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IGLESIA ANGLICANA DEL PERÚ

COMISIÓN ESPECIAL DE CÁNONES

Revisión de CÁNONES

DIÓCESIS

REVISIÓN ACTUALIZACIÓN

ABRIL 02 DEL 2018

20180221 REVISIÓN DE CANONES


ÍNDICE
DECLARACIONES FUNDAMENTALES
ART. 1 DE LA COMUNIÓN ANGLICANA
ART. 2 DE LA DIVERSIDAD Y UNIDAD

OBJETIVOS Y RESPONSABILIDADES
ART. 3 DE LA IGLESIA ANGLICANA DEL PERÚ
ART. 4 DE LOS FINES Y OBJETIVOS
ART. 5 DEL LOGRO DE SUS FINES

FE, ORDEN Y DISCIPLINA


ART. 6 DE ASUNTOS DE FE, ORDEN Y DISCIPLINA, CULTO Y MORAL
ART. 7 DE LOS ESTATUTOS Y CÁNONES
ART. 8 DEL ORDINARIO

IGLESIA ANGLICANA DEL PERÚ


ART. 9 DE LA IGLESIA ANGLICANA DEL PERÚ
ART. 10 DE LA JURISDICCIÓN
ART. 11 DE LA ESTRUCTURA DE LA IGLESIA ANGLICANA DEL PERÚ
ART. 12 DE LOS MIEMBROS FUNDADORES DE LA IGLESIA DIOCESANA
ART. 13 DEL GOBIERNO DE LA IGLESIA ANGLICANA DEL PERÚ
ART. 14 DEL SÍNODO DIOCESANO
ART. 15 DE LOS MIEMBROS DEL SÍNODO DIOCESANO
ART. 16 DE LA REPRESENTATIVIDAD PLENA DE LAS REGIONES
PASTORALES
ART. 17 DE LOS DERECHOS Y RESPONSABILIDADES DE LOS MIEMBROS
ART. 18 DE LA PRESIDENCIA DEL SÍNODO DIOCESANO
ART. 19 DEL FUNCIONAMIENTO DEL SÍNODO DIOCESANO
ART. 20 DEL CONSEJO DIRECTIVO DIOCESANO
ART. 21 DEL CANCILLER DIOCESANO

COLEGIO PASTORAL
ART. 22 DEL COLEGIO PASTORAL
ART. 23 DEL OBISPO PRESIDENTE

DISCIPLINA
ART. 24 DEL TRIBUNAL DISCIPLINARIO
ART. 25 DE LA DISCIPLINA DE OBISPOS

ADORACIÓN, PALABRA Y SACRAMENTOS


ART. 26 DE LA ORACIÓN COMÚN Y LA SANTIFICACIÓN DE TIEMPO
ART. 27 DEL RITO ANGLICANO PERUANO

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ART. 28 DEL LIBRO DE ORACIÓN COMÚN
ART. 29 DEL CALENDARIO
ART. 30 DE LA SANTA EUCARISTÍA
ART. 31 DEL OFICIO DIVINO
ART. 32 DE LA SANTA BIBLIA
ART. 33 DEL QUE PRESIDE Y EL PREDICADOR
ART. 34 DE LA ADMISIÓN A LA SANTA COMUNIÓN
ART. 35 DE LOS PECADORES NOTORIOS Y LA SANTA COMUNIÓN
ART. 36 DE LA MÚSICA DE LA LITURGIA
ART. 37 DE LAS VESTIMENTAS DE LOS MINISTROS
ART. 38 DE LA INICIACIÓN CRISTIANA
ART. 39 DEL SANTO BAUTISMO
ART. 40 DE LA CONFIRMACIÓN
ART. 41 DEL SANTO MATRIMONIO
ART. 42 DE LA BENDICIÓN DE MATRIMONIOS DE PERSONAS DIVORCIADAS
ART. 43 DE LA RECONCILIACIÓN DE PENITENTES
ART. 44 DE LA MINISTRACIÓN A LOS ENFERMOS
ART. 45 DEL ENTIERRO DE LOS MUERTOS
ART. 46 DE LA AUTORIZACIÓN DE LITURGIAS
ART. 47 DE LA FORMAS DE ORACIÓN COMÚN

MIEMBROS BAUTIZADOS DE LA IGLESIA


ART. 48 DE LOS MIEMBROS DE LA IGLESIA
ART. 49 DE LOS MIEMBROS DE LA IGLESIA ANGLICANA DEL PERÚ
ART. 50 DE LA RECEPCIÓN DE CRISTIANOS DE OTRAS TRADICIONES
ART. 51 DEL REGISTRO DE MIEMBROS

ORDENES SAGRADAS Y EL MINISTERIO


ART. 52 DE LAS ORDENES SAGRADAS
ART. 53 DE LA OBEDIENCIA CANÓNICA
ART. 54 DE LOS QUE HAN DE RECIBIR LAS SAGRADAS ORDENES
ART. 55 DEL JURAMENTO DE OBEDIENCIA Y LA DECLARACIÓN DE CONSENTIMIENTO
ART. 56 EL JURAMENTO DE OBEDIENCIA
ART. 57 LA DECLARACIÓN DE CONSENTIMIENTO
ART. 58 DEL EJERCICIO DEL MINISTERIO SAGRADO, INSTITUCIONES, Y LICENCIAS
ART. 59 DEL MODO DE VIDA DE LOS MINISTROS
ART. 60 SOBRE MINISTROS Y LA POLÍTICA
ART. 61 SOBRE EL TRASLADO DE UN MINISTRO EN ÓRDENES SAGRADAS A OTRA
DIÓCESIS
ART. 62 SOBRE EL TRASLADO DE UN MINISTRO EN ÓRDENES SAGRADAS A OTRA
DIÓCESIS EN CASOS EXCEPCIONALES
ART. 63 SOBRE LA RENUNCIO DE ÓRDENES SAGRADAS Y/O EL RETIRO DE LA
COMUNIÓN ANGLICANA
ART. 64 SOBRE LA DEPOSICIÓN DE ÓRDENES Y EL RETIRO DEL ESTADO CLERICAL
ART. 65 MINISTROS LAICOS Y SEMINARISTAS QUE ABANDONAN LA IGLESIA
ART. 66 DEL 6EGISTRO NACIONAL DEL CLERO

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MINISTROS
ART. 67 DEL OBISPO
ART. 68 DEL OBISPO DIOCESANO
ART. 69 DEL OBISPO SUFRAGÁNEO
ART. 70 DEL OBISPO COADJUTOR
ART. 71 DE LA ELECCIÓN DE OBISPOS
ART. 72 DEL SACERDOTE O PRESBÍTERO
ART. 73 DEL PASTOR O RECTOR
ART. 74 DEL DIÁCONO
ART. 75 DEL MINISTRO LAICO
ART. 76 DE LOS MISIONEROS LAICOS

COMUNIDADES DE FE
ART. 77 DE LA ORGANIZACIÓN DE LA DIÓCESIS
ART. 78 DE LA PARROQUIA
ART. 79 DE LA MISIÓN
ART. 80 DE LA MISIÓN EN FORMACIÓN
ART. 81 DE LAS CLASES DE MISIÓN EN FORMACIÓN:
ART. 82 DE LAS MISIONES EN FORMACIÓN Y EL FONDO DE ESTIPENDIOS
ART. 83 DE LAS ASAMBLEAS GENERALES DE COMUNIDADES DE FE
ART. 84 DE LOS CONCILIOS DE PARROQUIAS Y MISIONES
ART. 85 DE LA CATEDRAL Y SU CABILDO
ART. 86 DE LA REPRESENTACIÓN DE COMUNIDADES DE FE EN EL SÍNODO DE LA
DIÓCESIS
ART. 87 DEL ROL ELECTORAL
ART. 88 DE LA REVISIÓN DE MINISTERIOS Y MISIONES

IGLESIAS Y CAPILLAS
ART. 89 DE LAS IGLESIAS Y CAPILLAS
ART. 90 DEL CONTENIDO DE IGLESIAS Y CAPILLAS
ART. 91 DE LA RESERVA DEL SACRAMENTO DEL CUERPO Y LA SANGRE DE CRISTO
ART. 92 DE LOS SANTOS OLEOS
ART. 93 DE LOS REGISTROS
ART. 94 DE LA ADQUISICIÓN DE TERRENOS Y PROPIEDADES
ART. 95 DE OBRAS DE CONSTRUCCIÓN
ART. 96 DE LA BÚSQUEDA DE FONDOS

REGIONES PASTORALES
ART. 97 DE LAS REGIONES PASTORALES

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ART. 98 DEL VICARIO
ART. 99 DEL PRE SINODO DE LA REGION PAST
ART. 100 DE LAS REUNIONES DE LA REGION PAST
ART. 101 DE LOS REGLAMENTOS DE LA REGION PASTORA

DIÓCESIS
ART. 102 DE LA DIÓCESIS
ART. 103 DEL SÍNODO DIOCESANO
ART. 104 DEL CONSEJO DIRECTIVO DIOCESANO
ART. 105 DE LOS ESTATUTOS Y CÁNONES DE LA DIÓCESIS

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DECLARACIONES FUNDAMENTALES

ART. 1. DE LA COMUNIÓN ANGLICANA


1.1 LA IGLESIA ANGLICANA DEL PERÚ es una DIÓCESIS dentro de la
PROVINCIA ANGLICANA DE SUDAMÉRICA, que es parte de la
COMUNIÓN ANGLICANA, una rama de la única Iglesia de Cristo, Santa,
Católica y Apostólica.
1.2 La Comunión Anglicana profesa la fe y orden históricos tal y como están
contenidos en la autoridad de las Sagradas Escrituras, y en tales
enseñanzas de los antiguos padres y concilios de la Iglesia que estén de
acuerdo con dicha autoridad de las Escrituras, proclamadas en los
Credos—el Apostólico, Niceno y de Atanasio—manifestadas en los
sacramentos del Evangelio y los ritos de la Iglesia primitiva, expuestas en
el Libro de Oración Común en sus varias adaptaciones locales, y
protegidos por la orden, histórica y tripartita, del ministerio. Como tal,
sostiene y enseña que desde el tiempo de los apóstoles han existido en la
Iglesia de Cristo, tres órdenes sagradas, a saber: obispos, presbíteros (o
sacerdotes) y diáconos.
1.3 Guiada por el Espíritu Santo, la COMUNIÓN ANGLICANA ha testificado a la
verdad cristiana en sus formularios históricos, que incluyen el Libro de
Oración Común y la Administración de los Sacramentos y otros Ritos y
Ceremonias, y la forma y manera de Consagrar, Ordenar o Instituir los
Obispos, Presbíteros y Diáconos, y mantiene su unidad eclesiástica
con las PROVINCIAS Y DIÓCESIS legítimamente constituidas y que están en
comunión con la sede histórica de Cantórbery.
1.4 LA IGLESIA ANGLICANA DEL PERÚ declara su lealtad a esta herencia de
fe como su inspiración y guía bajo Dios para llevar la gracia, la
verdad, y el conocimiento de Cristo al pueblo entre el cual ella vive.

ART. 2. DE LA DIVERSIDAD Y UNIDAD


2.1 La COMUNIÓN ANGLICANA no pretende ser la Iglesia, y ni siquiera una iglesia,
sino parte de la Iglesia Una, Santa, Católica y Apostólica de Jesucristo,
que, guiada por el Espíritu Santo, se remonta a los apóstoles. Si bien el
tiempo y las divisiones han causado un aumento de las diferencias, que lo
separan de otras partes de la Iglesia, la Iglesia Anglicana nunca anduvo
en busca de ellas por sí solas y está profundamente entristecida y afligida
por las divisiones de la Iglesia.
2.2 Al mismo tiempo, ha llegado a reconocer que, por la gracia del Espíritu
Santo, existe una maravillosa diversidad en la vida y expresión de la fe
cristiana. Por lo tanto, la Comunión Anglicana afirma la diversidad a la vez
que está firmemente comprometida con la unidad y el espíritu ecuménico
de la oración de nuestro Señor Jesucristo en el Evangelio de San Juan,
capítulo diecisiete: de que sus seguidores sean uno.
2.3 La Comunión Anglicana se considera una familia; como tal, no son los

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cánones o reglamentos que la mantienen unida, sino un compromiso
mutuo de amor fraternal y una tradición común de vida y oración.
Basada en la autoridad de las Sagradas Escrituras, la Comunión reúne
diferentes corrientes de teología y espiritualidad cristianas, católicas,
evangélicas y carismáticas: una verdadera diversidad en la unidad.
2.4 Aunque hace mucho tiempo que a la Iglesia de Cristo la han afligido las
separaciones y cismas entre los cristianos, que llevan al deterioro de la
unidad por la cual oró nuestro Señor y que obstaculizan en forma
deplorable el testimonio de su evangelio, es deber del pueblo de Dios,
los clérigos y laicos, hacer todo lo posible, no solamente por evitar
ocasiones de conflicto, sino también por procurar en penitencia y amor
fraternal sanar esas divisiones.

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OBJETIVOS Y RESPONSABILIDADES

ART. 3. DE LA IGLESIA ANGLICANA DEL PERÚ


3.1 La IGLESIA ANGLICANA DEL PERÚ es, actualmente, una DIÓCESIS
de la PROVINCIA ANGLICANA DE SUDAMÉRICA.
3.2 Sin embargo siendo una Diócesis, la Provincia Sudamericana en su
resolución IV de Salta-Junio 2016 nos ha permitido trabajar pastoralmente
en Regiones Pastorales para una mejor autoridad delegada y
responsabilidad compartida junto al Obispo Diocesano. Siendo uno de los
retos la geografía del Perú como también su extensión.
3.3 Como una sola DIÓCESIS las REGIONES PÁSTORALES tienen por
intención cooperar y trabajar juntos, en el mismo espíritu de unidad por lo
cual oró nuestro Señor Jesucristo en la última cena con sus apóstoles, y
en áreas claves de la vida, misión y ministerio de la IGLESIA, para que
venga el REINO DE DIOS y podamos ofrecer al pueblo peruano un
testimonio e identidad común.
3.4 Como miembros de esta Diócesis organizada en Regiones Pastorales,
creemos que hay la necesidad de hacerlo así por lo accidentado de
nuestro territorio, la amplia extensión y en el caso de Lima por su densa
población. Una division pedagógica que nos sigue comprometiendo a
necesitarnos los unos a los otros: con nuestros dones y ministerios para
equiparnos, y nuestros testimonios para alentarnos y aprender los unos de
los otros, para que, renovados y fortalecidos en fe, seamos más fieles a
nuestro Señor Jesucristo y a su Evangelio.

ART. 4. DE LOS FINES Y OBJETIVOS


4.1 La DIÓCESIS del Perú tiene por objetivo: glorificar a Dios; edificar la
Iglesia, el cuerpo de Cristo; proclamar el Evangelio de nuestro Señor
Jesucristo; y obrar por la extensión del Reino de Dios.
4.2 Esto se hace por su vida religiosa, pastoral y misionera; la adoración y
administración de los sacramentos; la predicación de la palabra de Dios
y formación de sus miembros; la formación de sus clérigos y ministros
laicos; la evangelización; las obras de servicio y desarrollo humano; y
el compromiso para con personas y grupos necesitados.

