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ALTERNATIVAS DE FINANCIAMIENTO PARA LAS PEQUEÑAS Y

MEDIANAS EMPRESAS (PYMES) MEXICANAS

Autores:
M.E. Anabell Echavarría Sánchez
M.A. Juan Ramón Morales Cano
M.A. Leticia Varela Salas
e-mail: aechavarria@uat.edu.mx
Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), México

Resumen
Un sistema financiero sólido y eficiente es imprescindible para alcanzar tasas de cre-
cimiento económico adecuadas y sostenidas. En México, a partir del año 2000, alre-
dedor de dos terceras partes de la inversión total se financió a través de fuentes al-
ternativas, entre las que destacan: créditos de proveedores y clientes, reinversión
de utilidades y préstamos de la oficina matriz. El objetivo de este trabajo de inves-
tigación es el de dar a conocer las diferentes fuentes de financiamiento que existen
en nuestro país, así como las alternativas que ofrecen las Instituciones Bancarias y
las Organizaciones Auxiliares de Crédito del Sistema Financiero Mexicano (SFM) a las
pequeñas y medianas empresas (PyMES. En los últimos años y a pesar de ser de vital
importancia para el desarrollo económico de México, las PyMES se han visto priva-
das de uno de los principales motores para su desarrollo, el financiamiento.

Palabras clave
Sistema Financiero, Financiamiento, Inversión, Banca Múltiple, Banca de Desarrollo,
Organizaciones Auxiliares de Crédito, PyMES y Proveedores.

Planteamiento del problema


Actualmente se clasifica a las empresas por su tamaño en micro, pequeñas, media-
nas y grandes empresas, en algunos países esta clasificación depende exclusivamen-
te del número de empleados, en otros se considera también el monto de sus capita-
les y/o de sus ingresos o utilidades. Por esto, al querer comparar las estadísticas de
las empresas de diferentes países, existe una gran confusión en cuanto a su clasifica-
ción pero en general se les llama MIPyMES al conjunto de las micro, pequeñas y me-
dianas empresas o bien PyMES a las pequeñas y medianas empresas, englobando
en estos términos a todas las empresas que no son grandes negocios corporativos,
entendiendo como tales a aquéllos con más de 100 ó 500 empleados.

“A nivel internacional, en la mayoría de los países, las MIPyMES representan más del
95% del total de empresas, proporcionan entre el 60 y 70% del empleo y contribu-
yen entre el 50 y 60% del Producto Interno Bruto”. Bajo este contexto, es indispensa-

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ble promover la investigación acerca de estas empresas, sus principales problemas y
sus posibles soluciones. Es claro que, con dinero se puede hacer casi todo: mientras
más recursos financieros tenga la empresa y mejor los maneje, más factible será que
resista algún problema que se le presente o que le sean redituados mayores benefi-
cios. Al contar con dinero y un buen manejo de éste, un empresario en pequeño po-
drá responder acertadamente a las necesidades y expectativas del mercado.

Sin embargo, es común que las pequeñas empresas empiecen sus operaciones sin
capital suficiente para asegurar su éxito a futuro. Generalmente, al preguntar a un
empresario que es lo que más necesita, probablemente su respuesta estará ligada
con el requerimiento de recursos, con las dificultades en la obtención de financia-
miento para iniciar, desarrollar y conservar su empresa, entre otros problemas con
los que se enfrenta como pequeño empresario, por ejemplo; si existe mercado para
su producto. Aún cuando existan numerosas instituciones que apoyan financiera-
mente a este sector, es bien sabido que pocas veces el pequeño empresario es suje-
to de crédito. Ni su historial crediticio ni su solvencia económica le permiten hacer-
se de más capital.

Por lo anterior, la falta de financiamientos adecuados para la subsistencia de las


PyMES, destaca como uno de los problemas principales a los que se enfrentan. Más
grave aún es el hecho de que cuando existen fuentes de financiamiento, los empre-
sarios no llegan a utilizarlas por falta de promoción o por desconfianza de las insti-
tuciones que los proporcionan, por desconocimiento o falta de interés por parte de
los empresarios, o bien, no son sujetos de crédito por falta de historial crediticio,
solvencia económica o garantías suficientes.

Analistas del tema señalan que más del 50 por ciento de las pequeñas empresas
mueren a los dos años de vida o antes, ciclo en que un negocio demuestra su capa-
cidad para permanecer en el mercado. Hay problemas que se deben vencer: la cul-
tura del pequeño empresario, que tiene que ver con la falta de formación profesio-
nal; la ausencia de una visión de negocios, y; el empirismo en el manejo del mismo
(Salazar y Martiarena, 2002).

Metodología
El trabajo de investigación realizado en este espacio, se centra principalmente en la
investigación documental, que incluye la revisión y consulta de libros, revistas y pe-
riódicos, así como de páginas disponibles en Internet. En lo que respecta a esta in-
vestigación, también se analizan los resultados obtenidos por las principales encues-
tas relativas al tema tratado, que son realizadas por el Banco de México (Banxico),
así como, las declaraciones emitidas por particulares, a través de las organizaciones
editoriales.

