiva en el delito continuado porque la
pluralidad de conductas típicas configura una unidad jurídica al encuadrar
en un solo tipo penal. En el delito continuado el sujeto realiza
concomitantemente o sucesivamente varias infracciones entre las cuales
existe homogeneidad (varios hechos dependientes entre sí) por lo que
jurídicamente se las computa como una sola. La propuesta de la
continuidad permitió sostener que cuando se habían cometido más de
dos hurtos por el mismo autor bajo determinadas condiciones de lugar,
tiempo y finalidad se debía interpretar como un solo hecho. Si bien no
está expresamente definido en nuestro derecho positivo la existencia del
delito continuado ha sido reconocida por el art., 63 CP bajo la
denominación de ―delito continuo‖ La concurrencia de varios hechos
que no son independientes, excluida del concurso ideal por la pluralidad
de los hechos y del concurso real por la falta de independencia de ellos,
y que legalmente no puede caer nada más que en la sanción legal a la
que se adecúa cada uno de ellos, es lo que en el Código Penal, se debe
calificar como un delito continuado. En tanto que en el concurso real de
delitos la imputación delictiva es plural fáctica y legalmente y en el
concurso ideal es fácticamente única y legalmente plural, en el delito
continuado esa imputación es fácticamente plural pero legalmente única.
Elementos 1. pluralidad de hechos; 2. la dependencia de los hechos entre
sí, y 3. su sometimiento a una misma sanción legal. . Pluralidad de
hechos. Exige que la misma persona cometa dos o más hechos
discontinuos, incluso en tiempos y lugares distintos. La prolongación
discontinua de la conducta delictiva diferencia el delito continuado del
delito permanente, que consiste en una conducta delictiva continua.
Dependencia de los hechos entre sí. Que el agente vincule
subjetivamente los distintos hechos mediante la unidad de su resolución,
designio, propósito, intención, voluntad, ánimo o conciencia delictivos
formados de antemano o precedentemente. La unidad propia del delito
continuado reside en que el autor prosigue cometiendo el mismo delito
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con cada uno de los hechos ejecutados. Esta identidad comisiva sólo es
compatible con hechos que por su homogeneidad material no la
desvirtúan o alteran de una manera esencial y que por su conexidad
aparecen vinculados como momentos de una misma conducta comisiva.
Ej., el ladrón que en una misma noche sustrae varios objetos de un
negocio penetrando una y otra vez al lugar que por contar con un vehículo
pequeño realiza varios viajes. Distinta es la situación del ladrón que una
misma noche sustrae objetos de distintos domicilios en cuyo caso hay
una pluralidad delictiva por concurso real. Se requiere la homogeneidad
material que consiste en la similitud del modo de ejecuión de los hechos.
Sometimiento a una misma sanción legal. Esta es la condición que le
confiere unidad legal a los hechos que materialmente n de que, en el
caso de pluralidad de ofendidos, la naturaleza de los bienes lesionados
admita esa unificación delictiva. El delito continuado genera como
principal consecuencia que los plurales hechos dependientes son
sancionados con una pena única. La unificación de la calificación no varía
en razón del grado de la comisión delictiva (consumación y tentativa), ni
del grado de la imputación delictiva (delito simple y delito calificado),
siempre que la circunstancia calificativa no implique una modalidad
ejecutiva materialmente distinta de la forma simple.
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esos hechos, su concurrencia, su enjuiciamiento en un mismo
proceso judicial. Por hecho se debe entender aquí, como en el concurso
ideal, un hecho penalmente típico. Es decir que el mismo sujeto debe
haber cometido varios hechos calificados como delitos por la ley penal,
es decir haber causado dos o más modificaciones en el mundo exterior.
Los hechos son independientes entre sí cuando no están vinculados,
como partes, de una misma empresa delictiva. De modo que si
suprimimos uno de ellos, el otro subsiste porque es independiente de
aquel. Los hechos son concurrentes si, no habiendo condena firme, son
imputables al mismo autor. La sentencia condenatoria firme excluye el
concurso de delitos y constituye la base de la reincidencia (C.P, 50), pero
no impide la aplicación de las reglas sobre la penalidad de concurso real
(C. P, 58). El enjuiciamiento en un mismo proceso penal, requiere que
los delitos independientes no hayan sido juzgados con anterioridad.
Penalidad. La pena del concurso real varía, pero siempre rige el principio
de la pena única. a)- Si se trata de hechos reprimidos con una misma
especie de pena, divisible (ej., prisión temporal) el artículo 55 establece
una acumulación jurídica o cúmulo jurídico. El máximum surge de la
suma aritmética de las penas máximas, sin embargo este máximo no
puede exceder de 50 años de reclusión o prisión. El mínimum de la pena
única es el mínimum mayor de las penas correspondientes a los delitos
concurrentes. b)- Si se trata de hechos reprimidos con distinta especie
de pena, divisible (reclusión y prisión temporal) se aplica la pena más
grave teniendo en cuenta los delitos de pena mayor. La más grave será
la de reclusión- hay que hacer aquí una conversión jurídica. Es decir
convertir la pena a la mas grave, ej., convertir la prisión a reclusión-
tomando como base el art., 24 teniendo en cuenta que 2 días de prisión
equivalen a 1 de reclusión-. Ej., Victor mata a Luisa en estado de emoción
violenta (reclusión de 3 a 6 años); luego comete fraude en perjuicio de
una administración pública (prisión de 2 a 6 años).
