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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

ASAMBLEAS DE DIOS DE VENEZUELA

INSTITUTO BÍBLICO DE PORTUGUESA

ACARIGUA-ARAURE

GUIA I

PEDAGOGIA CRISTIANA

EDUCACIÓN CRISTIANA

Elaborada por:

Hno. Alberto Pérez Landàez

Guía elaborada por: Hermano: Alberto Pérez Landàez


PEDAGOGIA CRISTIANA
El Evangelio es identificado por su autor, Jesucristo, en términos del discipulado (Mt.28:19-20) una
forma transformadora, un movimiento social revolucionario, es un movimiento educativo, Donde quiera que
haya una iglesia cristiana, hay una escuela o actividades educativas. Jesús es el maestro supremo; la Palabra
de Dios el texto autoritario; el Espíritu Santo el tutor divino; el Cuerpo de Cristo la escuela principal; los
discípulos son los estudiantes comprometidos; y la gloria de Dios el Padre es la meta principal. No solamente se
aprende por oír las predicaciones y recibir estudios doctrinales en la iglesia, uno puede ser educado en un
sistema no formal o formal, lo más importante es aprender según la Palabra de Dios lo que es su voluntad
para nuestras responsabilidades. Aunque el profesor ha de diseñar la actividad del estudiante, su tarea, en el
fondo, es la de ser un simple elemento de apoyo en la adquisición de esa gramática, al fin y al cabo, el
estudiante ha de realizar la selección y síntesis de los contenidos, su evaluación y estructuración con arreglo a
lo que de ellos le resulte significativo en función de su cultura, experiencias y conocimientos. Es por ello, que el
aprendizaje es un proceso acumulativo en el que, mediante ese bagaje previo, el estudiante atribuye significado
a la parcela de realidad que en cada caso enfrenta. Entender el aprendizaje desde esta perspectiva implica, por
tanto, comprender cómo se almacena la información en la memoria, cómo se asimila transformándose en algo
propio y cómo es recuperada y reutilizada para resolver problemas y para aprender más cosas. Todo esto exige
una metodología activa y participativa, en la que el estudiante asuma el papel protagonista del proceso de
enseñanza-aprendizaje.

En consecuencia El Modelo Pedagógico que se construya en una institución CRISTIANA debe estar
dirigido al logro de las finalidades que se persigue en el accionar educativo y la fe Cristiana. Bajo una serie de
postulados que sustenten el modelo de Cristo a desarrollar. Tomando en cuenta la PERSONA TOTAL, el
desarrollo de todas sus potencialidades: intelectuales, afectivas, morales, religiosas, éticas, sociales, artísticas,
científicas, técnicas, políticas; bajo el contexto de una PEDAGOGÍA DE VALORES HUMANO CRISTIANOS
que ilumine, oriente, motive, cohesione y dinamice la práctica educativa. Así mismo, ese modelo debe proponer
la formación de un hombre y una mujer nuevos, que conozcan y desarrollen sus potencialidades para aprender
a vivir en convivencia, solidaridad y diálogo con los demás, que descubra y ejercite su creatividad, que tenga
conciencia de la dignidad humana, que elabore en forma consciente y responsable su escala de valores y que
actúe en forma coherente con ella, que sea consciente de la necesidad de capacitación en beneficio propio y de
su prójimo, que valore el trabajo como medio para ampliar sus posibilidades de realización, cimentado en una
fe sólida en la palabra de Dios, demostrada a través de actitudes de autenticidad, justicia y respeto. De igual
forma espero que este material sea de gran utilidad para todos ustedes.

Licdo. Alberto Pérez Landàez.

Guía elaborada por: Hermano: Alberto Pérez Landàez


EDUCACION CRISTIANA Y PEDAGOGIA CRISTIANA
Jesús es el Señor de la educación, su mandato (Mt. 28:18-20) de discipular a todos es educativo
tanto como evangelizador, el uso del término "discípulo" llama la atención a su misión educativa;
además de ser evangelizador y educativo, el mandato es integral. Toda autoridad me es dada, en el cielo
y en la tierra. El reclama un compromiso total e integral, que incluye el aspecto educativo formal y no
formal.
En consecuencia, los maestros deben obtener la atención de los alumnos, no podrán hacer nada
mientras no los cautive, Si ellos no entienden, la enseñanza será una labor pesada y vacía de sentido
tanto para el docente como para el educando. El carácter y la vida cristiana del alumno son
inseparables. Los hábitos de estudio, la oración y la vida de reverencia, adoración y santidad, van a ser
la expresión directa en el estudiante y la consecuencia de un reconocimiento a Cristo y de un
sometimiento a su Señorío. El Señor Jesucristo fue enfático al darnos sus métodos didácticos tan
claramente delineados en el Sermón del Monte (Mt. 7:20-21, 24). Había una poderosa convicción
interna del Espíritu que se manifestaba a través de los actos externos en sus alumnos. Es por ello, que la
Biblia nos enseña los principios y el poder para vivir la vida cristiana, edificando el carácter e
instruyendo a cada educando, ya que es útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en
justicia (2 Tim. 3:16). La Biblia es la brújula que nos ayuda a orientarla fe cristiana.

