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ORIGINALES Rev. Logop., Fon., Audiol., vol. XII, n.

o 2 (85-92), 1992

TERAPIA MIOFUNCIONAL Y LOGOPEDIA


Por M. Castells i Batlló
Logopeda (especialista en Terapia Miofuncional). Licenciada en Psicología.

INTRODUCCIÓN Rogers (1928, 1936) advirtió a los ortodoncistas


sobre la relación entre la musculatura orofacial y la

H
ay toda una serie de problemas ocasionados maloclusión. Sugirió que la reeducación del desequi-
por un desequilibrio de la musculatura de la librio de esos músculos en relación con la dentadura y
zona orofacial (lengua, labios, maseteros, sus estructuras óseas, podrían ser de gran ayuda al
etc.) que repercuten en la posición de los dientes y en aplicarse conjuntamente con la corrección mecánica
las estructuras óseas adyacentes (paladar, maxilar in- de la maloclusión. Resaltó el papel etiológico de ese
ferior, etc.). Se entiende por Terapia Miofuncional desequilibrio en la maloclusión frontal.
(Myofunctional Therapy) «al conjunto de sus procedi- Lischer (1912) introdujo el término «Terapia mio-
mientos y técnicas utilizadas en la corrección del de- funcional», cuyo principal objetivo sería la preven-
sequilibrio muscular orofacial, creación de un nuevo ción y tratamiento de la maloclusión frontal a través
comportamiento muscular normal, reducción de hábi- de la reeducación. Sin embargo, podría decirse que
tos nocivos y mejoramiento de la estética del pacien- fue Straub (1951, 1960, 1961, 1962) quien de alguna
te» (Gómez, 1983). manera inició la moderna fase de la T.M. describien-
Cada vez hay más terapeutas del lenguaje interesa- do etiológicamente el problema de la deglución y las
dos en el tema de los hábitos orales y su relación con fuerzas intraorales y su relación directa con la denta-
los problemas de habla (dislalias, vocalización, etc.); dura, y proponiendo un método de reeducación.
como consecuencia, en los últimos años en España se Pero no fue hasta los años 70, en que la T.M. se
está dando más importancia al tema de la terapia mio- consolidó definitivamente, con unos objetivos y un
funcional y su relación con los logopedas o terapeutas método más o menos definitivos. Autores como Gar-
del lenguaje. Por su formación y experiencia, los lo- liner (1974), Barret y Hanson (1974), han contribuido
gopedas están capacitados para entender la anatomía al establecimiento y sistematización de lo que hoy co-
y fisiología de la zona oral y para cambiar los hábitos nocemos como Terapia miofuncional.
de la musculatura oral. La Terapia Miofuncional
(T.M.) es importante pues, por el creciente número de
patologías que abarca y por su aplicación a toda una BASES DE LA TERAPIA MIOFUNCIONAL
serie de trastornos orofaciales.
Desde que Le Foulon (1893) escribió que muchas Es un método de reeducación de los hábitos orofa-
de las causas de las irregularidades de la dentadura ciales y respiratorios, que originan o empeoran las
eran «algunos sonidos del lenguaje en los cuales la maloclusiones dentales y orofaciales, realizado previa
lengua choca contra la cara anterior de los dientes su- o conjuntamente al tratamiento protésico aplicado por
periores, empujándolo hacia adelante», muchos auto- el ortodoncista.
res se han interesado por algunas causas de al malo- La reeducación de cichos hábitos está dirigida y
clusión dental y su tratamiento, sobre todo de tipo controlada por logopedas, especializados en Terapia
protésico. miofuncional (T.M.).
Correspondencia: Mercè Castells. Calvet 66, 2.o 1.a. 08021 Barcelona

