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Dialogo Nacional

CHILE

Agua, Agricultura de Riego y Medio Ambiente

Enero, 2003
Dialogo Nacional Chile: Agua, Agricultura de Riego y Medio Ambiente

I. Dialogo Nacional para el Tercer Foro Mundial del Agua.

1. Presentación

El presente documento corresponde una iniciativa del Comité organizador para el


Dialogo Nacional hacia el WWF3, que se orienta a buscar nuevas formas de
interacción en la búsqueda de una de gestión integrada y participativa de los
recursos hídricos.

Los Diálogos Nacionales representan una instancia para la discusión y el


relevamiento de consensos y disensos entre las diferentes entidades; sociales y
productivas, públicas y privadas, alrededor de temas que por su naturaleza tienen
un carácter transversal y que presentan numerosas externalidades de diferente
índole.

“El presente Dialogo se concentra en la discusión de la posible competencia que


representan los distintos usos del agua para actividades agrícolas, especialmente
de riego, y para el mantenimiento de la estructura y función de los ecosistemas”1

De este modo el dialogo debe focalizarse hacia la definición y acuerdos sobre un


conflicto actual y/o potencial entre naturaleza y producción alimentaria, en otras
palabras, la competencia por recursos hídricos que se genera entre las demandas
de la agricultura de riego y las demandas hídricas para la mantención del medio
ambiente y ecosistemas asociados a los cuerpos de agua.

El objetivo general del dialogo es la construcción de “puentes” entre la comunidad


agrícola y la ambiental en lo relativo a los recursos hídricos2.

Como objetivos específicos se señalan:

• Establecer las bases de un dialogo que produzca soluciones tangibles para lo


que aparece como un conflicto de intereses entre la producción de alimentos
y el medio ambiente, a nivel nacional y local;

• Aunar, mantener e incrementar el conocimiento que permita el dialogo

• Crear una plataforma, a nivel local o de cuencas hidrográficas, que


incremente la seguridad alimentaria y ambiental, que promueva el
intercambio de experiencias y la identificación y desarrollo de mejores
prácticas de manejo.

1
“Outline para talleres de de agua para alimentos y sostenibilidad ambiental”
2
“Dialogue on Food, Water and Environment, Dialogue Consortium, noviembre 2001,
2
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Enero 2003
Dialogo Nacional Chile: Agua, Agricultura de Riego y Medio Ambiente

• Hacer crecer la conciencia entre los distintos actores y participantes en la


gestión y uso del recurso respecto de la necesidad de planificar el uso del
agua considerando todas las externalidades derivadas de la actual gestión

En conjunto con el tema “Gobernabilidad del Agua”, el presente documento


dedicado específicamente a la relación entre la agricultura de riego y el medio
ambiente, formó parte de las bases para generar una discusión ampliada, en un
Dialogo Nacional sobre el uso del recuso hídrico en el país.

Metodológicamente, se procedió a la elaboración de un documento inicial por


parte del consultor, el que fue expuesto en diferentes oportunidades al Comité
Organizador de los Diálogos en Chile, el cual fue haciendo comentarios que
aportaron nuevas visones al borrador inicial. Este proceso iterativo se repitió en
varias oportunidades antes de la presentación formal para la discusión ampliada el
día 15 de octubre en la sede de CEPAL.

Paralelamente a este proceso, los consultores tuvieron los siguientes encuentros


para presentar el documento en las siguientes instancias:

a. Encuentro con académicos.

Realizado en la sede de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Chile


donde se expuso el documento a diferentes académicos tanto de la
Universidad de Chile como de la Universidad Católica.

Los principales elementos a resaltar fueron la necesidad de planificar el


territorio de manera mas integrada respecto de los usos del agua del riego,
considerando que modificaciones ocurridas en la última década,
principalmente en la tecnificación de los sistemas de riego y en el uso de
técnicas como la fertigación y la quemigación, permiten dar un uso agrícola a
las laderas situación que puede repercutir en modificaciones del equilibrio
entre la fase superficial y la fase subterránea del agua de la cuenca.

En el mismo sentido, se consignó como materia de importancia contar con


áreas destinadas a la recarga de las napas freáticas. En esa dirección se
releva que una adecuada delimitación de los lechos de los ríos, definiendo lo
que corresponde a propiedad fiscal, facilitaría la planificación de su uso lo
que debería apuntar a mejorar la recarga de las napas subterráneas.

b. Encuentro con ONG`s

Se realizó un encuentro, en dependencias de CEPAL, con el mundo de las


ONG el cual tuvo una convocatoria moderada.

3
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Los principales temas que surgieron de este encuentro tuvieron más que ver
con los aspectos relacionados a la gobernabilidad del agua que al impacto de
la agricultura de riego sobre el medio ambiente, salvo en lo relativo a la
potencial contaminación de las napas con aguas servidas, materia
relacionada con el riego agrícola. Especial preocupación a este respecto lo
constituye la potencial contaminación con nitratos dada la dificultad para
revertir el proceso de salinización de las napas.

No obstante lo anterior, la generación de procesos de manejo integrado de


las cuencas hidrográficas y/o de iniciativas de ordenación territorial,
aparecieron como una necesidad relevada por todos los participantes,
considerando que de contar con un instrumento de planificación de este tipo,
se deben incluir en ellos las herramientas para poder atenuar, o revertir, los
procesos de contaminación puntual y/o difusa que puedan producirse al
interior de la cuenca.

c. Visita a terreno

Por una invitación del Programa “Mas Región” los consultores sostuvieron
dos reuniones en la IV región; la primera efectuada en la ciudad de Illapel y,
la segunda, en La Serena.

Illapel

Se trató de una reunión con miembros de organizaciones de regantes,


agricultores y funcionarios públicos de nivel de área, además de funcionarios
municipales.

Los temas principales relevados en esta reunión se relacionaron con el


funcionamiento de las organizaciones de regantes, las potenciales fuentes
contaminación provenientes de la minería (principalmente a causa de la
presencia de relaves) y las formas de organización conjunta que puedan
adoptarse para el manejo de la cuenca del río Choapa. Esto, en el contexto
de la construcción de al menos 2 obras de regulación en el valle, una de las
cuales, el embalse El Bato, inaugura el sistema de concesiones aplicado a la
construcción de obras de riego agrícola.

La Serena

En el ámbito de la misma invitación a Illapel, en La Sena se realizó un


encuentro en el que participaron funcionarios públicos de nivel regional y
diferentes personeros ligados a la temática del manejo del agua.

Principalmente se discutieron los temas planteados por los consultores,


destacando el tema de la gobernabilidad. La relación agricultura de riego y
medio ambiente se tocó de una manera más tangencial y la discusión se

4
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concentró principalmente en aspectos relativos a la tecnificación del riego y el


“tamaño optimo” de los embalses de regulación, en cuanto a su impacto en el
sector agrícola, versus las externalidades ambientales derivadas de su
construcción.

2. Resultados del Dialogo Nacional en relación al agua para riego y el medio


ambiente.

El Dialogo Nacional convocó a un conjunto de personas provenientes del mundo


académico, el sector público, de ONG y otras instituciones ligadas al tema de
manejo de los recursos hídricos las cuales tuvieron con anticipación cada uno de
los documentos elaborados. El esquema de trabajo consistió en la exposición de
cada tema por parte de los consultores y, a continuación, en la generación de
talleres específicos de trabajo dedicados a cada tema.

En este contexto, el taller relacionado con el agua para riego y el medo trajo a
colación una serie de temas ambiente generó una serie de acuerdos y disensos
que se exponen a continuación.

3. Temas Emergentes durante el taller

Durante el taller existieron temas que generaron consensos y algunos otros donde
la opinión de los integrantes estuvo dividida. A continuación se revisan los temas
que quedaron registrados:

a. Agua limpia para la agricultura (calidad).

La necesidad de contar con estándares de calidad para el agua de riego


agrícola fue uno de los temas que primeramente surgieron de la mesa –
taller. Esto debe asociarse especialmente al riego con aguas servidas que
trae aparejados tanto riesgos para la salud humana (materia que está
actualmente en un nivel de control aceptable3) como para los ecosistemas a
través, básicamente, de la potencial contaminación de las napas a partir
especialmente de los residuos de nitrógeno, materia que se analiza en la
exposición del consultor.

b. Normas y regulación.

Íntimamente asociado a lo anterior fue una opinión unánime que antes de


definir la calidad del agua que se quiere, se produzca un acuerdo amplio para
su definición. En efecto, la definición de estándares de calidad implica
acuerdos entre los diferentes actores dado que el grado de “pureza” que se
3
Entendiendo que se aplica la normativa que impide regar con aguas servidas aquellos cultivos de consumo
crudo y que por sus características, la parte comestible está o puede estar en directo contacto con el agua
5
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establezca para el agua de riego va a depender –descontando los factores


relacionados con la salud humana- de la relación costo beneficio que exista
entre la calidad del agua y la productividad agrícola asociada, mas los costos
ambientales de mediano y largo plazo que deriven de la calidad definida.

c. Contaminación química y biológica de las aguas.

Con relación a la contaminación actual de las aguas de riego, existieron


diversas opiniones. En general tiende a existir la percepción de que existirían
focos de contaminación biológica importantes derivados de la carencia de
tratamiento de las aguas servidas en el país. Sin embargo, a este respecto
se reconoce igualmente que durante la década pasada existieron importantes
avances en este sentido asociados a los centros urbanos más importantes4 y
que los planes vigentes contemplan la continuación de la construcción de
plantas de tratamiento hasta llegar, durante el presente decenio, a niveles
como los que muestran los países desarrollados.

La contaminación química por su parte, se asocia a la carencia de un control


efectivo sobre el sector industrial, particularmente en relación a la pequeña y
mediana empresa, sector que sería mas refractario a las medidas
establecidas para el control de efluentes, dados los costos y la tecnología
necesarios para ponerlos en practica y las dificultades específicas para su
fiscalización5.

Por otra parte, se señala que espacialmente se concentra la contaminación


proveniente de residuos mineros en las regiones III y IV6 especialmente
derivada de la pequeña minería y de los tranques de relave dejados por la
mediana y gran minería antes que existiera el conjunto de regulaciones que
se aplican hoy día, y de la existencia del Sistema de Evaluación de Impacto
Ambiental – SEIA-.

d. Reutilización de aguas residuales para el riego agrícola

Por ser un tema altamente técnico, el taller sólo concordó en la necesidad de


avanzar en este tema, tanto desde el punto de vista de la definición de los
estándares, como explorar tecnologías como la inyección de aguas servidas
a las napas freáticas u otras formas de utilización del recurso.

e. Falta de estudios e información a usuarios.

4
Véase se mas adelante la cita de los estudios de Grili respecto de la contaminación por nitratos en la cuenca
de Santiago, la cual ha mostrado descensos importantes ligados a la construcción de sistemas de
tratamiento de aguas servidas.
5
Entendiendo que el proceso de fiscalización de la pequeña industria es mas caro y complejo, precisamente
por los aspectos de dispersión y tamaño de las unidades productivas
6
Situación que también fuera resaltada en la visita a terreno efectuada por los consultores a la IV región.
6
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Se trata de un tema donde existió gran coincidencia entre los asistentes.