EL MAESTRO CRISTIANO

Su relación con Dios.


El maestro cristiano se diferencia notablemente del secular, el maestro secular por lo común
depende por entero de sus propios recursos para ejecutar la tan delicada y difícil tarea de educar. El
maestro cristiano dispone de un poder adicional transformador y santificador que procede directamente
del Señor por el Espíritu Santo para llevar a cabo su misión de forjar caracteres nuevos. El maestro
cristiano vive solo por fe en Cristo (Rom. 1:17) y en el poder del Espíritu Santo (Romanos 8:2).
Por tanto, el maestro cristiano debe estar consciente del importante papel que desempeña ante
Dios y la sociedad, por lo cual, debe mantener una relación íntima con Dios, su eficiencia dependerá
fundamentalmente de su condición espiritual, será un modelo de humildad, tendrá un espíritu
perdonador y guiará a los alumnos a la misma fuente evangélica de la cual él vive, el maestro además
de realizar su tarea en el aula continúa laborando en su hogar, el maestro cristiano tiene la facilidad de
renovar sus fuerzas en Dios, de quien desciende todo don perfecto; Es mediante la potestad que tuvo
Cristo que el maestro cristiano ha sido comisionado a desempeñar su delicada misión, pues el poder de
la enseñanza cristiana reside en el poder del propio Cristo y nosotros tenemos ese poder manifestado en
el ejemplo que él nos dio en su ministerio docente (Benson, 1984:8).

Su relación con el estudiante.


Cristo fue un maestro que supo relacionarse con sus discípulos. Él instruyó debidamente a sus
discípulos, vivió y dirigió la vida y acción de ellos. Cristo mostró gran interés y empeño en que sus
alumnos mostraran sus enseñanzas. Fácilmente podría haberle dado alguna instrucción y luego
despedirlos para que volvieran a sus labores. Pero prefirió vivir con ellos; fue un compañero constante,
ellos se desarrollaron bajo su continua vigilancia, por eso sus discípulos se convirtieron en sus
auténticos imitadores y lograron los fines perseguidos por su maestro, ya que Él influenció sus vidas

Guía elaborada por: Hermano: Alberto Pérez Landàez


con su ejemplo. Cristo se ocupó de cada problema que confrontaban sus alumnos, pues estaba
consciente de que sus instrucciones debían servir para la vida integral de ellos. Para el Divino Maestro
la acción pedagógica no se limitaba a las cuatro paredes del aula sino que debía ser una actividad
continua, por eso procuró siempre la compañía de sus discípulos, aunque cuando se sentía
humanamente débil se aislaba para revestirse de la fortaleza del Padre, puesto que debía depender de Él
para realizar su misión. La preocupación de Jesús por mantenerse siempre en compañía de sus
discípulos se basaba en que Él estaba consciente que debía convertirlos en intrépidos y eficientes
maestros.
El maestro cristiano debe imitar a Jesús en este sentido, pues su propósito ha de ser conocer a
sus alumnos para ayudarlos a adquirir conocimientos y valores para la vida presente y la venidera, pues
la meta de la filosofía de la educación cristiana es educar al hombre para el reino de Dios en el presente
y el futuro (De Brens, 1982:221).

Su relación con la institución.

El maestro cristiano debe contribuir con sentido de nobleza y mansedumbre en la institución


donde él lleva a cabo su ministerio, él debe estar enlazado al bienestar integral de la comunidad y,
sobretodo, aprovechar cada momento, cada lección que imparte para transmitir a sus discípulos los
valores espirituales que les conviertan en hombres nuevos para sanear la sociedad, debe ser ejemplo de
los demás, debe ser él más laborioso, el más puntual, el menos rezagado y el que más interés demuestre
en el progreso de la institución. Aplicando la palabra de Dios a la educación. En la formación del
estudiante se está jugando con el destino eterno de una vida humana; Es por ello que la Palabra de Dios
nos provee de los instrumentos, alternativas y principios para vivir en esta tierra. Está bastante
desenfocado y fuera de toda lógica todo aquel que crea que puede edificar el verdadero carácter
cristiano del educando sin seguir los principios bíblicos que nos enseñan la Palabra de Dios.

De igual forma, el Gran Maestro enfatizó en la parte práctica del aprendizaje, basado en la
Palabra de Dios (Lc. 4:16-21), dándole lectura y explicando los dos primeros versículos del Profeta
Isaías capítulo 61, planteando una aplicación actualizada del cumplimiento profético de su Palabra. Las
demostraciones y ejemplos cotidianos de las verdades que enseñaba, constituyeron la acción cumbre de
su obra suprema. Pero debemos poner igual énfasis en dos hechos que no son contradictorios sino
correlativos en el método de Jesús. Él enseña las Escrituras directamente por el método expositivo y las
usó como la autoridad máxima, y sin embargo enseñó con el propósito preciso de aplicar el significado
de las Escrituras a algunos problemas de la vida real, dificultad y necesidad de aquellos a quienes Él
hablaba.

PRINCIPIOS BÍBLICOS DE EDUCACIÓN CRISTIANA.

