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SALA PLENA
Magistrado Relator: Efren Choque Capuma
Acción de inconstitucionalidad abstracta
Expediente: 03935-2013-08-AIA
Departamento: Chuquisaca
En la acción de inconstitucionalidad abstracta interpuesta por Juan Luis Gantier Zelada, Diputado
de la Asamblea Legislativa Plurinacional, demandando la inconstitucionalidad de los arts. 1, 2, 3 y 4
de la Ley 4026 de 15 de abril de 2009, por ser presuntamente contrarios a los arts. 8.II, 9 núm. 1, 2
y 4; 13.IV, 14, 56, 57, 123; 180.III, 186, 256 y 410.II de la Constitución Política del Estado (CPE);
1.1, 2,
Según los artículos mencionados se garantiza la propiedad privada, además de manifestar que
la propiedad inmueble urbana no está sujeta a reversión; sin embargo la Ley 4026, va contra lo
establecido en la Constitución; además, el artículo 17 de la Ley 3545 de 28 de noviembre de
2006, determina su aplicación sólo en el agro, concordante con el Decreto Ley (DL) 7189 de 26
de mayo de 1965, al disponer que los tribunales ordinarios no tienen jurisdicción ni
competencia en el orden agrario.
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La Ley 4026, borró todo lo pronunciado por la anterior “Corte Suprema de Justicia”, como ser el
“Auto Supremo 34” que revierte títulos ejecutoriales, indicando que esas tierras se encontraban
dentro del radio urbano de Sucre, y que el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), no
puede revertir tierras dentro del radio urbano, conforme establece el art. 57 de la CPE.
Las dos primeras resoluciones supremas de la Ley 4026, fueron dejadas sin efecto por
Resolución Suprema (RS) 188111 de 20 de julio de 1978, al determinar: “…quedan sin
efectos y sin valor legal algunos títulos ejecutoriales de conformidad a lo previsto por el D.S.
N° 3819 de 27 de agosto de 1954 elevado a rango de ley el 20 de octubre de 1956…” (sic).
El Auto Supremo 34 de 16 de diciembre de 1985, dejó sin efecto alguno la RS 197856 de 3
de marzo de 1983, que también pretender validar.
El segundo artículo de la Ley 4026, al derogar todas las disposiciones contrarias a dicha
disposición, “…también se estaría derogando la propia CPE…” (sic), que es clara al determinar que
la propiedad inmueble urbana no puede ser revertida, además, debe tomarse en cuenta que la
propia Ley manifiesta que rige para el agro y en ese entendido no puede tener injerencia en tierras
de carácter urbano y sobre resoluciones que fueron dejadas sin efecto legal por autoridades
competentes.
Con esta ley, se pretende incluir su aplicación en la jurisdicción ordinaria, no obstante que la
misma disposición legal determina que está regida para el agro; al respecto es la propia Ley del
Servicio Nacional de Reforma Agraria, que “…se ocupa del tema agrario como también
determina en el decreto supremo 7189 de 24 de mayo de 1963, (…) que la jurisdicción agraria
no tiene porqué tratarse dentro de la jurisdicción ordinaria, cual es la situación de la presente
ley que está queriendo mezclar dos jurisdicciones distintas” (sic).
Indica que vulnera el derecho a la propiedad privada previsto en los arts. 56 y 57 de la CPE, donde
se consigna que la propiedad inmueble urbana no está sujeta a reversión; asimismo al anular
Resoluciones Supremas, el Auto Supremo 34 y ordenanzas municipales con rango de ley está
prohibiendo dicho derecho, ocasionando inestabilidad en la ley y con la propia Constitución Política
del Estado; en consecuencia, al querer aplicar una ley del agro dentro del radio urbano, se vulneran
los artículos indicados en todos sus párrafos, art. 8.II, 9.4 y 180.III de la CPE, previniendo el último
como fines y funciones esenciales del Estado el de garantizar el cumplimiento de los principios,
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valores y derechos consagrados en la Constitución y las ordenanzas municipales dictadas desde
1954 en adelante, además de los tratados internacionales.
La propiedad privada no puede quedar sujeta a la Ley 4026, porque está tomando atribuciones
y dando las mismas, a una Institución que no tiene injerencia en la propiedad privada dentro del
radio urbano, además crea un conflicto de aplicación, porque la jurisdicción agroambiental es
diferente de la ordinaria, la primera ocupada del agro mediante la Ley del Servicio Nacional de
Reforma Agraria, y la segunda de lo que existe dentro del radio urbano; por otro lado, se
ordena se “realice” usucapión, que no es aplicable en el agro.
