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Psicoterapia
Se piensa popularmente hoy en día que el Buddhismo es una religión que contiene
numerosos mitos, tradiciones y prácticas místicas. Y por lo tanto cuando hablo de
psicoterapia, ustedes deben preguntarse cosas. Sin embargo el expositor anterior que
habló de la naturaleza científica del Buddhismo, les dejó en claro que el Buddhismo
no es simplemente una religión dogmática o mística.
Para clarificar este punto, deseo llevar su atención a la diferencia entre las prácticas y
creencias del Buddhismo original y las del Buddhismo moderno. Es importante no
confundir el Buddhismo moderno como se practica en diferentes culturas y
sociedades, con lo que fue enseñado y practicado por Gotama el Buddha y sus
discípulos. Lo que se practica hoy en la mayoría de las culturas Buddhistas, sean
Theravada o Mahayana son principalmente rituales y ceremonias asociadas con
dogmas tradicionales o visiones del mundo y objetos de veneración, adoptados
emocionalmente. Este tipo de Buddhismo no es distinto a cualquier otra religión con
diferentes dogmas, rituales y símbolos de adoración, que sirven a la humanidad solo
para reducir temporalmente las ansiedades y preocupaciones de la vida, aquí y
después.
Distinto a esto es el Buddhismo Original, el cual era una solución práctica al problema
básico de ansiedad que subyace a todas nuestras preocupaciones diarias, problemas
y tribulaciones. Sin entender esta diferencia, no es posible examinar este aspecto
psicoterapéutico del Buddhismo. Por lo tanto, quiero enfatizar en este momento que
cuando uso la palabra ‘Buddhismo’ en esta charla, me refiero a ese Buddhismo
Original y no a ninguna forma de Buddhismo moderno practicado por ninguna cultura
de hoy.
Al hablar del aspecto psicoterapéutico del Buddhismo, he propuesto mi posición muy
ligeramente. Preferiría decir que el Buddhismo es completamente una psicoterapia.
Mi dubitación en hacerlo, es porque sería demasiado shock para el Buddhista cultural
devoto. Aun así, quisiera recordar a aquellos familiarizados con el Buddhismo, que en
los Nikayas Pali el Buddha era denominado el ‘Insuperable médico y cirujano’
(anuttaro bhisakko sallakatto) y además el insuperable entrenador de personas
(anuttaro purissa dhamma sarati). El Buddha además dice en el Anguttara Nikaya que
es posible que una persona diga haber sido libre de enfermedad física por cien años,
pero no es posible que una persona clame haber sido libre de enfermedad mental por
un solo día, excepto un Arahant o discípulo perfeccionado, o un Buddha. Es
reconocido por todos los eruditos Buddhistas que el propósito último del Buddha de
acuerdo a los Nikayas Pali era producir Arahants. El Arahant era la culminación de la
Práctica Buddhista Original. Esto significa que si el Arahant es la única persona con
perfecta salud mental, el propósito del Buddha era producir personalidades
mentalmente saludables. Esto significa que el Buddhismo es una psicoterapia o tal
vez la psicoterapia última.
Permitámonos examinar el Buddhismo en relación a los conceptos piscoterapéuticos
modernos para descubrir si es que ésta afirmación es correcta. Cuando examino la
historia de la evolución de los conceptos piscoterapéuticos modernos, encuentro que
todas las teorías y prácticas modernas se centran en un problema importante
entendible en términos de las hipótesis estructurales presentadas por Sigmund Freud
(en 1923). Casi todos los sistemas terapéuticos modernos pueden ser descritos en
términos de esta hipótesis estructural. Estos distintos sistemas podrían ser
clasificados en dos grupos. Aquellas terapias que se ocupan principalmente del Id
(“Ello”) y sus expresiones, y aquellas que se ocupan principalmente del Ego y sus
funciones. Las psicologías del Id pueden ser también vistas como terapias afectivas y
las psicologías del Ego vistas como terapias cognitivas. No nos es posible discutir en
detalle estas diferentes terapias dentro de los límites de esta presentación de media
hora, y es además innecesario ya que fue hecho por un expositor que es mucho más
enterado que yo en ese campo. Sin embargo quiero llevar su atención a este
importante problema psicológico revelado a través de la hipótesis estructural de
Freud.
