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ORACIÓN ANTE

EL SANTÍSIMO SACRAMENTO
TIEMPOS DE ADVIENTO Y NAVIDAD
INTROITO:

El 7 de octubre de 2012 declaraba el Papa Benedicto XVI a San


Juan de Ávila doctor de la Iglesia y veíamos cumplida una petición
que venía haciendo la Iglesia de España y últimamente nuestra
Diócesis de Jaén en la persona de nuestro Obispo y en nombre de
todos nosotros.

En los tiempos litúrgicos de Adviento y Navidad de este curso


queremos proponeros unos textos del Santo Doctor para que los
meditéis en la presencia de Cristo Eucaristía.
Para el Maestro Ávila, la celebración de la Eucaristía y la adoración de
la misma es un pilar fundamental.
En el Encuentro Eucarístico Diocesano, celebrado en Baeza el 11 de
Noviembre, el Sr. Obispo nos decía en la homilía que San Juan de Ávila
era el responsable directo de la gran devoción eucarística de Baeza y la
comarca con todas sus magníficas expresiones.

En la adoración Eucarística podéis intercalar la lectura reposada de


los textos con el silencio meditativo junto con cantos apropiados y
conocidos en vuestras comunidades para dicha adoración.
Son cuatro textos a los que podéis dedicar unos diez minutos a cada
uno, incluso si preside la celebración un presbítero puede hacer
alguna brevísima reflexión para enlazar un texto con otro.

Los textos no están copiados literalmente por la dificultad del


lenguaje, por este motivo nos hemos atrevido a traducir algunas
palabras o giros pero sin cambiar el sentido del texto. De todas
formas citamos de donde están tomados.

Que sean de vuestro agrado y provecho para la oración en


estos tiempos litúrgicos de preparación y celebración del
Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo a la vez que un
humilde instrumento para ayudar a alimentar la fe de
vuestras comunidades en este año de la Fe.
ADVIENTO
«MIRA, ESTOY DE PIE A LA PUERTA Y LLAMO» AP. 3,20
1.-VENIDA DE CRISTO AL ALMA ¿CÓMO PREPARARSE?
6-7 (SERMONES DE TIEMPO)

Aquel que está en el cielo adorado de los


serafines, Aquel que se encerró en el
vientre de la Virgen, Aquel que ha de nacer
de aquí a ocho días, quiere venir a cada
uno de cuantos estáis aquí. Dios por su
misericordia os de luz para que quede hoy
aposentado en vuestras entrañas.
Preparadle, hermanos, vuestras almas,
que quiere Dios venir a ellas.

Todos los advientos del Señor son


admirables. El primer adviento que es venir
Dios en carne, ¿quién lo contará?
La venida del juicio, venir Dios a juzgar
vivos y muertos y a invitar a unos al cielo y
a otros al infierno ¿quién os lo podrá
contar?¿Quién os contará los favores que
hace Dios al hombre a cuya alma viene?

¿Queréis pararos algún rato a pensar esto?


Si alguno me ama, dice Jesucristo, guardará
mis palabras y mi Padre lo amará, y
vendremos a él y haremos morada en él.
Quiere Dios venir a vosotros y si me
preguntáis qué es venir Dios a un alma no
creo que os lo sabría decir.
Dice San Pablo que los dones de Dios son
inenarrables. Pues si esto no se puede
contar ¿cómo te sabré decir qué cosa es
que Dios viene a morar en un alma?
Probadlo y veréis lo que es. Basta deciros
que el huésped que os quiere visitar es
Dios. Hermanos, Dios quiere venir a
vosotros.
2.-VENIDA DE CRISTO AL ALMA ¿CÓMO PREPARARSE?
15 (SERMONES DE TIEMPO)

¿Pensáis que Dios está lejos? A la puerta está llamando.


No es posible que esté tan cerca de mí como decís, porque yo hice tal y tal pecado y lo
eché muy lejos de mí y está muy enfadado conmigo.
Yo estoy a la puerta y llamo, dice él. Si alguno me abre, entraré (Ap. 3,20).
¿Pensáis que es Dios como vosotros, que si os hacen algo echáis al
prójimo de vuestro amor? Y si os dicen: «Perdona a fulano
porque Cristo os perdonó», decís: «No lo nombres delante
de mí, si me quieres bien».
Como tú no quieres perdonar, piensas que
Dios es también así.