ART. 5. DEL LOGRO DE SUS FINES


5.1 Para lograr sus fines y objetivos la DIÓCESIS DEL PERÚ tiene la
responsabilidad, entre otras cosas, de:
5.1.1 promover la misión apostólica, la consolidación,
capacitación y expansión de la Iglesia en todo el
territorio de la República.
5.1.2 animar la vida y misión de la DIÓCESIS en sus Regiones
Pastorales; y representarlos como entidad religiosa
frente al Estado;
5.1.3 administrar los estipendios del clero de la DIÓCESIS y

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Regiones Pstorales;
5.1.4 guardar, regularizar y administrar las propiedades de la
DIÓCESIS
5.1.5 autorizar liturgias para la oración común de la DIÓCESIS
5.1.6 formar candidatos para la ordenación —sacerdotes, diáconos,
y ministros laicos— por VCF.
5.1.7 recomendar candidatos al ministerio ordenado al Obispo
Diocesano, por el CEMO (COMISIÓN EPISCOPAL DEL MINISTERIO
ORDENADO);
5.1.8 Llevar el proceso de elección de obispos, por el COLEGIO
ELECTIVO;
5.1.9 coordinar las obras de acción social y desarrollo humano y la
lucha contra la pobreza, la injusticia, el racismo, involucrarse
totalmente en el cuidado de la Creación y cualquier proyecto
o programa en la lucha contra la opresión y discriminación, en
coordinación con la ONG, COMUNIÓN-PERÚ.
5.1.10 coordinar los programas desde la iglesia local y reafírmados
en coordinación con las Regiones Pastorales, por ejemplo
de AMA (ASOCIACIÓN DE MUJERES ANGLICANAS), de la juventud
(MINISTERIO JUVENIL ANGLICANO), CURSILLO, ALPHA,
ESCUELA DOMINICAL y de movimientos de la
espiritualidad, la evangelización, el discipulado, etc.
5.1.11 autorizar la creación de nuevas Regiones Pastorales;
5.2 En general la DIÓCESIS debe:
5.2.1 trabajar para el bien de la DIÓCESIS dentro de su
territorio, apoyando su vida, misión y testimonio, y
animando la comunión de bienes y solidaridad mutua;
5.2.2 consultar, aconsejar y coordinar programas, cursos y
actividades entre las Regiones Pastorales, para el bien de
ellas y su pueblo, y cualquier otro medio que promueva la
vida, testimonio, misión y ministerio de la Iglesia;
5.2.3 coordinar programas entre Regiones Pastorales
5.2.4 promover la vida y testimonio de la DIÓCESIS,
comunidades de fe, ministros y pueblo, para que sean
como sal y luz en la sociedad en que vivimos;
5.2.5 participar en la vida de la COMUNIÓN ANGLICANA, sus
estructuras, programas, y redes;
5.2.6 impulsar programas inter-diocesanos, de justicia y paz, y
del cuidado de la creación, entre otros;
5.2.7 animar la acción y el diálogo ecuménico para la unidad
de cristianos; y el diálogo inter-religioso;
5.2.8 comprometese en todo lo que toque la vida común de la
sociedad y pueblo del país, para que venga el Reino de Dios
y que se haga su voluntad en la tierra como en el cielo.

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FE, ORDEN Y DISCIPLINA

ART. 6. DE ASUNTOS DE FE, ORDEN Y DISCIPLINA, CULTO Y MORAL


6.1 La IGLESIA ANGLICANA DEL PERÚ, como parte de la única Iglesia de
Cristo, mantiene la verdad de Cristo contenida en la
AUTORIDAD de las Sagradas Escrituras y en tales enseñanzas
de los antiguos padres y concilios de la Iglesia que estén de
acuerdo con la AUTORIDAD de las Escrituras, y está llamada
a proclamar y enseñar dicha verdad nuevamente en cada
generación, lengua y cultura.
6.2 Es una responsabilidad de la DIÓCESIS, guiada por EL Obispo
Diocesano con el apoyo de los Vicarios, consultar juntos, orar y
escuchar la voz de Dios el Espíritu Santo acerca de todas las
circunstancias de la vida, tanto a nivel personal y local, como a nivel
social y universal, en la Iglesia y en la creación misma. Luego,
abrazando lo que es de acuerdo con la voluntad de Dios, y
rechazando lo que no es, proclamar, enseñar, y guiar a las iglesias
de su jurisdicción y a sus miembros.

ART. 7. DE LOS ESTATUTOS Y CÁNONES


7.1 La vida eclesiástica y administrativa de la IGLESIA ANGLICANA DEL PERÚ se
rige por su ESTATUTO, CÁNONES Y REGLAMENTOS.
7.2 El ESTATUTO define la IGLESIA ANGLICANA DEL PERÚ como entidad
religiosa frente al estado y sociedad peruana, y la naturaleza de
su personería jurídica.
7.3 Los CÁNONES son las reglas y preceptos eclesiásticos que regulan la
IGLESIA ANGLICANA DEL PERÚ como JURISDICCIÓN de la PROVINCIA ANGLICANA
DE SUDAMÉRICA, su organización eclesiástica, sus miembros,
ministros, comunidades de fe, y su vida en asuntos de fe, orden,
disciplina, culto y ética.
7.3.1 Se aprueban y se adoptan los Cánones a través de su
SÍNODO DIOCESANO y de acuerdo al ESTATUTO.
7.4 Los REGLAMENTOS son las normas adoptadas para la puesta en práctica
del ESTATUTO y los CÁNONES.
7.4.1 Los Reglamentos son aprobados y adoptados a través de:
7.4.1.1 el CONSEJO EJECUTIVO Diocesano, si se trata
de asuntos financieros y/o administrativos;

7.4.1.2 el COLEGIO Pastoral, si se trata de asuntos de fe,


orden, disciplina, culto y ética.
7.5 Los CÁNONES de la IGLESIA ANGLICANA DEL PERÚ no pueden estar en
desacuerdo con el ESTATUTO y CÁNONES de la PROVINCIA ANGLICANA DE

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SUDAMÉRICA. Donde sus CÁNONES difieran de el ESTATUTO y CÁNONES de la
PROVINCIA ANGLICANA DE SUDAMÉRICA, prevalecen los de la PROVINCIA
ANGLICANA DE SUDAMÉRICA.
7.6 El ESTATUTO y CÁNONES de la IGLESIA ANGLICANA DEL PERÚ deben
ser registrados con la PROVINCIA ANGLICANA DE SUDAMÉRICA .

ART. 8. DEL ORDINARIO


8.1 El OBISPO DIOCESANO, como ordinario de la DIÓCESIS y pastor principal,
con la ayuda de sus OBISPOS SUFRAGÁNEOS, VICARIOS EPISCOPALES y CLERO,
tiene la responsabilidad primaria de mantener orden y disciplina en su
DIÓCESIS Y VICARIATOS. Debe enseñar la verdad, refutar el error y guardar
la fe, orden, disciplina y unidad de la iglesia.

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IGLESIA ANGLICANA DEL PERÚ

ART. 9. DE LA IGLESIA ANGLICANA DEL PERÚ


9.1 La IGLESIA ANGLICANA DEL PERÚ es una entidad religiosa frente el
Estado Peruano y una asociación civil con personería jurídica.
9.2 La personería jurídica de la asociación está definida por su
ESTATUTO.
9.3 Como entidad religiosa, la IGLESIA ANGLICANA DEL PERÚ fue reinscrita
en el “REGISTRO DE Entidades Religiosas de la Dirección de asuntos
Interconfesionales” con lo dispuesto en la Resolución Directoral N° 194-
2016-JUS/DGJC, reinscripción realizada conforme con la Ley 29635, la
Ley de Libertad Religiosa y su Reglamento aprobado por Decreto
Supremo N° 006-2016-JUS, correspondiéndonos el Registro N° 017-
2016-JUS/RER

ART. 10. DE LA JURISDICCIÓN


10.1 La jurisdicción eclesiástica de la IGLESIA ANGLICANA DEL PERÚ
comprende todo el territorio de la REPÚBLICA DEL PERÚ, dentro de la
PROVINCIA ANGLICANA DE SUDAMÉRICA.

ART. 11. DE LA ESTRUCTURA IGLESIA ANGLICANA DEL PERÚ


11.1 La IGLESIA ANGLICANA DEL PERÚ es una DIÓCESIS, compuesta por
Regiones Pastorales que existen en el territorio de la REPÚBLICA
DEL PERÚ.
11.2 La DIÓCESIS puede agregar nuevas Regiones Pastorales dentro de
su jurisdicción solamente con la autorización del COLEGIO PASTORAL Y
REAFIRMADO POR EL SINODO DIOCESANO O POR EL CONSEJO DIRECTIVO
DIOCESANO
11.3 Con el desarrollo del tiempo y la madurez en la delegación de
autoridad y compromiso Regiones Pastorales con cierta
autonomía, podrán presentar nuevas parroquias y misiones
dentro de su territorio para ser aprobadas por el ORDINARIO.

ART. 13. DEL GOBIERNO DE LA IGLESIA ANGLICANA DEL PERÚ


13.1 El gobierno de la IGLESIA ANGLICANA DEL PERÚ es ejercido
por:
13.2 el SÍNODO DIOCESANO convocado y presidido por el Obispo
Diocesano

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13.3 el CONSEJO DIRECTIVO DIOCESANO convocado y presidido
por el Obispo Diocesano
13.4 el COLEGIO PASTORAL, convocado y presidido por el obispo
Diocesano
13.5 las COMISIONES ESPECIALES presidas por el Obispo
Diocesano o delegado a un Secretario Ejecutivo

ART. 14. DEL SÍNODO DIOCESANO


14.1 El Sínodo Diocesano es la asamblea general de sus miembros,
y el órgano legislativo supremo, tanto eclesiástico como entidad
religiosa ante el estado. Deberá haber sido convocado y
presidido por el Obispo Diocesano

ART. 15. DE LOS MIEMBROS DEL SÍNODO DIOCESANO


15.1 Son miembros del SÍNODO DIOCESANO:—
15.2 EL OBISPO DIOCESANO quien convoca y preside el Sínodo ex officio

15.3 los OBISPOS SUFRAGÁNEOS siempre y cuando estén Licenciados y en función en un


periodo no menor de 6 meses — son miembros del SÍNODO DIOCESANO ex officio
15.3 —nombrados por el Colegio Pastoral, ratificados por el
Los VICARIOS
Sínodo Diocesano anterior y Licenciados por el Ordinario—son
miembros del Sínodo Diocesano ex officio
15.4 —nombrado por el Colegio Pastoral de entre
El VICARIO GENERAL
los Vicarios, y Licenciado por el Ordinario—es miembro del
Sínodo DIOCESANO ex officio;
15.5 Las Regiones Pastorales debidamente representadas en el
SÍNODO DIOCESANO por los clérigos LICENCIADOS POR EL
ORDINARIO, los Ministros Laicos también debidamente licenciados y
representantes laicos elegidos por su asamblea general de cada
comunidad de fe.
15.5.1 los REPRESENTANTES CLÉRIGOS deben tener la licencia del
OBISPO DIOCESANO;
15.5.2 los REPRESENTANTES LAICOS deben ser mayores de dieciocho
(18) años de edad, y haber integrado la IGLESIA ANGLICANA DEL
PERÚ por más de tres años.

ART. 16. DE LA REPRESENTATIVIDAD PLENA DE las Regiones


Pastorales
16.1 Además de los obispos, el Vicario General y Vicarios
16.2 Una Region Pastoral es representada plenamente por todos sus
clérigos, ministros laicos debidamente licenciados por el ordinario y
representantes laicos legítimamente elegidos en la asamblea de cada
comunidad de fe.
16.3 Para lograr la representación Plena (voz y voto), cada
Comunidade de fe deberá cumplir con lo siguiente:

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16.3.1. La Parroquia o Misión deberá tener vigente la Licencia
del Obispo Diocesano y el Colegio Pastoral.
16.3.2. La Comunidad de fe Licenciada deberá contar con un
Concilio Activo
16.3.4. La Comunidad de fe Licenciada deberá estar al día en
sus aportes al Fondo Solidario de Estipendios.
16.3.5. Su(s) representante(s) Laico(a)(s) deberán haber sido
elegidos en una asamblea general de la comunidad de fe, para
realizar dicha reunión la fecha límite es en el mes de febrero de
todo año.
16.3.6. Toda comunidad de fe deberá haber presentado su
Planificación en diciembre del año anterior como fecha límite.
16.3.7. Toda comunidad de fe deberá tener sus libros
administrativos y pastorales al día, con la firma del Ordinario o de
los Vicarios respectivos:
16.3.7.1. Libro de Servicios,
16.3.7.2. Libro de Miembros,
16.3.7.3. Rol Electoral,
16.3.7.4. Actas del Concilio,
16.3.7.5. Cuaderno de Visitas
16.3.7.6. Libro de Tesorería,
16.3.7.7. Inventario
16.3.7.8. Presupuesto del año próximo siguiente
16.3.8. Toda comunidad de fe deberá tener al día el documento
del “comodato”, firmada por el Rector o Responsable de la
Comunidad de fe.
16.3.9. Toda comunidad de fe debe participar en los Pre Sínodos
de su respectiva Región Pastoral
16.3.10. El incumplimiento de alguno de los requisitos restringirá
la participación plena, los representantes solo tendrán voz más
no voto.

ART. 17. DE LOS DERECHOS Y RESPONSABILIDADES DE LOS


MIEMBROS PLENOS
17.1 Los derechos y responsabilidades de los miembros del Sínodo
Diocesano, junto con asuntos de disciplina, tienen sus principios
en el Estatuto, que los actuales Cánones regulan.

ART. 18. DE LA PRESIDENCIA DEL SÍNODO DIOCESANO


18.1 El OBISPO DIOCESANO preside las asambleas del SÍNODO
DIOCESANO ex officio
18.2 El VICEPRESIDENTE preside en la ausencia del OBISPO DIOCESANO.
18.2.1 Es elegido de los VICARIOS por el SÍNODO DIOCESANO
cada dos años. Puede ser elegido por un segundo período
de dos años, pero no más consecutivamente.

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18.3 El ESTATUTO de la IGLESIA ANGLICANA DEL PERÚ establecen los
principios acerca de los OFICIOS del SÍNODO Diocesano, los
cánones los regulan en sus atribuciones y responsabilidades.

ART. 19. DEL FUNCIONAMIENTO DEL SÍNODO DIOCESANO


Todo lo relevante, en principios al SÍNODO DIOCESANO, están escritos
en el ESTATUTO de la IGLESIA ANGLICANA DEL PERÚ; los presentes
cánones los regulan en su composición, su funcionamiento, sus
procedimientos, y sus atribuciones, etc,

ART. 20. DEL CONSEJO DIRECTIVO DIOCESANO


20.1 El CONSEJO Directivo Diocesano (o CDD) es el órgano
ejecutivo del SÍNODO DIOCESANO, encargado de la dirección,
organización y administración de la Diocesis.
20.2 El CONSEJO Directivo Diocesano está integrado de la siguiente
manera:—
20.2.1 PRESIDENTE: es el presidente del SÍNODO DIOCESANO, el
OBISPO DIOCESANO;
20.2.2 VICEPRESIDENTE: es el VICEPRESIDENTE DEL
SÍNODO DIOCESANO;
20.2.3 El CONSEJO Directivo Diocesano decide quienes
serán el tesorero y el secretario de actas y sus
suplentes, de entre los miembros del Sínodo
Diocesano.
20.2.4 EL Vicario General
20.2.5 LOS VICARIOS
20.2.6 TRES (3) VOCALES CLÉRIGOS: elegidos por la asamblea general
cada dos años; pueden ser reelegidos por un
segundo período de dos años, pero no por un
tercer período consecutivamente.

ART. 21. DEL CANCILLER DIOCESANO


21.1 Es elegido por el Colegio Pastoral y el CDD
21.2 El Canciller DIOCESANO tiene responsabilidad de certificados, licencias,
registros, y/o cualquier otro documento eclesiástico relacionado con
la organización y gobierno de la Iglesia.

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COLEGIO PASTORAL

ART. 22. DEL COLEGIO PASTORAL


22.1 El COLEGIO PASTORAL presidido por el Obispo Diocesano ejerce
funciones de Gobierno Pastoral en la Diócesis

22.2 El COLEGIO PASTORAL está conformado por el Obispo Diocesano en oficio,


los Obispos Sufragáneos en oficio y Vicarios debidamente licenciados por
el ordinario.
22.2.1 Los OBISPOS JUBILADOS de la IGLESIA ANGLICANA DEL PERÚ pueden
participar en sus reuniones.
22.3 El COLEGIO PASTORAL tiene por responsabilidad especial en la DIÓCESIS:
22.4.1 El liderazgo de la misión y ministerio de Iglesia y su
cumplimiento, especialmente como pastor y maestro.
22.4.2 En asuntos de fe, orden, disciplina, moral y culto.
22.4.3 En la proclamación de la PALABRA DE DIOS, oración,
adoración, y la administración de los SANTOS SACRAMENTOS.
22.4.4 Como señal y expresión visible de la unidad de la
Iglesia, su amor, y su vida fraterno-comunitaria.
22.4.5 En el cuidado pastoral de sus hermanos, velando por su
ánimo, salud y bienestar físico, emocional y espiritual.
22.4.6 En la toma de decisiones y en el ejercicio de autoridad
en forma colegial, según el ejemplo de los apóstoles y
la Iglesia primitiva.
22.4.7 En la disciplina de los clérigos.