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El tribunal para establecer la escala penal única de este concurso real
deberá convertir la escala penal del segundo delito al del primer delito
que esta reprimido con pena más grave-reclusión-. Lo hace aplicando el
art., 24, con lo cual la escala penal del segundo delito quedará convertida
en reclusión de 1 a 3 años. Una vez que tenemos ambas escalas penales
homogéneas-ambas reclusión- se aplica como mínimo el mayor y como
máximo la suma aritmética referida supra. c)- si concurren penas
privativas de libertad divisibles con una pena de igual naturaleza no
divisible (prisión temporal y prisión perpetua por ej.,) se aplica esta última
solamente salvo que concurran prisión perpetua y reclusión temporal en
cuyo caso se aplica reclusión perpetua. La inhabilitación y la multa se
aplicarán siempre.
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71- o dependiente de instancia privada-art., 72- según no sea obligatorio
o sí la provocación de la actividad persecutoria por parte del ofendido.
Acción pública Por regla, la acción penal es pública y se ejerce de oficio
(art., 71 CP). Excepcionalmente la acción penal es pública pero de
instancia privada, o es privada. El titular del ejercicio es el órgano del
Estado (Ministerio Público o Fiscal), el cual debe iniciar su ejercicio de
oficio (principio de la oficialidad de la acción). Una consecuencia del
ejercicio de oficio de la acción pública, esto es, por propia iniciativa y
obligatoriamente, es que su ejercicio está regido por los principios de
legalidad e indivisibilidad. El principio de legalidad, en oposición al de
oportunidad, que supedita el ejercicio de la acción al examen de su
conveniencia, le exige al órgano público que inicie ese ejercicio si prima
facie resulta que se ha cometido un delito perseguible por acción pública,
salvo que, en razón de la función pública del autor, ese ejercicio esté
constitucionalmente supeditado a la resolución de un antejuicio. Éste
puede consistir en un procedimiento de desafuero, o de juicio político o
de enjuiciamiento ante un jury. El ejercicio de la acción pública es
indivisible, porque debe realizarse en contra de todos los participantes en
el delito y no sólo de algunos; y es irretractable. Acción pública
dependiente de instancia privada Es una acción pública cuyo ejercicio
corresponde al órgano público, pero no de oficio, sino que sólo
corresponde formar causa contra el imputado a instancia (esto es,
denuncia o acusación) del agraviado por el delito. Siendo éste incapaz,
la instancia corresponde a su tutor, guardador o representante legal. La
titularidad de la facultad de instar es instranferible, pero el titular puede
actuar por mandatario. El ofendido en consecuencia no tiene el ejercicio
de la acción penal, pero sí un derecho preprocesal de provocar su
ejercicio. Son acciones dependientes de instancia privada las que nacen
de los siguientes delitos: Violación, estupro, rapto y abuso deshonesto,
cuando no resultare la muerte de la persona ofendida o lesiones de las
mencionadas en el artículo 91 CPlesiones gravísimimas-. Lesiones
42
leves, sean dolosas o culposas. Sin embargo, en los casos de este inciso
se procederá de oficio cuando mediaren razones de seguridad pública o
interés públicos; Concurren razones de interés público par a ejercer de
oficio la acción por lesiones leves, cuando su conocimiento y juzgamiento
resulta útil, conveniente o necesario para el orden o bienestar de la
comunidad. Por el contrario, median razones de seguridad pública, si por
su naturaleza o circunstancias el hecho resulta sintomático de un peligro
potencial para la incolumidad de las personas o bienes de los terceros en
general. Impedimento de contacto de los hijos menores con sus padres
no convivientes; La instancia, que es irretractable, no tiene por objeto
persona determinada, sino hechos determinados y comprende, por lo
tanto, a todos los partícipes en ellos. La instancia es subjetivamente
indivisible, pero es objetivamente divisible. Acción Privada Aquellas que
en atención a la preponderancia del interés del ofendido o agraviado por
el delito en el castigo o impunidad del hecho, su ejercicio está reservado
a él o, siendo incapaz, a sus guardadores o representantes; o tratándose
de calumnias o injurias, a los sucesores de aquél; o, si la ofendida es una
persona colectiva, a sus autoridades representativas.
calumnias e injurias,
43
Sub-Eje Temático 3: PENAS Y MEDIDAS DE SEGURIDAD 3.1-PENAS.
CONCEPTO. TEORÍAS ABSOLUTAS Y RELATIVAS.
CARACTERIZACIÓN Y ALCANCE. INDIVIDUALIZACIÓN DE LA PENA.
DISTINTAS ETAPAS O FASES. CLASES. 3.2-LA REINCIDENCIA.
CONCEPTO. EFECTOS. CONDENA DE EJECUCIÓN CONDICIONAL.
CONCEPTO Y FINALIDAD. REQUISITOS. CONDICIONES PARA SU
APLICACIÓN. REVOCACIÓN DEL BENEFICIO. 3.3-DERECHO PENAL
PENITENCIARIO. LEY DE EJECUCIÓN DE LA PENA PRIVATIVA DE
LA LIBERTAD. PROGRESIVIDAD DEL SISTEMA PENITENCIARIO.
PRINCIPIO DE RESOCIALIZACIÓN. PERÍODO DE LIBERTAD
CONDICIONAL Y ASITIDA. ALTERNATIVAS PARA SITUACIONES
ESPECIALES. 3.4-MEDIDAS DE SEGURIDAD. CONCEPTO. LA
EJECUCIÓN DE LAS MEDIDAS DE SEGURIDAD. DURACIÓN DE LAS
MEDIDAS Y CESE DE ELLAS. 3.1-PENAS. CONCEPTO. TEORÍAS
ABSOLUTAS Y RELATIVAS. CARACTERIZACIÓN Y ALCANCE.