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Este trabajo se centra en empresas del sector formal, legalmente constituidas y re-
gistradas en la SHCP y el IMSS, por lo que no se incluye al sector informal de em-
presas y que conforman lo que se conoce como economía subterránea y que por su
misma condición, no son sujetos de crédito en las alternativas mencionadas en este
trabajo. No se consideran las alternativas de financiamiento interno, vía capitaliza-
ción o bolsa de valores, que pertenecen al Sistema Bursátil del mismo sistema finan-
ciero, debido a que además de ser más propias de las grandes empresas y de una
minoría de las medianas, por su misma complejidad y extensión requieren de una
investigación adicional más especializada que no forma parte del trabajo presenta-
do. Las llamadas fuentes alternativas de financiamiento que pueden llegar a utilizar
las empresas como son las ofrecidas por Organismos No Gubernamentales (ONG’s)
nacionales o internacionales, no forman parte importante ni medular de este traba-
jo, debido a la posibilidad de que sean motivo de futuros trabajos de investigación.

Marco conceptual
Las fuentes de recursos en las empresas pueden ser internas, cuando los propieta-
rios aportan directamente su patrimonio o el de los socios, y; externas, cuando los
recursos son proporcionados por otras entidades diferentes que prestan esos recur-
sos a cambio del pago de intereses y comisiones, pero sin intervenir en la toma de
decisiones de la empresa receptora de los recursos.

El siglo XXI inició con un entorno mundial caracterizado por las nuevas relaciones
globales entre los países, la internacionalización de las finanzas, la producción, el co-
mercio, el modo de vida y los patrones de consumo, han integrado las actividades
de negocios a escala mundial. En un México enfrentado al reto de la globalización,
es indispensable el replanteamiento de las grandes empresas para hacerlas compe-
titivas, pero también exige la creación de pequeñas empresas como detonador del
desarrollo nacional, como generador de empleos tan necesarios en nuestro país y
como factor de equilibrio de las riquezas humanas y materiales.

Los aspectos que se han venido produciendo desde la década de los 80 en nuestro
país y que más han impactado en el replanteamiento de las empresas han sido:
• La amplia apertura comercial del país, realizado por medio de la disminución
de la protección arancelaria de productos importados y la firma de tratados y
acuerdos comerciales con un significativo número de países.
• Reducción del tamaño y del papel del Estado en la economía.
• La desregulación de la economía, lo cual, entre otros aspectos, comprende la
disminución de las restricciones para la participación de particulares, nacio-
nales y extranjeros, en esferas económicas anteriormente vedadas a ellos o
de competencia exclusiva del Estado, a la expansión del porcentaje del capi-
tal extranjero permitido en las empresas mexicanas y el otorgamiento de faci-
lidades a la inversión de cartera para moverse hacia México y al exterior.

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• La institución de las exportaciones manufactureras como el eje central de la
nueva política económica. (García, 2002)

Las empresas más afectadas han sido aquellas que por su tamaño y falta de reservas
de capital no han podido sostener un agresivo nivel de competencia y han sucumbi-
do y quebrado.

“La pequeña empresa constituye una de las grandes oportunidades para los países
que, como México, quieren competir y exportar. En Taiwán, por ejemplo, la mayoría
de las empresas son empresas familiares o pequeñas que han alcanzado elevados es-
tándares de competitividad gracias a la manera en que son administradas con técni-
cas sencillas y eficientes, pero a su vez logrando la calidad”.

Más del 90% de las empresas en Latinoamérica son pequeñas, abarcan todos los sec-
tores de la economía y su crecimiento y desarrollo sostenido puede asegurar un cam-
bio radical en cualquier país, con un potencial para aumentar realmente su riqueza.

Para poder preservar a estas empresas sin la protección de los aranceles de importa-
ción, es necesario hacer cambios estructurales en todos los niveles, fortaleciendo las
políticas públicas regionales, sectoriales, institucionales y especiales que se formulan
en todos los ámbitos de gobierno federal, estatal y municipal, así como las promovi-
das por los sectores privado y social, para fomentar el desarrollo de las PyMES.

Las PyMES se caracterizan en general por tener un alto grado de adaptabilidad ante
cambios en su entorno, principalmente ante los efectos nocivos en el ambiente ma-
croeconómico.

Pero las PyMES debido a sus propias características, también enfrentan grandes
desventajas, que son:
• Participación limitada en el comercio exterior.
• Acceso limitado a fuentes de financiamiento.
• Capacitación deficiente de sus recursos humanos.
• Falta de vinculación con el sector económico.
• Falta de cultura de innovación de procesos y desarrollo tecnológico

Fuentes de financiamiento
En México las PyMES pueden recurrir a diversas fuentes de financiamiento cuando
requieren recursos económicos para su crecimiento o subsistencia. Normalmente se
piensa en la obtención de un crédito bancario o en aportación de su patrimonio.

