El Potro salvaje es cuento realista escrito por Horacio Quiroga. Es un
cuento de un caballo con un deseo ardiente de correr. El potro es un animal salvaje. A partir de tener un cuerpo robusto, el pelo y los ojos que son muy común de un caballo, él tiene un corazón muy fuerte. Él tiene la salud de hierro pero lo más que me gusta es su pasión por correr, su deseo de poder correr. Al potro le gusta correr sin reglas y sin fronteras. Corre con una velocidad, corre como un gran espectáculo y a verle correr es siempre un placer. Corre con la crin al viento y el viento en sus dilatadas narices. Corre por si mismo y para nadie más. Él posee un gran talento sin parangón, él posee extraordinaria velocidad y un flamante deseo de correr.
Al potro le cuesta arreglar la comida en desierto y por eso el veloz
animal decide trasladarse a la ciudad para que pueda vivir del espectáculo de su velocidad. Se acerca a un organizador de carrera pensando que él todavía posee su libertad y correr como está acostumbrado y le muestra su talento sin parangón. El organizador le ofrece un puñado de pasto ardido y seco por sus extraordinarias dotes de velocidad. Ahí tiene que hacer compromisos con un poco de pasto ardido y seco. Esto es un ejemplo de su fuerte deseo y aquí el autor quiere llamar nuestra atención al hecho de que la juventud es una etapa cuando una persona puede hacer cualquier cosa para realizar sus deseos.
Entonces, el corre y corre en cualquier dirección, hace zig zag.
Corre con su gran velocidad y con la libertad que está acostumbrado pero los espectadores no comprenden su libertad y esto pasa con todas las carreras. Poco a poco vemos que nuestro potro es de edad madura y ahora está cansado, cansado de correr. Su pasión, la libertad ya extinguidas, y un día para conformarse a los aficionados y ganar el éxito, pierde la libertad y el amor para la carrera, ahora corre en una manera diferente. Ahora el caballo tiene todo el éxito, tiene la comida de que él una vez pensó pero la cosa más importante, su libertad, la ha perdido. Tiene la velocidad pero la libertad ya no tiene, el amor para la carrera, ya no lo tiene. Al final de este cuento el caballo está lamentándose lo que ha perdido pero ahora ya es demasiado tarde. El deseo de correr ya murió bajo la presión del éxito. Es un cuento muy bien escrito y narrado. Hay una ironía en este cuento, hay que perder una cosa para ganar la otra. En este caso el caballo tiene que perder su pasión, su libertad para ser famoso. La pasión que le queda animada y viva, ya no está con él. Podemos ver que cuando pierde la libertad él se siente cansado, ¿por qué?, porque siempre hay una chispa dentro de nosotros que nos deja vivo.
Según el cuento uno pierde fácilmente todo lo que es importante en
la vida, pierde su pasión, sus gustos y sus bríos, solo para tener el éxito. Aquí se ve como infeliz el caballo se pone después de olvidar su pasión and libertad, aunque ahora tiene mucho pasto y aficionados. Es importante hacer lo que nos gusta. Nada puede sustituir la pasión y la libertad.