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Básicamente, la T.M. consiste en la reeducación de


los hábitos de deglución atípica, succión, respiración
bucal, y los problemas de lenguaje o articulación que
de éstos se derivan, ya que tienen una incidencia di-
recta y negativa sobre la dentadura, estructura ósea y
musculatura de la boca.
El principal objetivo de la Terapia miofuncional es
la creación de una función muscular orofacial normal,
para ayudar al crecimiento y desarrollo de la oclusión
normal. No es incrementar el tamaño o la fuerza de
los músculos, que a menudo es el principal propósito
de los ejercicios musculares de otras partes del cuer-
po. La principal razón de ser de los ejercicios miote-
rapéuticos es lograr la adecuada coordinación de la
musculatura orofacial.
La T.M. va dirigida a los pacientes que presentan
una malformación dentaria: clase I (los primeros mo-
lares permanentes están en una postura normal, la ma-
loclusión está en la dentadura anterior), II-I (el arco
mandibular está retraído, con incisivos superiores en
labioversión) y III (protración del arco mandibular,
FIG. 1
prognatismo) (Fig. 1). Estos pacientes han sido pre-
viamente diagnosticados por sus ortodoncistas, quie-
nes los derivan al terapeuta miofuncional para que se
inicie el tratamiento, que será realizado previa o con- tructura ósea, interfiriendo en el crecimiento normal y
juntamente a la terapia de aparatos. en la función de la musculatura orofacial.
Dicha deformación ha sido ocasionada o favoreci-
da por la persistencia en el tiempo de algunos hábitos
orofaciales y respiratorios: Deglución atípica
— deglución atípica
— hábitos de succión El papel de la deglución es importante en la forma
— respiración bucal de los arcos alveolares y dentarios, ya que éstos repre-
— mala colocación de la lengua en posición de re- sentan una unidad y su crecimiento armonioso depen-
poso de entre otras cosas, del equilibrio de las fuerzas que
El niño aprende a actuar de manera progresiva y desarrollan los labios y los carrillos por fuera, y la len-
estas actuaciones que se fijan gracias a este proceso gua por dentro. Si este equilibrio se rompe (como su-
de aprendizaje es lo que se denomina hábitos. Una ca- cede en la deglución atípica), la unidad diente-hueso
racterística de los hábitos es que las acciones se reali- alveolar se desviará inevitablemente hacia el lado de la
zan inconscientemente y por tanto, con bajo consumo fuerza predominante. La fisiología del acto deglucito
de energía. Algunos hábitos orales comprometen el adulto, sin embargo, asegura el equilibrio citado.
correcto desarrollo de las estructuras de la cavidad El acto de succión-deglución en el recién nacido es
oral y de las fuerzas musculares. Así, la succión digi- un reflejo innato; presenta una lengua que ocupa casi
tal, la interposición lingual o labial y el chupeteo pue- toda la cavidad bucal y cabalga sobre las encías infe-
den modificar la posición de los dientes y la relación riores, facilitando el contacto con el labio inferior y el
y forma de las arcadas dentarias. Estos hábitos son de- amamantamiento. Durante la deglución infantil, la
formantes puesto que ejercen una presión sobre la es- lengua toma forma acanalada, desplazándose progre-