22.5 Cada vicario debe rendir cuentas regularmente de su testimonio


de vida y su ministerio a sus hermanos del COLEGIO.
22.6 Los Obispos Sufragáneos y Vicarios deberán informar al OBISPO
DIOCESANO y/o a sus hermanos del COLEGIO PASTORAL acerca de
cualquier enfermedad o situación que le impida cumplir con sus
responsabilidades ministeriales.
22.7 Ni el Obispo Diocesano, como ningún Obispo Sufragáneo o
Vicario pueden ausentarse de la DIÓCESIS por un período de más
de un mes sin antes avisar al COLEGIO PASTORAL, explicar la
razón de su ausencia, e informar acerca de los arreglos en la
DIÓCESIS O VICARIATO durante su ausencia.
22.8 El COLEGIO PASTORAL se reunirá con la frecuencia que mejor sirva a
sus fines.
22.9 Además de las reuniones regulares, el OBISPO DIOCESANO puede convocar

20180221 REVISIÓN DE CANONES


una reunión del COLEGIO cuando él lo estime necesario, o
cuando la cuarta parte de los MIEMBROS le pidan.
22.10 El COLEGIO PASTORAL presididos por el Obispo Diocesano otorgan
licencias ministeriales

ART. 23. DEL OBISPO PRESIDENTE


23.1 El OBISPO PRESIDENTE es el obispo que preside de la IGLESIA NACIONAL: el
SÍNODO NACIONAL, el CONSEJO EJECUTIVO NACIONAL, y el COLEGIO DE OBISPOS
23.1.1 Es elegido por el SÍNODO NACIONAL en su asamblea
ordinaria cada tres años.
23.2 Las responsabilidades del OBISPO PRESIDENTE incluirán:
23.2.1 Convocar las reuniones del SÍNODO NACIONAL, del CEN y del
COLEGIO DE OBISPOS;
23.2.2 Presidir las asambleas del SÍNODO NACIONAL, y las reuniones del
CEN , y del COLEGIO DE OBISPOS.
23.2.3 Realizar las otras tareas y responsabilidades, según canon.
23.2.4 Mantener informados a los demás obispos acerca de
asuntos de la IGLESIA NACIONAL de índole episcopal.
23.2.5 Informar al COLEGIO acerca de su participación en
reuniones nacionales y internacionales, para entender
sus opiniones y preocupaciones antes de las
reuniones, y de informarles después.
23.3 El OBISPO PRESIDENTE tiene jurisdicción eclesiástica solamente en su
DIÓCESIS, y los VICARIATOS de su DIÓCESIS, si hubiera; pero no en las otras
DIÓCESIS dela IGLESIA NACIONAL
23.4 El OBISPO PRESIDENTE no tiene autoridad por encima de los obispos de
otras diócesis; salvo aquella que se establezca por canon.
23.5 El período de su cargo como OBISPO PRESIDENTE será de tres
años. Podrá ser reelegido por un segundo período, pero no por
un tercero consecutivo.

20180221 REVISIÓN DE CANONES


DISCIPLINA

ART. 23. DEL TRIBUNAL DISCIPLINARIO


24.1 El TRIBUNAL DISCIPLINARIO de la DIOCESIS es la corte eclesiástica
que determina en disputas, conflictos, pleitos, altercados, etc., que
surjan en la DIÓCESIS Y VICARIATOS.
24.2 El SÍNODO DIOCESANO nombra entre los clérigos y laicos un grupo
de hasta doce personas para ser elegidos como miembros del
TRIBUNAL Disciplinario.
24.3 En el caso de un pleito:
24.3.1 el COLEGIO PASTORAL conforma un panel de tres
personas nombradas según el canon 24.2 para tratar el
asunto;
24.3.2 los miembros del panel tienen la responsabilidad de
escuchar a las partes y llegar a un entendimiento del
asunto; y luego informar al COLEGIO PASTORAL acerca de
sus recomendaciones y el curso de acción a tomar; y,
si es apropiado, aplicar la sanción.
24.4 Un demandante puede apelar la decisión del TRIBUNAL dentro
de treinta días de conocer la sentencia.
24.4.1 En tal caso, el COLEGIO PASTORAL nombra otro panel de tres
personas, distintas del primer panel, para tratar la apelación.
24.5 De nuevo los miembros del TRIBUNAL deben escuchar el caso, y
la causa de la apelación; y luego informar al COLEGIO PASTORAL
de sus recomendaciones.
24.6 El COLEGIO PASTORAL toma la decisión final, y es definitiva.
24.7 El CANCILLER DIOCESANO tiene la responsabilidad de organizar las
audiencias.

ART. 25. DE LA DISCIPLINA DE OBISPOS


25.1 En caso de disciplinar a un obispo, el mismo COLEGIO PASTORAL
realizará sólo recomendaciones al Obispo Diocesano, y este
informara y coordinara con la Cámara de Obispos de la
Provincia Sudamericana presidida por el Primado, quién
definirá como llevar el proceso. Finalmente el Obispo
Diocesano tomará la decisión final.

20180221 REVISIÓN DE CANONES


ADORACIÓN, PALABRA Y SACRAMENTOS

ART. 26. DE LA ORACIÓN COMÚN Y LA SANTIFICACIÓN DE TIEMPO


26.1 Desde los comienzos de la vida de la Iglesia, las personas bautizadas se han
mantenido "firmes en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en el
partimiento del pan y en la oración" [Hechos 2:42]. Siguiendo este ejemplo de
oración, se ha desarrollado entre los cristianos la costumbre de dedicar diversos
momentos del día, la semana y el año a la oración común. De conformidad con
esta tradición, y santificada por la práctica de Cristo, la Iglesia ha santificado el
tiempo a través de la alabanza y la oración. De este modo la oración común diaria,
ofrecida por la comunidad cristiana entera, se ha transformado en una
característica importante de la vida de la Iglesia desde su era más primitiva hasta
el día de hoy.
26.2 Los dos pilares de la oración común de la Comunión Anglicana son la Santa
Eucaristía (o Santa Cena o Santa Comunión) y los Oficios Divinos, (Oración
Matutina y Oración Vespertina). A este legado y tradición espirituales atestigua
la PROVINCIA Diócesis en su vida, adoración y el uso del Libro de Oración Común y
otras formas locales.
26.3 Los pilares dobles de la oración común de la Comunión Anglicana son la Santa
Eucaristía y los Oficios Divinos, (Oración Matutina y Oración Vespertina). A este
legado y tradición espirituales pertenece y atestigua la Diócesis en su vida,
adoración y Libro de Oración Común.

ART. 27. DEL RITO ANGLICANA PERUANO


27.1 LA SANTA EUCARISTÍA—RITO ANGLICANO, junto con LA RECONCILIACIÓN DE
PENITENTES, publicado por la IGLESIA Diócesis ANGLICANA DEL PERÚ en 2011, son
liturgias oficiales de la IGLESIA Diócesis ANGLICANA DEL PERÚ, y están autorizadas
para uso en la IGLESIA NACIONAL.
27.2 El “LECCIONARIO EUCARÍSTICO DOMINICAL” (Leccionario Revisado Común actualizado) y el
“LECCIONARIO EUCARÍSTICO DIARIO” son leccionarios oficiales de la IGLESIA Diócesis ANGLICANA DEL
PERÚ, y están autorizados para su uso en la IGLESIA
NACIONAL.

ART. 28. DEL LIBRO DE ORACIÓN COMÚN


28.1 El LIBRO DE ORACIÓN COMÚN tiene un lugar céntrico en la espiritualidad anglicana.
28.2 El “LIBRO DE ORACIÓN COMÚN, ADMINISTRACIÓN DE LOS SACRAMENTOS Y OTROS
RITOS Y CEREMONIAS DE LA IGLESIA, JUNTO CON EL SALTERIO O SALMOS DE DAVID” de THE CHURCH HYMNAL
CORPORATION, New York (1989), es el LIBRO DE ORACIÓN COMÚN oficial de la IGLESIA
Diócesis ANGLICANA DEL PERÚ, y sus liturgias están autorizadas para uso en la
IGLESIA NACIONAL Diócesis, con las enmendaciones y correcciones siguientes:

28.3 Cambios necesitados por uso en la IGLESIA NACIONAL:


28.3.1 “LA IGLESIA ANGLICANA DEL PERÚ” en lugar de “LA IGLESIA EPISCOPAL”; “LA REPÚBLICA DEL
PERÚ” en lugar de “LOS ESTADOS UNIDOS”; fechas correspondientes, por

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ejemplo, el Día de Independencia de la República del Perú, 28 de Julio;
etc.
28.3.2 Junto con el CREDO NICENO–CONSTANTINOPOLITANO y el CREDO DE
LOS APÓSTOLES, el CREDO DE SAN ATANASIO es uno de los Credos
de la IGLESIA NACIONAL, y se utiliza en las ocasiones apropiadas.
28.3.3 En el Perú, por costumbre, se sustituye las palabras del
Padre Nuestro: “venga tu reino”, por “venga a nosotros tu reino”.

ART. 29. DEL CALENDARIO


29.1 El Año Eclesiástico tiene dos puntos culminantes, cada uno de los cuales
proclama e ilumina los grandes actos de Dios en los acontecimientos salvadores
de la historia, y que son la encarnación y la redención. Cada uno de ellos se
centra en una doble festividad: el primero en la Navidad y la Epifanía y el
segundo en la Pascua y el Día de Pentecostés.
29.2 El Calendario del Libro de Oración Común establece las estaciones y los días
especiales del año, sean de fiesta o de ayuno, abstinencia y observancia
especial. El Obispo Diocesano podrá autorizar otras fiestas y días especiales.
29.3 Las Fiestas Principales son las siguientes: Día de la Navidad, La Epifanía,
Domingo de la Pascua de la Resurrección, Día de la Ascensión, Día de
Pentecostés, Domingo de la Trinidad, Día de Todos los Santos
29.4 Los Días Santos Principales son los siguientes: Miércoles de Ceniza, Jueves
Santo, Viernes Santo, Sábado Santo (no se celebra la Santa Eucaristía en este
día)
29.5 Las Fiestas Mayores son las siguientes: Todos los domingos del año, que son
fiestas de nuestro Señor Jesucristo
29.6 Otras fiestas de nuestro Señor Jesucristo: El Santo Nombre, La
Presentación, La Anunciación, La Transfiguración, Día de la Santa Cruz, Los
días de la semana de Pascua
29.7 Las siguientes fiestas: Todas las fiestas de los Apóstoles, Todas las fiestas de
los Evangelistas, San Esteban, Los Santos Inocentes, San José, La Visitación,
San Juan Bautista, La Bendita Virgen María, San Miguel y Todos los Ángeles,
Santiago de Jerusalén, Día de la Independencia, Aniversario de la fundación
de la Diócesis
29.8 Los otros Días Santos Mayores son los siguientes: Lunes, Martes y Miércoles
de Semana Santa.
29.9 Los siguientes días se observan con actos especiales de disciplina, y
abnegación o ayuno: Miércoles de Ceniza, Los días de entre semana de la
Cuaresma, La Semana Santa, Los viernes del año, excepto los viernes en las
estaciones de Navidad y Pascua, y cualquier otra Fiesta de nuestro Señor
Jesucristo que ocurra en viernes.
29.10 Miércoles de Ceniza y Viernes Santo son días especiales de ayuno.
29.11 Los cristianos deben guardar el día de Domingo, las Fiestas Principales y los
Días Santos Principales con la participación en la adoración común, oyendo
la palabra de Dios leída y enseñada, participando de la Santa Eucaristía, y
preparándose con oración y ayuno antes de comulgar.

ART. 30. DE LA SANTA EUCARISTÍA

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30.1 La Santa Eucaristía (conocida también como la Santa Comunión, o la Cena del
Señor, o la Santa Misa) es el acto principal de adoración cristiana y se celebra
en la catedral y las comunidades de fe por lo menos los domingos y fiestas
mayores, salvo por causa razonable aprobada por el Ordinario.
30.2 En cada celebración de la Santa Eucaristía, como parte integral de la liturgia de
la palabra, habrá una homilía o sermón.

ART. 31. DEL OFICIO DIVINO


31.1 El Oficio Divino (Oración Matutina y Vespertina) en su forma tradicional o más
contemporánea, es un elemento esencial de la oración común diaria, y deberá
así enseñarse para que pueda tenerse la debida participación en los mismos
por parte de todos los cristianos, dondequiera que se encuentren.
31.2 Todo obispo, presbítero y diácono está obligado, con la sola excusa de la
enfermedad o alguna otra causa urgente, a rezarlo celebrarlo diariamente.
31.3 En la catedral y otras comunidades de fe los Oficios deben decirse
diariamente.
31.4 El Ordinario puede dispensar por un tiempo a un ministro de la celebración de
los Oficios, pero esto nunca puede tenerse como una norma.

ART. 32. DE LA SANTA BIBLIA


32.1 Las Sagradas Escrituras, comúnmente llamadas La Biblia, son los libros del
Antiguo y Nuevo Testamento, y contienen todas las cosas necesarias para la
salvación.
32.2 Frecuentemente se incluyen en la Biblia otros libros llamados apócrifos o libros
deuterocanónicos, que la Iglesia lee para ejemplo de vida e instrucción de
buenas costumbres, pero no los aplica para establecer doctrina.
32.3 Las traducciones de las Sagradas Escrituras autorizadas en la
Diócesis para uso en el culto público y estudios bíblicos son las de Castellano
Latinoamericano. Las versiones que cumplen con este canon son Dios Habla
Hoy con Deuterocanónicos, La Nueva Versión Internacional, La Biblia de
Jerusalén (Versión Latinoamericana), La Biblia de las Américas, La Biblia en
Lenguaje Sencilla, La Biblia Latinoamericana, la Reina Valer Contemporanea, la
Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy.
32.4 Si una versión autorizada en este Canon no incluye los Libros
Deuterocanónicos, se debe tener una versión disponible en el templo o el
lugar del culto para poder leer de dichos libros cuando el Leccionario
Diocesana lo indique.
32.5 El Ordinario Obispo Diocesano puede autorizar otras traducciones de la Biblia,
sean en castellano, u otros idiomas para comunidades y grupos que no son de
habla castellana.

ART. 33. DEL QUE PRESIDE Y EL PREDICADOR


33.1 Ninguna persona, sea ministro ordenado o laico, presidirá el culto público, si
no está debidamente licenciada por el Ordinario Obispo Diocesano para
hacerlo en la diócesis o vicariato; de la misma manera en el caso de un
visitante a la diócesis o vicariato, sea ministro ordenado o laico, si no está
invitado por el Obispo Diocesano.

20180221 REVISIÓN DE CANONES


33.2 Ninguna persona, sea ministro ordenado o laico, predicará ni enseñará en el
culto público si no está debidamente licenciado por el Ordinario Obispo
Diocesano para hacerlo en la diócesis o vicariato, o, en el caso de un visitante,
sea ministro ordenado o laico, si no está invitado por el Ordinario.
33.3 Ninguna persona consagrará el Santo Sacramento del Cuerpo y Sangre de
nuestro Señor Jesucristo si no ha sido ordenado presbítero por un obispo en la
sucesión apostólica, ni está debidamente licenciado por el Ordinario para
hacerlo en la diócesis o vicariato; de la misma manera en el caso de un obispo
o presbítero visitante, si no está invitado a hacerlo por el Ordinario Obispo
Diocesano.
33.4 Ninguna persona administrará la Santa Comunión si no está debidamente
licenciado por el Ordinario Obispo Diocesano para hacerlo en la diócesis o
vicariato; de la misma manera en el caso de un visitante, si no está invitado a
hacerlo por el Ordinario.

