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ANÁLISIS FÍSICOS

1. Toma de muestra

Se escogen áreas aparentemente homogéneas, ya escogida el aérea de muestro se


colectan alrededor de 15 a 40 muestras individuales que deben conformar la muestra
compuesta, con el fin de evitar la variación en los resultados físicos y químicos, se
recomienda que las muestras se tomen en zigzag para lograr una distribución homogénea
del aérea de muestreo, la profundidad a la que debe tomarse la muestra en suelos de
cultivo es de 20 a 30 cm para tener una mayor disposición de los nutrientes contenidos
en el suelo. (NOM-021-SEMARNAT-2000, pág. 6)

2. Determinación de densidad real

La densidad real sirve para inferir la naturaleza química de las partículas sólidas
(minerales u orgánicas) más abundantes en el suelo. También se le utiliza, junto con la
densidad aparente para el cálculo del % de espacio poroso (% E.P.). Por medio del valor
del % E.P. se pueden inferir las condiciones hídricas y de aireación del suelo. (NOM-021-
RECNAT-2000, pág. 14)
3. Determinación de humedad (%)

El agua es esencial para todos los seres vivos porque en forma molecular participa en
varias reacciones metabólicas celulares, actúa como un solvente y portador de
nutrimentos desde el suelo hasta las plantas y dentro de ellas.
El exceso de agua en los suelos favorece la lixiviación de sales y de algunos otros
compuestos; por lo tanto, el agua es un regulador importante de las actividades físicas,
químicas y biológicas en el suelo (Topp, 1993).
La humedad del suelo se calcula por la diferencia de peso entre una misma muestra
húmeda, y después de haberse secado en la estufa hasta obtener un peso constante. (Celia
valencia,2004)

ANÁLISIS QUÍMICOS
1. pH.

El pH es una propiedad química del suelo que tiene un efecto importante en el desarrollo
de los seres vivos. La lectura de pH se refiere a la concentración de iones hidrógeno activos
(H+) que se da en la interface líquida del suelo, por la interacción de los componentes
sólidos y líquidos.
Cuando se mide en agua es importante controlar el agua adicionada, ya que un aumento
causará un incremento en pH; por ello es necesario mantener la relación constante y tan
baja como sea posible.
(Manual de técnicas de análisis de suelos aplicadas a la remediación de sitios
contaminados.2006)

2. Determinación de conductividad eléctrica

La conductividad eléctrica es la capacidad de una solución acuosa para transportar una


corriente eléctrica, que generalmente se expresa en mmhos/cm o en mSiemens/m.
Es una propiedad de las soluciones que se encuentra muy relacionada con el tipo y valencia
de los iones presentes, sus concentraciones total y relativa, su movilidad, la temperatura
del líquido y su contenido de sólidos disueltos.

3. Determinación del porcentaje de materia orgánica

Este método se basa en la oxidación de carbono orgánico por una disolución de dicromato
de potasio y el calor de reacción al mezclarla con acido sulfúrico. Después de un lapso de
tiempo se diluye la mezcla y se adiciona ácido fosfórico para evitar interferencias de Fe3+
y el dicromato de potasio residual es valorado con sulfato ferroso, con este procedimiento
se detecta un 70 o 84% del carbono orgánico total por lo que es necesario tener un factor
de corrección, para suelos mexicanos es de 1.298.
(NOM-021-RECNAT-2000, pág. 18)

4. Determinación de nitrógeno inorgánico

El método Kjeldahl comprende tres fases fundamentales:


a. Digestión de la muestra. La muestra de suelo se somete a una digestión por
calentamiento con ácido sulfúrico y por una mezcla de sales que aceleran y
facilitan tanto la oxidación de la materia orgánica como la conversión de todas las
formas de nitrógeno en N+3, que en medio ácido se encuentran en forma de radical
amonio (NH4+); es decir, se llevan las formas orgánicas a formas minerales de
nitrógeno.
b. Destilación. Una vez transformado el nitrógeno en NH4+, se expone a una base
fuerte como el hidróxido de sodio para formar hidróxido de amonio, que por la
acción del calor se descompone en amoniaco (NH3) y agua.
c. Valoración. El amoniaco desprendido por la reacción se recoge en un volumen
conocido de solución valorada de ácido bórico y por comparación con un blanco se
determina la cantidad de ácido que reaccionó con el NH3.

(Manual de técnicas de análisis de suelos aplicadas a la remediación de sitios


contaminados,2006)
VALORES DE REFERENCIA
SUPLEMENTOS AGREGADOS A SUELOS PARA MEJORAR EL
RENDIMIENTO DE CUCUMIS SATIVUS
Se considera que los elementos nutritivos principales son: nitrógeno, fosforo y potasio.

Los fertilizantes que se pueden clasificar:


 Abonos simples: se componen de un elemento nutritivo (nitrogenados, fosfóricos o
fosfatados o potásicos).
 Solidos: son los que más se utilizan puede ser polvo, cristales o gránulos.
 Líquidos: pueden ser simples (soluciones nitrogenadas) o compuestas (soluciones
binarias o terciarias).
 Gaseosas: se utiliza solamente el amoniaco anhidro.
La quitosana ejerce efectos positivos sobre los rendimientos del cultivo en cualquier
modalidad que se escoja para la propagación del cultivo del pepino.

Evaluar el rendimiento de Cucumis sativus en suelos complementados con macro y


micronutrientes.
ANÁLISIS FÍSICO DEL SUELO
La primera práctica a la hora de analizar un suelo es clasificarlo dentro de una categoría.
Todos conocemos que puede estar formado por una fracción de arcilla, limo (mezcla) o
arena. Estas partículas están diferenciadas según su tamaño, y en un análisis de suelo se
estudian aquellas cuyo tamaño es inferior a 2 mm.

Una imagen vale más que 1.000 palabras. Por eso es mejor ver este triángulo estructural
del USD, donde podemos obtener la caracterización de los diferentes tipos de suelo.

¿Cómo se divide un análisis de suelo?

Dentro de toda la agrupación de datos que obtenemos cuando nos mandan los resultados,
podemos hacer una división clara de dicha información de la siguiente manera:

 Análisis de fertilidad.

 Extracto de la pasta saturada.

 Complejo de cambio.

El análisis de fertilidad, como la palabra lo dice, nos dice cómo de fértil es nuestro suelo.
Aquí tiene mucho que decir la materia orgánica que hayamos aportado a través
de estiércol(animal) o compost (restos de alimentos, hojas, etc.).
Por eso, un valor muy importante es el % de materia orgánica de nuestro suelo. Lo ideal
es encontrarse con un porcentaje superior al 1,5%, pero es normal que en ciertos suelos
“desnudos” tengamos valores por debajo del 1%.

En tales casos, consideramos que es un suelo poco fértil y se debe corregir.

En dicha analítica de fertilidad, también nos encontramos en un análisis de suelo completo


el valor de fósforo (P) medido en ppm. Hay una bibliografía que refleja la interpretación
de dicho dato de la siguiente manera:

 P menor de 5 ppm: contenido bajo en fósforo


 P entre 5 y 10 ppm: contenido normal de fósforo
 P mayor a 10 ppm: contenido alto

Es normal, en agricultura intensiva, encontrarnos con valores por encima de 50 ppm. Sin
embargo, es un valor que no hay que descuidar, pues a veces se encuentran verdaderos
disparates (por encima de 600 ppm).

Con dicha cantidad de fósforo y estando en un suelo calizo, lo normal es que haya
precipitados de fosfato cálcico. Esto hace que nos encontremos con un suelo endurecido,
con costras y aspecto cementado.

¿Y el potasio asimilable?

Otro valor importante a la hora de determinar la fertilidad de un suelo. También se mide


en ppm. Estos son los valores normales que podemos encontrarnos:

 Menor de 125 ppm: contenido muy bajo

 Entre 125 y 220 ppm: contenido bajo.

 Entre 220 y 250 ppm: contenido normal.

 Más de 250 ppm: contenido alto.


EXTRACTO DE PASTA SATURADA
El pH del suelo. Factor importante que afecta a la asimilación de los nutrientes

Todo el mundo sabe cómo funciona el pH y los valores entre los que quiere estar. En una
aplicación en riego no se considera tan importante como, por ejemplo, en una aplicación
foliar.

Ésta última puede llegar a causar una fitotoxicidad en el cultivo tanto por pH alto como
por bajo.

Esto ocurre porque hay determinadas materias activas, como insecticidas y fungicidas,
que tienen un rango de pH en donde se consideran estables y no causan problemas.

Una característica del suelo conocida es su capacidad tampón. Esto hace que amortigüe
los picos de pH que se aplican a través del riego.