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sivamente desde abajo y adelante hacia atrás para im-
pulsar la leche hacia la faringe.
Alrededor de los dos o tres años, el desarrollo de los
procesos alveolares y de los dientes limitan el espacio
para la lengua. Por la maduración de las vías nerviosas,
un nuevo tipo de deglución (con características más
definidas hacia el tipo dulto) comienza a instaurarse.
Esta forma de tragar del lactante, sin embargo, puede FIG. 2
mantenerse hasta alrededor de los cuatro años sin ma-
yores inconvenientes. Pasado este tiempo, el tragar in-
fantil debe haber sido corregido, o es entonces cuando Habitos de succión
hablaremos de deglución atípica (Moyers, 1988).
En el tipo de deglución adulta, la deglución se rea- Estos hábitos de succión (chupete, pulgar o succión
lia con las muelas en contacto —mandíbulas encaja- del labio inferior), mantenidos más allá de los tres o
das— y por lo tanto, la lengua no puede interponerse cuatro años, ocasionan diversas malformaciones (di-
entre los dientes. La punta de la lengua busca apoyo soclusión, mordida abierta, mordida cruzada, retrac-
en la parte anterior del palada —alveolos—, cercana ción mandibular, protracción de los incisivos anterio-
a la base de los incisivos superiores. Otra importante res superiores, etc.) ya que las arcadas dentarias se
característica de la deglución adulta es el estado de re- acomodan al objeto succionado. Los efectos de la suc-
poso que mantienen los labios y carrillos durante el ción digital dependerán de la intensidad, el tiempo, la
proceso deglutivo. frecuencia, el número de dedos implicados, la posi-
En la deglución atípica, en ambio, el mecanismo ción en que se introducen en la boca y del patrón mor-
descrito se trastoca de forma evidente y visible. La fogenético (Canut, 1988). Eluso del chupete y la suc-
lengua interpuesta entre los arcos dentarios, impide la ción digital favorecen la deglución atípica (Moyers,
oclusión de los mismos. Los labios (especialmente el 1988).
labio inferior) tratan de tapar la abertura anterior de la
boca, produciéndose así la contracción de la muscula-
tura peribucal y permaneciendo en reposo, en cambio, Respiración bucal
los músculos elevadores de la mandíbula. Por otra
parte, la contracciónde esta musculatura peribucal, de Un alto porcentaje de pacientes con malformacio-
afuera hacia adentro, interfiere en el crecimiento na- nes (especialmente clase II-I y I) son respiradores bu-
tural de los maxilares, especialmente el maxilar infe- cales. A menudo el niño respira por la boca porque
rior, desencajando las mandíbulas y agravando por durante los primeros estadios de su desarrollo ha teni-
tanto el problema, puesto que de esta forma se facili- do una obstrucción de las vías respiratorias nsofarín-
ta la succión o mordida del labio inferior y la labio- geas —pasaje nasofaríngeo angosto asociado a una
versión de los incisivos superiores (Fig. 2). membrana nsal inflamada, cornetes inflamados, vege-
Si tenemos en cuenta que tragamos 2.000 veces al taciones adenoideas, amígdalas hipertróficas, tabique
día como acto reflejo, dos veces cada minuto durante nasal desviado—, que ha dificultado oimpedido la
la vigilia y una vez por minuto durante el sueño (Gre- respiración nasal (Barber, 1985; Segovia, 1988). Las
ene, en Morgan, 1979), y relacionamos este dato con alergias severas y persistentes que afectan a las vías
los momentos eruptivos en el niño (sobre todo de los respiratorias altas, que provocan congestiones nasales
incisivos y sectores frontales de la dentura) en el que frecuentes, producen en el sistema respiratorio, efec-
los tejidos de sostén del diente todavía están inmadu- tos similares a los anteriormente citados (Barret y
ros, podremos comprender cómo se alteran direccio- Hanson, 1974).
nalmente los dientes anteriores, por la fuerza desviada Muchos de estos pacientes aun después de que la
de la lengua. obstrucción nsal ha sido aliviada, continúan respiran-

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palatina alta. Las fosas nasales superiores se hacen


más estrechas, lo cual, a su vez, impide aún más el
paso del aire a través de ellas. Se produce también
prognatismo alveolar superior y en el maxilar inferior
retrognatismo alveolar.

