You are on page 1of 9

FACULTAD DE HUMANIDADES

ESCUELA ACADÉMICA PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA

ENSAYO

Título

VIOLENCIA ESCOLAR EN LOS CENTROS EDUCATIVOS DE

EDUCACIÓN PRIMARIA Y SECUNDARIA DEL PERÚ

Autores

CÁCERES MORI KRYSTHEL

CARRIÓN LÓPEZ KARLA

CERQUÍN VARGAS GONZALO

LÁZARO VALDERRAMA MIRELITA

PALACIOS PADILLA ALEXANDRA

Asesor

CHÁVEZ DELGADO, Luis Alberto

Chimbote – Perú

2018
ÍNDICE

I. INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………………......3

II. ARGUMENTACIÓN…………………………………………………………………………….5

2.1. Programas contra la violencia en las aulas………………………………………………......5

2.2. Formación del docente………………………………………………………………………5

2.3. Fomentar reglas para prevenir o eliminar actitudes de violencia en las aulas ……………...6

2.4. Brindar apoyo psicológico a los niños implicados……..…………………………………….7

III. CONCLUSIONES……………………………………………………………………………......7

REFERENCIAS…………………………………………………………………………………….. 9
VIOLENCIA ESCOLAR EN LOS CENTROS EDUCATIVOS DE EDUCACIÓN
PRIMARIA Y SECUNDARIA DEL PERÚ

I. INTRODUCCIÓN

Los centros educativos son lugares donde se brindan conocimientos, los cuales ayudan a los
involucrados a crecer de manera intelectual y moralmente. Sin embargo, no se puede pasar
por alto que en ellos también se sufre de violencia escolar, siendo afectados mayormente los
estudiantes, los cuales tienden a ser los más inofensivos o quienes poseen una baja
autoestima, teniendo como a agresores a los mismos alumnos y algunos de los profesores.

Un ejemplo de ello es el de una alumna que cursaba el 5to grado de primaria, la cual sufrió
de violencia psicológica por parte de su profesor. La alumna era muy tranquila, tímida y en
una oportunidad, cuando salió a exponer, los alumnos se rieron de ella y se puso a llorar. El
profesor, en un principio emitió un regaño a los alumnos, pero luego también comenzó a
hacer bromas como: “que pasa la llorona está penando”, “no hagan bulla, vayan a llorar a su
casa”. Con la actitud del profesor la alumna se sintió desprotegida, burlada y a la vez
decepcionada pues ella tenía entendido que los profesores eran los que ayudaban a los
alumnos no quienes los atacaban, las únicas que se acercaban a consolarla eran sus
compañeras. Este mismo acto se repitió en varias oportunidades, lo que provocó un cierto
aislamiento de la alumna hacia sus compañeros, baja autoestima y deseos suicidas. Este
pequeño ejemplo nos muestra cómo es que la violencia escolar puede generar un daño
psicológico en los estudiantes y es por ello que este tema es de gran interés para poder tener
conocimientos de las afectaciones que causan estos.

Un estudio realizado por Sausa, (2018) llamado Young Voice Perú de Save the Children,
comprobó que:

el 8% de escolares que fueron víctimas de bullying refieren que una de las causas del acoso fue
tener a sus padres separados. Entre otras causas, los estudiantes señalaron la edad, mientras más
chicos son hay mayor posibilidad de ser agredidos. Además de ello, los motivos por el cual se
puede sufrir de violencia escolar, se deben muchas veces al origen étnico, la orientación sexual
y el color de la piel.

3
Una de las razones por la cual fundamentamos que aún existe violencia escolar en los centros
educativos de educación primaria del Perú, se debe a que tal y como explica Sausa (2018)
en su reporte realizado en Perú21 cada año se registran diferentes casos de violencia
realizadas por diversos agentes en los centros educativos. Tal es así, que el 43% de casos
identificados de violencia escolar, se llevan a cabo por parte del personal del colegio a
escolares, dándose en el 57% de los casos entre los mismos estudiantes. Asimismo,
anualmente se registran diversos tipos de violencia encontrados en varios casos de los
estudiantes involucrados, siendo de la siguiente manera: se han registrado 9, 272 casos de
violencia física, 8,012 casos de violencia verbal, 6, 541 de violencia psicológica; en menor
intensidad, aunque también preocupante es la cifra de violencia sexual con 2, 236 casos,
respecto al tipo de violencia llevada a cabo por internet, o también conocida como ciber-
violencia, se han registrado 649 casos, además, se han registrado 296 casos de violencia por
hurto, y, finalmente, el tipo de violencia en el que se han registrado menos casos pero que
sin embargo es verdaderamente alarmante, es la violencia con armas, con 131 casos. Estas
cifras lamentablemente van en aumento cada año. (fig. 1)

En nuestro país resulta preocupante el acelerado incremento de casos de Violencia Escolar


en los centros educativos, situación que no es ajena a nuestra realidad educativa.

