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Cervicalgia miofascial

Cervical myofascial pain


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Author links open overlay panelMaría Loreto DíazJ.DRA.
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Fisiatra y docente. Clínica Alemana-Universidad del Desarrollo.


Received 5 November 2013, Accepted 30 December 2013, Available online 17 December
2014.

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https://doi.org/10.1016/S0716-8640(14)70031-8Get rights and content

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Resumen
El síndrome de dolor miofascial (SDM) se refiere a aquel que se origina en el
músculo y la fascia que lo rodea, la región cervical es una de las zonas más
frecuentemente afectada por esta patología. Su principal característica es la
presencia de un punto gatillo (PG) cuya presión produce dolor local y
referido. Los criterios con los que se realiza el diagnóstico de este cuadro son
básicamente clínicos, por lo tanto, la historia y el examen físico son
fundamentales para un diagnóstico y tratamiento oportuno. Se puede evitar la
cronicidad, las complicaciones psicosociales y la carga financiera que a
menudo se asocian a este síndrome de dolor crónico. Un adecuado tratamiento
le permite a estos pacientes disminuir las molestias y reintegrase plenamente a
sus actividades cotidianas.

Summary
Myofascial pain syndrome (SDM) refers to pain that originates from the
muscle and surrounding fascia, being the cervical region one of the most
frequently affected area by this pathology. Its main feature is the presence of
trigger points that produce local and referred pain. The criteria by which the
diagnosis is made are basically clinical; therefore, the history and physical
examination are essential for an opportune diagnosis and treatment, avoiding
chronicity, psychosocial complications and financial expenses that are often
associated with this chronic pain syndrome. Proper treatment allows these
patients to decrease their discomfort in order to fully reintegrate to daily
activities.

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Palabras clave
Cervicalgia miofascial

dolor de cuello

dolor miofascial

puntos gatillo

Key words
Cervical myofascial pain

neck pain

myofascial pain

trigger points

Introducción
Los trastornos músculo esqueléticos son la principal causa de discapacidad en
la población en edad laboral y están entre las principales causas de
discapacidad en otros grupos etáreos (1., 2., 3.).
El síndrome de dolor miofascial (SDM) se refiere al dolor que se origina en el
músculo y la fascia que lo rodea, pudiendo afectar a cualquier músculo del
cuerpo (1,3). Una de las zonas más afectadas por este cuadro es la región
cervical, encontrándose dentro de los síndromes dolorosos que más
frecuentemente afectan esta región (4,5).
Su característica principal es la presencia de puntos gatillo (PG) dentro de un
músculo cuya presión da origen a un dolor local y referido, con un patrón
determinado de irradiación, característico para cada músculo comprometido,
que el paciente reconoce como su dolor habitual (3,6).
Se estima que este síndrome se encuentra entre las condiciones de dolor
músculo esquelético (ME) más frecuentes encontrados en la población (3,7,8)
representando gran parte de las consultas de rehabilitación (8). En las
unidades de dolor se estima que entre un 30 y un 85% de los pacientes acude
por dolor miofascial (8,9).
Este síndrome de dolor músculo esquelético puede presentarse como un
cuadro agudo o crónico, regional o generalizado. Puede ser un trastorno
primario, dando origen a un dolor local o regional, o secundario que ocurre
debido a otra condición médica. Sus consecuencias en términos de disfunción,
discapacidad y costos son elevados (10). Sin embargo es una condición
tratable que responde favorablemente al tratamiento oportuno y adecuado, (4)
enfocado no solo en el manejo del dolor, sino que además en la atención de las
alteraciones estructurales, posturales, ergonómicas y condiciones metabólicas
que alteran la función muscular.

