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PROCESO
Ante la naturaleza del proceso ordinario laboral, antes debemos ver que es un
proceso
Con fundamento en el artículo 870 de la Ley Federal del Trabajo, que en cita textual
dice:
1. Conflictos individuales y
JUICIO ORDINARIO LABORAL colectivos de naturaleza jurídica
que no tengan tramitación
especial.
También nos dice que existe una omisión por parte del legislador al no
establecer una vía propia para los conflictos individuales de naturaleza
económica y que la fórmula de su tramitación es la ordinaria jurídica.
Al respecto consideró que, al hablar de un juicio ordinario laboral, se trata de un
procedimiento general, que se tramita ante un juicio ordinario, y que solamente se
llevara un procedimiento especial cuando la ley lo designe así.
Como todo procedimiento, se tiene que seguir con una serie de etapas para poder
llegar a un fin determinado, en el procedimiento ordinario laboral tenemos dos
posturas que nos enuncian cuales son estas etapas:
El autor Néstor de Buen Lozano nos dice que en el procedimiento ordinario laboral
se presentan las siguientes etapas:
I. Presentación de la demanda.
II. Admisión de la demanda.
III. Audiencia inicial.
IV. Etapa de conciliación.
V. Etapa de excepciones y demanda.
VI. Etapa de ofrecimiento y admisión de pruebas.
VII. Ofrecimiento de pruebas y principio de oralidad.
VIII. Desahogo de pruebas.
IX. Alegatos.
X. Cierra de la instrucción.
XI. Dictamen.
XII. Diligencias adicionales y pruebas no desahogadas.
XIII. Audiencia de resolución.
XIV. Engrose de laudo.
XV. Notificación de laudo.
El autor José Dávalos nos dice que en el procedimiento se observan las siguientes
etapas:
PRESENTACIÓN DE LA DEMANDA
El autor Néstor de Buen Lozano nos dice que la Ley Federal del Trabajo no regula
los requisitos formales de la demanda y que solo se expresa como el instrumento
1Bermúdez Cisneros, Miguel, Derecho del trabajo, Oxford University Press, México,
2010, p. 410
formal mediante la cual se ejerce la acción, entendiendo a “la demanda consiste en
una relación de hechos y un pedimento.”2
Así, el autor José Dávalos nos indica cuales son los elementos que debe entender
la demanda, así que tomaremos lo enunciado por él, ya que, consideramos que deja
más claro cuáles son estos requisitos:
2De Buen Lozano, Néstor, Derecho procesal del trabajo, 13a. ed., México, Porrúa,
2005, pp. 247-248.
V. Fundamento de derecho, que sirve de apoyo jurídico a lo
demandado.3
3Dávalos, José, Derecho colectivo y derecho procesal del trabajo, 5a ed., México,
Porrúa, 2008, pp. 159-160.
todos los medios legales que tenga a su alcance para poder emplazar la
demanda:
ADMISIÓN DE LA DEMANDA
A. RADICACIÓN
El profesor José Alfonso Bouzas Ortiz nos dice que el auto de radicación debemos
entenderlo como: “en un primer momento, la facultad que dicha autoridad tiene para
conocer el procedimiento y ordenará que se registre la demanda en el libro de
gobierno, asignándosele el número de expediente que le corresponda.”6
B. PREVENCIÓN DE LA DEMANDA
Con forme al artículo 873, segundo párrafo de la Ley Federal del Trabajo, que en
cita textual dice:
6Bouzas Ortiz, José Alfonso, Derecho colectivo y procesal del trabajo, 2a. ed.,
México, Iure Editores, 2014, p. 482.
De lo anterior, podemos mencionar que la Junta prevendrá al actor trabajador o sus
beneficiarios cuando:
Con forme a los principios procesales que rigen el derecho procesal del trabajo, la
Junta debe mejorar la demanda del actor trabajador conforme al artículo 685,
segundo párrafo, de la Ley Federal del Trabajo, que en cita textual dice:
D. EMPLAZAMIENTO A JUICIO
El profesor José Alfonso Bouzas Ortiz nos dice que el emplazamiento debemos
entenderlo como: “una notificación, pero para muchos teóricos y con justa razón se
considera la actuación más importante del procedimiento, pues el acto de notificación
Con forme al artículo 873, primer párrafo de la Ley Federal del Trabajo, que en cita
textual dice:
La forma en que se les apercibirá nos dice el artículo 879 en cita textual:
La figura del emplazamiento personal tiene gran importancia, que el artículo 743 de
la Ley Federal del Trabajo enuncia la forma en que debe realizarse la primera de
ella, la cual enunciaremos en sus características mas importantes:
El actuario debe cerciorarse que el domicilio en autos sea el de la persona
que habrá de notificar.