Sin embargo, hay que tener en cuenta estos valores a la hora de clasificar un suelo:

 pH entre 4.5 y 5.5: suelo fuertemente ácido


 pH entre 5.5 y 6.5: suelo ácido
 pH entre 6.5 y 6.8: suelo ligeramente ácido
 pH entre 6.8 y 7.5: suelo neutro
 pH entre 7.2 y 7.5: suelo ligeramente alcalino
 pH entre 7.5 y 8.5: suelo alcalino
VALORES DE CONDUCTIVIDAD (CE) DEL SUELO
En Agromática ya hemos hablado del tema de la conductividad. Lo puedes ver en este
artículo. Aunque hablábamos con mayor detenimiento de la conductividad de agua, hoy
lo vamos a hacer del suelo.

Las plantas viven y se desarrollan bajo un margen de tolerancia de conductividad. Algunas


son más sensibles que otras. Por eso, es un factor a tener en cuenta a la hora de elegir un
cultivo. Vamos a ver en qué valores nos movemos:

Conductividad en extracto saturado, medido en dS/m

 Menor a 2 dS/m: no existe riesgo de suelo salino


 Entre 2 y 4 dS/m: existe un riesgo escaso de salinidad
 Entre 4 y 8 dS/m: existe un riesgo moderado de salinidad
 Entre 8 y 16 dS/m: existe un riesgo alto de salinidad
 Mayor a 16 dS/m: existe un riesgo muy alto de salinidad

¿Cómo saber que el análisis de suelo es correcto?

No hay que confiar a ciegas con el laboratorio que nos ha realizado el análisis. Hay una
manera sencilla de comprobar que los datos son reales.

Al igual que ocurre en una solución nutritiva, la suma de cationes y la suma de iones,
medidos en meq/L debe ser coincidente. Es decir, deben dar el mismo valor.

Sin embargo, el laboratorio se permite un error del 10%. Si existiese una diferencia entre
la suma de cationes e iones mayor al 10%, se considera el análisis como no válido.
PEPINO
Cálido, no tolera exceso de humedad
Clima
Temperatura óptima 18-25 °C
Ciclo de vida Anual
Altura (largo de la rama) 1.0 – 1.5 m
Tamaño de la planta
Diámetro (ancho de la rama) 0.50-1.0 m
Fértiles, ricos en materia orgánica, sueltos y con buen
Tipo de suelo drenaje
pH 5.5-6.8
Periodo vegetativo 50 – 60 días
En las zonas de los llanos se puede cultivar todo el año si
se encuentra con riego adicional.
Época de siembra
En las zonaS de los valles meso térmico, se puede cultivar
todo el año menos en la época de helada (junio-julio)
Entre surco: 1.50 – 2.0 m
Densidad de siembra
Entre platas: 0.25-0-50 m (dos plantas)
Tipo de siembra Directa
Cantidad de semilla 1 – 2 Kg/Ha
Número de semilla por gr. 35
Fruto inmaduro de 0.20-0.30 m de largo, las semillas que
Momento de la cosecha
no alcance su madurez.
VALORES DE REFERENCIA DE UN ANÁLISIS DE SUELO
En la agricultura, se hacen menos análisis de suelo de lo que deberían, y lo que no sabemos es que
se derrochan muchos fertilizantes y se pierde una cantidad de dinero mayor de lo que en sí mismo
cuesta la analítica. Además, no nos vale pensar que lo que aportemos al suelo, aunque sea en mayor
cantidad de lo que las plantas necesitan, podrán recuperarlo para los años siguientes, ya que
muchos nutrientes, en especial el nitrógeno, se percolan y se pierde a capas profundas.
Total, tenemos un doble efecto negativo. La planta no aprovecha dichos nutrientes y aumentamos
la contaminación del suelo y del agua, que de por sí ya está muy afectado.
Empezamos este artículo añadiendo estos dos temas interesantes y que están muy referidos a lo
que os vamos a contar ahora.

VALORES DE REFERENCIA EN ANÁLISIS DE SUELO


Una novedad que deberían ofrecer todos los laboratorios de análisis de suelo es
proporcionar una tabla donde diga los valores medios de cada uno de los parámetros.
De esta forma, aún sin conocimientos, podemos realizar una interpretación adecuada de
qué sucede en nuestro suelo. Lo ideal, posteriormente, es consultarlo con un ingeniero agrónomo,
pero nos sirve de referencia inicialmente.
Pasar los datos de meq/L a mg/L o ppm (partes por millón) es relativament sencillo y sólo
necesitamos el peso molecular de cada uno de los elementos.
Nitrato (NO3-): 1 meq/L = 63 ppm = 1 mmol/L

Fosfato (H2PO4): 1 meq/L = 97 ppm = 1 mmol/L


Sulfato (SO4-): 1 meq/L = 48 ppm = 0,5 mmoles/L
Potasio (K+): 1 meq/L = 39 ppm = 1 mmol/L
Calcio (Ca2+): 1 meq/L = 20 ppm = 0,5 mmoles/L
Magnesio (Mg2+): 1 meq/L = 12,15 ppm = 0,5 mmoles/L
Conociendo estos valores, podremos saber si tenemos alguno en valores por encima de lo normal
(reduciremos, por tanto, el aporte) y los que están por debajo de la media (aportaremos una
cantidad adicional).
PRECIO MEDIO ANÁLISIS DE SUELO
Un análisis de suelo completo está en torno a los 80-90 €. El de agua algo menos. A priori,
nos puede parecer una cantidad muy alta pero vamos a hacer la siguiente cuenta para
abrirnos definitivamente los ojos.
Imaginemos que queremos cultivar un tomate en invernadero, con unas necesidades netas
de calcio de 10 meq/L y 4 meq/L de magnesio.
Si tenemos unos valores adecuados de calcio y magnesio en el análisis de suelo, lo
recomendable es no reducir dichos niveles y mantener una reserva o despensa adecuada.
A partir de aquí, se podrá incrementar según vayamos aportando periódicamente materia
orgánica.
Si tenemos guas con carga alta de conductividad (>2,5 mS/cm), muy probable, esas sales
nos la están aportando cloruros, sulfatos, calcio, magnesio o sodio. No tanto nitratos,
fosfatos o potasio.
Imaginemos que en el análisis de agua tenemos los valores siguientes:

 Calcio (Ca2+): 13 meq/L


 Magnesio (Mg2+): 5 meq/L
 Sodio (Na+): 10,49 meq/L

Lo primero que tenemos que ver es si hay una buena relación entre calcio y magnesio.
Se asume que si hay el doble de calcio que de magnesio, todo estos nutrientes que aporta
el agua podrán ser absorbidos. Y de ahí en adelante (relación 2, 3, 4, etc.).
En el caso contrario, si tenemos más contenido de magnesio que de calcio o la relación
Ca/Mg no llega a 2, tendremos que calcular el abonado para que, aportando nitrato
cálcico, esta relación suba y no haya un bloqueo de suelos.
En tal caso, como las necesidades de calcio y magnesio del tomate de invernadero que
hemos comentado anteriormente eran de 10 meq/L para calcio y 4 meq/L para magnesio,
el agua de riego aporta sobradamente dichas necesidades.
Por tanto, ya hablamos de un ahorro en el aporte de fertilizantes ricos en calcio y
magnesio.
¿Cuánto? Vamos a verlo.
Pongamos un consumo de agua de 4.000 m3 por campaña y 1 meq/L de nitrato cálcico =
108 mg/meq.
Para aportar 10 meq/L de calcio y 4 meq/L de magnesio en continuo, para dicha cantidad
de agua:

 4.320 kg de nitrato cálcico


 1970 kg de sulfato de magnesio.
Sólo poniendo el cálculo económico del nitrato de calcio, a 0,35 €/kg como supuesto,
estaríamos hablando de un gasto de 1512 € por campaña. Ahora también habría que
sumar el magnesio.
No siendo todo tan drástico, también hay que decir que por cada meq/L que se aporta de
calcio también se hace de nitrógeno, por lo que ahorraríamos en el aporte de nitrato
amónico o derivados.

