Sermón de Domingo en la Iglesia del Evangelio Completo de Yoido, Segundo Servicio
Seúl, Corea Orador: Rev. Yonggi Cho, Pastor Principal Website: www.fgtv.com
Fecha: 2001-12-23 Titulo: Deja que Dios sea tu guía Lectura: Proverbios 3:5-6
Hermanos y hermanas, el camino que nosotros transitamos en la vida y el
camino que Dios desea puede que será algo diferente. Está escrito en Isaías 55:8-9 “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”. Sus caminos no son los mismos que mis caminos. Sus caminos con más grandes que los nuestros. Sus pensamientos están más allá de nosotros como el cielo está más allá de nosotros. Como tal, nosotros no debemos de andar por nuestro camino a ciegas, sino pensar acerca de andar por el camino que Dios desea. Dios prepara todas las cosas para los que lo aman y le esperan. Hermanos y hermanas, como tal, la actitud que nosotros debemos adoptar en dejar que la voluntad de Dios prevalezca sobre la nuestra en todo tiempo. Incluso el hijo de Dios sabía de rendirse a la voluntad de Dios Padre. Cuando Cristo oraba y derramaba grandes gotas de sangre y lagrimas en el Getsemani, el oraba a Dios. Está escrito en Marcos 14:36 “Y decía: Abba, Padre, todas las cosas son posibles para ti; aparta de mí esta copa; mas no lo que yo quiero, sino lo que tú.” Cristo espero evitar cargar la cruz. El pidió que pasara esa copa de el pero también pidió que la voluntad de Dios prevaleciera. La cosa más grande de este mundo es la voluntad de Dios, su deseo. Está escrito en Juan 12:27”Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Mas para esto he llegado a esta hora.” Consideremos en conflicto interior de Cristo. Cristo espero evadir cargar la cruz y evadir el sufrimiento. ¿Por qué? Cristo vino a este mundo como carne, como nosotros y temía al dolor físico. Sin embargo. El pidió que la voluntad de Dios prevalezca por encima de su esperanza. El supo que el vino al mundo a llevar la cruz y sometido a la voluntad de Dios. El obedeció la voluntad de Dios. Debemos de cometernos a la absoluta autoridad de Dios. El nos ha creado y nos ha salvado, el tiene la completa posesió n de nosotros. Está escrito en Salmo 103:19 “Jehová estableció en los cielos su trono, Y su reino domina sobre todos.” Tal como nuestro presidente vive en la “Casa Azul” el gobierna con la autoridad que esta investida en el. Dios reside en su trono en el cielo y reina sobre todas las cosas. Está escrito en Salmo 103:22 “Bendecid a Jehová , vosotras todas sus obras, En todos los lugares de su señorío. Bendice, alma mía, a Jehová”. Debemos de darnos cuenta que somos la gente que vive bajo el reinado de Dios. Está escrito en 1 Samuel 2:6-7 “Jehová mata, y él da vida; El hace descender al Seol, y hace subir. Jehová empobrece, y él enriquece; Abate, y enaltece”. Debemos obedecer su autoridad y reinado. Sin conocer su gran voluntad, podemos hacer planes, sin embargo, todos ellos puede que terminen en nada cuando Dios empieza a desarrollar su voluntad. Todo nuestro trabajo vendrá a ser nada. Debemos conocer con certeza la voluntad de Dios quien es el alfa y el omega. Está escrito en Apocalipsis 1:8 “Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señ or, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.” Está escrito en Hebreos 4:13, " Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta...” ¿Qué es lo que nuestro Dios no sabe? É l conoce todos nuestros movimientos, e incluso sabe lo que pensamos; É l sabe aú n el nú mero de nuestro cabello. É l es omnipotente y omnipresente, É l es inmutable. É l tiene la absoluta voluntad sobre nosotros. Dios no es influido por alguien que le dice esto o aquello. É l tiene su santa y eterna voluntad y tiene la facultad de hace todas las cosas segú n Su voluntad. Como tal, no son nada más que, sus trabajadores y sus herramientas. Si tratamos de ser el Maestro, es un grave error. Nosotros no son nada más que sus siervos, los trabajadores y las herramientas. Tenemos que hacer como É l nos dice. La Biblia nos dice que debemos esperar tanto para él como un servidor espera con su entera disposició n y la llamada de su señ or. Ese es nuestro deber. En Daniel 4, hay una historia del rey Nabucodonosor que Dios hace caso omiso de la autoridad y fue muy castigado. El