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Caso.

A continuación presento todo el discurso de una paciente que llega a la consulta, bastante
excitada y con continuos arrebatos, se negó a hablar en algunos momentos, eventualmente
gritaba y también fue complejo seguir su historia porque hablaba mucho y muy rápido,
pasando de un tema a otro. Se distraía con facilidad, pero estaba totalmente orientada con
respecto al tiempo, al espacio y a su persona.

…..
Primero quiero comentarle que yo no quería venir, mi esposo me trajo en contra de mi
voluntad, porque hace tres días que no puedo dormir, pero yo le he dicho a él que eso no
es problema, que yo soy capaz de hacerlo todo bien, pero el me pelea diciendo que no paro
de hablar y hablar, como si me hubiese drogado, pero yo esas cosas nunca las he tocado,
no he tenido necesidad de ninguna medicina.
Hace unos días peleé con mi esposo, discutí muy fuerte con él, en medio de mi enojo me fui
para la iglesia a rezar y me quedé toda la noche, porque allí encuentro cierta tranquilidad,
pero cuando volví a mi casa, mi esposo estaba todavía muy enojado y me dijo que si quería
irme a vivir a la iglesia que bien pueda y lo hiciera, entonces me fui para donde mi mamá,
pero allí no pude tranquilizarme, me pasó lo mismo que cuando estaba con mi esposo, no
paraba de hablar… en mi casa estaban muy extrañados porque tampoco quería comer. Lo
único que me encontraba para pasar el tiempo era rezar, no paraba de rezar y hasta se me
salían palabras raras, tenía tantas cosas que rezar que como que todo se me juntaba,
empecé a cantar y quería que todos alrededor de mí se sentaran a rezar conmigo, mi papá
y mi mamá que son mayores, ellos tienen como 55 años los dos.
Mis hermanos estaban muy sorprendidos y mis dos hermanas me decían que tantas ganas
de rezar se lo aprendí a mi actual esposo que es un cristiano muy convencido; diferente a
mi primer esposo, con el que duré solo 10 meses, porque yo no quería tener hijos.
La verdad es que yo desde siempre me he interesado por las cosas religiosas, cuando yo
tenía 7 años ayudaba como acólita en la misa, y también me ponían a leer y me aprendí
muchos textos de la biblia, entonces unas hermanas de la comunidad salesiana me
enseñaron a cantar y aprendí a cantar muy bonito, desde ahí entonces siempre que había
reuniones en mi casa, me ponían a cantar. Gracias a eso hice muchos amigos, cantaba y
bailaba, entonces yo me la pasaba muy alegre, casi siempre con mucha energía, yo
pensando bien, creo que solo estuve deprimida algunas veces. Mi familia toda ha sido muy
sana, no se conocen enfermedades.
Ya que lo recuerdo bien, cuando terminé con mi primer esposo, yo tenía como 22 años, me
casé de 21, y eso me dio muy duro, tuve una depresión muy grande y vivía triste he insegura,
no quería salir, ni cantar ni bailar, me volví en ese tiempo una persona muy retraída, no
podía dormir, me despertaba muy temprano, vivía como desganada, sin ánimos, no quería
comer y hasta perdí como 5 kilos en menos de un mes. Yo pensé en ese tiempo en no volver
a hacer nada, pero como debía trabajar, ya con el tiempo me fui sintiendo mejor.
Últimamente no he cantado mucho, porque tengo bocio y un nódulo en el lóbulo izquierdo
de la tiroides y eso me incomoda algunas veces, sin embargo todos me lo piden, yo
reconozco que soy muy buena haciendo lo que hago, soy mejor que otros, es más mucha
gente está celosa de mi voz y de mi forma de bailar. Comprendo que cualquiera pueda
envidiarme, soy más inteligente de lo normal y muy bella, si usted ve mi cuerpo, también
soy muy fuerte, no le temo casi a nada.
Puedo decir que desde hace 4 años que me casé nuevamente solo ha aparecido un dolor
en un brazo, el cual me aparece regularmente por la noche, es un dolor que se va y vuelve,
mis amigos me dicen que es un dolor mochilero que se la pasa viajando y que yo soy un
hotel, pero obvio, un hotel de 5 estrellas, porque desde que tengo uso de razón, siempre
me han admirado y tengo con qué.

Trastorno de bipolaridad con personalidad histriónica.

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