1. Principio de escrutinio cultural. Así como en la Biblia no hay un divorcio entre religión y
cultura, sino que la cultura debe seguir las pautas bíblicas para encontrar caminos de
prosperidad, también hoy debemos someter la cultura al escrutinio bíblico para reforzar lo
bueno y rechazar lo malo. Todo currículo que pretenda ser cristiano debe someter sus
contenidos a la orientación de la teología bíblica para que encuentre su consistencia y
aprobación divina (Ec.8:2; Jos. 24:14; 1Sam. 7:3; 2 Cron. 15:8).

Guía elaborada por: Hermano: Alberto Pérez Landàez


2. Principio de formación integral. La Biblia concibe al ser humano como un ser integral, con su
espíritu, alma y cuerpo, inmerso en una unidad cuyas dimensiones familiar, social, colectiva,
política y cósmica, exigen la existencia de pactos: (Pacto con Abraham, Pacto de Cristo, Pacto
de la Iglesia, Pacto Familiar, Pacto de ser "luz y sal"). Un currículo de orientación cristiana
debe concebir al hombre como un ser integral y no dividido.
3. Principio del filtro familiar. La Biblia concibe a la familia como un centro de enseñanza
insustituible para modular, instruir y disciplinar, y en ese sentido la familia está llamada a ser un
filtro que pueda desechar aquellos elementos que el educando, en especial los niños y jóvenes,
hayan podido adquirir de la "contaminación cultural". Todo currículo verdaderamente cristiano
debe presentar la familia como un ente seleccionador delo que el niño o el educando debe o no
aprender, guiándose por la Biblia y el Espíritu Santo de Dios (Prov. 22; 2 Cor. 12:4; 1 Tim.
3:12; Ef. 6:1-9).
4. Principio de correspondencia doctrinal. Solamente un maestro cristiano puede dar educación
cristiana. La Palabra de Dios es clara y especifica en Mateo 7:15-20 en cuanto a la esencia de
este principio. Así que, el currículo supone su existencia y calidad del maestro juntamente con
su cosmovisión y actitudes.
5. Principio del desarrollo gradual y proceso. La Biblia nos enseña que hay un modelo el cual
es Jesucristo (Lucas 2:52). Vamos desarrollando de manera gradual y dentro de un proceso
comenzando desde la niñez (Prov. 22:6) y un auténtico currículo cristiano contiene esto y
conoce el punto de llegada (Ef. 4:13)
6. Principio de pureza filosófica. La Biblia tiene su propia filosofía y no admite intoxicaciones
doctrinales en sus planteamientos claros. Un currículo realmente cristiano no admitirá mezclas
en su base filosófica (Mt. 5:19; I Tim. 1:7; 4:2; 6:3; II Tim. 4:3; Tito 1:11).
7. Principio de santificación. Cada currículo tiene sus presuposiciones ideológicas. El autor no-
cristiano no es capaz de promover la tesis cristiana de glorificar a Dios en todo, combatir la
antítesis no cristiana, y para proponer la síntesis apropiada para el lector. La hora ha llegado
cuando los cristianos deben escribir y producir su propio currículo para estar completamente de
acuerdo con la Biblia, la doctrina cristiana y la conciencia y mente santificada (González,
1991).
8. Principio de la soberanía de Dios. Dios no es solamente soberano en cuanto a la salvación,
sino también en cuanto a todas las ciencias y filosofías. Como Creador de la naturaleza y todo el
orden creacional, él es el autor, arquitecto y sustentador de las leyes naturales. Como Señor, es
el gobernante de la historia humana. Toda la historia está relacionada con la bendición o la
maldición de Dios sobre las naciones. Como el Buen Pastor é1 es el psicólogo supremo. Por la
providencia de Dios todas las instituciones sociales deben someterse al orden divino y justo.
Nuestra educación y currículo no estarán completos si no reconocemos la soberanía de Dios y la
gloria de Dios en todo lo bueno.
Existen otros principios igualmente importantes y bíblicos, no obstante los que hemos anotado
hasta aquí pretenden representar el marco básico elemental, en cuanto a las orientaciones bíblicas para
un currículo basado en una filosofía de la educación cristiana.
DEFINICIONES DE EDUCACIÓN CRISTIANA:

Paul H. Vieth (1947): “La educación cristiana es el proceso mediante el cual las personas son
confrontadas con el Evangelio y gobernadas por Él. Involucra los esfuerzos para guiar a las personas
jóvenes y adultos hacia la participación más plena en la vida y obra de Jesús”. Richard Dresselhaus:

Guía elaborada por: Hermano: Alberto Pérez Landàez


“La educación cristiana es el proceso por el cual el Espíritu Santo, usando instrumentos humanos, obra
por medio de las Sagradas Escrituras, para guiar a un individuo a la aceptación personal de Jesucristo,
dirigirlo hacia la madurez espiritual y alistarlo en la comunión y ministerio de la iglesia”. El Docente,
participa en los cambios de otras personas en su relación con Dios, con la Iglesia, con otras personas,
con el mundo físico y consigo mismos. El contenido y la experiencia son esenciales para la educación
cristiana. Los tesoros de la Biblia necesitan ser hechos pertinentes y significativos en la experiencia del
estudiante y éste tiene que participar para que ocurra un cambio personal constructivo. La enseñanza
cristiana debe dirigirse a los estudiantes para que conozcan el evangelio y hablarles de Jesucristo, para
ayudarles a madurar en la fe y eso solo lo pueden realizar personas que están comprometidas e
involucradas en una iglesia. El profesor anima al alumno a que éste tenga un encuentro real con
Jesucristo y que desarrolle una madurez espiritual, que lo comprometa en el ministerio de la iglesia.