Definición del problema


El SDM es un síndrome complejo y controvertido, frecuentemente sub-
diagnosticado o mal diagnosticado (11) ya que su etiología es compleja y aún
no se comprende bien el origen de los PG, lo que ha llevado incluso a
cuestionar su existencia (10). Si a esto le sumamos el hecho de que carece de
criterios diagnósticos codificados en base a estudios multicéntricos
internacionales (7), de que no se dispone aún de pruebas de laboratorio o de
imágenes que confirmen el diagnóstico (3) y la frecuente confusión y/o
superposición de los síntomas con otras condiciones músculo esqueléticas
dolorosas (7), entenderemos por qué el diagnóstico y tratamiento de esta
patología es a menudo inadecuado y/o tardío con la consecuente repercusión
clínica de dolor crónico e invalidez (4,12).
La mejor descripción de este síndrome es la de Simons que lo define como un
“Complejo de síntomas sensoriales, motores y autonómicos causados por PG
miofasciales” y estos como “puntos de exquisita sensibilidad e
hiperirritabilidad localizados en una banda tensa, palpable en músculos o su
fascia, que producen una respuesta de contracción local de las fibras
musculares por un tipo especifico de palpación y si es lo suficientemente
hiperirritable, dar lugar a dolor, sensibilidad y fenómenos autonómicos, así
como la disfunción en zonas por lo general distantes de su sitio de origen”
(13).
Por lo tanto para poder referirnos a este cuadro debemos tener presente estas
tres características fundamentales; una banda palpable y tensa (BT) en el
músculo afectado, un PG cuya presión digital desencadena dolor intenso a
nivel local y un patrón característico de dolor referido. Estas características
distinguen un PG de otros tipos de dolor muscular (10). La sensibilidad en el
PG puede ser una respuesta de dolor aumentado en relación al estímulo, o de
dolor a un estímulo normalmente no doloroso. Ambos fenómenos involucran
sensibilización central a nivel del asta dorsal (10).
La banda tensa (BT) son grupos de fibras musculares duras y dolorosas a la
palpación (4), que va de un extremo al otro del músculo (10), son un hallazgo
objetivo y consistente en músculos con dolor miofascial. Dentro de la BT el
área más sensible y dolorosa es el PG. La BT es el primer signo de respuesta
muscular al estrés biomecánico, es dinámica, así como se forma puede
desaparecer (10). Clínicamente la BT restringe el movimiento y el músculo
pierde la capacidad de elongación fisiológica que permite el movimiento
articular completo (3,6,10). Otra característica de los PG es que cuando se
aplica un fuerte estímulo sensorial con el dedo o con aguja sobre el PG, se
produce una respuesta motora súbita de contracción muscular (1, 3) de la BT,
no de todo el músculo (10), fenómeno que en la electromiografía se traduce
como una leve ráfaga de potenciales de acción de unidad motora (actividad
eléctrica espontánea) solamente en la zona de la BT de ese músculo (3).
De acuerdo a sus características clínicas los PG se clasifican en activos y
latentes (3).
Un punto gatillo activo causa dolor espontáneo, en reposo, siendo el
responsable del SDM del paciente. Es sensible a la palpación con un patrón de
dolor referido que el paciente reconoce como su dolor (6).
La distribución del dolor rara vez coincide totalmente con la topografía de un
nervio o una raíz nerviosa, pero sigue un patrón determinado (14) que a
menudo puede simular la irradiación de una compresión o atrapamiento
nervioso (4) pero que a diferencia de estos no presenta déficits motores o
sensitivos asociados, pudiendo existir debilidad del músculo afectado por
inhibición motora refleja, sin atrofia (15).
Los PG latentes son similares a los PG activos pero no causan dolor
espontáneo. Pueden restringir el movimiento y producir debilidad muscular
(1,3,6) por lo que es frecuente que los pacientes se quejen de sensaciones de
rigidez, fatiga y debilidad en los músculos (1) que los albergan. Se consideran
como parte de una etapa preclínica (9), por lo que es importante su
identificación y tratamiento oportuno para evitar su evolución a PG activo
(1,7). Algunos pocos estudios sugieren que los PG latentes podrían estar
presentes en 45 a 55% de adultos jóvenes asintomáticos en los músculos de la
cintura escapular (8,15). Por varias razones como estrés, tensión muscular,
alteraciones posturales, etc. estos PG latentes se pueden activar y producir
dolor.
Los PG se dividen también en primarios, los más frecuentes, cuando las
lesiones afectan directamente al músculo y no están relacionados con otras
condiciones médicas (10) y “secundarios” cuando ocurren en concomitancia
con otras patologías y el dolor es inducido neurogénica o mecánicamente por
la actividad de un foco nociceptivo ubicado en otra estructura, somática o
visceral ej. dolor hepático, renal o ureteral (7,10,13).
Existen condiciones que agravan el dolor de los PG, como el uso enérgico del
músculo, especialmente en posición en que las fibras están acortadas, el
estiramiento pasivo, la posición de acortamiento durante un período
prolongado, la contracción mantenida o repetida del músculo afectado, el frío
y el stress psicológico. Mejoran el dolor períodos cortos de reposo, la
actividad ligera con movimiento, el estiramiento pasivo, lento y firme y el
calor.
Un hecho que distingue a este cuadro de otras patologías es que
frecuentemente el dolor desencadenado por los PG se acompaña de
fenómenos autonómicos tales como sudoración anormal, salivación,
piloerección, lagrimeo, coriza enrojecimiento dérmico y cambios vasomotores
y de temperatura (7,14).