Por una parte, aquellos actores más ligados al mundo académico y de la
administración, reconocen la carencia de estudios sistemáticos que permitan
construir una “línea de base” acerca del estado y calidad de los recursos
hídricos en el país, lo cual se hace especialmente relevante en el caso de los
recursos hídricos subterráneos y; por otra, en el caso de aquellos actores
mas relacionados con el uso del recurso, plantean la necesidad de que la
información existente sea mas accesible a los usuarios. Cabe señalar aquí,
que este fue un tema particularmente relevante en la reunión sostenida con
regantes en la IV región.

f. Normas Secundarias de Calidad Ambiental y protección de Recursos


naturales Renovables.

En general se recoge la opinión que las normas secundarias constituyen un


elemento muy importante para permitir un mejor manejo de los recursos
naturales, en este caso el agua, pero que no se habría avanzado con la
rapidez suficiente en su implementación, lo que conspira con una
administración racional y eficiente del recurso hídrico. En todo caso, y por
parte de los participantes ligados a la administración pública, se destacó que
el proceso de producción de normas es de alta complejidad técnica e implica,
además, un alto grado de concordancia y participación entre los diferentes
actores relacionados, lo que normalmente implica un proceso largo que
puede durar hasta dos años o mas para la puesta en vigencia de cada una.

En el mismo sentido, quedó como una pregunta abierta el hecho de si existe


la capacidad y los mecanismos necesarios de participación que permitan que
el proceso de generación de normas secundarias sea los suficientemente
expedito y representativo de todos los intereses involucrados en la
generación de una norma.

g. Caudal ecológico o hidroambiental para los cursos de agua.

El tema del caudal ecológico o mínimo necesario para la realización de las


funciones ecosistémicas fue un tema considerado relevante por la totalidad
de los participantes, pero que no generó propuestas especificas ni
posiciones definidas acerca de los caminos a seguir para su implementación,
a pesar que el tema de mantener un cierto nivel de caudal mínimo en los ríos
afectaría directamente otros posibles usos del agua.

h. Conflictos entre el uso agrícola del agua y otros sectores.

Aún cuando el tema fue mencionado tanto durante los comentarios a la


exposición inicial como en el transcurso del taller, no se logró obtener

7
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consensos acerca de cuales son estos conflictos y entre cuales sectores


éstos se plantean o se vislumbran a futuro, con más severidad7.

No obstante lo anterior, un planteamiento repetido fue la necesidad de


fortalecer las organizaciones de usuarios tanto en lo relativo a las
organizaciones de regantes (establecidas el Código de Aguas) como en
buscar los mecanismos para agrupar a otros usuarios de modo que existan
referentes y representantes válidos y claros, al momento de establecer las
negociaciones conducentes a una planificación del uso de los recurso
hídricos, ya sea a nivel nacional, o de cuencas hidrográficas.

i. Otros temas

En el taller quedaron consignados un conjunto de otros temas que, dado que


no se vinculan directamente con el de la exposición, sólo se enuncian o se
comentan brevemente:

! Necesidad de contar con una Política Nacional de Producción de


Alimentos. Esto en el contexto de una agricultura crecientemente
dedicada a la producción de productos exportables y el decrecimiento
notable de la agricultura dedicada a la producción de alimentos de
consumo interno.

! Falta (o no es suficientemente visible y conocida para todos) de una


Política Nacional de Riego que se haga cargo de la planificación de
mediano y largo plazo de la construcción, reparación y mantención de las
obras de infraestructura de riego en el país. Igualmente, se destaca que
no existe una política o conjunto de normas que se hagan cargo de la
agricultura de secano.

! Impulsar el concepto de “agricultura limpia” considerando tanto sus


efectos ambientales positivos, como el hecho que constituye un mercado
emergente de gran potencialidad a futuro.

! Mejorar la educación ambiental en lo relativo al uso y conservación de los


recursos hídricos, de modo de sensibilizar tanto a los actores
directamente involucrados en su gestión y manejo, como a la comunidad
en general.

! Rol de la agricultura en el ordenamiento territorial. Este tema surge por


cuanto los instrumentos de ordenación del territorio existentes hoy día se
dirigen casi específicamente a los espacios urbanos (Planes Reguladores
Intercomunales, Comunales, Planes Seccionales), sin que existan los

7
En el texto de la exposición que acompaña este resumen se agregó, como anexo, un listado de los conflictos
detectados en los estudios para la confección de Planes Directores de Recursos Hídricos realizados por la
Dirección General de Aguas.
8
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mecanismos ni la legislación que permita la planificación del espacio en


forma conjunta. En este sentido hubo acuerdo en que mientras no
existan estos instrumentos, hacer un manejo integrado de los recursos
hídricos a nivel de cuencas, es muy difícil.

5. Conclusiones

a. Uno de los temas mas recurrentes, tanto durante la preparación del Dialogo
como en la exposición y el desarrollo de las mesas de trabajo fue la
necesidad de contar con instrumentos de planificación y gestión que
permitan prevenir los conflictos y hacer un uso racional de los recursos
hídricos, entendiendo por ello tanto la maximización de su potencial
productivo como la mantención y mejoramiento de la calidad ambiental.

b. El tema del riego agrícola y su impacto en el medio ambiente no se releva


como una preocupación mayoritaria entre los asistentes. Si bien es cierto
existe un nivel de interés al respecto, especialmente entre los participantes
con una mayor formación técnica, por la posibilidad de contaminación de las
napas especialmente por nitratos, en el nivel general no se aprecia como un
tema relevante para la mayoría de los asistentes.

c. Otro elemento importante que se puede destacar, es el acuerdo mayoritario


entre los asistentes en la necesidad de avanzar en dos aspectos: i) generar
una mayor información de base acerca de los recursos hídricos,
especialmente respecto de la calidad y cantidad de los recursos
subterráneos y:; ii) la necesidad de contar con modalidades que hagan mas
accesible la información existente a los usuarios materia que se hace difícil
no tan sólo por las carencias existentes sino por su gran dispersión en
diferentes organismos.

c. Se puede señalar que la convocatoria del taller fue más bien reducida
destacándose como gran ausente el sector privado, especialmente aquellos
representantes de otros usos del recurso, independientes del riego agrícola.

d. Se puede señalar que los objetivos específicos establecidos para el dialogo


se cumplieron parcialmente. En efecto, se estima como positivo la
generación del encuentro en sí y la discusión de materias relevantes para la
planificación y manejo de los recursos hídricos en el futuro. Sin embargo, no
se alcanzó el objetivo de generar la “plataforma, a nivel local, o de cuencas
hidrográficas, que incremente la seguridad alimentaria y ambiental y que
promueva el intercambio de experiencias y la identificación y desarrollo de
mejores prácticas de manejo”

9
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Enero 2003
II. Agua, Agricultura de Riego y Medio Ambiente.

Pedro Lira Olmo 8.

1. Introducción

Se ha estimado a nivel mundial que la demanda por agua para uso agrícola se
verá incrementada entre un 15% y un 20%, en los próximos 25 años, para
mantener la seguridad alimentaria y reducir el hambre y la pobreza de una
población mundial creciente.

Por otra parte, los estudios ambientales señalan que el uso de agua deberá ser
reducido por lo menos en un 10% durante el mismo período para proteger ríos,
lagos y humedales de los cuales dependen millones de personas para su
subsistencia y para satisfacer las crecientes demandas de la ciudad y la
industria. De este modo, las sociedades de todo el mundo se enfrentan al
conflicto emergente derivado de la gestión de los recursos hídricos9”

Este conflicto acerca del agua involucra complejidades e incertezas que


requieren de la integración de las perspectivas técnicas, económicas e
interactivas. Esta perspectiva interactiva, central para el Dialogo es, de
muchas maneras, una nueva perspectiva. Esta visión busca las maneras de
incluir en un solo dialogo al gobierno, los negocios y los actores de la sociedad
civil en un proceso de aprendizaje y negociación que pueda trascender las
limitaciones de un esquema de decisiones y orientaciones burocráticas
centralizadas, por una parte, y las decisiones propias del libre mercado por
otra.

A nivel mundial, parece existir conciencia que existen serias divergencias entre
las visiones y posiciones respecto del uso del agua para la naturaleza y el agua
para la producción de alimentos derivado de que, en general, la organización y
las decisiones se hacen sobre bases sectoriales y no se privilegia la visión
“integradora. Igualmente, parece existir acuerdo en que a pesar que el manejo
integrado de los recursos hídricos es ampliamente compartido como concepto,
sin embargo, en la práctica siguen prevaleciendo las aproximaciones
sectoriales y las acciones tomadas acerca de la interfase producción de
alimentos –medio ambiente, pueden no estar siendo las más adecuadas.

Aún cuando la situación de Chile pueda ser diferente en muchos aspectos de la


situación promedio mundial en cuanto a, por ejemplo, la disponibilidad
alimentaria por habitante, los niveles de cobertura de agua potable y
alcantarillado, los incrementos en la productividad agrícola, etc., igualmente
enfrentamos un panorama de carencias crecientes en la disponibilidad de agua
8
Las opiniones que se expresan en el texto siguiente son de exclusive responsabilidad del autor y
corresponden a una solicitud del Global Water Partnership en Chile como un documento para dar inicio a
los Diálogos Nacionales.
9
“From Paradigms to Practice, Foundation, Principles and elements and Elements for Dialogue on Water,
Food and Environment” , Roling, N. Woodhill, J. Bonn,m dec 2001.
Dialogo Nacional Chile: Agua, Agricultura de Riego y Medio Ambiente

para los diferentes usos, tendencia que, según todas las fuentes, deberá tender
a agudizarse en el futuro próximo.

Por lo anterior y aunque con distintos énfasis, enfrentamos el dilema de pensar


en un esquema de desarrollo sustentable que se haga cargo, por una parte, de
un crecimiento económico sostenido y con equidad (y de los pasivos
ambientales existentes) y, por otra, de cautelar la mantención de los
ecosistemas y de las funciones de la naturaleza en ámbitos que no son
siempre valorables económicamente, por lo que responden mas bien a
“acuerdos sociales”. Estos que podrán expresarse y definirse como
parámetros cuantitativos (por ejemplo las normas de calidad ambiental o el
“caudal ecológico” ) y/o como decisiones respecto del tipo de gestión y
administración de los recursos naturales que el país desea para si mismo

2. La demanda por Recursos Hídricos.

En términos de dotación de recursos hídricos, no es necesario profundizar en


este documento que la primera característica a destacar es la gran variabilidad
geoclimática del país derivada en parte de un desarrollo latitudinal
extraordinariamente extenso y a condicionantes estructurales como la corriente
de Humboldt, los movimientos anticiclonales y la orografía; baste decir, como
ejemplo, que el extremo norte aparece como uno de los lugares mas áridos del
planeta, con menos de 0.5 mm. de precipitación/año, mientras que en la X y XI
regiones la precipitación pueda superar los 3.000 mm, anuales. A esto se
suma un porcentaje significativo de superficie de altas cumbres y glaciares con
precipitación estrictamente nival.