APRENDER Y ENSEÑAR

APRENDER: “Llamó Moisés a todo Israel y les dijo: Oye Israel, los estatutos y decretos que
yo pronuncio hoy en vuestros oídos: aprendedlos, y guardadlos, para ponerlos por obra”.
(Deuteronomio 5:1).
ENSEÑAR: “Ahora, pues, Oh Israel, oye los estatutos y decretos que yo os enseño, para que
los ejecutéis, y viváis, y entréis y poseáis la tierra que Jehová el Dios de vuestros padres os da”.
(Deuteronomio 4:1).

LA ENSEÑANZA CRISTIANA
Stenhouse entiende la enseñanza como la estrategia que adopta la escuela para cumplir con su
responsabilidad. En este sentido, enseñanza no equivale meramente a instrucción, sino a la promoción
sistemática del aprendizaje mediante diversos medios; entonces, las estrategias de enseñanza
constituyen un importante aspecto de la planificación del currículum y del aprendizaje. Para lograr su
objetivo de transmitir el conocimiento, el maestro debe conocer y estudiar los modos en que los
estudiantes se apropian de él. La Ética cristiana está interesada en los ideales de Dios para la vida, que
se establecen en las Escrituras y nos indica los principios básicos y normas de la vida cristiana, la
conducta personal, las relaciones interpersonales y entre grupos, la vida familiar, la ciudadanía
cristiana, el trabajo, la economía…, tareas que el estudiante debe aprender.
La Historia del cristianismo nos enseña hechos que el estudiante debe conocer para saber el
origen de muchos conceptos que utilizamos. Los procedimientos bíblicos (lectura, estudio y métodos
de la Biblia, hermenéutica, manejo de la Biblia, apologética, arqueología bíblica, geografía…) son
necesarios para el maestro y su enseñanza.

CARACTERISTICAS

1. La enseñanza cristiana es un llamamiento divino: Hay quienes sostienen que la enseñanza


en la iglesia debe ser puesta en las manos de supermaestros profesionales cuyo conocimiento y
experiencia aseguren la uniformidad y alta calidad de la educación religiosa. Solamente hay un
problema con esta idea, y es que son escasos los supermaestros, y si los hubiera, las iglesias no podrían
pagarlos. Por eso Dios continúa llamando a personas como nosotros a la importante tarea de enseñar. 1ª

Guía elaborada por: Hermano: Alberto Pérez Landàez


Cor. 12:28. “Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero
maestros,…”
2. Los maestros llamados por Dios necesitan preparación: Un sentido de llamamiento no
provee la capacidad. El consejo de Pablo a Timoteo puede muy bien servir como lema a todos los
maestros cristianos: Este versículo tiene tres implicaciones importantes:
Primera: “Delante de Dios como un trabajador aprobado”, requiere esfuerzo; esto significa
“hacer todo lo posible”.
Segunda: Hay una insinuación de que los obreros que no hacen lo mejor que deben hacer, serán
avergonzados.
Tercera: Si los maestros tienen que trabajar diligentemente para enseñar la verdad del mensaje
de Dios correctamente, aquellos que lo hacen con poca seriedad terminarán enseñando incorrectamente.
ENSEÑAR ES AYUDAR A OTROS A APRENDER:

1. Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué
avergonzarse, que use bien la palabra de verdad. (2ª Tim. 2:15).
2. La habilidad de enseñar se incrementa por medio de la práctica: Se aprende haciendo: se
aprende a conducir tomando el volante, usando los frenos y cambiando de marchas, se aprende
a escribir practicando y la habilidad de enseñar es aprendida enseñando.
3. La Biblia es el libro de texto en la enseñanza cristiana: Nuestro particular conocimiento de Dios
por medio de la revelación general y por medio de la fe personal es maravilloso, pero la Biblia
nos enseña cómo interpretar ese conocimiento. El Espíritu Santo nos guía a toda verdad, pero su
dirección está en consistente armonía con la revelación bíblica. Aprender las palabras de la
Biblia, no es necesariamente igual a aprender acerca de lo que la Biblia enseña. Las palabras de
la Escritura llegan a ser la palabra viviente, solamente cuando actúan dinámicamente en la
experiencia humana.
4. La enseñanza bíblica es una combinación de conocer, ser y hacer: En el estudio de la Biblia, el
entusiasmo del maestro por su tarea, su relación con los alumnos y su sensibilidad a las
necesidades personales, llegan a ser tan importantes como su dominio del asunto que enseña y
su habilidad en el manejo de los métodos educativos.