Si es persona física se notificará al interesado o su representante.
Si es persona moral, el actuario debe verificar que la persona con quien
entiende la diligencia es el representante o apodera legal de ésta.
Si no se encuentra el interesado, se le dejará un citatorio con fecha (al día
siguiente a aquel en que se hizo la primera diligencia) y hora en la que habrá
de practicarse la segunda diligencia de emplazamiento.
Después del citatorio, si aun no se encuentra la persona interesada, la
diligencia de emplazamiento se hará con cualquier persona mayor de edad
que se encuentre en la casa y local del domicilio señalado en autos.
Si estuviese cerrado (entendiéndose que no hay persona mayor de edad o
que no hay persona alguna con quien entender la diligencia de
emplazamiento) se fijara una copia de la resolución en la puerta.
Si la persona interesada, su representante legal o la persona mayor de edad
se niega a recibir la notificación, ésta se hará por instructivo que se fijará en
la puerta del domicilio que obre en autos, adjuntando copia de la resolución.
En caso de que el trabajador ignore el nombre del patrón y se lleve la
diligencia conforme al artículo 712 y 740 de la Ley Federal del Trabajo, el
actuario se cerciorará de que el local designado en autos es aquel en que se
prestan o prestaron los servicios y la notificación se entenderá hecha con el
patrón, aunque al hacerla se ignore su nombre.
Estos requisitos, nos dice el profesor José Alfonso Bouzas Ortiz, “tienen por objeto
dotar el acto de emplazar de ciertas formalidades propias que buscan cerciorarse
de que el demandado a juicio se encuentre claramente sabedor de la demanda
instaurada en su contra con la finalidad de que se respete la garantía de audiencia
de las partes en el procedimiento”9.
9 Ibidem, p. 484.
E. REQUISITOS DE LA CÉDULA DE EMPLAZAMIENTO
Con forme al artículo 751 de la Ley Federal del Trabajo, podemos enunciarlos como:
De conformidad con el artículo 748 de la Ley Federal del Trabajo, que en cita textual
dice:
G. EFECTOS DE LA NOTIFICACIÓN
De conformidad con el artículo 747 de la Ley Federal del Trabajo, que en cita textual
dice:
F. FALTA DE NOTIFICACIÓN
Que las parte concurran a la audiencia, las cuales quedarán notificadas para
la nueva fecha de celebración.
Si fueron notificadas y no concurrieron se les notificara por boletín o estrados
de la Junta de la nueva fecha de celebración.
Las que no fueron notificadas, se les notificará personalmente de la nueva
fecha de celebración.
Cuando el actor se desista de las acciones en contra de los demandados que
no han sido notificados, la junta no esta obligada a señalar nueva fecha de
celebración.
AUDIENCIA INICIAL
Dado a esta unidad del acto, la Ley Federal del Trabajo prevé en su artículo 875,
que en la audiencia inicial se lleve a cabo en dos etapas:
De conciliación.
De demanda y excepciones.
ETAPA DE CONCILIACIÓN
El artículo 876 de la Ley Federal del Trabajo nos indica como se desarrollará etapa
de conciliación, la cual citaremos de forma textual y haremos los comentarios
correspondientes que consideramos oportunos:
El profesor José Dávalos nos dice que en esta etapa el primer acto es
acreditar la personalidad.
En este punto el profesor Néstor de Buen Lozano, nos dice que existe
una intención de conciliación, pero que en la práctica los funcionarios por
la falta de tiempo y espíritu no realizan realmente una labor de
convencimiento. La etapa se vuelve un requisito formal, donde se
determina que las partes manifiestan que no existe arreglo conciliatorio y
piden se para el negocio al arbitraje.
14 Ibidem, p. 571
de la demanda por parte del actor, con el fin de que el demandado pueda
contestar la demanda en su totalidad. Cuando se trate del
enderezamiento de la demanda la junta procederá de la misma forma,
pero de oficio.