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inconstitucionales, es obligatorio aclarar que la misma no vulnera las Resoluciones dictadas y la
finalidad de la Ley 4026, es aplicar a
hechos acontecidos en tiempos pasados, a través de los cuales se dotó a los campesinos de
tierras, otorgando a las Resoluciones Supremas cuestionadas la calidad de leyes; es decir,
jerarquizando las mismas; porque las Resoluciones Supremas contenidas en la Ley 4026,
fueron decisiones en trámites agrarios, teniendo la calidad de cosa juzgada y se hallan
protegidas por el artículo primero la Ley 4026; f) Respecto a la nulidad de los títulos
ejecutoriales por encontrarse dentro del radio urbano, alegado y defendido por el accionante,
cabe aclarar que el Decreto Supremo (DS) 7189 de 24 de mayo de 1963, fue posterior y no
refiere a lo justificado por el accionante; g) Con referencia a la irretroactividad, la norma
cuestionada no deja sin efecto ninguna ley, sino que aplica a hechos acontecidos en tiempo
pasado, otorgando mayor jerarquía a las Resoluciones Supremas que resolvieron derechos,
confundiendo el accionante los efectos de la retroactividad con los de la derogatoria, esta última
deja sin efecto disposiciones contrarias, en este caso contrarias al contenido de las
Resoluciones Supremas que ahora tienen rango de ley; h) En cuanto a la usucapión masiva de
todos los terrenos que tenían títulos ejecutoriales, tiene su precedente en la Ley 2372 de
regularización de derecho propietario urbano y “…debe ser aplicada en forma complementaria
con la Ley de 28 de mayo de 2004, que en su artículo único dispone: 'Compleméntese la Ley
2372, de Regularización del Derecho Propietario Urbano, incorporando a toda la zona de
Tucsupaya de la ciudad de Sucre y reconociendo los Títulos Ejecutoriales de la Reforma
Agraria del año 1972” (sic), retroactivamente que no es el caso porque las Resoluciones
Supremas estaban vigentes en el momento de la promulgación de la Ley 4026, y lo que se hizo
fue otorgarles rango de ley; e, i) Los argumentos desarrollados por el accionante son válidos
para efectuar un control de legalidad, no correspondiendo al control de constitucionalidad,
porque no se advierte el cumplimiento de lo establecido por el art. 24.4 del CPCo, y los
fundamentos legales esgrimidos son insuficientes para alegar la inconstitucionalidad,
correspondiendo declarar la improcedencia de la acción por omisión y falta de objeto procesal.
II. CONCLUSIONES
“Artículo 1.- Elevase a rango de Ley de la República las Resoluciones Supremas 105287 de 13
de julio de 1961, 163250 de 7 de julio de 1972; y N° 197856 de 3 de marzo de 1983, por
constituirse en definitiva e irrevisable la tramitación agraria.
Artículo 2.- Quedan derogadas todas las disposiciones contrarias a la presente Ley, siendo esta
Ley la que rija y determine las acciones en favor del agro.
Artículo 3.- De acuerdo a la Ley N° 2372, se declara usucapión masiva a todos los
propietarios de terrenos enmarcados en los títulos ejecutoriales a que se refiere el artículo 1
de esta Ley.
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Artículo 4.- La oficina de Registro de Derechos Reales de Chuquisaca, dará prioridad en sus
registros y sin costo alguno la inscripción correspondiente a los beneficiados con esta Ley, sin
necesidad de orden judicial”.
II.2. Los preceptos constitucionales cuya vulneración se alega son los contenidos en los
arts. 8.II, 9 núm. 1, 2 y 4; 13.IV, 14, 56, 57, 123; 180.III, 186, 256 y 410.II de la Constitución
Política del Estado (CPE); 1.1, 2, 13.IV, 21.I y II de la CADH; y 17 de la DUDH, que en su
orden establecen:
“Artículo 8.
II. El Estado se sustenta en los valores de unidad, igualdad, inclusión, dignidad libertad,
solidaridad, reciprocidad, respeto, complementariedad, armonía, transparencia, equilibrio,
igualdad de oportunidades, equidad social y de género en la participación, bienestar común,
responsabilidad, justicia social, distribución y redistribución de los productos y bienes sociales,
para vivir bien.
Artículo 9.
Artículo 13.
Artículo 14.
Todo ser humano tiene personalidad y capacidad jurídica con arreglo a las leyes y goza
de los derechos reconocidos por esta Constitución, sin distinción alguna.
Artículo 56.
I. Toda persona tiene derecho a la propiedad privada individual o colectiva, siempre que
ésta cumpla una función social.
II. Se garantiza la propiedad privada siempre que el uso que se haga de ella no sea
perjudicial al interés colectivo.
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III. Se garantiza el derecho a la sucesión hereditaria
Artículo 180.