Lo anterior hace que la disponibilidad de agua por habitante desde la RM hacia


el norte ronda umbrales muy bajos, ya que en general es inferior a 1000
m3/hab/año e inclusive alcanza a 500 m3/hab/año, umbrales considerados
internacionalmente como altamente restrictivos para el desarrollo económico de
los países.10

10
Política Nacional de Recursos Hídricos”, 1999, Ministerio de Obras Públicas, Dirección General de
Aguas, diciembre, 199
11
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Dialogo Nacional Chile: Agua, Agricultura de Riego y Medio Ambiente

Disponibilidad de agua/habitante I a X Región


180000
Disponibilidad de Agua/Habitantes I a VI Región
160000
10000
9000
140000 8000
7000

[m3/hab/año]
120000 6000
[m3/hab/año]

5000
4000
100000 3000
2000
80000 1000
0
I II III IV V RM VI
60000
REGIONES
40000

20000

0
I II III IV V RM VI VII VIII IX X

REGIONES

Fuente: DIRECCIÓN GENERAL DE AGUAS

Lo anterior configura un cuadro de gran desigualdad territorial respecto de la


oferta de recursos hídricos en el país, lo que plantea un desafío adicional en
cuanto a la generación de mecanismos de gestión diseñados con la suficiente
flexibilidad para ser capaces de adaptarse a esta realidad.

Con relación a la demanda, la Dirección General de Aguas11 reconoce 4


categorías explícitas respecto del uso consuntivo del recurso hídrico, y los
valores que se utilizan han sido calculadas sobre la base de un valor
aproximado de gasto de 2.000 m3/s de caudal continuo para el país, el cual
corresponde en un 67,8% a usos hidroeléctricos y en un 32,2%, vale decir a
algo menos de 650 m3/s de caudal continuo, a usos consuntivos, los que
distribuyen la demanda del siguiente modo:
Demanda Actual Uso Consuntivo

RIEGO
84.5%

MINERIA
4.5%

INDUSTRIA
6.5%
A.POTABLE
4.4%
Fuente: DIRECCIÓN GENERAL DE AGUAS

11
“PNRH, op cit.

12
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Dialogo Nacional Chile: Agua, Agricultura de Riego y Medio Ambiente

A lo anterior deben sumarse usos no consuntivos que, si bien no agotan ni


disminuyen la cantidad física de recurso, pueden producir efectos significativos
en el uso de otras actividades y en la cuenca en general;

• Para generar la diferencia de nivel necesaria para producir la energía se debe extraer
agua en un punto del río (pto. a) para ser entregada en otro punto ubicado aguas abajo
que otorgue el desnivel necesario para la producción de fuerza (pto. b), y por lo tanto
para el tramo entre a y b, en la practica, la demanda es consuntiva dado que el agua ha
12
sido extraída y no puede ser utilizada por ningún otro actor y;

• Aquel espacio entre la cabecera de la cuenca y el sitio de solicitud de derechos no


consuntivos también opera prácticamente como un derecho consuntivo al constituirse en
una barrera para el uso del recurso en el tramo comprendido entre los dos puntos.

En este contexto, y aún cuando la entrada del gas natural ha introducido un


grado de incertidumbre en las predicciones de la demanda hidroeléctrica, baste
señalar que antes de este factor se proyectaba un crecimiento en 10 veces de
los caudales utilizados en generación para el año 2017. Considerando lo
anterior y aún asumiendo que estas nuevas condiciones del mercado
retrasarán la entrada de nuevas centrales hidroeléctricas, la magnitud de las
demandas hace previsible un aumento de los conflictos por el uso13.

Por último, y aunque no especifica el requerimiento ambiental en forma


cuantitativa, el mismo documento de Política, señala que “la existencia de una
demanda ambiental, que limita la disponibilidad de recursos hídricos para
atender las nuevas demandas de los sectores productivos, es una realidad
ambiental indiscutible14”. Con esta afirmación se está dando una señal
explícita, desde el ámbito gubernamental, de considerar el factor ambiental
como un bien social que debe ser protegido y considerado al momento de
efectuar la planificación en el uso de los recursos hídricos.

Desde el punto de vista de los volúmenes que deberán dedicarse a este fin, la
administración suscribe lo que, en general, se considera como la demanda
ambiental por agua15 y que corresponde aproximadamente a un 10% del
caudal medio del río.

A pesar que en la actualidad se aplica el criterio de mantener esta reserva y se


presenta frecuentemente en el proceso de constitución de nuevos derechos en
los cauces de la IX región al sur y, en menor medida en la región VIII, en ríos
12
Un ejemplo casi emblemático de esta situación fue la solicitud de derechos no consuntivos sobre aguas
3
del estero Cochihuaz, en el valle de Elqui, que implicaba la extracción de algo menos de 2m pero que
tenía graves implicancias en el tramo que quedaba entre la captación y la devolución
13
Política Nacional de Recursos Hídricos”
14
“A medida que la conciencia ambiental de la sociedad se desarrolla, se reconoce la
necesidad y validez de que el aprovechamiento de las aguas se realice de forma tal que se
asegure la mantención de caudales que permitan sustentar las demandas ambientales
existentes sobre el recurso. Dicha demanda ambiental hídrica considera el mantenimiento de
caudales y de niveles de acuíferos y lagos, para la protección de los ecosistemas y de los
valores paisajísticos y turísticos asociados”“
15
Este concepto, conocido como caudal ecológico, ha sido ampliado por la propia DGA al denominarlo
caudal hidroambiental entendiendo que, además de los requerimientos para la mantención de la
biodiversidad asociada, se deben preservar mediante esta misma reserva, otros usos como los
recreacionales, turísticos y paisajísticos

13
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que aún no están agotados o cuando se trata de derechos no consuntivos, la


situación es muy diferente desde la zona central hacia el norte del país donde
la gran mayoría de los derechos ya están constituidos por lo que es permitido
secar los cauces16.

Esta situación implica que desde “la Región Metropolitana hacia el norte, las
demandas superan el caudal disponible, situación que sólo se explica por el
reuso reiterado de los recursos de agua a lo largo del curso de los valles. La
extraordinaria intensidad de uso de los recursos tiene como consecuencia que
durante períodos de extrema sequía los sobrantes que llegan al océano son
prácticamente nulos hasta el río Rapel.”

Con relación a las proyecciones de crecimiento de la demanda, en la siguiente


figura se muestra una estimación realizada por la DGA para el período 1993 -
2017.

Estimación incremento de la demanda


para el período (1993 – 2017)

800

700
1993
600
2017
[m3/s]

500

400

300

200

100

0
RIEGO AGUA POTABLE INDUSTRIA MINERIA

Fuente:DIRECCION GENERAL DE AGUAS

Como puede apreciarse, y según esta proyección, la demandas por agua


para agricultura son las que mas crecen en términos cuantitativos (aprox. 180
m3/s) aunque llama la atención que el uso industrial crecería en alrededor de
un 100% respecto de su uso actual.

3. La agricultura y las demandas sobre el agua.

3.1 Evolución del riego

16
Al momento de su otorgación, no existía el concepto de caudal ecológico y, por lo tanto se
pueden secar los ríos.
14
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La superficie cultivable en Chile, es de aproximadamente 5,5 millones de


hectáreas. Al iniciarse la década de los noventa, algo mas de 1/3; es decir, 1,8
millones de há., estaban bajo cota de riego. Asimismo, 2/3 de estas últimas,
1,2 millones de há., tenían riego con un 85% de seguridad17, mientras las 0,6
millones de há. restantes eran de riego eventual18.

El inicio de la década de los noventa encuentra la inversión estatal en materia


de riego se había reducido, prácticamente, al otorgamiento de subsidios vía
Ley Nº 18.45019 de fomento al riego y drenaje.

De ello da cuenta el crecimiento de la superficie bajo riego, durante todo el


siglo pasado hasta 1987, como se muestra a continuación20

Año Sup. acumulada con


85% de seguridad
(miles de há)
1900 500
1914 600
1926 667
1938 863
1970 1.170
1987 1.187

Al inicio de la década de los noventa, se produce un cambio en esta tendencia


en el sentido que se enfatiza por parte del Estado la importancia del riego
agrícola como un elemento de desarrollo y de equidad social, en conjunto con
una serie de externalidades sociales positivas como la capacidad de fijar
población rural, el control de inundaciones (embalses), el aumento en la
productividad, etc.

La modificación, en 1990, de la señalada ley Nº 18.450, en el sentido de


orientarla más hacia los pequeños agricultores se plasma en un convenio entre
la Comisión Nacional de Riego (CNR), el INDAP y el Fosis. De este modo el
volumen de recursos comprometidos por parte del Estado experimenta un
crecimiento notable. “En el período 1986-1996, se habían beneficiado con las
ayudas de la ley Nº 18.450, unas 400.000 hectáreas”.21.

Por otra parte, se impulsa el “Programa de Rehabilitación y Construcción de


Obras Medianas y Pequeñas de Riego – PROMM” (1992-93 -199822) el cual se
apoya en dos instrumentos legales preexistentes a su creación: el DFL Nº

17
Criterio de diseño utilizado para la provisión de riego agrícola “seguro” en el país.
18
“Implementation Completion Report”, World Bank, Report Nº 20065, 23 de febrero del 2000.
19
Publicada el año 1985
20
Fuente: “Políticas de Desarrollo del Riego en Chile: 1974 -1993” Documento de trabajo Nº 2, ODEPA,
julio 1994.
21
“El riego en América Latina y el Caribe en cifras”, FAO, 2000.
22
Esa es la fecha definida por el Banco Mundial como final del contrato de préstamo y desde entonces, el
PROMM continúa funcionando de manera inorgánica, vale decir, cada institución de las originalmente
participantes realiza sus labores habituales en materia de riego previas a la existencia del Programa
pero sin que exista una instancia de coordinación superior que estructure la iniciativa.
15
Documento Final
Enero 2003
Dialogo Nacional Chile: Agua, Agricultura de Riego y Medio Ambiente

1.123 que define el accionar de la Dirección de Obras Hidráulicas del MOP (ex
Dirección de Riego) y la ley Nº 18.450 de fomento al Riego y Drenaje.
Igualmente se contó con la institucionalidad del INDAP para la Transferencia
Tecnológica y la Dirección General de Aguas del MOP para los asuntos
relacionados con el saneamiento de títulos de aguas y el fortalecimiento de las
organizaciones de regantes.

Los beneficios esperados del Programa se establecieron de forma cuantitativa


y pueden resumirse como sigue:

• Una expansión del área regada destinada a beneficiar principalmente a los pequeños
productores en áreas pobres;

• Una mejora del medio ambiente y una mayor eficiencia en el uso del agua como producto
de un mejoramiento en al manejo y la conservación de los recursos hídricos y;

• Aumento de la seguridad de riego lo cual llevaría a mejores rendimientos, productos de


mejor calidad, y un aumento en la inversión en productos de exportación de mayor
23
valor .

Desde el punto de vista de los resultados, “el PROMM benefició a 14.410


agricultores y alcanzó a casi las 148.000 has.”24

Una característica distintiva del PROMM que es especialmente relevante de


destacar en el presente trabajo, fue su concepción como un Programa
Integrado, incluyendo la construcción o rehabilitación de obras de riego,
desarrollo y transferencia tecnológica y la asistencia crediticia, modalidad que
no ha vuelto a repetirse en e país.

Por otra parte, la dirección de Obras Hidráulicas ha llevado a cabo durante el


período la construcción de diversas obras bajo el rótulo de Grandes Obras de
Riego (definidas como aquellas cuya inversión es igual o supera los $US 20
millones) de las que se pueden destacar las siguientes25:

Proyectos ejecutados o en fase de ejecución período 1990 -2000


OBRA Superficie (hás)26
27
Embalse Santa Juana III región , 12.366
Embalse Puclaro, IV región, 27.700
Embalse Corrales, IV Región 10.872
Canal Pencahue, VII región 11.670
Canal Laja Diguillín, VIII región 63.311
El Bato 3.000
Total 128.919
Fuente: “Evaluación del programa de Grandes Obras de Riego”, Lira, P. Scherman, J. – Dirección de
Presupuesto, Ministerio de Hacienda, junio 2001

23
Implementation Completion Report, op cit.
24
Programa de Rehabilitación y Construcción de Obras Medianas y Pequeñas de Riego, PROMM,
Informe Final. Dirección de Presupuestos, Evaluación de Programa Gubernamentales. Acuña, J,
Scherman, J., Lira, P., agosto 2000.
25
Algunas de estas obras se encuentran terminadas y otras en período de ejecución.
26
Incluye aumento de seguridad y nuevo riego
27
Tanto para Santa Juana como para las siguientes obras, la su superficie involucrada incluye tanto el
mejoramiento del riego (seguridad de 85%) como la puesta en riego de nuevas superficies
16
Documento Final
Enero 2003
Dialogo Nacional Chile: Agua, Agricultura de Riego y Medio Ambiente

Lo anterior totaliza, en obras terminadas o en fase de ejecución, una cifra


cercana a las 130.000 hás, vale decir, un crecimiento mayor al 10% del
territorio bajo riego, respecto del que se contaba a inicios de la década de
1990.

Paralelamente, se pueden mencionar, aunque no de forma exhaustiva,


aquellos proyectos que se encuentran en estudio y que han tenido preinversión
de nivel significativo, lo que puede leerse como una “cartera de proyectos”
donde están identificadas las necesidades para diferentes regiones del país
pero que, por diversas razones aún no han encontrado financiamiento.

Cartera de Proyectos de Grandes Obras de Riego


OBRA28 Superficie (hás)
Embalse Puntilla del Viento, V región 41.000
Sistema Regadío Victoria, IX región 55.000
Embalse Ancoa, VII región 26.000
Embalse Punilla, VIII región 70.000
Total 192.000
Fuente: “Evaluación del programa de Grandes Obras de Riego”, Lira, P. Scherman, J. – Dirección de
Presupuesto, Ministerio de Hacienda, junio 2001

Esta cartera de proyectos debe contrastarse con las proyecciones realizadas


por dos documentos oficiales, los cuales aun cuando para diferentes períodos,
estiman crecimientos de magnitud significativa como se muestra a
continuación:

Proyecciones de crecimiento agricultura regada.


Proyección DGA 29 Política agrícola30

Mejoramiento 500.000 400.000


Hectáreas Nuevas 500.000 300.000
Total 1.000.000 700.000

Aunque es difícil conocer el número exacto de aumento de la superficie regada


con seguridad de 85%, dado que no todos los proyectos mencionados están
operativos 100% en sus capacidades de diseño y puede producirse doble
contabilidad respecto de la nueva superficie incorporada respecto de aquella en
la que fue mejorada su seguridad, se puede señalar en términos gruesos que
para el período 1990 – 2000, se incorporan o tienen seguridad de riego del
85% un total algo superior a las 275.000 hectárea (donde se incluyen los
proyectos ejecutados o en ejecución y las 148.00 hectáreas PROMM). No se
incluyen en esta contabilidad los proyectos privados y aquellos subsidiados
bajo la ley de Fomento que incorporaron superficie o aumentaron seguridad
mediante pozos.

28
Los antecedentes provienen del Informe Final “Evaluación del Programa Grandes Obras de Riego”,
DIPRES, Evaluación de Programa Gubernamentales, Scherman, J., Lira, P., mayo 2001
29
Para 25 años
30
período 2000-2010
17
Documento Final
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Dialogo Nacional Chile: Agua, Agricultura de Riego y Medio Ambiente

En cuanto al drenaje las principales obras en el país han sido financiadas bajo
el amparo de la ley 18.450 –mencionada anteriormente- y hasta el año 1996 se
había drenado una superficie de aproximadamente 7.800 há, en el país31.
Dado que no ha sido posible encontrar cifras mas actualizadas, es muy
probable que esta superficie sea hoy de un monto mayor.

A nivel preinversional y referido al potencial crecimiento de los proyectos de


este tipo, el “Programa de Recuperación y Rehabilitación de Suelos Agrícolas
en las regiones IX y X”32 identificó 575.000 há de suelos con problemas de
drenaje, “los que podrían pasar a convertir su uso de praderas de pasto natural
a empastadas, frutales menores y espárragos”33.

Aunque no exista una relación directa entre los proyectos de drenaje y los de
riego dado que suelos con mal drenaje pueden incorporarse a la agricultura de
secano, también es posible que una porción significativa de estos suelos
pudiera incorporarse, de existir las posibilidades, a la agricultura regada.

Tanto el crecimiento real como el proyectado en la agricultura de riego, tienden


a consolidar una situación de demandas progresivas, a la que además deben
agregarse los otros actores, lo que implica un crecimiento significativo de las
demandas para los próximos lustros.

Todo ello ocurre en un escenario institucional donde no existen los


mecanismos institucionales adecuados para una gestión integrada de agua y
territorio, materia que se aborda en forma mas exhaustiva en el documento
sobre “Gobernabilidad del Agua” 34 que forma parte de las mismas jornadas de
Dialogo Nacional.

3.2 Evolución y estado de la agricultura de riego

Desde el punto de vista económico el sector silvoagropecuario “ha sido capaz


de crecer a una tasa anual de 3,4% durante la última década –tasa
comparativamente alta a escala mundial-“ “El sector pasó de aportar un 8,0%
del PIB en 1990 a un 5,7% en 1999. Sin embargo, y a pesar de esta caída en
términos nacionales, desagregando al nivel regional la agricultura y la
silvicultura como sector primario representan entre el 25 y el 35% del PIB de
regiones como la IV, V, VI, VII, IX y X35. Por lo tanto, aún cuando disminuye la
participación del sector silvoagropecuario en el PIB nacional, el impacto de la
actividad es aún bastante significativo en algunas regiones del país36. Se
puede señalar que las exportaciones agrícolas, primarias e industriales,
pasaron desde 1.156 millones de US$ en 1990 a 2.666 millones de US$ en

31
“El riego en América Latina en cifras” FAO, año 2000
32
Ejecutado bajo el Programa de Crédito de Preinversión MIDEPLAN -BID
33
FAO, 2000, op. cit.
34
En preparación por el consultor Sr, Gonzalo Cubillos
35
“Una política de estado para la agricultura chilena; período 2000 - 2010
36
Aún cuando una parte significativa de participación en el PIB puede deberse específicamente al sector
forestal, especialmente de la VII región al sur.
18
Documento Final
Enero 2003
Dialogo Nacional Chile: Agua, Agricultura de Riego y Medio Ambiente

200037, lo que puede ser un indicador más fidedigno de la importancia de la


agricultura de riego38.

Lo anterior puede sustentarse en que la misma Política Agrícola (op. cit) señala
que “El desarrollo agrícola y forestal ha estado marcado por una carrera de
productividad. Nuestro país no ha sido la excepción. Desde la denominada
revolución verde., los esfuerzos de desarrollo agrícola se han puesto en
optimizar las relaciones insumo – producto. Si bien esto se ha traducido en
incrementos importantes del abastecimiento de la demanda mundial, este
enfoque parece no ser ya suficiente para lograr dicho objetivo. Actualmente la
sensibilidad del mercado de alimentos hace insuficiente llegar sólo en períodos
de contraoferta o con precios competitivos para poder ganar mercados. Hoy
las ventajas competitivas deben expresarse en todas las fases y dimensiones
de los procesos productivos, de forma de incrementar no sólo la eficiencia
económica, sino también la capacidad de producción de alimentos inocuos y de
calidad39.

Desde el punto de vista de la producción de alimentos y la seguridad


alimentaria, el país no tiene una política definida salvo el caso de las bandas de
precio (mínimos y máximos) determinados para el trigo, las oleaginosas y la
remolacha que constituyen prácticamente una excepción dentro de un sistema
de libre competencia abierta40. Es importante considerar que dado que en el
país los niveles arancelarios son muy bajos y parejos y la existencia de
tratados de libre comercio con México, Canadá (en ambos casos con arancel
cero para la mayoría de las importaciones) y la implementación muy a corto
plazo de un acuerdo con la CEE y, en el futuro próximo con Estados Unidos,
plantean un escenario altamente competitivo para la agricultura.

En 1996, los principales cultivos de riego eran de cereales con un 22,3%


(donde el trigo y el maíz representan el 85%); los frutales con un 22,2%,
forrajeras con un 20,5%, hortalizas un 10,5% y viñas viníferas con un 4,8%.

Esto se ratifica cuando se señala que “el principal impacto de la ley Nº 18.450
ha sido el cambio de uso de la tierra con el crecimiento de la superficie de
frutales, hortalizas, vid vinífera y remolacha azucarera en el sur, en detrimento
de la superficie dedicada a cereales, cultivos industriales y pastos
naturales”.(FAO 2000).

Estos cambios de uso se reflejan en la superficie sembrada. Para la década


pasada llaman la atención los siguientes antecedentes, por nombrar sólo los
más relevantes:

37
INE, “Compendio Estadístico Silvoagropecuario 1990 – 2000, (valores FOB)
38
Asumiendo que es desde la agricultura de riego donde mayoritariamente provienen los productos que
se exportan.
39
“En el momento actual no da lo mismo hacer agricultura a partir de recursos naturales “limpios”, que a
partir de los que lo están. El producto final refleja el recurso originario y esto constituye una demanda
explícita del consumidor. De allí la necesidad de cuidar nuestro patrimonio natural, no sólo en términos
de su capacidad de producción, sino también en su condición de sustrato de recursos limpios, capaces
de generar productos también limpios “ Política Agrícola Nacional
39
Excepción hecha de las obligaciones derivadas de tratados internacionales

.
19
Documento Final
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Dialogo Nacional Chile: Agua, Agricultura de Riego y Medio Ambiente

Cultivo 1989 - 90 (hás) 1990 – 2000 (hás)


Trigo41 583.000 392.000
Maíz42 101.130 69.275
Lentejas43 13.930 2.190
Porotos 68.600 31.386
Arroz 32.600 25.800
Fuente: Compendio estadístico Silvoagropecuario 1990 - 2000”, MINAGRI-ODEPA, 2001

Se observa una notable disminución de las superficies sembradas, la que en,


en la mayoría de los casos, refleja caídas de magnitudes considerables.

Contrasta con lo anterior el hecho que la disponibilidad por habitante para cada
uno de los productos –que incluye producción interna e importaciones - tiende
a aumentar en forma importante44 para el mismo período, no obstante que la
balanza comercial del sector silvoagropecuario también crece con una saldo
favorable que va desde un 24,2% de participación en 1990, a 27,1% de
participación en 2000, respecto de las exportaciones totales del país (INE
2001).

En definitiva, es en la misma década donde, mientas la superficie de riego


crece en alrededor de 275.000 hectáreas (alrededor de un 22%), disminuye la
superficie sembrada de los principales cultivos extensivos en el país y, sin
embargo, aumenta la participación del sector silvoagropecuario en las
exportaciones nacionales

Esta situación, que sin lugar a dudas merece una mirada mas profunda, se
explica en parte por un cambio notable en la estructura de cultivos en el país,
donde la superficie de huertos industriales ha experimentado un crecimiento
significativo en casi todos los rubros45 incluyendo el cultivo de hortalizas y de
flores donde también se observan crecimientos sensibles46. Finalmente, es
importante destacar que la superficie dedicada a vides (vinífera, mesa y
pisquera) ha crecido en algo mas de 26.000 hectáreas para el período.