Mala colocación de la lengua en posición de reposo


En posición de reposo, generalmente la lengua está
pegada al paladar, las arcadas dentarias en contacto y
los labios cerrados. Cuando esto no ocurre así, habla-
mos de una mala colocación de la lengua en posición
de reposo. En el caso de existir respiración oral o bien
amígdalas o vegetaciones adenoideas hipertróficas, se
produce como consecuencia una mala posición de la
lengua, tendiendo ésta a avanzar y situarse entre las
arcadas dentarias cuando está en reposo. Esta malpo-
sición es causa frecuente de mordida abierta y no
debe ser confundida con la deglución atípica, aunque
a menudo está asociada a ella (Fig. 3).
Si la lengua en reposo está entre los dientes ante-
FIG. 3 riores, el paciente puede no ser capaz de llevarla ha-
cia atrá en el tiempo necesario para completar la de-
glución normal: no puede tampoco mantener una re-
dor la boca como hábito. Cuando se produce la inspi- lación oclusal correcta. (Greene, en Morgan, 1979).
ración y espiración por la boca, el paciente baja la
mandíbula y coloca la lengua hacia adelante para per- TRATAMIENTO
mitir que el aire entre en la laringe con la menor re-
sistencia. La respiración bucal crea un hábito postural Se intenta conseguir la eliminación de hábitos defor-
de la lengua inadecuado que produce un imbalance mantes y la reinstauración del balance muscular orofa-
uscular y una deglución atípica o proyección li ngual. cial normal. El paciente realiza una serie de ejercicios
La respiración bucal incide también en la musculatu- destinados específicamente a sus necesidades. Básica-
ra labial y en el tejido óseo. mente, terapeuta y paciente trabajarán para corregir la
posición de la lengua durante la deglución, en posición
de reposo, corregir el equilibrio de la musculatura buco-
Musculatura labial facial, maseteros, aumentar o reducir la fuerza del orbi-
Al no cerrarse los labios, el labio superior pierde cular de los labios, dejar de usar algunos músculos fa-
tonicidad y a su vez, el labio inferior se vuelve hiper- ciales durante la deglución, usar correctamente la deglu-
trónico, al tratar de alcanzar el antagonista y al ayudar ción durante los actos de comer y beber, usar este nuevo
a la lengua en la deglución atípica. equilibrio muscular durante las horas de sueño y corre-
gir la fonación si ello es necesario. Eliminar hábitos de
succión deformantes y reinstaurar la respiración nasal.
Tejido óseo Para ello se realizan sesiones de reeducación; dichas
En el tejido óseo se produce comprensión de los re- sesiones son quincenales al principio, espaciándose las
bordes alveolares, ayudando a la creación de la mor- visitas a lo largo del tratamiento. La duración es varia-
dida cruzada posterior y la presencia de una bóveda ble y está en función de la colaboración e interés por