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Pero además existen muchas otras opciones para obtener los recursos necesarios
que les permitirán operar rentablemente o impulsar sus proyectos de expansión.

Si consideramos que en los últimos años, específicamente desde la crisis económica


que se presentó a finales de 1994, los bancos han limitado y casi eliminado los cré-
ditos a las empresas, pensaríamos que la economía del país debería haber decreci-
do en la misma proporción, pero no fue así, el financiamiento bancario fue sustitui-
do por fuentes alternativas y de hecho la economía ha crecido.

Aún cuando las alternativas de financiamiento son poco utilizadas por los empresa-
rios en México -salvo el crédito de proveedores-, la importancia de enunciarlas re-
sulta del mismo hecho de su existencia y posibilidad de crecimiento como alternati-
vas viables para las PyMES.

No nos extrañe que a falta de créditos de la banca, las alternativas observadas y las
ofrecidas por las instituciones auxiliares de crédito del SFM, puedan lograr el mila-
gro de reactivar el desarrollo de la economía en nuestro país. (García, V. 2001).

Las fuentes alternativas de financiamiento a las que pueden recurrir las PyMES, son:
a) El crédito de proveedores.
b) Las tarjetas de crédito de las tiendas departamentales.
c) La venta o renta de activos obsoletos o no estratégicos.
d) Arrendamiento de activos del fabricante.
e) Patrocinio, subsidios y apoyos de proveedores.
A continuación se hará una breve descripción de cada una.

a) El crédito de Proveedores
Las empresas grandes y exportadoras, al tener acceso a fuentes de recursos ex-
ternos, han logrado obtener condiciones de financiamiento más favorables que
las alcanzadas por las empresas pequeñas, orientadas al mercado interno, estas
últimas se han visto obligadas a financiar su expansión o a sobrevivir con recursos
propios y con crédito de proveedores.
MEXICO
Fuente: Banxico: Encuesta de Evaluación Coyuntural del Mercado Crediticio.
Una de las principales fuentes de recursos de las PyMES en México, ha sido el cré-
dito de los proveedores. Según el Banco de México, de acuerdo a la “Encuesta de
Evaluación Coyuntural del Mercado Crediticio” que realiza trimestralmente, el por-
centaje de empresas que recurren a esta fuente de financiamiento en México, es
de 69% para las pequeñas, de 58% para las medianas y de casi 53% para las gran-
des. En las grandes corporaciones, el 45% de las empresas recibe apoyo de sus pro-

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veedores.
Fuente: Banxico: Encuesta de Evaluación Coyuntural del Mercado Crediticio.
De los resultados de la Encuesta se observa que el 24% de las empresas ha reci-
bido algún financiamiento bancario, el 62% para capital de trabajo y sólo el 15%
para inversión.
De las empresas que no han utilizado crédito bancario, el 30% fue porque consi-
dera que las tasas de interés son altas, el 12% por el rechazo de solicitudes y el
8% por la negativa de la banca comercial para otorgar el crédito solicitado.
MEXICO-2005
Fuente: Banxico: Encuesta de Evaluación Coyuntural del Mercado Crediticio. Ci-
fras al 4º. Trim. de 2005.
“A falta de crédito bancario, se ha desarrollado el financiamiento entre clientes y
proveedores, hasta llegar a la situación en que todo mundo le debe a todo mun-
do. La mayor parte inicia con negociaciones directas de postergación de pagos, de
créditos a la palabra, la aceptación de cheques sin fondos o posfechados, todo con
tal de seguir operando. Aunque funcione la cadena, no se puede comenzar un nue-
vo ciclo de producción si no se ha cerrado el anterior. Aunque funcione la cadena,
no se puede comenzar un nuevo ciclo de producción si no se ha cerrado el anterior.
En esos casos excepcionalmente se recurre al sistema financiero. También se debe
tener claro que no es una opción formal y tiene como defecto que pone en riesgo a
todos los que deben, porque si el último no cobra, se cae toda la cadena.”
Algunas de las ventajas que ofrece se enuncian a continuación: es uno de los fi-
nanciamientos más económicos; es un financiamiento directo al capital de traba-
jo de la empresa; la única condición para obtenerlo es comprar el producto o ser-
vicio a determinado proveedor.
Sin embargo también tiene algunas desventajas: El proveedor puede inflar los
precios del producto para recuperar el costo del crédito; la empresa debe com-
prar exclusivamente a ese proveedor; se limita el destino del financiamiento.

b) Las tarjetas de crédito de las tiendas departamentales


Otra de las fuentes alternas de financiamiento que se pueden obtener en las em-
presas es a través de las tarjetas de crédito no bancarias que las grandes cade-
nas de tiendas departamentales como Wal-Mart, Sam’s, Liverpool, Elektra, Soria-
na, etc. han puesto al servicio de los consumidores y que pretenden promover sus
ventas con créditos de 6 a 36 meses para pagar, aun cuando se consideran crédi-
tos al consumo, dada la variedad de productos que manejan estas tiendas, puede
ser utilizado por las empresas en compra de activos y materiales como equipos de
oficina, de computo y de papelería para sus operaciones.

