You are on page 1of 2

Tratamiento quirúrgico

La cirugía ortopédica es uno de los tratamientos más importantes de los


problemas musculoesqueleticos que se presentan con la parálisis cerebral. Se
utiliza para corregir tanto las deformidades fijas como las funcionales y ayuda
particularmente al niño con parálisis cerebral espástica, que presenta posiciones
fijas y anormales. Los procedimientos quirúrgicos que se utilizan para corregir las
deformidades más comunes son: alargamiento de tendones, especialmente el
tendón de Aquiles; miotomía de los músculos aductores y neurotomía del
obturador anterior para corregir la dislocación de cadera; alargamiento del
cuádriceps en las deformidades en flexión; y transplante del musculo cubital
anterior para liberar los músculos flexores espásticos de la muñeca.

Después de la cirugía ortopédica se utilizan moldes de yeso sobre todo para


mantener la posición. Los cuidados de enfermería son similares a los de cualquier
paciente enyesado o inmóvil. Dado que la mayoría de los yesos se llevan un
mínimo de seis a ocho semanas, muchos niños se dan de alta con los mismos. En
la preparación para el alta se enseñara a los padres como cuidar al niño enyesado
y los signos de infección y de dificultad circulatoria que pueden presentarse por
constricción del yeso.

El Dr. Irving Cooprt, en 1973 introdujo una técnica quirúrgica para reducir la
espasticidad. Se implantan electrodos en la zona afecta del cerebro y se coloca en
el tórax un marcapaso cerebral. El marcapasos, que funciona con una batería,
envía señales a los electrodos que estimulan el cerebro y relajan los músculos.
Con esta técnica, la espasticidad parece reducirse, aunque su reciente utilización
no ha permitido todavía recoger datos convincentes que apoyen si uso extensivo.

Fisioterapia

La fisioterapia es una parte muy importante del programa de cuidados para los
niños con parálisis cerebral. Sus finalidades son: enseñar al niño a relajarse y
adquirir control muscular, facilitar la locomoción, aumentar la alineación postural y
esquelética y prevenir deformaciones por contracturas. Un método de fisioterapia
que intenta aliviar la disfunción motora de grupos específicos es el que utiliza
ejercicios terapéuticos tradicionales que consisten en movimientos de
alargamiento, movimientos activos, pasivos y movimientos con resistencia.

Los métodos no tradicionales utilizados recientemente por los fisioterapeutas lo


describen Bobath y cols. Estos métodos, llamados técnicas “sensitivomotoras” o
“terapéuticas reflejas” se dirigen a inhibir el mismo mecanismo neurológico de la
disfunción motora. Para corregir aberraciones de tono y posición, y para lograr
ciertos movimientos, se utiliza la manipulación postural y la modificación de las
entradas sensoriales. Los que hacen estos métodos es dar importancia a la
modificación del rendimiento sensorial o reforzarlo en lugar de concentrarse en los
grupos de musculos o articulaciones específicos alterados, como ocurre con los
métodos tradicionales.

Tratamiento de los transtornos de la visión, audición y del habla

A causa de la gran incidencia de estrabismo y defectos del campo visual en niños


con espasticidad y atetosis, la exploración de la vista y las revisiones periódicas de
la misma son parte muy importante del tratamiento de estos casos.

La exploración audiométrica es también necesaria sobre todo en el niño con


atetosis. Algunas veces lo que se cree que es un retraso mental es,
primariamente, una incapacidad para comunicarse debida a defectos de la
audición.

Para desarrollar la capacidad de comunicación son necesarios unos patrones de


lenguaje adecuados. Ciertos movimientos aprendidos y orientados hacia algún fin
como la deglución, movimientos de los labios y la masticación, permitirán que le
niño con atetosis se pueda comunicar de una forma inteligible.

Tratamiento medicamentoso

Aunque en épocas anteriores se había prestado mucha atención a los


medicamentos, actualmente estos tienen muy pocos partidarios para el control de
los movimientos espásticos y atetoides. El efecto de la medicación sobre la
función musculoesqueletica, en conjunto, es negligible. Para el control de las
convulsiones se utiliza el fenobarbital y la difenilhidantoina ( Dilantín).

Como que hay muchas modalidades de tratamiento y unas se complementan con


las otras, estas se planifican para cada individuo. Aunque ninguna de ellas
consigue la erradicación de la condición, con un diagnóstico temprano, una
evaluación y tratamiento llevados a cabo por un equipo multidisciplinario, puede
elaborarse un programa de rehabilitación que consiga crear el potencial necesario
para un desarrollo óptimo.

You might also like