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RESUMEN

El presente artículo tiene como finalidad realizar un análisis general con referencia
a la autonomía en todos sus aspectos de sus gobiernos locales mejor conocidos
como Municipalidades, analizando sus antecedentes y constitución fundamental de
estos órganos y mostrar panorámicamente el desarrollo jurisprudencial de las
mismas extrayendo, de una manera sistematizada, conceptos y categorías jurídico-
conceptuales en ellas contenidas tendientes a establecer propedéuticamente su
naturaleza jurídica, su contenido constitucionalmente protegido, sus parámetros y
sus límites, y su relación con el proceso de descentralización

INTRODUCCION

Los tratadistas que estudian al municipio como parte de la estructura política de un


país, han de considerar que el Derecho Municipal constituye una rama del Derecho
Constitucional. Por su parte, aquellos que atiendan el concepto de autarquía del
municipio, a su calidad de núcleo político económico. El derecho municipal, si bien
si sería una disciplina importante carecería de autonomía orgánica, seria en realidad
una rama del derecho administrativo, es decir Derecho Administrativo municipal, o
sea, el conjunto de preceptos y principios del derecho administrativo general
aplicados en la esfera local.

Por el contrario quienes consideren objeto central de estudio la moderna concepción


de urbanismo han de hallar netamente perfilados los elementos orgánicos de una
real autonomía del derecho municipal.

Entonces sobre la base de esta última postura surgen clara y precisa la conocida
definición de Derecho Municipal de Korn Villafañe, firme sostener de la autonomía
de esta disciplina: “El derecho municipal es la rama del Derecho Público Institucional
, con acción pública, que estudia los políticos-jurídicos y sociales del urbanismo, con
auxilio del Derecho Constitución, del Derecho Impositivo, del Derecho
Administrativo, del Derecho Político, del Derecho Público Provincial, del Derecho
Procesal de la Historia Institucional y de la Ciencia del Urbanismo.

I. Definición

Según el Tribunal Constitucional, la autonomía municipal constituye una garantía


institucional o instituto constitucionalmente protegido que impide que el legislador
pueda desconocerla, vaciarla de contenido o suprimirla; protegiéndola de sus
excesos y haciéndola que, en su tratamiento jurídico, sus rasgos básicos no sean
trastocados de forma que la conviertan en impracticable o irreconocible; es decir, la
autonomía municipal, supone la capacidad de auto desenvolvimiento de las
municipalidades (provincia ales y distritales) en el plano administrativo, político y
económico sin que ello restrinja al legislador nacional de regular su régimen jurídico
dentro de las relaciones de coordinación y, excepcionalmente, de subordinación que
de manera expresa establezca la Constitución1.

En ese orden de ideas, el supremo interprete de la Constitución, ha señalado que


la autonomía municipal hace referencia a una “administración o autoadministración”
cuyos objetivos se cumplen y cuya actividad se realiza por los propios destinatarios
de la misma bajo su propia responsabilidad; suponiendo, a la vez, una técnica de
organización jurídico-política al servicio de una división vertical del poder que
permite descargar de tareas a la instancia administrativa superior correspondiente,
y del principio democrático, al ser un modo de conectar la sociedad con el Estado2.

II. Contenido

Debido a la diversidad de significados y contenidos relativos a la autonomía


municipal, el Tribunal Constitucional, ha determinado que debe tenerse en
consideración: a. El contenido subjetivo u organizativo de la autonomía, que
atañe a la propia existencia de las municipalidades; b. El contenido objetivo o
sustancial de la autonomía, que alude a la garantía de gestión de los asuntos de
interés comunitario; y, c. El contenido institucional de la autonomía, referido a la
posición de las municipalidades respecto del desempeño de las funciones públicas
conferidas por el legislador mediante la cual se le otorga cierto grado de libertad e
independencia frente a injerencias de instancias superiores3.