Otro punto a tener en consideración es el notable aumento de la agricultura en


laderas con técnicas de riego sofisticadas que llevan la eficiencia del riego a
umbrales que superan el 95%. Esta agricultura, dedicada especialmente a la
producción de frutales de exportación, ha crecido principalmente en los valles
de la V región como un modo de aprovechar mejor la radiación e, igualmente,
para disminuir los riesgos por heladas en el fondo de valle47. Dada la

41
Aunque la producción creció de 29.5 qq/ha a 38,1 qq/há para el mismo período.
42
El rendimiento aumentó de 81,4 a 94,1 qq/há
43
Con una disminución de rendimiento de 5.9 a 4.7 qq/ha
44
Salvo en el caso del trigo que muestra una leve disminución que podría asociarse a cambios en los
hábitos de consumo de las personas.
45
Donde destacan los paltos que evolucionan desde 8.190 há hasta 21.220, las manzanas desde 23.260
a 33.494 há y los almendros desde 3.750 hasta 6.100 há. por nombrar sólo los mas notables)
46
Debe incidir también en la estadística el hecho que parte de la nueva superficie (o con mejoramiento de
la seguridad) de se estaba recién incorporando, o estaba en proceso de incorporación.
47
La información de la Comisión Nacional de Riego indican que sólo en el valle del río Aconcagua la
superficie de cultivo en laderas es del órden de 10.000 há.
20
Documento Final
Enero 2003
Dialogo Nacional Chile: Agua, Agricultura de Riego y Medio Ambiente

sofisticación y eficiencia de los sistemas utilizados, en conjunto con la


superficie involucrada, en aquellos valles como el del río Aconcagua deberá
tender a modificarse la relación:

Riego > infiltración > derechos aguas (aguas abajo),

lo que también supone un riesgo de potenciales conflictos en el futuro próximo


que deberán resolverse mediante un diseño institucional concordado entre
todos los actores “en un escenario en el cual se corrijan las distorsiones de
carácter monopólico y de corrección de externalidades no resueltas y escaso
control, sobre las extracciones clandestinas de las aguas subterráneas”48.

Como resumen entonces, se puede señalar que la agricultura ha


experimentado un cambio estructural notable en la década, donde se produce
una disminución de los cultivos extensivos tradicionales y un aumento en las
superficies dedicadas a la producción intensiva de frutales vid, hortalizas y
flores, cultivos estos últimos, que están directamente asociados a la posibilidad
de contar con riego seguro. El cambio en la estructura de cultivos implica, casi
necesariamente, un aumento del uso de fertilizantes y agroquímicos destinados
a mejorar la productividad, lo que plantea un riesgo potencial de contaminación
difusa de las napas, especialmente en la zona centro sur del país donde se ha
concentrado el crecimiento.

4. Agricultura y Medio Ambiente.

4.1 Contaminación

Como una primera aproximación a la temática de este punto es interesante


destacar que desde el ámbito gubernamental relacionado a la agricultura se ha
declarado que “La gestión ambiental es una función eminentemente pública, de
responsabilidad individual y colectiva, que requiere del compromiso y la
participación de toda la sociedad civil, incluyendo en ella al sector productivo
privado, de tal forma que el conjunto de la sociedad esté dispuesto a asumir los
costos que implica el implementar tal política. Significa también un proceso
continuo de mejoramiento de la capacidad de gestión del país” 49. Como
puede observarse, esta declaración es altamente consistente con los objetivos
del presente Diálogo.

En este contexto, entonces, es interesante partir destacando los diversos


pasivos y desafíos ambientales existentes a nivel de país y en los cuales existe
consenso entre las diferentes fuentes consultadas50, en relación al estado del
recurso hídrico y sus relaciones, directas o indirectas, con la agricultura.

48
Peña, H. “Uso sustentable de los recursos hídrico en Chile. Ventajas y limitaciones del sistema
institucional vigente
49
“Una Política Ambiental para el Desarrollo Sustentable”, aprobada por el Consejo Directivo de
Ministros de CONAMA el 9 de enero de 1988.
50
Política Nacional de Recursos Hídricos, Una Política Ambiental para el Desarrollo Sustentable y
“Estado del Medio Ambiente en Chile, todas oportunamente citadas.
21
Documento Final
Enero 2003
Dialogo Nacional Chile: Agua, Agricultura de Riego y Medio Ambiente

• Altos índices de contaminación hídrica, por la disposición sin tratamiento de


residuos líquidos domiciliarios e industriales. Lo anterior ha afectado
significativamente a los cursos de agua, como ríos, lagos y borde costero,
así como ha generado contaminación de aguas subterráneas.

• Inadecuado manejo y disposición de residuos sólidos, domésticos e


industriales, particularmente los peligrosos, lo que hace de este tema uno de
los desafíos principales de la gestión ambiental (ello en el contexto que en
muchos casos estos residuos van parar, finalmente, a los cursos de agua).

• Erosión y degradación de suelos, por la aplicación de técnicas


silvoagropecuarias deficientes, crecimiento urbano y manejo inadecuado de
residuos sólidos. En Chile, los procesos de degradación del recurso suelo
han actuado durante siglos, en particular sobre la disponibilidad de suelo
agrícola productivo y las cuencas hidrográficas. A este respecto se ha
señalado que “existen decisiones relativas al uso del suelo y la cobertura
vegetal que en el sistema institucional se tratan con completa prescindencia
de sus impactos sobre los recursos hídricos, tales como la expansión
urbana, la forestación, y la incorporación de nuevas tierras a la actividad
agrícola51.

• Amenazas al bosque nativo por sobreexplotación y carencia de medidas


adecuadas de protección. El crecimiento sin consideraciones ambientales de
la actividad forestal, la extracción de leña y la fabricación de carbón
amenazan la sustentabilidad del recurso y la diversidad biológica. Este
punto tiene una directa relación con la producción y almacenamiento de
aguas freáticas de modo que perdidas significativas de la cubierta vegetal
podrán incidir en la interfase agua superficial – agua subterránea.

• Desde el punto de vista de vista de la contaminación por efluentes


mineros52, el problema más agudo está localizado entre la I y IV regiones,
en la medida que en ellas se encuentran la mayoría de las explotaciones,
asociadas a los bajos caudales disponibles para permitir una dilución
adecuada53.

• En relación a la contaminación industrial se destaca que existen vertidos


directos al alcantarillado (esto afecta principalmente a la RM VIII y cuenca
del Aconcagua) provocando con ello un cambio en el tipo de contaminación.

En efecto, las descargas de RILES al alcantarillado plantean una situación


de mucho mayor gravedad que la contaminación biológica abriendo la
posibilidad de contaminación por metales pesados u otras sustancias
químicas de mayor prevalencia en los sistemas.

51
Peña, H., op cit.
52
Que interesa en relación con sus posibles usos en la agricultura.
53
Es importante destacar el esfuerzo realizado, especialmente por la gran minería, para mejorar los
sistemas de disposición y reciclado de las aguas utilizadas en sus procesos, aún cuando antes que
criterios ambientales o de legislación específica es muy probable que esto se deba en gran medida al
precio del bien, en este caso el agua. Sin embargo se estima que la pequeña minería sí constituye en
un problema serio en cuanto a los vertidos, dada la dificultad de fiscalizar adecuadamente todas las
explotaciones.
22
Documento Final
Enero 2003
Dialogo Nacional Chile: Agua, Agricultura de Riego y Medio Ambiente

Especialmente relevante en este análisis es lo que se cataloga como


contaminación de aguas subterráneas proveniente de la agricultura, incluyendo
las formas directas y difusas.

En este punto no existe un grado de información confiable que permita realizar


una evaluación a nivel nacional pero debe destacarse que “la contaminación
por nitratos por el uso de fertilizantes se ha observado en áreas regadas de la
VI región al norte, en especial en las aguas subterráneas en los cursos
inferiores”. “Cabe señalar que el seguimiento de este tema reviste mucho
interés si se considera que el uso de fertilizantes en las zonas regadas del país
aumento entre 1980 – 1990, desde valores promedio de 50 kg/há. hasta 150
kg/há.”54.

Por su parte según Grilli et als55, “existen numerosos estudios (DGA-CCHEN,


1993; CONAMA, 1999; SESMA) que reportan elevadas concentraciones de
nitrato en algunos sectores del sistema acuífero de Santiago. Considerando
que la presencia de nitratos en el agua de bebida es un problema de salud de
la población y que se requiere incrementar el aprovechamiento de aguas
subterráneas para la producción de agua potable, surge la necesidad de
caracterizar la situación de contaminación por nitratos (magnitud, variación
espacial y temporal) y de evaluar los riesgos de contaminación de los pozos
utilizados para el agua de bebida.”

Agrega que “se observa que existen extensas zonas con valores superiores al
límite máximo aceptable para el agua potable56. La situación extrema se
presenta en el sector norte57. Al indagar por las causas, la misma investigación
señala que; “Al comparar las concentraciones de nitrato del agua subterránea
con los valores históricos recopilados en informes previos (CONAMA, 1999), es
posible observar que existe una disminución del área contaminada y una
reducción de los valores máximos. Este descenso puede ser asociado a una
progresiva disminución del uso de aguas residuales domésticas en el regadío y
en el cambio de uso del suelo de agrícola a zona urbana”·

La investigación58 muestra que las aguas residuales domésticas (utilizadas en


regadío y por filtración directa desde los cauces contaminados) es la causa
más probable de la contaminación por nitratos en importantes sectores de las
aguas subterráneas de Santiago. En otros sectores, la contaminación por
nitratos no puede ser asociada con el regadío o con cauces contaminados: en
muchos de ellos se ha logrado identificar actividades industriales que
descargan sus residuos directamente sobre la superficie del terreno y que
probablemente sean la fuente de contaminación.

54
Política Nacional de Recursos Hídricos, DGA.
55 55 55
“Nitrato en Las Aguas Subterráneas de Santiago” Alejandro Grilli D-F , Evelyn Aguirre D. , Corrado
55 2, ,,
Tore F . y Pedro Moya V. 2001.
56 -
Para NO3 /N
57
Sistema (Colina-Batuco-Lampa), donde detecta pozos con valores superiores a 30 mg/l de NO3-/N.
58
Realizada con el isótopo Nitrógeno-15
23
Documento Final
Enero 2003
Dialogo Nacional Chile: Agua, Agricultura de Riego y Medio Ambiente

Es importante destacar que en el estudio de Grilli, se asocia la contaminación


agrícola, en su área de estudio, principalmente al riego con aguas servidas
(situación que estaría decreciendo en la medida que ha disminuido tanto el
riego con aguas servidas como la superficie cultivada), sin mencionarse como
factor causal, el aumento en el uso de fertilizantes, en especial los
nitrogenados.

En el mismo sentido, Gamboa (200159) destaca que para la cuenca Ligua


Petorca “se ha concluido que el aumento de la concentración de sales y la
variación de los parámetros hidroquímicos obedecen a un proceso natural mas
que a fuentes de contaminación y difusa”.