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parte tanto de los padres como del niño. Generalmente ciente de cuando la punta de la lengua está bien colo-
podemos hablar de un término medio de tres meses de cada y cuando no. Para ello utilizamos unos elásticos
ejercicios intensivos y luego un programa de manteni- que nos ayudan a posicionar la lengua en el punto
miento, con el objetivo de fijar los nuevos hábitos para adecuado (alveolos) y ayudan a la propiocepción de la
que se puedan ser realizados de forma inconsciente. lengua. Estos ejercicios son de dificutad creciente y
Durante las visitas se estudia casda caso individual- trabajan punta de la lengua, mediodorso lingual y
mente y el terapeuta enseña unos ejercicios muy senci- zona velar progresivamente. Los elásticos van posi-
llos, que el niño debe practicar en cada día durante unos cionándose en las diversas partes de la lengua a me-
diez minutos aproximadamente, supervisado por los pa- dida que se van trabajando cada una de ellas.
dres, que en casa, asumen el papel de reeducadores. En Se trabaja también conjuntamente la posición del
algunos casos y debido a la malformación dentaria bu- maxilar inferior (muelas en contacto), tonicidad de los
cofacial, el niño puede presentar también dificultades labios. Se trata de romper la cadena de movimientos
en la articulación de algunos fonemas, por lo cual, ge- que el niño está acostumbrado a realizar en el mo-
neralmente el tratamiento termina con la reeducación de mento de la deglución, para poder instaurar una nue-
los problemas de lenguaje cuando éstos existan. va forma de deglución posteriormente.
Cuando el paciente es capaz de distinguir perfecta-
mente entre la deglución normal y la atípica y es ca-
REEDUCACIÓN paz de «tragar bien» cuando se le requiere, pasamos a
la fase de generalización. Es decir, empezamos a pe-
Hábitos de succión
dirle que trague bien la saliva, en diversos momentos
El paciente que acude a la consulta del terapeuta del día. Luego le enseñamos a utilizar esa nueva for-
miofuncional acostumbra a tener siete u ocho años ma de deglución para tragar líquidos, semi-sólidos y
como mínimo. Si persiste el hábito de succión digital o sólidos progresivamente.
labial, es importante tratar de eliminar dicho hábito an-
tes de inciar la reeducación de la musculatura bucofa-
Equilibrio muscular perioral
cial. Existen diversas técnicas (psicoterapéuticas, con-
ductistas, protésicas, etc.). Nuestra experiencia nos in- El músculo orbicular de los labios suele estar dese-
dica que ninguna de estas técnicas es realmente eficaz quilibrado, de forma que el labio inferior y la borla
si el niño no colabora abiertamente en el tratamiento. del mentón pueden contraerse excesivamente —hiper-
Por ello, es muy importante «mentalizar» al paciente tónicos— y el labio superior es hipotónico, de forma
de lo perjudicial del hábito, consecuencias físicas, etc. que el sellado de labios es muy dificultoso. Para ello
Si conseguirmos dicha motivación, el tratamientoopo- se realizan una serie de ejercicios para trabajar la to-
drá ser realizado con éxito, si ello no es posible (nivel nicidad de los músculos labiales, maseteros, borla del
madurativo del niño, factores psicológicos asociados, mentón.
etc) es mejor enfocar primero estos aspectos, antes que — Ejercicio del botón.
la reeducación del hábito propiamente dicho. — «Guerra de botones».
Una técnica de modificación de conducta asociado — Estiramiento labio superior
a un apoyo psicológico por parte del terapeuta y la fa- — Masaje labial
milia se ha revelado como un método eficaz para — Contracción maseteros
combatir dicho hábito. Consiste básicamente en difi- — Contracción-relajación borla del mentón.
cultar (no impedir) la succión digital (Boj. 1988).
Respiración
Deglución atípica. Colocación de la lengua
Una vez se ha descartado una posible obstrucción na-
El primer objetivo es enseñar al niño a colocar la sal o física que impida o dificulte la respiración nasal, se
lengua en una posición correcta: enseñarle a ser cons- procede a la reeducación de la respiración. El tipo de