DATOS IMPORTANTES DEL ANÁLISIS DE SUELO


De todos los valores que nos ofrece el análisis de suelo, y que podemos comparar con la
tabla de valores de referencia, hay números muy importantes que tenemos que ver.
Materia orgánica

Estudiar el porcentaje de materia orgánica del suelo como factor importantísimo para
conocer la despensa del suelo.
No sólo por los nutrientes que aportará en un futuro después de su mineralización, sino
porque contribuye a mejorar las propiedades del suelo (drenaje, temperatura, población
de microorganismos, etc.) y la capacidad de almacén de nutrientes que aportemos.
En definitiva. Un suelo rico en materia orgánica (1,5-2%) hace que los fertilizantes que
aportemos en cobertera aumenten su absorción por las raíces y se disminuya su lixiviación
o insolubilizaciones.
Fósforo Olsen

Básicamente es el contenido en fósforo que tiene el suelo, y muchas o la mayoría de veces


están en contenidos altísimos.
Es normal encontrarnos valores 10 veces por encima de lo recomendable en suelos donde
se trabaja de forma continua los suelos (explotaciones intensivas).
Esto es un inconveniente ya que este fósforo en cantidades altas en el suelo, sumado al
aporte continuo de calcio del agua de riego (o lo que aportemos con el nitrato cálcico),
hace que se forme precipitados insolubles para las plantas, como el fosfato tricálcico.
Con ello reducimos la efectividad del aporte de nutrientes y contribuimos a tener un
suelo mucho más duro (precipitados de yeso y fosfatos) donde las raíces tienen
inconvenientes para su desarrollo.
El contenido mineral del extracto saturado

El extracto saturado nos está diciendo qué pueden tomar las plantas de ese suelo cuando
aplicamos agua de riego y solubilizamos los minerales.
Si el contenido en nitratos, potasio, calcio y magnesio está en la media de los valores de
referencia, tenemos una buena reserva de suelo para sacar el cultivo adelante.
Lo único que necesitamos es aplicar fertilizantes para mantener constantes dichos valores,
pero no para su reposición.
Por el contrario, tener una “despensa” muy grande de estos nutrientes, incrementa en
exceso la conductividad del suelo, reduciendo la productividad de nuestros cultivos.
ASPECTOS FISIOLÓGICOS DEL PEPINO (CUCUMIS SATIVUS)

La duración de cada estado fenológico del cultivo del pepino es muy variable dependiendo del
tipo (Caipira, Aodai, Japonés o de Conserva); del método de cultivo y conducción (campo
abierto o invernadero, cultivo tutorado o rastrero). En este cultivo, al contrario de lo que
sucede con la mayoría de los cultivos anuales, las fases fenológicas se confunden. El desarrollo
vegetal, la floración y crecimiento, y la madurez de los frutos ocurren simultáneamente
después del inicio del florecimiento. La senescencia ocurre mientras el cultivo aún se
encuentra en fase de producción y el final del ciclo es definido por la reducción y no por la
paralización de la producción.

En general, la absorción de nutrientes por parte de los cultivos es proporcional a la cantidad


de nutrientes disponibles en la región radicular. Para cada nutriente existe un período de
mayor demanda en el que la absorción es significativamente mayor que en otros períodos del
ciclo. Para las hortalizas de frutos, grupo al cual pertenece el pepino, el período de mayor
demanda generalmente coincide con el inicio de la formación de los frutos y se mantiene
elevada durante todo el período de producción, disminuyendo cuando la planta entra en la
etapa de senescencia.
El pepino absorbe y utiliza grandes cantidades de nutrientes, pero es muy sensible al exceso
o a la variación brusca de la concentración de éstos en la solución del suelo. Sus raíces son
bastante susceptibles a dichas variaciones (PAPADOPOULOS, 1994). La cantidad de cada
nutriente absorbido durante el ciclo depende de la variedad y del sistema de conducción y
cultivo de las plantas.
Al igual que en todas las hortalizas de fruto, el principal nutriente absorbido no es el nitrógeno,
sino el potasio. Es importante recalcar que el balance del nitrógeno nítrico/amoniacal es muy
importante para el óptimo aprovechamiento y máxima absorción de nitrógeno.
Para la variedad Aodai, la necesidad de nitrógeno es pequeña al comienzo del ciclo y aumenta
a partir de los 36 días después de la emergencia (imagen 1), como se aprecia en la curva de
cúmulo de materia seca (imagen 2). Este comportamiento también se observa para los demás
macro y micro nutrientes (imagen 1).
Fósforo
La absorción del fósforo aumenta rápidamente con el inicio de la producción.
Aproximadamente 80% del fósforo se absorbe entre el 48º y el 72º día posterior a la
emergencia, período en que se concentra la mayor parte de la producción de frutos, los que
acumulan cerca del 50% del fósforo absorbido.

Potasio
El potasio es el nutriente absorbido en mayores cantidades. Aproximadamente 90% del potasio
se absorbe en los 36 días finales del ciclo de cultivo. El potasio ejerce un importante papel en
la calidad de los frutos, aumentando la concentración de sólidos solubles y consecuentemente,
la palatabilidad de los frutos, además de ser un importante activador enzimático y actuar en
el proceso de transpiración de las plantas, controlando la apertura y cierre de las estomas. La
fuente más noble y más eficiente de absorción de potasio es el Nitrato de Potasio (Ultrasol®
K) de SQM. Este nutriente se caracteriza por tener una sinergia en la absorción del nitrógeno
100% nítrico en conjunto con el potasio, teniendo una relación N/K de 1/3 respectivamente,
relación ideal para el activo crecimiento de la fruta. En estado de desarrollo cercano a cosecha
y cuando no se necesita nitrógeno, una fuente ideal de potasio es el Sulfato de Potasio
(Ultrasol® SOP), que tiene un alto contenido de potasio y también azufre, el cual actúa a nivel
de activación de un importante número de actividades enzimáticas que ayudan a incrementar
la madurez y el peso de la fruta en conjunto con el Potasio.

Calcio
El calcio es un nutriente de gran importancia para la producción. En deficiencia de este
elemento se produce la formación de frutos con podredumbre apical. La deficiencia de calcio
también está relacionada a la malformación del sistema radicular y a la reducción del
crecimiento de las plantas. La cantidad de calcio absorbida durante el ciclo de cultivo y la
marcha de absorción es semejante a la del nitrógeno. Al contrario de los otros nutrientes, el
transporte de Ca en la planta ocurre predominantemente a través de los vasos del xilema y la
tasa de transporte es controlada por el movimiento de agua en la planta por el proceso de
transpiración (MOLTAY et al., 1999). En condiciones de alta humedad relativa del aire, la
reducción de la tasa de transpiración puede resultar en una deficiencia de calcio, incluso
cuando el suelo presenta cantidades suficientes de ese elemento (BAKKER; SONNEVELD, 1988).
De esta forma, el cierre de las cortinas laterales de los cultivos protegidos en regiones de
clima frío, a pesar de promover la elevación de la temperatura, puede llevar a una deficiencia
de Ca, en consecuencia del aumento de la transpiración de las plantas. Altas dosis de N y K
estimulan el crecimiento de la planta, aumentando también la absorción de Ca (MOLTAY.,
1999).

En este caso, la fuente más noble y de rápida absorción es el Ultrasol® Calcium, el que debe
ser localizado en las etapas de floración, cuaja y fruto pequeño, momento en el cual se absorbe
el calcio y se desplaza hacia los frutos asegurando de esta forma frutos más firmes, con
menores niveles de enfermedades y bajos desordenes fisiológicos relacionados al calcio.

Magnesio y Azufre
El magnesio y el azufre se absorben en cantidades relativamente bajas en comparación con
los demás nutrientes, pero son indispensables para un buen desarrollo del cultivo. El Mg forma
parte de la molécula de clorofila, responsable de la fotosíntesis, mientras que el S es
componente de diversos compuestos orgánicos de la planta. Con la intención de proveer de
grandes cantidades de K y de Ca para garantizar una alta producción y calidad de los frutos,
la nutrición excesiva con dichos elementos puede causar deficiencia de Mg en la planta, como
consecuencia del efecto antagónico entre aquellos elementos y el Mg. La deficiencia de S no
es común en el cultivo del pepino, ya que los nutrientes utilizados generalmente contienen
azufre en cantidad suficiente, como es el caso del sulfato de amonio, sulfato de magnesio y
sulfato de potasio.

Nutriente LNMP(1) Papadopoulas (1994) Vetanovetz (1996)


Macronutriente (dag kg-1)
N 4,5-6-0 3,0-6,0 2,5-4,5
P 0,3-1,2 0,3-1,3 0,4-0,8
K 3,5-50 3,5-5.0 6,0-10,0
Ca 1,5-3,5 0,5-5,0 6,0-10,0
Mg 0,3-1,0 0,35-0,70 0,5-1,5
S 0,4-0,7 - -
Boro 90 gr/ha 0,08
Micronutriente - (mg kg-1)
B 25-60 30-120 40-120
Cu 7-20 8-20 7-10
Fe 50-300 100-300 100-420
Mn 50-300 50-250 100-300
Zn 25-100 40-100 90-150
Tabla. Niveles óptimos de concentración de nutrientes en materia seca de hojas de pepino.
En forma general la extracción de nutrientes por parte de plantas cucurbitáceas responde al
siguiente modelo:

Agua Fresca kg/t


Agua 960
Nitrógeno 1.43
Fósforo 0.38
Potasio 1.7
Azufre 0.16
Calcio 0.25
Magnesio 0.15

La disponibilidad de los micronutrientes es esencial para el adecuado crecimiento y desarrollo


de las plantas y para obtener rendimientos elevados. Cuando existe deficiencia de uno o varios
elementos menores, éstos se convierten en factores limitantes del crecimiento y de la
producción, aunque existan cantidades adecuadas de los otros nutrientes.