Para otras zonas del país, en cambio, los estudios son enfáticos en señalar a
las prácticas agrícolas como responsables de efectos directos, ya sea en la
salinización de los suelos, como en la contaminación de los acuíferos. Así, una
salinización progresiva de los suelos cultivados especialmente en la III y IV
regiones estaría influida por el sistema de riego por goteo, mientras que en la I,
región, la importante depresión de los niveles del acuífero de Azapa (y su
consecuente salinización), son el resultado de una sobre explotación,
principalmente por parte de la agricultura.

Como se desprende de lo anterior, existen múltiples situaciones distintas


referidas a la contaminación del agua subterránea y una evidente falta de
estudios sistematizados e información agregada que pueda dar cuenta, a nivel
nacional, del estado actual de los recursos hídricos subterráneos.

Este desafío, tanto en materia de aguas superficiales como subterráneas, ha


sido reconocido por la autoridad quien ha propuesto que “la política de control
de la contaminación hídrica debe determinar y mantener niveles óptimos de
calidad de las aguas, para maximizar sus beneficios sociales. Esta línea de
acción requiere de la clasificación de las masas de agua, atendiendo a
características naturales y usos actuales, con el fin de establecer normas de
calidad ambiental60 que protejan las distintas categorías de uso, definiendo
estándares para un adecuado manejo y control de los efluentes. Para ello es
necesario establecer redes de monitoreo de los distintos cuerpos de aguas
marítimos y continentales, así como modelos de dispersión de contaminantes
que den cuenta de la capacidad de asimilación y comportamiento de los
cuerpos receptores. Posteriormente, corresponde conocer las características
de las distintas cuencas de modo de elaborar, cuando así se requiera, planes
de prevención y de descontaminación hídrica.” Agrega, además, que “una
acción prioritaria es la descontaminación de cursos asociados a la disposición
de los centros urbanos mayores de 20.000 habitantes, como se expresa en el
Programa de Gobierno” 61

59
“la variabilidad hidrológica como condicionante del desarrollo de la cuenca de los ríos
Petorca y La Ligua, V Región, Chile”, Gamboa, M., Tésis de Magíster, U. Católica, 2001
60
De hecho la norma de calidad para el agua se encuentra actualmente en tramitación por parte del
Ejecutivo.
61
Política Nacional de Recursos Hídricos.
24
Documento Final
Enero 2003
Dialogo Nacional Chile: Agua, Agricultura de Riego y Medio Ambiente

Esta última afirmación reafirma que la prioridad gubernamental en materia de


descontaminación está asociada al saneamiento de las aguas servidas
provenientes de los centros urbanos. La realización de estas inversiones
permitiría, siguiendo la hipótesis de Grillii (2001) y asumiendo que pudiera
extrapolarse el caso de Santiago a otras regiones del país, disminuir los niveles
de contaminación directa en los cursos de agua y la indirecta, derivada del
riego con aguas servidas. Por lo anterior, sólo entonces podría dictarse una
regulación específica - por ejemplo una norma secundaria de calidad – para
normar la aplicación de fertilizantes nitrogenados en la agricultura.

4.2 Instrumentos ambientales de gestión, control y protección del recurso


hídrico.

Al introducir el elemento “ambiente” como parte del esquema de gestión de los


recursos hídricos, debe primeramente definirse cual es exactamente el “bien”,
privado y social, que se quiere proteger y para ello deben precisarse sus
funciones. La función del recurso hídrico para cada uno de los demandantes
tradicionales (Minería, Industria, A. Potable y Riego) está muy clara, además
tiene, en cada caso, un mercado definido y un precio determinado por ese
mercado (independiente que sean discutibles los grados de transparencia y la
movilidad de los factores que lo regulan). En el caso de la función ambiental
del recurso hídrico no existe un mercado y, por lo tanto, tampoco un precio62.
Ello implica la necesidad de establecer las regulaciones adecuadas para que
en la gestión de los recursos hídricos sean interpretados cada uno de los
actores, incluyendo el ambiental, que estará representado por una
institucionalidad pública capaz de recoger, mediante un proceso técnico y
participativo, la posición de la sociedad respecto de la valoración del “bien
Medio Ambiente”, tanto en su valor de existencia como de recurso.

En este sentido, el Código de Aguas actual tiende más bien a preocuparse de


la administración del “recurso”, en su sentido de “insumo para”, antes que de la
protección del valor ambiental de existencia63.

62
Aun cuando metodologías como la evaluación contingente, que mide teóricamente la
“disposición a pagar” por un bien determinado han ensayado la valoración de bienes
ambientales intangibles o sin un mercado definido como son, por ejemplo, los parques
nacionales, un paisaje determinado, animales salvajes, conservación de sitios de interés, por
nombrar sólo algunos.
63
Probablemente con la salvedad ya señalada, respecto del caudal ecológico.

25
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Enero 2003
Dialogo Nacional Chile: Agua, Agricultura de Riego y Medio Ambiente

En relación con la legislación específica no se pueden dejar de destacar aquí


aquellos elementos presentes en la Ley de Art. 41°. El Uso y aprovechamiento de los
Bases Generales del Medio Ambiente64 que recursos naturales renovables se efectuará
parecen con una mayor potencial para ser asegurando su capacidad de regeneración y
la diversidad biológica asociada a ellos, en
utilizados como un elemento de gestión de especial de aquellas especies en peligro de
los recursos hídricos extinción, vulnerables, raras o
insuficientemente conocidas.
Art. 42 . El organismo público encargado por
Aún cuando en la Ley se mencionan otros la ley de regular el uso o aprovechamiento
instrumentos de gestión ambiental, como los de los recursos naturales en un área
determinada, exigirá, de acuerdo con la
Planes de Manejo señalados en el artículo normativa vigente, la presentación y
42°, que podrían constituirse en un elemento cumplimiento de planes de manejo de los
de gran importancia y potencia para el tema mismos a fin de asegurar su conservación
Estos incluirán entre otras las siguientes
de la gestión, la inclusión de la frase “de consideraciones ambientales:
acuerdo con la normativa vigente” limita su a) mantención de caudales de aguas y
aplicabilidad concreta dado que no tiene, en conservación de suelos.
b) mantención del valor paisajístico
la mayoría de los casos, un carácter c) Protección de especies en peligro de
vinculante. Sin embargo, la misma ley conservación …”
define un instrumento operativo y de gestión
para el manejo de porciones del territorio: las
normas secundarias de calidad ambiental.

Probablemente la forma más directa y específica para la protección tanto de los


ecosistemas como de sus componentes, está contenida en la Ley 19.300 de
Bases del Medio Ambiente, con la creación de la figura de las normas
secundarias de calidad ambiental las que han sido definidas como “aquellas
que establecen los valores de las concentraciones y períodos, máximos o
mínimos permisibles de sustancias, elementos, energía o combinación de ellos,
cuya presencia o carencia en el ambiente, pueda constituir un riesgo para la
protección o conservación del medio ambiente, o la preservación de la
naturaleza;”.

64
Nº 19.300, 1994

26
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El “Reglamento Para la Dictación de Normas de Calidad Ambiental y de


Emisión”, fue publicado el 15 de Art. 29.
mayo de 1995 y, por lo tanto, “En la determinación de las normas secundarias de calidad
ambiental se recopilarán los antecedentes y se encargará la
desde esa fecha está vigente en el preparación de estudios o investigaciones técnicas, científicas,
toxicológicas y otras que sean necesarias para establecer los
país. niveles de exposición o carencia para la protección o conservación
del medio ambiente.
Art. 30°
El párrafo 2° del Reglamento, entre Para establecer las normas secundarias de calidad ambiental,
los artículos 29° y 32° establece el deberán considerarse el sistema global del medio ambiente
además de las especies y componentes del patrimonio ambiental
detalle de lo que será necesario que constituyan el sostén de poblaciones locales.
para la elaboración de una norma Además se considerarán los antecedentes relativos a las
condiciones de explotación de los recursos naturales renovables.
de calidad ambiental, tal como se Art. 31°
muestra en el cuadro anexo En la elaboración de una norma secundaria de calidad ambiental
deberán considerarse, conjuntamente, los siguientes criterios:
a) Alteración significativa del patón de distribución geográfica de
Una característica que debe una especie de flora o fauna o de un determinado tipo de
ecosistema nacional, especialmente de aquellos que sea
destacarse de las normas únicos, escasos o representativos, que pongan en peligro su
secundarias es que en ellas su permanencia, capacidad de regeneración, evolución y
desarrollo.
dimensión territorial no b) Alteración significativa de la abundancia poblacional de una
necesariamente debe ser de especie, subespecie de flora o fauna o de un determinado tipo
carácter nacional, como es el caso de comunidad o ecosistema, que ponga en peligro su
existencia en el medio ambiente;
de las normas primarias de calidad c) Alteración de los componentes ambientales que son materia
ambiental65, sino que su aplicación de utilización por poblaciones locales, en especial plantas
animales, suelo y agua y;
estará asociada a la dimensión d) Degradación significativa de monumentos nacionales, sitios
territorial de los componentes con valor antropológico, arqueológico, histórico y, en general,
los pertenecientes al patrimonio cultural.”.
ecosistémicos y/o las especies que
se quiera proteger.

De este modo, una norma secundaria de calidad puede establecerse para un


espacio territorial específico, elemento que puede ser aprovechado en la
planificación del uso de este, restringiendo aquellos usos específicos que
atenten contra la calidad del ecosistema en que se insertan.

Se puede señalar entonces, que mediante esta norma se puede regular áreas
de especial interés66), por lo tanto debe ser tenido en cuenta como un
instrumento de gran importancia al nivel local.

De los otros instrumentos de gestión derivados de la Ley de Bases Generales


del Medio Ambiente, se deben destacar desde el punto de vista de su
incidencia sobre la gestión del territorio y, por ello, su relevancia en el manejo
del los recursos hídricos los siguientes

EL Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental SEIA, el cual no se somete a


análisis en el presente documento, dadas las características del sistema que
realiza estrictamente un análisis proyecto a proyecto, lo que impide que por su
intermedio se pueda realizar una planificación sectorial o territorial;

65
Destinadas particularmente a cautelar la salud humana.
66
Deben considerarse aquí los recursos paisajísticos; de calidad y cantidad de agua; suelos productivos,
etc. En al caso de los ríos o cuerpos de agua continental, los caudales ecológicos (norma que puede
ser aplicada en una cuenca completa o en subcuencas específicas), procesos de eutrofización de
cuerpos de agua.
27
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Planes de Prevención que corresponde a un instrumento de gestión ambiental


que tiene por finalidad recuperar los niveles señalados en las normas primarias
y/o secundarias de calidad ambiental de una zona latente 67 y;

Los Planes de Descontaminación, que corresponden a un instrumento de


gestión ambiental que tiene por finalidad recuperar los niveles señalados en las
normas primarias y/o secundarias de calidad ambiental en una zona saturada68.

Los dos instrumentos anteriores, que en realidad son en la práctica el resultado


del comportamiento de variaciones en la medición de la(s) respectiva(s)
norma(s) de calidad ambiental(s), requieren para su aplicación de la existencia
de normas de calidad ambiental, proceso que ha sido más bien lento. Esto
debe entenderse en el contexto de los múltiples actores que participan y que
representan intereses muchas veces contrapuestos. Quizás entendiendo que
se trata de un proceso largo, la autoridad ha optado por priorizar las normas de
emisión como la “Norma de Descarga de Residuos Industriales Líquidos a los
Sistemas de Alcantarillado”, “Norma de Descarga de Residuos líquidos a Aguas
Superficiales”, Norma de Emisión de Efluentes a Sistemas de Alcantarillado69,
por nombrar algunas.