Artículo 410.
I. Todas las personas, naturales y jurídicas, así como los órganos públicos, funciones
públicas e instituciones, se encuentran sometidos a la presente Constitución.
3. Las leyes nacionales, los estatutos autonómicos, las cartas orgánicas y el resto de
legislación departamental, municipal e indígena.
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Corresponde determinar si los extremos alegados como fundamentos de la pretendida
inconstitucionalidad que le encomienda al Tribunal Constitucional Plurinacional el art. 202.1
de la CPE.
III.1. Naturaleza jurídica y finalidad del control de constitucionalidad
El art. 179.III de la CPE, establece que: “La justicia Constitucional se ejerce por el Tribunal
Constitucional Plurinacional”; por su parte, el art. 196.I de la Norma Fundamental prevé que:
“El Tribunal Constitucional Plurinacional vela por la supremacía de la Constitución, ejerce el
control de constitucionalidad y precautela el respeto y la vigencia de los derechos y las
garantías constitucionales”.
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normativo de constitucionalidad por la vía del recurso de inconstitucionalidad (AACC 342/2004,
307/2004, 306/2004 y 305/2004, entre otros)”.
Otro de sus elementos que identifica es la abstracción de la norma definida como: “La acción
de inconstitucionalidad abstracta, es una acción constitucional de control correctivo o a
posteriori, de las disposiciones legales vigentes, acción a través de la cual el Tribunal
Constitucional Plurinacional, verifica la compatibilidad o incompatibilidad de las disposiciones
legales promulgadas, con los principios, valores, derechos fundamentales y normas orgánicas
de la Constitución Política del Estado Plurinacional, con el objetivo de depurarla del
ordenamiento jurídico, en caso de comprobarse su incompatibilidad. A su vez, se constituye
en una acción directa, porque a través de ella la autoridad legitimada efectúa la impugnación
sin que la supuesta incompatibilidad esté vinculada a la solución de un caso concreto” (SCP
0532/2012 de 9 de julio) (resaltado agregado).
3° Debe ser planteada como una acción no vinculada a un caso concreto; es decir sin
injerencia alguna de intereses subjetivos;
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permita a este Tribunal efectuar el control de constitucionalidad verificando la compatibilidad o
incompatibilidad de la norma con los preceptos alegados de inconstitucionales.
Hasta aquí, analizados los contenidos y alcances de las Resoluciones Supremas, inmersas en
el contenido de la Ley, se evidencia que las mismas resolvieron el trámite agrario sobre
afectación del fundo Tucsupaya que por Decreto Ley (DL) 3464, elevado a rango de ley, por Ley
de 29 de octubre de 1956, fue afectada, así el art. 1 declara: “El suelo, el subsuelo y las aguas
del territorio de la República pertenecen por derecho originario a la Nación Boliviana”.
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A su vez los arts. 12 del señalado DL determina: “El Estado no reconoce el latifundio que es
la propiedad rural de gran extensión (…) quedando el mismo extinguido en toda su extensión;
por su parte el art. 30 explicita queda extinguido el latifundio…” (sic); y el art. 34 que: “La
propiedad territorial definida como latifundio conforme al artículo 12 queda afectada en toda
su extensión”.
Asimismo, respecto a las dotaciones de tierras efectuadas por el Servicio Nacional de Reforma
Agraria el DS 7260 de 2 de agosto de 1965, en su artículo primero señala: “Las dotaciones de
tierras efectuadas por el Servicio Nacional de Reforma Agraria constituyen para los campesinos
beneficiarios o adjudicatarios derecho absoluto de propiedad, debiendo ser inscritos
definitivamente en el Registro de Derechos Reales, títulos ejecutoriales”.
El art. 2 complementa explicando: “En todos los trámites ordinarios y extraordinarios ante
cualquiera organismo judicial o administrativo, los títulos ejecutoriales de reforma agraria
expedidos por la Presidencia de la República y las Resoluciones Supremas con que concluyen
los procedimientos agrarios, constituyen pruebas plenas que no admiten otras en contrario”.
Hasta este punto precisadas las disposiciones legales cabe incidir que a través de la RS
105287, se calificó a la heredad Tucsupaya dentro del trámite agrario como afectable en su
integridad, siendo dotados los campesinos además de otras distribuciones para distintas
áreas.
