LA BUENA BALLATA DE LA FÉ (6.

11-19)

En estos versículos citados, el Apóstol Pablo exhorta a Timoteo a huir de las

cosas que no edifican, del pecado, las vanidades, que lo podían hacer caer. Le dice que
pelee la buena batalla de la fé, que siga siempre la justicia, la piedad, la fe, el amor, la
paciencia y la mansedumbre, que echara mano a la vida eterna en todo momento, a la
cual fue llamado. También le mando, que así como el señor Jesucristo, se mantuviera
irreprensible como lo dice en el 6:13-14, (Te mando delante de Dios , que da vida a
todas las cosas, y de Jesucristo, que dio testimonio de la buena profesión ante Poncio
Pilato) y 15 (que guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta la aparición
de nuestro señor Jesucristo); estos dos versículos expresan el deseo de Pablo de que
Timoteo se mantuviera en santidad, guardándose en el amor de cristo, pero con una fe
verdadera no fingida para para que cuando fuera puesta a prueba pueda salir
victorioso y guardar su testimonio, hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo.

Además también le mando a que le dijese a los ricos a que no pongan su

confianza en sus riquezas, sino en Dios, que sean buenos, dadivosos, generosos, que
en vez de atesorar riquezas en la tierra, buscaran hacer buenas obras, atesorando para
sí buen fundamento para lo porvenir, que echen mano de la vida eterna.

Ciertamente las riquezas de este mundo son inciertas pueden ir y venir de un

momento a otro, pero la palabra de Dios nunca pasara, y si ponemos nuestra confianza
en Dios y no en nosotros mismo o lo que tengamos podremos ser partícipes de sus
promesas como lo es la salvación.

ENCARGO FINAL DE PABLO A TIMOTEO (6:20-21)

Pablo le dice a Timoteo que guardara lo que se le había encomendado,

evitando las profanas pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente
llamada ciencia, la cual profesando algunos se desviaron de la fe. Esto es que guardara
todo lo que le había mando anteriormente, no haciendo caso a lo que diga la ciencia,
que muchas veces esta errada sabiendo que no es sabiduría ni conocimiento de Dios,
sino razonamientos y conocimientos de hombres, confiando en su propia inteligencia,
que buscan darle una explicación a todo en sus propias fuerzas. Era importante
recordarle al joven Timoteo a que tuviera precaución de no caer en discusiones con
personas que se desviaron de la fe, para que siguiera su trabajo encomendado sin
apartarse de la fe en Dios.