En el caso de normas de calidad pueden destacarse como ejemplos la “Norma


de Calidad para la Protección de Usos en Aguas Continentales Superficiales”
aún en etapa de aprobación y, para las normas secundarias puede citarse,
como ejemplo, la “Norma de Calidad Secundaria para Aguas Marinas”70 que se
encuentra aún en estudio.

Finalmente, y en directa relación con el caudal ecológico, si entendemos en


este concepto, entre otras cosas, la valoración de la biodiversidad
directamente asociada al flujo de agua y la gradiente de humedad que lo
acompaña, es preciso señalar que respecto de la conservación de la
biodiversidad -in situ71- y los ecosistemas en que se inserta, la principal acción
del Estado en la actualidad se centra en la mantención del Sistema Nacional de
Áreas Silvestres Protegidas del Estado –SNASPE-. Al respecto se puede
señalar que el país tiene una superficie de aproximadamente 14.5 millones de
hectáreas bajo esta categoría (lo que representa alrededor de un 18% de la
superficie total del país) pero que según Conaf (administradora del sistema),
falta representar alrededor de un 30% de los ecosistemas presentes en el país.
Esto se explica dado que algo mas del 80% de la superficie total involucrada se
encuentra en las regiones XI y XII, zonas de vacío demográfico, por lo tanto,
sometida a menores presiones de desafectación.

67
Zona Latente es aquella en que la medición de contaminantes en el aire, agua o suelo se sitúa entre el
80% y 100% de la respectiva norma de calidad ambiental
68
Zona Saturada es aquella en que una o mas normas de calidad ambiental se encuentran sobrepasadas.
69
(DS Nº609, del 20 de Julio de 1998)
70
Que “establecerá los valores de concentraciones y períodos, máximos o mínimo de sustancias,
elementos, energía o combinación de ellos, cuya presencia o carencia en el ambiente pueda constituir
un riesgo para la protección o conservación del medio ambiente, o la preservación de la naturaleza, en
las aguas marinas de la Región del Bio-Bío”.
71
La biodiversidad tiene tres categorías definidas para su conservación: conservación de ecosistemas –in
situ-, conservación de especies como en el caso de los zoológicos –ex situ- y, la conservación de
material genético como los bancos de semillas u otras formas mas sofisticadas.
28
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Dialogo Nacional Chile: Agua, Agricultura de Riego y Medio Ambiente

Al respecto, es importante destacar que en la reciente conferencia de


Johannesburgo se destacó la zona central de Chile como uno de los 25 “Hot
Spot” o lugares de importancia primordial, a nivel mundial, en términos de su
biodiversidad. Ello, en el contexto de la cobertura actual del SNASPE con una
sobre representación manifiesta de los ecosistemas del sur del país y carencias
de representatividad, precisamente de una zona central donde, además, la
mayoría, sino la totalidad, de los de cursos de agua tienen sus derechos
agotados (otorgados) y, por lo tanto, en la imposibilidad por parte de la
administración, de mantener un caudal ecológico.

29
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5. Conclusiones.

A partir de lo expuesto en los puntos anteriores, se pueden extraer las


siguientes conclusiones principales:

i. Una aumento sustantivo en la superficie de nuevos suelos bajo riego o con


aumentos de la seguridad hasta el estándar de 85%. Llama la atención
aquí, el que no exista un consenso entre las distintas informaciones
institucionales respecto de cual es exactamente este monto de incremento.

ii. Una disminución notable (1990-2000) en la superficie de los principales


cultivos extensivos – aunque sus rendimientos han crecido sensiblemente –
acompañada por cambios en la estructura de cultivos de riego lo que se
traduce básicamente en frutales, hortalizas y flores.

iii. Pareciera existir un cierto consenso multisectorial en el sentido que la


situación de mayor urgencia que afecta la calidad de los recursos hídricos
es la contaminación biológica de los cursos y cuerpo de agua, y sectores
del litoral, derivada principalmente del vertido de aguas servidas. Además,
se hace explícita la voluntad de la autoridad de revertir esta situación en el
mediano plazo.

iv. Existe una multitud de situaciones distintas referidas a la contaminación de


las aguas subterráneas y una aparente falta de estudios sistematizados e
información agregada que pueda dar cuenta, a nivel nacional, del estado
actual de los recursos hídricos subterráneos.

v. El factor ambiental es reconocido por la autoridad como un actor a la


demanda de recursos hídricos al reservar explícitamente una parte del
caudal de los ríos en la constitución de nuevos derechos (cuando existe la
posibilidad) el “caudal ecológico”, para fines ambientales. Pese a lo anterior
existe un pasivo importante constituido por aquellos cursos de aguas, que
son la mayoría en la zona centro norte del país, que tienen todos sus
derechos concedidos, caso en el cual no existen los instrumentos concretos
que permitan revertir esta situación.

vi. En relación a los actuales conflictos existe un tipología que, independiente


de la situación de oferta y demanda de recursos hídricos, parece repetirse a
lo largo del país (ver Anexo I). Ello dicen relación, principalmente, con la
gestión actual del recurso en términos de que no existe una institucionalidad
coordinada; los vertidos de aguas urbanas residuales, el manejo de los
cauces en relación a la extracción de áridos y las inundaciones72, falta de
eficiencia en el uso y; fallas en la seguridad de riego, son los que se repiten
mas frecuentemente.

72
Delimitación de cauces
30
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Dialogo Nacional Chile: Agua, Agricultura de Riego y Medio Ambiente

vii. Salvo en casos puntuales, no se aprecia un conflicto real entre el uso


agrícola del agua y la mantención de los ecosistemas. Ello no quiere decir
que no sea un conflicto potencial en el mediano plazo. Una visión mas
amplia, sin embargo, no puede reducir el conflicto a la mantención de un
cierto caudal – producto de una convención- en los cursos de agua para
mantener la biodiversidad asociada, y a la potencial contaminación de las
aguas subterráneas por un uso creciente de agroquímicos en la agricultura.

Parece lícito plantear que el conflicto entre ambos usos tiene también otras
dimensiones que no se están siendo consideradas en su real magnitud, por
ejemplo:

a. Los impactos directos, indirectos o inducidos, de la construcción de la


obra de ingeniería que permite dar la seguridad deseada al riego.
Aunque estos impactos están cautelados socialmente a través del
Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental –SEIA-, la propia
naturaleza del sistema – que evalúa proyecto a proyecto – no permite
conocer los efectos acumulativos y sinérgicos que el conjunto de las
obras provoca en la cuenca hidrográfica.

b. Los efectos sobre la estructura de recarga de las napas que


producen los cambios de uso, ya sea de secano a riego, como
respecto del aumento de la seguridad. Cabe aquí reiterar lo
señalado anteriormente en el sentido que innovaciones tecnológicas
como la fertigación73 y la quemigación74 han permito la instalación de
agricultura en suelos considerados no agrícolas. De este modo se
puede señalar que se produce una incorporación neta de suelos a las
contabilidades que tradicionalmente se han realizado. Aparte del
efecto, ya discutido, sobre los impactos directos que esta situación
puede tener en los derechos de agua, aguas abajo, debe sumarse
los cambios en la cobertura vegetal que ello ha producido, lo que
afecta, tanto al sistema de recarga, como a la biodiversidad
asociada75.

viii. La falta de representatividad en el SNASPE de un porcentaje importante de


los ecosistemas presentes en el país, cuya preservación ha sido
considerada de importancia de interés mundial, abre una interrogante
acerca de conflictos futuros sobre todo en las zonas menos representadas
que se encuentran, justamente, en aquellas áreas donde los derechos de
aguas están agotados, vale decir, donde no existe disponibilidad actual del
recurso.

ix. Dadas las características de la planificación territorial en Chile; donde en la


práctica los únicos instrumentos efectivos (por su carácter normativo),

73
Donde el riego tecnificado incluye los fertilizantes y nutrientes necesarios para el desarrollo de la planta.
74
Donde el riego tecnificado incluye los fertilizantes, nutrientes y parte importante de los agroquímicos
aplicados y necesarios para el estado fitosanitario y rendimientos esperados.
75
Lo que puede redundar tanto en afectar lo que se ha clasificado como “producción limpia” (de la cuna a
la tumba) hasta en el efecto que esto puede tener sobre la población de insectos benéficos para la
agricultura.
31
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Dialogo Nacional Chile: Agua, Agricultura de Riego y Medio Ambiente

corresponden a aquellos contenidos en la Ley General de Urbanismo y


Construcciones76 concebidos específicamente para la ordenación del
espacio urbano, no existe el sustento legal institucional y de gestión, que
permita abordar el manejo de los recursos hídricos en el espacio cuenca, lo
que también condiciona la planificación del uso de los recursos
subterráneos.

x. Lo anterior resulta particularmente importante dado que todos los actores


institucionales, y privados, plantean la gestión integrada del recurso como
una necesidad y un bien social que debería implementarse tanto para
lograr una administración sustentable ambientalmente, como con la
capacidad de prevenir y resolver los diferentes conflictos respecto del uso
del recurso hídrico

76
Planes Reguladores Urbanos, P,R. Interurbanos (Metropolitanos) y Planes Seccionales.
32
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6. Propuesta de temas de discusión para el Dialogo Nacional.

Todo lo expuesto anteriormente, sin pretender ser exhaustivo en las temáticas


abordadas, se orienta a generar una plataforma que entregue bases para la
discusión abierta entre los integrantes de este diálogo.

En este contexto entonces es que se plantean los siguientes temas, a modo de


sugerencia, para ser abordados en la mesa ampliada que tendrá lugar el 15 de
octubre próximo.

a) Considerando que las inversiones en obras de riego generalmente


corresponden a montos considerables y teniendo en cuenta, además, la
reducción de la tasa de descuento social desde un 12% a un 10% (desde el
año 2002) lo que, al menos desde el punto de vista de la rentabilidad, hará
posible la postulación de obras que hasta ahora eran no rentables
socialmente ¿ello implicará un aumento de la inversión estatal en la
materia? En otras palabras, ¿ingresarán al sistema nacional de
inversiones todas aquellas obras que son rentables sin adscribirse a una
planificación globalizada? ¿existe una planificación globalizada?.

b) Considerando el crecimiento de la superficie bajo riego de los años noventa


y que, además existe una cartera preinversional sustantiva (cuyas
condiciones de evaluación han sido modificadas por la reducción de la tasa
de descuento señalada anteriormente), ¿Es posible establecer consensos
respecto a cuanto se quiere, como sociedad, aumentar la superficie de riego
con seguridad de 85 %?

c) ¿Se deben privilegiar las grandes obras capaces de “capturar” toda una
cuenca o se debe enfatizar la intervención territorial conjunta y coordinada a
nivel de toda una cuenca mediante obras medianas y pequeñas que van a
presentar, probablemente, menores impactos ambientales en el sistema en
su conjunto?

d) ¿Es favorable mantener en el país un sistema altamente subsidiado


respecto a la construcción de obras de riego? Esta pregunta es válida
considerando que lo que se ha denominado grandes obras, no son
canceladas por los beneficiarios, aún cuando la ley establece que deben
hacerlo?

e) ¿Existen externalidades sociales positivas en los proyectos de riego que las


evaluaciones técnico económicas tradicionales no son capaces de
capturar? ¿Constituyen los proyectos de riego, “polos de desarrollo”, que
conviene impulsar?

f) ¿Existe la voluntad política de reeditar iniciativas como el PROMM que


mostrara niveles de integración y coordinación significativos para la
realidad nacional, entre la construcción de la obra y la modificación de la
estructura asociada a la seguridad de riego, lo que incluye la investigación,
la asistencia tecnológica y la asistencia crediticia?, en otras palabras una

33
Documento Final
Enero 2003
Dialogo Nacional Chile: Agua, Agricultura de Riego y Medio Ambiente

intervención integral al menos desde el punto de vista del desarrollo


agrícola?

g) ¿Es posible un acuerdo entre los actores organizados que permita


consensuar socialmente la calidad y cantidad del “bien medio ambiente”
que están dispuestos a pagar o ceder por el caudal ecológico?