Poniendo como ejemplos: una empresa de servicios de jardinería, que puede

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comprar sus equipos como podadoras y herramientas o fertilizantes; los restau-
rantes o negocios de comida que puedan adquirir sus equipos (estufas, refrige-
radores), enseres y utensilios, además de los mismos ingredientes para la prepa-
ración de platillos; las tiendas de abarrotes que puedan surtir sus inventarios en
tiendas como Sam’s, y en general; cualquier empresa que en su operación utiliza
equipos de computo, escritorios, mesas, sillas, papelería, artículos de oficina, fer-
tilizantes, alimentos, etc.. El uso de las tarjetas de crédito de las tiendas departa-
mentales, representa una interesante opción de financiamiento al capital de tra-
bajo.

Esta opción tiene como ventajas, sobre el uso de las tarjetas de crédito bancarias,
el hecho de que las tiendas puedan absorber el costo del financiamiento, sacrifi-
cando parte de sus márgenes de utilidad en busca del volumen de ventas, ade-
más de que tienen precios competitivos por sus volúmenes de compras, general-
mente mantienen el precio de contado en sus ventas con tarjetas de crédito de
sus empresas.

El caso más conocido de las cadenas comerciales que ofrecen crédito a sus clien-
tes es el de Elektra, convertida en el 2002 en Banco Azteca, con un fuerte concep-
to de “banca de nicho” totalmente enfocada en la clase baja, con 828 filiales con-
vertidas en sucursales, esta tienda ha aprovechado la tecnología de informática,
con comunicación en tiempo real entre ellas (mediante enlace satelital) y un cen-
tro de manejo de datos en el corporativo. Con sus bases de datos más de 2.6 mi-
llones de clientes, de quienes sabe no solo datos personales, tiene además datos
registrados uno a uno a todos los integrantes de su familia, ha visitado su casa, re-
cabado opiniones de sus vecinos, sabe cuánto y cómo ganan de acuerdo al em-
pleo y la colonia en que viven, (un dato importante, teniendo en cuenta que 60%
de su cartera de clientes vive de empleos informales).

El perfil de un cliente promedio de Banco Azteca es un hombre o mujer de entre


25 y 35 años con un ingreso medio familiar de $ 6,000.00 dólares anuales, el saldo
promedio que posee en Elektra es de $ 2,500.00. Su recuperación crediticia es en-
vidiable: 97% de lo que presta. La principal diferencia con los demás bancos es el
tiempo, mientras la mayoría de ellos cobran los créditos en forma mensual a sus
clientes, éste sólo opera pagos semanales, por lo que en un máximo de siete días,
la corporación detecta la falta de pagos en las sucursales y pone a andar su ma-
quinaria de cobro, llegando a cobrar directamente al domicilio. La firma contabili-
za un promedio de 1.2 millones de operaciones diarias. (Anderson, 2002)

c) Venta o renta de activos obsoletos o no estratégicos


Representa una fuente muy efectiva para hacerse de recursos frescos, ya que
además de significar un financiamiento, aumenta la productividad de las empre-

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sas al deshacerse de los bienes muebles o inmuebles que no utiliza y que podría
significar un gasto innecesario.

También se puede rentar la capacidad sobrada de la empresa, por ejemplo, en los


almacenes. Es ideal que los empresarios que hagan uso de esta estrategia utilicen
los fondos como capital de trabajo, por ejemplo para comprar inventarios y apro-
vechar descuentos por pronto pago con sus proveedores.

Las ventajas de utilizar este tipo de créditos: hace más productiva la empresa y
economiza costos de almacenamiento y mantenimiento de activos no indispen-
sables; el financiamiento es más barato, no tiene costos financieros; se obtienen
recursos frescos de un bien que no se usa y que por lo tanto no es indispensable
para la empresa; permite actualizar nuestros activos obsoletos.

Existen algunas desventajas: no es común que las empresas cuenten con exceso
de activos para vender o rentar; y los equipos obsoletos se venden generalmente
a muy bajo precio.