INDIVIDUALIZACIÓN DE LA PENA. DISTINTAS ETAPAS O FASES.
CLASES. CONCEPTO.
Se trata del instrumento más severo con que cuenta el Estado para
―asegurar la convivencia‖ y la ―sanción tradicional que caracteriza al
derecho penal‖, al punto tal que le debe su denominación (Derecho
Penal=Pena). En sentido formal, la pena es ―un mal con el que amenaza
el derecho penal para el caso de que se realice una conducta
considerada como delito‖. Y cuando se habla de MAL queremos decir
que con ella se restringen de manera coercitiva los derechos del autor
del delito, tal como sucede con la libertad si se trata de penas privativas
de libertad; o el patrimonio si se trata de la pena de multa.
44
1. Teorías absolutas o retributivas Esta teoría deriva de la ley del talión,
ojo por ojo, diente por diente y considera a la pena como respuesta o
retribución al delito cometido. Es decir se causa un mal-pena-al autor de
un ilícito a los fines de compensar el mal ocasionado por él. Se orienta
en consecuencia hacia el pasado. Ventaja: Así se garantiza el respeto de
la dignidad del hombre, la pena es la retribución del injusto cometido,
representando un fin en sí mismo. Desventaja: el Estado no logra
alcanzar la idea ―metafísica‖ de justicia, pues la pena se limita a la
retribución por el delito cometido, y no previene nuevos delitos. Y que no
sirve para dar respuestas a ciertas causas de delitos donde el autor ―es
un ser débil, precisado de ayuda y frecuentemente maltratado‖.- 2
Teorías relativas o preventivas La pena se orienta hacia el futuro ya que
su función no se limita a ser una respuesta al delito cometido sino que
busca prevenir nuevos delitos dirigiéndose a sus posibles autores para
que no los cometan. La pena no es un fin en sí mismo, sino un medio
para prevenir futuros delitos. Ahora bien ese objetivo puede lograrse
dirigiéndose a la comunidad toda como sostienen las concepciones de
prevención general; o solo al autor del delito como refieren las
concepciones de prevención especial. Prevención general: Su tarea
preventiva se dirige a la colectividad y no al autor del delito procurando
―evitar que surjan delincuentes de la sociedad‖. Pero tal cometido
puede procurarse positiva o negativamente. Prevención general
negativa: El delincuente sirve de intimidación social, es decir el sujeto
condenado es utilizado como objeto social, a los fines que la sociedad no
delinca al sentir el temor de que le ocurra lo mismo que a éste. Se basa
en la coacción que la ley provoca de modo general que se ve
individualizada en cada sujeto al momento en que se dicta sentencia, que
les puede ocurrir lo mismo que éste. El primer exponente fue Feuerbach,
el que sostenía que la pena tenía efecto intimidatorio hacia la sociedad,
que se hacía efectivo al aplicarse la pena en concreto a un sujeto
determinado. Las críticas de las que fueron susceptibles estas teorías
45
radican en el hecho que en primer lugar el efecto de coacción o
intimidación no está demostrado, si esto fuera así los sujetos que
observan la condena de diversos autores de delitos, no cometerían
ilícitos. Prevención general positiva (o integradora) Se denomina positiva
por oposición a la anterior, porque entiende que aunque la pena se dirige
a la colectividad para que no delinca, lo hace de manera positiva. Ahora
bien ¿cómo actúa positivamente la pena? Alentando la inviolabilidad del
ordenamiento jurídico ante la comunidad jurídica y así reforzar la
confianza jurídica del pueblo. Esta teoría busca reafirmar la norma. El
máximo exponente resulta Jakobs, el cual entiende que al imponerse una
pena al autor del delito, lo que se produce es la reafirmación de la norma.
La idea de la misma es que cuando el sujeto delinque comunica
socialmente que la norma no está vigente, al aplicársele la sanción
impuesta por la misma, el ordenamiento emite como mensaje que al
aplicar la pena, la norma si está vigente. A esta teoría se le critica el
hecho que utiliza al sujeto penado como medio para reafirmar el sistema,
se antepone claramente el sistema antes que el sujeto, ve al sistema
penal como medio de estabilización del ordenamiento, dejando de lado
la proporcionalidad de la pena. Ventajas de la prevención general
negativa radica en la dimensión comunicativa representada por la
concepción normativa, que exige disposiciones precisas para que el
ciudadano pueda motivarse debidamente cosa que no sucede con los
pronósticos de peligrosidad de la prevención especial. En tanto en la
prevención general positiva lo será la eficacia de su incidencia en la
sociedad. Ambas modalidades autorizan la sanción aun cuando no haya
peligro de repetición de hechos, como sucede por ejemplo con el
delincuente ocasional para evitar que ello incite su imitación. En cuanto
a las desventajas como toda teoría preventiva la prevención puede llevar
a una instrumentalización del hombre atentando contra su dignidad al
exigir sanciones que no tengan ninguna proporción con la magnitud de lo
injusto y la culpabilidad. Y en relación a la prevención general positiva si
46
bien es bueno que la evitación de futuros delitos se intente por el ―miedo
a la pena‖ debe tenerse especial cuidado de que ello no lleve a excesivas
injerencias del derecho penal en el ámbito interno del ciudadano.
