Perdón, una palabra con un gran sentido que a veces podemos banalizarla o de pronto no

entender el significado profundo que encierra en sí esta palabra, en muchos momentos la palabra
perdón la asociamos con olvidar, a veces hasta justificar. Pero cuando el sentimiento es más
profundo, cuando hay más rabia o nos sentimos más lastimados, no queremos otorgarlo, pues han
herido más allá de lo físico algunas ocasiones, han herido nuestra alma, han herido algo que no es
visible pero sin embargo esta allí lastimándonos.

Perdonar, olvidar ¿se podría decir que para poder perdonar hay que olvidar? ¿es correcto
y justo? ¿la misericordia tiene algo que ver con el perdón? Perdonar no es justificar
comportamientos negativos o improcedentes, sean propios o ajenos. Tampoco es el hecho de
actuar como si nada pasara, cuando en verdad no te sientes así. ¿Qué es el hecho de perdonar?

Un sentimiento que nos impide otorgar el perdón es la rabia, es humano esa reacción, pero
es algo que en nuestro caminar es algo que de pronto puede impedir el avanzar y abrirse a la
grandeza de la vida, a la alegría, a la libertad, ¿Cuántas veces no hemos actuado con miedo?
¿Cuántas veces no nos hemos cerrado a la posibilidad de hacer cosas, que tanto nos gustan por
miedo a que nos vuelva a ocurrir aquella mala experiencia vivida?

La frustración, el resentimiento, son fruto de aquella situación que nos es difícil perdonar,
estos sentimientos que engendra una situación también pueden deberse a una situación
sumamente común, nos han enseñado a ser “niños buenos”, un niño bueno que es lo que hace no
llora los niños no lloran, no puede enojarse, eso no es bueno los niños buenos no lo hacen, perdonar
pues es lo que hacen los niños buenos, y de pronto allí vemos como se nos educa de una manera
que de pronto es imposible el saber expresarnos de una manera correcta.

Alguna vez aprendí que este comportamiento podemos llamarlo analfabetismo emocional,
pues nos vemos limitados a verdaderamente expresar lo que hay en nosotros, cuántas veces nos
limitamos a responder cuando nos preguntan cómo estamos, solo con un bien, mal, regular, no me
puedo quejar, son palabras que no dicen mucho, allí nos vamos limitando y vamos cerrando nuestra
capacidad de expresar aquello que realmente sentimos, y solo ponemos una etiqueta de lo que es
socialmente correcto.

La rabia suele llegar a ser un sentimiento superficial, si nos hacemos atentos a todas aquellas
cosas que por lo regular nos hacen rabiar, si tomamos conciencia iremos descubriendo una manera
más simple de vivir, en mi experiencia personal recuerdo claramente un día que durante un curso
nos enseñaban a ver que eran las cosas que nos hacían enojar, entonces nos dieron una madera con
clavos, y cada que nos enojáramos deberíamos de poner un clavo en la madera, de acuerdo a mi
errónea concepción dije “yo no me enojo, mi tabla estará limpia”, y ¡oh, Sorpresa! Cinco minutos
después manejando me enoje porque un carro iba súper despacio, la verdad es que iba a la
velocidad permitida, después interiorizando me di cuenta de eso, a veces solo corremos por correr,
nos enojamos por que las cosas no se hacen a nuestra manera, porque están entorpeciendo lo que
nosotros pensamos que es lo mejor.

La rabia puede hacer que nos volvamos sordos, a nuestros sentimientos más profundos,
como por ejemplo sordos a nuestra capacidad de amar, a nuestra capacidad de estar atento al otro,
nuestra capacidad de abrirnos muchas veces a los demás, por miedo a ser heridos nuevamente.
Acostumbrados al ruido, a este mundo tan veloz, nos hace cada día que no podamos escuchar ni ver
lo esencial, aquí me gustaría citar una de las que considero la frase más famosa del Principito “He
aquí mi secreto, que no puede ser más simple: solo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es
invisible a los ojos.” Perdemos de vista lo esencial por seguir cosas accesorias. Dela misma manera
pasa con nuestras pasiones, nos dejamos llevar más por un mal momento que por los miles de
momentos mejores que pudimos haber vivido, que disfrutamos. ¿Cómo podemos descubrir las
cosas esenciales? ¿Cuál es el camino sencillo hacia lo felicidad, hacia lo verdadero?

¿Qué es la ira? ¿Cuándo hablamos acerca de ella, que es lo que se quiere expresar por medio
de ella?, la ira tiene un poder de destrucción enorme, cuantas veces no sabemos de lo que somos
capaces sino hasta el momento en que la ira de apodera de nosotros y

La rabia y el resentimiento estos dos elementos hay que tenerlos presentes pues si hacemos
caso omiso de ellos no estaremos dando un perdón verdadero.

La misericordia, es que nuestro corazón este vuelto hacia la miseria del otro, pero en este caso ¿no
estaríamos hablando de una justificación?,