Etiología
Muchos investigadores concuerdan en que el trauma agudo o microtrauma
crónico puede llevar al desarrollo de PG (1,8). Se cree que la cervicalgia
miofascial ocurriría después de episodios de sobreuso o sobrecarga al realizar
actividades repetitivas con los miembros superiores o por traumatismo a los
músculos que soportan los hombros y el cuello. Los músculos más a menudo
implicados en esta región son el trapecio, el elevador de la escápula, el
romboides, el supraespinoso y el infraespinoso (12).
El SDM es más prevalente en la cabeza, el cuello, los hombros, las caderas y
en la espalda baja debido a que los músculos de estas regiones trabajan
permanentemente en contra de la gravedad para mantener la postura o
repetitivamente durante las actividades diarias. Es común además en las
personas que han estado involucradas en un accidente en vehículo motorizado
(4).
Las lesiones son un fuerte predictor de dolor cervical crónico. Esto se ha
descrito en el síndrome del latigazo cervical, en donde el 20% a 40% de los
pacientes evolucionará al dolor cervical crónico (17). Las alteraciones
estructurales, la falta de ejercicio, las deficiencias ergonómicas, las posturas
prolongadas, los trastornos del sueño, problemas articulares, estrés, pueden
todos predisponer al desarrollo de microtraumas y por lo tanto al desarrollo de
PG (1,3,4).
El estilo de vida sedentario de la sociedad actual y las posturas estáticas
mantenidas durante períodos de trabajo prolongados, llevan a una progresiva
inhibición y laxitud de los músculos dinámicos y a la pérdida de flexibilidad
de los músculos posturales. Este desbalance muscular puede llevar al
desarrollo de un SDM (4) (Tabla 1 ).
Tabla 1. Factores precipitantes y/o perpetuantes de smf en general
1. Traumáticos

-
Macrotrauma: contusiones, esguinces.

Microtraumas: sobrecargas repetitivas crónicas o sobreuso de músculos.

2. Mecánicos

-
Factores internos: Déficits posturales, asimetrías de longitud de miembros inferiores.

Factores externos: Deficiencias ergonómicas en puesto de trabajo.


3. Degenerativos

-
Envejecimiento, degeneración estructural con pérdida de flexibilidad miofascial.

4. Compresión de una raíz nerviosa:

-
-Irritación de una raíz ->sensibilización del segmento espinal y SDM en músculos inervados.
5. Deficiencias endocrinas y metabólicas:

-
Hipotiroidismo e insuficiencia estrogénica.

6. Alteraciones del sueño

7. Stress emocional

8. Desbalance muscular crónico

-
Estilo de vida sedentario

Músculos dinámicos inhibidos y laxos

Músculos posturales tensos y rígidos.

Ref. 4.