ART. 34. DE LA ADMISIÓN A LA SANTA COMUNIÓN


34.1 Serán admitidos a la Santa Comunión:
34.1.1 Miembros bautizados y confirmados de la Comunión
Anglicana e Iglesias en plena comunión con ella.
34.1.2 Miembros bautizados de la Comunión Anglicana e Iglesias en plena
comunión con ella que hayan sido preparados
para la primera comunión, sean niños, jóvenes o adultos,
pero que todavía no han sido confirmados.
34.1.3 Miembros adultos de la Comunión Anglicana, e Iglesias en plena
comunión con ella, que estén preparándose para la confirmación o
que tengan la intención de hacerlo.
34.1.4 Miembros de iglesias hermanas que hayan sido bautizados, y
confirmados por un obispo en la sucesión apostólica, como en el
caso de la Iglesia Católica Romana y la Iglesia Ortodoxa.
34.1.5 Miembros de otras iglesias hermanas que han sido bautizados, y
recibidos como miembros de su iglesia, y que creen en la doctrina de
la Santísima Trinidad, como en el caso de las iglesias miembros del
Consejo Mundial de Iglesias (CMI) y del Concilio Nacional Evangélico
del Perú (CONEP).
34.1.6 Cualquier persona bautizada en peligro de muerte.
34.2 Si cualquier persona, en virtud de la provisión de las secciones 1.3, 1.4 y 1.5 de
este Canon, recibe regularmente la Santa Comunión por un período de tiempo
que indique continuidad, el presbítero, diácono o ministro laico a cargo de la
comunidad de fe debe requerir de que cumpla con los requisitos canónicos y
pida ser confirmado o recibido.
34.2.1 Si cualquier ministro tuviere duda alguna en cuanto a la aplicación de
este Canon, deberá consultar con el Ordinario Obispo Diocesano y
seguir entonces su consejo para aplicarlo.

ART. 35. DE LOS PECADORES NOTORIOS Y LA SANTA COMUNIÓN


35.1 Si el presbítero u otro ministro encargado de una comunidad de fe sabe que
una persona vive una vida notoriamente pecaminosa, o haya hecho mal a su
prójimo, o es escándalo para otros miembros de la comunidad de fe, o que

20180221 REVISIÓN DE CANONES


hay odio entre miembros de su comunidad de fe; hablará en privado con la(s)
persona(s) advirtiéndola(s) que no debe(n) comulgar hasta que haya(n) dado
pruebas claras de arrepentimiento y enmienda de vida, o haya(n), por lo
menos, prometido hacerlo.
35.2 En todos los casos mencionados, el presbítero deberá notificar al Ordinario
Obispo Diocesano dentro de un término de siete días calendarios,
exponiendo razones por las cuales ha rehusado administrarle la Santa
Comunión, y seguir entonces su consejo para aplicarlo.

ART. 36. DE LA MÚSICA DE LA LITURGIA


36.1 Es deber de todo ministro velar para que en su comunidad de fe se use música
como ofrenda a la gloria de Dios y como una ayuda al
pueblo fiel en su adoración.
36.2 El pastor o diácono o ministro laico encargado de la comunidad de fe tiene la
autoridad en la administración de asuntos relacionados con la música a ser
usada que se usa en el culto y en la evangelización. Con la ayuda que estime
conveniente obtener de personas capacitadas, en música; conjuntamente
velarán deberá de velar para que la música sea apropiada al contexto en el
cual se usa para la adoración a Dios. La música en cada servicio debe de ser
adecuada a la estación litúrgica y al momento en el orden celebrativo, además
debe de motivar la participación del pueblo, y debe de mantener la reverencia
y dignidad adecuada.

ART. 37. DE LAS VESTIMENTAS DE LOS MINISTROS


37.1 Para la Santa Eucaristía y otros ritos sacramentales la vestimenta litúrgica
regular para ministros es el alba con la estola del color litúrgico de la
estación, el día o el oficio.
37.1.1 Los obispos y presbíteros pueden usar también casulla o capa
pluvial.
37.1.2 Los diáconos pueden usar también dalmática.
37.1.3 Los ministros laicos y asistentes del altar, pueden usar túnica alba.
37.1.4 Los monaguillos o acólitos podrán usar alba o sotana y
sobrepelliz.
37.2 Para los oficios del coro, o cualquier otro oficio cuando no hay rito sacramental,
la vestimenta litúrgica regular, para los presbíteros y diáconos, es sotana con
sobrepelliz. Si falta sotana y sobrepelliz, puede usar el alba con estola o la
camisa y cuello clerical (clériman)
37.2.1 Los ministros que tengan grado académico pueden usar también
la capucha correspondiente.
37.2.2 Los ministros ordenados pueden usar también la esclavina o capa
pluvial.
37.3 En las celebraciones que presida o en que esté presente un obispo el Obispo
Diocesano, es su prerrogativa decidir en cuanto al uso de las vestimentas por
parte de los ministros.

ART. 38. DE LA INICIACIÓN CRISTIANA


38.1 La norma de la iniciación cristiana consiste en la recepción del Sacramento de
Bautismo con agua, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, la

20180221 REVISIÓN DE CANONES


Confirmación con la imposición de manos de un obispo, y la admisión a la
Santa Comunión.

ART. 39. DEL SANTO BAUTISMO


39.1 En circunstancias normales, además del Obispo, solamente un presbítero o un
diácono pueden administrar conferir el Santo Bautismo. Sin embargo, en casos
de urgencia, cualquier persona bautizada puede administrar oficiar el Santo
Bautismo. La persona que administre oficie el Bautismo en estas circunstancias
tiene que informar a su párroco rector o ministro, para que una vez
normalizada regularizada la situación, se proceda a registrar en el libro de
bautismo, y la preparación preparar del al candidato y/o sus padres, y a para
su incorporación formal en la comunidad de fe.
39.2 En el caso del Bautismo de adultos, el Párroco rector debe informar Ordinario
con tiempo suficiente al Obispo Diocesano o el que haga sus veces en su
ausencia, para hacer provisión proveer para la Confirmación en la misma
celebración o a la brevedad posible luego de ella.
39.3 En el caso de bautismo de niños y niñas, los padres o padrinos que pidan el
bautismo de un niño deben estar bautizados, y, en lo posible, confirmados; y
tener la firme intención de hacer todo lo posible para que sus niños crezcan en
la fe, participen activamente en la vida de la Iglesia, y luego sean presentados
para la confirmación por el Obispo. El rector o pastor preparará en un tiempo
prudencial a los padres y padrinos.
39.4 Los padrinos deben de ser bautizados, en lo posible confirmados y miembro de
una comunidad de fe.
39.5 Si se cuestiona la validez o el hecho del bautismo de una persona, debe ser
bautizada condicionalmente. Un ministro puede proceder a un bautismo
condicional solamente si cuenta con el permiso del Ordinario Obispo Diocesano.
Ninguna persona debe ser bautizada por segunda vez.

ART. 40. DE LA CONFIRMACIÓN


40.1 Todo ministro que tenga la responsabilidad pastoral (cura de almas) de una
parroquia o misión buscará con diligencia a las personas que estén dispuestas a
confirmarse y empleará todo empeño posible para instruirlas en la fe y vida
cristianas según constan en las
SAGRADAS ESCRITURAS, el LIBRO DE ORACIÓN COMÚN y el CATECISMO.
40.2 El ministro rector o pastor presentará al Obispo solamente aquellas personas
que hayan además de haber superado llegado a la edad de discreción y
puedan recitar haber sido instruidos en el Credo de los Apóstoles, el Padre
Nuestro, los Diez Mandamientos, y que también puedan rendir cuentas de su
fe según el CATECISMO, puedan dar testimonio y razón de su fe. El ministro se
asegurará de que todas las personas que se presenten hayan sido bautizadas
válidamente y puedan informar al Ordinario Obispo Diocesano de la fecha y
lugar de su bautismo.
40.3 Solamente un obispo en la Sucesión Apostólica puede administrar la
Confirmación.

20180221 REVISIÓN DE CANONES


ART. 41. DEL SANTO MATRIMONIO
41.1 La IGLESIA ANGLICANA DEL PERÚ afirma, de conformidad con la enseñanza de nuestro
Señor, que el matrimonio es por su naturaleza una unión permanente y de por
vida, entre un hombre y una mujer, en lo mejor y en lo peor, excluyendo a
todos o todas las demás, hasta que la muerte los separe, de un hombre con una
mujer, a exclusión de todas las demás personas de ambos lados. El matrimonio
existe para la procreación y formación de hijos; para la santificación y
encauzamiento correcto de los instintos y afectos naturales; y para la sociedad
conyugal, ayuda y consuelo mutuos que deberían regir su relación, tanto en la
prosperidad como en la adversidad.
41.2 El matrimonio es el único tipo de relación contexto que Dios ha
establecido, en la que podemos disfrutar dentro del cual tuvo Dios la
intención de que gozáramos de la relación sexual.

41.3 Es deber del ministro, cuando se le solicite la solemnización celebración de un


matrimonio, explicarles a las dos personas cuyo matrimonio se habrá de
celebrar, la doctrina de la Iglesia sobre este sacramento y la necesidad de la
gracia de Dios para que puedan cumplir correctamente con sus obligaciones
como personas casadas.
41.4 Antes de celebrar un matrimonio, será deber del ministro preguntar si hay
algún impedimento tanto en contra del matrimonio como de su solemnización;
y asegurarse que la pareja se haya casado por civil y tenga sus papeles en
orden.
41.5 Todo matrimonio se solemnizará celebrará en la presencia de dos o más
testigos además del ministro que lo solemnice.
41.6 Solamente un obispo o presbítero puede administrar el Santo
Matrimonio y, con permiso especial del Ordinario, un diácono.

ART. 42. DE LA BENDICIÓN DE MATRIMONIOS DE PERSONAS DIVORCIADAS


42.1 Es deber del ministro, cuando se le solicita que bendiga un matrimonio
de una persona o personas divorciadas, hacer las averiguaciones del
caso e informar de ellas al Ordinario Obispo Diocesano, quien decidirá.
42.2 Por razones pastorales excepcionales, el Ordinario Obispo Diocesano puede
liberar a una persona de sus votos matrimoniales, y conceder una licencia para
la bendición en la iglesia de un nuevo matrimonio subsiguiente. Al tomar esta
decisión, el Ordinario Obispo puede estipular condiciones especiales de
cualquier naturaleza que deben cumplirse antes de proceder a la bendición.

ART. 43. DE LA RECONCILIACIÓN DE PENITENTES


43.1 Corresponde a todas las personas bautizadas examinar, en todo momento y a
su mejor saber y entender, sus vidas y conversaciones según el imperio de los
mandamientos de Dios. ; y en cualquier caso en que Cuando perciban que han
ofendido pecado con su voluntad, acción u omisión, se lamentarán de su
propia naturaleza pecaminosa y se confesarán a Dios todopoderoso con el
propósito pleno de enmendar sus vidas, para que puedan recibir de Él el
perdón de sus pecados, que ha prometido a todo quien se vuelva a Él con
arrepentimiento sincero y verdadera fe, reconociendo sus pecados y

20180221 REVISIÓN DE CANONES


procurando el perdón. Esto se hará especialmente en la Confesión de Pecado
de la comunidad de fe y en la Absolución pronunciada por el presbítero en los
Oficios de la Iglesia.
43.2 Si hubiera alguien que por estos medios no pudiera acallar su propia conciencia,
sino que requiera más consuelo o asesoramiento, que acuda puede acudir ante
un presbítero discreto y sabio para hacer una confesión de sus pecados y para
que, por el ministerio de la santa Palabra de Dios, pueda recibir el beneficio de
la absolución, junto con los consejos y asesoramientos del Espíritu, para acallar
su conciencia y evitar todo escrúpulo y duda.
43.3 En el caso particular de una persona enferma, si siente que su conciencia está
preocupada por un asunto de envergadura, deberá hacer una confesión
especial de sus pecados, para que el presbítero pueda absolverla si lo desea
humilde y sinceramente.
43.4 Si alguien confiesa sus pecados secretos y escondidos al ministro, para
descargar su conciencia y recibir consuelo espiritual y tranquilidad de alma, de
ningún modo obligamos a dicho ministro en el marco de este canon, a que
revele o haga saber a ninguna persona, algún delito u ofensa respecto del cual
ha comprometido su confianza y reserva (salvo en el caso de delitos cuyo
encubrimiento, por las leyes del estado, pueda poner en peligro su propia
vida) sino que le encargamos directamente y le advertimos, bajo pena de
irregularidad que no lo haga en ningún momento.
43.5 Solamente un obispo o presbítero (sacerdote) puede administrar la Absolución.

ART. 44. DE LA MINISTRACIÓN A LOS ENFERMOS


44.1 Nuestro Señor Jesucristo sanó a los enfermos y envió a sus doce discípulos a
anunciar el reino de Dios y a sanar a los enfermos [Lucas 9:1,2]. Santiago en su
carta nos dice que los enfermos deben “llamar a los presbíteros de la Iglesia
para que oren por él y lo unjan con aceite en el nombre del Señor.” [Santiago
5:14].
44.2 La oración por los enfermos con la imposición de manos y la unción con el óleo
santo, son elementos centrales de la ministración a los enfermos. Podrán ser
acompañados por la ministración de la palabra, la Santa Comunión, y la
reconciliación de un penitente.

ART. 45. DEL ENTIERRO DE LOS MUERTOS


45.1 Será el deber de todo ministro encargado de una comunidad de fe enterrar,
según los ritos de la IGLESIA Diócesis ANGLICANA DEL PERÚ, el cuerpo o cenizas de
cualquier persona fallecida cuyo nombre esté registrado en el REGISTRO DE
MIEMBROS de su comunidad de fe.

ART. 46. DE LA AUTORIZACIÓN DE LITURGIAS


46.1 EL COLEGIO DE OBISPOS Obispo Diocesano puede autorizar otras liturgias y
formas de oración común. También puede autorizar liturgias en otros
idiomas, como p.ej. Quechua, Aymara, Inglés, para comunidades y grupos
que no son de habla castellana.

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46.2 EL COLEGIO DE OBISPOS puede autorizar liturgias en otros idiomas, como p.ej.
Quechua, Aymara, Inglés, para comunidades y grupos que no son de habla
castellana.
46.3 Cualquier fórmula para el culto público que no esté contenida en el LIBRO DE
ORACIÓN COMÚN o que ya esté autorizada, deberá ser aprobada previamente
por el COLEGIO DE OBISPOS Obispo Diocesano.

ART. 47. DE LA FORMAS DE ORACIÓN COMÚN


47.1 Los ministros de la IGLESIA Diócesis ANGLICANA DEL PERÚ solamente usarán en el
culto público las formas de oración común y liturgias autorizadas por este
Canon.
47.2 DE LAS DIRECTIVAS LITURGICAS
Reconociendo que nuestras liturgias son diversas y amplias, pero todas ellas
deberán guardar la sana doctrina e identidad anglicana en toda expresión de
adoración.
En estos casos serán las Directivas Litúrgicas, emanadas por el equipo
permanente de Liturgia que, nos ayudaran en una mejor orientación en caso de
dudas o conflictos.

20180221 REVISIÓN DE CANONES


MIEMBROS BAUTIZADOS DE LA IGLESIA

ART. 48. DE LOS MIEMBROS DE LA IGLESIA


48.1 Es el Sacramento de Bautismo que nos incorpora al cuerpo de
Cristo y nos hace miembros de la única Iglesia de Cristo, santa,
católica y apostólica.
48.2 Se administra el Sacramento de Bautismo con agua y las palabras,
“Yo Te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu
Santo”, según el mandato de Cristo a sus apóstoles (Mateo 28:19).