EN LOS ÚLTIMOS AÑOS SE HA INCREMENTADO EL USO DE LOS MICRONUTRIENTES EN LOS


PROGRAMAS DE FERTILIZACIÓN DEBIDO PRINCIPALMENTE A:

 La continua remoción de elementos menores por los cultivos que en algunos casos, ha
disminuido la concentración de éstos en el suelo a niveles menores a lo necesario para
el crecimiento normal.
 El cultivo intensivo, con un mayor uso de nutrientes para aumentar rendimientos, ha
incrementado la utilización de elementos menores los cuales no son devueltos al suelo
al momento de la cosecha.
 La excesiva acidez de los suelos que reduce la disponibilidad de algunos
micronutrientes.
 El uso de nutrientes de alta pureza que ha eliminado el aporte de los elementos
menores que en pequeñas cantidades estaban presentes en productos de más baja
calidad usadas en el pasado.
 Un mejor conocimiento de la nutrición vegetal que ha ayudado a diagnosticar
deficiencias de elementos menores que antes no eran atendidas.

FUNCIÓN DE LOS MICRONUTRIENTES EN LOS CULTIVOS:

El papel de los micronutrientes es sumamente complejo y está asociado con procesos


esenciales en los que trabajan conjuntamente con otros nutrientes. A continuación, se
presenta de manera muy general las principales funciones de los seis micronutrientes:

 Zinc: Interviene en la formación de hormonas que afectan el crecimiento de las


plantas. Participa en la formación de proteínas. Si no hay una cantidad adecuada de
Zinc en la planta, no se aprovechan bien el Nitrógeno ni el Fósforo. Favorece un mejor
tamaño de los frutos.
 Boro: Se relaciona con el transporte de cazúcares en la planta. Afecta la fotosíntesis,
el aprovechamiento del Nitrógeno y la síntesis de proteínas. Interviene en el proceso
de floración y en la formación del sistema radicular de la planta y regula su contenido
de agua.
 Hierro: Es necesario para la formación de la clorofila, es un constituyente importante
de algunas proteínas y enzimas. Es catalizador en los procesos de oxidación y reducción
de la planta.
 Cobre: Catalizador para la respiración y constituyente de enzimas. Interviene en el
metabolismo de carbohidratos y proteínas y en la síntesis de proteínas.
 Manganeso: Influye en el aprovechamiento del nitrógeno por la planta, actúa en la
reducción de los nitratos. Importante en la asimilación del anhídrido carbónico
(fotosíntesis) y en la formación de caróteno, rivoflavina y ácido ascórbico.
 Molibdeno: Es importante en la síntesis de proteínas y en la fijación simbiótica del
Nitrógeno. También ha sido asociado a los mecanismos de absorción y traslación del
hierro.
GERMINACIÓN
La germinación ocurre entre 3 a 4 días después de la siembra, en temperaturas de entre 25°
C a 30° C (WIWN, 1997) y el trasplante se realiza entre 8 a 10 días luego de la siembra para
las mudas producidas en bandejas. Para siembra directa, la germinación ocurre de 5 a 10 días
después de la siembra. La temperatura óptima del suelo para la germinación es de 16° C a 35°
C (LORENZ; MAYNARD, 1988). El pepino es una de las hortalizas que requieren menor tiempo
para la formación de la muda, en comparación con otras hortalizas como la lechuga, el tomate
y el pimentón, cuyas mudas son trasplantadas entre 22 y 28 días después de la siembra. En el
caso del pepino injertado, el tiempo de formación de la muda es considerablemente mayor
(30 a 40 días), pues el proceso de injertado y el proceso de pegado de éste demandan cierto
tiempo.

DESARROLLO VEGETATIVO

El crecimiento de la planta de pepino es bastante acelerado durante casi todo el ciclo del
cultivo, reduciendo el ritmo sólo en los estados finales cuando la planta inicia el proceso de
senescencia. La imagen a continuación muestra la curva de crecimiento del cultivo Hokushin,
injerto en zapallo tipo Excite Ikki, conducido en un ambiente protegido en el período invierno-
primavera (estudio realizado en Brasil (1999)). Fue posible verificar que el ritmo de
crecimiento se mantuvo prácticamente continuo hasta aproximadamente 80 días después del
trasplante, pero el crecimiento se redujo drásticamente después de ese período. De la misma
forma, el índice de área foliar (AIF) también presentó un crecimiento constante hasta el 63er
día después del trasplante, sin embargo, la medición realizada al final del ciclo de cultivo
presentó una ligera disminución del AIF en virtud de la senescencia de hojas y de la reducción
del ritmo de crecimiento del cultivo.

Altura de las plantas e índice de área foliar de plantas de pepino, cv. Hokushin, injertadas
sobre zapallo híbrido Excite Ikki, en ambiente protegido, en diferentes épocas después del
trasplante de las mudas al campo.
FLORECIMIENTO
El pepino es considerado una planta neutra con respecto al fotoperiodo, lo que significa que
comienza la floración sin depender de la duración de los días. Sin embargo, fotoperiodos
cortos, baja intensidad luminosa y bajas temperaturas aumentan la proporción de flores
femeninas (FILGUEIRA, 1981). Nitsch et al. (1952) verificaron que un fotoperiodo extenso (16
horas) reducía severamente el número de flores femeninas y que en condiciones de
temperatura elevada (30 °C), ellas no llegaron a formarse. Cantliffe (1981) estudió los efectos
de los factores ambientales (intensidad luminosa, fotoperiodo y temperatura del aire) en la
alteración de la expresión sexual de las flores de diferentes cultivos e híbridos de pepinos para
conserva. Cuando los factores ambientales fueron analizados de forma aislada, se verificó que
el aumento de la intensidad luminosa produjo un aumento del número de flores femeninas.
Las altas temperaturas (sobre 26°C) favorecieron la formación de flores masculinas, mientras
que el fotoperiodo no presentó influencia en la expresión sexual de las plantas. Sin embargo,
cuando se estudiaron las interacciones entre los factores ambientales, las altas temperaturas
generalmente conllevan una reducción del número de flores femeninas, principalmente en
ambientes de baja intensidad luminosa.
Los insectos juegan un importante rol en la producción del pepino, pues actúan como agentes
polinizadores, responsables de la fecundación de la flor femenina y consecuentemente, de la
formación de los frutos, considerando que el grano de polen del pepino no es transportado por
el viento. Esta fue una gran dificultad encontrada por los primeros productores de pepino en
ambiente protegido, pues la población de insectos en su interior es bastante reducida en
relación al ambiente externo. Actualmente, los híbridos cultivados en condiciones protegidas
presentan paternocarpia, lo que significa que los frutos se desarrollan incluso en ausencia de
polinización de la flor femenina, lo que trajo un aumento significativo de la productividad en
dichas condiciones de cultivo.
El florecimiento ocurre entre 15 y 25 días después del trasplante en el campo, pero en el caso
del pepino injertado el surgimiento de las primeras flores puede anticiparse bastante (entre 7
a 10 días), porque, como consecuencia del proceso de injerto, existe un retraso en la
formación de la muda, la que al ser trasplantada en el campo ya se encuentra en un desarrollo
fisiológico más adelantado en relación a la muda no injertada.

PRODUCCIÓN Y COSECHA
El inicio de la cosecha ocurre entre 33 y 44 días después del trasplante (en ambiente protegido)
o entre 40 y 70 días después de la siembra (campo abierto) (BLANCO et al., 2002; CAÑIZARES;
GOTO; 2002; FILGUEIRA, 1981; RESENDE et al., 2001; SOLIS, 1982; SONNENBERG, 1980),
pudiendo variar dependiendo de las condiciones ambientales al realizar un cultivo o de
acuerdo con el híbrido utilizado.
En el cultivo tradicional, en campo abierto, generalmente se cultivan el pepino tipo Caipira,
el Aodai y el pepino para Conserva, cuyo ciclo de cultivo dura de 90 a 120 días. El momento
de la cosecha no se basa en el grado de madurez de los frutos sino en el tamaño de éstos. Para
pepinos de los tipos Aodai y Japonés, la cosecha se realiza cuando los frutos llegan a medir 20
a 25 cm de largo. En el caso del grupo Caipira, la cosecha se realiza cuando los frutos miden
entre 10 y 15 cm; en el caso del pepino Conservero, entre 5 y 16 cm de largo (SONNENBERG,
1980). Para el cultivo en ambiente protegido, en el que generalmente se cultiva el pepino de
tipo Japonés, el ciclo de cultivo varía entre 60 y 90 días para el pepino no injertado y de 100
a 140 días para el pepino injertado.
TOMA DE MUESTRAS PARA ANÁLISIS DE SUELOS – CÓMO HACERLA

Al hacer las toma de muestras para análisis de suelos se dividirá la superficie del
terreno objeto del muestreo en parcelas uniformes en función del color, situación,
profundidad, desarrollo de la vegetación, etc.
Cada una de estas parcelas debe muestrearse separadamente, teniendo siempre en cuenta
que la superficie a la que representa pueda ser fertilizada separadamente.
Cada muestra compuesta se formará mezclando submuestras, unas 10 ó 12 como mínimo,
sacadas de diferentes partes de la parcela, siendo lo más representativas posibles de la
misma.
Deben tener un peso aproximado de entre 100 y 200 g. Las submuestras se mezclarán de
manera homogénea, hasta completar un peso de unos 500 g.
Para la toma de muestras se utilizará una pala limpia, un tubo de muestreo, una barrena
o una sonda.
Cuándo se debe de hacer la toma de muestras para análisis de suelos