Prevención especial La intervención estatal no se dirige ya a la
generalidad de las personas, sino al delincuente, es decir busca prevenir
futuros delitos por parte de quién ha cometido el sancionado. Su
tratamiento se desarrolla en la etapa de ejecución de la pena idea que
junto con el de resocialización definen el medio y el objeto perseguido
por esta modalidad. La pena se entiende como educación del autor para
lograr su reinserción social y como seguridad social tendiente a lograr
que el penado no vuelva a delinquir. Algunas críticas que se le realizan a
estas teorías recaen en el hecho, en primer lugar no está demostrado
que quien sufrió el estigma del cumplimiento de una pena, no vuelva a
delinquir, de hecho la realidad demuestra que un alto porcentaje se
convierte en reincidente. Esta concepción reposa en la idea de un estado
social intervencionista que admitiendo una suerte de
―corresponsabilidad de la sociedad en el delito‖ se ―hace cargo del
delincuente‖. No se busca ―sustituir los valores del sujeto‖ sino
―ampliar las posibilidades de la participación en la vida social, una oferta
de alternativas al comportamiento criminal‖, pretendiendo que en el
futuro el sujeto lleve una vida sin cometer delitos. 3 Teorías mixtas o de
la unión. Combina las dos anteriores superando sus críticas y
desventajas. Entienden que son fin de la pena tanto la retribución,
prevención especial y prevención general. El fin esencial de toda pena
es la prevención. Ante un conflicto debería prevalecer el fin preventivo
especial sobre el preventivo general, modo contrario éste excluiría los
efectos preventivos especiales. Entiende que los fines de la pena pueden
verse reflejados del siguiente modo: -conminación penal: preventivo
general -determinación de la pena: tener en cuenta en la misma medida
el fin preventivo especial y general.(tiene que ser proporcional al daño
causado: retributiva) -ejecución de la pena: preventivo especial tendiente
47
a la resocialización del condenado. Sostiene que en cada fase debe
realizarse una ―ponderación diferenciada‖ y que en la pena no puede
jugar el concepto retributivo, pero ello no puede llevar a dejar de lado el
principio de culpabilidad, a los fines de limitar la pena, le pena debe
resultar proporcional a la culpabilidad del sujeto.
48
en otros casos como en el nuestro están conminadas entre un máximo y
un mínimo-indeterminación legal relativa-. En esta fase mediante la
desaprobación legislativa de ciertas conductas se busca alcanzar dos
finalidades preventivas: ـPrevención general mediante la amenaza
explícita de la sanción ـPrevención especial de manera accesoria, al
disponer una exención de pena, como en el caso de la tentativa desistida,
por entenderse que el sujeto sintió los efectos de la prevención general.
2. Segunda etapa. La individualización judicial. Corresponde aquí al juez
en función de las pautas establecidas por los arts. 40/41 CP individualizar
que pena será la que se le aplique al reo en el caso concreto, tanto en su
especie como en su cantidad. Si la pena fuere de multa se tomarán en
cuenta además las pautas del art., 21/22 bis del CP. 3. Tercera etapa.
Individualización ejecutiva de la pena. En esta etapa, se ejecuta
efectivamente la pena en la modalidad prevista en la sentencia. Previsto
por la ley 24.660 y sus reglamentaciones. Judicialmente está a cargo de
un juez de ejecución penal, quien tiene a su cargo el control, autorización
y toda resolución que sea de su competencia desde el día que el
condenado ingresa al instituto carcelario hasta su egreso definitivo. Su
principal función es garantizar al interno el cumplimiento de normas
constitucionales, tratados internacionales con jerarquía constitucional y
en general, los derechos no afectados por la condena o por la ley.
CLASES DE PENAS. Según la naturaleza de los bienes que afecta: ×
Pena de muerte: priva de la vida al condenado. Abolida en nuestro país.
× Penas corporales o aflictivas: causan dolor, aflicción o incomodidad al
cuerpo humano. Prohibidas en nuestro ordenamiento jurídico. × Penas
privativas de la libertad: privan de la libertad ambulatoria mediante
encierro (reclusión, prisión o arresto), obligación de residencia en un
lugar (deportación). × Penas pecuniarias que afectan el patrimonio del
condenado, ej., multa. × Penas impeditivas o privativas que incapacitan
para el ejercicio de derechos, empleo, cargo o profesión, ej., inhabilidad.
