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46 ACTUACIÓN EN EL SISTEMA ACUSATORIO l'KIJ'AKACIÓN DEL DEBATE 47

lograrse contra el oponente, para generar u n perjuicio per- ciudadana entre la justicia como valor y la justicia como
sonal directo, o por elevación, al grupo político al que perte- aparato estatal. Para lograrlo, se procura que los t r i b u n a -
nece. les sigan p r o d u c i e n d o j u s t i c i a en todos aquellos casos or-
Por lo general se acciona desde el poder político con la dinarios y normales con su n e u t r a l i d a d h a b i t u a l . Ahora
complacencia o la complicidad de algunos sectores adictos bien, cuando se deba juzgar cualquiera de los casos marca-
de la judicatura y el manejo de las fuerzas de seguridad. dos por el odio o la voluntad política, se cocinará una deci-
El uso del proceso penal ordinariamente se da contra sión que exprese exactamente lo que quiere el manipulador.
aquellos que han perdido poder y cobrado vulnerabilidad. Esta decisión estará dotada de la aparente ornamentación
jurídica que sea necesaria, en u n marco de liturgia proce-
Ante cada cambio de gobierno -especialmente, cada vez
sal, como para que lo falso aparezca verdadero.
que u n grupo con u n signo diferente llega al gobierno y al
poder- existe u n impulso de denuncias y persecuciones j u - Nos estamos refiriendo a una jugada de altura, de su-
diciales enfervorizadas al comienzo, con grandes desplie- perlativo nivel, que realiza gente que sabe lo que hace y lo
gues en la prensa, con lo que se logra el efecto político hace bien. No nos referimos a jueces que aceptan el juego
buscado, y luego van siendo diluidas por la falta de consis- con moneda grosera. E l tráfico que se realiza tiene otras
tencia y el paso del tiempo. formas y no necesariamente es u n a contraprestación perso-
Ya es u n ejemplo histórico, en cambios drásticos de go- nal n i inmediata. Sobran los atajos para que se concrete
bierno -como se ha dado en los derrocamientos militares sin que pueda advertirlo el ojo nictálope, pero también i n -
en la Argentina-, la organización de los estamentos de deci- termitente, de la ley. Claro que, como todas estas cosas,
sión estratégica de los tribunales y el armado, en paralelo, tampoco puede camuflarse, porque en este terreno también
de una oficina de investigación y denuncias para intervenir estos movimientos, por sutiles y subterráneos que se pre-
en las presentaciones y agilizar la persecución. tendan, se descifran con el decodificador de los que sufren
las consecuencias de esta manera de pervertir la organiza-
Hay casos extremos. Cuando la voluntad política bus-
ción de la justicia.
ca la eliminación j u d i c i a l de los oponentes, degenera el sis-
tema y lo corrompe. Esto así, porque subvierte y modifica En estos casos extremos es m u y difícil la asistencia le-
la premisa de que los jueces dictan sentencias que preten- trada del imputado, pero debe hacerse señalando una a una
den ser justas, para imponer otra, absolutamente incompa- las irregularidades de la causa, tanto las instrumentales y
tible con el derecho: la de que, lejos de perseguir la verda- formales como las argumentativas, sabiendo de antemano
dera justicia, busca complacer la voluntad del manipulador que la a r b i t r a r i e d a d se expresará agazapadamente y, p o r
político. De tal manera, no sólo se volverá inútil e ineficaz cierto, en los momentos decisivos. E l tiempo siempre co-
cualquier defensa que se encuadre dentro de las reglas ordi- rrerá a favor de l a defensa, y es posible que, cuando sea
narias, sino que crecerá en el sentir popular que el aparato necesario llegar a las últimas instancias, el clima político
j u d i c i a l es u n resorte más del poder político. Se nos ocu- también haya cambiado y aquellas constancias de las irre-
rre, para granear la gravedad de los actos de estos jueces gularidades serán decisivas.
complacientes, que podríamos comparar su crimen con el E n los otros casos, las defensas podrán realizar su ejer-
del cirujano que es inducido a dañar la salud de quien está cicio profesional con tribunales en los que el pehgro anterior
operando. no existe. Pero de todos modos, que nadie crea que está
Se utiliza este sistema para la demolición política de ante u n caso o r d i n a r i o . Siempre los casos políticos son es-
los verdaderos adversarios, en el marco de asepsia quirúrgi- peciales por el impacto público, por la prensa, porque bue-
ca que otorgan las decisiones de los jueces. Decisiones que, na parte de los simpatizantes políticos del acusador esta-
en el i m a g i n a r i o colectivo, todavía disfrutan de la confusión rán apoyándolo, entre otros supuestos. Y habrá jueces que.

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