La toma de muestras debe realizarse después de la recolección y siempre antes de


efectuar un abonado o enmienda, eliminando los restos vegetales de la parte superior del
suelo. En el caso del nitrógeno es conveniente hacer dos ó más determinaciones para el
mismo cultivo: una antes de la siembra y otra durante las primeras fases de desarrollo del
cultivo para planificar el abonado de cobertera.
A qué profundidad se debe hacer la toma de muestras para análisis de suelos

La profundidad de la muestra depende del cultivo a fertilizar:

 Praderas y cultivos de no laboreo: La profundidad de la muestra debe ser hasta los 15


cm.
 Cultivos herbáceos: La profundidad del muestreo debe coincidir con la capa labrada,
25-30 cm.
 Cultivos leñosos: En la mayor parte de los casos, es suficiente con tomar una muestra
desde la superficie hasta los 40 cm. En el caso de nuevas plantaciones o si el cultivo se
asienta en terrenos calizos se tomarán dos muestras a distintas profundidades: una hasta
30 cm (suelo) y otra de 30- 60 cm (subsuelo).

Evaluación del nitrógeno: Para la evaluación del nitrógeno en forma de nitrato la


profundidad de la muestra debe de ser próxima a los 50 cm. En los climas áridos cabe
reducir la profundidad de muestreo, mientras que en las zonas húmedas será mayor, dada
la mayor lixiviación de los nitratos. Para estas muestras se aconseja un secado rápido para
interrumpir de forma inmediata la acción bacteriana que afectaría al resultado de los
análisis.
Análisis total y disponible de los elementos presentes en el
suelo
Escrito por Jorge Pizarro 16 septiembre, 2014

Las dificultades que entraña la determinación de los diferentes elementos en muestras


orgánicas e inorgánicas no están asociadas fundamentalmente con la fiabilidad de las
técnicas instrumentales, sino con la elección de los métodos para la preparación de las
muestras, lo cual constituye uno de los procesos más críticos del análisis. No se puede
recomendar un procedimiento generalizado de análisis de los elementos presentes en el
suelo debido a la diversidad de los elementos a determinar y a la gran variedad de métodos
analíticos aplicables. Por tanto, en la elección de la técnica analítica se debe tener en cuenta
la sensibilidad, precisión y exactitud de la misma.

1. Análisis Total
Tanto los elementos más abundantes como los elementos traza se encuentran en
diferentes compartimentos del suelo, dado que se pueden asociar a distintos componentes
del mismo. Las formas principales en las que se encuentran los elementos en el suelo son,
las siguientes:
1. Formando parte de la red cristalina de los minerales primarios, heredados del material
de partida y secundarios, formados como consecuencia de los procesos de alteración.
2. Adsorbidos a óxidos e hidróxidos de hierro, aluminio y manganeso.
3. Complejados o incluidos en la estructura de macromoléculas.
4. Retenidos por los residuos animales y vegetales.
5. Formando parte del complejo de cambio y, por lo tanto, asociados a las arcillas y
compuestos húmicos del sistema coloidal.
6. En fase soluble, formando parte de la solución del suelo.
Para obtener la concentración total de un elemento es necesario extraer todas las formas
del mismo que se pretende determinar, incluyendo las que forman parte de la red cristalina
de los minerales primarios y secundarios (silicatos, arcillas, carbonatos, etc.).
Tradicionalmente, los reactivos más usados en análisis de elementos en suelos han sido
una mezcla de ácido fluorhídrico y perclórico (HF + HClO4) o bien, el agua regia (HNO3 +
HCl). Los datos de la bibliografía indican que en algunos tipos de suelos los valores de
elementos totales liberados por estos dos agentes pueden presentar amplias diferencias
(Baize, 2000), de modo que cuando ocurre esto el agua regia proporciona valores inferiores.
Ello hace que sea difícil comparar valores de elementos totales obtenidos por métodos de
extracción diferentes.
El análisis total de los elementos presentes en el suelo se puede llevar a cabo mediante un
método semicuantitativo, la fluorescencia de rayos X (FRX), así como con un método
cuantitativo, la espectroscopia de emisión inducida por plasma argón (ICP-MS). Sin
embargo, Alloway (1995) considera que mediante estas extracciones no se produce una
digestión total, por lo que la composición obtenida correspondería, a una fracción
pseudototal.
1.1. Método semicuantitativo: fluorescencia de Rayos X (FRX)

Para realizar el análisis de los elementos a partir de las muestras de suelo se puede emplear
la fluorescencia de rayos X. Mediante esta técnica analítica se pueden determinar metales
como el Cu, Mn y Zn (Wilkins, 1979), Ti y Zr a una concentración normal en el suelo.
También pueden determinarse otros metales pesados y metaloides (As, Cr, Ni y Pb), pero
en el caso del Cd, Hg y Sn se requiere una preconcentración previa de la muestra.
La técnica de fluorescencia de rayos X (FRX) está basada en el principio de que si un átomo
es bombardeado con fotones de alta energía, algunos de sus electrones son expulsados.
Como otros electrones rellenan los niveles vacantes de energía ocupados por los electrones
expulsados, ellos emiten un cuanto de radiación característica de ese tipo particular de
átomo, de aquí que cada elemento tenga una serie propia de características de emisión o
de líneas de fluorescencia por rayos X.
Algunas aplicaciones de la FRX son, las siguientes:
1. Determinación cualitativa rápida de los elementos presentes en un material
desconocido sin prácticamente preparación de la muestra y determinación
semicuantitativa usando factores sencillos de corrección.
2. Detección de todos los elementos de la tabla periódica por debajo del B desde el límite
de detección de unas pocas p.p.m. hasta el 100%.
3. Determinación cuantitativa de todos los elementos de una muestra (excluyendo a los
elementos con número atómico por debajo de 5).
4. Composición en superficie (1 µm) comparada con el volumen (> 10 µm) usando líneas
de emisión con diferente profundidad de penetración en determinadas muestras
(cerámicas).
La FRX ofrece un número impresionante de ventajas. Generalmente, el método no es
destructivo y, por lo tanto, puede utilizarse sin dañar la muestra. Otra ventaja sería la
precisión y rapidez del procedimiento (Haneklaus et al., 1994). No obstante, presenta
también algunos inconvenientes; por ejemplo, no es un método tan sensible como otros
métodos ópticos. En el más favorable de los casos, se pueden medir concentraciones de
unas pocas p.p.m.; además, los métodos de FRX no se consideran adecuados para los
elementos ligeros de modo que las dificultades en la detección y en la medida aumentan
progresivamente por debajo del número atómico 23 (Vanadio) (Skoog y Leavy, 1994). Otra
desventaja de este procedimiento es el elevado coste de los instrumentos. Además, la
existencia de interferencias categorizadas como coincidencias espectrales o efectos
matriciales constituye otra dificultad añadida a la hora de realizar el análisis. El principal
inconveniente de este método es la escasa sensibilidad que presenta (Alloway, 1995); esto
hace que no sea posible medir algunos elementos como Mo y Co y que otros como Cd y
Hg no se puedan medir sin preconcentración. Pese a ello, las técnicas de análisis de rayos
X son las más empleadas en análisis de suelos.
Para llevar a cabo el análisis, una vez secadas y tamizadas las muestras con un tamiz de
2 mm, se pesan 10 g de suelo finamente molido, mediante un molino de bolas de ágata,
mezclándolo con 2,5 g de cera de carbono Hoescht micropowder. Las pesadas se realizan
en una balanza con una precisión de dos cifras decimales. La mezcla anterior se introduce
en una cápsula de aluminio de 4 cm de diámetro y 1 cm de profundidad, sometiéndola a
una elevada presión con el objeto de obtener pastillas para su posterior análisis (Lagen,
1996). Se realizan dos réplicas por muestra. Sobre las pastillas se realiza la determinación
semicuantitativa de los elementos, utilizando un espectrómetro secuencial de rayos X, con
un tubo de ánodo de rodio de 3.000 W de potencia con una ventana frontal de 125 µm de
espesor.
Las concentraciones de los elementos se estiman mediante el programa GeoQuant versión
2.1 expresándose los resultados en % para los elementos mayoritarios (Si, Al, Fe, K, Mg,
Ca, Ti, Na, P, Mn, Si, Ba, Cl, Zr, Cr, Zn) y en p.p.m. para los elementos minoritarios (Rb, Ni,
V, W, Sr, Y, Cu, Sc, Ga, Pb, Nb). Además también se expresa en % la pérdida por
calcinación a 975ºC.
1.2. Método cuantitativo: Espectometría de Masas-Plasma (ICP-MS)