ART. 49. DE LOS MIEMBROS DE LA IGLESIA ANGLICANA DEL PERÚ


49.1 Un miembro de la Iglesia Anglicana del Perú es un cristiano:
49.1.1 Que ha recibido el Sacramento de Bautismo.
49.1.2 Que ha recibido el Sacramento de Confirmación.
49.1.3 Que comulga fielmente del Cuerpo y Sangre de Cristo.
49.1.4 Que forma parte de una comunidad de fe de sus DIÓCESIS O
VICARIATOS.
49.1.5 Que sigue el camino cristiano anglicano.
49.1.6 Que acepta la doctrina, disciplina y culto de la Iglesia
Anglicana del Perú.

ART. 50. DE LA RECEPCIÓN DE CRISTIANOS DE OTRAS TRADICIONES


50.1 No se puede ni se debe repetir el Sacramento de Bautismo.
50.2 En el caso de un cristiano que quiere ser anglicano—
50.2.1 que fue bautizado en una iglesia no anglicana, pero no
confirmado: debe ser confirmado.
50.2.2 que fue bautizado, y luego confirmado en una iglesia
no anglicana, por un obispo en la sucesión apostólica:
debe ser recibido.

ART. 51. DEL REGISTRO DE MIEMBROS


51.1 Toda comunidad de fe de la DIÓCESIS debe mantener un REGISTRO
DE MIEMBROS que incluya los nombres y datos de su bautismo,
confirmación, y, si es el caso, su recepción.

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ORDENES SAGRADAS Y EL MINISTERIO

ART. 52. DE LAS ORDENES SAGRADAS


52.1 La Iglesia Anglicana sostiene y enseña que desde el tiempo de
los apóstoles han existido en la Iglesia de Cristo, tres órdenes
sagradas, a saber: obispos, presbíteros y diáconos.

ART. 53. DE LA OBEDIENCIA CANÓNICA


53.1 Todo presbítero y diácono debe obediencia canónica y lealtad a su
OBISPO DIOCESANO.
53.2 Todo obispo debe lealtad a la Autoridad Metropolitana.

ART. 54. DE LOS QUE HAN DE RECIBIR LAS SAGRADAS ORDENES


54.1 Antes de que alguien sea ordenado obispo, presbítero o
diácono, el candidato deberá haber pasado un proceso en
acompañamiento, que haya evidencia de frutos pastorales y
formación adecuada; además deberá ser probado, examinado
y admitido de acuerdo con el Ordinal, que contiene los ritos de
ordenación en el Libro de Oración Común, o su equivalente.
54.2 Antes de que alguien sea admitido a recibir las Sagradas Ordenes,
el OBISPO DIOCESANO se asegurará de que ha sido bautizado y
confirmado, y que ha tenido un acompañamiento por el CEMO y
un tutor del mismo, y de que posee suficiente instrucción sobre las
Sagradas Escrituras y la Doctrina, Disciplina, y Culto de la Iglesia
Anglicana, tal y como se establece en el Libro de Oración Común y en
el Ordinal. Y también debe estar convencido de que cumple
plenamente los requerimientos de conocimiento y que posee las
cualidades necesarias para el oficio al cual será admitido, además de
que es persona virtuosa, de buena reputación, y que es un buen
ejemplo y patrón de vida para el rebaño de Cristo.
54.3 Ninguna persona será ordenada al diaconado, a menos que
haya cumplido, por lo menos, veintitrés años de edad. Si fuese
casado se requerirá el consentimiento de la esposa o el esposo
54.4 Ninguna persona será ordenada al presbiterado, sin haber
cumplido veinticuatro años de edad; tener una carrera
profesional o técnica, para que pueda cumplir el estilo de vida
Bi-vocacional, tampoco sin haber pasado un tiempo prudencial
después de haber sido ordenado diácono.
54.5 Nadie será ordenado al episcopado sin antes haber sido
ordenado diácono, presbítero por un mínimo de diez años, y si
no ha alcanzado antes la edad de cuarenta años. Y sin antes
tener frutos pastorales visibles donde sea notoria la capacidad
de gestión administrativa en el área de la mayordomía y otros

20180221 REVISIÓN DE CANONES


54.6 Todo candidato electo al episcopado realizará una Declaración
Jurada de todos los bienes que posee

ART. 55. DEL JURAMENTO DE OBEDIENCIA Y LA DECLARACIÓN DE CONSENTIMIENTO


55.1 Todo candidato que sea ordenado al diaconado o al presbiterado, o
otra responsabilidad en la DIÓCESIS, presta primero un juramento de
obediencia canónica y lealtad al OBISPO DIOCESANO, y suscribe la
Declaración de Consentimiento.
55.2 Del mismo modo, todo ministro laico o misionero procedente de
otra DIÓCESIS presta el mismo juramento de obediencia canónica
y lealtad al OBISPO DIOCESANO o a su representante.

ART. 56. EL JURAMENTO DE OBEDIENCIA


56.1 Yo, [NOMBRE DEL MINISTRO], juro por Dios Todopoderoso, que
prestaré verdadera obediencia canónica y seré leal al Señor
Obispo de la [NOMBRE DE LA DIÓCESIS], y a sus sucesores en
todas las cosas honestas y legales, siendo mi ayuda el Señor.

ART. 57. LA DECLARACIÓN DE CONSENTIMIENTO


57.1 Antes de la Declaración de Consentimiento, el OBISPO DIOCESANO
o su representante dice este Prefacio:
La Iglesia Anglicana del Perú es un IGLESIA NACIONAL de la
PROVINCIA ANGLICANA DE SUDAMÉRICA, una de las provincias de
la COMUNIÓN ANGLICANA. Como parte de la Una, Santa, Católica
y Apostólica Iglesia de Jesucristo, que adora un solo Dios:
Padre, Hijo y Espíritu Santo, profesa la fe únicamente
revelada en las Sagradas Escrituras y sostenida por los
Padres de la Iglesia y que encontramos en los Credos
católicos, y que está llamada a proclamar a cada generación.
Guiada por el Espíritu Santo ha dado testimonio de la verdad
cristiana en sus formularios históricos, especialmente en su
Libro de Oración Común y en su liturgia para ordenar
Obispos, Presbíteros y Diáconos. En la declaración que se te
pide hacer, afirmarás tu lealtad a esta herencia de fe como tu
inspiración y guía bajo Dios, a traer a la gracia y verdad de
Cristo a esta generación y hacerle conocer a Él a aquellos
que estén bajo tu cuidado.
57.2 Luego el candidato hace la siguiente Declaración de Consentimiento:
Yo, [NOMBRE DEL MINISTRO], afirmo y declaro que creo en
la fe revelada en las Sagradas Escrituras, que está expresada
en los Credos católicos, y de la que dan testimonio los
formularios históricos de la Comunión Anglicana, el Libro de
Oración Común y la administración de los Sacramentos, y
solamente usaré las formas de culto autorizadas por los
Cánones de la Iglesia Anglicana del Perú.

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ART. 58. DEL EJERCICIO DEL MINISTERIO SAGRADO, INSTITUCIONES, Y LICENCIAS
58.1 El OBISPO DIOCESANO, u ORDINARIO, podrá otorgar una licencia a cualquier
ministro, ordenado o laico, para tener una responsabilidad particular
en un área determinada.
58.1.1 Un presbítero, diácono o ministro laico podrá oficiar en un lugar
solamente después de que haya recibido autoridad para
hacerlo del OBISPO DIOCESANO.
58.1.2 El OBISPO DIOCESANO conferirá tal autoridad a un ministro
por medio de una licencia escrita.
58.2 Todo ministro ejercerá su ministerio de acuerdo con los Cánones.
58.3 Ningún obispo, presbítero, diácono o ministro laico de otra DIÓCESIS, o
un misionero comisionado por la Iglesia de otro lugar, oficiará en el
territorio que sea la jurisdicción de la IGLESIA ANGLICANA DEL PERÚ, sin
que obtenga primero el permiso del OBISPO DIOCESANO para hacerlo.
58.3.1 Esto concuerda con varias resoluciones de los obispos de la
Comunión Anglicana reunidos en Conferencias de Lambeth.
58.4 El OBISPO DIOCESANO podrá rehusarse a licenciar, o podrá revocar
la licencia que haya concedido, a cualquier ministro, sea clérigo o
laico, en cualquier momento, y sin que se precise de proceso
alguno, por cualquier causa que le parezca buena y razonable. El
ministro en cuestión podrá apelar al Tribunal Disciplinario.
58.5 En el caso de obispos, todo obispo deberá tener la licencia
correspondiente de la autoridad metropolitana.

ART. 59. DEL MODO DE VIDA DE LOS MINISTROS


59.1 Todo obispo, presbítero o diácono, está en la obligación de:
59.1.1 Practicar la espiritualidad y disciplina de los Oficios
Diarios y la Santa Comunión de su DIÓCESIS
regularmente según la disciplina de su DIÓCESIS, salvo
por causa de enfermedad o fuerza mayor;
59.1.2 Ser diligente en la oración e intercesión diaria, en
examinar su conciencia, y en estudiar la Sagrada
Escritura y otras materias pertinentes a su ministerio.

59.1.3 Asistir de forma obligatoria bajo pena de sanción a las


capacitaciones, retiros y jornadas de convivencia. Su
inasistencia solo sera justificada por grave enfermedad
del clérigo.
59.2 Todo ministro, en todo momento, procurará conformar su vida,
y la de su familia si está casado, a la doctrina de Cristo, y hará
todo lo que esté a su alcance para que sean un ejemplo sano
para el rebaño que le ha sido encomendado.

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59.3 Todo ministro en órdenes sagradas puede comprometerse en otra
ocupación secular con salario, pero deberá tener el consentimiento
expreso del OBISPO DIOCESANO

ART. 61. SOBRE MINISTROS Y LA POLÍTICA


61.1 Ningún ministro en órdenes sagradas puede participar activamente
en un partido o movimiento político, o en los comicios electorales,
mientras que tenga una licencia ministerial del OBISPO DIOCESANO.
61.1.1 Antes de participar activamente en un partido o
movimiento político, o en los comicios electorales, el
ministro debe consultar con el OBISPO DIOCESANO y
buscar su consejo y acuerdo.
61.1.2 Si el ministro continúa con la propuesta, el OBISPO
DIOCESANO debe retirar la licencia del ministro hasta que
su tiempo en la política termine y se someterá a una
evaluación de parte del Colegio Pastoral presidida por
el Obispo Diocesano antes que le sea otorgada o no
permiso para ministrar.

ART. 62. SOBRE LA SOLICITUD DE TRASLADO DE UN MINISTRO EN ÓRDENES


SAGRADAS A OTRA DIÓCESIS
62.1 Un ministro en órdenes sagradas puede solicitar su traslado a
otra diócesis. El obispo diocesano facilitará dicho traslado,
cumpliendo con los trámites correspondientes con el obispo
diocesano de la diócesis receptora.

ART. 63. SOBRE LA SOLICITUD DE TRASLADO DE UN MINISTRO EN ÓRDENES


SAGRADAS A OTRA DIÓCESIS EN CASOS EXCEPCIONALES
63.1 En el caso excepcional de solicitar su traslado a otra diócesis y
seguir viviendo en la misma diócesis, el ministro debe comunicarse
con el obispo diocesano o su representante acerca de la petición.

63.2 Se dará permiso para el traslado solamente si hay un acuerdo


escrito, firmado por el ministro, el obispo diocesano de la
diócesis receptora, y el ordinario de la IGLESIA ANGLICANA DEL
PERÚ acerca de la autoridad y jurisdicción.
63.2.1 Dicho acuerdo debe especificar y precisar que un ministro
trasladado no puede ejercer ninguna forma de ministerio o
proclamación dentro del territorio de la IGLESIA ANGLICANA DEL
PERÚ sin tener una licencia e invitación específica del OBISPO
DIOCESANO de la IGLESIA ANGLICANA DEL PERÚ para hacerlo.

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63.3 Donde podría existir cualquier duda sobre la integridad del
ministro, o de su capacidad de respetar y actuar dentro de los
términos del acuerdo, no se dará permiso por el traslado.
63.3.1 Cualquier ministro en órdenes sagradas de la IGLESIA
ANGLICANA DEL PERÚ que se traslade a otra diócesis de la
Comunión Anglicana sin cumplir con estos Cánones, será
denunciado a las autoridades eclesiásticas competentes,
sea de las provincias en cuestión, o de la Oficina de la
Comunión Anglicana.

ART. 64. SOBRE LA RENUNCIA A LAS ÓRDENES SAGRADAS Y/O EL RETIRO DE


LA
COMUNIÓN ANGLICANA
64.1 Un ministro en órdenes sagradas tiene el derecho de renunciar a
sus órdenes sagradas y/o retirarse de la Comunión Anglicana.
64.2 El ministro debe solicitar formalmente al Ordinario, explicándole
personalmente su petición, o a su representante.
64.3 Si, después de un tiempo prudente, el ministro sigue con su petición:
64.3.1 en el caso de la renuncia de órdenes, el obispo lo liberará
a la persona de sus órdenes en una ceremonia solemne
de acción de gracias por su ministerio;
64.3.2 en el caso de retirarse de la Comunión Anglicana, el
ordinario despedirá a la persona en una ceremonia
solemne de acción de gracias por su ministerio.
64.4 Después de terminar el proceso, se debe sacar el nombre de la
persona de la lista de ministros ordenados de la diócesis, e
informar a las autoridades provinciales.

ART. 64. SOBRE LA DEPOSICIÓN DE ÓRDENES Y EL RETIRO DEL ESTADO CLERICAL


65.1 Un ministro en órdenes sagradas cuyo comportamiento ponga
en duda su compromiso con la Iglesia Anglicana del Perú y/o
lealtad al obispo diocesano será sancionado.
65.2 Dicho comportamiento incluye: abandonar la Iglesia Anglicana;
abandonar responsabilidades pastorales; dejar de asistir la Iglesia
Anglicana; convertirse en un miembro de otra iglesia, confesión o
religión; asociarse a sí mismo con otra iglesia, confesión o religión de
tal forma que pueda indicar que ya es, o está en el proceso de
convertirse en miembro o ministro de esa iglesia, confesión o religión.
65.3 Es la responsabilidad primaria de un ministro ponerse en
contacto con el Ordinario y explicarse, antes que haya
malentendido sobre su comportamiento por sus superiores.
65.4 Una vez conocida la situación, el Ordinario debe: suspender al
ministro y comunicarse con él, con el fin de conocer la verdad.

20180221 REVISIÓN DE CANONES


65.5 Si, después de un período de doce meses no hay contacto con el
ministro, y/o la situación no ha sido resuelta satisfactoriamente,
entonces sus órdenes serán depuestas y su estado clerical retirado.
65.6 Si se sabe que el ministro se ha convertido en ministro de otra
iglesia, confesión o religión, sus órdenes serán depuestas y su
estado clerical retirado sin demora.
65.7 Si se sabe que el ministro se ha convertido en ministro de otro grupo o
secta que afirma ser “ANGLICANO”, o queda en entredicho su actuación
dañando así la misión, ministerio y buen nombre de la IGLESIA
ANGLICANA DEL PERÚ, y/o que pretende persuadir a los miembros de la
IGLESIA ANGLICANA DEL PERÚ a convertir a su grupo o secta, sus órdenes
serán depuestas y su estado clerical retirado sin demora; y esa persona
no será readmitido a la IGLESIA ANGLICANA DE PERÚ sin arrepentimiento
público, ni podrá comulgar de la Santa Comunión sin el permiso escrito
del obispo diocesano.
65.8 El proceso de deponer órdenes sagradas y retirar el estado
clerical debe completarse dentro de un período de tres meses.
65.9 Al completar el PROCESO DE DEPONER ÓRDENES Y RETIRAR EL ESTADO CLERICAL,
la persona excluida: no puede considerarse como ministro ordenado de
la Comunión Anglicana; será excomulgado hasta que el obispo
diocesano decida lo contrario; y su nombre será eliminado del registro
de clérigos de la IGLESIA ANGLICANA DEL PERÚ.
65.10 La decisión de DEPONER ÓRDENES SAGRADAS Y RETIRAR EL ESTADO CLERICAL
debe ser comunicado formalmente por escrito, por el Ordinario: en
la diócesis; a la autoridades provinciales; a las autoridades
provinciales, y a la Comunión Anglicana, como corresponde.

