A partir de la visión narrada por Boecio en "La Consolación de
la Filosofía", Cesare Ripa crea una alegoría de la "Filosofía"
sobre la que expone una larga disertación. De ésta traslado tan sólo algunos significativos pasajes : "Era de estatura ambigua, pues tan pronto se contenía en los límites de la común medida de los hombres, como parecía llegarse hasta tocar con la cabeza el Cielo, hasta el punto de que si se hubiera seguido levantando, en el mismo Cielo hubiera penetrado, forzando y agotando la rendida vista de las gentes que la contemplaban (...) En la extremidad del vestido se veía distintamente una Pi Griega, y en su parte más alta estaba inscrita una Theta; entre la una y la otra, a manera de escala, surgían esculpidos algunos escalones a través de los cuales desde la última letra a la primera ascendía (...) Con la diestra mano sostenía unos libros; con la siniestra el cetro, manteniéndolo alzado (...) Tiene centelleantes los ojos, siendo vivísimo el vigor y potencia de su mirada, para simbolizar así que gracias a ella pueden los hombres ver y comprender, aguzando los ojos de su intelecto y averiguando los más Ocultos Secretos de la Naturaleza, tanto las cosas de esta tierra como las que pertenecen a las regiones Celestes. (...) Considerando además que la Filosofía sostiene los libros con la diestra y con la siniestra el cetro, podemos añadir que la Sabiduría debe ser preferida en todo caso al Reino y al Dominio sobre los hombres, porque sin ella y sin el consejo de los sabios no se puede reinar ni gobernar rectamente. De ahí viene el que en la Edad de Oro solamente reinasen los Sabios y los Filósofos..."