Muchos métodos analíticos requieren que la muestra esté en solución. Esto puede ser un
inconveniente cuando se trabaja con muestras de suelo, porque los componentes orgánicos
e inorgánicos del mismo requieren diferente tratamiento para su disolución. El método más
fácil es la disolución de la muestra tras previo calentamiento, puesto que toda la materia
orgánica es destruida. Un tratamiento secuencial de las muestras de suelo con HF y HNO3
es, a menudo, efectivo a pesar de que los residuos inorgánicos deben ser tratados de nuevo
con HF y HNO3 hasta su completa disolución (Helmke, 2000).
El método de extracción utilizado, siguiendo el procedimiento oficial para análisis de suelos
empleado por la Agencia para la Protección Ambiental de los Estados Unidos (USEPA –
“United States Environmental Protection Agency”), fue el método EPA-SW-846-3051.
Mediante el mismo se produce la oxidación de la materia orgánica empleando ácido nítrico
y sometiendo a la muestra a condiciones de elevada temperatura y presión. De esta forma,
no se logra solubilizar la fracción silicatada de la muestra por lo que no se puede cuantificar
la cantidad real de los elementos presentes en el suelo aunque disuelve aquellos no
enlazados a silicatos. Sin embargo, la mayoría de los metales pesados presentes como
contaminantes en los suelos pertenecen a este último tipo; por ello, se emplea para
determinar la cantidad de metales en suelos que han sido contaminados
antropogénicamente (Raij et al., 2001).
Las técnicas de digestión en microondas a 8.000ºC se encuentran entre los métodos más
recientes para disolver las muestras de suelo. Sus principales ventajas radican en que:
resulta más difícil la contaminación de la muestra, se produce una disolución más completa
de ésta y una menor pérdida de elementos volátiles. Su principal desventaja es la gran
cantidad de tiempo necesario para que se complete el proceso de digestión.
La determinación por ICP-masas se consigue sometiendo el flujo de un gas a presión
atmosférica a la acción de un campo magnético inducido por una corriente de alta
frecuencia. El gas usado, denominado gas plasmógeno, es habitualmente el argón, aunque
para determinadas aplicaciones se puede usar combinado con una baja proporción de
algún otro gas. Debido a las altas temperaturas del plasma, se minimizan las interferencias
matriciales. El argón es empleado por ser un material fácilmente encontrado en alto grado
de pureza y por desarrollar un ambiente químicamente inerte.
Además, el propio argón (Ar) junto con un flujo de agua son los responsables de la
refrigeración del sistema (Guidetti, 1981). El ICP es una buena fuente de iones, en la que
el gas o aerosol de la muestra introducida es volatilizado, automatizado e ionizado a muy
alta temperatura. Puesto que la fuente de iones (ICP) trabaja a presión atmosférica y el
analizador de masas y el detector lo hacen en régimen de alto vacío, ha sido desarrollada
una interfase que permite la transferencia de iones al espectrómetro de masas encargado
de analizarlos. En esta interfase se forma un chorro de iones que finalmente se dirige al
sistema analizador, que puede ser de dos tipos: el de sector magnético y los cuadrupolares,
siendo estos últimos los más extendidos por su mayor simplicidad, velocidad de barrido y
menor costo. Los analizadores cuadrupolares actúan como filtro, de manera que sólo
aquellos iones que cumplan una determinada relación carga/masa pasan a través de ellos
y llegan al detector. El sistema de introducción de la muestra es la nebulización neumática,
donde la muestra líquida interacciona con una corriente de gas en un nebulizador
generándose un aerosol que pasa a través de una cámara de spray en donde las gotas
grandes son eliminadas y las pequeñas son conducidas al plasma.
Para la determinación por ICP-MS se pesaron 0,5 g (con una precisión de 1 mg) de suelo
seco y molido en un frasco de digestión de teflón. Se añadieron 10 mL de HNO3
concentrado y se calentó lentamente. Se incorporaron, con sumo cuidado, 8 mL de HCl,
calentando hasta llegar a sequedad y, por último, se agregaron 8 mL de agua regia (2 mL
de HNO3 + 6 mL de HCl) y se calienta hasta ebullición.
Para un horno microondas (CEM MDS-2000) con potencia máxima de 600 W fueron
colocados apenas seis frascos para la digestión simultánea en un carrusel, y siempre con
una muestra como control. Para hornos con potencia de 950 W se puede trabajar hasta con
doce frascos de digestión. La programación del horno se hizo en una única etapa, de
acuerdo a los siguientes requerimientos: Potencia 600 W, Presión 415 KPa (60 psi), TAP
10:00 min., Tiempo 5,30 min. Al término de la programación, los frascos fueron enfriados
hasta alcanzar la presión en torno a 69 KPa (10 psi), tras la cual fueron abiertos. La abertura
debe ser cuidadosa y siempre bajo campana de extracción. Los frascos y tapas fueron
lavados con agua y la disolución transferida a un matraz aforado de 50 mL. Es preciso diluir
con agua Milli-Q (las muestras fueron diluidas empleando diluciones 1:200 y 1:50 para los
elementos mayoritarios según sea el caso y dilución 1:5 para los elementos minoritarios) y
filtrar como paso previo a la determinación de los cationes presentes. Para ello, se utiliza
papel de filtro cuantitativo (0,00007 g y de filtración lenta 1.500 segundos), leyendo en el
extracto el Mg, Ca, P, K, Na, Al, Fe, Mn, Cu, Zn, Pb, Ni, Cr y Cd obtenido mediante ICP-
MS, modelo Plasmaquad 2 Vg Elemental. Se efectuaron dos réplicas de extracción y tres
determinaciones en cada una de ellas.
Los resultados se expresan en % para los elementos mayoritarios (Al, Ti, Na, Ca, Mg, K, P)
y en p.p.m. para los elementos minoritarios (V, Cr, Mn, Co, Ni, Cu, Zn, Mo, Cd, Ba, Hg, Pb).

2. Análisis de Elementos Disponibles


Para evaluar el estatus nutritivo del suelo y/o contenido en metales pesados fácilmente
movilizables se llevaron a cabo extracciones con el agente quelante DTPA y la solución
ácida Mehlich-3.
2.1. Extracción con el agente quelante DTPA 0,005M

El método del DTPA (ácido dietilenotriaminopentaacético) está entre los más eficaces para
evaluar la disponibilidad de micronutrientes y metales pesados en muestras de suelo debido
a que resulta económico, reproducible, fácilmente adaptable a las operaciones rutinarias
del laboratorio y además de ello, los procedimientos para la preparación y extracción de las
muestras están estandarizados (Soltanpour et al., 1977). El principio del método utilizando
la solución de DTPA pH 7,3, desarrollado por Lindsay y Norvell (1978), es la complejación
de los metales, de forma que el agente quelante reacciona con los iones libres de los
metales en solución, formando complejos solubles, lo que provoca una reducción de la
actividad de los metales libres en solución. En respuesta a ello, los iones son desorbidos
de la superficie del suelo o se disuelven de la fase sólida para reabastecer a la solución del
suelo. La cantidad de metal quelatado que se acumula en la solución durante la extracción
es una función de la actividad de esos iones libres en la solución del suelo (factor
intensidad), de la habilidad del suelo en reabastecer a la solución (factor capacidad), de la
estabilidad del quelato y de la capacidad del quelante en competir con la materia orgánica
(Raij et al., 2001).
El DTPA formulado, se preparó disolviendo 7,84 g de DTPA 0,005 m L-1 en agua destilada,
agitando primero manualmente y luego con un agitador para agilizar la disolución. Se
adicionaron 60 mL de trietanolamina (TEA) y 5,88 g de CaCl2. Se transfirió todo el contenido
a un matraz aforado de 4 L y se enrasó con agua. Posteriormente, se corrigió el pH de la
disolución con aproximadamente 30 mL de HCl 6N hasta alcanzar un valor de pH de 7,3.
Para realizar la extracción, se tomaron 20 cm3 de TFSA en frascos de polietileno, se
adicionaron 20 mL de la disolución extractora mediante dispensador, se taparon los frascos
con parafilm o con tapones de polietileno, se dispusieron en bandejas de aluminio con
capacidad para 30 frascos y se agitaron durante 2 horas con rotación a 240 r.p.m. en un
agitador circular horizontal. Conviene tener en cuenta que factores como el tiempo de
agitación, la velocidad de agitación y la forma de la extracción influyen en la cantidad de
metales extraídos, de ahí que estos factores deban de ser estandarizados en cada
laboratorio de lo contrario los niveles críticos para cada micronutriente podrían verse
afectados. Pasado el tiempo, se filtró la suspensión por gravedad, con papel de filtro
Whatman nº42 y en el filtrado se determinó Fe, Mn, Cu, Zn, Pb, Ni, Cr y Cd mediante
espectrómetro de emisión atómica, ICP-AES, modelo Jobin Yvon JY 50-P. Los resultados
se expresan en mg kg-1 tanto para los micronutrientes (Fe, Cu, Mn y Zn) como para los
metales pesados (Cd, Cr, Ni y Pb).
El empleo de los espectrómetros ICP-AES se ha incrementado mucho en los últimos años,
ya que permiten el análisis multielementar de las muestras líquidas basadas en la emisión
atómica. La muestra es aspirada por un flujo de Ar, sufriendo nebulización y siendo
arrastrada hasta un plasma de Ar, el cual es producido inductivamente por medio de una
fuente de radiación electromagnética de alta frecuencia. En el plasma, las especies
químicas sufren procesos similares a los citados antes, emitiendo sus espectros de
radiación característicos, al lado de un espectro continuo de radiación. Debido a las altas
temperaturas del plasma, se minimizan las interferencias matriciales.
2.2. Extracción con la solución ácida Mehlich-3