ART. 66. MINISTROS LAICOS Y SEMINARISTAS QUE ABANDONAN LA IGLESIA


66.1. Cuando se sabe o queda en entredicho que un Ministro Laico y Seminarista ha
optado por confesión religiosa u otra comunidad, la licencia del primero queda anulada
y en el caso del seminarista quedara afuera de todo lo programado en lo concerniente
a los estudios, perdiendo la autorización del Obispo Diocesano y si fuese el caso, la
beca correspondiente.
66.2. Cuando un ministro laico o seminarista ponga en duda su fidelidad a la Iglesia
Anglicana y lealtad en lo lícito al Obispo Diocesano, se le quitará la licencia y se le
retirará de los cursos y ya no se le seguirá apoyando en los estudios.

ART. 67. DEL REGISTRO NACIONAL DEL CLERO


67.1 Habrá un “REGISTRO DEL CLERO” —presbíteros y diáconos—
licenciados por su ORDINARIO.
67.2 Habrá un “REGISTRO DE OBISPOS” con los nombres de los obispos
licenciados por la AUTORIDAD METROPOLITANA.

20180221 REVISIÓN DE CANONES


MINISTROS

ART. 68. DEL OBISPO


68.1 Los obispos, como pastores principales de la Iglesia, con su
responsabilidad apostólica, tienen el deber de liderar la
Iglesia en anunciar a todo el mundo las buenas noticias del
Evangelio de Dios, manteniendo siempre la pureza de la fe
transmitida por los apóstoles.
68.2 Tienen, además, la responsabilidad de guiar el rebaño de Cristo en la
santificación de su vida, por la oración, el ministerio de la palabra y
de los sacramentos, y el testimonio de su vida, sabiduría y amor.
68.3 Como llamados y enviados de Cristo, tienen liderazgo
especial en gobernar la iglesia local que se le ha confiado,
con sus proyectos, consejos, ejemplo y diaconía.
68.4 Junto con los demás obispos, tienen responsabilidad colegial
en los concilios de la Iglesia de escuchar constantemente la
palabra de Dios y discernir su voluntad para la creación.
68.5 Como hermanos los obispos deben apoyarse mutuamente a
ser ministros fieles al llamado de Cristo y su vocación.
68.6 El Buen Pastor será siempre el modelo y la forma de la
misión pastoral del obispo.
68.7 Todo obispo debe lealtad a la autoridad diocesana, y le
rendirá cuentas de su ministerio — sus hermanos obispos
del colegio de obispos.
68.8 Todo obispo tendrá una licencia, autorizada por la
autoridad metropolitana.

ART. 69. DEL OBISPO DIOCESANO


69.1 El OBISPO DIOCESANO es la máxima autoridad eclesiástica y
ordinario de la DIÓCESIS, y tiene la jurisdicción eclesiástica y
espiritual del territorio de su DIÓCESIS en todo asunto anglicano.
69.2 Será el presidente del sínodo diocesano y del consejo
directivo de la DIÓCESIS, con todas las obligaciones,
responsabilidades y derechos que pertenecen al mismo. Será
miembro ex officio de todos los consejos, comités y
comisiones de la DIÓCESIS, y el padre en Dios, presbítero y
pastor principal del rebaño diocesano y sus congregaciones.
69.3 La jurisdicción de la DIÓCESIS será ejercida por el mismo o, en
su ausencia, por el Vicario General, u otra persona
comisionada, cuya autoridad ha sido formalmente concedida
por él y registrado con la Autoridad Metropolitana.
69.4 En caso de no tener un vicario general u otra persona comisionada,
la Autoridad Metropolitana nombrará a la persona.

20180221 REVISIÓN DE CANONES


69.5 El OBISPO DIOCESANO prestará lealtad y rendirá cuentas de su
ministerio a la Autoridad Metropolitana — sus hermanos
obispos de la cámara de Obispos de la Provincia
Sudamericana.
69.6 Por la realidad actual de nuestra Diócesis, sólo se necesita un
Obispo Diocesano quién trabajará con sus Vicarios en las
cuatro Regiones Pastorales existentes.
69.7 Por ahora la Diócesis en el Perú no requiere de Obispos
Sufragáneos.
69.8 Sólo quedaría la figura del Obispo Coadjutor con derecho a
sucesión.

ART. 70. DEL OBISPO SUFRAGÁNEO


70.1 El obispo sufragáneo es un obispo nombrado para asistir al
OBISPO DIOCESANO en su ministerio episcopal y el epíscope
(supervisión pastoral) de la DIÓCESIS.
70.1.1 El obispo sufragáneo podrá ser conocido también como
obispo auxiliar, obispo asistente, obispo misionero, u
obispo regional, según su ministerio y la costumbre de la
DIÓCESIS.
70.2 El obispo sufragáneo está bajo la autoridad de su OBISPO
DIOCESANO, a quien le debe su lealtad y obediencia canónica, y
hará todo lo que esté en su poder para apoyarle, aceptando
sus directivas y decisiones pastorales.
70.3 Prestará lealtad y rendirá cuentas de su ministerio a la autoridad
diocesana .
ART. 71. DEL OBISPO COADJUTOR
71.1 El obispo coadjutor es un obispo sufragáneo que tiene derecho
de sucesión al OBISPO DIOCESANO en el momento que deje de
ejercer su puesto. Por ende, en el momento de asumir
responsabilidad de la DIÓCESIS, deja de ser obispo coadjutor.
71.2 El obispo coadjutor es elegido como tal y autorizado por la
Autoridad Metropolitana.
71.2.1 Hasta el tiempo de su sucesión, el obispo coadjutor está
bajo la autoridad de su OBISPO DIOCESANO, a quien le
debe su lealtad y obediencia canónica, y hará todo lo
que esté en su poder para apoyar al OBISPO DIOCESANO,
aceptando sus directivas y decisiones pastorales.

ART. 72. DE LA ELECCIÓN DE OBISPOS


72.1 La elección de obispos—los pastores principales, padres de
la Iglesia, y sucesores de los apóstoles—es de suma
importancia en la vida de la Iglesia, y su misión y ministerio.
72.2 La IGLESIA ANGLICANA DEL PERÚ nombra obispos para sus
DIÓCESIS por medio del COLEGIO ELECTIVO.

20180221 REVISIÓN DE CANONES


72.3 La membresía del COLEGIO ELECTIVO está compuesta de:
72.3.1 Los obispos en oficio; el Vicario General; los vicarios
episcopales; el vicario de la catedral; el canciller
nacional; el coordinador de VCF; el diácono de la ONG;
hasta cuatro clérigos; y hasta cuatro laicos.

20180221 REVISIÓN DE CANONES


72.3.2 Los presbíteros, diáconos y laicos serán nombrados por el
sínodo diocesano.
72.3.3 Miembros del COLEGIO ELECTIVO deben ser personas
reconocidas por su sabiduría y estatura moral, su testimonio
de vida, su compromiso ministerial y vida espiritual;
respetadas en la iglesia; y de no menos de treinta cinco (35)
años de edad.
72.3.4 El mismo COLEGIO elegirá su presidente, vicepresidente y
secretario.
72.3.5 El CONSEJO PASTORAL está autorizado nombrar suplentes al
COLEGIO ELECTIVO, si es necesario, tomando en cuenta la mente
del SÍNODO DIOCESANO.
72.4 Las responsabilidades del COLEGIO ELECTIVO son:
72.4.1 Buscar y nombrar candidatos idóneos para el oficio y
ministerio episcopal a la luz de:—
72.4.2 la enseñanza bíblica teológica de la Iglesia;
72.4.2.1 las prioridades y necesidades de la iglesia
local, y su región si es el caso;
72.4.2.2 el testimonio de vida, los dones y experiencia
ministerial, la capacidad de inspirar y liderar, y la
espiritualidad y santidad de posibles candidatos;
72.4.2.3 una área de ministerio destacada del
candidato; frutos visibles de su ministerio
pastoral, capacidad de comunicación,
liderazgo, experiencia en la mayordomía y
en gestión frente a la sostenibilidad de los
programas en general.
72.4.2.4 el conocimiento de los posibles candidatos tanto de la
iglesia local como de la COMUNIÓN
ANGLICANA;
72.4.2.5 la voluntad de Dios y de oración.
72.4.3 El COLEGIO ELECTIVO está facultado establecer su propia
manera de trabajar y nombrar candidatos.
72.5 El COLEGIO ELECTIVO debe funcionar siempre dentro de estricta
confidencialidad. Ningún miembro del COLEGIO ELECTIVO tiene la libertad de
revelar las deliberaciones, ni los nombres de los posibles candidatos, y
todos están obligados a guardar reserva total acerca de sus
consideraciones, bajo sanción de disciplina.
72.6 En el caso del nombramiento de un OBISPO SUFRAGÁNEO, tiene que
contar con el acuerdo del OBISPO DIOCESANO.
72.7 La PROVINCIA ANGLICANA DE SUDAMÉRICA enviará un VEEDOR para vigilar el
procedimiento electivo, asegurándose que la IGLESIA ANGLICANA DEL PERÚ se
ha cumplido con los requisitos canónicos nacionales, quien informará acerca
del mismo a las autoridades de la PROVINCIA
ANGLICANA DE SUDAMÉRICA.

20180221 REVISIÓN DE CANONES


72.7.1 El COLEGIO ELECTIVO tiene la responsabilidad de recibir y
ocuparse del veedor durante su estadía.
72.8 Una vez que el COLEGIO ELECTIVO haya tomado su decisión,
debe presentar el nombre del candidato a las autoridades de
la IGLESIA NACIONAL, junto con su informe y los documentos
correspondientes del candidato;
72.9 Las autoridades de la DIÓCESIS deben comunicar la decisión a
las autoridades de la PROVINCIA ANGLICANA DE SUDAMÉRICA,
junto con un informe y los papeles del candidato.
72.10 La PROVINCIA ANGLICANA DE SUDAMÉRICA ratificará o no, por su CONSEJO
EJECUTIVO PROVINCIAL y su CÁMARA DE OBISPOS, el nombramiento del
candidato.
72.10.1.1 Si se toma la decisión de no ratificar al
candidato, DIÓCESIS del PERÚ tiene el
derecho de apelar y pedir la reconsideración
de la decisión, según los cánones
provinciales.
72.11 Una vez completo este proceso el candidato será considerado
electo, según canon, y, a esta altura, la decisión es inapelable.
72.12 Es la responsabilidad de las autoridades de la PROVINCIA comunicar la
noticia de la elección a las autoridades de la COMUNIÓN ANGLICANA, y
a las demás DIÓCESIS de la PROVINCIA.

ART.— DE LA TRANSICIÓN DE UN OBISPO DIOCESANO


 Al cumplir la edad de 65 años el Obispo Diocesano podrá continuar si
es su voluntad a la luz del Espíritu del Señor, pero deberá convocar al
Colegio Electivo para elegir a un Obispo Sufragáneo Coadjutor con
derecho a Sucesión
 Durante aquel proceso el Obispo Diocesano puede orientar al Colegio
Electoral desde la presidencia, pero inhibirse al momento de la elección.
 Después de la Elección y siguiendo todo el proceso junto a la Provincia
Sudamericana, y luego de la consagración del Obispo Sufragáneo
Coadjutor con Derecho a sucesión, podrá continuar el Obispo
Diocesano hasta los 70 años de edad.

ART. 73. DEL SACERDOTE O PRESBÍTERO


73.1 Todo presbítero está llamado por Dios a servir como pastor y
maestro, junto con su obispo y hermanos en el presbiterado.
73.2 La vida de un presbítero está edificada sobre el diaconado y
debe reflejar siempre un corazón diaconal de servicio y amor.
73.3 Todo presbítero está bajo la autoridad de su OBISPO DIOCESANO, y
siempre respetará y actuará con lealtad bajo su autoridad episcopal.
73.4 Todo presbítero debe llevar un estilo de vida y la de su familia de
forma austera, dando testimonio de su vocación del Pastor que cuida
el rebaño, y que no busca aprovecharse de aquel.

20180221 REVISIÓN DE CANONES


ART. 74. DEL PASTOR O RECTOR
74.1 Un Pastor o Rector será un presbítero a quien el OBISPO DIOCESANO
haya otorgado la responsabilidad específica de presidir sobre la
comunidad de fe de una parroquia o misión, y de cuidar y guiar a su
pueblo como parte del rebaño de Dios. De esta manera el OBISPO
DIOCESANO, como pastor principal de la DIÓCESIS, comparte la cura de
almas con el presbítero.
74.2 El OBISPO DIOCESANO puede nombrar a un diácono o ministro laico
como ministro a cargo de una comunidad de fe, con
responsabilidades específicas de presidir, cuidar y guiar al pueblo
como parte del rebaño de Dios, siempre bajo su guía episcopal.

ART. 75. DEL DIÁCONO


75.1 Todo diácono está llamado por Dios a un oficio y ministerio de
servicio gozoso.
75.2 Hay diáconos, a veces conocidos como diáconos
vocacionales, que van a vivir y servir en el oficio y ministerio
del diaconado, plena y gozosamente de por vida;
75.3 Hay diáconos, a veces conocidos como diáconos
transitorios, que pueden ser ordenados a servir en el oficio
y ministerio del presbiterado.
75.4 Aunque un diácono llegue al presbiterado, o aún más tarde
al episcopado, siempre será un diácono, y debe servir plena
y gozosamente con el mismo espíritu diaconal.
75.5 Todo diácono está bajo la autoridad del OBISPO DIOCESANO, y siempre
respetará y actuará con lealtad bajo la autoridad episcopal.
ART. 75.6 DE LA EDAD DE JUBILACIÓN DE LOS CLÉRIGOS
Todo diácono(a) o presbítero al cumplir los 70 años de edad se
jubilará, renunciando a todo cargo y/o responsabilidad pastoral.
La Diócesis deberá velar solidariamente por sus clérigos ancianos con
profunda caridad cristiana.
Un Clérigo Jubilado si podrá, según su estado de salud, ser ministro
asistente

ART. 76. DEL MINISTRO LAICO


76.1 Las DIÓCESIS pueden autorizar a ministros laicos, con la licencia de
su OBISPO DIOCESANO, para servir en la vida y misión de la Iglesia.
76.2 Los ministros laicos deben tener una formación
ministerial y teológica apropiada a su ministerio.
COMUNIDADES DE FE

ART. 77. DE LA ORGANIZACIÓN DE LA DIÓCESIS


77.1 La DIÓCESIS se organiza eclesiásticamente en COMUNIDADES DE FE, es
decir PARROQUIAS y MISIONES.

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ART. 78. DE LA PARROQUIA
78.1 La PARROQUIA es una COMUNIDAD DE FE que tiene:
78.2 —un mínimo de cincuenta miembros—bautizados,
confirmados y comprometidos como cristianos—cuyos
nombres están inscritos en el Registro de Miembros;
78.3 —la “LICENCIA DE PARROQUIA” del Obispo Diocesano; que puede
ser revocada si se comprueba que deja de tener alguno de los
requisitos por la cual fue erigida.
78.4 —un ministro a cargo—sacerdote, diácono, o ministro
laico—enviado y autorizado (licenciado) por el ordinario.
78.5 —un concilio parroquial;
78.6 Un Plan Anual y un Presupuesto Anual
78.7 —un programa de mayordomía financiera que tiene un
compromiso con el Fondo de Estipendios, con los gastos de
misión y ministerio; y con el mantenimiento de edificios;
78.8 —una residencia para el ministro a cargo;
78.9 —una iglesia o capilla;
78.10 —la adoración de Dios y oración: celebraciones de la Santa
Eucaristía, los domingos y días santos; celebraciones de los
otros Sacramentos; Matutina y Vespertina; Lectio Divina y
celebraciones de la Palabra de Dios; otros oficios;
78.11 —formación cristiana y ministerio pastoral;
78.12 —misión: evangelización; acción social y obras de caridad para
grupos y/o personas necesitadas; plantar nuevas iglesias;
78.13 —Registros de Miembros; Servicios; Bautismos;
Confirmaciones; Matrimonios; Entierros.