Fisiopatología
No existen conclusiones definitivas en relación al origen de los PG -y por
tanto de SDM- aunque en los últimos años se han realizado progresos en la
identificación de una serie de características de los PG (7).
Actualmente se sabe que la disfunción en la placa motora, las alteraciones en
la fibra muscular y en las vías nociceptivas periféricas y centrales son parte
del estado actual de conocimiento de esta afección (18). Esto es sostenido por
el hecho de que la estimulación mecánica del PG aparte del dolor genera una
respuesta motora refleja (respuesta de espasmo local), dolor referido y
cambios autonómicos.
La teoría integrada de Mense y Simons que es la más aceptada (3,10,15,19)
postula que secundario a un trauma, sobrecarga o sobreuso muscular se
produce un aumento anormal en la producción y liberación de acetilcolina en
la placa motora, bajo condiciones de reposo (placa motora disfuncional) que
determina una contracción mantenida de los sarcómeros, lo cual aumentaría
notablemente las demandas metabólicas y disminuiría el suministro
circulatorio con la consiguiente hipoxia.
La hipoxia tisular y la crisis energética estimularían la liberación de sustancias
vasoactivas y algogénicas, especialmente sustancia P, que sensibilizarían
nociceptores musculares con producción de dolor local y referido a través de
circuitos medulares (3,8). La hipoxia provoca además un déficit en la
producción de componentes energéticos (ATP), lo que lleva a una alteración
de la recaptación de iones calcio en el retículo sarcoplásmico -que es un
proceso activo que requiere energía- y a una perpetuación de la contractura
local de los sarcómeros con más hipoxia. De no ser interrumpido, este ciclo es
autoperpetuante y daría lugar a la formación de PG. Los PG secundarios
serían expresión de sensibilización a nivel central (7).

Presentación clínica
Los criterios con los que se realiza el diagnóstico de SDM son solamente
clínicos (3), por lo tanto, la historia y examen físico son fundamentales para el
diagnóstico. En pacientes con SDM en la región cervical, se debe realizar una
historia clínica orientada a buscar enfermedades como radiculopatía cervical,
dolor facetario, dolor discogénico de origen cervical, procesos neoplásicos o
infecciosos. El SDM puede simular otras condiciones médicas (4) y los
síntomas pueden ser muy similares a los de una radiculopatía, fibromialgia o
disfunción articular y a menudo coexisten con estas otras patologías.

A.-Historia clínica
El paciente a menudo relata una historia de inicio del dolor que se asocia a
una sobrecarga o lesión muscular aguda o crónica (3). El dolor es descrito
típicamente como profundo, localizado o regional, el cual rara vez está
localizado en la zona del PG, a menudo con sensación de rigidez en la zona o
en las articulaciones vecinas. La irradiación desde un PG puede ser descrita en
términos de parestesias y así simular síntomas de radiculopatía cervical (4).
En la región de la cabeza y el cuello, también puede manifestarse como,
tinnitus, sordera, alteración del equilibrio (1,6), cefalea tensional y torticolis.
Es frecuente la presencia de síntomas funcionales como disminución de la
tolerancia al trabajo muscular, deteriorada coordinación, rigidez en las
articulaciones, fatiga y debilidad (6,7). Los síntomas neurológicos incluyen
parestesias, visión borrosa, tics y temblores (6).
La historia debe precisar además de todas las características del dolor, los
posibles factores precipitantes y/o perpetuantes como traumatismos, posturas
durante el trabajo, condiciones ergonómicas, estrés laboral, práctica deportiva,
etc.

La posibilidad de PG secundarios debe ser investigada, con especial atención


a cualquier enfermedad visceral dolorosa u otra fuente de dolor somático
(1,7).
Siempre se debe tener presente indicadores de patología músculo esquelética
concomitante seria (banderas rojas), como fracturas, déficits neurológicos,
tumores e infección así como de factores psicosociales asociados con dolor
crónico (banderas amarillas) (4).
Etapas posteriores pueden estar agravadas por alteraciones del sueño, cambios
de humor, depresión y estrés (6). Tabla 2 (19).
Tabla 2. Hechos que relata el paciente con cervicalgia miofascial en la historia clínica
• Realización de tareas repetitivas o poco habituales, mala postura, estrés.

• Movilidad de columna cervical limitada y dolorosa.

• Abultamiento o nódulos dolorosos en trapecio o en músculos cervicales.