La extracción y determinación de los elementos por este procedimiento es aplicable en un


amplio rango de pH, de ácido a básico (SPAC, 1992). El método de Mehlich-3 ha sido
desarrollado por Mehlich (1984) como una extracción multielemental del suelo. Para
preparar esta disolución extractante se emplearon como reactivos nitrato de amonio
(NH4NO3) 0,25M, ácido nítrico (HNO3) 0,013M, ácido acético glacial (CH3COOH) 0,2M y
ácido etilenodiaminotetraacético (EDTA) 0,001M y formulado como
(HOOCCH2)2NCH2CH2N (CH2COOH)2. En el procedimiento Mehlich-3, el P es extraído
por medio de una reacción que tiene lugar entre el ácido acético y los componentes con
fluoruro. Los cationes cambiables (Ca, Mg, Na, K) son extraídos debido a la acción de los
nitratos de amonio y el ácido nítrico. Finalmente, los micronutrientes (Fe, Cu, Mn y Zn) son
extraídos mediante NH4 y el agente quelante EDTA.
Para llevar a cabo este procedimiento de extracción, en primer lugar, se prepara la
disolución de fluoruro/EDTA, añadiendo en un matraz de 1 L, 600 mL de agua, 138,9 g de
NH4F y 73,5 g de EDTA, mezclando y completando el volumen para 1 L con agua destilada.
A continuación, y utilizando un matraz de 5.000 mL, se añaden 4.000 mL de agua y 100 g
de NH4NO3 y se disuelven. Se transfieren 20 mL de la disolución fluoruro/EDTA (preparada
anteriormente) y con la ayuda de un agitador, se facilita la disolución de los componentes
añadidos. Se incorporan 57,5 mL de ácido acético y 4,1 mL de ácido nítrico concentrado.
Se completa el volumen para 5.000 mL con agua destilada y se determina el pH de la
disolución hasta alcanzar un valor de 2,5 añadiendo NaOH. Para realizar la extracción, se
toman 5 cm3 de TFSA y 50 mL de la disolución extractante llevándolos a frascos de
polietileno, se tapan y se agitan durante 5 minutos en un agitador circular horizontal a 240
r.p.m. Transcurrido este tiempo se filtra el extracto utilizando papel de filtro Whatman nº42
y se leen las concentraciones de Mg, Ca, P, Fe, Mn, Cu, Zn, Pb, Ni, Cr y Cd en ICP-AES
modelo Jobin JY 50-P.
Como entre los objetivos de este estudio está comparar la cantidad extraída de cada
elemento mediante DTPA y Mehlich-3 con los métodos de análisis total (FRX e ICP-MS),
la cantidad de los elementos extraídos se transformó en unidad de peso (mg kg-1) a partir
del volumen muestreado, 20 y 5 cm3 respectivamente.
La conductividad eléctrica del suelo en el desarrollo de los
cultivos
El desarrollo de los cultivos está condicionado por muchos factores, tanto bióticos como
abióticos, dentro de estos últimos se encuentran las propiedades fisicoquímicas de los
suelos. Sin duda, algo que determina la calidad y fertilidad de un suelo agrícola es el
contenido de sales presentes. Estas sales reducen el potencial osmótico de la solución del
suelo, reduciendo al mismo tiempo la disponibilidad de agua para las plantas, a pesar de
que el suelo muestre niveles razonables de humedad. Los problemas de salinidad son más
acentuados en regiones áridas y semiáridas. La manera en la que se mide dicha salinidad
en los suelos es mediante la conductividad eléctrica (CE).
¿Qué es la conductividad eléctrica (CE) del suelo?
La CE mide la capacidad del suelo para conducir corriente eléctrica al aprovechar la
propiedad de las sales en la conducción de esta; por lo tanto, la CE mide la concentración
de sales solubles presentes en la solución del suelo.Su valor es más alto cuanto más fácil
se mueva dicha corriente a través del mismo suelo por una concentración más elevada de
sales.
Las unidades utilizadas para medir la CE son dS/m (decisiemens por metro). Esta medida
es equivalente a la que anteriormente se utilizaba: mmhos/cm.
Salinidad en los suelos agrícolas
La salinidad a menudo se confunde con sodicidad del suelo, pero son dos cosas
completamente distintas, ya que estos suelos tienen diferencias significativas en sus
propiedades químicas como se aprecia en el Cuadro 1.

En un suelo salino se acumulan cationes como sodio (Na+), potasio (K+), calcio (Ca+2) y
magnesio (Mg+2), así como los aniones cloro (Cl-), sulfato (SO4-2), bicarbonato HCO3-) y
carbonato (CO3-2). Por otro lado, los suelos sódicos cuentan con altos contenidos de Na,
pero no de las demás sales anteriormente enlistadas.
Manejo. Los suelos salinos son manejados con lavado, mientras que a los suelos sódicos
se les aplican mejoradores a base de calcio (yeso agrícola) o formadores de calcio (azufre,
ácido sulfúrico, polisulfuro de calcio o amonio) y posteriormente la aplicación de láminas de
riego para eliminar el sulfato de sodio excesivo de la solución de suelo, mejorando las
características físicas que se afectaban por la presencia de sodio (Castellanos, 2000). Por
otro lado, a los suelos salino-sódicos se les aplican primero mejoradores de suelo, como
los enunciados anteriormente, y después se aplican láminas de lavado.
Origen. Los procesos que originan la salinidad de los suelos pueden ser los siguientes:

 Meteorización de rocas o materiales parentales.


 Mantos freáticos elevados que no impiden el movimiento vertical del agua.
 Calidad pobre del agua de riego (contenido alto de sales).
 Mal manejo del riego, donde la lámina de drenaje es insuficiente para el lavado de sales.
 Ex vasos de lagos o lagunas sometidos a evaporación por largos períodos.
 Aplicación excesiva de fertilizantes, abonos animales o compostas.

Métodos para medir la salinidad. La salinidad del suelo se mide a través de dos métodos:
1) conductividad eléctrica en el extracto de saturación (CEe); 2) conductividad eléctrica en
extracto 1:2, es decir, que por cada unidad de suelo se agregan dos de agua. El último
método se caracteriza por ser práctico y sencillo. Muchos de los reportes están referidos en
CEe. En el cuadro 2 se tiene la equivalencia entre los valores de ambos métodos.

¿Para qué sirve conocer la CE en los suelos?


Determinar la CE es fundamental para tomar las decisiones de manejo del suelo, si es
necesario algún mejorador del suelo o no, y para determinar la fracción de lavado que se
adicionará. También conocer este parámetro del suelo facilita determinar el cultivo y
variedad a establecer de acuerdo a su tolerancia a los niveles de salinidad presentes en el
suelo. El sistema de cultivo, ya sea surcos o en melgas, de igual forma se puede determinar
al conocer la salinidad del suelo, e incluso el manejo del agua en los sistemas de riego y
ubicación de la cinta de riego por goteo, cuando así sea el caso. La importancia del
contenido de sales a través del valor de CE, permite tomar la decisión de utilizar el suelo
para fines agrícolas o no hacerlo (Cuadro 3), dependiendo del sistema de riego. Parcelas
que cuentan con sistemas de fertirrigación ayudan a manejar la salinidad de manera
localizada, pues mediante este sistema pueden mover las sales fuera del bulbo de
humedad, donde está ubicada la mayor parte del sistema radical de las plantas, logrando
un impacto menos negativo sobre el cultivo. El riego por goteo, es entonces aquel que
permite una mayor versatilidad para el manejo de las sales del suelo.