Glorificado seas tú Señor, que eso es lo que


más cautiva los corazones de los hombres.
Dice el pecador cuando peca: Vete Señor que
no te quiero. Y Dios se sale de tu casa y se
pone a la puerta y está llamando: Ábreme
esposa mía, amiga mía, yo me estaré aquí
hasta que de compasión salgas a mí y me abras.
No digo mentira en esto, que por compasión
nos pide que le abramos.

3.- VENIDA DE CRISTO AL ALMA ¿CÓMO PREPARARSE?


22-24 (SERMONES DE TIEMPO)

Una palabra para todos los que queráis recibir a Dios esta Pascua.
A Dios quiero ¿qué haré?: Si tenéis la casa sucia barredla.
Hermanos cada día pecamos. Si habéis sido flojos en barrer vuestra casa, tomad ahora
vuestra escoba, que es vuestra memoria. Acordaos de lo que habéis hecho en ofensa
de Dios y de lo que habéis dejado de hacer en su servicio, id, confesaos y echad fuera
todos vuestros pecados, barred y limpiad vuestra casa.

Después de barrida, corra el agua para regarla.


Cuando muere vuestro marido o hijo o perdéis vuestros bienes ¿no lloráis?
Pobres de nosotros, que, si perdemos unos pocos bienes, no hay quien nos pueda
consolar, y que te venga tanto mal como es perder a Dios, que eso hace quien peca, y
que tengas el corazón tan de piedra y con
tan poca pena. Y no basta esto, sino que
estimas mas el bien que pierdes que
cuando pierdes a Dios. ¿Tienes tanta tierra
en los caños que van del corazón a los ojos
que no deja pasar el agua y porque amas
poco a Dios, sientes poco en perderle?

Este tiempo es para los duros de corazón.


Cuando Dios se hizo carne, da corazones
de carne. Acercaos al pesebre y pedidle
con fe: Señor, tú que te ablandaste,
ablándame a mí el corazón. Y sin ninguna
duda os dará Dios agua para que reguéis
vuestra casa.

4.- VENIDA DE CRISTO AL ALMA


¿CÓMO PREPARARSE?
26 (SERMONES DE TIEMPO)

Hermanos, este que viene es amigo de


misericordia, que os halle con misericordia.
Sabed que el nombre de Jesucristo es el
Deseado de todas las gentes.
Qué lastima ver que sea Dios poco amado
y deseado.
Dice Isaías: de noche te desea mi alma y
mis entrañas y por la mañana me levantaré
a alabarte (Is 26,9). No estaré dormido en
las vanidades de esta vida.
¡Oh si supiesen los hombres qué sabrosa
música y amanecer es para Dios levantarse
un hombre de noche a desear a Dios y
alabarlo por la mañana!
Una de las mayores faltas que hay en
nosotros es no tener deseo de Dios.
Dice el Salmo: Me olvidé de comer mi pan
(Sal 101,5). Si estáis hartos de pecados,
¿cómo vais a tener hambre de Dios?
NAVIDAD
El mayor de los negocios del hombre
es buscar a Dios y de tal manera que lo halle

1.- VENIDA DE CRISTO POBRE A REMEDIAR NUESTRA POBREZA


30 (SERMONES DEL TIEMPO)

El santo tiempo de Adviento representaba la venida del Hijo de Dios para pagar nuestros
pecados, y aunque en la fiesta de la Encarnación, que es el 25 de marzo, se celebra esta
venida, pero por ser tan poco un día para celebrar tan gran bien, ordenó la Iglesia,
movida por el Espíritu Santo amado, este tiempo de navidad, el cual representa el mucho
amor de Nuestro Señor Jesucristo,
que vino a trabajar para que
nosotros descansáramos.
Buena noticia, hermanos, pues
Dios viene a pagar por nosotros:
El pagará por nuestros pecados,
pues El es el que tiene poder, y
pues quiere y puede, el sabe cómo
pagará.