× Penas humillantes que por su efecto degradante o depresivo, afectan
49
el honor de la persona que la padece, ej., retractación, sujeción a
vigilancia de autoridad, etc. Clasificación de las penas en el codigo penal
argentino 1. Por su naturaleza o el bien jurídico afectado: a) Penas
restrictivas de la libertad: en donde el mal consiste en una limitación de
la libertad ambulatoria del condenado. Tal el caso de la prisión, la
reclusión y la expulsión del país. b) Penas pecuniarias: la coerción penal
recae sobre el patrimonio del condenado, tal el caso de la multa y el
decomiso. c) Penas impeditivas o privativas: que importan la pérdida, la
imposibilidad de ejercer o la suspensión de empleo, cargo, derecho o
profesión, tal el caso de la inhabilitación. d) Penas humillantes: que
afectan el honor del condenado, tal la retractación en las calumnias e
injurias. 2. Según la forma en que se encuentran conminadas por la ley:
a) Penas conjuntas: las sanciones deben imponerse acumulativamente
las que aparecen unidas en su redacción legal con la conjunción ―y‖. b)
Penas alternativas: en cuyo caso la aplicación de una excluye a la otra y
están separadas por la conjunción ―o‖. 3. Por su divisibilidad: a) Penas
divisibles: permiten al juez seleccionar la que considere adecuada entre
sus máximos y sus mínimos fijados por la ley. b) Penas indivisibles:
establecen una magnitud única sin posibilidad de graduación como las
penas perpetuas. 4. Por su duración: a) Penas perpetuas: en principio se
aplica mientras viva en condenado, aunque en nuestro país por el
beneficio de la libertad condicional puede cesar. Tal el caso de la
reclusión o prisión perpetua y la inhabilitación absoluta. b) Penas
temporales: duran un tiempo 5. Penas principales y accesorias a) Pena
principal: se aplican por sí misma sin depender de la aplicación de otra
pena b) Pena accesoria: su aplicación esta subordinada a la imposición
de una pena principal. Ej inhabilitación accesoria. 6. Por su gravedad-
art., 5 CP. a) Reclusión b) Prisión c) Multa d) inhabilitación Históricamente
la diferencia entre reclusión y prisión se encuentra en la diferencia entre
crímenes y delitos. La reclusión aplicaba a los primeros e implicaba un
carácter infamante para el reo, la prisión aplicaba a los segundos. Hoy
50
en día la única diferenciación es en cuanto a un tratamiento
individualizado en la ejecución de las mismas: ej., libertad condicional-
art., 13 CPEn lo que respecta a la inhabilitación ésta puede ser: a)
absoluta: la que conforme al art., 19 CP importa: -la privación del empleo
o cargo público que ejercía el penado aunque provenga de elección
popular. -la privación del derecho electoral-votola incapacidad para
obtener cargos, empleos y comisiones públicas -la suspensión del goce
de toda jubilación, pensión, retiro, b) especial: se trata de una sanción
impeditiva que presupone la vinculación del delito con el derecho, cargo,
empleo o actividad para el que se inhabilita. Art., 20 CP. Ej., la inhabilidad
de conducir si las lesiones se causaron en un accidente automovilístico.
51
efectiva la condena en suspenso de la que gozaba. -art., 41CP. La
reincidencia es una pauta que el juez toma en cuenta a los fines de la
individualización de la pena.
52
de circunstancias subjetivas y objetivas que ―demuestren la
inconveniencia de aplicar efectivamente la privación de libertad‖-art., 26
CP-. Las circunstancias que deberá valorar el juez, son las relacionadas
al sujeto: su personalidad moral, actitud posterior al delito, motivos que
lo impulsaron a delinquir; y con respecto al hecho la naturaleza de éste.
REVOCACIÓN DEL BENEFICIO. La suspensión de la ejecución de la
pena será revocada si el condenado no cumple con las condiciones
impuestas. Tanto puede ser la comisión de un nuevo delito dentro del
término de 4 años; como el incumplimiento persistente o reiterado de las
reglas de conducta que el reo debe observar cabalmente durante el
tiempo ordenado-art., 27
53
permita y con las obligaciones que su condición le impone.
Particularmente deberá acatar las normas de conducta para que la
convivencia resulte ordenada. Dicha ley ha unificado la ejecución de la
reclusión y de la prisión. De modo que la modalidad particular de
ejecución penal no depende ya de la clase de pena impuesta, sino que
es un resultado de la individualización administrativa del tratamiento.
Pero la unificación no ha borrado la diferencia ejecutiva entre ambas
penas privativas de la libertad, lo que determina que la reclusión siga
siendo más severa que la prisión. PROGRESIVIDAD DEL SISTEMA
PENITENCIARIO. En este sentido dice la ley: ARTICULO 6º — El
régimen penitenciario se basará en la progresividad, procurando limitar
la permanencia del condenado en establecimientos cerrados y
promoviendo en lo posible y conforme su evolución favorable su
incorporación a instituciones abiertas, semiabiertas, o a secciones
separadas regidas por el principio de autodisciplina. Las acciones a
adoptar para su desarrollo deberán estar dirigidas a lograr el interés, la
comprensión y la activa participación del interno. La ausencia de ello será
un obstáculo para el progreso en el cumplimiento de la pena y los
beneficios que esta ley acuerda. El régimen penitenciario aplicable al
condenado, cualquiera fuese la pena impuesta se caracteriza por la
progresividad y constará de los siguientes períodosart 12-: 1-de
observación: que consiste en estudios médicos-psicológicos-sociales y
en la formulación del diagnóstico y pronóstico criminológico,
confeccionando así la historia criminológica que se mantiene actualizada
a medida que se avanza en la ejecución de la pena. 2-de tratamiento: el
que será progresivo y tendrá por objeto el acrecentamiento de la
confianza depositada en el interno y la atribución de responsabilidades.
El periodo de tratamiento se desarrollará en tres (3) etapas o fases: Fase
1. Socialización. Consistente en la aplicación intensiva del programa de
tratamiento propuesto por el organismo técnico-criminológico tendiente a
consolidar y promover los factores positivos de la personalidad del
54
interno y a modificar o disminuir sus aspectos disvaliosos. Fase 2.
Consolidación. Se iniciará una vez que el interno haya alcanzado los
objetivos fijados en el programa de tratamiento para la fase 1. Consiste
en la incorporación del interno a un régimen intermedio conforme a su
evolución en dicho tratamiento, en el que tendrá lugar una supervisión
atenuada que permita verificar la cotidiana aceptación de pautas y
normas sociales y la posibilidad de asignarle labores o actividades con
menores medidas de contralor. Fase 3. Confianza. Consiste en otorgar
al interno una creciente facultad de autodeterminación a fin de evaluar la
medida en que internaliza los valores esenciales para una adecuada
convivencia social, conforme a la ejecución del programa de tratamiento.
