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ELISEO ALVAREZ CAMARGO

¿LA SALVACION SE PIERDE? ¿SI O NO?

La salvación la recibimos por gracia de parte de Dios, al creer en Jesucristo y aceptar sus
mandatos, ordenanzas y vivir para él.
De parte de Dios la salvación está asegurada ya que él no miente, ni se retracta de
habernos salvado.

Es decir que no es solo por las obras del hombre que Dios los hace salvos, sino que
también se requiere de Fe; pero finalmente la salvación se gana por la gracia inmerecida
de Dios, con el fin de que nadie se jacte por sus propias obrar.
Dios nos salvó por su gracia cuando creímos en él. Ninguno de nosotros tiene mérito en
eso; es un regalo de Dios. La salvación no es un premio por las cosas buenas que
hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo como lo dice
Efesios 2:8-9 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues
es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe.

PERO SI ES RESPONSABILIDAD DE NOSOTROS CUIDAR LA SALVACIÓN.

Veamos la recomendación que el apóstol Pablo nos hace en referencia a la salvación.

Filipenses 2.12 Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi
presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación
con temor y temblor.

1 Corintios 9. 27 Sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que


habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado .

Hebreos 2. 1 Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que
hemos oído, no sea que nos deslicemos.

Hebreos 2. 3 ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La


cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que
oyeron.

Hebreos 10. 26 – 27 Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el


conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, 27 sino una
horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios.
El escritor habla de aquellos que recibieron la verdad de Cristo, y advierte que si pecamos
voluntariamente, hay una consecuencia fatal.

Es por ese que el reino de Dios hasta el día de hoy sufre violencia como dice Mateo 11. 12
Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los
violentos lo arrebatan.

CONCLUSIÓN

La salvación de parte de Dios está asegurada, siendo un regalo inmerecido para


humanidad. Pero por nuestra parte podemos perder ese regalo inmerecido de la salvación,
si se descuida según hebreos 2. 3.

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