gran rey de Babilonia tuvo un sueñ o y en el sueñ o había un gran árbol que había miembros proyectándose hasta el cielo y las raíces profundas en la tierra; las extremidades diseminadas por todo el mundo y con su multitud de hojas, muchas frutas que crecieron en el y los animales y los pájaros vinieron a comer de ellos. A continuació n, un gran guardián bajo y mandó , Derribad el árbol, y cortad sus ramas, quitadle el follaje, y dispersad su fruto; váyanse las bestias que están debajo de él, y las aves de sus ramas. Mas la cepa de sus raíces dejaré is en la tierra, con atadura de hierro y de bronce entre la hierba del campo; sea mojado con el rocío del cielo, y con las bestias sea su parte entre la hierba de la tierra. Su corazó n de hombre sea cambiado, y le sea dado corazó n de bestia, y pasen sobre él siete tiempos."En gran temor, el rey llamó a todos los videntes y los hombres sabios a interpretar el sueñ o, pero fue en vano. Entonces Daniel se pidió una interpretació n. Está escrito en Daniel 4:25-26, "Que te echará n de entre los hombres, y con las bestias del campo será tu morada, y con hierba del campo te apacentará n como a los bueyes, y con el rocío del cielo serás bañ ado; y siete tiempos pasará n sobre ti, hasta que conozcas que el Altísimo tiene dominio en el reino de los hombres, y que lo da a quien él quiere. Y en cuanto a la orden de dejar en la tierra la cepa de las raíces del mismo árbol, significa que tu reino te quedará firme, luego que reconozcas que el cielo gobierna. ". Doce meses después de aprobada la audiencia Daniel interpreto el sueñ o, el rey fue a la parte superior del palacio miró hacia abajo y hacia la gran ciudad y dijo: "¿No es esta la gran Babilonia que he construido como la residencia real, de mi gran poder y para la gloria de mi majestad "? Entonces oyó una voz del cielo, "Esto es lo que se decretó para usted, el rey Nabucodonosor: Su autoridad real ha sido quitada. Usted será conducido lejos de las personas y a vivir con los animales salvajes; usted va a comer hierba como ganado. Siete tiempos pasaran por usted hasta que reconozca que el Altísimo es soberano en los reinos de los hombres y que el lo da a cualquier persona que el desee.
Habiendo escuchado la voz, el rey comenzó a perder la razó n y fue removido
de la autoridad. Camino como un animal y se apacentó sobre la hierba y su pelo creció como plumas de águila y sus uñ as como las de las aves. Sufrió como un animal por siete añ os, se dio cuenta de la verdad acerca de Dios y É l proclamó a Dios como el Señ or de Señ ores, Rey de Rey, que era un siervo y un trabajador, nada más; le fue devuelta la razó n, fue sanado y fue re- instalado en el trono. Como tal, todos los hombres deben conocer su situació n ante Dios. Nosotros no somos dioses. Só lo nuestro Dios es Dios, Señ or de Señ ores; É l tiene plena autoridad sobre todas las cosas. Somos siervos de el, los trabajadores en virtud de su poder absoluto, esto es lo que debemos darnos cuenta. En segundo lugar, vivimos en este mundo, mucha gente comete el error de pensar que todas las buenas obras agradar a Dios. "Lo hago muchas cosas buenas, yo estoy seguro de que Dios se complace. Por supuesto que Dios debe estar feliz conmigo". Este es un grave error. Un agricultor trabaja duro cada día para poder educar a su hijo. Pero el hijo continuaba regresando a la granja y trabajar con él y contrato mas gente. El padre le preguntó , "te envié a la escuela, ¿por qué vuelves a trabajar en la granja?" El hijo respondió : "Padre, la agricultura es un trabajo duro y me sentía mal. Vine como un deber de hijo para ayudarte en tu trabajo duro." El padre se enojó mucho. “! Te envié a estudiar, yo trabajo duro para que tú puedas estudiar. No es tu deber que me ayude en la granja. Tu deber es entender mi voluntad para ti. No hacer algo para mí." Eso es tan cierto. No importa lo bueno que pueda ser, si no es la voluntad del padre, es inú til. El apó stol Pablo sabía sin duda que la difusió n del Evangelio es una buena cosa. Cristo mismo nos dijo a ir todo el mundo y predicar el Evangelio al pueblo. ¿Nunca se equivoca al hacerlo? Por lo tanto, el apó stol Pablo se dirigía a Asia, pero el Espíritu Santo le bloqueado. Trató de bajar a Bitinia, el