Al hablar acerca del reduccionismo nos estamos refiriendo a un enfoque que se ha
utilizado a través de mucho tiempo (con Rene Descartes como mayor exponente) y con el cual se han obtenido muchos logros gracias a su manera de ver las cosas. Cuando hacemos uso del reduccionismo para la resolución de un problema o el análisis de un objeto, tenemos que tomar en cuenta su metodología, que, en pocas palabras, consiste en tratar de dividir tanto como sea posible el objeto en cuestión de manera que podamos analizar cada uno de los componentes que se encuentren involucrados con el objeto. A primera instancia parece que esta metodología es la mejor para entender el funcionamiento o resolver un problema de manera fácil y sin complicaciones, ya que, al dividir un gran problema en problemas más pequeños, se puede hacer la resolución de estos pequeños “sub-problemas”, de una manera más fácil pues se tiene un apropiamiento mayor de dicha área que la que tendríamos con el problema total. Pero no todo pueden ser cosas buenas, ya que uno de los principales problemas del reduccionismo consiste en que algunos objetos de estudio, tienden a cambiar sus propiedades y manera de actuar cuando están separadas de su ambiente natural o relacionado a otras cosas, que cuando está completamente aislada, y aquí es donde entra en juego la contraparte del reduccionismo, denominada Enfoque Sistemático o también Totalitarismo (con Ludwig Von Bertalanffy como mayor exponente). El totalitarismo plantea precisamente el problema del reduccionismo, donde debemos tener en cuenta que los objetos de estudio pueden tener relación con el entorno que los rodea por lo que puede tomar ciertas características y atributos que no tendría en caso de estar separado de este, por lo que se plantea en el totalitarismo es que debemos analizar tomando en cuenta todo aquello que pueda llegar a afectar nuestro objeto en cuestión. Ahora, si nos preguntamos cuál de los 2 enfoques es más importante, obtenemos que ninguno de los dos es más importante que el otro, ya que ambos a lo largo de la historia han hecho aportes en distintas áreas, y los resultados que se obtienen al resolver problemas con cada uno de ellos depende en gran medida de lo que se necesita obtener, es decir, si nuestro objeto de estudio no se ve afectado o no importa mucho como se relaciona con su entorno, el enfoque reduccionista nos ayudara más, pero por el contrario si necesitamos tener en cuenta todos los factores, el enfoque sistematico es más útil. En conclusión, ambos enfoques se pueden denominar un complemento del otro, ya que cada uno posee de lo que su contraparte carece, por lo que al usar ambos enfoques podemos llegar a obtener un análisis mucho más completo en nuestro estudio y ser mas exactos.
Técnicas de cuestionamiento sistémico para tener más éxito en el trabajo Cómo aprender el arte de hacer preguntas paso a paso y aplicarlo con éxito como entrenador o directivo