• Alivio con masaje y calor superficial.

• Sueño alterado por dolor. Ha cambiado muchas veces la almohada.

• Dificultad para movilizar el cuello al conducir vehículos.

• El paciente puede describir dolor que irradia a extremidades superiores, acompañado de


entumecimiento y hormigueo, lo que hace difícil la discriminación con radiculopatía o atrapamiento de
nervio periférico.
• Mareos o náuseas.

B.-Examen físico
Para el diagnóstico de SDM la parte más importante es el hallazgo y
localización de los PG.

El examen físico debe comenzar con un cuidadoso examen músculo


esquelético y neurológico en busca de factores precipitantes y/o perpetuantes
que pueden haber contribuido al desarrollo del SDM, como alteraciones de la
marcha, asimetrías de la postura, restricciones de movimientos articulares y
desbalances musculares (4).
La palpación es el método básico de diagnóstico (4).
La palpación de los músculos afectados se realiza en dos fases consecutivas:

(a)

buscar las BT

(b)

la localización precisa de los PG en las bandas identificadas.

La BT es palpable, representa un espasmo segmentario de una pequeña


porción del músculo. Para encontrarla se requiere una adecuada técnica de
exploración del músculo afectado en la posición de mayor relajación. El
examen se realiza primero con una palpación plana, luego deslizando los
pulpejos a lo largo del músculo aprovechando la movilidad del tejido
subcutáneo que lo rodea (11). En los músculos accesibles como el trapecio se
puede realizar palpación tipo pinza (4). Para sentir y localizar con precisión la
BT, es importante relajar adecuadamente los músculos que están dolorosos y
con espasmo, lo que se puede lograr aproximando pasivamente el origen del
músculo a su inserción (4).
El PG debe ser identificado por suave palpación en la dirección de las fibras
musculares. La presión manual sobre un PG debería provocar dolor en esa
área y también un dolor referido a distancia del punto comprimido. Muy a
menudo el paciente dice “¡ese es mi dolor!”.
Como ya se ha mencionado la compresión o la inserción de una aguja en el
PG puede inducir una súbita y breve respuesta de contracción o espasmo
muscular detectable por el examinador en la BT (3).
El dolor referido rara vez coincide con una distribución de una raíz o un
nervio pero sigue un patrón consistente (14). El patrón de dolor referido es
típico para un PG específico dentro de cada músculo esquelético, por lo que la
distribución del dolor puede ayudar a identificar qué músculos pueden tener el
PG.
Sin embargo, la capacidad de palpar en forma confiable una banda tensa o
provocar una respuesta de espasmo en el músculo varía y depende de las
habilidades y entrenamiento de palpación del examinador y de la profundidad
y tamaño del músculo (6).
Además del dolor y la respuesta motora, en el examen se pueden encontrar los
signos de disfunción autonómica ya mencionados (6,14). Tabla 3 (19).
Tabla 3. Hallazgos comunes en el examen físico en pacientes con cervicalgia miofascial
• Alteración postural con hombros redondeados y escápula alada.

• PG en los músculos trapecio, supraespinoso, infraespinoso, romboides y elevador de la escápula.

• Banda tensa palpable en el músculo o en la fascia circundante.

• El dolor del paciente se reproduce con la palpación del PG.

• El rango de movimiento de la columna cervical y/o de hombro puede estar limitado, con dolor que se
reproduce en posiciones que estiran el músculo afectado.

• A pesar de que el paciente se queja de debilidad en las extremidades superiores, la fuerza al examen
físico es normal o está levemente disminuida.