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respiración bucal es básicamente distinta de la respira- doncia más corto, reduce el descontento por parte del
ción nasal. La primera es rápida, superficial, nollena la paciente, aumentando su colaboración con el ortodon-
capacidad pulmonar al 100%. La utilizamos mientras cista, reduce la posibilidad de recaídas, etc...
hacemos ejercicio físico, mientras hablamos, siempre La Terapia miofuncional no interfiere en la terapia
que el organismo necesita un aporte extra de oxígeno. de aparatos del ortodoncista; al contrario, facilita su
La respiración nasal es lenta, con un ritmo más pausado labor, sobre todo si se empieza antes de la instaura-
y la capacidad pulmonar se llena prácticamente al ción de los mismos, ya que «prepara» y reinstaura el
100%. balance muscular orofacial normal, de forma que
Cuando al paciente le decimos que no tiene ningú- cuando se ponen los aparatos ya no hay nada que im-
nimpedimento físico que le impida respirar por la na- pida que trabajen correctamente y sin interferencias
riz y que por tanto cierre la boca y respire por la na- de la lengua.
riz, el niño lo hace, lo que ocurre es que no puede De poco sirve la prótesis de ortodoncia si la causa
mantener esa respiración más de cinco minutos, pues- no se ha solucionado, puesto que en muchos casos y
to que en realidad lo que está haciendo es mantener el con el tiempo, una vez terminada la terapia de apara-
tipo de respiración bucal pero con entrada y salida de tos, puede haber una tendencia a reproducirse la mal-
aire por la nariz, con lo cual tiene sensación de ahogo formación, ya que las fuerzas orofaciales siguen ac-
al poco rato. Antes de esto, pues, debemos «enseñar- tuando contra la dentadura y el tejido óseo en forma-
le» a respirar por la nariz, aumentando la capacidad ción.
pulmonar, logrando un ritmo respiratorio de inspira- La Terapia miofuncional amplia las posibilidades
ción-espiración, consiguiendo una postura correcta de laborales del logopeda, ya que permite aumentar el
la espalda que permita una mayor agilidad de movi- número de pacientes en la consulta del logopeda es-
mientos del diafragma y tórax, enseñarle a limpiar, pecializado en T.M. y a la vez no interfiere en su di-
utilizar y desarrollar las vías nasales. námica habitual de trabajo.
Para ello se realizan una serie de ejercicios respira- Sin embargo, existen una serie de limitaciones que
torios de dificultad progresiva y en diferentes posicio- deben ser tenidas en cuenta antes de iniciar el trata-
nes: de pie, sentado, estirado. Es muy importante que miento:
el paciente los haga cada día y mantenga la constan- — La edad del paciente. Lo ideal es empezar la re-
cia a lo largo del tratamiento. educación cuanto antes mejor (seis o siete años), ya
Es importante trabajar distintos aspectos a la vez. que los hábitos no están tan afianzados, las estructu-
Por ejemplo, ya el primer día, se le ponen unos ejer- ras óseas se modifican con mayor facilidad y es tam-
cicios de motricidad labial, respiratorios, de posicio- bién más fácil corregir el balance muscular orofacial.
namiento de la lengua, de deglución, dependiendo Sin embargo, en niños muy pequeños la colaboración
evidentemente de cada caso individual, del tipo de es más difícil, ya que no comprenden la finalidad de
problema que presenta el paciente, de la motivación, los ejercicios que se les propone, por lo cual, y a pe-
edad y nivel madurativo del niño. Para profundizar sar de lo que hemos dicho anteriormente, en muchos
más específicamente en los ejercicios, recomendamos casos es mejor esperar a que sean un poco más ma-
revisar Segovia (1988), Gómez (1983), Barret y Han- yores, puesto que colaborarán más y además, contor-
son (1974), Garliner (1974) y Gelb (1985). larán más eficazmente sus movimientos finos.
— La motivación del niño. Si el niño no está sufi-
cientemente motivado y con ganas de hacer los ejer-
VENTAJAS Y LIMITACIONES cicios, es inútil llevar adelante el tratamiento, puesto
DE LA TERAPIA MIOFUNCIONAL que es él quien debe realizar los ejercicios, aunque
ayudado, corregido y estimulado por los padres y el
La Terapia miofuncional representa una importante terapeuta. En niños mayores es más fácil conseguir
ayuda para el ortodoncista y para el paciente, puesto esta motivación porque ellos mismos son conscientes
que hace posible un período de tratamiento de orto- de su malformación. Forma parte de la labor del tera-