PROPÓSITOS Y FINALIDADES DE LA EDUCACIÓN CRISTIANA.

La educación cristiana tiene un triple propósito, 2ª Timoteo 2:2.:

1. Ayudar a los estudiantes a oír la verdad divina. (“las cosas... que han oído”).
2. Ayudarlos a aprender y entender la verdad divina.- (“encargar a hombres de confianza…”).
3. Idóneos para educar. “Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a los hombres
fieles que sean idóneos para enseñar también a otros” (2ª Timoteo 2:2)

LA FINALIDAD DE LA EDUCACIÓN CRISTIANA.

Guía elaborada por: Hermano: Alberto Pérez Landàez


Es que la persona aprenda a reflexionar y meditar en los misterios del mundo o universo y del Creador,
estando dispuesta a recibir la revelación de Dios. Se entiende entonces que los objetivos o fines últimos
de la Educación Cristiana son:

1. Atención a todos los individuos (facilitar el conocimiento de sus limitaciones, realidades,


posibilidades, desarrollo físico, intelectual, emocional, cultural e integral) a la luz de la
Biblia y la ética cristiana.
2. Dominio e integración en sí mismo y en su medio ambiente y respuesta a los mandatos de
Dios.
3. Socialización individual y grupal, según los principios del reino de Dios.
4. Formación física según las leyes naturales y la ética cristiana.
5. Fortalecimiento de su conciencia moral según la Palabra de Dios y las responsabilidades
civiles.
6. Desarrollo de su identidad patriótica y cultural, según la Palabra de Dios.
7. Formación de una cultura general, mediante la transmisión de técnicas y conocimientos
fundamentales para la adquisición o renovación del espíritu investigativo.
8. Desarrollo de una personalidad sana, madura y equilibrada en lo personal social,
económico, estético y espiritual.
9. Desarrollo de la responsabilidad social, honestidad, creatividad, formación democrática y
cristiana.

DIDACTICA CRISTIANA

DIDACTICA: Es la disciplina o conjunto de técnicas que facilitan el aprendizaje, se encuentra


inserta dentro de la pedagogía. La Didáctica Cristiana hace referencia a una visión más global de los
problemas: aborda temas de cómo educar en la fe y en la vida cristiana. Se centra en un campo amplio
de la comunicación de las cuestiones, principios, relación y contenidos de la Biblia, dogmas, criterios
morales, valor de los cultos, comprensión de las instituciones y, por supuesto, el acercamiento a las
fuentes de las verdades religiosas. Estos temas especialmente didácticos pueden ser

 La evolución religiosa y moral en el niño, el joven y el adulto.


 La influencia de los diversos ambientes en el sujeto de la educación y criterios para
diversificar las metodologías.
 La naturaleza y finalidad de la enseñanza Cristiana la familiar y la originalidad de cada
entorno
 La especificidad y complementariedad de las formas de educar en la fe y de los protagonistas o
agentes que entran en juego en cada una de ellas.
 La identidad del profesor de enseñanza religiosa, del animador de grupos, de los pastores,
misión, capacidad y responsabilidad.
 Las metas y objetivos de la enseñanza en la instrucción, la formación y la educación.
 La selección de los contenidos de cada uno de los ejes curriculares.

Guía elaborada por: Hermano: Alberto Pérez Landàez


 Los criterios para la secuenciación de los contenidos y la configuración oportuna y adecuada de
los diseños curriculares.
 Los procedimientos y estrategias en la enseñanza: la metodología de la experiencia.
 La selección de los materiales y recursos para la enseñanza.

OBJETIVOS EN LA EDUCACIÓN CRISTIANA:

 Salvación: Ayudar a cada estudiante a mantenerse en los caminos del Señor.


 Conocimiento Bíblico: Ayudar a cada alumno a estudiar, entender, creer y obedecer la Palabra
de Dios.
 Vida llena del Espíritu: Ayudar a cada alumno a recibir el Bautismo del Espíritu Santo y a
caminar diariamente con El.
 Crecimiento Espiritual: Ayudar a cada alumno a crecer hacia la madurez cristiana.
 Entrega Personal: Ayudar a cada alumno a entregar totalmente su vida a la voluntad de Dios.
 Adoración: Ayudar al alumno al encuentro y entrega en la congregación con Dios en una
relación íntima.
 Proclamación y testimonio: Ayudar al alumno a la proclamación espontánea y planificada en
una congregación del Evangelio.
 Edificación y Educación: Ayudar al alumno al crecimiento y desarrollo hacia la madurez
cristiana y su aplicación en la vida diaria. La educación nos da el conocimiento de las creencias,
doctrinas, ética, etc…necesarias para la edificación y crecimiento.
 Servicio Cristiano: Ayudar a cada alumno a encontrar y cumplir su lugar de servicio como
miembro del cuerpo de Cristo, la Iglesia.
 Vida Cristiana: Ayudar a cada alumno a aplicar los principios cristianos a cada relación y
compromiso de la vida.