espíritu de Cristo le bloqueo. Todos sus planes llegaron a la nada y en la desesperació n, llegó a Troas; para dormir, tuvo la visió n de un macedonio llegando con el pidiendo a Pablo que fuera a Macedonia. Cristo quería que Pablo testificara el Evangelio en Macedonia; contra la voluntad de Cristo, Pablo trató de ir a Asia y Bitinia. Una buena obra puede no ser necesariamente la voluntad de Dios. Tenemos que hacer buenas acciones segú n la voluntad de Dios, cuando no tenemos en cuenta la voluntad de Dios y emprendemos algunas buenas acciones, simplemente no tienen reconocimiento. Aunque es posible un plan, le corresponde a Dios. No importa cuántas buenas obras podamos planificar, si no es la voluntad de Dios, no será cumplida. Está escrito en Proverbios 19:21, "Muchos pensamientos hay en el corazó n del hombre; Mas el consejo de Jehová permanecerá...” Está escrito en Proverbios 20:24, " De Jehová son los pasos del hombre; ¿Có mo, pues, entenderá el hombre su camino?" Hermanos y hermanas, debemos darnos cuenta de que cuando hacemos caso omiso de la voluntad de Dios y planeamos cosas por nuestra cuenta, no podemos encontrar mucho éxito. Dios gobierna el universo, É l tiene la autoridad absoluta sobre todas las cosas. Haciendo caso omiso de su autoridad, no importa los planes que hacemos, no importa cuán grandes son los planes, van a fallar sin el permiso de Dios. En tercer lugar, entonces, ¿có mo vamos a vivir? Debemos conocernos a nosotros mismos y no ir más allá de nosotros mismos. No debemos ser demasiado codiciosos cuando pedimos a Dios, É l nos mostrará el camino. ¿Por qué Adán cayo? Abandonó el camino de Dios y fue má s allá de sí mismo y se dirigió a su propio camino. Está escrito en Génesis 2:16-17, " Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrá s comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirá s." Esta fue la voluntad de Dios, los mandamientos de Dios. Sin embargo, Adán planeo tomar sobre sí la autoridad para decidir lo que era bueno y qué era malo; traiciono la voluntad de Dios. Está escrito en Génesis 3:17-19, " Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerá s de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá , y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. ." É l recibió una dura condena por su rebelió n. Por otra parte, ¿có mo Cristo realizo dicha victoria? Abandonó su propio camino y siguió la voluntad de Dios. Satanás trató de persuadirlo, pero Cristo no cayó ; Cristo no sucumbió ante Satanás a pesar de varios intentos para hacerlo caer en cada uno de sus deseos. Está escrito en Romanos 5:19, " Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos." Cristo obedeció a Dios totalmente, incluso hasta la muerte, y con tal obediencia absoluta, Cristo se sienta a la diestra del trono de Dios. Como tal, debemos buscar la voluntad de Dios en todas las cosas. Podemos descubrir la voluntad de Dios a través de Su Palabra. Está escrito en Mateo 4:4, " no só lo de pan vive El hombre a, pero de cada palabra que sale de la boca de Dios". Cuando leemos la Biblia desde el Génesis al Apocalipsis y meditamos sobre lo que leemos y le adoramos, el Espíritu Santo nos guía y nos ayuda a recordar su voluntad. Está escrito en el Salmo 119:50, "Ella es mi consuelo en mi aflicció n, Porque tu dicho me ha vivificado.” Cuando nos enfrentamos a las adversidades, Su Palabra nos trae nueva vida. A través de nuestras oraciones y la guía del Espíritu Santo podemos conocer la voluntad de Dios y ser ayudado por É l. Está escrito en Jeremías 33:3, " Clama a mí, y yo te responderé , y te enseñ aré cosas grandes y ocultas que tú no conoces." Cuando clamamos a É l y le alabamos, É l prometió que nos mostraría todos los grandes y pequeñ os secretos. Está escrito en Jeremías 29:11-13, " Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperá is. Entonces me invocaré is, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré ; y me buscaré is y me hallaré is, porque me buscaré is de todo vuestro corazó n." Cuando clamamos a Cristo con todo nuestro corazó n mientras le buscamos a É l, Cristo, en efecto, guía nuestro camino. Está escrito en Juan 14:26, "Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñ ará todas las cosas y les hará recordar todo