Sin importar el tamaño de una empresa, una eficiente administración no debe de


ignorar esta opción de financiamiento al revisar sus activos y posibilidad de actua-
lizarlos, al mismo tiempo, al mantener una infraestructura reducida, permite opti-
mizar su productividad. Se debe recomendar al empresario que evite adquirir ac-
tivos que no sean los absolutamente indispensables para la operación del negocio
y a mantener la mente abierta a la compra de activos que por su avance tecnoló-
gico, permiten reducir costos.

d) Arrendamientos de activos del fabricante


Además de las instituciones auxiliares de crédito del SFM, conocidas como arren-
dadoras financieras, que tienen como único objetivo el prestar el servicio de
arrendamiento financiero a las empresas, algunas medianas y pequeñas empre-
sas mexicanas y extranjeras, manufactureras o importadoras de productos como
equipos de computo, maquinaria, de fotocopiado, de comunicación y equipos es-
pecializados, además de vender sus productos al contado y o a plazos, ofrecen es-
tos productos directamente a sus usuarios con una alternativa diferente, por el
método de arrendamiento financiero, es decir, en lugar de venderles el bien se los
rentan.

Contrario a la creencia de que es caro y limitado a ciertos equipos, el arrenda-


miento se extiende en México a casi todo tipo de bienes, por citar un ejemplo:
Desde hace 25 años, el Camino Resources Ltd, otorgaba en arrendamiento equi-
pos de computo, de redes y comunicaciones, elementos vitales para la operación

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de cualquier negocio, actualmente ha ampliado sus servicios al arrendamiento
de maquinaria para uso industrial, camiones, tráileres, autos, camionetas, grúas,
montacargas, excavadoras y hasta aviones.

Algunas otras empresas, distribuidoras de equipos de computo de las marcas Dell,


Hewlett Packard (HP) y Compaq, así como de equipos de fotocopiado (XEROX de
México), han establecido convenios y contratos de arrendamiento de sus equi-
pos con empresas de todo tipo, desde pequeños propietarios y profesionistas por
montos que van de $ 30,000.00 - a $ 200,000.00 - hasta las grandes empresas,
públicas y privadas, por montos de millones de pesos.

El arrendamiento es también el mecanismo ideal para las empresas con necesidad


de una flotilla importante de automóviles o bienes inmuebles, pues la renta de di-
chos bienes se considera contablemente como un gasto y se deduce de los impues-
tos, también es muy usado para la adquisición de equipos de computo que por su
alto grado de evolución tecnológica, son de rápida obsolescencia y difíciles de re-
vender.

Este tipo de crédito ofrece ventajas: preserva el capital para emplearlo en otras
inversiones; los pagos son deducibles de impuestos, lo que representa ventajas
fiscales; se evita el pago de enganches y elimina pagos de contado; la empresa
puede comprar bienes muebles o inmuebles cuyas alternativas de financiamien-
to son limitadas; se obtiene pronta respuesta; y los pagos se adaptan a las necesi-
dades (flujos de efectivo) de la empresa. Pero además es necesario considerar sus
desventajas: el costo de los recursos puede parecer alto; se limita solo a adquirir
o usar bienes muebles o inmuebles; y controla el destino del financiamiento.

e) Patrocinio, subsidios y apoyos de los proveedores


Es común que las marcas, en todos sectores, ofrezcan patrocinios o diversos ser-
vicios a los negocios que distribuyen sus productos y su marca, como estrategias
de mercadotecnia, ya sean embotelladoras, cerveceras, panificadoras, empresas
de botanas, lácteos o de ropa y automóviles, por mencionar algunos.

Los patrocinios, dependiendo de la marca, pueden ser préstamos en dinero o en


artículos promocionales que se obsequian en convenciones, ferias, corridas de to-
ros, juegos deportivos, entre otros eventos que concentran gran público. Por otro
lado, existen los apoyos a comercios, para algunas marcas, servicios considerados
medios de publicidad, mas que patrocinios, como tiendas, supermercados o res-
taurantes, los cuales consisten en dar la pintura de la fachada, toldos, prestamos
de mobiliario como mesas, sillas, hieleras u objetos promocionales.

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Tanto patrocinios como apoyos, en muchos casos son las mismas marcas las que
ofrecen, normalmente como respuesta a una necesidad o estimulo específicos: la
acción de un competidor, un mercado geográfico débil o con ocasión de la intro-
ducción de un producto nuevo.

Todas estas estrategias persiguen despertar el interés de la gente, informarla so-


bre los productos e involucrarla. Con ello, las marcas logran reconocimiento en
los mercados y, al final, el aumento de las ventas. (Torres y López, 2003)

LAS INSTITUCIONES FINANCIERAS


De acuerdo a la estructura organizacional del SFM, las instituciones que otorgan
financiamiento a las empresas se agrupan en dos sectores, el Sector Bancario y
las Organizaciones Auxiliares de Crédito, regulados y supervisados por la Comi-
sión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).

La participación del sistema financiero en el financiamiento de la inversión pro-


ductiva ha recrudecido las diferencias entre empresas grandes y pequeñas.