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peuta miofuncional consguir y mantener viva dicha mas que tienen como punto de articulación la zona
motivación a lo largo del tratamiento. inerdentaria (s, ch) y de aquellos en que la lengua tiene
— La colaboración de la familia es indispensable como punto de apoyo los dientes y alveolos (d, f, t, r,
puesto que en último caso, de ellos depende la asisten- rr). Asimismo, las dificultades de cierre labial (debidas
cia a las sesiones y en gran parte, el éxito del tratamien- a desequilibrios musculares de los labios producidos
to, puesto que como ya hemos mencionado anterior- por la respiración bucal, desencaje mandibular, deglu-
mente, serán ellos los que en casa controlen que el niño ción atípica, etc.) pueden conllevar problemas en la ar-
haga los ejercicios y lo que es más importante, que los ticulación de los fonemas bilabiales (b, m, p).
hagan correctamente y hasta el final del tratamiento. Las cavidades situadas por encima de las cuerdas
vocales (faríngea, bucal y nasal) actúan como caja de
resonancia. Si la morfología de estas cavidades está al-
TRASTORNOS DEL HABLA ASOCIADOS terada, lógicamente y en función de la importancia de
esta alteración, la voz puede verse alterada.
Es frecuente encontrar en estos pacientes trastornos El logopeda especializado en terapia miofuncional
del habla asociados, tales como: articulación defec- debe también corregir el desequilibrio de las fuerzas
tuosa de uno o varios fonemas (dislalias), problemas musculares en la articulación de sonidos, puesto que los
de dicción, inteligibilidad del habla poco clara, etc... pacientes que requieren terapia miofuncional, suelen te-
debidos en la mayoría de los casos a una mala coor- nerdisfunciones en la musculatura orofacial, como he-
dinación de los órganos bucofonatorios (lengua «pa- mos mencionado anteriormente. Y donde hay muscula-
tosa»; poca agilidad, fuerza y movilidad de la lengua; tura desequilibrada, suele haber fuerzas desequilibradas
labios hiper o hipotónicos; mandíbula caída, poca durante la articulación de los sonidos. El defecto de la
fuerza de los masetros, etc...) fonación puede ser audible o inaudible y las presiones
Para lograr una correcta articulación del lenguaje se derivadas de la colocación inadecuada de la lengua pue-
requiere una buena coordinación de la musculatura den infuir en la ATM (articulación temporomandibular),
orofacial y de la respiración. Cuando hay deformación los dientes, las estructuras de soporte o los músculos fa-
en dichos órganos o simplemente una mala coordina- ciales. A menudo observamos en nuestra práctica habi-
ción, podemos encontrar problemas articulatorios. tual como logopedas, que el maxilar inferior se desplaza
La boca desempeña un importante papel en dos de hacia adelante con la lengua entre los dientes o en otras
las funciones que intervienen en la fonación: resonan- posiciones anormales para emitir sonidos como la s, l, t,
cia (ya que forma parte del aparato suprarresonador: d, n... Asimimo, la debilidad de la parte media de la len-
cavidad bucal, laringe, faringe, fosas nasales y cavi- gua puede producir un sonido defectuoso de la ch, j o sh
dades de los huesos del macizo cráneo-facial) y arti- con introducción de la lengua lateralmente. La debilidad
culación, puesto que los labios, los dientes, el com- de la parte posterior de la lengua produce el desequili-
plejo velolingual y otras estructuras orofaciales inter- brio de algunos sonidos como la g o la k.
vienen en la articulación de los fonemas. Una correcta Relacionando la alteración morfológica d ela estruc-
agilidad, fuerza, movilidad de la lengua son necesrios tura orofacial con los defectos en la articulación del
para una buena articulación de los fonemas. lenguaje, es difícil encontrar una relación directa y cau-
Es bien conocido por los logopedas el hecho de que sal entre dicha alteración orofacial y los defectos de fo-
la posición de los dientes y otros órganos bucofonato- nación. Esto podría ser estudiado desde dos polos de
rios pueden afectar a la articulación de algunos fone- referencia a saber: 1.o en qué medida el habla defectuo-
mas. Así, por ejemplo, Bustos (1983, p. 63) advierte sa podría crear o contribuir a los trastornos temporo-
que la aneroversión o retroversión de los incisivos difi- mandibulares y, 2.o en qué medida un trastorno de este
cultará la articulación de los fonemas dentales. O que tipo puede crear o contribuir la presencia de un defec-
otras formas de maloclusión provocadas por la retrac- to de habla.
ción o prognatismo mandibular, pueden traer como En cualquier caso, nuestro objetivo como logope-
consecuencia la deformación o alteración de los fone- das y terapeutas miofuncionales, es el de ayudar al pa-