A partir de estos objetivos, las finalidades de la educación de la iglesia, (compuesta por, creyentes
bautizados que comparten una entrega personal a Jesucristo como Salvador y Señor), es ser un cuerpo
en Cristo, y que mediante el poder del Espíritu Santo, crecer hacia la madurez cristiana en la adoración,
testimonio y proclamación del evangelio a todo el mundo. De este modo aplica los principios cristianos
al hombre y a la sociedad para el logro de los propósitos de Dios.

DIOS EN EL PROCESO DE LA ENSEÑANZA CRISTIANA:

1. En su obra creadora: Dios ha capacitado al hombre para que tenga la posibilidad de


aprender. Esta habilidad que Dios nos ha dado opera de acuerdo con ciertos principios y los maestros
cristianos están obligados a tratar de comprender cómo funcionan estos principios.

2. El descubrimiento de uno mismo: Dios ha provisto una rica fuente de aprendizaje cristiano
por la revelación bíblica. Los maestros cristianos deben continuamente profundizar en su comprensión.

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3. En su función como guía divina: El Espíritu de Dios participa activamente en el proceso de
enseñanza-aprendizaje al motivar, iluminar y proveer inspiración; Él está presente en el estudio de la
Biblia y es por ello que los maestros y alumnos deben unir sus esfuerzos en oración y en un espíritu de
dependencia de Dios.

Imaginemos si un jardinero dijera: “No importa lo que yo siembre, cuándo lo haga, o cómo lo haga, de
todos modos Dios dará el crecimiento”. Cualquier jardinero serio dirá que ésta es una actitud ridícula y
no tiene nada que ver con la capacidad de Dios de hacer crecer una planta. El asunto es que de
cualquier manera, el Creador ha decidido trabajar en armonía con sus propias leyes para la siembra y la
cosecha, y así lo hace. Lo que es válido y cierto en el cultivo de las plantas, lo es también en la
enseñanza.

Espiritualidad sin metodología: Un maestro que ignora los principios del aprendizaje, es
como el jardinero que siembra tomates en la estación del año menos indicada y espera cosecha veinte
días después.

Metodología sin espiritualidad: Un maestro puede estar muy obsesionado con las
aplicaciones de la teoría del aprendizaje y los métodos de instrucción hasta el punto que olvida la
función del Espíritu Santo en el proceso del estudio bíblico. Los maestros cristianos deben mantener
siempre presente lo dijo Jesús en Juan 16:13: 13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a
toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará
saber las cosas que habrán de venir.

LA PEDAGOGIA.

La pedagogía es una ciencia que estudia la educación como sistema de influencias organizadas
y dirigidas conscientemente. Pedagogía proviene del griego de la unión de dos palabras PAIDEIA que
significa niño y PAIDAGOGO que significa esclavo que llevaba al niño a la escuela; EL
PAIDAGOGO era aquel que instruía a los niños y la PAIDOGOGIA es la acción de hacer compañía
o vigilar a los niños, sin embargo el termino pedagogía aparece es el siglo XVIII

LA PEDAGOGÍA CRISTIANA
La Pedagogía Cristiana por su parte, toma de otras disciplinas que tienen relación con la Biblia:
Historia de la Biblia y del cristianismo, métodos o procedimientos de estudio de la Biblia, Teología,
ética…Por ejemplo, vemos que: La Teología cristiana está interesada en las realidades de la fe cristiana
como Dios, el hombre, el pecado, Satanás, la salvación, la iglesia, la Biblia, etc… Estos conceptos son
necesarios en el desarrollo de la educación del alumno para desarrollar un sistema válido de creencias
cristianas en cuanto a Dios y el hombre.
La pedagogía es una ciencia que estudia la educación como sistema de influencias organizadas
y dirigidas conscientemente. El maestro cristiano que ha sido llamado a enseñar y ha recibido el don de
la enseñanza para edificar al Cuerpo de Cristo, puede encontrar que su talento o capacidad está
respaldada por la Palabra de Dios, como se declara en 2 Timoteo 2:2 Lo que has oído de mí ante

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muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros. Además
de que el maestro cristiano debe tratar de adecuar su acción pedagógica a los principios generales de la
Palabra de Dios, su principal meta ha de ser imitar a Jesús el Divino Maestro, pues Él no solo fue la
verdad viviente sino que utilizó la metodología adecuada. Jesús usó la palabra concreta, práctica, llena
de colorido, que se fija en la memoria. Empleó la discusión; refutó a sus contrarios con sus propios
argumentos, como se demuestra en
Mateo 12:11, en donde responde a la interrogante de si es lícito o no sanar en día de reposo.

FUNCIONES DE LA PEDAGOGÍA:

 Teórica: Análisis teórico de las regularidades de la educación para elaborar las bases de la
política educativa, actividad práctica de maestros y educandos.
 Práctica: Introducir experiencias prácticas para poder dar ayuda válida a maestros y
educandos.
 Pronóstico: Estudia las tendencias de desarrollo y de perspectiva de la educación. Un
pronóstico científicamente fundamentado es condición para una planificación segura.

La teoría pedagógica resultante de la sistematización de la ciencia tiene por objeto el proceso


pedagógico. El proceso pedagógico define a todos los procesos conscientes organizados y dirigidos a la
formación de la personalidad que establece relaciones sociales activas entre educador y educandos
entre la influencia del educador y la actividad del educando. Por lo tanto el proceso educativo, proceso
de enseñanza y proceso de instrucción constituyen procesos pedagógicos.

