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El estrés oxidativo es una de las consecuencias de una serie de procesos que se llevan a cabo
en el organismo. El aumento de este nivel puede ser el comienzo de otras dolencias de mayor
gravedad, por lo que resulta imprescindible que conozcas los siguientes conceptos para poder
combatirlo con efectividad.
DEFINICIÓN
El aumento de radicales libres y de oxígeno en el cuerpo provoca que las células se oxiden y
resulten destruidas. Los radicales libres son electrones que no dejan de interactuar con todo
tipo de moléculas. La única forma de controlar su crecimiento es ingiriendo antioxidantes que
eviten esta circunstancia.
CAUSAS
– Ejercicio físico de alta intensidad. Al necesitar más energía para llevar a cabo tu actividad,
más oxígeno consumirás. El resultado directo es un aumento directo de la oxidación celular.
Como además consumirás más proteínas animales para recuperarte, el resultado será un
considerable aumento incontrolado de los radicales libres.
– El entorno. Los niveles de contaminación ambiental y el ser fumador (activo o pasivo) son
factores decisivos para el aumento del estrés oxidativo.
SÍNTOMAS
Puedes conocer si estás padeciendo esta dolencia si presentas los siguientes síntomas:
– Cambios físicos. Sientes rigidez, tus articulaciones no son ya tan flexibles y notas problemas
de movilidad ante movimientos que, antes, eran habituales y sencillos para ti.
La mitocondria es la parte de la célula que recibe los nutrientes y la que nos da energía. Si no
tomas los antioxidantes correspondientes, la antedicha usará lo que reciba para evitar otro
tipo de problemas por lo que notaremos un descenso en la energía habitual.
Este daño se va extendiendo de forma progresiva por el cuerpo. Primero notarás cambios en
el metabolismo y los síntomas arriba expuestos. La muerte celular conlleva daños en los
tejidos y la aparición de tumores. La salud cardiovascular, debido a que las células son
incapaces de procesar la grasa que se acumula en las arterias, se resiente de forma directa
dando lugar a trombosis, infartos y dolencias de mayor gravedad.
Una de las consecuencias más severas de esta afección es la ralentización del funcionamiento
cerebral. Esta circunstancia puede dar lugar a enfermedades degenerativas como el alzhéimer
o el parkinson.
Es importante que tengas en cuenta que la oxidación se esparce por el cuerpo desde el
corazón al aparato respiratorio, al digestivo, al urinario, al gastrointestinal, a los ojos y al
corazón
1. Exceso de producción.
Existen unas fuentes endógenas (cuando son generados por reacciones de nuestro organismo)
y unas exógenas (cuando proceden de agentes externos). Entre las endógenas la más
importante es la cadena de transporte de electrónico mitocondrial (ver Enfermedades
mitocondriales), cuyo funcionamiento incorrecto genera la formación de radicales libres de
oxígeno.
Existen también enzimas oxidantes (xantina oxidasa) y células sanguíneas con actividad de
defensa (macrófagos, etc..).
Entre los agentes exógenos destacan las radiaciones ionizantes y la luz solar, el humo del
tabaco, el choque térmico, la oxidación de algunos fármacos y otras sustancias
oxidoreductoras.