La razón de llevar su atención a estas importantes suposiciones del pensamiento
psicoterapéutico moderno es facilitar la introducción a los conceptos Buddhistas que
subyacen en la técnica terapéutica Buddhista. No sería capaz de hacer justicia a este
tema dentro del limitado tiempo permitido para mi charla. Aunque hay muchos
aspectos en la técnica terapéutica del Buddha, puedo resumir las enseñanzas del
Buddha para ponerlos al tanto de los principios básicos en los que se sostiene esta
psicoterapia Buddhista. No veo mejor forma de introducir estos principios básicos que
discutir los contenidos del primer sermón del Buddha llamado
Dhammacakkapavattana Sutta, traducido por mi como “La Revolución de La Rueda
de la Experiencia”, que aparece en el Samyutta Nikaya.
El primer punto elaborado en este Sutta es que hay dos modos extremos de vivir a ser
evitados. Uno es la búsqueda del placer sensorial, el cual se bipolariza en la
búsqueda de placer sensorial y el evitar dolor sensorial (Kamsukallikanuyoga). El otro
extremo es la auto-extinción a través de la auto-negación y el ascetismo
(Attakilamatanuyoga).
Evitando estos dos extremos, el Buddha enseña un tercer modo intermedio de vivir
(Majjima patipada) llamado el Sublime Camino Óctuple (Ariya Attangika Magga).
Esta tercera vía intermedia consiste de una conciencia de la realidad, y se acompaña
de pensamientos, habla, actos, y vida en armonía con ella.
Esta enseñanza del Buddha puede ser entendida fácilmente en términos de la
hipótesis estructural de Freud. La búsqueda del placer sensorial no es nada más que
la actividad del Id. El énfasis especial en el Buddhismo está en el hecho de que la
gratificación del Id, a través de la búsqueda de placeres sensoriales no lleva ni a la
salud mental ni a la felicidad.
Este concepto no está por entero en conflicto con el pensamiento Freudiano porque
Freud reconocía que la madurez emocional se obtiene a través de la superación del
“principio de placer” por el “principio de realidad”. Algunos sicólogos modernos aún
creen que la gratificación del Id de alguna forma es necesaria para la salud mental.
Esto, claro está, no es negado completamente en el Buddhismo como veremos más
adelante.
La auto-extinción a través de la auto-negación es obviamente la actividad del Super
Ego. Ser guiado completamente por el Super Ego no conduce a la salud mental de
acuerdo al Buddhismo. Esto también es aceptable para el pensamiento psicoanalítico
de acuerdo a Freud: una represión completa del Id de esta forma lleva a la utilización
de toda la energía psíquica disponible del Ego en la tarea de represión y por lo tanto
deja al Ego incapaz de lidiar con la realidad externa.
El modo intermedio saludable de vivir recomendado por el Buddha, que es el alinear
el pensamiento y la vida en armonía con la realidad, es sin dudas la actividad del Ego,
DESDE UN PUNTO DE VISTA FREUDIANO. Ya que, de acuerdo a Freud, la
madurez consiste en ser dominado por el “principio de realidad”, esta vía intermedia
del Buddha calza con el concepto Freudiano de la salud mental, que es además
aceptada generalmente por todos los psicoterapeutas modernos.
Es reconocido generalmente también en la psicoterapia moderna que un sentido
adecuado de la realidad o la habilidad de distinguir entre el mundo externo y el
mundo interno de deseos e impulsos es un indicio importante de salud mental. En
enfermedades mentales severas, esta habilidad está considerablemente dañada o
totalmente perdida. Este sentido de realidad está presente en mayor grado en el
neurótico que en el sicótico. Sin embargo los psicólogos modernos admiten que
incluso la persona normal no es perfecta en esta habilidad de distinguir la realidad,
concordando así con la posición Buddhista.
Un aspecto importante del desarrollo de este sentido de la realidad, es la habilidad de
distinguir entre ‘sí mismo’ y ‘no sí mismo’, o lo que está bajo el control de uno, y lo que
no está bajo el control de uno. Freud reconoció (en 1911) que la frustración del Id
debido a la impermanencia de los objetos externos es el factor más significativo en el
desarrollo del concepto del sí mismo en el infante y la demarcación de los límites del
ego o la línea que separa el ‘sí mismo’ del ‘no sí mismo’.