lo que les he dicho.." Está escrito en Juan 14:17-18: " el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede aceptar porque no lo ve ni lo conoce. Pero ustedes sí lo conocen, porque vive con ustedes y estará en ustedes. No los voy a dejar huérfanos; volveré a ustedes." Después de haber dejado este mundo, a través de la venida del Espíritu Santo en Pentecostés, Cristo ha estado con nosotros hasta el día de hoy, no nos abandono. Nosotros no somos como los huérfanos abandonados. El Espíritu Santo está en nosotros, É l es nuestro intelecto y sabiduría, É l es nuestro conocimiento y ayuda, É l es nuestro guía. Cuando rebajamos y nos rompemos a nosotros mismos cuando nos arrodillamos y oramos a É l, Dios nos muestra la direcció n que debemos tomar mientras vivamos en este mundo. Como tal, debemos vivir buscando el Reino de Dios y su justicia primero que nada. No debemos confundir nuestra prioridad con cosas no importantes. No debemos ponernos nosotros mismos antes que la voluntad de Dios. Nuestra primera prioridad debe ser el Reino de Dios y su justicia; debemos tener a Cristo como nuestra prioridad, incluso antes de nuestras propias vidas. Está escrito en Filipenses 4:19, "Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesú s." Cuando buscamos su Reino y la justicia, É l tendrá pleno cargo de nosotros. Cuando buscamos su Reino y su justicia, É l se hace cargo de nosotros y su voluntad será hecha. Cuando glorificamos a Dios que nunca nos falla. É l cumple su voluntad, también podemos vivir en la gloria. Está escrito en el Salmo 139:23-24, "Examíname, oh Dios, y sondea mi corazó n; ponme a prueba y sondea mis pensamientos. Fíjate si voy por mal camino, y guíame por el camino eterno." La arrogancia es un primer paso hacia abajo y só lo nos lleva a tropezar. Debemos humillarnos y rebajarnos a nosotros mismos. Debemos postrarnos a tierra. Independientemente de cuánto tiempo y có mo hemos creído en Dios, simplemente no podemos imaginar la profundidad y la anchura de la voluntad de Dios por nosotros mismos. Debemos poner todo nuestro esfuerzo para conocer la voluntad de Dios y como la llevaremos a cabo, tenemos que obedecerle y hacer todo lo que É l pide de nosotros. Abraham esperó 25 añ os y después de una larga espera, experimentó el fruto de la voluntad de Dios; Isaac experimento cerca de la muerte y se le dio a conocer la voluntad de Dios. Jacob espero 20 añ os, José espero 13 añ os, y Moisés comprendió finalmente la voluntad de Dios después de 40 añ os de espera. Só lo porque no vemos pruebas ahora, no debemos dar la espalda a la voluntad de Dios. A pesar de no poder ver ninguna prueba con nuestros ojos, ni oír con nuestros oídos y sentir con nuestros sentidos, cuando el Espíritu Santo nos abre los ojos a Su voluntad, debemos obedecer plenamente. Cuando abandonamos nuestras formas por su voluntad, no importa cuánta adversidad pueda venir a nosotros, no importa cuántas son nuestras expectativas frustradas, a medida que continuamos por su camino con paciencia, todas las cosas se reunirá n en la final por el bien. Considere el verso en la Biblia. Está escrito en el Salmo 37:5-7, " Encomienda al Señ or tu *camino; confía en él, y él actuará . Hará que tu *justicia resplandezca como el alba; tu justa causa, como el sol de mediodía. Guarda silencio ante el Señ or, y espera en él con paciencia; no te irrites ante el éxito de otros, de los que maquinan planes malvados. Es escrito en Proverbios 3:5-6, "Confía en el Señ or de todo corazó n, y no en tu propia inteligencia. Reconó celo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas.” Está escrito en Proverbios 16:1 "Del hombre son las disposiciones del corazó n; Mas de Jehová es la respuesta de la lengua.” Está escrito en Proverbios 16:9, "En su corazó n un hombre planes de su curso, pero Jehová determina sus pasos." Cuando decidimos seguir a Cristo que es el camino, la verdad y la vida, los que servimos a Dios nuestro Padre y reconocer su autoridad absoluta frente a él como un siervo, como su trabajador, sabiendo muy bien nuestra condició n, Dios nos guía a través del Espíritu Santo. Cuando seguimos el camino de Dios y Su orientació n, al final siempre encontraremos gran victoria, la gracia y la bendició n de Dios.