El profesor Néstor de Buen Lozano nos dice que existe una clara
violación a las garantías constitucionales del debido proceso, ya que, el
demandado debe dar contestación de la demanda en ese momento, ya
sea oral o por escrito, en el caso de que se ratifique la demanda, nos
menciona que es obvio que el demandado de contestación, pero en los
casos de modificación o aclare la demanda, se encuentra en un estado
de indefensión, ya que, no era de su conocimiento las nueves
pretensiones ejercidas por el actor.
En nuestra opinión, consideramos que tiene razón, ya que, el primer
supuesto de que se fije nueva fecha para la continuación de la audiencia
es a petición de parte, y si la audiencia es estrictamente personal, o sea
que acudan solamente los interesados, como nos enuncia el artículo 876
in fine, que pasaría con el patrón que acuda a la junta y no tenga
conocimiento de ese derecho de solicitar a la Junta que se de un plazo de
10 días para dar contestación a la aclaración o modificación de la
demanda, en este caso se estaría en un estado de indefensión, ya que, si
bien es cierto de que el actor tiene el derecho de ratificar o modificar su
demanda, el demandado tiene de la misma forma el derecho a controvertir
lo expuesto por el actor, debido al principio de “ser oído y vencido” pero si
la Junta limita ese derecho a un solo acto, dado al principio de
concentración, el demandado se ve en un estado de apuro, el cual puede
generar una mala defensa por parte de éste, lo que puede ocasionar que
no se respete el debido proceso.
Consideramos que la Junta, mediante una interpretación sistemática de
la norma, debe dar conocimiento al patrón que puede ejercer ese derecho
y actuar a petición de éste, pero no dejar que se desarrolle la contestación
pura y simple del demandado.
En el caso de que la junta actúe de oficio, consideramos que es una mala
decisión del legislador, ya que, en principio al debido proceso consagrado
en los artículos 14 y 16 constitucional, si existe una modificación a las
pretensiones del actor, debe de oficio dictar una nueva fecha para que se
continúe la audiencia, para que exista una verdadera defensa por parte
del demandado.
VI. Las partes podrán por una sola vez, replicar y contrarreplicar
brevemente, asentándose en actas sus alegaciones si lo solicitaren;
“Este acto procesal, mediante el cual el actor pone a disposición del tribunal
juzgador los elementos de prueba con los que pretende comprobar su situación o
acción, y el demandado a su vez pone sus respectivas pruebas a fin de comprobar
sus excepción y defensas, es el que corresponde a lo que Carnelutti llamaba la
disponibilidad de las pruebas. Según él, no basta que las pruebas existan, sino que
es necesario, además, que las partes y el tribunal dispongan de ellas, es decir,
presentarlas en el juicio para que sirvan de base a la sentencia y la normación de
éste.”23
Cabe recordar lo que menciona el último párrafo del artículo 875: (…) La
audiencia se iniciará con la comparecencia de las partes que concurran a
la misma; las que estén ausentes podrán intervenir en el momento en que
se presenten, siempre que la Junta no haya tomado el acuerdo de las
peticiones formuladas en la etapa correspondiente.
II. Las partes podrán ofrecer nuevas pruebas, siempre que se relacionen
con las ofrecidas por la contraparte, así como las que tiendan a justificar
sus objeciones a las mismas, en tanto no se haya cerrado la audiencia, y
por una sola vez;
III. Las partes deberán ofrecer sus pruebas, observando las disposiciones
del Capítulo XII de este Título; y
A. PRUEBA DOCUMENTAL
Esta prueba consiste, como su nombre lo indica, en todos los documentos en los
que conste información sobre los hechos relativos a la litis.
B. PRUEBA CONFESIONAL
1. CONCEPTO. El profesor José Dávalos nos dice que la prueba confesional es “el
reconocimiento sobre lo sabido de un hecho o circunstancia, hace alguien
voluntariamente o preguntando por otro. Por confesional debe entenderse el
reconocimiento que una persona hace de un hecho personal o propio que se invoca
en su contra; dicha prueba solo produce efectos en lo que perjudica a quien la hace.
”24
A su vez, el profesor José Alfonso Bouzas Ortiz nos dice que esta prueba consiste
en:
“la posibilidad que tienen las partes de citar a su contraria para absolver posiciones,
lo cual quiere decir que responda ante cuestionamientos directos reconociéndolos
o negándolos. Tiene por objeto buscar la confesión de ciertos hechos para darles el
carácter de ciertos. Se entiende por posiciones a aquellas preguntas que se le
hagan a la persona que se someta a la confesional.”25
2. FUNDAMENTO LEGAL. Con forme al artículo 786 de la Ley Federal del Trabajo,
que en cita textual dice:
Artículo 786. Cada parte podrá solicitar que se cite a su contraparte para
que concurra a absolver posiciones.