PRINCIPIOS ORIENTADORES DEL MODELO PEDAGÓGICO: Características:

1. Una inspiración Cristo céntrica.


2. Una reflexión continúa en la palabra de Dios.
3. La fidelidad al mensaje de Dios tal como es presentado por las sagradas Escrituras.
4. El esfuerzo institucional al servicio del pueblo de Dios y de las almas Necesitadas.
PRINCIPIOS QUE FUNDAMENTAN LA FORMACIÓN:

Las instituciones educacionales persiguen sus propios objetivos mediante el esfuerzo por
formar una comunidad auténticamente Cristiana, animada por el espíritu de Cristo. La fuente de su
unidad deriva de su común consagración a la verdad, a la palabra de Dios. El maestro orientará su
enseñanza con honestidad, es decir, con la verdad, en los límites de su paciencia y capacidad; ello
implica: competencia (saber hacer con el saber), la enseñanza (saber qué enseña y cómo enseñarlo), y
el aprendizaje (saber qué se aprende y cómo aprenderlo). Son 4 Principios:

1. Implica el contenido de la enseñanza, el desarrollo del estudiante y las características de la


práctica docente.
2. Pretende lograr aprendizajes y se concreta en el aula.
3. Instrumento de la investigación de carácter teórico creado para reproducir idealmente el proceso
enseñanza - aprendizaje.

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4. Paradigma que sirve para entender, orientar y dirigir la educación.

MODELO PEDAGÓGICO
Todo modelo pedagógico tiene su fundamento en los modelos psicológicos del proceso
de aprendizaje, en los modelos sociológicos, comunicativos, ecológicos o gnoseológicos de ahí lo
necesario del análisis de esta relación para orientar adecuadamente la búsqueda y renovación de
modelos pedagógicos. El término modelo pedagógico en la literatura no ha sido manejado con mucha
claridad, aparece igualado a estrategia, estilo de desarrollo, campo de estudio, currículo, entonces el
modelo pedagógico es la Construcción teórico formal que fundamentada científica e ideológicamente
interpreta, diseña y ajusta la realidad pedagógica que responde a una necesidad histórico concreta.
Interpretar significa explicar, representar los aspectos más significativos del objeto de forma
simplificada. Aquí se aprecia la función ilustrativa, traslativa y sustitutiva - heurística. Heurística es la
capacidad de un sistema para realizar cambios o innovaciones positivas para sus fines de forma
inmediata .Diseñar significa proyectar, delinear los rasgos más importantes. Se evidencian la función
aproximativa y extrapolativa - pronosticadora. Ajustar significa adaptar, acomodar, conformar para
optimizar en la actividad práctica. Revela la función transformadora y constructiva en caso necesario
esta última. Apoyados en los presupuestos teóricos anteriores un modelo didáctico, un modelo de
instrucción, un modelo educativo no son más que modelos pedagógicos en los que predomina uno de
estos procesos sobre otro.
LOS MODELOS PEDAGÓGICOS
Revelan su esencia a través de rasgos como:
 Objetividad. Anticipación. Pronóstico. Carácter corroborable.
 sistémico concretable a diferentes niveles y en correspondencia con los procesos que modela.

EL PROCESO PEDAGÓGICO
Define a todos los procesos conscientes organizados y dirigidos a la formación de la
personalidad que establece relaciones sociales activas entre educador y educandos entre la influencia
del educador y la actividad del educando. Por lo tanto el proceso educativo, proceso de enseñanza y
proceso de instrucción constituyen procesos pedagógicos. Por sus múltiples funciones y
condicionamientos es complejo, necesita ser pensado diseñado con anterioridad de manera que se
pueda predecir las modificaciones y transformaciones que propicien su desarrollo.
El modelo. Permite simplificar, construir, optimizar la actividad teórica, práctica y valorativa del
hombre es un instrumento para predecir acontecimientos que no han sido observados aún.

OBJETIVOS DEL MODELO PEDAGÓGICO


Mejorar los canales institucionales de comunicación e información. Formar en el paradigma del
aprendizaje significativo, en el que los educadores son, primordialmente, diseñadores de métodos y de
ambientes de aprendizaje, trabaja en equipo junto con sus estudiantes, para ser, en realidad, co-
aprendices.

Guía elaborada por: Hermano: Alberto Pérez Landàez


ASPECTOS PEDAGÓGICOS

ASPECTOS PEDAGOGÍA PEDAGOGÍA CRISTIANA


TRADICIONALISTA
 Absolutización del aspecto externo.
Concepción de la Énfasis en los componentes CRISTIANOS.
enseñanza  Estandarización.  Flexibilidad.
 Métodos directivos y autoritarios.  Métodos no directivos, dinámicos y participativos.

Concepción del  Ejecutor de directivas  Papel activo, creador, investigador y estudioso de


papel del Docente preestablecidas. las escrituras.
 Limitación de la individualidad y
creatividad  Estímulo al estudio y análisis bíblico.