EL SECTOR BANCARIO
El Sector bancario lo componen la banca múltiple (comercial), la banca de desa-
rrollo (de fomento), las sociedades financieras de objeto limitado (Sofoles), los fi-
deicomisos públicos que otorgan financiamientos al público en general, el Banco
del Ahorro Popular y Servicios Financieros (Bansefi) que promueve el ahorro en-
tre la ciudadanía y las empresas y por último, las Sociedades de Información Cre-
diticia (buró de crédito) que brindan información a los prestadores de financia-
miento acerca de los solicitantes de los créditos.

Para estudiar las alternativas de financiamiento que tienen las empresas en Mé-
xico, se analiza cada una de estas agrupaciones por separado, mostrando la situa-
ción general de operación.

La Banca Múltiple o Banca Comercial


Las funciones básicas de la banca no han cambiado a lo largo del tiempo. Entre
las operaciones vitales de cualquier banco se encuentran, la función de captación
de recursos y la función de préstamos o de inversión en valores; una empresa de
este tipo que no lleva a cabo estas funciones no se puede llamar banco en el ver-
dadero sentido de la palabra. El préstamo se puede considerar como la esencia y
vida de las instituciones bancarias. Todo banco moderno busca su crecimiento so-
bre la base de empréstitos juiciosos y una política sólida y estudiada.

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Los bancos son los intermediarios financieros con los que la persona promedio
entra en contacto con más frecuencia, cuando necesita un préstamo para la com-
pra de casa, automóvil, compra de mercancías o equipo para su negocio, suele
obtenerlo del banco de su localidad.

México vive un acelerado proceso de renovación jurídico-financiero; primero de-


rivado de la estatización de la banca que se decretó en 1982, luego como con-
secuencia de la reprivatización de la banca en 1990 y después por la inclusión
de México en el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá (TLC).
Como resultado de estos factores, el proceso de intermediación financiera ha ex-
perimentado profundos cambios, tanto en su regulación al emitirse nuevos orde-
namientos jurídicos, como en la reestructuración de las instituciones que compo-
nen el Sistema Financiero Mexicano.

La banca comercial mexicana ha cambiado de ser privada y casi cien por cien-
to mexicana, a una banca estatizada (1982-1990) y actualmente otra vez privada,
pero con participación de capital extranjero, producto de la desregulación en in-
versiones en las instituciones bancarias.

México y América Latina han carecido de capital suficiente durante muchos años,
debido a varias razones como problemas climatológicos que repercuten en su
producción agrícola y ganadera, como la inestabilidad en sus exportaciones de
minerales e hidrocarburos y una balanza comercial negativa en sus intercambios
con otras naciones. Estos factores han provocado que las tasas de interés sean
más altas que en los países desarrollados, lo cual aunque sirve para atraer capital
extranjero también encarece las tasas de interés a las que se pueden obtener los
empréstitos.

La Banca de Desarrollo y las PyMES


El apoyo al establecimiento y evolución de las PyMES, a través de financiamien-
to y asesoría técnica, se han convertido en la meta primordial de la banca de de-
sarrollo y en especial de sus principales instituciones, Nafin, y Bancomext, que ab-
sorben aproximadamente el 90% de la cartelera de créditos.

Tres instituciones, Banjército, Banobras e Hipotecaria Nacional que forman parte


de la Banca de Fomento en México, tienen como objeto atender sectores muy di-
ferentes a las PyMES, por lo que no se analizan en este trabajo. Nafin atiende el
40% de la cartelera de crédito de la banca de fomento.

LAS ORGANIZACIONES AUXILIARES DE CRÉDITO


La Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares del Crédito (LGOAAC)
reglamenta a estas instituciones y de acuerdo al artículo 3º, se consideran como

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tales, las siguientes: Almacenes Generales de Depósito; Arrendadoras Financieras;
Sociedades de Ahorro y Préstamo; Uniones de crédito; Empresas de Factoraje Fi-
nanciero; las demás que otras leyes consideren como tales (casas de cambio).

Situación actual de las empresas de factoraje financiero


Después de la crisis de 1995, en que los bancos dejaron de ofrecer créditos a las
empresas, una de las organizaciones auxiliares de crédito que sobresalió fue pre-
cisamente la del factoraje financiero, que después de tocar fondo logró capitali-
zarse y entro en recomposición, del centenar de empresas del sector quedaron
únicamente 20, las que estaban bien posicionadas, mantenían controles y prácti-
cas sanas en la compra de deudas. (García, V., 2001, julio 21)

De acuerdo con la SHCP actualmente se tienen registradas 33 empresas de facto-


raje, de las cuales nueve han sido revocadas, tres están intervenidas por la CNBV,
tres han sido fusionadas por grupos financieros y el resto están en operación.

Hasta ahora sólo menos de 5,000 compañías en México cuentan con algún servi-
cio de factoraje, un número muy pequeño en comparación con las casi tres millo-
nes de empresas que existen en el país. Actualmente, el volumen anual de finan-
ciamiento es apenas una quinta parte de los 22,000 millones de dólares que llegó
a tener el sector.