En el examen de la musculatura cervical se deben evaluar todos los


movimientos ya que el compromiso de cada músculo producirá limitación de
un determinado movimiento cervical. En la zona cráneo cervical existe una
gran cantidad de músculos que pueden dar dolor miofascial, los más
frecuentemente afectados son el trapecio y el elevador de la escápula y son los
que más repercusión tienen en la movilidad cervical (15). A modo de ejemplo,
se señalan algunas de las características del dolor de estos dos músculos
descritas por Travell y Simons en su libro “Myofascial Pain and Dysfunction
The Trigger Point Manual”, que es considerado el criterio estándar de
referencia para la localización y tratamiento de los PG. (15).
Trapecio

El trapecio es el músculo más afectado por este cuadro. Dependiendo de la


ubicación del PG en el músculo puede dar origen a dolor cervical alto, dolor
en la región cervical posterolateral asociado a cefalea temporal del mismo
lado, dolor interescapular o dolor referido al hombro. Este músculo consta de
tres porciones con 6 PG, dos en cada una de sus partes y un 7º punto, que da
solo una respuesta autonómica, sin dolor. Cada uno de estos puntos tiene
patrones distintivos de dolor. El dolor referido se origina con mas frecuencia
de los PG de las fibras del trapecio superior, dando dolor e hipersensibilidad a
la presión a lo largo de la parte posterolateral del cuello, por detrás de la oreja
y hasta la sien. En el caso del trapecio inferior el dolor se siente en la parte
posterior del cuello, en la región mastoidea y en las regiones supra e
interescapular. El trapecio medio que es el menos involucrado de los tres,
irradia dolor a las vértebras y a la región interescapular. Muy frecuentemente
el trapecio se activa por el stress de mantener los hombros elevados como
ocurre al trabajar con teclado muy alto, no tener apoyabrazos adecuados o
conducir vehículos por períodos prolongados. Al examen se encuentra dolor al
final del recorrido de rotación activa hacia el lado opuesto y la inclinación
hacia el lado opuesto se encuentra limitada. Se asocia a acortamiento de los
pectorales. Figura 1.

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Figura 1. Puntos gatillo trapecio
Músculo Trapecio: en rojo se muetran 5 de los 7 puntos gatillo de este músculo con sus
respectivas áreas de dolor referido.
Elevador de la escápula

El compromiso de este músculo produce una gran limitación de la movilidad


cervical especialmente de la rotación. Los pacientes se quejan de cuello rígido
y doloroso. Produce dolor referido en el ángulo del cuello, a lo largo del borde
vertebral de la escápula y parte posterior del hombro. Figura 2.

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Figura 2. Músculo elevador de la escápula
Músculo elevador de la escápula. Puntos gatillo y áreas de dolor referido del músculo
elevador de la escápula.

Criterios diagnósticos
Aunque es reconocido como una entidad clínica legítima, como se mencionó
en la introducción el SDM no tiene criterios diagnósticos codificados
desarrollados sobre la base de estudios multicéntricos internacionales o
reuniones de consenso de expertos (7).
Entre los criterios que se emplean con mayor frecuencia están los redefinidos
por Simons et al. en 1999, de acuerdo al cual un SDM se pueden diagnosticar
si cinco criterios mayores y por lo menos uno de tres criterios menores se
cumplen (15) Tabla 4 .
Tabla 4. Criterios diagnósticos de sdm de simons et al. 1999
Criterios mayores: Criterios menores:

a. Dolor espontáneo localizado. a. Reproducción del dolor y sensaciones


alteradas por presión en el PG.

b. Dolor espontáneo o alteraciones en la sensibilidad, b. Provocación de espasmo de fibras musculares


en zonas de dolor referido esperadas para un por palpación transversa o por inserción de la
determinado PG miofascial. aguja en el PG.

c. Banda tensa, palpable en un músculo accesible. c. Alivio el dolor por el estiramiento muscular o
punción en el PG.

d. Dolor exquisito, localizado en un punto preciso en


una banda tensa.

e. Disminución del rango de movimiento en el que


participa el músculo.

Se puede hacer el diagnóstico de SDM si cinco criterios mayores y por lo menos uno de tres criterios
menores se cumplen.

Sin embargo varios autores coinciden en que las características más


importantes clínicamente para hacer el diagnóstico de SDM incluyen la
identificación de la banda tensa y la reproducción de la queja del dolor
espontáneo a la presión del PG (16) Tabla 5 .
Tabla 5. Características Más Importantes Para Hacer El Diagnóstico Del Sdm
1. Identificación de una banda tensa en un músculo.