En esta misma dirección, ¿cuales son las alternativas actuales para


recuperar en aquellos ríos que no lo tienen, un caudal mínimo continuo que
garantice el cumplimiento de sus funciones ecosistémicas?

¿Es posible llegar a acuerdos sectoriales que permitan impulsar la dictación


de normas secundarias de calidad ambiental orientadas a proteger la
calidad y la cantidad mínima de agua en el espacio cuenca?

¿Las demandas de agua de los ecosistemas deberán considerar


exclusivamente la mantención de la biodiversidad asociada o deberán
incluirse en éste ítem las consideraciones paisajísticas, de calidad de vida y
recreación de la población asociadas a su existencia?

h) ¿Es conveniente seguir incentivando la tecnificación del riego mientras no


se planifique integradamente el uso de los recursos hídricos, considerando
que sistemas de riego más “eficientes” del agua en las secciones altas de
las cuencas pueden alterar la situación de los derechos de aguas en las
secciones inferiores?.

En efecto, la tendencia a la eficiencia, como se ha señalado más atrás,


puede estar afectando en forma seria la estructura de derechos de aguas
existentes al cambiar las relaciones aprovechamiento infiltración. La propia
DGA declara en la Política de Recursos Hídricos que “de la RM hacia el
norte las demandas superan el caudal disponible, situación que sólo se
explica por el reuso reiterado de los recursos de agua a lo largo del curso
de los valles” Esta situación de reuso deberá verse afectada
sensiblemente si se continua tecnificando el riego y ello implica cada vez
menores grados de percolación que alimenten las napas y acuíferos de los
valles.

En este sentido el establecer sistemas de compensaciones donde mayores


eficiencias en el riego se asocien a la determinación de áreas específicas
destinadas a la recarga de las napas, sistema utilizado en muchos países
europeos, es una alternativa viable pero que requieren de un proceso de
Planificación u Ordenación Territorial que aún existiendo amplio consenso
entre los técnicos no ha sido posible de aplicar en Chile.

i) La productividad agrícola ha venido creciendo sistemáticamente al amparo


de lo que se ha llamado la revolución verde, vale decir, la progresiva adición
de una creciente carga de agroquímicos.

Por otra parte, existen en Chile, especialmente en la III y IV regiones que


se han destacado por sus altas productividades, cultivos (especialmente la
parra) que se asientan en un sustrato que no puede ser clasificado, muchas
34
Documento Final
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Dialogo Nacional Chile: Agua, Agricultura de Riego y Medio Ambiente

veces, como suelo. Vale decir, para algunos cultivos el concepto de suelo
como sustrato de crecimiento ha perdido importancia al ser remplazados los
nutrientes por sistemas de fertigación que cumples todos los requerimientos
de la planta.

Esta realidad, en conjunto con el cultivo en laderas (suelos de CCU VI y VII)


lleva a preguntarse, y queda como pregunta abierta, si no está un poco
obsoleta, y por lo tanto es necesario repensarla, la clasificación según
Clases de Capacidad de Uso de los suelos en el país. (El sistema de
clasificación en Clase de Capacidad de Uso es prácticamente el único
elemento de planificación territorial en el sector rural).

j. En un mundo cada vez mas globalizado ¿Debe existir una política


específica destinada a la producción de alimentos que garantice, a lo
menos, el consumo interno? (Esta pregunta adquiere otra dimensión si se
considera la agricultura de secano en conjunto con la de riego).

Responder esta pregunta es de suma importancia para la planificación de la


actividad agrícola en el mediano y largo plazo. Sin embargo esta disyuntiva
no aparece planteada en el documento “Una Política de Estado para la
Agricultura Chilena”.

Aún cuando no está específicamente considerado en la temática del


presente trabajo, cabe en este punto hacer una reflexión acerca de las
consecuencias sociales del desarrollo de una agricultura nacional enfocada
preferentemente hacia la maximización de la rentabilidad de la tierra,
asociada a productos preferentemente de exportación, situación en la cual
los pequeños productores no siempre pueden competir en igualdad de
condiciones. En efecto, disminuciones tan drásticas como las señaladas
en el cultivo de cereales (arroz, maíz, trigo, lentejas, etc.) deben estar
afectando directamente a los pequeños agricultores más pobres que se
ubican en el secano costero e interior, entre las regiones V y VIII, dado que
no parece haberse producido una reconversión en la estructura de cultivos.

k) ¿Existe en Chile una competencia creciente por el agua entre los sectores
agrícolas y urbano, entendiendo por esto, entre la provisión de agua potable
para la población y, en general, de todas las necesidades asociadas a los
asentamientos urbanos incluyendo áreas verdes y recreación?

En este sentido pareciera, a nivel preliminar, que la real competencia se


está dando por el espacio y no por el agua. En efecto, el crecimiento casi
inorgánico de las ciudades y la carencia de una planificación integradora de
las actividades humanas, vale decir, un sistema de ordenamiento territorial
eficiente y consensuado por los actores, parece imprescindible si se quiere
avanzar en esta dirección.

Como ejemplo, baste citar la ciudad de Santiago donde la expansión, tanto


mediante instrumentos de planificación como los PRC y los PRI han
permitido la urbanización de suelos de gran potencial agrícola. Esta
situación de competencia se presenta también en otras ciudades como

35
Documento Final
Enero 2003
Dialogo Nacional Chile: Agua, Agricultura de Riego y Medio Ambiente

Arica que amplía los límites de su PRC hacia el interior del valle de Azapa
en abierta competencia con los productores agrícolas77 y en otras muchas
ciudades e Chile.

77
Es posible “corregir”, v.gr. franquicias tributarias, la diferencia de valor del suelo urbano y el uso
agrícola ?
36
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Anexo I

Tipologías de Conflicto

37
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Escenario de conflictos potenciales

Una forma de aproximación a las tipologías de conflicto que se viven hoy en Chile es a
partir de los diagnósticos que aparecen en los Planes Directores de Recursos Hídricos
desarrollados por la DGA para las cuencas del río San José (I Región), Aconcagua (V
región) e Imperial en la IX región.

Para la Cuenca del San José, divide los conflictos en:

• “Aprovechamiento de recursos”
o Déficit de Agua en Azapa (Uso agrícola);
o Deterioro de la calidad agua subterránea Valle de Azapa
• Manejo del cauce
o Desbordes e inundaciones
• Administración del recurso
o Desorganización en explotación aguas subterráneas
o Debilidad de organizaciones de usuarios superficiales
o Conflictos por desarrollo de nuevas fuentes

Para la cuenca del Aconcagua se destacan:

• Problemas ambientales:
o Contaminación de los cauces por el vertido de aguas servidas sin tratamiento
provenientes del alcantarillado (se señala que debiera prohibirse la agricultura
en ciertas área de las cuencas); (ver pag 6-12 para explicación mas amplia)
o Se destaca también, la disposición de residuos sólidos (basura domiciliaria y de
otros tipos) en los cursos de agua como una práctica frecuente lo que, además
de contaminación, produce problemas en el funcionamiento hidrológico tanto
de los cauces naturales, como de canales y obras de arte.
o Se plantea el riesgo de intrusión salina en el sector costero lo que estaría
influenciado por la explotación del acuífero produciendo un desequilibrio entre
las dos masas de agua. (El punto importante es que este riesgo se puede
prevenir sólo mediante un intervención planificada de la explotación)
o Extracción de áridos. Se plantea que cada proyecto se analiza técnicamente
con el fin de no alterar el comportamiento hidráulico y mecánico fluvial local
de cada tramo explotado78. Se menciona que la Dirección de Vialidad ha
elaborado recientemente un Plan Maestro para la Extracción de Áridos.
o Delimitación del cauce. La falta de una delimitación explicita del cauce79
implica que se produzcan asentamientos humanos y agricultura en lugares de
alto riesgo de inundación.
o Erosión de suelos. No se hace referencia a la magnitud del fenómeno, pero se
lo menciona como un problema real de la cuenca ( varias cosas interesantes
respecto a esto: i) las áreas que hoy muestran “grados de erosión severa”
estuvieron alguna vez bajo riego80?, ii) cual es la superficie nueva de cultivo en
la valle del Aconcagua establecida en laderas o en terrenos clasificados como
no agrícolas según la CCU –fundamentalmente clase VI y VII, y cual es su
productividad, medida en $?

78
La autorización para la extracción de áridos es autorizada por cada municipio.
79
Tarea que le corresponde al MBN, con la asesoría técnica de la Dirección de Vialidad, MOPT
80
Sin desconocer la importancia de la erosión en términos de perdida de capacidad de generar biomasa,
inundaciones y otras externalidades.
38
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o Conflictos derivados del uso del suelo. Manifestados principalmente por la


expansión urbana sobre suelos agrícolas (necesidad de contar con OT).

• Problemas institucionales y de gestión.

o Falta de coordinación entre servicios públicos y entre estos y el sector privado.


• “Desconfianza hacia iniciativas que provengan del nivel central sin haber
contado con la participación activa de los actores locales,”
• Inexistencia de una “visión integradora”
• Existen instituciones que tienen y que no usan (“La DOH tiene como función
el estudio y desarrollo de proyectos de obras de riego, sin embargo a la
fecha no se cuenta con un plan real de obras que solucione los conocidos
déficit en las secciones bajas de la cuenca”)

En la cuenca del río Imperial:

• Insuficiencia de aguas de riego. Se mencionan problemas específicos de


comunas relativos específicamente a la dotación y seguridad de riego (85%).
• Se refiere a los problemas de drenaje en las cuencas de Quillén y Cautín
• Se requiere mejorar infraestructura de los canales (privada)
• Insuficiencia de sistema de agua potable rural en un número importante de
localidades aisladas al igual que carencia de sistemas de aguas servidas y/o
tratamiento de localidades rurales
• Inundaciones en la ciudad de Temuco por falta de un sistema de evacuación de
aguas lluvia.
• Necesidad de defensas fluviales en varios sectores.
• Necesidad de ampliar la red hidrometeorológica de la DGA para aguas
superficiales.
• Falta de un adecuado sistema de alertas de crecidas.
• Se requiere planificación del uso de las aguas subterráneas. Se resalta el hecho
de que no existe un conocimiento del uso actual y potencial de las aguas
subterráneas.
• Falta de una cultura del agua que permita un uso eficiente del recurso
• Se requiere un organismo único que sea capaz de fiscalizar las acciones a nivel
de cuenca.
• Insuficiente capacidad de los municipios para saber las necesidades y
requerimientos de la población.

Puede observarse que, pese a la gran variabilidad en la oferta y demanda de agua,


hay ciertos conflictos que tienden a repetirse por lo cual deben ser mirados con
atención.

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