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ORIGINALES

ciente en todos aquellos aspectos en los que podamos Barret, R. H., y Hanson, M. L.: Oral Myofunctional Disor-
ser de alguna utilidad, ya sea mediante la reinstaura- ders. The C. V. Mosby Company. Saint Louis, 1974.
ción del balance muscular orofacial normal, ya sea Boj Quesada, J. R.: Eliminación del hábito de chupeteo del
mediante la mejora de los aspectos del habla altera- pulgar mediante una técnica de modificación de conducta.
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dos. Los dos tipos de tratamiento o terapéuticas deben Canut, J. A.: Ortodoncia clínica. Salvat Editores. Barcelona.
ir asociados, puesto que esta claro que ambos se inte- Garliner, D.: Myofunctional Therapy in Dental Practice. Bar-
rrelacionan de una manera directa. tel Book Co., New York, 1974.
Gelb, H.: and 26 authorities: Clinical Management of Head,
Neck and T. M. J. Painand Disfunction. A multiciplinary
CONCLUSIÓN Approach to Diagnosis and Treatment. «Myofunctional
Therapy in the Treatment of the Craniomandibular Syn-
El tratamiento de terapia miofuncional no es un drome». Funmt, L y cols. W. B. Saunders Co. Philadelp-
sustituto del ortodoncista o del odontoestomatólogo; hia, 1985.
tampoco representa la solución o respuesta absoluta Gómez, B.: Mioterapia Funcional. Revista Cerón 1983, 8, 27-
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Lischer, B. E.: Principles and Methods of Orthodontics. Lea
No es sólo un método para corregir o eliminar, sino
and Febiger. Philadelphia, 1912.
una terapéutica para establecer unas fuerzas bucofa- Morgan, D. H.: «Enfermedades del aparato temporomandibu-
ciales equilibradas. De esta forma, la maloclusión co- lar». En: Greene, B. J.: Tratamiento miofuncional. Mundi.
rregida puede ser retenida más eficazmente los apara- Buenos Aires, 1979; p. 458-469.
tos protésicos dentales se usan con mayor eficacia, se Moyers, R. E.: Etiologic of Malocclusion. Handbook of Ort-
reduce el tiempo de tratamiento, etc. hodontics. Year Book Medical Publishers Inc. Chicago,
1988.
Rogers, A. P.: Muscle training and its relation to orthodoncia.
RESUMEN International Journal of Orthodontics 1918, 4, 555.
Rogers, A. P.: Place of myofunctional treatment in the co-
Se define y describe la Terapia miofuncional como rrection of maloclusion. Journal of American Dentist As-
método de reeducación de los hábitos orofaciales y sociation 1936, 23, 66.
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respiratorios (hábitos de succión, deglución atípica,
y la Fonoaudiología. La Deglución Atípica. Médica Pana-
respiración bucal, mala colocación de la lengua en po- mericana S. A. Buenos Aires, 1988.
sición de reposo), que originani o empeoran las malo- Straub, W. J.: The etiology of the perverted swallowing habit.
clusiones dentales y orofaciales, y la relación de cola- American Journal of Orthodontics 1951, 37, 603.
boración con el tratamiento aplicado por el ortodon- Straub, W. J.: Malfunction of the tongue. Part I. The abnor-
cista. Se resaltan los trastornos de habla asociados. mal swallowing habit: its cause, effects, and results in re-
lation to orthodontic treatment and speech therapy. Ameri-
Deseo constatar mi agradecimiento al Dr. José Du- can Journal of Orthodontics 1960, 46, 404.
ran Von Arx, ortodocista, por iniciarme en la materia Straub, W. J.: Malfunction of the tongue. Part II. American
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BIBLIOGRAFÍA
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