III. Parámetros y Límites de la Autonomía Municipal

3.1. Los Principios Constitucionales:

Principio de Supremacía Constitucional: La actuación de una municipalidad


requiere desenvolverse en el marco de los principios que inspiran el Estado,
constitucional de derecho, y del proceso constitucional peruano, lo que supone el
afianzamiento de la Constitución, como norma suprema y en esa medida norma
exigible por los ciudadanos; lo cual supone, en primer término, la legitimación de su

1
Exp. Nº 010-2001-AI/TC, f.j.4, citada por García Belaunde, Domingo. “Diccionario de Jurisprudencia Constitucional:
Definiciones y conceptos extraídos de las resoluciones y sentencias del Tribunal Constitucional”. Lima, Editora Jurídica
Grijley E.I.R.L, 2009. Pág. 53-54.

2
Exp. Nº 0013-2003-AI/TC, f.j.6, Idem. Pág. 54.
3
Ibidem. Pág.54.
carácter vinculante para los ciudadanos y los poderes públicos, y en segundo
término, el pleno reconocimiento de los derechos fundamentales4.

Principio de Unidad de la Constitución: Si bien la propia Constitución ha


establecido que los gobiernos locales gozan autonomía municipal y que son
competentes para aprobar su organización interna y su presupuesto gestionando
los intereses propios de sus correspondientes colectividades; ello no implica que
tales organismos gocen de una irrestricta discrecionalidad en el ejercicio de ellas;
pues, al no ser ilimitadas, su ejercicio debe ser compatible con las normas
constitucionales que importa que todas sus disposiciones deben ser entendidas
armónicamente5.

3.2. Los Derechos Constitucionales:

Aunque la Constitución garantiza la autonomía municipal- en sus ámbitos político


(del que deriva la facultad normativa de las municipalidades convirtiéndolas en
órganos productores de normas generales dentro de su ámbito: Ordenanzas) 6,
económico y administrativo, en los asuntos de su competencia-, un ejercicio
enmarcado en tal premisa no puede vulnerar ni amenazar, per se, derechos
constitucionales, salvo que dicho ejercicio se efectúe al margen del ordenamiento
jurídico, y lesione derechos de los administrados o de otros entes estatales o
privados7.

3.3. La Actuación del Legislador Nacional:

La garantía de la Autonomía municipal no impide que el legislador nacional pueda


regular su régimen jurídico, siempre que, al hacerlo, se respete su contenido
esencial; es decir, implica no sujetar o condicionar la capacidad de auto
desenvolvimiento pleno de los gobiernos locales a relaciones de coordinación y,
solo excepcionalmente, de subordinación, en aquellos casos que la Constitución
expresamente lo permita; pues, de hacerlo, su contenido terminaría siendo
vaciado8ocasionando de ese modo la existencia de una situación jurídica que la
propia carta constitucional no autoriza y, antes bien, proscribe9.

4
Exp. Nº 0330-2004-AA, 11/07/05, P, FJ.69.
5
Exp. Nº 00038-2004-AI, 08/03/05, P, FJs.11, 12 y 14.
6
Exp. Nº 00047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ.29.
7
Exp. Nº 00015-2005-AI, 05/01/06, P, FJ.39.
8
Exp. Nº 00010-2001-AI, 26/08/03, P,FJ.4.
9
Exp. Nº 01211-1999-AA, 20/01/00, P,FJ.3.
En ese sentido, la autonomía municipal, sobretodo en el aspecto administrativo, no
debe ser entendida como absoluta y exenta de límites por parte del órgano
legislativo que se encuentra en libertad de dar forma, acuñar, estructurar y
concretizar los términos para el ejercicio de la facultad de autodeterminación
responsable que gozan las municipalidades frente a las tareas que son de su
competencia sin que ello importe, naturalmente, la imposición de instrucciones y la
resta de tutela por parte del estado10.

3.4. Los Intereses Locales:

La Constitución, según el supremo intérprete de la misma, garantiza a los gobiernos


locales una autonomía plena para aquellas competencias que se encuentran
directamente relacionadas con la satisfacción de los intereses locales; sin embargo,
esta deberá graduarse en intensidad respecto de intereses supralocales debido a
que, en ocasiones, de esas competencias, también coparticipan otros órganos
estatales11.