78.14 Libro de servicios, cuaderno de visitas y un libro de


Tesorería

ART. 79. DE LA MISIÓN


79.1 La MISIÓN es una COMUNIDAD DE FE que tiene:
79.2 —un mínimo de quince miembros—bautizados, confirmados y
comprometidos como cristianos—cuyos nombres están
inscritos en el Registro de Miembros;
79.3 —más que dos años de existencia;
79.4 —la “LICENCIA DE MISIÓN” del Ordinario. o; que puede ser
revocada si se comprueba que deja de tener alguno de los
requisitos por la cual fue erigida
79.5 —un ministro a cargo—sacerdote, diácono, o ministro
laico—enviado y autorizado (licenciado) por el ordinario.
79.6 —un concilio;
79.7 Un Plan Anual y un Presupuesto Anual
79.8 —un programa de mayordomía financiera con un compromiso
con el Fondo de Estipendios, y los gastos ministeriales

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79.9 —una iglesia, capilla, u otro lugar para celebraciones y reuniones;

79.9 —la adoración de Dios y oración: la celebración de la Santa


Eucaristía, los domingos y días santos; celebraciones de los
otros Sacramentos; Lectio Divina y celebraciones de la
Palabra de Dios; Matutina y Vespertina; otros oficios;
formación cristiana y ministerio pastoral;
79.10 —misión: evangelización; acción social y obras de caridad
para grupos y/o personas necesitadas;
79.11 —Registros de Miembros; Servicios; Bautismos;
Confirmaciones; Matrimonios; Entierros;
79.12 Libro de servicios, cuaderno de visitas y un libro de
Tesorería

ART. 80. DE LA MISIÓN EN FORMACIÓN


80.1 La MISIÓN EN FORMACIÓN es un punto de misión y ministerio
donde la Iglesia busca proclamar el Evangelio e iniciar una
nueva comunidad de fe.
80.2 La fundación de una misión en formación requiere:
80.3 —la licencia del ordinario, con su autorización,
comisión y bendición.
80.4 —dos ministros (misioneros) con la licencia del ordinario;
80.5 —la intención y compromiso de parte de los ministros de:
80.5.1 proclamar el Evangelio por palabra y obras de servicio,
de tal manera que hombres, mujeres, jóvenes y niños
conozcan a Jesucristo personalmente como su
Salvador y Señor, y se entreguen a él y la Iglesia;
80.5.2 establecer una comunidad de fe; y
80.5.3 edificar la comunidad de fe de tal manera que llegue
a ser una misión.
80.6 Una MISIÓN EN FORMACIÓN tendrá un período determinado
para establecerse. Al terminar ese período habrá una
evaluación de su vida y futuro.

ART. 81. DE LAS CLASES DE MISIÓN EN FORMACIÓN:


81.1 Hay dos clases de MISIÓN EN FORMACIÓN:
81.1.1 la “MISIÓN-CAPILLA”, que depende directamente de una
PARROQUIA o MISIÓN;
81.1.2 la “MISIÓN DIOCESANA”, que depende directamente de la
DIÓCESIS;
81.2 La “MISIÓN-CAPILLA” es un punto o estación de misión en la
misma área geográfica que su iglesia madre, la PARROQUIA o
MISIÓN, y que depende de ella por su ministerio, y en toda

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probabilidad seguirá dependiendo de ella. La “MISIÓN-CAPILLA”
está vinculada financieramente con su iglesia madre.
81.3 La “MISIÓN DIOCESANA” es un punto o estación de misión que se
espera, por causa de su ubicación en una área o región nueva, sea

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eventualmente una MISIÓN o PARROQUIA, aunque en sus comienzos
sea posible que esté bajo la responsabilidad pastoral de su iglesia
madre. La “MISIÓN DIOCESANA” está vinculada financieramente con la
DIÓCESIS
81.4 El OBISPO DIOCESANO decide cual será una “MISIÓN-CAPILLA” y cual una
“MISIÓN DIOCESANA” cuando él otorgue la licencia correspondiente.

ART. 82. DE LAS MISIONES EN FORMACIÓN Y EL FONDO DE ESTIPENDIOS


82.1 Los miembros de una misión en formación, como los
miembros de cualquier otra comunidad de fe de la Diócesis,
deberán recibir formación en los principios de mayordomía
cristiana y sus responsabilidades financieras.
82.2 Responsabilidades financieras incluyen, como prioridad, el
sostén del clero. El clero reciben sus estipendios del Fondo
de Estipendios, y este fondo se mantiene por las cuotas
mensuales de las comunidades de fe. El pago de la cuota
diocesana es una prioridad de cada comunidad.
82.3 Una misión en formación no paga una cuota diocesana en
los primeros meses de su vida, aunque los ministros deben
empezar educar a los miembros de las nuevas misiones en
los principios de mayordomía cristiana y sus
responsabilidades financieras lo antes posible.
82.4 Después de estos primeros meses, se comenzarán pagar
un porcentaje de sus ingresos al Fondo de Estipendios.
82.4.1 en el caso de misiones capillas, por las cuentas de su
iglesia madre
82.4.2 en el caso de misiones diocesanas, directo
a la Administración de la Diócesis.
82.5 El CONSEJO DE LA DIÓCESIS o del VICARIATO decidirá el tiempo
que los misiones en formación estén exentas del pago de la
cuota diocesana, y del porcentaje eventual de sus aportes.

ART. 83. DE LAS ASAMBLEAS GENERALES DE COMUNIDADES DE FE


83.1 La asamblea general de la comunidad de fe es el órgano encargado
de la organización, administración, finanzas, y mantenimiento de los
edificios de la comunidad de fe. Deberá apoyar y cooperar con su
párroco, pastor, u otro ministro encargado de la comunidad de fe en
su responsabilidad de presidir y guiar su vida, ministerio y misión.
83.2 La asamblea general de la parroquia o misión reunirá el clero,
ministros laicos y miembros de la comunidad, mayores de dieciocho
años de edad, cuyos nombres estén inscritos en su Rol Electoral.
83.3 La asamblea general estará presidida por el presidente del concilio
de la parroquia o misión, es decir, el párroco u otro ministro a cargo

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de la comunidad; o, en su ausencia, por el vice presidente.
83.4 La asamblea general ordinaria se reunirá una vez al año
dentro de los primeros cuatro meses del año. La asamblea
general extraordinaria se reunirá cuando lo solicite el obispo
diocesano, el presidente del concilio, el concilio, o la mitad más
uno de las personas cuyos nombres estén en el rol electoral,
las veces que resulte necesario para tratar temas específicos.
83.5 El presidente convocará la asamblea general ordinaria con una
anticipación no menor de treinta días; y la asamblea general
extraordinaria con una anticipación no menor de treinta días, o
en casos de urgencia con menos tiempo, y la agenda de la
asamblea extraordinaria deberá ser incluida con la citación.
83.6 El quórum en la primera convocatoria será la mitad más uno
de los miembros en el rol electoral, y en segunda, el número
de miembros que estén presente, con un mínimo de diez en
el caso de una parroquia y cinco en el caso de una misión.
83.7 El orden que se mantendrá en el desarrollo de una asamblea
general ordinaria será el siguiente:
83.7.1 constatación de quórum,
83.7.2 el informe del trabajo del concilio,
83.7.3 el informe de finanzas (ingresos y gastos),
83.7.4 el informe de la vida, ministerio y misión
83.7.5 la presentación del presupuesto,
83.7.6 la presentación del registro de miembros y el rol electoral,
83.7.7 la presentación del inventario,
83.7.8 la elección del concilio de la comunidad de fe,
83.7.9 la elección de representantes de la comunidad de
fe al sínodo diocesano cada dos años,
83.7.10 la elección de personas para firmar el acta de la asamblea,
83.7.11 orden del día.
83.8 El orden que se mantendrá en el desarrollo de una asamblea
general extraordinaria será:
83.8.1 El tema o los temas específicos por los cuales la
asamblea fuera convocada.
83.8.2 la elección de personas para firmar el acta de la asamblea.
83.9 Serán atribuciones de la asamblea general:
83.9.1 administrar la comunidad de fe
83.9.2 apoyar y cooperar con el ministro a cargo de la comunidad
83.9.3 tratar los asuntos presentados a la asamblea,
83.9.4 hacer elecciones
83.10 serán atribuciones de la asamblea general extraordinaria
83.10.1 tratar los temas para los cuales hubiera sido convocada.

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ART. 84. DE LOS CONCILIOS DE PARROQUIAS Y MISIONES
84.1 El concilio será el órgano encargado de la organización,
administración, finanzas, y mantenimiento de los edificios de la
comunidad de fe, y representará a la asamblea general de la
comunidad de fe entre sus asambleas. Deberá apoyar y
cooperar con su párroco, pastor u otro ministro encargado en su
responsabilidad de presidir y guiar su vida, misión y ministerio.
84.2 El concilio estará integrado por el clero, los ministros laicos
licenciados de la comunidad de fe, y entre tres y siete laicos
elegidos por la asamblea general ordinaria de la comunidad
de fe, y deberá haber por lo menos seis personas en el
Concilio. Los miembros elegidos tendrán un mandato de un
año y pueden ser reelegidos. Su período de oficio empezará
el primer día de marzo después de las elecciones.
84.3 La presidencia del concilio será ejercida automáticamente, ex-
oficio, por el párroco, el pastor, párroco u otro ministro
encargado de la comunidad de fe.
84.4 De entre sus miembros el concilio deberá nombrar
un vicepresidente, tesorero y secretario de actas.
84.5 Las reuniones del concilio serán convocadas por el presidente,
y el quórum será más de la mitad de sus miembros en el rol
electoral. Los acuerdos se tomarán por mayoría simple.
84.6 El concilio deberá reunirse un mínimo de diez veces en el año.

ART. 85. DE LA CATEDRAL Y SU CABILDO


85.1 “La Catedral Anglicana Episcopal del Buen Pastor - Perú” es la
Iglesia Catedral de la Diócesis y sede de su Obispo Diocesano.
85.2 A raíz de su historia en el Perú desde la primera mitad del siglo
19, y por existir desde antes de la fundación de la Diócesis, la
Catedral tiene su propia personería jurídica con el nombre, “La
Catedral Anglicana Episcopal del Buen Pastor - Perú”.
85.3 El concilio de la Catedral será conocido como el “Cabildo
de la Catedral”.
85.4 La Catedral gobernará sus asambleas generales y concilio
por su propio estatuto.
85.5 cualquier enmienda o cambio del estatuto de la catedral,
deberá ser aprobado por la Iglesia Anglicana del Perú.

ART. 86. DE LA REPRESENTACIÓN DE COMUNIDADES DE FE EN EL SÍNODO DE LA


DIÓCESIS O DEL VICARIATO
86.1 Las parroquias y misiones son miembros del sínodo
diocesano o del vicariato, debidamente representadas por
laicos elegidos por un período de tres años.

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86.2 Los laicos elegidos para representar sus congregaciones
deberán ser miembros cuyos nombres figuran en el registro de
miembros y el rol electoral de la comunidad de fe.
86.3 Una parroquia puede enviar un máximo de cuatro
representantes laicos al sínodo; una misión un máximo de
tres; y una misión diocesana un máximo de dos.
86.4 Todos los ministros laicos podrán participar en el sínodo de la
diócesis o del vicariato con voz, pero solamente dos por
comunidad de fe como máximo tendrán derecho de voto.
Cada comunidad de fe deberá decidir cuales de sus ministros
laicos tendrán voz y voto en el sínodo.

ART. 87. DEL ROL ELECTORAL


87.1 Toda comunidad de fe mantendrá un rol electoral de los miembros en
plena comunión, con dieciocho años cumplidos, cuyos nombres estén
inscritos en el registro de miembros de la comunidad de fe.
87.2 Toda persona en el rol electoral de una comunidad de fe tendrá el
derecho de participar en la asamblea general de la comunidad de
fe con voz y voto, y ser elegido a servir en su concilio.
87.3 Si una persona en el rol electoral tiene más de 18 años de
edad, y ha integrada la Comunión Anglicana por más de tres
años, incluso uno de ellos en la Iglesia Anglicana del Perú,
puede representar a la comunidad en el sínodo de la diócesis
o del vicariato, y servir en los órganos de gobierno de la
Iglesia Anglicana del Perú, en conformidad con los Estatutos.
87.4 Será obligación del concilio llevar el rol electoral y revisarlo
anualmente antes de la asamblea general de la comunidad
de fe. Es la responsabilidad del miembro asegurarse que su
nombre esté registrado en dicho rol.
87.5 Si un miembro de una comunidad de fe sale para integrarse a otra
comunidad de fe, el ministro encargado de la comunidad de fe de
donde sale mandará una carta de transferencia al ministro encargado
de la nueva comunidad de fe. Al recibir dicha carta de transferencia,
el ministro de la nueva comunidad de fe inscribirá a la persona en el
registro de miembros. Si la persona es un miembro en plena
comunión y mayor de dieciocho años, lo inscribirá además en el rol
electoral. Luego el encargado de la comunidad de fe que recibe el
nuevo miembro mandará acuso de recibo al ministro encargado de la
comunidad de fe anterior. Al recibir el acuso de recibo, el ministro
hará notación en los registros respectivos que la persona ya no es
miembro de su comunidad de fe.
87.6 La carta de transferencia y el acuso de recibo serán en la
forma aprobada por el Ordinario.

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ART. 88. DE LA REVISIÓN DE MINISTERIOS Y MISIONES
88.1 Habrá una visitación oficial y revisión del ministerio y misión
de parroquias y misiones y de sus ministros por el Obispo
Diocesano y/o su representante anualmente.

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IGLESIAS Y CAPILLAS

ART. 89. DE LAS IGLESIAS, TEMPLOS Y CAPILLAS


89.1 Iglesias, templos y capillas son casas de oración dedicadas al culto de
Dios lugares de culto a Dios, donde la comunidad de fe se reúne para recibir el
ministerio de la palabra y los sacramentos, y ofrecer a Dios su adoración, acción
de gracias y oración.

89.2 Además de iglesias, templos y capillas, las comunidades de fe pueden


reunirse en casas—CASAS-IGLESIAS—según el ejemplo bíblico y en
nuevas áreas de misión.

89.3 La Catedral, como iglesia madre de una diócesis, tiene responsabilidad


especial a testificar el ministerio de la palabra y sacramentos, por su
vida de oración y adoración y el culto público.

89.4 Dado que la Iglesia Anglicana en sus liturgias y oración común celebra
la presencia real de Cristo en Palabra y Sacramento, el interior de sus
iglesias, templos y capillas, su decoración y contenido, debe reflejar
esa realidad, y la dignidad y sencillez del Evangelio, para ayudar a la
comunidad de fe adorar a Dios de todo corazón.

89.5 Es la responsabilidad de los párrocos rectores junto con los Concilios


Parroquiales asegurar que cada iglesia o capilla, sus muebles y enseres,
y sus terrenos, estén limpios y conservados en buen estado, como
testimonio del uso sagrado cultual que tienen y de nuestra buena mayordomía
de los dones de Dios.

89.6 No se puede hacer alteraciones ni modificaciones a la estructura, ni


muebles de iglesias, templos o capillas sin el consentimiento del
Ordinario Obispo Diocesano.

ART. 90. DEL CONTENIDO DE IGLESIAS Y CAPILLAS


90.1 En cada iglesia y capilla habrá al menos:

90.1.1 Un altar, o santa mesa, para la celebración de la Santa


Eucaristía. No deberá usarse para ningún otro propósito.

90.1.2 Un ambón, o atril y/o púlpito, para la proclamación de la


Palabra de Dios, en el cual se tendrá un ejemplar de la Santa
Biblia.