2. Dolor exquisito, localizado en un punto preciso (PG) en una banda tensa.

3. Reproducción de la queja del dolor espontáneo del paciente a la palpación del PG.

Estudios de laboratorio e imágenes


No hay exámenes de laboratorio ni imágenes que confirmen el diagnóstico de
SDM (3). Estudios de electromiografía con electrodos de superficie muestran
que los músculos que tienen PG están inicialmente fatigados, se fatigan
mucho más rápidamente y se agotan antes que los músculos normales (7).
Estudios de Simons y colaboradores han descrito algunas alteraciones en la
EMG usando registros de alta sensibilidad en la región del PG, en la cual se
demuestra la existencia de actividad eléctrica anormal de la placa motora, con
la aparición de descargas intermitentes de potenciales de mayor amplitud que
lo normal, lo que sugeriría una hiperactividad de la placa motora (3). Esta
hiperactividad sería secundaria al aumento de liberación de acetilcolina desde
la terminación nerviosa.

Diagnóstico diferencial
Muchos de los diagnósticos que deben ser diferenciados del SDM pueden
coexistir con éste y proveer de estímulos que funcionen como activadores o
perpetuadores de estos, especialmente la fibromialgia (7,10). Los PG son
significativamente más frecuentes en pacientes con fibromialgia que en la
población general (7). La distinción entre uno y otro requiere de un cuidadoso
examen físico ya que los PG son en sí sensibles, para buscar la presencia de
bandas tensas y dolor referido, características que diferencian los PG de los
puntos sensibles de la fibromialgia (10).
También es muy frecuente encontrar PG en la cabeza y cuello en pacientes
que se quejan de cefalea tipo tensional y migraña y pueden comportarse como
activadores de la sintomatología. Un estudio realizado por Giamberardino
mostró que en pacientes con migraña, con PG en los músculos cervicales
cuyas áreas de dolor referido coincidían con el sitio de migraña, el tratamiento
de los PG con infiltración versus placebo reducía significativamente tanto el
dolor del PG como los síntomas de la migraña por un período de más de 60
días (27). Tabla 6 .
Tabla 6. Diagnóstico Diferencial En Sdm En General.
1. Trastornos articulares: artrosis.

2. Trastornos inflamatorios: polimiositis, polimialgia reumática, artritis reumatoide.

3. Trastornos neurológicos: radiculopatía, neuropatía de atrapamiento.

4. Trastornos regionales de tejidos blandos: bursitis, epicondilitis.

5. Trastornos discogénico: enfermedad degenerativa del disco, hernia núcleo pulposo.

6. Dolor referido visceral: gastrointestinal, cardíaco, pulmonar, renal.

7. Trastornos psicológicos: depresión, ansiedad, trastornos del sueño.

8. Fibromialgia o dolor crónico generalizado.


Tratamiento
El tratamiento precoz es importante para evitar la compensación por otros
músculos de la unidad funcional. La unidad muscular funcional son grupos de
músculos que trabajan juntos para ejercer un vector de fuerza o estabilizar un
segmento. Cuando un músculo desarrolla un PG deja de cumplir su rol
eficientemente, ya que la BT limita el movimiento (10). Cuando esto ocurre,
otros músculos deben compensar estas pérdidas y quedan expuestos entonces
a sobreuso, acortamiento y a desarrollo de PG (10), por lo que es frecuente
encontrar PG satélites en otros músculos de la unidad funcional cuando el
dolor es crónico. Inicialmente el tratamiento se enfocará en la disminución del
dolor y en la inactivación de los PG para lo cual se han usado distintas
modalidades de terapias físicas combinadas con técnicas de liberación
miofascial y de masaje.
La segunda etapa se debe enfocar en la recuperación de la amplitud de
movimiento, en la corrección de los déficits biomecánicos y en el
fortalecimiento muscular de acuerdo a los hallazgos del examen físico de cada
paciente para restablecer el equilibrio entre los músculos que trabajan como
una unidad funcional. La elongación y estabilización cervical así como el
reentrenamiento postural son partes fundamentales del tratamiento.