La República (2013). El médico Freddy Vásquez Gómez, psiquiatra del Instituto Nacional
de Salud Mental Honorio Delgado Hideyo -Nogushi, alertó que:

niños y adolescentes conforman el 18% de la población suicida en Perú. Del total de decesos,
once víctimas fueron varones y nueve mujeres. Si bien la mayoría tenía entre 12 y 17 años,
también se registraron dos casos de 8 y 11 años. Tomaron la misma decisión ocho menores de
entre 12 y 14 años, así como diez de entre 15 y 17 años. Se informó que el 90% de suicidas
recurrió el ahorcamiento. También hubo dos casos por envenenamiento y uno por disparo con
arma de fuego, precisó, tras señalar que el 70% de estos casos sucedieron en Lima (párr. 1).

Los sustentos expuestos anteriormente explican el por qué la violencia escolar infantil debe
ser tomada como un tema de mucha importancia, ya que, si desde una temprana edad los
niños sufren de ello, esto podría causar problemas a futuro en su desempeño escolar y, sobre
todo, en su vida. Por este motivo, como grupo, tomamos una postura negativa hacia la
violencia escolar en los centros educativos y proponemos hacer uso de estrategias que

4
permitan reducirla y en lo posible, eliminarla, tales estrategias son: llevar a cabo programas
contra la violencia en las aulas, orientar a la formación del docente, fomentar unas reglas
para prevenir o eliminar actitudes que ejerzan violencia en las aulas y brindar apoyo a los
niños implicados.

II. ARGUMENTACIÓN

En base a la postura tomada, a continuación, se hará la mención y explicación de las


propuestas señaladas:

2.1. Programas contra la violencia en las aulas

Rodríguez (2012) afirma:


El desarrollo de una serie de actividades encaminadas a la reducción de actitudes negativas y
comportamientos agresivos desde la escuela, siendo uno de estos el realizar actividades que
permitan despertar ciertos valores entre los niños y niñas. Esos valores han de fomentar la
empatía hacia el otro, la solidaridad, la comunicación, el respeto y el compañerismo, para
comenzar a concientizar ya a los niños de la influencia de la violencia para que en un futuro
puedan tener un equilibrio correcto ante la sociedad, se debe de transmitir desde la escuela un
mensaje claro y efectivo para la prevención de las conductas antisociales (p. 23).

Estos programas deben hacer uso de charlas sobre el tema para que los alumnos tengan un
conocimiento más amplio sobre que es la violencia en las aulas, el daño que genera en las
conductas de los estudiantes enseñando e implementado la empatía y el respeto a los
derechos humanos. A su vez, deben tener la integración tanto de alumnos como de profesores
y así tener un mayor control sobre lo que sucede al interior de la institución educativa. Se
debe concientizar tanto a los alumnos como a los docentes para promocionar actividades
sociales antiviolentas y prevenir que exista una dentro del aula y de toda la institución
educativa.
2.2. Formación del docente
Según Andino, (2018):

La escuela es un ambiente educativo donde se presentan distintos tipos de conflictos que detonan
en violencia escolar. En este sentido, cuando los docentes no intervienen de manera efectiva, la
violencia incrementa de manera alarmante. Es por ello que los profesores deben capacitarse

5
incluyendo un sistema que le permita crear un clima de confianza para así atender a las víctimas
de acoso en el aula desarrollando confianza con sus alumnos, además de tomar el rol de líder que
debe tomar el docente ante conflictos y violencia entre estudiantes, para que cuando se tomen
decisiones tengan un impacto positivo tanto a nivel individual (docente o estudiante) como
grupal (docentes y estudiantes, padres de familia, autoridades), y así solucionar la problemática
(p. 112).

Con formación nos referimos a proporcionarles talleres de capacitación dándole


herramientas al docente para prevenir la violencia, reconociendo a aquellos alumnos que son
violentados y los agresores, trabajando con ellos en cuanto a su inteligencia emocional
permitiéndoles identificar sus emociones y reflexionado sobre ellas para no dejarse llevar
por estas en momentos inoportunos. Los docentes deben estar comprometidos y enfocados
en uso de labores, de esa manera podrán fomentar la comunicación en los alumnos para que
estos se expresen y comuniquen sus emociones ante un adulto o una persona de confianza e
identifiquen los lugares en los cuales los menores no son vigilados, aprovechando el espacio
para agredir o intimidar a otros.