Dios envió a su Hijo en semejanza


de hombre pecador, para que con
la semejanza de pecador, con
trabajos, con tormentos,
destruyese al pecado y nos ganase
la justificación, para que nos
ganase fuerza para cumplir la ley.
¿Deseas guardar la ley? Pues ama
a Dios y tus prójimos. Si la ley de
Dios es la obra y la obra es nuestro
pan, como dice Jesucristo: Mi
manjar es hacer la voluntad de mi
Padre (Jn 4,34). Obedeciendo
Cristo por nosotros, nos dio este
pan.
2.- SEÑALES PARA HABLAR DE DIOS
(SERMONES DEL TIEMPO)

Señora Madre, mas que todas las madres tiernas ¿porqué quitaste al Niño de tus brazos
y lo pusiste en un pesebre? ¿No estaba más caliente y más cómodo en tus brazos que
en el pesebre duro? ¿Porqué lo quitas de tus pechos y lo pones en el pesebre?
¿Por qué te quitas Niño de los brazos de tu Madre y te ponen en un pesebre?
Para dar una gran bofetada a tu tibieza, a tu flojedad.

Porque cuando pecó Adán, fue echado al lugar de las bestias, que este mundo para las
bestias lo creó Dios y el paraíso terrenal para los hombres.
Pecó Adán, anda al lugar de las bestias y porque este Niño vino a pagar el mal que Adán
había hecho, vino a pagar el pecado original.

¿Por qué en un pesebre? Para condenar mis regalos y mis vestidos ¿Hay lugar más bajo
para un niño chiquito que un pesebre, y después de hacerse grande, una cruz? Te pusiste
en lugar tan bajo para decir a los hombres que se engañan en buscar riquezas, honras,
regalos en la tierra.
Si ves a Cristo en el pesebre, ¿no te da vergüenza de ensalzarte y buscar grandezas?
Vamos todos al pesebre. Cuando nace, al pesebre, cuando muera, a la cruz.

3.- BUSCAR Y HALLAR A CRISTO


11 (SERMONES DEL TIEMPO)

No hay cosa que más lastime mi alma como ver que


ya ha nacido Dios, y que ya ha llorado, y derramado
su sangre, y sufrido la muerte con la cruz y que no
haya quien se aproveche de ello. ¡Grandísima
lástima es ver los hombres perdidos, habiendo Dios
nacido para su remedio!
Esto ha de obrar en nosotros el saber que ha nacido,
el salir en su busca.
El hombre que sale de su propia voluntad y de sus
deleites y placeres, ese sale de su tierra, como
Abraham, y hallará a Dios.

No se engañe nadie, hermanos, que poco aprovecha


para hallar a Dios oír Misa, dar limosna, si no dejáis la cama de vuestros pecados
A todo deben de estar dispuestos los que buscan a Dios, que ningún miedo les haga
volver atrás.
4.- BUSCAR Y HALLAR A CRISTO
16-17 (SERMONES DE TIEMPO)

¡Oh bienaventurado aquel que entiende qué cosa es la fe!


Bien lo dijiste Niño cuando fuiste grande ¡Bienaventurados
los que no vieron y creyeron! (Jn 20,29)

La estrella de Belén dice que el Niño está en aquellas pajas,


en aquel pesebre. Nos dice nuestro razonamiento: ¿Cómo
un cuerpo tan grande puede estar en una hostia tan chiquita?
Nos responde la fe que esto es posible.

Oh Señor, ¿Cómo es posible que tú estés en pañales y en un


pesebre? ¿Cómo tú Señor sin casa, sin brasero, sin cama? No
se halla Jesucristo en la riqueza, ni en los deleites, ni en los
regalos de la carne.

Ábrele el corazón porque ya abrió Dios sus entrañas y corazón.


Por aquel agujero del costado puedes ver su corazón y el amor
que te tiene. Ábrele el tuyo y no esté cerrado.

Párate a pensar: Señor, tu corazón abierto por mí, ¿y no te amaré


yo a ti? Ábreme tu corazón ¿y no te abriré yo el mío? En mí corazón
están tus ofrendas Señor. Si de ese corazón le das, ya le has hecho
regalo como los Reyes. Mas vale delante de Dios un corazón de
verdad que tanta ofrenda sin corazón.

Diócesis de Jaén
Promoción
Diocesana
del Culto
Eucarístico

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