90.1.3 Un baptisterio y/o fuente bautismal, para la administración celebración


del Santo Bautismo.

90.1.4 Una cruz o crucifijo que se colocará cerca de la santa mesa en


un lugar prominente. Opcionalmente se podría colocar una cruz cerca del altar

20180221 REVISIÓN DE CANONES


90.1.5 Un cáliz y una patena o cibórium para la celebración del
Sacramento del Cuerpo y Sangre de Cristo de la Santa Cena, Eucaristía o Comunión

90.1.6 Un ejemplar de la Santa Biblia, el Libro de Oración Común y


otras liturgias autorizadas.

90.2 No se debe llenar las iglesias los templos y capillas de objetos ni muebles
Innecesarios, y que no estén conforme a nuestra tradición.

ART. 91. DE LA RESERVA DEL SACRAMENTO DEL CUERPO Y LA SANGRE DE CRISTO


91.1 El Santísimo Sacramento del Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor
Jesucristo puede reservarse en las iglesias y capillas de las diócesis y
vicariatos. De esta manera la gracia del Sacramento está disponible
para necesidad pastoral, se puede usar para la comunión en ausencia de un presbítero
que consagre y para la comunión de los enfermos y/o moribundos.

91.2 Los Sagrados elementos de la eucaristía (pan y vino) deben ser tratados siempre
con profunda reverencia, y gratitud y devoción amorosa, recordando su naturaleza
santa y a quien nos los dio, teniendo en cuenta lo que son y significa para los cristianos.

91.3 En caso se reserve el sacramento según 9.1, este se guarda en un cofre o


tabernáculo, colocado en un lugar digno y seguro bajo llave. Opcionalmente, cerca al
tabernáculo se puede poner habrá una luz encendida perpetuamente, para recordar
a
todos de la presencia del Sacramento del Cuerpo y Sangre de nuestro
Señor Jesucristo, como signo de la presencia del sacramento.

91.4 El Sacramento no debe ser reservado o guardado en otros lugares sin


el permiso del Obispo Diocesano.

91.5 El cuidado del Santísimo Sacramento es la responsabilidad primaria del


párroco, o de un diácono que él autorice, o de un ministro laico
autorizado por el Obispo Diocesano para hacerlo.

91.4 El cumplimiento de lo descrito en estos artículos, es responsabilidad del rector o


pastor de la comunidad

ART. 92. DE LOS SANTOS OLEOS


92.1 Los santos óleos de crisma, catecúmenos, y enfermos, deberán tenerse
en toda parroquia y guardarse en un lugar seguro y digno.

ART. 93. DE LOS REGISTROS


93.1 En toda iglesia y capilla habrán registros de oficios, bautismos,
matrimonios y confirmaciones, y en cada comunidad de fe
habrá un registro de miembros y un rol electoral, y será
obligación del párroco o ministro a cargo junto con el Concilio
de la comunidad de fe mantenerlos al día.

20180221 REVISIÓN DE CANONES


93.2 Será obligación de los Concilios llevar un inventario de toda la
propiedad de la iglesia, que deberá ser actualizado cada seis
meses, y enviar una copia a la Contabilidad Diocesana dentro
de los primeros quince días del mes de diciembre.
93.3 Será obligación de los Concilios mantener una relación de todas las
reparaciones, ampliaciones, extensiones, alteraciones y
remodelaciones, que se efectúen en los edificios de la iglesia, y se
asegurará de que incluya el informe de arquitectos y constructores.
93.4 Será deber del Obispo Diocesano llevar un registro o registros
de todos los actos episcopales, incluyendo:
93.4.1 Registro de Confirmaciones
93.4.2 Registro de Ordenaciones
93.4.3 Registro del Clero
93.4.4 Registro de Ministros Laicos
93.4.5 Registro de Congregaciones
93.4.6 Reglamentos Episcopales
93.4.7 Eventos Diocesanos importantes

ART. 94. DE LA ADQUISICIÓN DE TERRENOS Y PROPIEDADES


94.1 Toda adquisición de terrenos y/o propiedades debe tener el
permiso previo de las autoridades de la diócesis o vicariato.

ART. 95. DE OBRAS DE CONSTRUCCIÓN


95.1 Cada obra de construcción debe tener el permiso de las
autoridades de la diócesis o vicariato antes de iniciarse.

ART. 96. DE LA BÚSQUEDA DE FONDOS


96.1 Todo búsqueda de fondos, tanto adentro del país como en la
afuera, para la misión y/o ministerio y/o proyectos y/o personal,
debe contar con el conocimiento y aprobación previa de las
autoridades de la diócesis o vicariato.
REGIONES PASTORALES

ART. 97. DE LA REGION PASTORAL


97.1 La Región Pastoral es una zona eclesiástica dentro del territorio
geográfico y jurisdicción de una DIÓCESIS de la IGLESIA ANGLICANA DEL
PERÚ, autorizado por el COLEGIO PASTORAL y validada por el Sínodo
Diocesano.
97.2 La Región Pastoral está constituida por las comunidades de fe—es
decir, las parroquia y misiones de su territorio

Las Regiones Pastorales tendrán su Pre Sínodo como preparación al


97.3Sínodo Diocesano manteniendo los temas principales de aquel.

20180221 REVISIÓN DE CANONES


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ART. 98. DEL VICARIO


98.1 El VICARIO —sea obispo o presbitero—es el ministro
responsable por la dirección diaria y administración de la Región
Pastoral, su misión y ministerio.
98.2 El VICARIO está bajo la autoridad del OBISPO DIOCESANO, y lo
representa en el VICARIATO en su ausencia.
98.3 El VICARIO es elegido por los miembros de la Región Pastoral y ratificado
en el siguiente Sínodo Diocesano presidido por el Obispo Diocesano y
puede ser removido por él en cualquier momento. En caso de
impedimento o ausencia lo reemplaza la persona que el OBISPO
DIOCESANO designe.
98.4 El VICARIO es el vicepresidente y preside tanto el Pre SÍNODO DE la Región
Pastoral como la reuniones mensuales

98.5 El VICARIO es miembro ex officio del SÍNODO DIOCESANO.

ART. 99. DEL PRE SINODO EN LAS REGIONES PASTORALES


99.1 El PRE SINODO es una reunión con carácter pastoral y obligatorio de
representación, dirección y orientación que la región pastoral asume
como compromisos para una mejor participación coordinada en el
SÍNODO DIOCESANO.
99.2 Está constituido por tres cámaras, compuestas de los obispos,
clérigos, y laicos representantes, de las COMUNIDADES DE FE.
99.3 Los obispos forman la CÁMARA DE OBISPOS; los presbíteros o sacerdotes y
diáconos forman la CÁMARA DE CLÉRIGOS; y los laicos la CÁMARA DE LAICOS.

99.4 El SÍNODO DEL VICARIATO se reúne como ASAMBLEA ORDINARIA cada año, y
como ASAMBLEA EXTRAORDINARIA las veces que se requiera, según canon.
99.5 El OBISPO DIOCESANO es el presidente del SÍNODO DEL VICARIATO y
preside sus asambleas.
99.5.1 El VICARIO EPISCOPAL es el vicepresidente del SÍNODO DEL
VICARIATO y preside en ausencia del presidente.

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99.6 El SÍNODO DEL VICARIATO elige en su asamblea ordinaria:
99.6.1 los miembros del CONSEJO DIRECTIVO DEL VICARIATO;
99.6.2 los representantes clérigos y laicos al SÍNODO NACIONAL;
99.6.3 los miembros de otros comités y comisiones.
99.7 Para sesionar, las asambleas del sínodo requieren la
presencia de miembros de cada cámara.
99.8 Las asambleas del sínodo pueden votar en plenario o en sus
cámaras por separado.
99.9 Los acuerdos votados en plenario se adoptan si una mayoría
simple está a favor de la propuesta.
99.10 Los acuerdos votados en cámaras por separado se adoptan si
todos las cámaras—de obispo, de clérigos y de laicos— están
a favor de la propuesta.
99.11 En asuntos de fe, orden, disciplina, culto o moral (la cámara
de obispos decide cuando un tema constituya uno de fe,
orden, disciplina, culto o moral), la asamblea siempre vota
en sus cámaras por separado.
99.11.1 En votación en cámaras por separado, en la cámara de
obispos el voto del OBISPO DIOCESANO siempre prevalece.

ART. 100. DEL CONSEJO DIRECTIVO DEL VICARIATO


100.1 El CONSEJO DIRECTIVO DEL VICARIATO es el órgano ejecutivo del SÍNODO
DEL VICARIATO.
100.2 Como tal, está encargado de la dirección,
organización y administración del VICARIATO.
100.3 Tiene la autoridad para establecer el programa y
presupuesto del VICARIATO, y la potestad de elaborar
reglamentos en asuntos de la administración y finanzas.

100.4 El CONSEJO DIRECTIVO DEL VICARIATO está integrado por los obispos
y los clérigos y laicos elegidos por el SÍNODO DEL VICARIATO.
100.5 Los oficiales del CONSEJO DIRECTIVO DEL VICARIATO son el presidente y
vicepresidente, el tesorero, el secretario de actas, y los vocales.
100.6 El tiempo de su ejercicio es de tres años.
100.7 El OBISPO DIOCESANO preside las reuniones del CONSEJO DIRECTIVO DEL
VICARIATO, y en su ausencia, el VICARIO EPISCOPAL.

ART. 101. DE LOS ESTATUTOS Y CÁNONES DEL VICARIATO


101.1 La IGLESIA ANGLICANA DEL PERÚ, sus DIÓCESIS y VICARIATOS, se
rigen por sus ESTATUTOS, CÁNONES y REGLAMENTOS.
101.2 Los CÁNONES y REGLAMENTOS de una DIÓCESIS no pueden estar en
desacuerdo con los ESTATUTOS y CÁNONES de la IGLESIA ANGLICANA DEL
PERÚ. Donde los CÁNONES y/o REGLAMENTOS de una DIÓCESIS difieran de

20180221 REVISIÓN DE CANONES


los ESTATUTOS, CÁNONES o REGLAMENTOS de la IGLESIA ANGLICANA DEL PERÚ,
los de la IGLESIA NACIONAL prevalecen.

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DIÓCESIS

ART. 102. DE LA DIÓCESIS


102.1 La DIÓCESIS es una iglesia local dentro de un territorio geográfico, una
jurisdicción eclesiástica compuesta de COMUNIDADES DE FE del pueblo de
Dios, bajo el cuidado pastoral y autoridad espiritual de su obispo.
102.2 Las COMUNIDADES DE FE son agentes fundamentales de la vida,
ministerio y misión de la Iglesia, y por ende la DIÓCESIS.
102.3 El OBISPO DIOCESANO es el pastor principal y padre espiritual de
la DIÓCESIS y, como autoridad eclesiástica, la DIÓCESIS está bajo su
guía episcopal.
102.4 Ejerce su ministerio pastoral y misionero con la ayuda de obispos
sufragáneos, presbíteros o sacerdotes, diáconos, y ministros laicos.
102.5 Preside el SÍNODO DIOCESANO y el CONSEJO DIRECTIVO DIOCESANO.
102.6 La DIÓCESIS tiene personería jurídica.

ART. 103. DEL SÍNODO DIOCESANO


103.1 La DIÓCESIS tiene un SÍNODO DIOCESANO que es el órgano legislativo
supremo de representación, dirección y decisiones generales de la
DIÓCESIS.
103.2 El SÍNODO DIOCESANO está constituido por tres cámaras, compuestas
de los obispos, los clérigos (presbíteros y diáconos), y los laicos
representantes de las COMUNIDADES DE FE de la DIÓCESIS.
103.3 Los obispos forman la CÁMARA DE OBISPOS; los presbíteros y diáconos la
CÁMARA DE CLÉRIGOS; y los laicos la CÁMARA DE LAICOS.
103.4 El OBISPO DIOCESANO preside el SÍNODO DIOCESANO.
103.5 El SÍNODO DIOCESANO se reúne como asamblea ordinaria en un
período de uno a tres años, y como asamblea extraordinaria las
veces que se requiera, según canon.
103.6 Tiene la autoridad de establecer y enmendar el ESTATUTO y CÁNONES de
la DIÓCESIS.
103.7 El OBISPO DIOCESANO es el presidente del SÍNODO DIOCESANO y
preside sus asambleas.
103.7.1 El vicepresidente preside en ausencia del presidente
103.8 El SÍNODO DIOCESANO elige en su asamblea ordinaria:
103.8.1.1 el vicepresidente del sínodo, que es además el
vicepresidente del CONSEJO EJECUTIVO DIOCESANO;
103.8.1.2 los miembros del CONSEJO DIRECTIVO DIOCESANO;
103.8.1.3 los representantes clérigos y laicos al SÍNODO
PROVINCIAL;
103.8.1.4 los representantes clérigos y laicos al SÍNODO
NACIONAL;
103.8.1.5 los miembros de otros comités y comisiones.

20180221 REVISIÓN DE CANONES


103.9 Para sesionar, las asambleas del sínodo requieren la presencia
de miembros de cada cámara.
103.10 Las asambleas del sínodo pueden votar en plenario o
en sus cámaras por separado.
103.11 Los acuerdos votados en cámaras por separado se adoptan si
todas las cámaras—la cámara de obispo, la cámara de clérigos
y la cámara de laicos— están a favor de la propuesta.
103.12 Para establecer y/o enmendar el ESTATUTO y/o los CÁNONES,
y en asuntos de fe, orden, disciplina, culto o moral (la
cámara de obispos decidirá cuándo un tema constituye un
asunto de fe, orden, disciplina, culto o moral), la asamblea
siempre vota en sus cámaras por separado.
103.12.1.1 En tales casos los acuerdos se adoptan
con el voto de por lo menos dos tercios de
los miembros concurrentes de cada
cámara, y de unanimidad de cámaras.
103.12.1.2 En votación en cámaras por separado, en
la cámara de obispos el voto del OBISPO
DIOCESANO siempre prevalecerá.

ART. 104. DEL CONSEJO DIRECTIVO DIOCESANO


104.1 El CONSEJO DIRECTIVO DIOCESANO es el órgano ejecutivo del SÍNODO
DIOCESANO.
104.2 Como tal, está encargado de la dirección,
organización y administración de la DIÓCESIS;
104.2.1 Tiene la autoridad para establecer el programa y
presupuesto de la DIÓCESIS, y la potestad de elaborar
reglamentos en asuntos de la administración y finanzas.
104.3 El CONSEJO DIRECTIVO está integrado por los obispos y los
representantes, clérigos y laicos, elegidos por el SÍNODO DIOCESANO.
104.4 Los oficiales del CONSEJO DIRECTIVO son el presidente y vicepresidente,
el tesorero, el secretario de actas, y los vocales, según canon.
104.5 El OBISPO DIOCESANO preside las reuniones del CONSEJO EJECUTIVO, y en
su ausencia, el vicepresidente.

ART. 105. DE LOS ESTATUTOS Y CÁNONES DE LA DIÓCESIS


105.1 La DIÓCESIS se rige por su ESTATUTO Y CÁNONES.
105.2 El ESTATUTO y CÁNONES de la DIÓCESIS deben estar registrados con la
PROVINCIA ANGLICANA DE SUDAMÉRICA y la IGLESIA NACIONAL.
105.3 El ESTATUTO y CÁNONES de la DIÓCESIS no pueden estar en desacuerdo
con el ESTATUTO y CÁNONES de la PROVINCIA. Donde el ESTATUTO y
CÁNONES de la DIÓCESIS difieran del ESTATUTO y CÁNONES de la PROVINCIA,
prevalecen los de la PROVINCIA.

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105.4 El ESTATUTO y CÁNONES de la DIÓCESIS no pueden estar en desacuerdo
con el ESTATUTO y CÁNONES de la IGLESIA NACIONAL. Donde el ESTATUTO y
CÁNONES de la DIÓCESIS difieran de el ESTATUTO y CÁNONES de la IGLESIA
NACIONAL, prevalecen los de la IGLESIA NACIONAL.

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