4. De prueba. Que comprende: la incorporación del condenado a
establecimiento abierto, la posibilidad de obtener salidas transitorias de
establecimiento, la incorporación al régimen de semilibertad. 5. De
Libertad condicional. El juez de ejecución o el comeptente podrá otorgar
este beneficio cuando se reúnan los requisitos fijados por el CP, previo
informe del organismo técnico-criminológico y del consejo correccional
del establecimientoart.28- PERÍODO DE LIBERTAD CONDICIONAL Y
ASITIDA. La libertad asistida permitirá al condenado el egreso anticipado
3 meses antes del agotamiento de la pena temporal. La incorporación del
condenado al régimen de libertad asistida será decidida por el juez de
ejecución penal a pedido del interesado y previo informe del organismo
técnico-criminológico y del consejo correccional. Las exigencias para su
concesión son mayores que en la libertad condicional. Será necesario: -
que el condenado no lo esté por algún delito no incluido en el artículo 56
bis-ej., homicidio agravado o delitos contra la integridad sexual-; y sin la
accesoria del artículo 52 del Código Penal, -que el condenado posea el
grado máximo de conducta susceptible de ser alcanzado según el tiempo
de internación. -el beneficio será denegado si el egreso puede constituir
un grave riesgo para el condenado, la víctima o la sociedad. -Al
implementar la concesión de la libertad asistida, se exigirá un dispositivo
55
electrónico de control, el cual sólo podrá ser dispensado por decisión
judicial, previo informe favorable de los órganos de control y del equipo
interdisciplinario del juzgado de ejecución. El condenado incorporado al
régimen de libertad asistida deberá cumplir las siguientes condiciones: I.
Presentarse, dentro del plazo fijado por el juez de ejecución o juez
competente, al patronato de liberados que le indique para su asistencia
y para la supervisión de las condiciones impuestas. II. Cumplir las reglas
de conducta que el juez de ejecución o juez competente fije, las cuales
sin perjuicio de otras que fueren convenientes de acuerdo a las
circunstancias personales y ambientales del condenado, podrán ser: a)
Desempeñar un trabajo, oficio o profesión, o adquirir los conocimientos
necesarios para ello; b) Aceptar activamente el tratamiento que fuere
menester; c) No frecuentar determinadas personas o lugares, abstenerse
de actividades o de hábitos que en el caso, se consideren inconvenientes
para su adecuada reinserción social. Salvo expresa indicación en
contrario, siempre regirá la obligación señalada en el inciso a) de este
apartado. III. Residir en el domicilio consignado en la resolución judicial,
el que podrá ser modificado previa autorización del juez de ejecución o
juez competente, para lo cual éste deberá requerir opinión del patronato
respectivo. IV. Reparar, en la medida de sus posibilidades, los daños
causados por el delito, en los plazos y condiciones que fije el juez de
ejecución o juez competente. Estas condiciones regirán a partir del día
de egreso hasta el de agotamiento de la condena. Cuando el condenado
en libertad asistida cometiere un delito o violare la obligación que le
impone el apartado I del artículo 55, la libertad asistida le será revocada
y agotará el resto de su condena en un establecimiento cerrado. Si el
condenado en libertad asistida incumpliere reiteradamente las reglas de
conducta que le hubieren sido impuestas, o violare la obligación de
residencia que le impone el apartado III del artículo 55, o incumpliere sin
causa que lo justifique la obligación de reparación de daños prevista en
el apartado IV de ese artículo, el juez de ejecución o el juez que resultare
56
competente deberá revocar su incorporación al régimen de la libertad
asistida. En tales casos el término de duración de la condena será
prorrogado y se practicará un nuevo cómputo de la pena, en el que no se
tendrá en cuenta el tiempo que hubiera durado la inobservancia que dio
lugar a la revocación del beneficio. Por su parte la libertad condicional es
el período durante el cual el condenado sale del encierro, quedando
sometido a una serie de obligaciones. Importa una suspensión
condicional del encierro que se cumple como pena o medida de
seguridad. La autoridad judicial que impuso la condena, previo informe
de la dirección del establecimiento penitenciario sobre la conducta del
interno evaluará si concede o no el beneficio. En cuanto al tiempo que
debe transcurrir para peticionarlo, hay diversas situaciones: -el
condenado a reclusión o prisión perpetua, debe haber cumplido 35 años
de condena -el condenado a reclusión o prisión de más de tres años, 2/3
de aquella -el condenado a reclusión o prisión de tres años o menos que
hubiere cumplido 1 año de reclusión y 8 de prisión respectivamente. A
los efectos del cómputo de la condena se computa el tiempo de prisión
preventiva. Es necesario que el condenado hubiera mantenido buena
conducta, demostrando aptitud y hábito para el trabajo, y demás
actitudes que permitan suponer verosímilmente que no constituirá un
peligro para la sociedad. El beneficio será otorgado bajo las siguientes
condiciones: 1º.- Residir en el lugar que determine el auto de soltura; 2º.-
Observar las reglas de inspección que fije el mismo auto, especialmente
la obligación de abstenerse de consumir bebidas alcohólicas o utilizar
sustancias estupefacientes; 3º.- Adoptar en el plazo que el auto
determine, oficio, arte, industria o profesión, si no tuviere medios propios
de subsistencia; 4º.- No cometer nuevos delitos; 5º.- Someterse al
cuidado de un patronato, indicado por las autoridades competentes; 6º.-
Someterse a tratamiento médico, psiquiátrico o psicológico, que
acrediten su necesidad y eficacia de acuerdo al consejo de peritos. Estas
condiciones, a las que el juez podrá añadir cualquiera de las reglas de
57
conducta contempladas en el artículo 27 bis, regirán hasta el vencimiento
de los términos de las penas temporales y hasta diez (10) años más en
las perpetuas, a contar desde el día del otorgamiento de la libertad
condicional. La libertad condicional será revocada cuando el penado
cometiere un nuevo delito o violare la obligación de residencia. En estos
casos no se computará, en el término de la pena, el tiempo que haya
durado la libertad. Transcurridos cinco años de obtenida la libertad
condicional el condenado podrá solicitar su libertad definitiva al tribunal
que la concedió, el que decidirá según sea el resultado obtenido en el
período de prueba y previo informe del patronato, institución o persona
digna de confianza, a cuyo cargo haya estado el control de la actividad
del liberado. Los condenados con la reclusión accesoria por tiempo
indeterminado deberán cumplirla en establecimientos federales.