El psicoterapéuta Buddhista, debe señalarse, no juega el rol de doctor en su práctica
terapéutica. Su rol es el de un profesor. Su técnica de terapia es un proceso de
educación. En términos Freudianos, su tarea es el fortalecimiento del Ego a través de
la educación. Podemos incluso ir tan lejos como para decir que el Buddhismo es una
forma de terapia de Ego o terapia cognitiva.
A través de la educación, el sentido de realidad del paciente mejora. El conflicto entre
el Id y el Super Ego así como también entre el Id y la realidad se resuelve a través de
la educación del Ego. Esta educación se hace primero a través de la comunicación
verbal por el uso de la razón y segundo a través de la práctica de meditación donde el
paciente, o más correctamente, el estudiante, es asistido en el volverse conciente de
su experiencia interna, que observa como movimientos físicos internos y tensiones,
sensaciones y emociones, y como imágenes mentales y conceptos.
Lo primero que el estudiante aprende es que la bondad y felicidad no son opuestas
entre sí, dado que la bondad es felicidad. Para ponerlo en términos Freudianos, la
búsqueda de placer del Id no es erróneo o malo sino que el verdadero placer no es la
sensación placentera sino la felicidad interna. Esta felicidad interna se logra a través
de la relajación y la calma en vez de a través de la estimulación de los sentidos,
excitación, tensión y relajo de tensión. La felicidad se logra a través de la respuesta
relajada. En otras palabras, el estudiante es educado sobre la necesidad de buscar la
meta de la calma para así satisfacer las tres partes de la personalidad, es decir el Id,
el Super Ego y el Ego. El Id es satisfecho porque la calma es la vía a la felicidad. El
Super Ego, que busca hacer lo que es bueno y correcto, es satisfecho porque la
calma es la vía para ser bueno.
El Ego es satisfecho porque la calma es la vía realista para ser feliz y bueno y por lo
tanto la calma es realista. La calma además ayuda al estudiante a estar en contacto
con la realidad sin la interferencia de los deseos e impulsos. De esta forma el Ego,
que busca ser realista, es satisfecho.
La búsqueda de esta meta armonizadora de la calma que resuelve el conflicto interno
y externo se llama la Búsqueda Sublime (Ariya Pariyesana) y esta forma de vida se
llama la Vía Sublime (Ariya Magga) o la Vía Armoniosa (Samma Magga). Es además
la vía a la salud mental (Arogya). Esta explicación de la enseñanza del Buddha en
términos de conceptos psicológicos modernos no es para obtener el apoyo a la
posición Buddhista de parte de la psicología moderna sino para hacer que la posición
Buddhista sea inteligible a la mente moderna que dispone de conceptos de psicología
moderna, y para mostrar que la técnica psicoterapéutica Buddhista no es solo
relevante en el mundo moderno sino también una contribución constructiva para el
pensamiento psicoterapéutico moderno.
El primer sermón del Buddha, que estamos discutiendo, introduce el tema en la forma
anterior, y procede luego a discutir el problema básico de ansiedad llamado Dukkha.
Esta ansiedad, de acuerdo al Buddha, es experimentada en relación a siete
situaciones básicas:
1) nacimiento;
2) vejez;
3) enfermedad;
4) muerte;
5) encuentro con personas y circunstancias desagradables;
6) separación de personas y circunstancias placenteras;
7) frustración de deseos.
La psicología moderna, claro, parece no pensar que es posible remover esta sed o
impulso por completo. Aún así Erich Fromm apunta que la meta última de Freud era
remover el Id por completo y cita a Freud diciendo, “en lugar del Id debe estar el Ego.”
Esto parece apoyar la posición Buddhista.
El primer sermón del Buddha que estamos discutiendo comienza a explicar la técnica
con la cual esta sed es removida. Esta técnica se llama el Sublime Camino Óctuple
que discutimos anteriormente como la forma intermedia de vivir que evita los dos
extremos: la búsqueda de placeres sensoriales, y la auto-extinción a través de la “auto
negación”. Este Camino Óctuple comienza con lo que se llama Samma Ditthi, que es
la conciencia de la realidad con la comprensión de tres aspectos importantes de la
vida:
1) Inestabilidad (Anicca),
2) Incomodidad o Ansiedad (Dukkha),
3) Impersonalidad (Anatta).