Artículo 787.- Las partes podrán también solicitar que se cite a absolver
posiciones personalmente a los directores, administradores, gerentes y, en
general, a las personas que ejerzan funciones de dirección y administración,
en la empresa o establecimiento, así como a los miembros de la directiva de
los sindicatos, cuando los hechos que dieron origen al conflicto les sean
propios y se les hayan atribuido en la demanda o contestación, o bien que
por razones de sus funciones les deban ser conocidos.
o Directores.
o Administradores.
o Gerentes.
Además, es necesario que le sean propios los hechos del conflicto o que, por
razones de sus funciones, le deban ser conocidos.
De los artículos 786, 787, 788 y 793, de la Ley Federal del Trabajo, se
desprende que las partes están autorizadas a solicitar se cite a la contraria a
absolver posiciones, tratándose de personas morales, por conducto del
represente legal y, como salvedad, cuando el oferente sea el trabajador,
a cargo de los directores, administradores, gerentes y, en general, de
las personas que ejerzan funciones de dirección y administración en la
empresa o establecimiento, cuando los hechos que dieron origen al conflicto
les sean propios, y se les hayan atribuido en la demanda o contestación, o
bien que por razón de sus funciones les deban ser conocidos. Respecto de
esta modalidad puede suceder que para la fecha del desahogo de la
probanza el absolvente ya no labore para el patrón, caso en que la Junta se
encuentra obligada a requerir al trabajador para que proporcione el domicilio
donde citar al declarante y, en el supuesto de que ignore el domicilio, a
solicitarlo del patrón, además, de que "si la persona citada no concurre el día
y hora señalados, la Junta lo hará presentar por la policía" lo que no sólo
armoniza el desahogo de la prueba con las reglas del testimonio, conforme
al artículo 814 de la mencionada legislación, sino que determina la
imposibilidad de que se declare confeso ficto al absolvente por no
comparecer, según los artículos 788y 790, fracción VII, de la citada
legislación, salvaguardando los derechos de la empresa que es parte, la que
al ya no encontrarse unida con aquél por el vínculo de trabajo, no podría
exigirle, en cumplimiento a sus obligaciones laborales, que comparezca a
declarar y, entonces, bastaría que no asistiera o no quisiera contestar para
que se le declarara confeso ficto, en evidente perjuicio de las pretensiones
de la empresa. Estas precisiones descubren que el desahogo de la prueba
no puede ser la misma que la que se verifica cuando el deponente continúa
trabajando para la empresa e investido de la representación patronal, pues
su animus confitendi o intención de aceptar en perjuicio propio, clara y
terminante, ya sea de manera parcial o total la verdad de una obligación o de
un hecho propio que es susceptible de producir efectos jurídicos, puede tener
diferentes motivaciones y ya no, precisamente, la derivada de la relación
laboral que tenía con el patrón; además de que habrá desaparecido el motivo
que determinó la naturaleza de confesión de la prueba, la que sólo puede ser
vertida por una de las partes en el juicio, presupuesto que ya no se actualiza
en el supuesto de que se trata, en el que el deponente se convierte en un
tercero extraño a la relación litigiosa, desprovisto del interés de parte y de la
obligación de obligarse por la empresa, con la que en todo caso sólo debe
responder por los sucesos que en el juicio se le imputan. Consecuentemente,
se está en presencia ya no de una prueba de confesión, sino de un testimonio
para hechos propios que debe ser desahogado en términos del
artículo 815 de la citada ley.
Contradicción de tesis 21/98. Entre las sustentadas por el Tribunal Colegiado
en Materia de Trabajo del Segundo Circuito, el Tercer Tribunal Colegiado del
Cuarto Circuito y el antes Segundo Tribunal Colegiado del Segundo Circuito,
ahora Primero en Materia Civil del mismo circuito. 19 de marzo de 1999.
Cinco votos. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: Armando Cortés
Galván.
Tesis de jurisprudencia 46/99. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto
Tribunal, en sesión pública del diecinueve de marzo de mil novecientos
noventa y nueve.28
I. Las posiciones podrán formularse en forma oral o por escrito, que exhiba
la parte interesada en el momento de la audiencia;
C. PRUEBA TESTIMONIAL