ALTERNATIVAS PARA SITUACIONES ESPECIALES. 1. Prisión
domiciliaria. El ARTICULO 10 CP en concordancia con el art., 32 de la
ley 24660 dispone: Podrán, a criterio del juez competente, cumplir la pena
de reclusión o prisión en detención domiciliaria: a) El interno enfermo
cuando la privación de la libertad en el establecimiento carcelario le
impide recuperarse o tratar adecuadamente su dolencia y no
correspondiere su alojamiento en un establecimiento hospitalario; b) El
interno que padezca una enfermedad incurable en período terminal; c) El
interno díscapacitado cuando la privación de la libertad en el
establecimiento carcelario es inadecuada por su condición implicándole
un trato indigno, inhumano o cruel; d) El interno mayor de setenta (70)
años; e) La mujer embarazada; f) La madre de un niño menor de cinco
(5) años o de una persona con discapacidad a su cargo. Asimismo la ley
24660 en su art., 33 dispone que la detención domiciliaria debe ser
dispuesta por el juez de ejecución o competente y supervisada por el
patronato de liberados o un servicio social calificado de no existir aquel.
Al implementar la concesión de la prisión domiciliaria se exigirá un
dispositivo electrónico de control, el cual sólo podrá ser dispensado por
58
decisión judicial, previo informe favorable de los órganos de control y del
equipo interdisciplinario del juzgado de ejecución. El juez de ejecución o
juez competente revocará la detención domiciliaria cuando el condenado
quebrantare injustificadamente la obligación de permanecer en el
domicilio fijado o cuando los resultados de la supervisión efectuada así
lo aconsejaren o cuando se modificare cualquiera de las condiciones y
circunstancias que dieron lugar a la medida. 2. Prisión discontinua y
semidetención. El juez de ejecución o competente, a pedido o con el
consentimiento del condenado, podrá disponer la ejecución de la pena
mediante la prisión discontinua y semidetención. La primera consiste en
la permanencia del condenado en una institución basada en el principio
de autodisciplina por fracciones no menores de 36 hs, procurando que
ese período coincida con los días no laborables de aquel. La
semidetención consiste en la permanencia ininterrumpida del condenado
en una institución basada en el principio de autodisciplina durante la
fracción del día no destinada al cumplimiento de sus obligaciones
familiares, laborales o educativas y admite dos modalidades: la prisión
diurna-entre las 8 y las 17-y la prisión nocturna-entre las 21 y las 6-. Tales
instituciones resultan procedentes cuando (art., 35 ley 24660): a) Se
revocare la detención domiciliaria; b) Se convirtiere la pena de multa en
prisión, según lo dispuesto en el artículo 21, párrafo 2 del Código Penal;
c) Se revocare la condenación condicional prevista en el artículo 26 del
Código Penal por incumplimiento de las reglas de conducta establecidas
en el artículo 27 bis del Código Penal; d) Se revocare la libertad
condicional dispuesta en el artículo 15 del Código Penal, en el caso en
que el condenado haya violado la obligación de residencia. 3. Trabajos
para la comunidad-art. 50 a 53 ley 24.660- En los casos de los incisos c)
y f) del artículo 35 ley 24660, cuando se presente ocasión para ello y el
condenado lo solicite o acepte, el juez de ejecución o juez competente
podrá sustituir, total o parcialmente, la prisión discontinua o la
semidetención por la realización de trabajo para la comunidad no
59
remunerado fuera de los horarios habituales de su actividad laboral
comprobada. En tal caso se computarán seis horas de trabajo para la
comunidad por un día de prisión. El plazo máximo para el cumplimiento
de la pena con esta modalidad de ejecución será de dieciocho meses. El
juez de ejecución o juez competente confiará la organización y
supervisión del trabajo para la comunidad del artículo 50 a un patronato
de liberados o a un servicio social calificado, de no existir aquél. En caso
de incumplimiento del plazo o de la obligación fijada en el artículo 50, el
juez de ejecución o juez competente revocará el trabajo para la
comunidad. La revocación, luego de practicado el cómputo
correspondiente, implicará el cumplimiento de la pena en establecimiento
semiabierto o cerrado. Por única vez y mediando causa justificada, el
juez de ejecución o juez competente podrá ampliar el plazo en hasta seis
meses. El condenado en cualquier tiempo podrá renunciar
irrevocablemente al trabajo para la comunidad. Practicado el nuevo
cómputo, el juez de ejecución o juez competente dispondrá que el resto
de la pena se cumpla en prisión discontinua, semidetención o en un
establecimiento penitenciario. 3.4-MEDIDAS DE SEGURIDAD.
CONCEPTO. LA EJECUCIÓN DE LAS MEDIDAS DE SEGURIDAD.