En una tercera fase el paciente debe continuar con un programa de ejercicios


en su casa. Los pacientes con dolor miofascial cervical deben ser educados
acerca de los factores que pueden contribuir a la generación de su dolor y
pérdida de movilidad, así como también estrategias específicas para la
mantención de posturas y uso apropiado de la mecánica corporal durante el
trabajo y las actividades de la vida diaria. Se deberá realizar una evaluación
ergonómica en el puesto de trabajo cuando se sospeche que este es generador
de dolor para recomendar las modificaciones de mobiliario que sean
necesarias junto a recomendaciones de posturas, pausas laborales frecuentes y
ejercicios de elongación (10). Figura 3.
1. Download full-size image
Figura 3. Recomendaciones para usuarios de computador
Entre los tratamientos más usados y difundidos están:

1.

Spray y estiramiento:Esta técnica consiste en la aplicación de varios


ciclos de frío mediante un spray de cloruro de etilo “en la zona de dolor
referido”, seguida de la elongación pasiva de los músculos
comprometidos (3,19).
2.

Relajación postisométrica:Consiste en contraer contra resistencia el


músculo tenso desde su longitud máxima indolora de 3 a 10 segundos y
a continuación fomentar su elongación (7,15).
3.

Liberación por presión:Anteriormente denominada compresión


isquémica, consiste en la aplicación de presión progresiva por 15
segundos en el PG hasta encontrar resistencia y disconfort del paciente.
4.

Infiltración de los PG:Pareciera ser el método más efectivo para


inactivar el PG, ya sea con anestésicos locales o con aguja seca. No se
ha evidenciado una diferencia significativa entre la punción seca y la
inyección de un anestésico local (3,20,21). La mayoría de los autores
no recomienda el uso de infiltración con corticoides.
5.
Infiltración con Toxina Botulínica
A pesar de que varios autores reportan alivio del dolor con la
infiltración de PG con Toxina botulínica, no existen pruebas
concluyentes que apoyen el uso de ésta en el tratamiento de SDM
(20,22,24). Su mayor utilidad estaría en el tratamiento de PG en
músculos espásticos así como en la corrección de anormalidades
biomecánicas relacionadas con el SDM (20,22).
6.

Fármacos
La mayoría de los expertos recomiendan el uso por vía oral de
analgésicos, antinflamatorios no esteroidales, relajantes musculares,
anticonvulsivantes y antidepresivos como tratamiento coadyuvante a la
infiltración y fisioterapia (6). No se han demostrado beneficios claros
en el tratamiento del dolor de cuello mecánico con algún fármaco en
especial (20).
7.

Ejercicios
Existe evidencia de que los ejercicios específicos de elongación y
fortalecimiento enfocados en el cuello y los omóplatos serían efectivos
para el tratamiento del dolor cervical crónico (25,26).

Pronóstico
El SDM agudo generalmente es localizado o regional y se resuelve
espontáneamente o con medidas simples como calor, masaje, elongaciones o
infiltraciones.

En el SDM crónico se obtiene una significativa mejoría cuando además del


tratamiento del dolor con fármacos y/o terapias físicas se corrigen los factores
estructurales, posturales y ergonómicos y se tratan las condiciones médicas
subyacentes que afectan la función muscular como el hipotiroidismo. Sin
embargo la recurrencia es muy frecuente (4,10) especialmente cuando no se
corrigen los factores recién mencionados o no hay una buena adherencia del
paciente a los tratamientos. Se les debe explicar que los beneficios no son
inmediatos.
Conclusiones
El SDM es un cuadro de DME muy frecuente, controvertido y complejo que
debe ser considerado en el diagnóstico diferencial de síndromes dolorosos. El
diagnóstico se basa en la presencia de puntos gatillo dentro de una banda
muscular tensa, cuya presión produce dolor local y referido que el paciente
reconoce como su molestia. El diagnóstico se basa exclusivamente en la
historia y examen físico. El cuadro responde favorablemente cuando el
tratamiento está dirigido no solo a la inactivación del punto gatillo para el
control del dolor sino que además a la eliminación o corrección de los factores
desencadenantes o perpetuantes.
La autora declara no tener conflictos de interés, en relación a este artículo.

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