Pero el futuro es promisorio pues tiene un mercado potencial muy amplio consti-
tuido por las PyMES que ahora no son sujetos de crédito de la banca.

La gran ventaja de este tipo de financiamiento es que no genera pasivos y el trá-


mite, una vez que son autorizados los primeros contratos, se vuelven líneas de
crédito revolventes de acuerdo a las necesidades de cada cliente en particular con
los que puedan ir descontando los documentos que considere necesarios o bien
toda su cartera de cuentas por cobrar.

El Factoraje se ha popularizado a nivel mundial como un método aconsejable que


permite al vendedor cobrar antes del vencimiento, proporciona un alto grado de
eficiencia en la empresa pues en todo momento se produce un incremento de su
activo líquido.

Se calcula que en conjunto, las PyMES generan ventas por $ 415,000 millones de
dólares y la mayoría califica para obtener liquidez a través de sus cuentas por co-
brar. Al contrario con lo que sucede con el financiamiento tradicional, el factora-
je se especializa en las firmas pequeñas o medianas que comúnmente tienen una
situación financiera débil, un nivel de endeudamiento alto y que no tienen mucho
capital.

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Es un método abarcador, ya que se presentan 14 tipos comunes de Factoraje, lo
que permite su utilización de acuerdo a las características de la empresa, es una
solución ideal que le permite a la empresa, si se utiliza oportunamente, librarse
del trabajo contable y legal en relación con las Cuentas por Cobrar.

Principales resultados
Las empresas han tenido dificultad para obtener recursos a través del sistema fi-
nanciero nacional por la escasa disponibilidad de los mismos, en particular por el
tamaño del sistema financiero mexicano, que medido en proporción del PIB, al-
canzó prácticamente el mismo nivel que tenia en 1994, ubicando al sistema finan-
ciero mexicano en un nivel de desarrollo bajo con relación a los estándares inter-
nacionales.

Una de las propuestas más importantes del sexenio anterior, fue la de implemen-
tar las medidas de regulación al sistema financiero mexicano y de aumentar los
recursos para proyectos productivos a través de la banca de desarrollo, si la ban-
ca comercial no presta dinero a los emprendedores mexicanos, dueños de las
PyMES, entonces lo haría el Gobierno Federal.

La dificultad para obtener recursos se debe principalmente a que la mayor par-


te de dichos recursos son absorbidos por el sector público. Entre 1995 y 2000 los
Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP), representaron más del 55%
del flujo de ahorro financiero de la economía.

“El ahorro financiero se define como agregado monetario M4a menos la suma de
billetes y monedas en poder del público. Considerando el M4a como el tamaño
del sistema financiero medido como porcentaje del PIB.”

El deficiente desarrollo del SFM más la fuerte absorción de recursos por parte del
sector público, se tradujeron en una cantidad muy limitada de recursos disponi-
bles para el financiamiento de proyectos de inversión privada.

No obstante que el ahorro financiero, en proporción al PIB, se mantuvo constante


entre 1995 y 2000, en ese lapso se ha logrado avanzar en el saneamiento del sec-
tor. A raíz de la crisis de 1995, las autoridades gubernamentales concentraron sus
esfuerzos en la estabilización del sector financiero, fortaleciendo los mecanismos
de supervisión y regulación, apoyando a los usuarios del sistema para evitar la
pérdida de sus ahorros y promoviendo una reforma integral del sistema financie-
ro, para ampliar la disponibilidad de recursos financieros al sector privado en con-
diciones más eficientes y competitivas.

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La falta de créditos tradicionales ha convertido a los diferentes tipos de financia-
miento alternativo mencionados en este capítulo (especialmente el crédito de los
proveedores), en el principal motor de la economía nacional, pero como en toda
cadena, si se revienta un eslabón, se rompe toda la cadena. Cuando uno de los in-
tegrantes de la cadena de créditos del proveedor no paga, los demás integran-
tes no tendrán recursos para pagar a sus propios proveedores y esa cadena se de-
rrumba. Los negocios, con esta base de crédito alternativo, están sujetos a una
situación muy precaria y tienden a cerrar sus puertas cuando la falta de crédito se
extiende por mas de 90 días.

Los profesionistas que ofrecemos nuestros servicios a las empresas, debemos de


conocer éstas y todas las alternativas posibles de financiamiento, con el propósito
de promover su utilización y aprovechar todas las ventajas posibles para que las
PyMES puedan desarrollarse y crecer.

El mismo Banco de México en su Informe Anual, reconoce que mientras hace una
década el 65% del financiamiento a empresas era otorgado por la banca, actual-
mente sólo representa el 35%, lo que equivale al 8.9% del Producto Interno Bruto
(PIB), nivel similar al observado a mediados de la década de los ochenta.