En ese sentido, los gobiernos locales deben tener en cuenta que sus actividades
deben desarrollarse dentro del marco legal que regula las actividades y
funcionamiento del sector público nacional y que sus competencias y funciones
específicas deben cumplirse en armonía con las políticas y planes nacionales,
regionales y locales de desarrollo12. Por ello, al revisar las facultades otorgadas a
las municipalidades provinciales y distritales, aparece una estructura claramente
ordenada que permite distinguir las competencias otorgadas en cada caso, siendo
necesario que entre ellos exista la debida coordinación en el desempeño de sus
atribuciones y que, en su ejercicio regular, cada uno de ellos proceda respetando
las competencias otorgadas o reconocidas a otros gobiernos locales13.

IV. Relaciones con el proceso de descentralización

10
Exp. Nº 000404-1996-I, 30/01/97, P,FJ.3.3.d
11
Exp. Nº 007-2002-AI/TC, f.j.9, citada por García Belaunde, Domingo. “Diccionario de Jurisprudencia Constitucional:
Definiciones y conceptos extraídos de las resoluciones y sentencias del Tribunal Constitucional”. Lima, Editora Jurídica
Grijley E.I.R.L, 2009. Pág. 55.
12
Exp. Nº 00015-2005-AI, 05/01/06, P, FJ.38.
13
Exp. Nº 00046-2004-AI, 15/02/05, P, FJ.20.
El supremo intérprete de la Constitución ha establecido que la consagración de la
autonomía municipal debe ser entendida como un elemento básico en el proceso
de descentralización que se viene implementando y cuyo objetivo fundamental
radica en el desarrollo integral del país teniendo como retos fundamentales: a)
garantizar la autonomía; b) asegurar la unidad del ordenamiento, y c)
favorecer la integración y el dinamismo del sistema14.

14
Exp. Nº 0013-2003-AI/TC, f.j.9, Idem. Pág. 55.
V. Conclusiones

Pese a que la propia Constitución Política del Perú les ha conferido a los gobiernos
locales (provinciales y distritales) autonomía política, económica y administrativa en
asuntos de su competencia, la realidad es que en la práctica dicha atribución se ha
convertido en autarquía generando con ello vulneración de derechos fundamentales
ligados con el derecho al desarrollo local, la prestación de servicios públicos y otras
facultades y competencias expresamente encomendadas por ley.

[1] Artículo publicado en el BOLETIN DE LA FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLITICA DE LA UNIVERSIDAD


WIENER en Junio de 2011.
[2] Exp. Nº 010-2001-AI/TC, f.j.4, citada por García Belaunde, Domingo. “Diccionario de Jurisprudencia Constitucional:
Definiciones y conceptos extraídos de las resoluciones y sentencias del Tribunal Constitucional”. Lima, Editora Jurídica
Grijley E.I.R.L, 2009. Pág. 53-54.
[3] Exp. Nº 0013-2003-AI/TC, f.j.6, Idem. Pág. 54.
[4] Ibidem. Pág.54.
[5] Exp. Nº 0330-2004-AA, 11/07/05, P, FJ.69.
[6] Exp. Nº 00038-2004-AI, 08/03/05, P, FJs.11, 12 y 14.
[7] Exp. Nº 00047-2004-AI, 24/04/06, P, FJ.29.
[8] Exp. Nº 00015-2005-AI, 05/01/06, P, FJ.39.
[9] Exp. Nº 00010-2001-AI, 26/08/03, P,FJ.4.
[10] Exp. Nº 01211-1999-AA, 20/01/00, P,FJ.3.
[11] Exp. Nº 000404-1996-I, 30/01/97, P,FJ.3.3.d
[12] Exp. Nº 007-2002-AI/TC, f.j.9, citada por García Belaunde, Domingo. “Diccionario de Jurisprudencia Constitucional:
Definiciones y conceptos extraídos de las resoluciones y sentencias del Tribunal Constitucional”. Lima, Editora Jurídica
Grijley E.I.R.L, 2009. Pág. 55.
[13] Exp. Nº 00015-2005-AI, 05/01/06, P, FJ.38.
[14] Exp. Nº 00046-2004-AI, 15/02/05, P, FJ.20.
[15] Exp. Nº 0013-2003-AI/TC, f.j.9, Idem. Pág. 55.

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