2.3. Fomentar reglas para prevenir o eliminar actitudes de violencia en las aulas

Castro (2011) menciona:

Que las reglas deben definirse de modo positivo y no negativo para indicar claramente a los
estudiantes. Estas medidas disciplinarias deben ser educativas no punitivas, asegurándose de que
cuando se sancione a un estudiante las medidas se concentren en su mala conducta y sus
consecuencias y no en el propio estudiante. La disciplina debe favorecer cambios cognitivos,
emocionales y conductuales en la dirección de los objetivos educativos y estimular la capacidad
de adopción de perspectivas, mejorando a aprender habilidades no violentas de resolución de
conflictos, lo cual ayudará a luchar contra este en lugar de aumentar el riesgo de violencia
(p.248).

De igual manera, deben impulsarse métodos de disciplina libres de violencia y para ello
todos los colegios deben contar con reglas para fomentar conductas antiviolentas y
antidiscriminaciones, esto quiere decir no tener tolerancia ante conductas que perjudiquen la
integridad de los alumnos ya sea por contacto físico destinado a herir una persona o actitudes,
acciones o palabras. Las reglas deben ser para todos, como el respeto al escuchar exponer u

6
opinar a un compañero, no agredir físicamente a nadie, no empujar, guardar silencio cuando
alguien está opinando, entre otras. Estas deben ser reglas explicitas y claras, definiendo las
consecuencias de dichos límites, lo cual permita respetarlas.

2.4. Brindar apoyo psicológico a los niños implicados

Un proceso psicoterapéutico permite fortalecer emocionalmente a la víctima, dotándole de


herramientas para enfrentar las consecuencias de la violencia escolar como puede ser un
cuadro ansioso-depresivo. Dependiendo del grado de afectación del menor, las secuelas
pueden ser leves o muy graves llegándose a desarrollar un trastorno de estrés postraumático.

Pero es el agresor quien también debe recibir ayuda psicológica debido a que este tiene una
tendencia al abuso de la fuerza debido a sus escasas habilidades sociales, baja tolerancia a la
frustración e incumplimiento de nomas, lo cual puede deberse a una ausencia de una relación
afectiva, cálida y segura por parte de los padres, sobre todo de la madre, quien tiene dificultad
para enseñarle a respetar límites, comportándose de una manera permisiva ante conductas
antisociales (Castro, 2011, p. 246).

Tanto los agresores como las víctimas de violencia escolar deben recibir atención
psicológica para disminuir su conducta agresiva y su falta de control de impulsos. En cuanto
a las víctimas, el apoyo sería para evitar una baja autoestima, retraimiento o aislamiento ante
el medio donde se desarrolla. A menudo el atacar y sentir la necesidad de dominar a los
compañeros responde a inseguridades propias e incluso a situaciones de violencia
experimentadas en el hogar. Ignorar al agresor y solo enfocarse en la víctima es incompatible
como una verdadera resolución del problema a largo plazo.

III. CONCLUSIONES

En base a lo expuesto anteriormente, se puede llegar a las siguientes conclusiones:

Una de las principales causas de violencia escolar en los colegios, son mayormente cuando
tienen padres separados, es por ello que se debe hacer programas contra la violencia en aula
para evitar daños en los estudiantes. Así mismo se debe orientar o capacitar a los docentes

7
para que puedan controlar y prevenir un hecho de violencia dentro del aula, además una de
las estrategias es realizar reglas antiviolentas hechas por parte del docente.

Una de las consecuencias más graves de la violencia escolar es, el hecho de que estos
estudiantes recurran al suicidio, como método de escape para sus problemas y es algo
alarmante debido al hecho de que el porcentaje de estos es alto. Es por ello que se debe
brindara a los estudiantes víctimas de violencia apoyo psicológico para que no tenga
repercusiones negativas a lo largo de su desarrollo, también se debe trabajar con el agresor
de esta manera evitaríamos que tenga problemas de conducta hacia el futuro.

8
REFERENCIAS

Andino, R. (2018). Capacitación docente: Pilar para la identificación y gestión de la


violencia escolar. Alteridad. 13 (1), 108-119. Recuperado de:
https://dspace.ups.edu.ec/handle/123456789/15062

Castro, J. (2011). Acoso escolar. Neuropsiquiatria, 74 (2), 242-248. Recuperado de:


http://www.redalyc.org/html/3720/372036934004/

La República (2013). Niños y adolescentes conforman 18% de población suicida en Perú.


LaRepública.pe. Recuperado de: https://larepublica.pe/sociedad/734253-ninos-y-
adolescentes-conforman-18-de-poblacion-suicida-en-peru

Rodríguez, B. (2012). Prevención de la violencia escolar en educación infantil (Tesis de


pregrado). Universidad de Valladolid, Palencia. Recuperado de:
https://uvadoc.uva.es/bitstream/10324/2459/1/TFG-L%20134.pdf

Sausa, M. (2018). Violencia escolar en Perú va en aumento: En 2017 hubo 5, 591 denuncias.
Perú21. Recuperado de: https://peru21.pe/peru/violencia-escolar-peru-aumento-2017-
hubo-5-591-denuncias-informe-398961

You might also like