 Autoritario, rígido, controlador.  Flexible, espontáneo, orientador

Concepción del  Sujeto pasivo, reproductor del  Sujeto activo, constructor del conocimiento
papel del conocimiento. cristiano.
Estudiante  Poca iniciativa, inseguridad,
escaso interés personal.  Creatividad, reflexión, intereses cognoscitivos
propios.
 No implicado en el proceso.
 Implicación y compromiso.

PRINCIPIOS QUE DEBE ASUMIR LA PEDAGOGÍA

 El educando: elemento activo del aprendizaje bíblico, personalidad que se desarrolla a partir de las
posibilidades personales y para la multiplicación efectiva y eficaz de la palabra de Dios.
 El educador: Coordinador de la actividad educativa basada en las escrituras, guía y orientador activo
del proceso.
 Los contenidos: Principios generales Bíblicos, campos del saber interrelacionados
en sistemas y estructuras para afrontar el conocimiento como proceso de cambio y crecimiento en la
palabra de Dios.
 Los objetivos: Dirigidos al desarrollo integral del conocimiento y comportamiento Cristiano, la
personalidad de un cristiano, adquisición de, hábitos y habilidades en su desarrollo como cristiano.
 El aprendizaje: Proceso en que interviene activamente el educando y en el que influyen la madurez, la
experiencia y las relaciones sociales que desarrolla. Todo aprendizaje es bibliocentrico.
 La enseñanza: Dirección del proceso con el uso de las técnicas apropiadas para el aprendizaje grupal e
individual de la palabra de Dios escrita.
 Los métodos: No existe un método único, sino la combinación de técnicas diseñadas y utilizadas en
función de los objetivos, contenidos y sujetos del aprendizaje bíblico.
 Los fundamentos: La Biblia, la autodeterminación, el desarrollo de la personalidad individual
integrada al contexto social, la movilidad social, el crecimiento y la transformación.

Guía elaborada por: Hermano: Alberto Pérez Landàez


ANEXOS

ALGUNOS CONCEPTOS

 Holístico: se suele aplicar a términos como planteamiento, pensamiento, paradigma, enfoque,


concepto o programa para significar que se utiliza una visión integral y completa en el análisis
de una realidad.
 Epistemología: Parte de la filosofía que estudia los principios, fundamentos, extensión y
métodos del conocimiento humano.
 Conductismo: Modelo que se fundamenta en el estudio de experiencias internas o sentimientos
a través de métodos mecanizados, dando lugar al desarrollo de procesos repetitivos.
 Filosofía de la educación es el esfuerzo racional y conciente para hallar el fondo mismo de
todos los procesos de enseñanza -aprendizaje, es un proceso de reflexión para buscar y saber la
manera de optimizar los procesos de enseñanza - aprendizaje.

LAS SIETE LEYES DEL MAESTRO

1. Ley del maestro. “Si Usted cesa de crecer hoy, cesa de enseñar mañana.”
2. Ley de educación. “La manera en que la gente aprende determina como usted enseña.”
3. Ley de la actividad. “El aprendizaje máximo siempre es el resultado del envolvimiento
máximo.”
4. Ley de la comunicación. “Impartir verdadera comunicación requiere establecer puentes.”
5. Ley del corazón. “La enseñanza que hace efecto no es de cabeza a cabeza, sino de corazón a
corazón.”
6. Ley del Estímulo. “La enseñanza tiende a ser efectiva cuando el alumno es apropiadamente
motivado.”
7. Ley de la Preparación. “El proceso de enseñanza-aprendizaje será más efectivo cuando, tanto el
estudiante como el maestro se preparan adecuadamente.”
La actividad educativa cristiana es realizada en el poder del Espíritu Santo, por fe en Cristo y para
la gloria de Dios el Padre. Debe realizar existencialmente la imagen de Dios en el hombre y los
mandatos de Dios en la sociedad. Es tarea de la educación cristiana capacitar al hombre en todos los
sentidos a fin de que asuma su parte en la misión de Dios para el beneficio de sí mismo, de su familia,
de la comunidad y de la humanidad.

“La educación cristiana puede ser definida, pues, como uno de los ministerios esenciales de la
iglesia (ecclesia) por medio de la cual la comunidad (koinonía) de los creyentes busca: preparar a todos
los educandos para recibir el poder del evangelio...”El problema básico en la educación no es
solamente la enseñanza del maestro, sino el aprendizaje del alumno. Por lo tanto, enseñar no es tanto
dispensar la información requerida, sino llegar a conocer suficientemente a los alumnos, para guiarlos
hacia el descubrimiento y aplicación de la verdad, que se llama CRISTO. Al descubrir a Cristo, el
alumno descubrirá al Padre (Juan 14) y al Espíritu Santo (Juan15-1ó). Va a conocer al Creador de las
leyes naturales, el universo, todo lo material y espiritual, y al Gobernador del universo y el Señor de la
historia humana. Su educación no será completa sino se conoce y se somete al Santificador de todos
nuestros ideales, pensamientos, palabras y prácticas.

Guía elaborada por: Hermano: Alberto Pérez Landàez

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