DURACIÓN DE LAS MEDIDAS Y CESE DE ELLAS. Son los medios de
que dispone el derecho penal moderno, distinto de las penas y que
cumplen una función de prevención especial. Es otra forma de reacción
penal dirigida a aquellos sujetos inimputables o en los cuales la pena no
ha cumplido el efecto esperado. Su fundamento no descansa en la
culpabilidad del sujeto (como en las penas), sino en la peligrosidad del
sujeto como posibilidad de causar un daño a sí mismo o a los demás y
que jurídicamente está incapacitado para ser receptor de pena
precisamente porque falta en el los requisitos de la culpabilidad. En
nuestro derecho penal positivo existen tres clases de medidas de
seguridad -educativas, también llamadas tutelares se aplican a los
menores buscando completar su educación y en ciertos casos propender
60
a su reeducación. Consisten en su internación en un establecimiento de
corrección. Hay tres situaciones en nuestro derecho: a) Menor de 16
años: son inimputables. El juez previo estudio de la personalidad podrá
decidir internar al menor en un establecimiento adecuado; o si tiene una
familia que lo contiene puede suponer que el ilícito fue solo un episodio
en la vida del menor y disponer que aquel permanezca con su familia
aunque puede disponer alguna restricción. b) Mayor de 16 años y menor
de 18. Hay dos situaciones: 1-No son punibles cuando el delito imputado
es de acción privada o está amenazado con pena privativa de la libertad
menor de 2 años en su máximo, con multa o inhabilitación quedando
sometidos al mismo régimen que los que no hay llegado a 16 años. 2-
Los que no estén sometidos a las excepciones antes mencionadas, se
los somete a proceso y se los dispone provisionalmente con el fin de
analizar la personalidad y el ambiente donde se encuentra el menor.
Luego de la declaración de responsabilidad, antes de dictar sentencia
definitiva, el juez deberá esperar que haya cumplido 18 años y que haya
estado sometido a un tratamiento tutelar no menor a 1 año, recién podrá
dictar la sentencia condenatoria aplicando una pena. También puede
considerar innecesario condenarlo y absolverlo. c) Mayor de 18 años: son
punibles, es decir plenamente responsables y están asimilados a los
mayores. En este tipo de medidas el cese está representado por el paso
de la minoridad a la mayor edad. El art., 525 del código procesal penal
de Córdoba dispone: ―Artículo 525.- CESACION. Para ordenar la
cesación de una medida de seguridad o tutelar, el Tribunal deberá oir al
Ministerio Público, al interesado, o cuando éste sea incapaz, a quien
ejercite su patria potestad, tutela o curatela, lo mismo que en su caso, al
Consejo Provincial de Protección al Menor. Además, en los casos del
artículo 34, inciso 1 del Código Penal, deberá requerirse el informe
técnico oficial del establecimiento en que la medida se cumpla y el
dictamen por lo menos, de dos peritos.‖ -Curativas, son eminentemente
terapéuticas cuyo fin es la curación o mejoramiento de la salud mental,
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ej., la internación en un nosocomio o en un tratamiento ambulatorio-art.,
34 inc., 1 CP-. Al estudiar las condiciones y consecuencias de la
imputabilidad, se hizo referencia a la falta de salud mental por
insuficiencia en las facultades mentales, alteración morbosa de las
mismas o inconsciencia. El autor que en el momento del hecho por
alguna de estas causas no puede comprender la criminalidad de los actos
o dirigir sus acciones, o será punible pero se le podrá aplicar una medida
de seguridad de este tipo. Este tipo de medidas de seguridad pueden ser:
a) La internación manicomial: el art., 34 inc., 1 párrafo 2° CP dispone que
―En caso de enajenación, el tribunal podrá ordenar la reclusión del
agente en un manicomio, del que no saldrá sino por resolución judicial,
con audiencia del ministerio público y previo dictamen de peritos que
declaren desaparecido el peligro de que el enfermo se dañe a sí mismo
o a los demás‖. Es una medida facultativa del juez quien puede
considerar no necesaria su imposición cuando el enajenado no presenta
un peligro para sí o para los demás. Si bien no se requiere de dictamen
de un perito para imponerla, si es necesario aquel para hacerla cesar. La
medida cesará por resolución judicial con audiencia del Ministerio público
y previo dictamen de perito que declare desaparecido el peligro de que
el enfermo se dañe a sí mismo o a los demás, de lo que surge que tiene
una duración indeterminada. b) La internación en un establecimiento
adecuado: el art., 34 inc., 1 última parte dispone que ―En los demás
casos en que se absolviere a un procesado por las causales del presente
inciso, el tribunal ordenará la reclusión del mismo en un establecimiento
adecuado hasta que se comprobase la desaparición de las condiciones
que le hicieren peligroso.‖ Los demás casos a que hace referencia este
art., son los estados de inconsciencia-ebriedad o toxicomanía-.
Claramente la medida se mantiene hasta que se comprueben la
desaparición de las condiciones que lo hicieron peligroso, y si bien nada
se dice sobre la forma de esa comprobación, se deduce que ello debe
verificarse por resolución judicial con audiencia del Ministerio Público y
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previo dictamen de peritos como en el caso anterior. -eliminatorias, se
aplican a reincidentes y habituales que tienden a lograr un mejoramiento
de la conducta del interno- art., 52 CP-. Se impone a delincuentes
imputables y consiste en la reclusión por tiempo indeterminado (o
perpetua en la de incorregibles) en un establecimiento especial nacional.
Presuponen el cumplimiento de la pena establecida en la última condena
y el transcurso de 5 años más con la especial consideración del grado de
peligrosidad del condenado en el cumplimiento de los requisitos
establecidos por el art., 53
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