A falta de crédito bancario tradicional, las fuentes alternativas de financiamien-


to salen a relucir y toman fuerza en las empresas, convirtiéndose en parte de su
cultura organizacional. El riesgo es para los bancos que cuando quieran ofrecer el
crédito necesario, el cliente les diga “no muchas gracias, ya me he dado cuenta
que no lo necesito” y siga basando su crecimiento en endebles estructuras de cré-
dito a la palabra.

CONCLUSIONES
Las PyMES son de vital importancia para el desarrollo económico de México, du-
rante los últimos años se han visto privadas de uno de los principales motores
para su desarrollo, el financiamiento.

La banca múltiple que debía apoyar a las empresas y proporcionar los recursos fi-
nancieros necesarios para el desarrollo de proyectos productivos, se vio paraliza-
da por los efectos de la crisis económica de 1994-95, sus deudores no les pagaron
por que no tenían dinero y casi hacen quebrar a los bancos, el gobierno mexica-
no realizó un rescate multimillonario a través del Fondo Bancario de Protección al
Ahorro, pero el daño ya estaba hecho, los bancos sólo se atreven a prestarle di-
nero al gobierno y a las grades empresas, por temor a que se repitan los hechos.

La mayor parte de los recursos financieros de la banca múltiple es prestada al go-


bierno, otra parte a las grandes empresas, otra parte son créditos al consumo, di-

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rigido al público en general y que destinan mayormente para la compra de bienes
y servicios, y el resto, muy poco por cierto, es utilizado en programas y proyectos
generadores de empleo y enfocados a las PyMES.

Las empresas que sobrevivieron lo hicieron con el crédito concedido por los pro-
veedores mejor capitalizados, en un afán de no perder a su clientela, de por si
mermada y en franca situación de cierre. Otras opciones fueron las ofrecidas por
la banca de fomento, las sociedades de objeto limitado y las instituciones auxilia-
res de crédito que cobraron fuerza en estos años.

A partir del año 2000, las PyMES contaron con la posibilidad de mejorar su situa-
ción, el gobierno les ofreció atención y recursos a través de más de 120 progra-
mas de apoyo financiero y de capacitación, repartidas entre múltiples Secretarias
Federales y los Estados. Pero estos apoyos no siempre llegan y no son suficientes.
La banca múltiple está renuente a colaborar abiertamente y siegue siendo muy
cautelosa, condicionando los créditos con múltiples requisitos, como la aproba-
ción del buró de crédito y garantías adicionales, inclusive cuando los créditos son
garantizados por la banca de fomento.

Recientemente, la banca múltiple, ahora en manos de capital extranjero, parece


estar reaccionando favorablemente, abriendo programas de financiamiento a la
PyMES, disminuyendo los requisitos y aceptando los programas de garantías del
gobierno federal.

Por otra parte, varios elementos impiden que las PyMES acudan a solicitar los re-
cursos financieros que le son tan necesarios para su desarrollo: la falta de infor-
mación tecnológica y administrativa fuertemente arraigada en los mexicanos; la
falta de capacitación en cuanto a la administración de los recursos y sobre todo;
la desconfianza de los propietarios para endeudarse, aún cuando los intereses so-
bre los préstamos han disminuido hasta en 50% desde 2003.

Deben emprenderse acciones encaminadas a mejorar la condición y circunstan-


cia de estas empresas, ofreciendo en forma viable, alternativas de financiamiento,
capacitación técnica y asesoría administrativa, tal y como lo hacen en otros países
más desarrollados.

Para poder cambiar estos elementos es necesario que el sector educativo se vin-
cule fuertemente al sector productivo. Por una parte, promover una cultura de
emprendedores creadores de empleos entre los estudiantes, y por otra parte;
ofreciendo cursos entre los empresarios para capacitarlos en las áreas adminis-
trativas, técnicas y proporcionando información acerca de los programas de apo-

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yo del sistema financiero mexicano. Estos cursos deben ser modificadores de con-
ducta de los empresarios, con un enfoque innovador y tecnológico que optimice
sus recursos.

El gobierno, mediante la implementación de un marco jurídico más acorde con el


nuevo entorno económico, globalizado y competitivo, deberá vigilar y controlar a
los oferentes de crédito y proteger, tanto a los ahorradores como a los solicitan-
tes de los créditos. Además deberá proporcionar, de forma adecuada y masiva,
sus programas de capacitación y financiamiento.

Las instituciones oferentes deberán cambiar sus condiciones y requisitos de


acuerdo a la realidad del mercado de las PyMES, depurar y disminuir los requisi-
tos del buró de crédito y proporcionar también en forma masiva, sus programas
de crédito a proyectos productivos enfocados a este sector, tal y como proporcio-
nan sus créditos al consumo.

Son necesarios más trabajos de investigación relacionados con el tema, con enfo-
ques específicos por sector, región y actividad, así como darlos a conocer a las cá-
maras de las empresas y a las asociaciones de profesionistas para que difundan
los contenidos entre los empresarios de las PyMES.

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