La conductividad eléctrica y su influencia sobre los cultivos


Síntomas y daños por salinidad en los cultivos. La salinidad disminuye el crecimiento
de los cultivos al ocasionar una disminución en la disponibilidad de agua, llegando a
presentar síntomas similares a los provocados por una sequía, aún cuando se tengan
niveles suficientes de humedad en el suelo. Los síntomas varían con los estados
fenológicos de los cultivos, los cuales son más severos en las etapas iniciales de
crecimiento de los cultivos, sobre todo durante la germinación de semilla. Otros de los
síntomas que se aprecian en los cultivos por altas concentraciones de sales son el retraso
en el crecimiento y/o la presencia de distintas decoloraciones dependiendo de la especie,
principalmente la coloración verde-azulada de la planta. La apariencia azulosa es resultado
de una cubierta cerosa con un espesor poco.
Los síntomas varían con los estados fenológicos de los cultivos, los cuales son más severos
en las etapas iniciales de crecimiento de los cultivos, sobre todo durante la germinación de
semilla. Otros de los síntomas que se aprecian en los cultivos por altas concentraciones
de sales son el retraso en el crecimiento y/o la presencia de distintas decoloraciones
dependiendo de la especie, principalmente la coloración verde-azulada de la planta. La
apariencia azulosa es resultado de una cubierta cerosa con un espesor poco común sobre
la hoja y el color verde más intenso debido a una concentración de clorofila por unidad de
superficie del follaje. En ocasiones, se generan clorosis en el follaje por el alto contenido de
sales, asociado al uso de aguas de riego con alto contenido de bicarbonatos. Algunas
especies desarrollan áreas necróticas en la punta, así como en los bordes del follaje al
crecer en suelos salinos.
Rendimientos de los cultivos. No todos los cultivos tendrán la misma respuesta a un
mismo nivel de salinidad, algunas especies producen rendimientos aceptables a niveles
altos. Cultivos sensibles tienen rendimientos pobres al incrementar mínimamente la CE del
suelo (Cuadro 4). La diferencia de estas especies está estrechamente relacionada con su
fisiología, y para ser más precisos con la adaptación osmótica (reducen su potencial
osmótico al igual que el agua salina) que tienen sus raíces para mantener el flujo de agua
del suelo hacia ellas.

Otros mecanismos fisiológicos que influyen en la tolerancia de algunas especies pueden


ser su capacidad de exclusión iónica (principalmente sodio y cloro) o la acumulación der
sustancias orgánicas en el citoplasma. De manera general se recomiendan suelos con CEe
1 dS/m para el adecuado desarrollo de los cultivos.
La calidad del agua de riego
Tanto la calidad del agua de riego como el manejo adecuado del riego son esenciales para la
producción exitosa de cultivos.
La calidad del agua de riego afecta tanto a los rendimientos de los cultivos como a las condiciones
físicas del suelo, incluso si todas las demás condiciones y prácticas de producción son favorables /
óptimas. Además, los distintos cultivos requieren distintas calidades de agua de riego.
Por lo tanto, es muy importante realizar un análisis del agua de riego antes de seleccionar el sitio y
los cultivos a producir. La calidad de algunas fuentes de agua puede variar significativamente de
acuerdo a la época del año (como en una época seca / época de lluvias), así que es recomendable
tomar más de una muestra, en distintos períodos de tiempo.
Los parámetros que determinan la calidad del agua de riego se dividen en tres categorías: químicos,
físicos y biológicos. En esta revisión, se discuten las propiedades químicas del agua de riego.
Las características químicas del agua de riego se refieren al contenido de sales en el agua, así como
a los parámetros derivados de la composición de sales en el agua; parámetros tales como la CE /
TDS (Conductividad Eléctrica / sólidos totales disueltos), RAS (Relación de Adsorción de Sodio), la
alcalinidad y la dureza del agua.
El origen de las Sales Disueltas en el Agua de Riego
La principal fuente natural de las sales minerales en el agua es la erosión de las rocas y minerales.
Otras fuentes secundarias incluyen la deposición atmosférica de sales oceánicas (sales en el agua de
lluvia), el agua salina de las aguas subterráneas y el aumento de la intrusión de agua de mar en los
acuíferos de las aguas subterráneas. Productos químicos de fertilizantes, que lixivian a las fuentes
de agua, también pueden afectar a la calidad del agua de riego.

Problemas Relacionados con la Calidad del Agua de Riego


La salinidad del agua de riego

El principal problema relacionado con la calidad del agua de riego es la salinidad del agua. La
salinidad del agua se refiere a la cantidad total de sales disueltas en el agua, pero no indica que sales
están presentes.

El nivel alto de sales en el agua de riego reduce la disponibilidad del agua para el cultivo (debido a
la presión osmótica), aunque el suelo puede parecer mojado, y causa la reducción del rendimiento.

Por encima de cierto umbral, la reducción en el rendimiento de los cultivos es proporcional al


aumento en el nivel de salinidad. Los distintos cultivos varían en su tolerancia a la salinidad y por
tanto tienen diferentes umbrales y diferentes tasas de reducción del rendimiento.

Los parámetros más comunes para determinar la calidad del agua de riego, en relación con su
salinidad, son la CE y el TDS.
TDS ppm o mg/L CE dS/m Riesgo de Salinidad

<500 <0.8 Bajo

500 – 1000 0.8 – 1.6 Medio

1000 – 2000 1.6 – 3 Alto

> 2000 >3 Muy Alto

Algunas ecuaciones fueron desarrolladas para estimar el potencial de rendimiento, basado en la


salinidad del agua de riego. Por ejemplo:
% Rendimiento (del máximo) = 100 – b(CEe-a)
Cuando:
(b) es el porcentaje de reducción en el rendimiento relativo por unidad de incremento en la salinidad
(a) es el umbral de la CE que puede tolerar el cultivo y la CEe es la conductividad eléctrica de la pasta
de suelo saturado, que se mide en el laboratorio.
La CEe es proporcional a la conductividad eléctrica del agua de riego, en función del porcentaje del
agua de riego lixiviado por debajo de la zona de las raíces.
El Riesgo del Sodio y la Infiltración del Agua de Riego
El parámetro utilizado para determinar el riesgo de sodio es el RAS (Relación de Adsorción de Sodio).
Este parámetro indica la cantidad de sodio en el agua de riego, en relación con el calcio y el
magnesio. El calcio y el magnesio tienden a contrarrestar el efecto negativo de sodio.

Altos niveles de SAR podrían resultar en un daño de la estructura del suelo y en problemas de
infiltración de agua. El suelo se vuelve duro y compacto en condiciones secas y reduce la infiltración
de agua y aire.
Irónicamente, cuanta más alta es la salinidad, menor será el efecto negativo del sodio sobre la
estructura del suelo. Así, cuando los niveles de sodio en el suelo son altos en relación con el calcio y
el magnesio, es decir, el RAS es alto, lavar el suelo con agua de buena calidad sólo empeorará el
problema.
La Toxicidad de Iones Específicos
La calidad del agua de riego también puede ser determinada por la toxicidad de iones específicos.
La diferencia entre un problema de salinidad y un problema de toxicidad es que la toxicidad ocurre
dentro de la planta misma, como resultado de la acumulación de un ion específico en las hojas.
Los iones más comunes que pueden causar un problema de toxicidad son el cloruro, el sodio y el
boro. Al igual que con la salinidad, los cultivos difieren en su susceptibilidad a estos iones.

Se debe prestar atención especial a la toxicidad de boro, porque ocurre en concentraciones muy
bajas, a pesar de que es un nutriente esencial para la planta.

Un nivel tóxico de tan solo un ion en el agua de riego podría hacer el agua inadecuada para el riego.
La relación entre Mg y K puede ser un factor importante bajo ciertas condiciones. Por ejemplo, el
fertilizar con K reduce la absorción de Mg de los forrajes que se utilizan en el pastoreo de ganado,
lo que resulta en bajas cantidades de Mg en la sangre de los animales dando lugar al desorden
conocido como tetania de los pastos. La baja temperatura y adecuada humedad en el suelo, en
presencia de cantidades moderadas de K, resultan en una alta absorción de este nutriente, en
comparación con la absorción de Mg, lo que promueve la producción de forraje con tendencia a
producir tetania.

Sin embargo, hay algunas prácticas de gestión que pueden ayudar a reducir los daños.
Estas prácticas incluyen lixiviación adecuada, aumento de la frecuencia de riegos, evitar el riego
por aspersión, evitar el uso de fertilizantes que contienen cloruro o boro, selección apropiada de
cultivos, etc .
Alcalinidad y pH
La alcalinidad es la suma de las cantidades de bicarbonatos (HCO3–), carbonatos (CO32-) y hidróxidos
(OH–) en el agua y se expresa como mg/l de CaCO3. La alcalinidad del agua es una medida de la
capacidad del agua de resistir a cambios repentinos en el pH.
Si la alcalinidad es demasiado baja, cualquier adición de fertilizantes ácidos inmediatamente
bajará el pH del agua. En las plantas de contenedor y en la hidroponía, iones liberados por las
raíces de la planta también puede cambiar rápidamente el pH si la alcalinidad del agua es baja.

Alcalinidad
Rango
(mg/l CaCO3)

Baja < 75

Media 75 – 150

Alta > 150

LAS PARTICULAS DE ARCILLA son los constituyentes del suelo cargados negativamente. Estas
partículas cargadas negativamente (arcillas), retienen y liberan nutrientes cargados positivamente
(cationes). Las partículas de materia orgánica también están cargadas negativamente y también
atraen cationes. Las partículas de arena son inertes (sin carga) y no reaccionan.

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