Cursa en el expediente testimonio remitido ante este Tribunal por el INRA del departamento de
Chuquisaca, dentro del proceso de afectación del fundo rústico denominado Tucsupaya Alta
seguido por Manuel Bejarano, contra Telmo Dávalos se evidencia:
La Sentencia del Juez Agrario hace referencia al reclamo del propietario sobre la
inafectabilidad del predio, apoyada en que la Municipalidad de Sucre, el 8 de mayo de 1994,
amplió el radio urbano incluyendo el fundo “Tucsupaya Alta”, motivo por el cual debe regirse
por el Decreto Supremo (DS) de 27 de agosto de 1954; sin embargo, el Auto de Vista del
Consejo Nacional de Reforma Agraria de 6 de noviembre de 1957, señala que: “La Ordenanza
Municipal por la que se amplía el radio urbano de la ciudad de Sucre fue posterior al DL
03464, habiéndose dictado jurisprudencia por el Consejo Nacional de Reforma Agraria en
sentido de no declarar válidas las referidas ordenanzas posteriores al ya citado Decreto”.
Por imperio del art. 164 del DL 3464, el Presidente del Estado tiene la facultad de fiscalizar la
aplicación de las disposiciones agrarias; en cuyo mérito, revoca el Auto de Vista y califica a
Tucsupaya afectable en su integridad y conforme al detalle que sigue; para cuarenta y seis
campesinos asentados en el lugar y que hacen un total 414 ha y otras asignaciones para
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distintas áreas. Esta resolución se halla firmada por el Presidente, en ese entonces de la
República, Víctor Paz Estenssoro el 18 de julio de 1968.
Queda establecido que se dictó la Ordenanza Municipal de 8 de marzo de 1956, aprobada por
Ley del senado en 25 de enero de 1957, ampliando el radio urbano de Sucre, mancha urbana
que se extendió y abarcó el fundo Tucsupaya, el que a esa fecha ya se hallaba revertido en
favor del Estado y por ende inmerso en la jurisdicción agraria.
Queda también determinado que la RS 105287, otorgó a cada campesino 900 m2 dentro del
radio urbano del ex fundo Tucsupaya que devino en tal calidad, en virtud de la Ordenanza
Municipal aludida y para efectivizar y materializar lo determinado se facultó a la Alcaldía
Municipal realizar el trámite en sujeción al DL 3819, elevado a rango de ley en 29 de octubre
de 1956.
A su vez el art. 7 dice: “Los campesinos que ocupaban con dos años de anterioridad al
presente Decreto Ley, Sayañas, pegujales o arriendos podrán conservar previo pago del
valor del terreno hasta 900 m2 como dotación de vivienda y tendrían derecho a una
indemnización equivalente al perjuicio que sufran por la pérdida de sus cultivos e
instalaciones…”.
El art. 10 especifica que: “Las propiedades cuya extensión esté parte en el radio urbano y parte
en el suburbano, se afectan de acuerdo al presente Decreto Ley, parte urbana y de acuerdo a
los Decretos Ley N° 03464 y 03471”, la parte sub urbana, decreto último que fue derogado por
la Ley del Servicio Nacional de Reforma Agraria de 18 de octubre de 1996.
De esta relación normativa necesaria para determinar la vinculación directa a casos concretos,
se desprende irrefutablemente que las Resoluciones Supremas elevadas a rango de ley por la
Ley 4026, demandada de inconstitucional, lo que hizo fue otorgar y definir derechos
propietarios a favor de personas que fueron dotadas con tierras, aseveración que al margen de
establecerse por la cita de disposiciones legales es extractar de las expresiones del accionante
al momento de invocar como vulnerada la igualdad indicando que dicho derecho fue
menoscabado porque la Ley cuestionada favoreció a un grupo de personas en desmedro de
otras, refiriéndose, naturalmente, a los campesinos dotados de tierras.
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De toda esta relación se concluye que la Ley demandada de inconstitucional no reúne las
características de generalidad y abstracción que permita a este Tribunal ingresar a su
consideración, porque de ser así, se desconocería la naturaleza y alcances de este Instituto
creado para sanear el ordenamiento jurídico a través de la verificación de la compatibilidad de
disposiciones legales con el texto constitucional en abstracto; es decir, sin vinculación a
intereses particulares; situación que al no concurrir en este caso inviabiliza su consideración.
Finalmente, el art. 78 del CPCo, señala que la sentencia podrá declarar la constitucionalidad o
inconstitucionalidad de la norma impugnada, no haciendo referencia a aquellos casos en los
cuales habiendo superado la etapa de admisión se denoten aspectos por los cuales el Tribunal
Constitucional Plurinacional, no pueda ingresar al análisis del fondo, como ocurre en el
presente caso, en el cual, conforme se analizó la Ley demandada de inconstitucional no reúne
las condiciones de abstracción y generalidad que permitan su análisis; en tal sentido
corresponde se declare la acción improcedente, sin ingresar al fondo.
POR TANTO
No intervienen las Magistradas Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños, por ser de voto
disidente.
PRESIDENTE
MAGISTRADA
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