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Sobre... El tabaco
Los cigarrillos 'light' son menos
dañinos.
Una droga se define como una sustancia que provoca dependencia física,
psicológica y tolerancia, y su retirada provoca síndrome de abstinencia. El
tabaco cumple todos estos requisitos.
Fumar es uno de los mayores factores de riesgo para la salud. Aunque durante
un tiempo el fumador no note los efectos nocivos del tabaco, se está
produciendo el daño en su organismo. Está comprobado que un solo cigarrillo
eleva la tensión arterial durante 15 minutos y aumenta la frecuencia cardiaca
de 10 a 15 latidos por minuto, lo que puede llevar a sufrir un infarto o un
accidente cerebrovascular.
Mal aliento. Los cigarrillos provocan en los fumadores "halitosis" o mal aliento
persistente, además de ropa y cabello malolientes. El olor del humo permanece,
no solo en el vestido, sino también en el pelo, los muebles y los automóviles. A
menudo, es difícil quitar ese olor a cigarrillo.
Mayor riesgo de contraer enfermedades. Los estudios han demostrado que los
fumadores sufren de más resfriados, gripe, bronquitis y neumonía que los no
fumadores; y que personas que padecen de ciertas enfermedades, como asma,
enferman más si fuman. Un caso especial es el de los adolescentes que fuman
para mantener su peso bajo control, y para eso acostumbran a encender un
cigarrillo en lugar de comer; éstos enferman con más facilidad que los
compañeros de edad ya que sus cuerpos no cuentan con los nutrientes
necesarios para crecer, desarrollarse y combatir las enfermedades
adecuadamente.
Es cierto, moriremos por alguna razón, pero si fuma se están perdiendo varios
años de vida. Además, el problema grave es que muchas de las enfermedades
derivadas del consumo del tabaco son de progresión lenta, es decir, no matan
de repente, sino que dan lugar a pasar muchos años enfermo antes de morir
con la consiguiente perdida de calidad de vida.
El tabaco me tranquiliza.
Son unos amigos que echan a perder la salud, roban el dinero, controlan a
todas horas, hacen oler mal y quitan la autoestima al individuo.
Para ser una persona feliz no es necesario tener una dependencia a una droga,
sino todo lo contrario. Todo el que ha dejado de fumar para siempre se siente
liberado de las pequeñas tiranías del tabaco. Nadie se arrepiente de haberlo
dejado. Además, el tabaco es por el momento el “vicio” que se cobra más vidas
anualmente en el mundo, más que las drogas, el alcohol y los accidentes de
tráfico juntos.
Eso sólo es una excusa para seguir fumando y para no afrontar el hecho de
dejar de fumar. Cuanto antes se abandone el tabaco, antes se obtendrán los
beneficios de haber dejado de fumar.
Cada cual tiene un momento oportuno para afrontar el abandono del tabaco.
En general, no es conveniente elegir fechas en las que se ha recibido una mala
noticia como enfermedades graves, defunciones, despidos laborales, o mientras
se está en una época de stress o depresión, porque la posibilidad de éxito es
menor y puede disminuir la confianza del sujeto en conseguir abandonar el
consumo de tabaco. Pero tampoco hay que buscar el momento “ideal”, pues
entonces aparecerán las excusas que lo retrasen.
A veces no es fácil dejarlo, pero son tantos los beneficios que merece la pena el
esfuerzo. Además, el síndrome de abstinencia dura sólo unas semanas y en la
actualidad existen métodos eficaces que facilitan el abandono sin sufrimiento.
Cada uno tiene un momento oportuno para afrontar el abandono del tabaco. En
este caso, el mejor momento para dejar de fumar será durante las vacaciones.
Mi pareja fuma.
Los únicos grupos que aún niegan esto son la industria tabacalera y sus círculos
corporativos.
Sí, pero ¿dónde aprenden los niños? Los niños aprenden en el colegio que
fumar es perjudicial, pero si al salir de clase ven que se anuncian cigarrillos en
sus barrios, que se venden productos de tabaco en cada esquina, y que en los
hogares y lugares públicos está permitido fumar, el mensaje dado en el aula se
pierde. Se ha demostrado que la educación escolar por si sola no reduce el uso
del tabaco; sólo es efectiva si se inscribe en un entorno más amplio que
refuerce la no-aceptación del uso del tabaco.
Esto es como tener dentro de una piscina una zona donde se permita orinar y
otra donde no. Si el aire se comparte, la contaminación por el humo de tabaco
también. Fumar en el área de fumadores afecta y causa enfermedad en el área
de no fumadores.
Todo lo contrario: los lugares de trabajo libres de humo tienen costos menores
de mantenimiento y de seguros (de salud y de incendio, por ejemplo). Sus
trabajadores son más productivos. Los fumadores y los no fumadores
expuestos al humo de tabaco enferman más frecuentemente que los individuos
no expuestos. Además, los ambientes libres de humo ayudan a los fumadores a
dejar de fumar. El efecto de la prohibición de fumar en bares y restaurantes ha
sido estudiado en varios países que ya disponen de esta legislación, como
Irlanda, Italia, Escocia, etc. Desde un punto de vista meramente económico, los
registros de ventas muestran que éstas aumentan o se mantienen igual en los
bares y restaurantes libres de humo. Generalmente los estudios que exageran
otra realidad son financiados por la industria tabacalera y se basan en
predicciones de los propietarios más que en los datos reales de ventas.
Aun con una disminución del consumo per cápita mundial del tabaco, según la
población actual y las tendencias del consumo de tabaco, el número total de
fumadores aumentará a más de 1,6 mil millones en 2025. Incluso con las más
duras medidas de control posible, llevará generaciones reducir el uso del tabaco
hasta el punto en que los cultivadores se queden sin trabajo. El tabaco es
adictivo y ha sido parte de la sociedad desde hace décadas; no va a
desaparecer de un día para otro. En ese lapso de tiempo los gobiernos tendrán
la oportunidad de apoyar a los cultivadores en su transición hacia medios de
vida alternativos.
El control del tabaco es muy costoso.
Reducir el uso del tabaco es una de las intervenciones en salud de mejor costo-
efectividad. Las medidas más efectivas son decisiones políticas que le cuestan
muy poco a los gobiernos y que le generan, en relativo corto plazo, ganancias
por ahorro en coste sanitario.
Algunos beneficios más relevantes de estas advertencias son los dos siguientes: