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Según los expertos, la edad más apropiada para ser madre es entre los 20 y los 35 años, ya que el
riesgo para la salud de la madre y el niño es mucho menor. El embarazo en la adolescencia se
considera de alto riesgo y conlleva más complicaciones. La adolescente no está preparada ni física
ni mentalmente para tener un bebé y asumir la responsabilidad de la maternidad.
- Cuadros de mala nutrición, con carencia de nutrientes esenciales para el buen desarrollo del bebé
- Partos prematuros, hay un gran número de bebés de adolescentes que nacen antes de la semana
37 de gestación
- Sus bebés tienen un peso bajo ya que la inmadurez de su cuerpo hace que su útero no se haya
desarrollado completamente
- Las mamás adolescentes tienen niños con más problemas de salud y trastornos del desarrollo
- En los casos de embarazos de niñas de menos de 15 años, el bebé tiene más posibilidades de nacer
con malformaciones
Desde 1990 se llevan a cabo políticas y acciones para tratar de reducir el embarazo en la
adolescencia, sin embargo, no son acciones fáciles de poner en práctica ya que muchos embarazos
no se deben a la escasa educación sexual que reciben los menores sino a factores sociales. Es decir,
las tradiciones y costumbres llevan a las familias a casar pronto a sus hijas que son presionadas para
tener hijos a temprana edad, pero se ha podido ver que este caso ha disminuido en cada generación
sin embargo aún se presentan en ciertas comunidades.
Estas políticas han ayudado a reducir las tasas de natalidad entre adolescente, sin embargo, un 11%
de todos los nacimientos del mundo se producen entre menores de edad, la cifra es alarmante, se
trata de 17 millones de niñas menores de 19 años. De esos nacimientos, un 98% ocurren en países
con ingresos bajos o medios.
- Niveles de pobreza.
La OMS junto con el Fondo de Población de las Naciones Unidas proponen que los países adopten
medidas como:
- Crear políticas para proteger a las menores contra el abuso y las relaciones sexuales forzada
- Fomentar el apoyo hacia la población mejor de edad a fin de reducir el número de embarazos antes
de los 19 años.
No vamos a tratar sobre la conveniencia o no de ser madre adolescente, de asumir de repente unas
responsabilidades para la que aún no se está preparada, pero tampoco queremos pasar por alto
que un embarazo adolescente requiere unos cuidados especiales para reducir riesgos en el bebé y
en la futura mamá. El principal paso que debe darse es afrontar los temores al conflicto familiar que
pueda ocasionar la visita y acudir cuanto antes a la primera visita prenatal.
Se ha comprobado que las adolescentes experimentan un acercamiento a sus madres, junto con
sentimientos positivos, especialmente en las que el padre también toma participación en su ayuda
a la adaptación. En estos casos la madre de la adolescente asume el protagonismo de la maternidad
de su hija, especialmente en los primeros meses de vida del bebé.
Las principales actividades de las abuelas son las de cuidar, apoyar, orientar y enseñar; y las jóvenes
sienten el apoyo de sus madres como esencial a la hora de afrontar los cambios de la maternidad.
Aunque, por lo general, las madres adolescentes no son conscientes de la situación real que conlleva
tener un bebé y su responsabilidad, con lo que suelen delegar gran parte de su educación y cuidados
a las abuelas. El problema es que esto genera una confusión en los papeles familiares, y suele ser la
razón de los principales conflictos con sus hijas.
La presencia y apoyo de la pareja muestra ser beneficioso para la madre. Sin embargo, en los
embarazos adolescentes el nivel de compromiso de la pareja suele ser muy inestable, además, las
probabilidades de que estén casadas, o por casarse, son pocas, y en la mayor parte de los
matrimonios dados por embarazo, se divorcian y mantienen pocas relaciones estables.
Dentro del grupo de pares, es muy importante el ser aceptado especialmente durante la etapa de
la adolescencia, por ello el apoyo y comprensión por parte de amigos contribuye positivamente con
el bienestar de la madre.
Una de las fuentes de apoyo más importantes es la familia, debido a que en la mayor parte de los
casos la madre adolescente vive con sus padres o parientes. Y aún en el caso tenga la posibilidad de
mudarse y sostenerse económicamente, el papel de la abuela continúa siendo relevante por ser
fuente de información, ayuda y apoyo para la madre inexperta. Cuando la familia apoya tanto con
el cuidado como económicamente, las adolescentes tienen mayores posibilidades de completar sus
estudios.